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domingo, 3 de diciembre de 2023

AJ Styles vs Rey Mysterio vs Edge, WWE Smackdown 12/05/2023

 

Hace unos días, comentamos que se había celebrado el 25 aniversario del comienzo de la carrera de Edge en un programa de Smackdown, y que en el main event de ese show, tuvo lugar el que podría ser el último combate del canadiense en su carrera. Él ya ha dicho que WWE le ha hecho una nueva oferta y que no sabe qué hacer; desde luego en términos físicos rinde muy bien. Ya veremos. Al menos, para celebrar ese cuarto de siglo peleando, además del combate frente a Sheamus del citado show, vamos a revisar la triple amenaza que disputó frente a AJ Styles y Rey Mysterio en mayo.

Esta pelea forma parte de un Torneo por el nuevo WWE World Heavyweigth Championship. Y es que, como sabe el lector, la empresa da muchos bandazos en lo respectivo a sus decisiones. A veces quiere tener los rosters de los distintos programas separados, y otras veces lo quiere juntos; a veces quiere tener dos campeonatos mundiales, y a veces uno solo. Es así desde 2001, cuando se trajo la correa del World Heavyweight Championship de la WCW al comprar esa empresa. En diciembre de 2001, se unificaron los títulos de WWF y WCW, cuando Chris Jericho derrotó a Steve Austin, dando lugar al Undisputed WWF Championship, que fue el título principal de la empresa hasta agosto de 2002, cuando el campeón Brock Lesnar se negó a defender su título frente a luchadores de RAW, y se creó para ese programa el World Heavyweight Championship con la correa de WCW, mientras que el campeonato indiscutido pasó a llamarse WWE Championship, ya que había ocurrido el renombrado de la compañía en ese periodo. Mucho después, en diciembre de 2013, tendría lugar una nueva unificación, después de que el WWE Champion, Randy Orton, derrotara al World Heavyweight Champion John Cena. Entonces, el campeonato principal de la empresa pasó a llamares WWE World Heavyweight Championship, en primera instancia con las dos correas, y después, tan solo, con la de WWE.

Unos años después, las ideas de los bookers de WWE volvieron a virar violentamente. Se quería tener, de nuevo, dos campeonatos, y por este motivo se creó el Universal Championship, una correa sin la más mínima gracia, que volvió a unificarse con el WWE Championship en 2022 con la victoria de Roman Reigns en WrestleMania, que debía ser presentado como el gran superhéroe de la empresa. De hecho, las historias de Roman son tan importantes y tan potentes, que dejan en segundo lugar al título, sobre todo porque parece imposible que lo pierda. Así pues, era menester uno nuevo, así que se ha vuelto a dar vida a un nuevo World Heavyweight Championship, aunque por desgracia no se usa la correa clásica, que tanto nos gustaba a los viejos que la recordamos en cinturas legendarias. Para decidir al primer campeón, se desarrolló un torneo en el que pariticiparon 12 luchadores, emparejados en cuartos de final en cuatro Triples Amenazas. Pelearon, pues, Damian Priest, Seth Rollins, Shinsuke Nakamura, Cody Rhodes, Finn Balor, The Miz, Austin Theory, Bobby Lashley, Sheamus, y los tres protagonistas de la lucha que comentamos: AJ Styles, Edge y Rey Mysterio. En la final del torneo, Rollins vencería a AJ para convertirse en el primer y único hasta el momento portador de este cetro.

Una lucha entre AJ, Edge y Mysterio es un match de ensueño, sin duda. Son tres leyendas con bastante historia entre ellos, aunque nunca ha habido una rivalidad entre Styles y Rey como debería. Espero que la desarrollen antes de que se jubile uno de los dos. Esta es una lucha a tres en la que los tres saben lo buenos que son, de tal manera que, en última instancia, tratan de crear los grandes spots de siempre, a tres bandas. Es un combate muy entretenido, que quizás se ve un tanto ensuciado por un botch al final del mismo. Después de un 619, Rey se lanza sobre Edge, mas dónde debería ser recibido por un Spear, acaba chocando con su cuerpo torpemente, porque Edge no reacciona como debería. Rey sí que lo vende como si hubiera recibido un poderoso finisher, mientras que AJ ataca con su Phenomental Forearm sobre el canadiense, para así clasificarse para la siguiente ronda.

En el tiempo que ha transcurrido entre que empecé a escribir este post y que lo terminé, Edge debutó en AEW. Hablaremos sobre eso.


Puntuación: ***1/4

domingo, 5 de febrero de 2023

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2023




Ha tenido lugar el evento Royal Rumble de WWE, ese show anual que, desde mi infancia, ha supuesto uno de los momentos más esperados en cada temporada luchística. En él tenemos las dos batallas reales que configurarán dos de las grandes batallas de WrestleMania, y en las que siempre hay sorpresas. Vamos a ver ambas.

Recordemos la situación de WWE. Triple H se ha hecho con el poder creativo en la empresa después de que su dueño y creador, Vince McMahon, tuviera que dejar sus cargos prácticos debido a los líos de faldas y administrativos en los que se metió. Se ha comentado, últimamente, que podría regresar, dado que ha llegado a acuerdos económicos que le librarán de toda responsabilidad, tal y como lleva haciendo toda su carrera en casos mucho más graves, como el del presunto asesinato cometido por Jimmy Snuka, o el del presunto acoso hacia luchadores cometido por Pat Patterson. Cuando eres rico, todo se queda en "presunto", y puede ser que Vince quiera aprovechar esa condición para volver a hacerse cargo de los designios de su empresa. Con tal fin, se rumorea que podría venderla, a cambio de asegurarse el poder creativo bajo la nueva administración. Veremos que pasa con eso, mas tenemos la oportunidad, mientras tanto, de observar un Royal Rumble organizado por el equipo de Triple H, que en mi opinión resulta ser uno de los mejores en términos luchísticos de la historia. No tiene muchas sorpresas en lo relativo a los personajes involucrados, pero incluye muchas historias y momentos en su interior, y eso es clave en una batalla de estas características.

El primer pop de la noche, en tanto que la batalla real masculina abre la velada, tiene lugar con la llegada de Pat McAffe. Pensé que iba a participar en el Rumble, pero no es así: se une a la mesa de comentaristas. Comienza el juego.

El comienzo en un acierto, pues enfrenta a Sheamus y Gunther, dos tipos que han mantenido una furibunda rivalidad encabezando a sus respectivos stables. La participación de Walter llegará a ser legendaria, más allá de lo que cualquiera podría haber esperado viéndolo luchar en Alemania hace unos años. Esto no habría pasado con Vince. El tercer participante es The Miz, que con su talento interpretativo, aporta cositas valiosas durante los pocos minutos que aguanta en el ring. Vacila al entrar, ante la presencia de semejantes animales. Su eliminación posterior, la primera de la batalla y única durante muchos minutos, es asimismo destacable: Johnny Gargano lo coloca sobre las cuerdas en posición perfecta para que Sheamus lo golpee con su lluvia de puñetazos, un ataque que implica interacción con el público y que por tanto es valioso. Tal es su poder y su número, que The Miz queda listo para sentencia. Una Superkick de Johnny, seguida de una Bicycle Kick del irlandés, dan con su piel en tierra.

The New Day (Kingston y Woods), se unen en la batalla, para atacar a sus rivales en equipo y protagonizar algún que otro segmento cómico. Por desgracia para el veterano Kofi, por segundo año consecutivo falla en su intento de realizar un spot impresionante en la batalla, y cae al suelo cuando debería haber aterrizado sobre una silla sujeta por su compañero ya eliminado. Este error cambia el rumbo de la batalla, mas no creo que resulte muy importante. Cuando esta empezaba a resultar un poco aburrida tras llenarse de luchadores, empiezan a pasar cosas.

Drew McIntyre se une a la contienda, para formar un gran equipo con Sheamus. Ambos, poderosos guerreros de origen bretón, provocan el caos, encontrando en primera instancia tan sólo la resistencia de Gunther. Pero, coincidiendo con la expulsión de los New Day, llega La Bestia, Brock Lesnar, para combatir a Drew y su blanquito amigo. Tras librarse de ellos, elimina a varios enemigos, limpiando un poco el ring, en el que sólo permanecen, aparte de Gargano, los animales Sheamus, Drew y Gunther. El austríaco protagoniza un careo con el excampeón de UFC, en lo que es un entremés de la pelea más esperada del siglo. En esta ocasión no hay mucho tiempo para eso, porque llega a la batalla Bobby Lashley, quien se encuentra en medio de una rivalidad con Lesnar que les llevará a luchar en WrestleMania, presumiblemente. El ring se llena de músculos, como si esto fuera un Rumble propio de la era Ruthless Aggression. Para preparar ese encuentro, el Superman Moreno realiza la gesta de eliminar a Brock, para sorpresa de todos. Este reacciona con violencia, rompiéndolo todo y atacando a todo el mundo, incluido Baron Corbin, que llegaba en ese momento. Adam Pearce y el resto de los agentes de WWE consiguen convencer a Lesnar para que se vaya, y entonces aparece Seth Rollins, porque parece ser que Triple H no quiere permitir que haya un segundo de aburrimiento aquí. Lo primero que hace es subir al ring a Corbin para eliminarlo al instante.

Suena la música de Rey Mysterio, mas la leyenda mexicana no aparece. A continuación, el que lo hace es su hijo, el cobarde y traidor Dominik, portando la máscara de su señor padre, y rompiéndola. Parece ser que así ha querido WWE enmascarar una lesión del Colibrí, bajo storyline. La presencia del adolescente será destacada; mucho más que la de Lashley, que es eliminado rápidamente por Rollins. Mientras tanto, Sheamus y McIntyre siguen dominando, eliminando a Elias tras una doble patada. Me gusta mucho esta pareja.

Se une a la pelea Booker T, lo que resulta para mí una grata sorpresa. Creo que es uno de esos luchadores que se mantuvieron en forma el suficiente tiempo como para haber seguido contando historias, pero que no fueron utilizados por WWE por su falta de talento para aprovechar su propia cultura. Protagoniza el 6 veces campeón mundial sus principales spots y su ruleta a la perfección, antes de ser eliminado por Gunther. Tras él, llega al ring Damian Priest, para unirse a Dominik y Finn Balor y completar el equipo de Judgment Day. La creación de este stable por parte de Edge me resultó muy interesante, dada la habilidad de este para transmitir, mas sin él, no los he seguido mucho. Creo que un stable no es nada sin un líder carismático, y desde luego Balor no lo es. Los papeles de Dominik y Rhea Ripley me gustan, y creo que Priest es un correcto Power House para un grupo de rudos, pero el líder no es correcto. En cualquier caso, suena la legendaria música de Edge que regresa a la acción después de que él y su mujer, Beth Phoenix, sufrieran graves daños durante un I Quit Match en Extreme Rules, en octubre. En otro de los grandes segmentos de un Rumble que no para, The Rated-R Superstar consigue eliminar a Balor y Priest, antes de que un forcejeo con Dominik fuera aprovechado por los malos para echarlo fuera. Edge y Judgment Day luchan por el estadio, hasta que Ripley aparece para atacar al canadiense. Tras eso, es la legendaria Beth Phoenix la que llega en auxilio de este, más fuerte que nunca, noqueando a su enemiga con un Spear. Los agentes vienen de nuevo para tranquilizar la situación, aunque me da la sensación de que uno de ellos se lesiona la pierna al correr. Hay que calentar antes de hacer ejercicio...

Tanto la participación del Rumble como las historias que se cuentan en él son muy dignas de elogio. WWE tiene ahora mismo un roster muy veterano lleno de gente de nivel, que quizás no causa tanto interés en el público como sus homólogos de hace 20 años, en tanto que nada lo hace hoy en día debido a la gran variedad de alternativas de ocio existente, pero no se puede negar su talento. Llega el gigantesco Omos para destruir a todo el mundo, y tras él hace lo propio Braun Strowman, uno de los hombres que han regresado a la empresa gracias a la gestión de Triple H. Hunter fue capaz de vender a los jeques de Arabia Saudita el enésimo enfrentamiento de gigantes, estipulando una lucha entre estos dos hombres en Crown Jewel, y finaliza ese storyline aquí. Strowman es capaz de expulsar a Omos, mucho más grande que él, pero también más verde en términos luchísticos. Después de eso hace su aparición Ricochet, quien, parece ser, está haciendo equipo últimamente con The Monster among Men. Es una de esas parejas que forma WWE cuando no sabe qué hacer con dos de sus luchadores, lo cual en muchas ocasiones provoca cosas interesantes. Drew McIntyre y Sheamus continúan juntos en la batalla , sin roces, enfrentándose a Strowman y Gunther, quien consigue, sorprendentemente, eliminar a ambos. Los dos perdedores se quedan anonadados, pero esto no para. Es el turno de Logan Paul.

Paul es el influencer que se está haciendo grande en WWE. He comentado sus primeras luchas en la empresa; tengo que acabar el post que empecé a escribir hace unas semanas sobre la tercera, ante Roman Reigns por el título mundial. A pesar de que en esas luchas parecía haber recobrado el amor del público, aquí recibe abucheos, y de hecho es atacado en masa por sus compañeros. El Power Slam que le propina Strowman, es muy celebrado por el público. Esto ocurre antes de que con el número 30 entre en escena el gran Cody Rhodes, lesionado hace unos meses durante su rivalidad con Seth Rollins. La reacción del público no es lo suficientemente potente, porque era un regreso de lo más esperado, pero de nuevo, es un momento potente en términos de puesta en escena. Se cierra, así, la genial  lista de participantes de esta batalla.

Dominik se enfrenta a él, aplicando los tres amigos de Eddie de manera burlona. Recordemos que la primera storyline en la que participó en la empresa involucraba una guerra por su paternidad entre Eddie y Rey, cuando era muy pequeño, y parece ser que la va a utilizar en sus próximas historias. Mucha gente se ha enfadado, diciendo que es de mal gusto, incluyendo a Vicky, la viudad de Guerrero. En fin, aquel feudo de 2005 ya en sí mismo era de muy mal gusto; no es mucho mejor utilizar a niños que utilizar a muertos. Todos ellos, los que lo hacen y los que se quejan, han ganado mucho dinero con este tipo de propuestas; no sean cínicos ahora, sólo porque los dólares no llegan a sus bolsillos.

Ricochet protagoniza, junto a Logan, uno de los grandes spots de la noche. Cada uno salta desde una cuerda, desde el lado contrario del ring, chocando en el aire en medio de este. Resulta asombroso; el choque entre el highflyer con mayores capacidades físicas que yo he visto nunca, Ricochet, y este chico que está empezando y que demuestra que su físico es capaz de todo. Cody se enfrenta a la paeraj de Braun y Ricochet, que acaban fuera del ring, de tal manera que sobre este permanecen tan solo cuatro luchadores: Cody, Austin Theroy, Seth Rollins y Gunther, que salió, recordemos, con el número 1, como hiciera el olvidado Chris Benoit en 2004. Tras la eliminación de Austin, ROllins y Cody se ven las caras, recordando su violenta rivalidad, ocurrida durante la primavera. Gunther intenta meterse por medio, así que recibe Pedegree de ambos. Vuelven, así, los dos grandes rivales a enfrentarse, pues es eso lo que esperan las grandas. Después de un buen intercambio, cuando el Arquitecto está a punto de aplicar el finisher creado por Triple H sobre Rhodes, aparece Logan Paul, que descansaba en ringside tras su choque con Ricochet, para eliminarlo. Mira al símbolo de WrestleMania y promete su presencia en el evento, con gesto de burla contra el público. Este se alegra mucho cuando recibe el Cross Rhodes y es eliminado. Queda para la historia la batalla final entre el hijo de Dusty y el enorme Walter.

Uno de los grandes problemas de los Rumbles recientes es que han tenido finales muy poco competidos. No ha habido drama en su resolución. En este no ocurre eso: la pelea entre los dos finalistas es antológica. Supongo que eso es así gracias al hecho de haber puesto la pelea al principio de la noche: no había tanta prisa como otras veces. La verdad es que todo el mundo sabía que Cody ganaría, mas eso noquita relevancia al enfrentamiento. Después de permanecer sobre el rin durante una hora y once minutos, Walter es capaz de dominar y aplicar ataques extraordinarios sobre el rubio de bote. Sus chops sobre su pecho dan miedo, sobre todo sabiendo que la lesión que Cody ha sufrido tiene relación con su pectoral. The American Nightmare aplica movimientos propios de su hermano, muy agradecidos por cierto, y sin embargo sigue sufriendo las animaladas del europeo. Este le aplica una Sleeper fuera de las cuerdas, poniendo en peligro su resistencia, pero no consigue librarse de él. Cody aplica Cross Rhodes, y lanza a Gunther fuera del ring con un Clothesline. Victoria para él, que se convierte, presumiblemente, en el próximo rival de Roman Reigns, si no ocurre nada en los meses previos a WrestleMania que lo impidan.

Gran batalla; salvo unos minutos al principio, es una pelea que no tiene puntos flacos. La participación es de mucho nivel, a pesar de que no están en ella luchadores como Roman Reigns, Randy Orton, AJ Styles, Sami Zayn, Kevin Owens, Bray Wyatt o John Cena. Ahora WWE es capaz de mantener fuera de los Rumbles a luchadores involucrados en otros asuntos sin que la pelea se resienta, lo que habla muy bien sobre la salud de sus trabajadores.

Puntuación: ****1/2

miércoles, 7 de diciembre de 2022

 Logan Paul vs The Miz, WWE SummerSlam 2022



Estamos hablando sobre la carrera naciente de Logan Paul como luchador de wrestling. En el anterior post publicado en el blog, comentamos la manera en la que este chico se introdujo en el mundillo, y su primer combate junto a The Miz frente a Rey Mysterio y su hijo durante WrestleMania 38. Es el primero si no contamos el match de boxeo que mantuvo frente a Floyd Mayweather Jr. El caso es que esa lucha terminó con una traición del Miz, que lo atacó por sorpresa, lo que nos conduce al segundo combate en la carrera de Paul, que tuvo lugar en SummerSlam 2022.

SummerSlam 2022 se llevó a cabo en un gran estadio, y tuvo una imagen muy similar a la de un WrestleMania.  Tuvo lugar en Nashville, Tennessee, en la ciudad que gobierna el Monstruo Rojo Kane, y acogió a más de 40.000 espectadores. En el main event, Roman Reigns se enfrentó a Brock Lesnar, y ambos dieron un gran espectáculo. Pero antes, Paul debía vengarse del traicionero Miz.

¿Cuál fue el motivo de la traición del wrestler? No ocurrió nada durante la lucha que lo justificara. Según él, simplemente es la estrella más grande de WWE; una auténtica superestrella conocida por todo el mundo, y por tanto, debía aprovechar la presencia de un tío tan famoso como Logan Paul para hacer crecer su leyenda, y además, frenar la de este. Para WWE, al fin y al cabo, esta es sólo una excusa para pasar definitivamente a Logan al bando de los técnicos, contando con el apoyo del público, que ahora sí, por su rechazo a The Miz, lo quiere de verdad. Miz es un muy buen worker; un rudo old school que ha llevado a cabo a la perfección el rol de conducir a un técnico al lugar que requiere en el corazón de la gente. Además de eso, sólo falta que la lucha entre ambos sea buena. Recordemos que es el primer Single Match de Logan.

Como parte de la rivalidad, se anunció que Logan Paul había firmado un contrato con WWE para participar en varios eventos. Ya era, pues, un luchador de WWE. Tenía que demostrar que podía subirse a un ring y mantener una lucha de 15 minutos en la que no se le viera el plumero. Y lo hizo.

Yo no creo que la lucha sea tan buena; es un combate genérico de mitad de cartelera. Pero la situación de Paul la hace especial, y el trabajo de The Miz aporta sensibilidad en la grada. Llega al ring con su señora, la bella Maryse, y su lacayo, que en esa época era Tommaso Ciampa, deseando que Triple H lo convirtiera en estrella. Logan Paul es bien recibido por el público, y lucha muy decentemente. Incluso a veces golpea demasiado fuerte, provocando una pequeña herida en la mejilla a su oponente.

Miz domina unos minutos, pero no lo hace de manera demasiado clara. Se lanza con un rodillazo contra su oponente, pero se golpea con la esquina, haciéndose daño en la pierna. Paul enlaza varios movimientos buenos, incluyendo el Power Slam que realizó en WrestleMania y que tanto llamó la atención, y busca castigar su pierna, para hacer rendir al Miz a través de una Figura 4 que el público agradece. Miz llega a las cuerdas, pero sigue recibiendo dolor: Paul vuela con un Crossbody seguido de un Moonsault. Para que esto se anime, Tommaso Ciampa intenta intervenir, pero el referee le pilla.

Como en tantas otras ocasiones, el árbitro intenta expulsar al acompañante, para alegría del público, que siempre agradece eso mucho. Pero esta vez Ciampa hace algo que nadie se ha atrevido a hacer jamás, por algún extraño motivo: se niega a irse. Coge una silla, se sienta, y el referee mira impotente. Pero llega AJ Styles, con quien los malos mantenían una rivalidad en esas mismas fechas, y le agrede con un Phenomenal Forearm que Paul imita en el ring, si bien sin éxito de cara a la victoria. Después de eso, coloca al Miz en la mesa de los comentaristas, y vuela espectacularmente desde la esquina para llevarse por delante al luchador y a la mesa. Una de esas imágenes que daría la vuelta al mundo.

Para finalizar, The Miz intenta agredir a su oponente con un objeto, pero este se aparta, y casi le da a su mujer. En la confusión, Logan consigue aplicar el Skull Crushing Finale del propio Miz, para ganar. Victoria para él.

Creo que esta es una buena lucha, pero es entretenimiento; WWE le da a Paul un rival para lucirse aplicando cosas bonitas y divertidas. No hay una historia compleja de wrestling real detrás. Veremos si en su siguiente combate es distinto.

Puntuación: ***1/4

miércoles, 31 de agosto de 2022

Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE WrestleMania 38 Saturday


Uno de los grandes hitos ocurridos en 2022, al menos en lo referente a lo puramente luchístico, fue el regreso de Cody Rhodes a WWE. Él, uno de los fundadores de AEW, supuestamente vicepresidente de la compañía de Tony Khan, ha resultado ser la primera gran estrella de esa empresa que la ha abandonado para ir a WWE. Muchos hombres y mujeres han hecho el camino contrario, pero de igual manera que ocurrió durante la guerra entre WWF y WCW de los 90, la carretera ha resultado ser de doble sentido. Se espera que, con el nuevo reinado de Stephanie McMahon y Triple H, mucha gente observe con agrado un regreso a casa.

Así lo hizo Cody antes de que Vince abandonara su hogar. Cody nació en WWE; de igual manera que había ocurrido con su hermanastro Dustin en 1990, él debutó en la empresa de la mano de su padre, el Sueño Americano Dusty Rhodes. Eso ocurrió en 2007, y durante años, Cody participó de muy diversos roles y storylines. Finalmente se estancó en el personaje de Stardust, que acabó siendo habitual de los programas pequeños de la compañía (Main Event y Superstars), y por ese motivo decidió irse y recorrer mundo a mediados de 2016.

Ha ocurrido ya en muchos casos que un luchador tiene que irse de WWE para mejorar su físico y para demostrar que puede ser una estrella. Como ocurrió con Drew McIntyre, Cody ha vuelto a la empresa como un gran main eventer gracias a su rol en AEW, muy alejado de aquel que tenía en el momento de irse. Y es que, realmente, Cody, que no pudo usar el apellido que hizo famoso su padre fuera de WWE, estuvo en todas partes, mejorando poco a poco, y construyendo su leyenda. No fue alguien que se fuera de WWE estando en lo alto y se aprovechara de ello para recibir oportunidades inmerecidas: luchó en todas partes, y su estrellato se construyó con trabajo duro y grandes momentos de wrestling. Tuvo una pequeña storyline en TNA, enfrentándose, junto a su mujer Brandi, a Mike Bennet y María, y firmó por Ring of Honor. Se convirtió en Campeón Mundial de esa empresa, y participó en múltiples eventos de New Japan Pro Wrestling, uniéndose al Bullet Club, y comenzando una profunda amistad con The Elite. Junto a esa agrupación, y con la colaboración de Ring of Honor, dio forma al evento que posteriormente serviría como rampa de lanzamiento para la creación de AEW; All In. Ese día, derrotó a Nick Aldis, convirtiéndose en Campeón Mundial de la NWA; titulo que portara su padre décadas antes. Fue un gran día. En una notable lucha, en el 70 Aniversario de la NWA, perdió el campeonato ante el propio Aldis.

Cody y The Elite participaron también en la primera edición del Crucero de Chris Jericho, un espectáculo de lucha sobre el mar que creó el veterano luchador canadiense. Chris se unió al grupito, y todos juntos convencieron a la multimillonaria familia Khan para crear una nueva promotora de lucha llamada AEW y cuyos programas pasarían a emitirse en TNT, la cadena de televisión que acogió WCW Monday Night Nitro durante los 90. En su debut en la misma, en Double or Nothing 2019, Cody venció a su hermano Dustin en una gran pelea.

Cody se convirtió en una verdadera superestrella en AEW, pero siempre se mostró muy respetuoso con WWE. Demostró ser un hombre de negocios serio, e incluso convenció a esa compañía para que le dejara usar su apellido. Y eso le vino bien cuando decidió volver.

Y es que Cody era una pieza clave en la incipiente AEW. Cody, Jericho, Omega, Moxley... eran las piezas más famosas de la compañía. Pero luego esta empezó a firmar a todo ser viviente, pagando sueldos millonarios a tipos como CM Punk y Daniel Bryan. AEW está llena de estrellas, y Cody perdió fuerza en el vestuario. A pesar de que todo lo que tocaba Cody era oro, ya no era imprescindible, y no era el mejor pagado. No llegó a un acuerdo con Tony Khan, y se fue.

Y llegó a WWE como luchador top. A veces Vince McMahon hace eso: desprecia a la gente hasta que otro la hace grande, y aprovecha el impulso que ese otro les ha dado para recibirlos de vuelta como main eventers. Cody se fue de WWE siendo Stardust y luchando en WWE Superstars, y volvió a estelarizar eventos. Su primera gran rivalidad la mantuvo frente a Seth Rollins, quizás el mejor heel de la compañía. Debutó en WrestleMania 38.

Y por eso, Seth tuvo que trabajar toda la rivalidad solo, algo que hizo a las mil maravillas. En principio, parece ser que WWE quería montar un feudo entre él y Shane McMahon de cara al mayor evento del año, lo cual, creo, habría estado bien. Shane es un gran contador de historias; sus rivalidades  frente a Aj Styles o The Miz han producido grandes momentos en términos de storytelling, que es lo que más necesita la empresa. Quizás no sea un gran luchador, pero eso es algo secundario en WWE. Los combates atléticamente impecables no generan la más mínima emoción. Sin embargo, algo pasó en Royal Rumble, y Shane acabó siendo sustituido por Cody, que es mejor que él tanto en su habilidad para contar historias como en su capacidad luchando. Todo bien.

Shane participó en Royal Rumble 2022. Fue uno de los principales productores de la batalla real de 30 hombres, y, según se cuenta, se extralimitó a la hora de bookearse a sí mismo. Se dice que quería entrar en primer lugar, y acabar entre los últimos. Debió mirarse el Rumble 92 de Flair, y deseó imitarlo. Esto sacó de sus casillas a Vince y a otras estrellas. Se dice que Lesnar estaba muy enfadado, pero no tanto como McMahon, que llegó a sacar a su hijo de todo plan de la empresa posterior. Se dijo asimismo en su momento que había sido despedido, aunque ni siquiera sabemos si tiene algún contrato. El caso es que Shane no ha vuelto a luchar en WWE desde ese rumble. No sabemos nada sobre lo que pasará con él ahora que no está su padre, porque, a pesar de su siempre complicada relación con él, me parece que era su principal valedor ahí dentro. Algo me dice que su hermana y su cuñado no lo quieren mucho.

El caso es que Rollins se quedó sin planes para Mania, y empezó a sonar con fuerza el regreso de Cody. Seth se introdujo en una historia en solitario, según la cual, se volvía loco por tener un combate en WrestleMania. Mientras el resto del roster confirmaba su participación en una lucha u otra, él se quedaba sin nada. La ira se apoderó de él, y acabó destrozando los decorados. Por este motivo, fue llamado al despacho de Vince, pensando que lo iban a despedir. En lugar de eso, McMahon le anunció que estaría en WrestleMania, sin mencionar a su rival. No se destaparía hasta el último momento.

Sí, todos sospechábamos que sería Cody, mas ya sabemos cómo es Vince. Puede cambiar de opinión media hora antes del show, y guardarse su regreso para el Raw post-wrestlemania, y enfrentar a Rollins ante Shane o ante cualquier otra leyenda o luchador retornado tras lesión en el principal PPV de la compañía. No fue así, finalmente, de tal manera que pudimos disfrutar del regreso de Cody, que fue recibido con gran ilusión por parte del público. Las luces se apagaron y sonó Kigdom, su tema en AEW, que, entiendo, le pertence. No vuelve como Stardust, sino como The American Nightmare.


Su lucha frente a Rollins en WrestleMania es bastante buena, si bien yo creo que era requerida una historia real entre los luchadores como la que acabarían teniendo postreriormente. Cody es un luchador que ha ido mejorando mucho a lo largo de su carrera; es algo que hemos vivido en directo, pues empezó a pelear a primer nivel siendo muy joven, así que ha ido aprendiendo delante de nuestros ojos. Es un hombre, además, que como otras leyendas del pasado, poco a poco, ha ido incorporando movimientos a su arsenal, mas esta inclusión siempre tiene una motivación semántica; no es algo puramente físico. Por tanto, cuando lucha, nos muestra un poquito de su historia como luchador, y eso es bonito.

Después de una fuerte caída de ambos a ringside, Cody parece querer trabajar el brazo de su rival con buenas palancas. Vuela sobre él, pero es recibido con unas patadas voladoras al estómago. Cody se duele, y Seth aprovecha para atacar su zona media de forma correcta. Aplica un Abrazo de Oso de vieja escuela que calienta el público, para que Rhodes pueda soltarse y volar sobre él con un tope suicida. Después de eso, Seth revienta a Cody contra las vallas de protección, para devolverlo al ring, y comenzar la parte final del match, que, en definitiva, supone una sucesión de Power Moves y de Nearfalls.

Es muy movido, muy entretenido, muy habilidoso, pero es eso. Ataque tras ataque. Cody alcanza el Cross-Rhodes, pero sus dolores en el costado le impiden volar con un Moonsault lo suficientemente veloz, motivo por el cual, acaba recibiendo los Dragon Sleeper de Rollins, que resultan brutales. Cae el Cody Cutter, por si alguien dudaba si podría usarlo en el reino de Randy Orton, pero también el Pedegree de Seth. Las acciones locas continúan, hasta que Cody pilla por sorpresa a su oponente, y le aplica Varios Cross-Roads. Lo suelta, para pegarle los puñetazos de su padre, para así homenajear a Dusty y levantar al público aún más, y lo agarra de nuevo para acabar con Cross-Rhodes.

Buena lucha, en gran medida una sucesión de grandes movimientos, pero muy emocionante y bien ejecutada. El público le agrega un cuarto de estrella.

Puntuación: ***3/4

miércoles, 2 de febrero de 2022

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022



Vamos a revisar las dos batallas reales del evento Royal Rumble 2022 de WWE. En ambas, hay sorpresas y ganador final relativamente inesperado. Empezamos por la edición masculina.

Esta edición tiene varias cosas interesantes, si bien creo que no es muy buena en términos de puesta en escena. De hecho, la primera mitad de la misma (o dos tercios, si se quiere) resulta bastante insoportable. Un año más, WWE no se ha dignado a escribir historias para que tengan lugar a lo largo de la hora de pelea; se ha conformado con llenar el ring de tíos en gallumbos, algo que era interesante cuando existían los personajes de verdad, mientras que ahora, como todos los luchadores son más o menos iguales, no hay demasiado que rescatar.

Y ni siquiera hay leyendas del pasado que hagan apariciones especiales, algo imprescindible para prender la llama en este tipo de acontecimientos. Sí que los hay en la versión femenina; entiendo que, tras las olas de despidos de los últimos meses, la empresa ha vuelto a su estado de 2017 en lo respectivo al roster femenino. Por eso esa batalla resulta mucho más entretenida que esta. En la versión masculina, gozamos de la aparición de dos estrellas de la farándula (algo es algo) y un final un poco más brillante.

Styles quería celebrar que han pasado 4 años desde su debut, precisamente en Royal Rumble. En esta ocasión, sale con el número uno, y es el protagonista de los primeros minutos de pelea, si bien acaba siendo expulsado del ring de manera irrelevante. El segundo gran protagonista es el enorme Omos, que entra para limpiar un poco el ring, pues este estaba lleno de Don Nadies (meter tag teams en RR es una política que siempre resulta decepcionante para el público). Pero antes de eso, vemos entrar al ring a Johnny Knoxville, un personaje televisivo famoso en USA, creador de Jackass. Se pelea con Sami Zayn, pero acaba recibiendo finishers de varios luchadores, para ser eliminado por el Helluva Kick de El Genérico. Nada más ocurrir esto, el canadiense es expulsado asimismo por Styles.

Como decíamos antes, Omos aparece para causar el caos, sacando fuera a varios rivales. Parece invencible, mas la entrada de Chad Gable resulta fatal para su causa. Con su inteligencia superior, une a todos los luchadores en contra del gigante, que es rematado por su antiguo mentor, el propio AJ. Así acaba la amenaza de Omos. Esto resulta lo más interesante de cuanto ocurre durante la primera mitad de la pelea.

Los minutos pasan, algunos luchadores entran, y otros salen. Cuando Madcap Moss y Happy Corbin se juntan, consiguen hacer daño en equipo. y eliminar a luchadores como AJ. La cosa se anima un poco cuando llega Drew McIntyre, tras vencer a su lesión, y derrota a los dos payasos en cuestión. Por si acaso, les pega una buena paliza también fuera del ring.

Durante años, hemos dicho que resultaba increíble que los spots al límite de Kofi Kingston siempre salieran bien en el Rumble. Pues bien, el de este año sale mal. El luchador es lanzado fuera por Sheamus (creo), y se engancha a la barrera de protección. Pero la caída es demasiado fuerte, y sus pies tocan el suelo un instante. Es imposible verlo a simple vista, y WWE podría haber defendido que no había tocado, si no hubiera ofrecido una toma en la que se viera todo. Pero toca, y WWE sigue sus reglas: Kofi es eliminado nada más llegar, sin ofrecer su locura anual. Otra cosa mal.

El aburrimiento continúa, hasta que se anima un poco con la llegada de Bad Bunny, quien ya participara en Wrestlemania, con buenos resultados. Una vez más, aplica varios movimientos a la perfección, y se apoya en un hispano hablante, Rey Mysterio, para permitirle aplicar un 619. En lugar de la habitual aparición sorpresa que no aporta nada, Bad aguanta en el ring un buen rato, lo que tiene su mérito. También lanza fuera a Sheamus y Dolph Ziggler, que 15 años después, sigue aquí, no haciendo nada.

Los tres últimos participantes continúan con el gran trabajo de Bunny para animar la pelea. Con el 28 llega inesperadamente Shane McMahon, que se encuentra con un clásico rival: Kevin Owens, y lo elimina. Con el 29 entra Randy Orton, que tras 20 años peleando, sigue generando una reacción del público enorme (quizás la mayor de la noche), y entra para hacer equipo con su amigo Riddle y eliminar varios rivales con diversos RKO. Con el 30 entra Brock Lesnar, y el estadio se viene abajo.

Lesnar llegó a este show como Campeón de WWE, pero perdió el título ante Bobby Lashley, debido a la interferencia Roman Reigns. Ahora que lo vemos aquí, sabemos lo que significa: el capítulo final de la rivalidad entre ambos en el mayor evento del año. 

Entre pitos del respetable, Lesnar elimina a Orton, y aplica F5 al pobre Bad Bunny. Por eso aguantaba tanto el... ¿cantante?, para recibir el mayor ataque del mundo, algo que, supongo, se repetirá mucho en televisión. Lesnar continúa con la destrucción, hasta que se queda solo frente a Drew.

La verdad es que el final no es muy dramático: carece de emoción, tal y como ocurre en la batalla femenina. Estos dos tipos, que ya se vieron las caras en WrestleMania, se enfrentan, y la victoria se va para La Bestia, sin excesiva dificultad. Así termina un Royal Rumble aburrido como ninguno, pero un poco mejor en su parte final. A partir de la salida de Bad Bunny, pasan muchas cosas.

Puntuación: ***1/4


martes, 28 de julio de 2020

The Road Warriors vs The Skyscrapers, WCW WrestleWar 1990




2020, es un año raro por muchas cosas. En términos de wrestling, por ahora, hay pocas cosas buenas que recordar. De hecho, aún a 30 años de su debut, es un nombre, por encima de cualquier otro, el que ha sonado fuerte; el de The Undertaker.

Undertaker no deja de generar dinero para WWE. Es el activo económico más importante de su historia. Y, tras su gran lucha ante AJ Styles en WrestleMania 36, siguió siendo protagonista, gracias a emisión de una serie de documentales en su honor, llamada The Last Ride, que, en cierto sentido, emulaba a la serie de documentales The Last Dance, sobre la vida de Michael Jordan, y publicada en Netflix.

Estos programas han dado mucho de lo que hablar durante los tiempos del coronavirus, y han animado un poco el ambiente depresivo existente. Last Ride ha constado de 5 episodios, que se han extendido con un último capítulo, publicado recientemente, llamado Tales From the Deadman. Todo esto, está disponible a través de WWE Network, y ha sido lo más visto en la network durante los últimos meses.

El documental se centra en los últimos años de carrera del Undertaker, y en las dudas sobre su retiro. El propio Taker, así como otras personalidades de WWE, comentan las luchas importantes de esta etapa, incluyendo el fin del Streak en WrestleMania, ante Brock Lesnar, y la conmoción cerebral sufrida durante el match; las luchas que no han salido bien y que han afectado más a su ego, esto es, el match ante Roman Reigns y el combate ante Goldberg; y aquellas en las que se ha recuperado anímicamente. Finalmente, en Tales from the Deadman, hemos podido visualizar, de manera animada, algunas historietas con anécdotas ocurridas durante estos 30 años de carrera.

La trama principal que subyace tras el documental, es el retiro del Enterrador. Él mismo comenta que este sería un buen momento para retirarse, tras su buen combate ante Styles. E incluso WWE le ha dedicado un programa especial de Smackdown, en honor a su carrera. Pero nadie se ha atrevido a confirmar su retiro, y eso recuerda a lo ocurrido en 2017, después de que dejara su sombrero y sus guantes en medio del ring, al ser derrotado por Roman Reigns en WrestleMania 33. Aunque este parezca el momento justo, Undertaker y WWE encontrarán la excusa para convencerse de que no es así. Dirán que es mejor retirarse en Survivor Series 2020, cumpliéndose 30 años de la llegada del Hombre Muerto a la empresa, o que lo ideal es hacerlo con público, quizás, dentro de un año. Ya veremos.

El caso es que no hay retiro confirmado, así que yo no voy a hacer ningún especial de retiro. Pero hay que hacer algo en honor a este documental, porque ha sido muy importante, y ha estado en boca de todos. Las luchas que forman parte del mismo, ya están, en su totalidad en el blog, porque coinciden con la época en la que ha sido escrito. Así, como aún no quiero hacer un especial de grandes luchas de Undertaker, he decidido mirar un par de combates de este hombre, ocurridos fuera de la empresa, porque es esto, precisamente, de lo que jamás va a hablar WWE. Combates apócrifos.

Undertaker nació en Survivor Series, y eso es algo que WWE defenderá hasta su final. Pero ese es el momento en el que debutó el personaje que hizo famoso a Mark Calaway, el hombre que interpreta al Deadman, que es un luchador profesional, y que ya luchaba antes de empezar a pintarse los ojos y ponerse sombrero. Debutó en 1987 y en 1990, como si de un entrenamiento para llegar a WWE en noviembre se tratara, trabajó para la WCW, entre enero y septiembre, con el nombre de Mean Mark Callous.

Hace tiempo, comentamos en el blog su lucha frente a Lex Luger en The Great American Bash 1990. Este match, que es por el USA Championship en manos de The Total Package, es el más importante en su carrera previa a WWE, y no es muy bueno. El hombre era muy alto, pero no impresionaba demasiado por su habilidad. En realidad, su increíble carrera es fruto de una improbabilidad estadística, pues, si no hubiera recibido ese personaje de Hombre Muerto, probablemente, no habría llegado a nada. Pasarían muchos años hasta que empezara a demostrar que, verdaderamente, era capaz de dar grandes luchas, y esto es fruto de su propio amor propio. Nunca dejó de aprender, ni de evolucionar.

Pero en el año 90, parecía otro gigante torpe. En WCW, lo desahuciaron pronto. En esa etapa, formó parte de la división tag team de la empresa, siendo la mitad de los Skyscrapers, junto al también enorme Dan Spivey, luchador enmascarado de carrera relativamente corta, pero que tuvo unos pocos años buenos en All Japan, incluyendo un gran combate ante Toshiaki Kawada. Incluso tuvo un match frente a Luger que fue mucho mejor que el del Taker. Nadie diría, en ese momento, que Callous sería el hombre que pasara a la historia.

The Skyscrapers era un equipo que ya existía antes de que Taker llegara a la empresa. Fue creado en 1989, con el fin de dominar la división tag de WCW en el futuro, idea que se truncó por varios motivos. Pero era un Tag Team impresionante, formado por dos hombres enormes como Dan Spivey y Sid Vious, que se lesionó, al sufrir un neumotorax tran un Suplex de Scott Steiner. Así, WCW buscó un sustituto, un gigante que cumpliera el rol de rudo enorme, y halló en Memphis a Taker, que luchaba en el medio oeste en ese momento. El equipo era liderado por el mánager Teddy Long, quién trabajaría durante muchos años con Undertaker, como Mánager General de Smackdown. Estos forzudos parecían destinados a rivalizar con los Road Warriors, uno de los equipos con más pop en la historia del wrestling, pero, por las circunstancias, un año después de su debut, habían desaparecido. Me gustaría hablar sobre ellos, y sobre su Chicago Street Fight de WrestleWar 1990, porque Taker habló del tema durante la entrevista que mantuvo en el programa Broken Skull de Steve Austin para WWE Network.

Skyscrappers y Warriors se enfrentaron varias veces durante los meses previos. Los rudos consiguieron una gran victoria en Clash of the Champions, y, según se cuenta, la intención era que ese fuera el primer paso para un gran push. Eso no ocurrió, pues Spivey dimitió. Se ha hablado de problemas de dinero, pero otras fuentes señalan que estaba muy quemado, y muy incómodo por la forma en la que los Road Warriors trataban a su joven compañero, y por la fuerza con la que le atacaban. Por eso, él, que era el veterano, era el que llevaba los combates, el que marcaba el ritmo.

En el último combate entre los dos equipos, según cuenta Taker, la cosa se les fue de las manos, y hubo golpes muy fuertes. Callous y su compañero volvieron primero a backstage, y allí esperaron a sus pasionales oponentes. Undertaker estaba asustado, pues pensaba que se iba a montar una trifulca fuerte en vestuarios, así que estaba listo para las tortas junto a su compañero, que era uno de esos legítimos tipos duros de la industria. Sin embargo, los Warriors llegaron muy contentos, y agradecieron a Spivey por la violencia utilizada, pues así es como les gustaba luchar. Al día siguiente, Spivey llamó a Taker para avisarle de que abandonaba.

Aún quedaba en el aire, no obstante, un Chicado Street Fight entre los equipos, que no anuló, y que tuvo lugar en Wrestlewar 1990, como estaba planeado. Dan fue sustituido por The Masked Skyscraper, otro tipo enorme y enmascarado. Debajo de la máscara, estaba Mike Enos, quién había luchado en WWF como Blake Beverly, formando parte de la pareja The Beverly Brothers. Llevaba máscara porque, en ese tiempo, tenía contrato con la AWA, así que, legalmente, no podía pelear en otra empresa, pero dados los problemas económicos que sufría la promotora de los Gagne, él y otros luchadores tenían que buscarse la vida, con artimañas como esa.

El combate comienza con Teddy Long, peleando con Paul Ellering. Este pega un puñetazo, y Teddy vuela fuera del ring. Así, los luchadores comienzan a a hacer su trabajo.

Y tienen un combate muy poco ordenado. A pesar de la estipulación, esto no es un combate extremo (no podría, por la época), sino que es una pelea en la que todos están encima del ring durante todo el match. Según cuenta Taker, Spivey siempre era el que llevaba los combates, pues era mucho más experimentado que él. En este caso, los cuatro hombres se dan una paliza, sin mucha historia. Taker es expulsado del ring, mientras Masked recibe el Clothesline volador de los Road Warriors, y es derrotado. Así se acaba la historia de esta versión de los Skyscrapers, con un combate que dura menos de 5 minutos. Long llega con unos nuevos rivales para los Warriors: Doom, equipo formado por Butch Reed y Ron Simmons, dejando claro que sus anteriores clientes habían pasado a mejor vida.

La lucha no es muy buena, pero la historia de los skyscrapers merece ser recordada. Undertaker seguiría su carrera en solitario, sin mucho éxito, hasta que le tocó la lotería, con su firma por WWE.

Puntuación: **1/4

domingo, 1 de marzo de 2020

Brock Lesnar vs Ricochet, WWE Super Showdown 2020




Seguimos hablando sobre Super Showdown, primer evento de WWE en Arabia Saudita en 2020. Tras comentar el regreso de Undertaker para afrontar su rivalidad con AJ Styles de cara a WrestleMania 36, toca tratar, de forma rápida, el squash de turno de Brock Lesnar.

Brock Lesnar ya tiene rival para WrestleMania, Drew McIntyre, quién ganó el Royal Rumble Match 2020, humillando al actual campeón en el proceso. La historia está bien definida entre ellos, pero Lesnar tenía que estar en Arabia. Así, se definió una defensa titular ante Ricochet, que, realmente, no quitaba el sueño a nadie. Dicho esto, y dados los matches que ha tenido La Bestia ante gente como AJ Styles o Finn Balor, cabía la opción de que se escribiera una buena historia para esta lucha. No fue así.

Ricochet es un luchador aéreo muy espectacular. Todo el mundo adora su estilo, pero nadie con dos dedos de frente podía dar un duro por una llegada a Raw exitosa. Por la forma en que trabaja la mente de Vince McMahon, aunque de vez en cuando se plantee la opción de darle un push, como le pasa con todos los luchadores aéreos, acabará tratándolo como un jobber.

Días antes de Royal Rumble, Ricochet decidió aparecer en RAW para retar a Brock. Este, le respondió con un golpe bajo, dejándolo tirado en el ring, sin necesidad de usar la fuerza bruta. Pero ese es un arma de doble filo. Lesnar se encontró en el Rumble con Ricochet y McIntyre, y, mientras miraba al escocés, el highflyer le pegó un golpe bajo por detrás, provocando que Drew lo eliminara. A este, lo verá en WrestleMania, pero a Ricochet, se lo encuentra en Super Showdown.

Donde el luchador aéreo no opone mucha resistencia. Ataca a Brock, pero este lo sujeta con fuerza, le pega cuatro porrazos en la espalda, un par de Suplexs, y se lo carga con un F5. Ahí se acaban las opciones de Ricochet por el Campeonato de WWE.

Puntuación: *

sábado, 29 de febrero de 2020

Bobby Lashley vs R-Truth vs Andrade vs Erick Rowan vs AJ Styles vs The Undertaker, WWE Super Showdown 2020




Volvemos a Arabia Saudita, país en el que actualmente se celebran un montón de eventos deportivos de carácter internacional, y entre ellos, dos shows de WWE anuales. En 2020, se adelanta la llegada de las superestrellas de la empresa a medio oriente, probablemente para evitar el extremo calor sufrido en años anteriores, en los eventos de primavera o verano.

Esto implica que este show tiene lugar en plena campaña del road to WrestleMania. Así, y tal como comentaba en el review de Royal Rumble, WWE enlaza tres shows muy importantes y muy lucrativos, en poco tiempo, lo que le permite utilizar a leyendas de una forma muy provechosa, y armar sus rivalidades a través de los PPVs.

Si en WrestleMania 35 la empresa renunció a usar a gente como Undertaker, Cena o Godlberg, y se centró en cosas bastante interesantes pero más relativas a las estrellas del día a día, como La rivalidad entre Kofi Kingston y Daniel Bryan, o el primer main event femenino de la historia, parece ser que este año no va a pasar lo mismo. La temporada de WrestleMania es la temporada alta de WWE, y las audiencias tienen que subir, aunque sea durante un par de meses. Además, ahora tienen que subir la de los dos programas, Raw y Smackdown, mientras que en épocas pasadas, los esfuerzos se centraban en el show rojo. De esta manera, es casi segura ya la presencia en WrestleMania 36 de Goldberg, Lesnar, Undertaker, Cena y Edge, quienes, además, no se enfrentarán entre sí, sino que lo harán contra las estrellas del roster actual, lo que es bueno tanto para leyendas, que podrán tener combates más dignos, como para estrellas, que reforzarán su imagen gracias a participar en historias de importancia.

Así, en Super Showdown, tenemos la presencia de Undertaker, Goldberg y Lesnar, como plato previo a WrestleMania. Pero, finalmente, los tres se dedican a ganar combates a través de poco más que squashes, lo que ha enfadado mucho a los fans, como siempre, obsesionados con la idea de que los jóvenes deben ganar. Lo cierto es que el bookeo en este sentido ha sido excesivo. Dan ganas de matar a Vince.

En cualquier caso, lo ocurrido en Super Showdown dará pie a interesantes rivalidades de cara a WrestleMania, y a segmentos televisivos muy remarcables, con todas estas figuras involucradas. Yo no me estresaría mucho por la calidad de los eventos de Super Showdown, ni por los cambios titulares. Habrá gente que odie el hecho de que Goldberg sea el nuevo campeón, pero, en estas fechas, lo único que importa es cuadrar una cartelera para WrestleMania, y, con las cosas que han pasado en Arabia, está cuadrada, y es interesante.

La velada comienza con un Guantlet Match por un trofeo especial de estos que WWE se inventa para los eventos de Arabia. Es el Tuwaiq Trophy, y los participantes, seleccionados casi aleatoriamente, son Bobby Lashley, R-Truth, Andrade, que vuelve tras sanción, Erick Rowan, AJ Styles y Rey Mysterio, que sustituye a Rusev.

Es un tipo de producto raro, que no tiene mucho que ver con lo que hace WWE normalmente, nunca interesada en torneos ni trofeos. Pero esto es Arabia, y es un universo paralelo, hasta el punto de que R-Truth juega un papel muy protagónico, al que no está acostumbrado.

Porque los únicos faces presentes son él y Rey Mysterio, que, como ya veremos, ni siquiera llega a luchar. Por tanto, la historia aquí es que Truth gana sus enfrentamientos gracias a la suerte. Se enfrenta a Lashley, y sale triunfante, a pesar de la diferencia de fuerza, después esquivar un Spear, provocando la colisión del Superman Moreno con el poste, para después llevárselo con un Rollup. 

Después de eso, Lashley le pega una buena paliza a R-Truth, para que llegue Andrade. El mexicano, Campeón USA, vuelve tras una sanción de 30 días por incumplir la política de bienestar de WWE. Durante los minutos en los que se enfrenta a Killings, se dedica a atacarle el brazo con bastante maldad. Hace un buen trabajo, pero, cuando pega su típico codazo de espaldas, similar al finisher de Chris Jericho, se lleva él otro golpe en el choque, y cae KO. Truth le cae encima, y la cuenta llega a tres.

Después de eso, llega Rowan, para continuar con la paliza sobre el pobre excampeón 24/7, habitual personaje cómico, que nunca ha sido un gran wrestler, y que no tiene la capacidad de Mysterio de convertir esto en una gran lucha de Underdog, pero que quizás encaja mejor con esos finales cómicos. Truth sigue recibiendo, ya manco por los ataques de Andrade, y es lanzado contra las escaleras metálicas. Eso provoca que la extraña jaula que siempre lleva Rowan se caiga al suelo, lo que enfada gigante. Rowan acaba eliminado, por usar las escaleras metálicas contra su adversario, así que Truth pasa a la siguiente ronda, destrozado.

Ahora llega AJ Styles, que recibe una gran ovación por parte del público. La gente le adora, pero él se encarga, con talento, de demostrar lo malo que es. Sigue atacando el brazo del herido rival, y se burla de sus bailes, imitándolos. Lo derrota sin problemas, y espera, entre risas, a su próximo oponente, que debe ser Rey Mysterio. Pero no aparece, y él sabe por qué.

El resto de los miembros de The OC, Gallows y Anderson, han atacado a Mysterio en backstage, impidiendo su salida. Mientras eso se ve en la pantalla, AJ ríe, maliciosamente. No obstante, la pantalla vuelve a mostrar imágenes, y en esta ocasión, son Gallows y Anderson los que están en el suelo. La gente se vuelve loca cuando ve las botas del Undertaker pasar junto a ellos.

Taker llega al ring, con su habitual y mítica performance. Ni siquiera se quita el sombrero. AJ le insulta, y le toca con el dedito en el pecho, a lo que Taker responde con un ChokeSlam, que le da la victoria, y el trofeo. La salida de Taker del lugar es asimismo legendaria.

Este es un producto raro. El papel de Truth es inesperado, pero no está mal. El de Taker es especialmente raro. Ni siquiera se quita la ropa, ni siquiera aplica un Tombstone; directamente, gana con ChokeSlam. Además, al hacerlo con el sombrero, la ejecución no es tan buena como debería. No sé si esto se ha hecho así por pereza, por inseguridades del Enterrador en esta etapa de su preparación de cara a WrestleMania, o porque se quería reforzar el valor del ChokeSlam, ya que fue la técnica con la que se derrotó al poderoso Goldberg. El caso es que esto se podría haber hecho un poco mejor, para dar más valor a AJ en su rivalidad con Taker, pero está bien.

Con respecto a esto, hay que decir que fue el propio Undertaker el que eligió a Styles como su próximo rival. Parece ser que el veterano está obsesionado con tener luchas de gran nivel, y por eso, él mismo se habría mostrado contrario a luchar con otro señor mayor como Sting en WrestleMania. Es interesante, volver a verle en un contexto que pueda llevarlo a tener combates buenos de verdad. Esperemos que así sea.

Puntuación: ***

lunes, 27 de enero de 2020

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2020



Un año más, WWE nos ofrece uno de los eventos más icónicos de cuantos ha creado en su historia. Como siempre, en 2020, hemos podido ver Royal Rumble a finales de enero, con sus respectivas battle royals de hombres, y mujeres. Si bien ninguna de las dos puede ser ajena a este blog, empezaremos por la masculina, pues es la que ha resultado más sorprendente. 

El rumor del regreso de Edge a los rings había sonado en los medios del mundillo, pero no acabábamos de creerlo. Ha resultado ser verídico.

Royal Rumble tiene lugar en un estadio de béisbol. WWE anuncia una entrada de más de 42.000 personas, lo cual me parece una pasada. Otros años, cuando se ha presentado este evento en estadios grandes, la empresa ha procurado la presencia de gente como Undertaker o Goldberg, para atraer a la gente, pero,  esta vez, ha bastado con tener 2 Royal Rumbles, que no es poco, y a Brock Lesnar en la posición número 1 de la batalla masculina.

Y por supuesto, también vende la posibilidad de presenciar grandes sorpresas. Hay algunas bastante chulas en ambos combates, pero, sobre todo, es la de Edge la que hace feliz a todo el mundo. De no haber ocurrido, quizás todas estas decenas de miles de espectadores, no hubieran quedado contentas. De todos modos, hay que decir que el público de Houston, Texas, se comporta de una manera ejemplar durante todo el evento. Es increíble que en una época no especialmente interesante en la historia de esta empresa, esta esté vendiendo más entradas para Royal Rumble que las que vendía en tiempos de la Attitude Era para Wrestlemania. Pero, es que, el Rumble siempre crea una expectación especial.

Ya sabíamos que Brock entraría en primer lugar, pues es un reto que se ha marcado. Resulta muy interesante, no sabemos qué va a pasar con él. Recordemos que es el campeón.

Empieza la batalla, y Lesnar elimina a los primeros 13 participantes que le hacen frente. La mayoría de ellos, no oponen resistencia.

El primero en caer es Elias que, exactamente igual que el año pasado, llega cantando una canción. Se traga la guitarra, faltaría más.

Esta masacre de Lesnar se hace un poco lenta, pues elimina a sus rivales muy rápido, y pasa mucho tiempo esperando. Pero hay varias cosas buenas. Kofi Kingston, que perdió su título de la WWE ante La Bestia en cuestión de segundos, llega para vengarse, y, aunque no lo consigue, aguanta un poco más que la mayoría. Se junta con Big E y Rey Mysterio, y los tres aplican su respectivo finisher al campeón. Pero este se recupera, y los elimina a todos.

Otro buen segmento lo protagoniza Shelton Benjamin. En condiciones normales, no participaría en esta batalla, pero es la única persona en el roster a la que se puede denominar "amiga" de Brock. Este, ya un poco agotado, lo abraza, e imposta una alianza que acaba con el exmiembro de la Suzuki Gun fuera del ring.

La cosa se complica para Lesnar, cuando llega Keith Lee, un tipo tan grande y fuerte como él. Las dos moles chocan, sin que ninguno se imponga. Después, llega otro bicho, Braun Strowman. Por suerte para Lesnar, sus dos rivales deciden luchar entre sí, lo que le permite aprovechar la ocasión, y expulsarlos.

Keith Lee tiene un buen recibimiento. Mientras que el Rumble femenino está lleno de chicas de NXT, en el masculino sólo participan Lee y Riddle. Este último, que parece tener algún tipo de altercado legítimo en Backstage con Lesnar, no hace prácticamente nada, quizás como castigo por el incidente.

Presenciamos la participación de una antigua estrella, el gran MVP, un personaje realmente divertido, que ha tenido una buena carrera fuera de WWE, pero no ha tenido la oportunidad de aprovechar el talento con el micro que tiene. Lesnar lo derrota rápidamente, pero es bueno verle.

Con los dos monstruos fuera, Lesnar se ve ganador. Ya ha expulsado a 13. Llega Ricochet, que también quiere vengarse de él, por un golpe bajo recibido en un programa de Raw. Tras el luchador aéreo, aparece el gran Drew McIntyre, quién, sin abandonar su personaje de psicópata, parece estar virando, poco a poco, al lado de la luz. Aprovecha la venganza de Ricochet, que golpea a Lesnar con un Low Blow por detrás, para aplicar su Claymore, y elimina a Lesnar. El público se vuelve loco.

Durante minutos, Drew mira a un Lesnar caído. Parece que ya tenemos main event para WrestleMania, y parece que WWE está haciendo correctamente con McIntyre lo que no supo hacer con Reigns o Strowman. Está forjando una gran estrella poco a poco, sin forzarlo ni impostarlo. Mientras observa al rey caído, el escocés elimina a Ricochet y The Miz como si no valieran nada.

Sin Lesnar, hay espacio para que el ring se llene un poco, pero nunca llega a haber demasiados hombres. Con el número 21, llega Edge, para sorpresa increíble de todo el mundo, y comienza a aplicar Spears.

Edge elimina a AJ Styles, en lo que parece un error. AJ parece lesionarse el brazo, y por eso se suelta. De esta manera, se estropea la historia que se pretendía contar entre Randy Orton, posiblemente con la colaboración de Edge, y The Original Club.

Porque Orton llega poco después, y hace buenas migas con su antiguo amigo de Rated RKO. Entre los dos, eliminan a Anderson y Gallows. Llegan Reigns, Owens y Joe, mientras que el número 30 es para Seth Rollins, quien viene acompañado de los chicos de su nuevo stable.

Rollins y sus chicos la lían, y expulsan a Owens, Joe y Aleister Black, pero estos se revelan contra los acólitos de El Mesías. Este se queda sólo frente a Orton, Drew, Edge y Reigns, así que se va a la calle pronto.

Los Rated RKO parecen aliarse, aunque Randy hace un gesto de intentar traicionar al canadiense. Este le pilla, por lo que hace un The Viper parece decir algo como "Era bromita", que produce risas entre el público. Edge elimina a Orton.

Quedan Reigns, Edge y Drew. Es una buena final, porque cualquiera sería un ganador lógico. Tras mucha lucha, Roman elimina a Edge, y los fantasmas de los pitos del pasado reviven. WWE no aprende. No obstante, Drew lo derrota, y la gente se vuelve loca. Tenemos nueva estrella.

No está mal la batalla. Tiene varias fases aburridas, y otras de narrativa buena.

Puntuación: ***1/2

domingo, 21 de julio de 2019

The Undertaker y Roman Reigns vs Shane McMahon y Drew McIntyre, WWE Extreme Rules 2019



Parece que la posición en la dirección creativa de Paul Heyman comienza a notarse en los programas de WWE, y, sobre todo, en Monday Night Raw. No hay grandes revoluciones; tan solo, trabajar las historias de una forma consecuente, aprovechando el inmenso talento existente. Es lo único que hace falta para ver una cartelera y notar que no es como antes; que hay luchas y combinaciones muy interesantes.

Styles vs Ricochet, Black vs Cesaro, Balor vs Nakamura... todo suena bien para cualquier amante del wrestling. Y, dentro del estilo WWE, Lashley y Strowman se ponen en modo monstruo para luchar en la manera en que sus personajes demandan. Además, tenemos a Taker.

Undertaker se enfrentó, hace unos meses, a Goldberg, en Arabia Saudí, y la cosa no salió bien. El exWCW se partió la cabeza, provocando, con ello, algunos errores durante el match.

La gente en Internet empezó a gritar que los dos luchadores están viejos, que deberían retirarse. Porque es gente mediocre, y si algo les sale mal, huyen con el rabo entre las piernas. Y piensan que grandes leyendas, hombres de éxito, como Undertaker y Goldberg, van a hacer lo mismo.

Yo opiné en ese momento, que deberían hacer justo lo contrario: luchar lo antes posible, y resarcirse, de tal manera que esa sensación no perdure. Eso ha hecho Undertaker, y eso piensa hacer Goldberg, según sus propias palabras.

Undertaker está en muy buena forma. Adelgazó bastante, se operó de sus dolencias, y descansó. Se le ve un poco más joven, y se ha puesto una camiseta que hace lucir mejor sus músculos. Su trabajo en Extreme Rules es bastante bueno, haciendo pareja con Roman Reigns para enfrentarse a Shane McMahon y Drew McIntyre.

Porque Roman estaba siendo atacado por ambos en un programa de Raw. Para sorpresa de todo el mundo, ya que absolutamente nadie esperaba su aparición, las luces se apagaron, y El Enterrador hizo acto de presencia. Cortó el Coast to Coast con el que Shane pretendía atacar al Big Dog, y se libró de ambos adversarios. Taker siempre tuvo un cariño especial por el hijo de Vince, pero ahora ve que ha sido devorado por el ego, y viene a destruir su alma.

Es importante, por cierto, detenerse a hablar sobre el caso Shane McMahon.

Shane volvió a WWE hace unos años, para ser un babyface muy querido. Siempre lograba muy buenas reacciones. Pero, en Crown Jewell, de una forma un poco rara, ganó el torneo Best in the World. Tras eso, y mediante una gran historia con The Miz, se pasó al bando rudo, consiguiendo reacciones realmente negativas.

Shane no es un gran luchador, pero está consiguiendo que todos sus combates importantes sean realmente buenos, porque es un muy buen contador de historias. Y, ahora, se encuentra en un estado realmente interesante, en ese sentido.

Porque es un rudo muy rudo. Y la gente le quiere fuera, por esa rudeza. Pero, no sólo los seguidores más generales, que le odian por su personaje heel, sino también los fans del wrestling, que piensan que le está quitando tiempo en pantalla a luchadores de verdad.

Por supuesto, merece ese tiempo más que luchadores de mucho más talento que él, porque está provocando reacciones mucho mayores que la mayoría de ellos. Y, en el wrestling, como en todo, lo más importante es conseguir que, lo que ocurre, le importe a la gente, que no sea un espectáculo atlético aleatorio entre hombres olvidables.

Pero aquí coinciden el odio provocado por el Kayfabe, con el odio provocado por la realidad, por el hecho de que Shane tenga más tiempo en pantalla que nadie. Así que WWE hizo algo bueno que hace a veces: fusionar ambas cosas. Mediante una presunta pipebomb de Kevin Owens, a quién quieren vender como un nuevo Stone Cold, se señaló que Shane le quitaba tiempo en televisión a luchadores que lo merecían mucho más que él. 

De pronto, los fans del wrestling se sintieron identificados con la promo de Kevin, la entendieron como una crítica que él hacía a WWE, como una defensa de los pobres. Pero, por supuesto, era una promo ideada por WWE, que metió a los fans enfadados por lo que no era kayfabe, en el kayfabe. Y ni siquiera se dieron cuenta. No es que WWE no conozca la opinión de los fans, es que lleva toda la vida utilizando las cosas que gustan y las cosas que no gustan, en su favor, porque, tanto unas como otras, atraen audiencia. Lo que no genera nada es la indiferencia.

Se ha dicho que poner a McIntyre junto a Shane es una forma de restarle importancia, de convertirlo en su perro. Pero lo que está haciendo es heredar el odio que provoca el otro, como en los tiempos de los buenos mánagers. Por eso, Drew está creciendo mucho. Ahora es alguien.

Así llegamos a esta lucha en Extreme Rules, que es colocada en el opener del evento, por algún motivo. Supongo que quisieron separarlo bien del colofón del show, en el que Brock Lesnar cobra su Maletín de Money in the Bank, para volver a ser Campeón Universal. Espero que, esta vez, no tenga el título secuestrado mucho tiempo.

En este opening, se podría pensar que Taker está en un Tag Team Match para estar protegido y que no se noten sus carencias, pero no es así. Está muy activo, recibe todo tipo de golpes, y aplica su arsenal habitual. Roman comienza atacando, y aplica un par de estiramientos al brazo de Shane, para dar el relevo al Enterrador, que siempre comienza con ese tipo de movimientos a la extremidad superior. La gente explota cuando ve a Taker en acción, y este, por supuesto, ataca el brazo de Shane, acabando con un Old School. Tras eso, se enfrenta a Drew, y lo lleva a uno de sus sitios favoritos: el borde del ring. Allí, aplica su legendario Leg Drop.

La lucha es un No Holds Barred, aunque no lo parezca, porque esto es Extreme Rules. Recordemos que, en sus orígenes, este PPV era para luchas extremas, y luego pasó a ser, simplemente, un PPV en el que todas las luchas tenían una estipulación especial. En ese sentido, debería llamarse Rules, en lugar de Extreme Rules. Desde hace un tiempo, ya tan sólo unas pocas luchas de la cartelera tiene reglas que no sean habituales, así que es un evento bastante parecido a los demás en ese sentido.

En la primera parte de la contienda, esto parece un Tag Team Match normal. Roman es dominado durante unos pocos minutos por el trabajo de los dos rudos, mientras Undertaker se mueve de un lado a otro en su esquina, como un tigre nervioso.

El Enterrador consigue el Hot Tag, y barre la casa. Prepara la mesa de comentaristas para un Last Ride, pero aparece Elias, aquel que fue humillado por Taker en el Raw posterior a WrestleMania, y le parte la guitarra de cartón en la espalda. Esto se convierte en un 3 vs 2, así que la cosa se complica para los dos héroes. Elias y Drew colocan a Taker en la mesa, para que el también veterano Shane vuele desde la esquina, con su Flying Elbow. Muy buen ataque.

Los palmeros de Shane le colocan al anciano Taker en la esquina, con su respectivo cubo de basura, para que el Best in the World aplique el Coast to Coast. 

Roman sigue siendo anulado por Drew y Elias, así que, en gran medida, este combate se lo hace solo Undertaker, que es lo último que uno esperaría. A pesar de los ataques recibidos, resucita como en sus mejores tiempos, aplica ChokeSlam sobre Elias y Shane, y aprovecha un Spear salvador de Roman sobre McIntyre, para rematar a McMahon con el Tombstone.

Un muy entretenido combate, brawl con storytelling al más puro estilo WWE, con un Taker que venía aquí a demostrar que no está acabado, y lo hace con creces. Tras su dieta, su cardio, principal problema en años anteriores, parece haber mejorado enormemente.

Puntuación: ***1/2

viernes, 28 de junio de 2019

Eric Bischoff vs Vince McMahon, WWE Raw 23/02/2004



Pocas horas antes de escribir este artículo, WWE realizó un anuncio muy interesante, que me ha impelido a publicar algo rápidamente. Por el formato del blog, he tenido que elegir una lucha que sirva de excusa para ello. Pero, obviamente, la cuestión principal no es el combate en sí mismo.

WWE ha anunciado oficialmente la contratación de Paul Heyman y Eric Bischoff como directores ejecutivos de los programas RAW y Smackdown, respectivamente. Quizás sea la mejor noticia para la empresa en muchos años, por encima de las firmas de cualquier luchador. Porque, independientemente de que estos dos tipos sean los más adecuados o no, WWE necesita un cambio creativo ya, o muere.

Quizás muchos piensen que Heyman y Bischoff son dinosaurios, gente del pasado. Pero hay que tener en cuenta que los puestos para los que se les ha firmado no son los de simples guionistas o bookers, sino que son directivos de la empresa, y tratarán con las cadenas de televisión de forma directa. Para eso, hacía falta alguien con experiencia, y en ese contexto, son ellos, o Dixie Carter. 

Por otro lado, tendrán pleno poder sobre los programas, teniendo que rendir cuentas, tan solo, ante Vince McMahon. Este seguirá introduciendo muchas restricciones, pero esperemos que respete cierta libertad creativa para estos dos hombres. Porque, los productos que ambos encabezaron en sus etapas dentro del negocio, pueden gustar más o menos, pero nunca fueron conservadores. Y lo que necesita WWE, precisamente, es que pasen cosas, porque, ahora mismo, no hay nada que ver ahí.

Recordemos que Bischoff fue presidente de WCW durante su etapa de gloria en los 90. Él inventó la NWO, llevó a muchas estrellas a los rings, a luchadores de todo el planeta, y estableció storylines para todos los gustos, aunque acabó siendo derrotado por Vince, y los excesivos gastos que había hecho para mantener a la WCW en la lucha, provocaron que la empresa cerrara cuando las audiencias cayeron. 10 años después, fue llevado a TNA para volver a intentar ser competencia de WWE. De nuevo, los gastos fueron demasiado grandes para los resultados obtenidos, aunque, en este caso, el rol de Eric no era tan importante. De todos modos, si algo tenían WCW y TNA, es que siempre había storylines estrambóticas y, en un contexto de depresión como el que sufre la actual WWE, hasta eso sería mejor.

Entre una etapa y otra, Eric pasó una época en WWE, pero su contrato fue de intérprete; no tomó una sola decisión.

El talento de Heyman es mucho más obvio que el de su nuevo compañero. Como Bischoff, a nivel empresarial, Heyman pasará a la historia por ser un gran mentiroso. Sería difícil decidir cuál de los dos ha contado más mentiras en su carrera. Pero, como creativo, Heyman es considerado un genio. Innovó con la ECW, que también se fue a la quiebra, pero dejó momentos inolvidables, y marcó el futuro de la lucha libre. Después de eso, llegó a ser creativo principal de Smackdown durante una época que también es recordada como la mejor en la historia de la marca azul. Tras eso, cuando se creó la nueva ECW, intentó hacer algo bueno, pero Vince no le dejó, y acabaron peleados, hasta el punto de que Heyman dejó la empresa.

No volvió hasta 2012, para acompañar a Brock Lesnar (y a otros, como CM Punk). En estos años, ha sido personaje frente a las cámaras, pero se sabe que ha ayudado a escribir combates, y a escribir promos con gente como Ronda Rousey. Él creó la rivalidad entre Lesnar y Goldberg, que tan buen resultado dio. Hace tiempo que la empresa quería que tomara un rol mayor, y, ahora, ha aceptado. No me cabe duda que, con un puesto directivo, va a ganar un buen dinero.

Hay dos personas nuevas dirigiendo los programas principales de WWE, y, con suerte, les darán un carácter claramente diferenciado. Se dice que su rol será similar al que juega Triple H en NXT. The Game, por cierto, de pronto, se ve por debajo de estos dos hombres. No sé si se lo habrá tomado bien. Su caso recuerda al de Shane McMahon, que tuvo que dejar la empresa cuando se dio cuenta de que el cambio generacional que tanto esperaba, no se daría nunca.

El caso es que en WWE, hacía falta un cambio. Mientras que la nueva competencia, AEW, vende sus PPVs enteros en 15 minutos, el último gran evento de la empresa de los McMahon, Stomping Grounds, vendió unas 6000 entradas, que es la cantidad más baja en un PPV que yo recuerdo. Y las entradas a los programas semanales posteriores fue ridícula. Pero no me extraña. Yo tengo WWE Network, y no he visto ese PPV, ni gratis, ni voy a ver el programa de Smackdown. Vince se lo ha cargado todo con sus últimas decisiones, y esto no puede seguir así, porque el barco, ahora sí, se hunde.

El año pasado, WWE logro acuerdos millonarios que aseguraban el futuro de la empresa a largo plazo. Arabia Saudi le pagará millones por un par de visitas anuales, y la Fox le pagará más millones, por llevar Smackdown a la cadena. Esto, sumado a las ventas de WWE Network, y al contrato con USA Network para retransmitir RAW, eran señales de tiempos dorados para la compañía.

Lo que chocaba con su capacidad para crear. Ahora mismo, tiene muchas responsabilidades en muchos campos, y no tiene capacidad creativa para cubrirlos. Pero, realmente, ¿quién pagaría una entrada de 50 dólares para ver un Seth Rollins vs Baron Corbin, o un Dolph Ziggler vs Kofi Kingston?

Se habla de un problema a la hora de crear estrellas. Pero es una empresa que tiene a lo mejor del mundo. El roster de AEW es ridículo en comparación. WWE tiene a Seth Rollins y a Matt Riddle; a Triple H y a Walter; a Daniel Bryan y a Io Shirai; a Ronda Rousey y a AJ Styles; a Keith Lee y a Shinsuke Nakamura. Lo tiene todo, en múltiples estilos, nacionalidades y generaciones. Y, aún así, en Extreme Rules, tendremos, como combate por el título máximo, una lucha mixta para aprovechar que Rollins y Becky Lynch son novios en el mundo real. Si con un roster así, produces carteleras como esa, es que eres muy tonto.

No es un problema de nombres. Ya hemos visto que Jon Moxley causa locura en AEW o NJPW, mientras que en WWE, no hubiera vendido una sóla entrada, al menos en su últimos meses. Porque, aunque a la gente le guste un luchador, si saben que van a ver una versión minúscula de él, no van a ir a verle.

Los acuerdos millonarios de WWE no encajaron con la creatividad de la empresa. Las apariciones de leyendas como Undertaker o Goldberg, se guardaron para Arabia Saudi, lo que provocó que las audiencias de cara a WrestleMania no aumentaran como es habitual, y la empresa comenzara la primavera en un rango inferior al de otros años. Cuando esta comenzó, lo hizo con la regla de Wild Card, que, en la práctica, se cargó la división de marcas, por el miedo de Vince McMahon a no tener a Roman Reigns en los dos programas. Eso, arruinó tanto el programa azul, como los PPVs.

Smackdown siempre ha sido mi programa favorito. Pero lo ha sido, cuando ha tenido un roster separado al de Raw. Creo que el trabajo de Road Dogg no era malo, como líder de este show. Pero Vince le mandó a NXT, y puso a los niñatos que guionizan RAW al frente, esos que vienen de reality shows y no tienen el más mínimo interés en el wrestling. Con él a la cabeza, claro. Smackdown se convirtió, otra vez, en un show B, que redunda sobre todo lo contado en el RAW anterior. No hay el más mínimo motivo para verlo. Y no solo eso, sino que, mientras que, con los roster partidos, las dos marcas generaban varias rivalidades para rellenar los PPVs, juntas, generan la mitad, de tal manera que no hay material suficiente para tener una cartelera digna. No me cabe duda de que la calidad in ring en Stomping Grounds fue buena, porque hay buenos luchadores, pero no hay nada que me lleve a entrar en WWE Network a ver el evento.

Veremos si ahora cambia todo. O si cambia lo suficiente, porque, aunque Bischoff y Heyman son directores ejecutivos de las marcas, siempre van a tener que responder ante Vince. Raro será que no acabe todo en un Triple Thread Match. Asimismo, mientras que la elección de Heyman alegra a todo el mundo, la de Eric no está tan clara. Recordemos que ahora, en WWE, hay mucha gente de TNA, y no tienen buen recuerdo de él. 

Como decía, Bischoff estuvo en WWE, pero sin cargo ejecutivo, ni creativo. Hacía de personaje en televisión, rol que ya jugó en WCW. En este caso, su trabajo concreto fue el de General Manager de Raw, puesto que mantuvo entre 2002 y 2005, llegando a tener rivalidades importantes con Steve Austin, Shane McMahon, Theodore Long, y otros muchos.  

La lucha que comento hoy está protagonizada por el propio Bischoff. Desde luego, él no es luchador, pero hizo muchas tonterías en WCW, y se preparó, entrenando Karate. Aquí, se enfrenta a Vince McMahon. Es un sueño hecho realidad para el Chairman, coger al mequetrefe que casi le arruina el negocio, y darle una paliza.

La historia entre los dos era amplia. Y, en su tiempo como GM, Bischoff no había parado de pelearse con gente, incluido Shane, el hijo de Vince. También estuvieron involucradas con él su hija, Stephanie, y su mujer, Linda. Se había ganado una paliza. Y, ahora, WWE ponía a la venta un DVD sobre las Monday Night Wars, durante las que Bischoff insultó y retó a Vince montones de veces. Había que vender el DVD y, aunque estábamos en la ruta hacia WrestleMania XX (que, entonces, duraba meses), había tiempo para que estos dos señores se pelearan en un programa de RAW. Steve Austin, que ya no luchaba, pero aún estaba bajo contrato, les dio un empujoncito.

Esta lucha, en realidad, sirve para construir una de las luchas de WrestleMania XX. Goldberg y Lesnar se enfrentarían entonces, pero a WWE no le quedaban apariciones de Goldberg para montar la historia, así que había que buscar otros mecanismos. Austin apareció, para pedir la oportunidad de ser el referee especial en la lucha entre las dos bestias, y Vince aceptó, aunque también le pidió que fuera practicando, haciendo lo propio en la lucha de esa noche. 

Esta comienza, con un Vince, ya bastante viejo, pero fuerte y alto, y un Bischoff, enano y con un tinte de pelo excesivamente negro, vestido de karateka, e intentando pegar patadas altas. Vince siempre lo agarra con más fuerza y mucho odio, pegándole rodillazos, y ahorcándolo, mientras Austin se rie de todo. Vince empuja al referee, y se lleva un puñetazo, lo que anima a Eric para golpear a su jefe.

La lucha no dura nada, y no hay ningún movimieno de wrestling como tal, y, aún así, es mas creíble que los combates de muchos ídolos actuales del wrestling independiente. No obstante, no hay final, puesto que Lesnar aparece en el ring, a espaldas de Steve, y le aplica un F5, dejandolo KO, para terminar el programa.

Aunque Austin siempre dijo que la lesión en su cuello fue el motivo de su retiro, es obvio, por movimientos como este, que aún podía luchar. Por otro lado, es una pena la forma en la que se le usó en la lucha entre Brock y Goldberg, ya que no hizo absolutamente nada en ella, a pesar de recibir este ataque.

Puntuación: *1/2