miércoles, 22 de abril de 2020

Mitsuharu Misawa, Kenta Kobashi y Toshiaki Kawada vs Akira Taue, Jumbo Tsuruta y Masanobu Fuchi, AJPW 20/04/1991




Estamos realizando un especial sobre dos grandes de la historia del puroresu, Shohei Baba y Mitsuharu Misawa, ya fallecidos. Dentro de este especial, hemos comentado algunas luchas en las que ambos están involucrados, pero, tras ver una lucha de tercias en All Japan, no me he podido resistir a ver otra, quizás la primera que vi en mi vida de este tipo, si es que mi memoria no me falla. Se trata de un match que, muchas veces, es considerado como el mejor combate de tercias de la historia. Misawa, Kobashi y Kawada se enfrentan a Tsuruta, Fuchi y Taue.

Baba no está en este combate, pero está en la mesa de comentaristas. Los enfrentamientos que hemos visto en días previos, son del año 1994, pero ahora, viajamos a abril del 91. Tsuruta, la primera gran estrella original de All Japan, aún daba mucha guerra. Aunque ya había sido derrotado por Misawa en aquel combate del 90, que supuso un paso de antorcha, no iba a admitir la predominancia de la nueva generación.

Ya sabemos que Taue y Kawada llegarían a hacer un gran equipo, la Holy Demon Army. Sin embargo, a estas alturas, se odiaban con locura, y eso es importante en esta batalla. Taue ataca a traición a Kawada cuando puede, y esto acaba provocando la ira de su futuro compañero, que le ataca sin piedad. Todos intentan separarlos, pero esto es personal. 

Los jóvenes parecen tener claro que Taue es el punto flaco de sus rivales, y van a por él. Fuchi, Tsuruta y Taue aplican buenos ataques al brazo de Kobashi, dificultando su ataque, y después, se centran en el cuello de Kawada, tras un Piledriver en ringside. Torturan al hombre del pantalón negro con rayas amarillas, con un trabajo en equipo continuado sobre esa zona. Tenemos bastantes minutos de esta excelente rutina, hasta que Kawada consigue dar el relevo a Kobashi, que entra como una fiera.

Kawada está a punto de ganar a Jumbo, tras varias palancas geniales, y después, es Taue la víctima del dominio de los otros 3 Pilares del Cielo. Estos le golpean con golpes muy stiff, muy duros, muy directos, pero no pueden con él. Finalmente, Fuchi decide tomar la alternativa.

No espera a que Taue sea capaz de dar el hot tag. Entra al ring cuando está siendo sometido por Kobashi, que está apunto de aplicarle un Suplex, para golpear a este con sucias patadas a la pierna. Su tercia tiene un nuevo objetivo, que es dejar cojo a Kenta, así que inician un trabajo zonal que, de nuevo, resulta incansable, y muy duro, porque las patadas que utilizan son muy apropiadas para causar problemas musculares.

Fuchi está muy arriba. Utiliza un STF para rendir a Kenta, ante los gritos de la gente de "Kobashi, Kobashi". Es increíble cómo vive el público este tipo de combates, y es cierto que estos nunca bajan el nivel, a pesar de lo mucho que duran. 

El ataque a la pierna de Kobashi es muy bueno. Taue incluso usa sillas para debilitarlo.  Así, llegan a pasar muchos minutos hasta que Kenta consigue dar el tag a Kawada, que entra a golpear a Fuchi con mucha fuerza. Cuando el tiempo límite se acerca y cunde la anarquía en el ring, Los Pilares del Cielo hacen buena la idea de que Taue es el eslabón más débil. Kawada le pega un lazo a traición por la espalda y, mientras él y Kobashi mantienen a sus rivales ocupados en ringside, Misawa derrota al hombre herido. Tras la lucha, Tsuruta y Fuchi lo levantan y alzan su brazo, por el trabajo realizado.

Pues nada, otra lucha increíble. El blog podría vivir un año entero con luchas de este tipo.

Puntuación: *****

lunes, 20 de abril de 2020

Mitsuharu Misawa y Kenta Kobashi vs Giant Baba y Stan Hansen, AJPW 05/03/1994




Estamos realizando un especial sobre Mitsuharu Misawa y Giant Baba, como homenaje por los 10 años del fallecimiento del primero, y los 20 años del fallecimiento del segundo. Tras verlos hacer equipo en un par de ocasiones, me gustaría ver una lucha en la que se enfrentan.

Así, nos vamos a marzo del 94, momento en el que Misawa formaba su legendaria pareja con Kobashi, para enfrentarse a dos veteranos como Baba y Stan Hansen. Así, el casi anciano Shohei Baba, ponía en jaque a sus dos alumnos más aventajados, en un combate en el que los 4 hombres lo dan todo, porque, aunque en AJPW no hay storylines y la relación de Baba con los jóvenes era buena, a la hora de subir al ring, no había tregua para nadie.

La lucha es genial, como cabría esperar entre estos 4. Baba no está muy bien físicamente, pero estamos en el año 94, y no hay gentuza en Twitter criticando que luche. 

Buen castigo de los veteranos sobre Kenta, con golpes duros y candados al cuello. Al fin, vemos el encuentro entre Misawa y Baba. El joven hunde al veterano con sus codazos, y este se levanta, sonriendo. "Te he enseñado bien".

Baba intenta atacar el brazo de Misawa, recordando sus clásicas palancas. Su intención es disminuir el poder de ese antebrazo. Hay varios intercambios muy duros entre los dos equipos, sin que exista un dominador claro en esta primera parte del match.

Hansen y Baba consiguen aplicar un buen trabajo sobre la espalda de Misawa durante unos minutos. Es a medio combate, más o menos, cuando esto sube un poco de nivel. Misawa se libra, y suelta el codo sobre la nuca de Hansen, para que entre Kobashi a seguir con el castigo. Aplica varios DDT, y cierra sus poderosos brazos sobre su cuello. Entre Kobashi y Misawa, están a punto de deja KO al gaijin a base de dormilonas.

Misawa está a punto de hacer rendir a Hansen con una de ellas, mientras el público se vuelve loco, y Kobashi sujeta a Baba con otra. El gigante se quita al joven de encima como si fuera un muñeco, y consigue librar a su compañero.

Baba prepara a Kobashi, para que Hansen lo mate son su Lariato, y así lo hace. El público celebra, pero Misawa entra y tumba a ambos oponentes con sus codazos. Aún así, Hansen llega a cubrir a Kobashi, pero el Robe Break le salva. Mientras la gente grita "Kobashi, Kobashi", Hansen  busca repetir el Lariato, sin que Misawa se lo permita. 

Baba todavía tiene tiempo para atacar a sus dos jóvenes alumnos al mismo tiempo, y está a punto de ganarles. No sucede así, pero pone al público al borde del infarto. Sin embargo, Misawa y Kobashi se van imponiendo. Hansen se lía a mamporros con los dos a la vez, como en una pelea callejera, pero sale malparado. 

Misawa y Kobashi se turnan. Uno ataca al gigante, y el otro evita que Hansen vuelva al ring. A base de Suplexs, Moonsault y Frog Splash, acaban con el fundador de AJPW.

Qué maravilla. La primera parte de la lucha me aburre un poco, pero en la segunda, todos los enfrentamientos son memorables. Todo es genial, todo se disfruta. He escrito algunos de esos momentos, que resultan geniales, pero en general, todo está bien.

Puntuación: ****1/2

domingo, 19 de abril de 2020

Mitsuharu Misawa, Giant Baba y Kenta Kobashi vs Akira Taue, Toshiaki Kawada y Masanobu Fuchi, AJPW New Year Giant Series 1994 Day 20




Durante el año 2019, se cumplieron 20 años del fallecimiento del gran Giant Baba, fundado de AJPW, así como 10 años de la muerte de Mitsuharu Misawa, su gran a alumno, gran estrella de la empresa, que la abandonó tras las muerte del gigante, para fundar NOAH.

Obviamente, el mundo del wrestling, y del puroresu en concreto, no es lo mismo sin ellos. Tras la desaparición de ambos, New Japan resurgió y amplió su diferencia con respecto a AJPW y NOAH, que han quedado muy relegadas, incluso por otras empresas como Dragon Gate. Se les echa de menos.

Hace unos meses, comenzamos un especial, dedicado a los dos personajes de los que hablamos, y la relación entre ambos. Me gustaría continuar con una de esas maravillosas y salvajes luchas de tercias que daba AJPW durante los 90, que es el tipo de combates con los que me introduje en el puroresu de la época. en el año 1994, el veterano gigante Baba, hace equipo con sus alumnos más aventajados, Misawa y Kobashi, para enfrentarse a Kawada, Taue y Fuchi.

En una lucha que es atroz, violenta, brillante. El público está enloquecido durante los 40 minutos que dura. Reacciona de forma genuina a cada tag. Tenemos unos primeros minutos de golpes fuertes de unos y otros, hasta que los Holy Demon Army atrapan a Misawa y lo torturan con castigos en el cuello. 

El hombre de verde lo aguanta todo. Pasará a la historia por haber soportado millones de ataques sobre el ring, salvo uno, que lo mató. El trabajo de sus rivales es continuado, hábil e insistente. Kobashi y Baba intentan ayudarle, pero las defensas del equipo contrario son férreas.

Así pasa bastante tiempo, hasta que Misawa consigue librarse, y dar el hot tag a Baba. Después de eso, es Kobashi el que cae en la gran trampa en equipo de los rivales, que ahora se centran en atacarle a él. En sus intentos anteriores de ayudar a Misawa, había recibido alguna Power Bomb, y ahora, se le ataca mucho a la zona del cuello y la nuca, desgastándolo, con llaves, con candados, con bombas, con Piledrivers, y con DDTs. Incluso se lleva un DDT  en ringside, quitando el colchón del suelo.

El trabajo de estos tres tipos es bestial. Son muy buenos, y no pierden la concentración nunca. Pero también Kobashi aguanta hasta dar el tag, y entran sus compañeros a dar caña. Baba tiene, a estas alturas, una movilidad bastante reducida, pero sigue dando unos hachazos mortales. Kobashi destroza a Fuchi con sus Legdrops, y consigue fulminarlo, a través de un Moonsault, mientras sus dos compañeros sujetan a Kawada y Taue. Gran victoria para el equipo de Misawa, Baba y Kobashi, en un combate que han tenido perdido durante la mayor parte del mismo, y en el que han aguantado un castigo enorme.

La lucha es una barbaridad. Podría haber sido de 5 estrellas con 10 minutos menos y, sin embargo, los 10 minutos siguientes no aburren, nunca cansan. Todo está bien hecho, y el público se mantiene en un nivel de tensión que no abandona en todo el match. La importancia del público en el wrestling es absoluta.

Puntuación: *****

sábado, 18 de abril de 2020

Drew McIntyre vs Brock Lesnar, WWE WrestleMania 36




Si algo debe ser WrestleMania, The Showcase of Inmortals, es el lugar en el que pasan cosas importantes, en el que los luchadores se convierten en leyendas. Y es que, son muchos los casos de wrestlers que han ganado su primer título mundial WrestleMania. Entre ellos, están Rey Mysterio, Randy Savage, Batista, John Cena, The Ultimate Warrior, Shawn Michaels o Steve Austin. 

Pues bien, este año, en 2020, eso ha ocurrido en 2 ocasiones. La primera no estaba en los planes de WWE, pero ha pasado: es la victoria de Braun Strowman frente a Goldberg. La segunda, es la de Drew McIntyre frente a Lesnar.

Con estas dos victorias, los campeonatos vuelven a manos de trabajadores del día a día, dejando aparte a los luchadores temporales, que creo que no van a tener un papel muy importante en esta época de pandemía, en la que la empresa se está ajustando el cinturón presupuestariamente. Creo que no está tan bien, eso sí, que ocurran estas dos victorias al mismo tiempo.

Porque WrestleMania tiene que ser un sitio en el que se recuerde la ansiada y soñada victoria de una persona, como ocurrió con Kofi Kingston el año pasado. En 2020, ha ocurrido con dos luchadores, y ha ocurrido en circunstancias muy similares, con combates muy similares. Por no decir, que ha ocurrido sin público, y eso implica convertir un momento épico, en algo muy frío.

Yo no entiendo muy bien por qué WWE ha decidido ir por este camino con las dos luchas titulares. Me vale lo de Goldberg, porque es obvio que en la empresa no confían en su habilidad como luchador; pero, en el caso de Lesnar, dar un combate del mismo tipo, 24 horas después, quedó muy raro.

La cosa entre ambos empezó muy bien en Royal Rumble. Lesnar estaba llevando a cabo una absoluta masacre, pero llegó el escocés, y lo despachó a través de su excelente patada, el Claymore. Los dos luchadores se miraron durante largo rato. Parecía que no había rivales para Brock, que nadie podría hacerle frente. Entonces, apareció McIntyre, y ganó el Rumble. Da la sensación de que Vince ha elegido su nueva gran estrella.

McIntyre apareció por WWE hace 11 o 12 años. Un escocés alto, delgado e imberbe, que fue denominado por el propio Vince McMahon, como The Choosen One, el elegido, pues parecía tener un gran futuro. En sus primeros meses, tuvo bastante éxito, pero no pasó mucho tiempo hasta que los creativos de la empresa se aburrieron de él.

En esos primeros meses, no pudimos estimar nada demasiado llamativo en su estilo luchistico, y, sin embargo, fue cuando acabó en WWE Superstars, teniendo combates intrascendentes frente a gente como Jack Swagger, Low Ki o Chris Masters, cuando dejó ver una habilidad bastante notable.

Drew pasó a formar parte de 3MB, un stable humorístico que formaba con Heath Slater y Jinder Mahal, tipos cuya conexión era, simplemente, su estatus de jobbers. McIntyre y Mahal perdieron totalmente su identidad, aunque hicieron algunas cosas entretenidas. Los dos acabaron despedidos.

Pero los dos volvieron, tras un tiempo fuera, y mejorar mucho su forma física. En el caso de Drew, este se curtió mucho en territorios independientes, en EVOLVE, y en TNA. Mejoró en todos los aspectos, y volvió a WWE, con un físico y una actitud mucho mejores. Ahora, parece que lo tiene todo para ser una gran estrella.

Salvo, quizás, un poco de personalidad. Las grandes estrellas de WWE hasta ahora, tipos como Hogan, Austin, The Rock o Cena, eran personas con muchísimo carisma, hombres a los que siempre gusta oír hablar, y eso ayudó mucho a convertirlos en estrellas. Ya hemos visto en los casos de Roman Reigns o Becky Lynch, que convertir a personas en estrellas, para ponerlos a leer guiones escritos por un guionista mediocre de telefilm, no funciona. Se nota a kilómetros que no hablan ellos mismos. Temo que con Drew pase algo similar, porque ya he visto en él algunas de esas sonrisas, algunas de esas palabras escritas sin talento. 

Así, con un McIntyre que ya recibe buenas reacciones, pero sin nadie en las gradas para reaccionar a su victoria, llegamos a esta lucha titular, el main event de la segunda noche de WrestleMania. Drew empieza sacándose un Claymore de la nada, pero la cuenta no llega a tres. Ese finisher se está convirtiendo en algo aún más sorprendente que un RKO.

Lesnar consigue librarse del ataque del escocés, y lo introduce en Suplex City, para terminar con un F5. Pero la cuenta... ¡sólo llega a 1!

Segundo F5, y la cuenta llega a 2. Tercer F5, y la cuenta se acerca a 3. Lesnar se desespera, pero Heyman le recuerda que no hay prisa ninguna, que tenemos toda la noche. "All Night Long" grita Lesnar, pero, cuando busca otro F5, se come un Claymore. Dos más, y la victoria se va para McIntyre, que no puede creerlo. Tenemos nuevo campeón, y nueva estrella.

La lucha, de por sí, no está mal, pero deja mal sabor de boca, porque ya hubo una similar la noche anterior. Incluso la noche siguiente, en su lucha frente a Big Show, Drew tuvo un combate más digno. No sé por qué WWE hizo esto con Lesnar. A veces me pregunto si es que cobra menos por combates de este tipo. En fin.

Puntuación: **1/2

jueves, 16 de abril de 2020

Edge vs Randy Orton, Last Man Standing, WWE WrestleMania 36




Seguimos hablando de WrestleMania 36, el evento de WWE que fue grabado sin público y en dos noches, debido al problema, por todos conocido, de salud que somete a las naciones en 2020. Hay una cosa de la que es imprescindible hablar, y que ha quedado sepultada por lo ocurrido: el regreso de Edge a los cuadriláteros.

Como todo el mundo sabe, Edge se retiró en 2011, poco después de derrotar a Alberto Del Río en WrestleMania 27, para defender por última vez el World Heavyweight Championship. Una grave lesión le alejaba de los rings, aparentemente, de manera definitiva.

Pero el nacimiento de AEW ha tenido muchos efectos sobre WWE. Permitió a Daniel Bryan volver a luchar, y también se lo ha permitido a Edge, que tenía una oferta cerrada de la empresa de los Khan. Por supuesto, antes de un regreso, necesitaba permiso de los médicos, y todos se lo dieron. Parece ser que esa lesión se curó, y se le ve realmente en buena forma.

El regreso de Edge, es uno de esos que siempre se rumorean, y que no acabamos de creer. En SummerSlam 2019, le vimos aplicar un Spear sobre Elias, y eso nos dio una pista. Meses después, anunció que abandonaba el podcast que hacía junto a Christian. Esa fue la segunda pista. Finalmente, le vimos en Royal Rumble, y alucinamos.

Edge no ganó este Royal Rumble, pero estuvo cerca. La noche siguiente, apareció en RAW para hacer una promo, y se encontró con su viejo amigo, Randy Orton. Este le propuso reformar Rated R RKO, el tag team que alguna vez formaron. Sin que el canadiense tuviera tiempo de responder, Randy le aplicó un RKO, y, después, lo mató a sillazos, de forma psicopática, asustando y sorprendiendo al público asistente.

Durante semanas, Orton no quiso explicar por qué lo había hecho. Matt Hardy, en sus últimos días en WWE, salió a pedir explicaciones, y se llevó más de lo mismo, para así, poder hacer  su transición a AEW. Finalmente, fue la mujer de Edge, Beth Phoenix, la que se encaró con Randy.

Randy explicó que lo había hecho por ella, y por sus hijas, para devolverle a su padre. Culpó a Beth de todo, y se llevó un sopapo. Como respuesta, Orton aplicó RKO sobre Beth Phoenix.

Al fin, tras meses, Edge reapareció, curado del ataque, que no había dañado su vieja lesión, y, muy enfadado, en una promo muy sentida, retó a Randy Orton a un Last Man Standing Match en WrestleMania, que es el combate que comentamos hoy.

Ya hemos dicho que WWE llevó a cabo cosas muy distintas en este evento. Las luchas entre Undertaker y AJ Styles, y entre Cena y Bray Wyatt, son peleas muy interesantes y muy distintas a todo lo visto antes. Con respecto a la lucha entre Edge y Orton, se intenta innovar también a través de otro camino, pero creo que no funciona en igual medida.

Es un Last Man Standing, un combate en el que los luchadores recorren todo el Performance Center de WWE, peleando, brawleando, usando todos los objetos propios de cada espacio. La verdad es que en términos de ejecución, no está mal, los luchadores pelean bien, y realizan algún movimiento bueno. Lucha en los gimnasios, en los que Randy ahorca a Edge con una máquina para ejercitar los músculos, lo que recuerda a la muerte de Benoit. Y el final, encima de un autobus, está bastante bien. Edge gana, tras pegarle a su rival de la misma manera en que este le golpeó a él, con sillas.

¿Cuál es el problema? Que la lucha es enormemente aburrida. Es muy larga, dura 36 minutos, y muy silenciosa. Ya hemos dicho que no hay publico, pero es que, además, los comentaristas están muy callados. Pasan de todo, no son capaces de rellenar el tiempo con su voz, entre otras cosas, porque hay mucho tiempo en el que no pasa nada, muchos golpes, y, por tanto, muchos descansos, en los que uno o el otro están tirados en el suelo.

El caso es que esto empezaba muy rápido, y es sorprendente que acabe durando tanto, porque Randy, nada más empezar, sorprende a Edge con un RKO de la nada, gracias a que estaba disfrazado de Camera-Man. En cuanto suena la campana, aplica otro RKO. Si, después de esto, se hubieran ido al gimnasio, y hubieran acabado, directamente, sobre el bus, la lucha estaría bastante bien. Pero se hace eterna, muchos ratos aburridos en los que no pasa nada y a mí me cuesta mucho mantener la mirada sobre el combate. Extraña decisión creativa.

Puntuación: **3/4

martes, 14 de abril de 2020

Meiko Satomura vs AJA Kong, Sendai Girls Live Vol 1 09/07/2006



Recientemente, me dispuse a pagar una cuenta pendiente, escribiendo un comentario sobre una lucha recomendada hace mucho tiempo: Meiko Satomura vs Aja Kong, en Sendai Girls Live Vol 1, de 2006. No encontré, sin embargo, este combate, y acabé redactando un post sobre una batalla disputada en 2005 por las mismas mujeres, hecho del que no me he de arrepentir, pues es muy buen combate.

Pero, entonces, un amigo me animó a buscar combates de joshi puroresu en VK.com, una especie de Facebook ruso, en el que, por algún motivo, hay muchos eventos de lucha femenina japonesa subidos al completo. Internet es un lugar maravilloso a veces. Así, podemos pagar, de una vez por todas, esa deuda pendiente, largamente expuesta. Sírvase, pues, esa lucha de 2005, como los intereses correspondientes por demora.

Ya hemos dicho que Meiko y Aja se han enfrentado mil veces en los últimos 20 años. Tienen muchas luchas buenas entre ellas. Una vez más, en esta, consiguen rendir a un gran nivel, y además, hacerla lo suficientemente distinta al resto, como para que no resulte repetitiva.

Estas dos locas llegan al ring, con ganas de darse caña. No se pegan, en principio, tan fuerte como otras veces, pero resulta un combate más estratégico, al menos por parte de Meiko. Esta, intenta dañar el brazo izquierdo de Kong, y aplica buenas llaves para ello. Pero esto no afecta en nada a la ofensiva de la obesa, que muestra toda su virulencia.

Meiko consigue librarse del golpe habitual con papelera de Kong, pero, al final, acaba llevándoselo. La papelera queda totalmente abollada. Después, Aja aplica un Brainbuster sobre esta papelera deformada, que parece dolorosísimo, y busca llevarse el match a través de dormilonas y Coquina Clutch.


Ahora, Satomura busca el brazo derecho de su rival, y esto sí tiene efecto. El brazo derecho es más importante. Meiko hace un buen trabajo, y, cuando Kong intenta usar su golpe en reversa, se duele mucho. Le duele a ella más que a su oponente.

Kong intenta atacar de otras maneras, pero se ve muy mermada. Falla golpes de reversa, o estos son bloqueados, y no puede cerrar las Sleepers. Recibe Deathvalley Driver, y patadas en la cabeza, que acaban con ella.

Muy buena lucha. Va de menos a más, y se acaba escribiendo una muy buena historia. Estas dos nunca cansan.

Puntuación: ****1/2

John Cena vs Bray Wyatt, Last Man Standing, WWE Payback 2014



En el anterior post del blog, comentamos la lucha entre John Cena y The Fiend en WrestleMania 36, esa especie de biopic enfervorecido, de gran calidad pero que difícilmente puede considerarse un match de wrestling como tal. Me pareció bien, pues, y dado que en esta rivalidad ha tenido mucha presencia aquella que tuvieron en 2014, ver una de las luchas que tuvieron entonces. En concreto, voy a comentar el combate entre John Cena y Bray Wyatt, que tuvo lugar en Payback 2014, un Last Man Standing muy querido por los aficionados.

Wyatt nos ha recordado, en este 2020, algunas cosas de aquella rivalidad. En Royal Rumble 2014, le vimos derrotar a Daniel Bryan, para finalizar aquella rivalidad entre ellos, en la que Bryan se vio obligado a formar parte de The Wyatt Family. Esa victoria fue sorprendente, y auguraba que había un plan mayor para Bray de cara a WrestleMania. Sólo existía un pez mayor en el río, y ese era John Cena.

Ya sabemos que, a esas alturas, WWE no quería hacer nada interesante con Bryan de cara a WrestleMania. El plan era enfrentarlo con Sheamus por tercera vez, algo que incluso llegó a rumorearse para 2020 otra vez. Es una obsesión de Vince. El caso es que el abandono, esa misma noche, de CM Punk, cambió mucho la historia de ese año, y Daniel se convirtió en el gran héroe de WrestleMania 30, ganando dos grandes combates.

La lucha entre Cena y Wyatt, en WrestleMania, no llamó mucho la atención. Pero la rivalidad fue buena. Esa secta de Bray intentó integrar en sus filas a John Cena, y llevar a cabo el turn heel sobre el actor que todos habríamos querido ver. Fue la última vez en la que pudimos soñar con eso; ya sabemos que nunca pasará. Tras meses de rivalidad, en junio, se vieron las caras en Payback, en un Last Man Standing, tras el cuál, al fin, Cena pudo sonreir.

Una lucha que es puro entretenimiento. Por desgracia, Bray, con todo su talento creativo, no es muy buen luchador, pero en este combate, por la participación de más personas, se ve beneficiado.

Como no hay descalificación, Wyatt llega dispuesto a usar en batalla a sus dos gigantes, Harper y Rowan, pero llegan los hermanos Uso para defender a John. Así, las cosas se igualan. Los dos tag teams se quedan quietos  en ringside, mientras Cena y Bray comienzan a luchar. Tienen unos primeros minutos de intercambios correctos, no demasiado destacables, a través de los cuales, Bray consigue asentar su dominio. 

Los dos consiguen aplicar su finisher, sin que la cuenta llegue a 10. Todos los acompañantes se meten en la batalla, y tenemos un entretenido segmento, en el que vuelan unos encima de otros. Abandonan el lugar, mientras Cena y Bray comienzan a usar objetos.

Usan sillas y mesas, para darse unas buenas castañas. Después agarran los escalones metálicos, y continúan con la masacre. Hay que destacar el lanzamiento de Cena de los escalones, desde el ring, sobre un Bray Wyatt que está en ringside, y se los come. Es un golpe brutal, casi tanto como el que se llevó Umaga en el Last Man Standing de 2007 frente al propio Cena.

El brawl es entretenido, y el público está muy metido. La energía es clara. Estos dos hombres siguen pegándose, hasta que Cena consigue aplicar un AA sobre su oponente en ringside. Harper y Rowan vuelven, para pegarle a Cena, y levantar a Wyatt. Una vez más, los Uso hacen acto de aparición, para volar sobre los gigantes. Uno de los Uso se tira de culo, como su tío Umaga, sobre Rowan, partiendo una mesa con su cuerpo, mientras que Harper aplica Superplex desde el ring a otra mesa en ringside, matando, así, al otro Uso con un gran golpe.

Estos cuatro hombres, que oficialmente no forman parte del match, ofrecen así unos minutos muy entretenidos, que permiten a los protagonistas descansar un rato. Pero vuelven a la carga. Bray se lleva a Cena por delante, y a las vallas de producción, de camino, con otro gran ataque.

Cena y Wyatt brawlean ahora entre el público. Llegan a la zona técnica, en la que están las típicas cajas negras de WWE. Desde una de ellas, Cena lanza a su rival con un AA, rompiendo otra de las cajas, y lanzando una tercera encima, para que Bray no pueda salir. Inteligente y original forma de ganar, aunque creo que, aquí, debería haber sonado una explosión, al caer Wyatt, que suena antes de que ocurra el spot, quitándole un poco de fuerza. El público no lo nota, todo sigue siendo lógico.

Buena brawl, con mucha diversión.

Puntuación: ***3/4

domingo, 12 de abril de 2020

John Cena vs Bray Wyatt, WWE WrestleMania 36




Seguimos hablando sobre WrestleMania 36. Vamos a comentar otra de las extrañas luchas que tuvieron lugar en ese evento, y que sólo se justifican por las condiciones excepcionales en las que vive el mundo, que, entre otras cosas, han provocado el cierre definitivo de la XFL, la liga de fútbol americano de Vince McMahon, un antiguo sueño del dueño de WWE, que estaba teniendo un paso por televisión bastante bueno, y que, por los motivos que todos los conocemos, ve imposible su continuidad, destruyendo de forma aparentemente definitiva la ilusión de este hombre.

La lucha de la que hablamos hoy, es el Match que disputan John Cena y Bray Wyatt, un Firefly Fun House Match. Durante semanas, nos preguntamos en qué consistiría este combate, si sería algo parecido al House of Horrors Match que disputaron Bray y Randy Orton hace unos años. Ahora sabemos que no tiene nada que ver, este combate no se parece a nada que hallamos visto antes.

Aquella lucha entre Randy y Bray no funcionó muy bien, igual que el combate entre Bray y Matt Hardy en la casa de este, que no resultó tan llamativo como los matches de Matt en TNA. No es un problema de calidad, la diferencia es que TNA grababa sus programas, mientras que los de WWE son en directo. Si haces pagar a miles de personas 50 dólares, o más, por una entrada, esas personas no quieren ver algo grabado en una pantalla; eso pueden hacerlo en su casa, así que sus reacciones no son positivas. Por eso creo que, en circunstancias normales, WWE descartó la opción de llevar a cabo segmentos de este tipo demasiado largos.

La actualidad es muy distinta. Hoy, lo que parece inapropiado, es llevar a cabo luchas normales, sin público. Por eso hemos tenido estos combates en WrestleMania, y parece ser que la lucha entre Johnny Gargano y Tommason Ciampa, en el último programa de NXT y en sustitución de lo que debería haber sido el Takeover previo a Wrestlemania, ha sido similar. Ya veremos qué nos depara el futuro en este aspecto.

Cena y Wyatt se enfrentaron hace 6 años. Parece increíble que haya pasado tanto tiempo, pero así es; la carrera de Bray, sin darnos cuenta, en sus distintas etapas, es ya muy rica. El caso es que entonces, el heroico Cena derrotó al líder de The Wyatt Family, un enemigo cuyo mensaje en contra de la adicción a los héroes por parte del ganado, le venía como anillo al dedo. Tras WrestleMania, Cena derrotó a Bray en un Last Man Standing, que comentaremos en el próximo post, porque parece apropiado para este momento.

En 2019, nació The Fiend, una nueva personalidad de Bray que quiso vengarse de todos aquellos que habían humillado al pobre Wyatt original. De hecho, lleva una horrible cabeza de Bray, que parece un experimento de Josef Mengele. Wyatt perdió el Campeonato Universal ante Goldberg, aunque, en cierta medida, a través de sus mensajes en Twitter, dio a entender que se había dejado ganar, para poder enfrentarse a John Cena en WrestleMania, y acabar su obra redentora.

En estos meses, The Fiend ha hecho daño a muchos de los rivales que tuvieron rivalidades con Bray: Daniel Bryan, Kane, etc. Pero Cena es su principal objetivo, y la lucha que dan en WrestleMania es muy consecuente con esta historia.

Si en el caso del match entre Undertaker y AJ Styles, tuvimos que dejar claro que, aunque fuera un combate como tal, no podíamos darle nota, por el nivel de posproducción que soportaba, en este caso, ni siquiera podemos decir que esto sea un combate. Me parece un producto cinematográfico excelente, una especie de experiencia onírica que recorre varios momentos de la historia de WWE y de lka carrera de John Cena, y que es terriblemente entretenida y evocadora, pero no es un combate.

Narrativamente, este es un producto notable, por las capas semánticas que incluye. John Cena, se presenta en el Performance Center para enfrentarse a Bray Wyatt, pero es transportado a la Firefun House por arte de magia. En su persecución de Wyatt, se encuentra en diversos escenarios que repasan, básicamente, su vida.

Lo vemos en un segmento en el que se encuentra con el muñeco de Vince McMahon, que amenaza con despedirle, y nos recuerda ese concepto que muchos tenían de Cena como la marioneta de Vince. Por orden del Chairman, llega al ring, emulando su primer combate en WWE, con su primera equipación, frente a Kurt Angle, pero, esta vez, no consigue golpear a su oponente, que es Bray, a pesar de gritar, mil y una veces, como hizo entonces, "Ruthless Aggression". De hecho, Wyatt le pregunta si es esto lo que quería hacer con su vida, y muestra imágenes del pequeño John  jugando a la lucha libre cuando era pequeño. ¿Soñaba con se un esclavo que nunca tuvo derecho a disfrutar de verdad de su éxito?

El siguiente segmento tiene una estética ochentera. Nos trasladamos a un programa clásico de Saturday Night Main Event, en el que Cena y Bray tienen una conversación muy del estilo de esa época. Aquí subyace la idea de que el pobre John, como gran héroe de la empresa, siempre fue comparado con Hulk Hogan. Sólo fue un héroe estereotipado de tantos que ha habido en la empresa. John levanta pesas sin parar, hasta que se rompe los brazos, y no puede golpear a Wyatt. También fracasa en su misión de ser el nuevo héroe de Vince.

Cena vuelve al ring, con la ropa del Doctor of Thuganomics. Entona una canción con la que intenta humillar a Bray, como hizo siempre en su etapa de rapero. Tras sus intentos de humillación, Bray le responde que no es un héroe, que es un bully, una persona horrible, que se ha convertido en "El Hombre", gracias a sus bromas y burlas, gracias a pisotear a sus compañeros. Cena se lanza a por Wyatt, pero este desaparece, y a su espalda, aparece de nuevo, golpeándolo con una cadena en la mano, algo muy propio del Cena de la época.

Ahora es el antiguo Wyatt el que habla, desde su silla. Recuerda su rivalidad con John, el momento en WrestleMania, en el que estuvo a punto de vencer a través del Sister Abigail, mientras todo el público cantaba eso de "The Whole World In His Hands". Se suponía que Cena era hombre de la gente, pero nadie cantaba a su favor. Eso despistó a Bray, que cometió el mayor error de su vida. El Sister Abigail se convirtió en un Attitude Ajustment, y la victoria se fue para el lado de John Cena. Es hora de arreglar eso.

Bray está sentado en su silla, en el ring, mientras John está confuso. Bray advierte: "Run". Corre para atacar a Cena, y le golpea de nuevo. Cena esquiva el Sister Abigail. Ahora, Wyatt le ofrece una oportunidad: le recuerda el error que cometió hace 6 años, al no golpearle con una silla, y acabar con todo definitivamente, dejándose llevar por la ira, y pasándose al lado oscuro. Esta vez sí que lo intenta, pero Wyatt desaparece. Suena la música de WCW Monday Night Nitro.

Todo esto tiene mucho sentido. Porque, durante muchos años, buena parte de los fans esperó un Turn Heel de John Cena que nunca ocurrió. La NWO estaba todavía muy reciente. Si alguien podía llevar a cabo una gesta como la creación de aquel stable, ese era el héroe Cena. Pero nunca ocurrió, y esa rivalidad frente a Wyatt en 2014, fue la última oportunidad de que pasara.

Wyatt está en el ring, imitando a Eric Bischoff, miembro bocazas de la NWO. Recibe a un Cena en un modo Hollywood Hulk Hogan, tocando el Air Guitar como aquel. Pero Cena vuelca toda su ira contra él. Al fin, en este onírico turn heel, suelta todo lo que lleva dentro. Vemos imágenes de algunas de sus derrotas más dolorosas, incluido el momento en que CM Punk huyó con el título de WWE. Pero, de pronto, la víctima de sus golpes no es Bray, sino el cerdo de juguete que forma parte de su cuadrilla. Detrás de Cena aparece The Fiend, que, ahora sí, aplica el Sister Abigail, mientras suenan las palabras del propio Cena, sobre su victoria hace 6 años. Fiend ahoga a Cena, y el Wyatt normal hace el conteo.

Victoria para The Fiend en este combate, o lo que sea. Vemos a Titus O'Neal, que ha sustituido a Rob Gronkowski como host, que se ha proclamado campeón 24/7 un rato antes. Titus dice que no sabe qué acaba de ver, y yo tampoco, No sabría darle una nota. Pero me ha gustado mucho.

Puntuación: -

viernes, 10 de abril de 2020

Braun Strowman vs Goldberg, WWE WrestleMania 36




Seguimos hablando sobre el evento WrestleMania 36, uno de los eventos de wrestling más raros de la historia. En la noche 1, Braun Strowman derrotó al Campeón Universal, Goldberg, para convertirse en Campeón por primera vez en su carrera. Este es un hecho histórico, algo que todo el mundo esperaba, aunque creo que todos estamos de acuerdo en que no es así como debería haber pasado.

En febrero de 2020, todo ocurría con normalidad. Bray Wyatt era Campeón Universal, y todo apuntaba a que se tendría que enfrentar a Roman Reigns en WrestleMania 36. WWE volvió, entonces, de improvisto a Arabia Saudita, y contrató a Goldberg, una vez más, para una lucha, que siempre vende bien en el país oriental.

Parecía claro que perdería, y que el retador por el título saldría del evento Elimination Chamber, en el que tendría lugar, según los anuncios locales, un Elimination Chamber Match con tal propósito. WWE planeaba que Roman Reigns, se proclamara como Campeón Universal en WrestleMania, y tuviera el gran reinado que aún no ha podido tener. Dada la Leucemia que pasó, el público ahora reacciona mucho mejor a su presencia.

Sin embargo, acabar el show con Roman Reigns derrotando a Bray Wyatt, podía ser una idea fatal. La gente quiere mucho más al monstruo enmascarado. Es posible que el efecto positivo de la Leucemia desapareciera. Entonces, WWE decidió que Goldberg derrotara a Wyatt en Arabia, y fuera él el objetivo del odio de los insatisfechos fans de Internet. Así pasó: por primera vez en su carrera, la gente odiaba a Goldberg.

El plan de WWE funcionó a la perfección. El día después de que esto ocurriera, Roman tuvo un careo con Bill, y sin que mediara lucha de por medio, se cerró el combate titular para WrestleMania. Reigns partía como favorito de los aficionados en una lucha titular.

Entonces, se intensificó la crisis del Coronavirus, y Roman Reigns decidió mantener la cuarentena, por el riesgo para su salud. Como hemos dicho, hace poco más de un año, Roman Reigns superó una Leucemia, y ha estimado que su situación es de riesgo. No conocemos exactamente qué tipo de Leucemia sufrió, pero sí que sabemos que lo del año pasado fue una recaída. Dependiendo del tipo de enfermedad que tenga, y del tratamiento y control seguidos, efectivamente, puede ser que su sistema inmune no esté al 100%, y que tenga nódulos linfáticos afectados, y en tanto que tal, toda precaución es poca.

WWE estuvo esperando hasta el último segundo, por si Roman cambiaba de opinión, y por eso, no trabajó en lo más mínimo ninguna historia alternativa. Así, Braun Strowman se presenta como sustituto en el combate titular, sin que haya una sola promo, un careo, ni un sólo vídeo en el que se comparen las carreras de campeón y aspirante. Es una pena que su proclamación como campeón ocurra así, y también es una pena para la imagen de Goldberg.

Ni siquiera se puede decir que Braun lo merezca, dentro del Kayfabe. Fuera de él, es obvio que Strowman lo tiene todo para ser una gran estrella de WWE, pero, en las historias llevadas a cabo por la empresa, lo último que ha hecho ha sido perder el Campeonato Intercontinental ante Sami Zayn. No es un gran mérito para luchar por el título principal de Smackdown. 

De hecho, Braun Strowman se acercaba, un año más, a un WrestleMania sin nada importante que hacer. El boxeador Tyson Fury, que tras su lucha en Arabia frente al Monster Among Men, volvió a triunfar en el mundo del boxeo, haciendo historia, al derrotar a Deontay Wilder y convertirse en Campeón Mundial WBC, ha confirmado que tenía previsto participar en WrestleMania. Es posible que hicieran algo juntos; si no enfrentarse, quizás sí hacer equipo.

El caso es que, entre Goldberg y Roman, teníamos una historia. Unos careos, unas palabras en los últimos días, e incluso algún encontronazo ya viejo en algún programa de RAW. En los últimos meses, incluso se pelearon por Twitter, cuando Roman, sin venir a cuento, hizo una comparación que no recuerdo, en la que dijo que algo así como "Es tan estúpido como golpearse la cabeza antes de salir al ring". Esto es una clara alusión a Bill, que hace eso mismo antes de cada salida al escenario, y que, en última instancia, le provocó una conmoción cerebral que estropeó su combate ante Undertaker.

Goldberg contestó, muy educadamente, que ese procedimiento le había permitido, durante toda su carrera, salir ahí fuera con el estado de animo apropiado, ánimo que podía contagiar al público fácilmente, produciendo unas reacciones maravillosas. Goldberg no se atrevió a  decirlo, pero yo sí: la crítica venía de alguien como Roman Reigns, a quién el público ha pitado toda la vida, y que ha necesitado una Leucemia para que dejen de hacerlo. Quizás debería aprender del veterano.

Pero ni Tyson Fury, ni Roman Reigns están en WrestleMania. Es un wrestleMania de mínimos, en el que, varias bajas, han tenido que ser suplidas por gente de NXT o... por nadie. Así, tenemos a Braun Strowman y a Goldberg llegando a un ring vació, sin historia, sin gente, sin nada. Goldberg consigue aplicar 4 veces el Spear, pero Braun sobrevive. Ahora es él el que consigue aplicar 4 veces el Running Power Slam, y gana. Su poder es mayor que el de la leyenda.

Poco más se podía esperar de esto, la verdad. Es un combate lógico. Uno ha demostrado que su técnica final es más poderosa que la del otro, así que ha ganado. Pero creo que WWE está abusando de este tipo de combates, en las luchas de Lesnar y de Goldberg.

Puntuación: **1/2

jueves, 9 de abril de 2020

The Undertaker vs AJ Styles, WWE WrestleMania 36




Es hora de comenzar a hablar de WrestleMania 36, el mayor evento del año en el mundo del wrestling, que en este 2020, ocurre en unas circunstancias muy particulares, únicas en la historia, y que, por tanto, es testimonio de su tiempo. Esto no sólo es historia del wrestling; es historia del mundo.

Ocurre a principios de abril de 2020, la gran semana anual del wrestling. Como cada año, eventos deportivos como la Super Bowl o el All Star de la NBA, tuvieron lugar con total normalidad, mientras una amenaza se cernía sobre el mundo entero: un virus nacido en china, se dice que transmitido, de alguna manera, de animales endémicos a humanos, se ha propagado como la pólvora a pesar de los esfuerzos de los países por contenerlo, que en la mayoría de los casos, han sido insuficientes, por el temor a las consecuencias económicas que acciones más contundentes podrían implicar sobre cada uno de los estados, y por la falta de colaboración entre los mismos.

Hoy en día, es tarde. El ser humano se defiende panza arriba sin demasiado éxito, mientras la enfermedad mata a miles de personas cada día. La principal arma que los gobiernos han encontrado para paliar su lentas medidas y la falta de colaboración de los miembros más mezquinos de sus sociedades, es encerrar a todos los humanos en sus respectivos hogares, a riesgo de que, si no los mata el virus, quizás lo haga el hambre.

En un contexto como este, parece casi trivial hablar de un banal espectáculo como el wrestling, pero el show debe continuar. Muchas empresas quebrarán, pues no pueden, desde hace un tiempo, llevar a cabo espectáculos en vivo. Empresas televisivas como WWE y AEW siguen en el aire con versiones de su programación muy disminuidas, realizando combates sin público que, obviamente, no funcionan, y bajo la sospecha de que las medidas de confinamiento que impongan los estados, pronto, harán imposible hasta grabar programas de la manera en que se está haciendo. 

De hecho, es comprensible que así sea. Ya hemos visto que Japón fue uno de los primeros países en tomar este tipo de acciones en el mundo. Todos los espectáculos cesaron, y la gente se metió en sus casas. 15 días después, volvieron a hacer vida normal, con excesiva celeridad. Pudimos ver, de hecho, unos cuantos shows de wrestling celebrados en el país. Como consecuencia de ello, nuevos brotes de coronavirus se dispararon. Demasiado pronto. Japón ha parado otra vez.

Aún así, estamos viendo cosillas. Hemos visto algunos eventos en estos días en Japón, vemos los programas grabados de Impact, MLW, AEW o WWE, y hemos podido ver algunos eventos sin público en México, que buscan abastecer a luchadores y promotores a través de las donaciones que los aficionados hacen telemáticamente. Pero, pronto, quizás ni esto tengamos.

El arte siempre ha convivido bien con las restricciones; con las restricciones morales, políticas o técnicas. Fiedrich Nietzsche nombró alguna vez al artista como un bailarín encadenado, poniendo en valor la manera en la que esas cadenas, esto es, esas restricciones, no hacen sino obligar al artista a innovar, a buscar soluciones, a hacer cosas nuevas. Eso es, en cierta medida, lo que ocurrió con WrestleMania.

WWE, por primera vez en su historia, dividió WrestleMania en dos noches. Ya había hecho, en su segunda edición, aquello de dividir wrestleMania en tres sedes, pero, al final, eran tres partes de un mismo evento. Esta vez, tenemos dos shows, que se justifican, por un lado, por la imposibilidad de realizar un NXT Takeover, un Hall of Fame, y otros productos que la empresa vende normalmente en el finde de WrestleMania, y, por otro lado, porque tenía muchas cosas preparadas para WrestleMania, y determinó que muchas horas seguidas de wrestling sin público podían ser insoportables.

Seguramente así sería. Los single matches sin público son muy sosos, aunque hay que decir que los combates normales en estos programas van mejorando poco a poco, hasta el punto de que hay varios bastante buenos. También se llevaron a cabo luchas titulares muy cortas, que no dieron pie a aburrir a nadie, y tres combates un poco fuera de lo habitual, que son los más interesantes.

Por un lado, tenemos el esperado enfrentamiento entre Edge y Randy Orton. Muchas luchas en estos shows tuvieron estipulaciones, que ayudaron mucho, y ese fue el caso de esta, que fue un Last Man Standing que recorrió todo el Performance Center, y que creo que no iba mal, si no fuera porque duró una eternidad innecesaria.

Además de esto, cada una de las partes del PPV tuvo un combate especial, un combate grabado previamente, con elementos de ficción cinematográfica muy interesantes. En ambos casos, no podremos darles nota como tal, como ocurrió con las luchas del Broken Universe de Matt Hardy, puesto que hay edición y producción más allá de las simples posibilidades deportivas de los competidores, así que no sería justo. Pero es importante reseñar las luchas, porque, oficialmente, son combates. De todos modos, aunque no podamos darles una nota que pueda considerarse definitiva por parte de este blog, podremos señalar una nota "no oficial", que, en realidad, tiene el mismo valor que la otra.

Vamos a hablar de Undertaker y AJ Styles. El match entre ellos gustó mucho, fue realmente genuino, y pasará a la historia. Me parece maravilloso que Undertaker, a estas alturas de su carrera, todavía haya podido participar en un momento como este, y que haya podido agrandar su leyenda una vez más. Porque, más allá de los grandes combates, que también son importantes, lo que más resuena en el subconsciente colectivo son los grandes momentos, las grandes historias, y Undertaker tiene, sin duda alguna, más momentos de este tipo que nadie, desde sus primeras rivalidades frente a Ultimate Warrior y Hulk Hogan, a los que introducía en una bolsa de cadáveres, hasta este match en un cementerio frente a AJ Styles, pasando por decenas de cosas increíbles, como la Hell in a Cell frente a Michaels; la jaula frente a Mankind en la que lo lanzó desde la parte superior en dos ocasiones; el momento en el que ahorcó a Big Bossman; el primer Casket Match frente a Yokozuna, en el que resucitó después de ser asesinado por muchos hombres; el primer Buried Alive Match, en el que fue enterrado vivo y acabó sacando la mano al final del show; su serie de combates frente a Shawn en WrestleMania; su serie de combates frente a Triple H en WrestleMania; sus rivalidades frente a Kane; el American Badass; sus rivalidades frente a Batista y Edge; el Streak en WrestleMania; y tantas cosas... Vaya carrera.

Pero, en los últimos años, se ha puesto en duda su capacidad, y eso le obsesiona. Es un hombre de vieja escuela, de los que todavía quieren dar buenos combates, y se esforzó mucho durante toda su vida por eliminar sus carencias, y mejorar en todos los aspectos de un luchador. Por eso, no quería retirarse con el mal sabor de boca que dejaron algunos de sus últimos combates.

A riesgo de no volver a luchar, se sometió a operaciones muy importantes. Volvió, físicamente, mejor que en mucho tiempo, pero, pronto, se topó en el ring con un Goldberg conmocionado que le dejó en ridículo. En cierta medida, pudo librarse de ese estigma, al tener un buen Tag Team Match en Extreme Rules 2019, pero, desde entonces, no hemos podido verle luchar, más allá del ChokeSlam que le aplicó a AJ en Super Showdown.

Se hablaba de que, este año, al fin, podríamos ver un Taker vs Sting, pero parece ser que el Deadman no quiso volver a exponerse a la posibilidad de hacer el ridículo. Quería tener un buen combate, y para eso, Kurt Angle le recomendó a AJ Styles.

El Deadman respeta a Angle. De hecho, siempre quiso enfrentarse al Campeón Olímpico en WrestleMania. Estuvo a punto de hacerlo en 2006, pero cambiaron los planes, pasando la lucha entre ellos a No Way Out. El resultado fue una de las mejores batallas en la carrera de ambos. Ahora, Angle le ha recomendado al fenómeno un match frente al fenomenal, para, así, volver a la senda del buena hacer.

Undertaker no tendrá, al menos por ahora, la posibilidad de tener un combate en tales circunstancias. No podrá dar una lucha normal, en la que probar, fuera de toda duda, que está en buena forma. Pero ha tenido este interesante combate, en el que, más allá de la parte física, que es más fácil de esconder, puede demostrar que es un enorme contador de historias. Quizás, WWE debería aprovechar la coyuntura, para realizar, ahora sí, su rivalidad frente a Sting, dentro de este formato. Podría ser genial, aunque ambos luchadores, por su edad, están ya casi en grupo de riesgo, así que no es muy conveniente hacerlos salir de sus mansiones.

La rivalidad entre AJ y Taker no ha estado mal, y ha dado pie al retorno del American Bad Ass. Styles la ha centrado mucho en la transformación del Enterrador en los últimos años, en el abandono de su personaje, para comportarse como una persona normal, poner selfies en Instagram, etc. De esto, AJ Styles culpa a la mujer del Taker, la luchadora Michelle McCool.

Me gusta esta historia, porque estoy de acuerdo con lo que dice Styles. Y si ha sido promovida en WWE, es porque, seguramente, hay gente en la empresa que comparte esa opinión. En los últimos años, ese gran trabajo que había hecho Undertaker durante toda su vida, de mantenerse siempre en el Kayfabe, de no salir de ahí, ha sido tirado por tierra, principalmente, por las necesidades de su mujer de llamar la atención, de tener redes sociales como todas las figuras públicas, y compartir soplapolleces para tener muchos fans. Encima, ha metido al Taker en eso, un tipo que tiene 20 años más que ella, que ahora incluso twittea fuera del kayfabe. 

Taker realizó una promo realmente buena, en el programa de RAW previo a WrestleMania. Edge dice que su promo no fue guionizada, que dijo lo que quiso, y es probable que Undertaker hiciera lo mismo. A ambos se les vio muy naturales. 

Mientras que Styles defiende que el Enterrador no es lo que fue, que está mayor, que ha perdido toda la grandeza de su personaje mágico, para caer en esa banalización gracias a su mujer, Taker dice que Styles es un cobarde, que pudo estar en WWE mucho antes, pero esperó. Esperó a que se fueran todos los grandes: Austin, The Rock etc, porque les temía. Pero Undertaker todavía está aquí, y va a hacer pagar a Styles haber faltado al respeto a su mujer.

Se dice que las palabras de Undertaker pudieron ser un poco hirientes para el backstage, dado que, a su manera, menospreció a las estrellas actuales, en favor de las leyendas de otros tiempos, algo que, por otro lado, hace WWE a todas horas. La promo fue natural, estuvo bien, y, además, forma parte de ese regreso del American Bad Ass, que se confirma con la llegada en moto del Undertaker al cementerio donde tiene lugar su batalla frente a AJ Styles.

Como digo, esto es una película, más que un combate de wrestling, pero las acciones, la mayor parte del tiempo, pueden considerarse lucha. No tengo claro que haya cortes entre escena y escena, y los efectos especiales que se producen, son muy físicos, son parecidos a los que tienen lugar en las arenas en directo, cuando Undertaker o Kane, hacen "su magia". Aún así, es más que probable que haya elementos introducidos más allá del mérito de los luchadores.

Llega un coche fúnebre al lugar. Se saca un féretro, con la marcha funebre del Undertaker de fondo, y de él, sale AJ, riendo, burlesco. De fondo, escucha la Harley del de su rival. La producción enfoca a la carretera, con un plano alto, y vemos a la leyenda llegar en su moto.

Como decía, este combate sigue la línea de narrativa de ficción en la lucha, que marcaron previamente Lucha Underground, o Matt Hardy, tanto en TNA como en su rivalidad con Bray Wyatt en WWE. Pero el nivel de esto es muy superior, todo es muy profesional, de mucho nivel. Está muy bien hecho, y la aportación de los luchadores, en los diálogos que se entablan, sin guión alguno, aporta mucho a la historia.

Los luchadores brawlean por los escenarios, y sobre los coches. Taker pega un golpe, que es esquivado por su oponente, lo que provoca que reviente la ventanilla de un coche, hiriéndose en el brazo. También Styles sale mal parado, pues parece que se rompe un dedo al golpear a su rival.

Esto es un Boneyard Match, pero para ganar, la cosa funciona de la misma manera que en un Buried Alive Match. Creo que el cambio de nombre responde a la situación sensible por el número de muertos que hay como resultado de la pandemia del COVID-19. Junto a la zanja cavada para el correspondiente cadáver, hay una excavadora, para lanzar la arena. El Enterrador lanza a Styles al agujero, pero no puede echarle la arena encima, porque llegan los lacayos de The Original Club.

Luke Gallows y Karl Anderson juegan su importante papel aquí también. Su entrada ocurre con un cambio musical muy interesante. Como digo, la producción es notable. Se enciende una luz en un establo, y de él sale un montón de hombres encapuchados, para enfrentarse a Undertaker. No son muy fuertes, pero resultan una buena distracción para que el tag team de calvos ataque al veterano gigante. Ahora es Styles el que llega por la espalda, para romperle un ladrillo en la cabeza al Taker.

Tanto la gesticulación como las palabras que sueltan ambos son muy buenas. Styles le pregunta a Taker por Michelle, le llama viejo y le dice que no se levante, mientras que este le llama "hijo", e "hijo de perra", y le recuerda que está luchando con un viejo acabado, irónicamente.

Styles se burla de su oponente, de su edad, de lo que ha sido de él. Debe hacerle un favor al mundo, dice, y desaparecer, puesto que ya no es lo que era, todo el poder del antiguo Enterrador ha desaparecido. Le pega con una pala, y cae al agujero.

AJ arranca la excavadora, para lanzar la arena, pero, a su espalda, aparece una luz, y de ella, sale el Enterrador. Esto es interesantísimo, y se refuerza cuando Undertaker invoca, momentos después, unas llamas. Parte de esta historia es que Undertaker ha perdido su magia, que sólo es un hombre viejo, que pone fotitos y tonterías en Instagram, por culpa de su mujer. Pero, con estas acciones, Undertaker demuestra que sigue siendo un ser mágico.

En el tejado del establo, Undertaker lucha contra The Original Club. Lanza a Gallows por los aires, y aplica Tombstone Piledriver sobre Anderson. Se enfrenta a AJ, y lo lanza con un ChokeSlam hacia abajo, a unos 3 metros de altura.

Undertaker sigue hablando. Le pide a AJ que vuelva a nombrar a su mujer. Le pregunta si recuerda su nombre. Le recuerda que ha puesto en duda su legado. Lo coge en brazos, lo trata con condescendencia. Mientras AJ pide perdón, él le pregunta qué es lo que siente. Le dice que sea un hombre, le mesa el cabello, y le da un abrazo. Le da la espalda y finge irse, pero vuelve, le pega un Big Boot, lanzándolo al hoyo. Se sube a la excavadora, y lanza la arena. Tan solo una mano sobresale del montón, que recuerda a la del propio Taker en el Buried Alive Match que disputó en su día frente a Mankind.

Undertaker descubre la lápida, en la que está escrito el nombre de su derrotado rival. Se sube a su moto, y mientras suena su música y salen llamas del establo, se va.

Grandísimo combate. No sé si es un combate de wrestling, aunque me consta que la mayor parte de las acciones son legítimas, y están hechas bajo las reglas del wrestling, si bien en un decorado muy preparado, y con una producción audiovisual muy importante. Creo, eso sí, que tiene menos cosas ilegítimas que las luchas de Matt Hardy en el Broken Universe, que parece que volverá próximamente en AEW.

No puedo poner nota al match, por ese nivel de posproducción, pero puedo decir que, si se la pusiera, seguramente le daría unas ****1/2. Por todo lo mencionado, por el storytelling, y por la psicología mostrada por los luchadores, hablando y reforzando la historia con sus diálogos, me parece un producto maravilloso.

Puntuación: -