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jueves, 9 de abril de 2020

The Undertaker vs AJ Styles, WWE WrestleMania 36




Es hora de comenzar a hablar de WrestleMania 36, el mayor evento del año en el mundo del wrestling, que en este 2020, ocurre en unas circunstancias muy particulares, únicas en la historia, y que, por tanto, es testimonio de su tiempo. Esto no sólo es historia del wrestling; es historia del mundo.

Ocurre a principios de abril de 2020, la gran semana anual del wrestling. Como cada año, eventos deportivos como la Super Bowl o el All Star de la NBA, tuvieron lugar con total normalidad, mientras una amenaza se cernía sobre el mundo entero: un virus nacido en china, se dice que transmitido, de alguna manera, de animales endémicos a humanos, se ha propagado como la pólvora a pesar de los esfuerzos de los países por contenerlo, que en la mayoría de los casos, han sido insuficientes, por el temor a las consecuencias económicas que acciones más contundentes podrían implicar sobre cada uno de los estados, y por la falta de colaboración entre los mismos.

Hoy en día, es tarde. El ser humano se defiende panza arriba sin demasiado éxito, mientras la enfermedad mata a miles de personas cada día. La principal arma que los gobiernos han encontrado para paliar su lentas medidas y la falta de colaboración de los miembros más mezquinos de sus sociedades, es encerrar a todos los humanos en sus respectivos hogares, a riesgo de que, si no los mata el virus, quizás lo haga el hambre.

En un contexto como este, parece casi trivial hablar de un banal espectáculo como el wrestling, pero el show debe continuar. Muchas empresas quebrarán, pues no pueden, desde hace un tiempo, llevar a cabo espectáculos en vivo. Empresas televisivas como WWE y AEW siguen en el aire con versiones de su programación muy disminuidas, realizando combates sin público que, obviamente, no funcionan, y bajo la sospecha de que las medidas de confinamiento que impongan los estados, pronto, harán imposible hasta grabar programas de la manera en que se está haciendo. 

De hecho, es comprensible que así sea. Ya hemos visto que Japón fue uno de los primeros países en tomar este tipo de acciones en el mundo. Todos los espectáculos cesaron, y la gente se metió en sus casas. 15 días después, volvieron a hacer vida normal, con excesiva celeridad. Pudimos ver, de hecho, unos cuantos shows de wrestling celebrados en el país. Como consecuencia de ello, nuevos brotes de coronavirus se dispararon. Demasiado pronto. Japón ha parado otra vez.

Aún así, estamos viendo cosillas. Hemos visto algunos eventos en estos días en Japón, vemos los programas grabados de Impact, MLW, AEW o WWE, y hemos podido ver algunos eventos sin público en México, que buscan abastecer a luchadores y promotores a través de las donaciones que los aficionados hacen telemáticamente. Pero, pronto, quizás ni esto tengamos.

El arte siempre ha convivido bien con las restricciones; con las restricciones morales, políticas o técnicas. Fiedrich Nietzsche nombró alguna vez al artista como un bailarín encadenado, poniendo en valor la manera en la que esas cadenas, esto es, esas restricciones, no hacen sino obligar al artista a innovar, a buscar soluciones, a hacer cosas nuevas. Eso es, en cierta medida, lo que ocurrió con WrestleMania.

WWE, por primera vez en su historia, dividió WrestleMania en dos noches. Ya había hecho, en su segunda edición, aquello de dividir wrestleMania en tres sedes, pero, al final, eran tres partes de un mismo evento. Esta vez, tenemos dos shows, que se justifican, por un lado, por la imposibilidad de realizar un NXT Takeover, un Hall of Fame, y otros productos que la empresa vende normalmente en el finde de WrestleMania, y, por otro lado, porque tenía muchas cosas preparadas para WrestleMania, y determinó que muchas horas seguidas de wrestling sin público podían ser insoportables.

Seguramente así sería. Los single matches sin público son muy sosos, aunque hay que decir que los combates normales en estos programas van mejorando poco a poco, hasta el punto de que hay varios bastante buenos. También se llevaron a cabo luchas titulares muy cortas, que no dieron pie a aburrir a nadie, y tres combates un poco fuera de lo habitual, que son los más interesantes.

Por un lado, tenemos el esperado enfrentamiento entre Edge y Randy Orton. Muchas luchas en estos shows tuvieron estipulaciones, que ayudaron mucho, y ese fue el caso de esta, que fue un Last Man Standing que recorrió todo el Performance Center, y que creo que no iba mal, si no fuera porque duró una eternidad innecesaria.

Además de esto, cada una de las partes del PPV tuvo un combate especial, un combate grabado previamente, con elementos de ficción cinematográfica muy interesantes. En ambos casos, no podremos darles nota como tal, como ocurrió con las luchas del Broken Universe de Matt Hardy, puesto que hay edición y producción más allá de las simples posibilidades deportivas de los competidores, así que no sería justo. Pero es importante reseñar las luchas, porque, oficialmente, son combates. De todos modos, aunque no podamos darles una nota que pueda considerarse definitiva por parte de este blog, podremos señalar una nota "no oficial", que, en realidad, tiene el mismo valor que la otra.

Vamos a hablar de Undertaker y AJ Styles. El match entre ellos gustó mucho, fue realmente genuino, y pasará a la historia. Me parece maravilloso que Undertaker, a estas alturas de su carrera, todavía haya podido participar en un momento como este, y que haya podido agrandar su leyenda una vez más. Porque, más allá de los grandes combates, que también son importantes, lo que más resuena en el subconsciente colectivo son los grandes momentos, las grandes historias, y Undertaker tiene, sin duda alguna, más momentos de este tipo que nadie, desde sus primeras rivalidades frente a Ultimate Warrior y Hulk Hogan, a los que introducía en una bolsa de cadáveres, hasta este match en un cementerio frente a AJ Styles, pasando por decenas de cosas increíbles, como la Hell in a Cell frente a Michaels; la jaula frente a Mankind en la que lo lanzó desde la parte superior en dos ocasiones; el momento en el que ahorcó a Big Bossman; el primer Casket Match frente a Yokozuna, en el que resucitó después de ser asesinado por muchos hombres; el primer Buried Alive Match, en el que fue enterrado vivo y acabó sacando la mano al final del show; su serie de combates frente a Shawn en WrestleMania; su serie de combates frente a Triple H en WrestleMania; sus rivalidades frente a Kane; el American Badass; sus rivalidades frente a Batista y Edge; el Streak en WrestleMania; y tantas cosas... Vaya carrera.

Pero, en los últimos años, se ha puesto en duda su capacidad, y eso le obsesiona. Es un hombre de vieja escuela, de los que todavía quieren dar buenos combates, y se esforzó mucho durante toda su vida por eliminar sus carencias, y mejorar en todos los aspectos de un luchador. Por eso, no quería retirarse con el mal sabor de boca que dejaron algunos de sus últimos combates.

A riesgo de no volver a luchar, se sometió a operaciones muy importantes. Volvió, físicamente, mejor que en mucho tiempo, pero, pronto, se topó en el ring con un Goldberg conmocionado que le dejó en ridículo. En cierta medida, pudo librarse de ese estigma, al tener un buen Tag Team Match en Extreme Rules 2019, pero, desde entonces, no hemos podido verle luchar, más allá del ChokeSlam que le aplicó a AJ en Super Showdown.

Se hablaba de que, este año, al fin, podríamos ver un Taker vs Sting, pero parece ser que el Deadman no quiso volver a exponerse a la posibilidad de hacer el ridículo. Quería tener un buen combate, y para eso, Kurt Angle le recomendó a AJ Styles.

El Deadman respeta a Angle. De hecho, siempre quiso enfrentarse al Campeón Olímpico en WrestleMania. Estuvo a punto de hacerlo en 2006, pero cambiaron los planes, pasando la lucha entre ellos a No Way Out. El resultado fue una de las mejores batallas en la carrera de ambos. Ahora, Angle le ha recomendado al fenómeno un match frente al fenomenal, para, así, volver a la senda del buena hacer.

Undertaker no tendrá, al menos por ahora, la posibilidad de tener un combate en tales circunstancias. No podrá dar una lucha normal, en la que probar, fuera de toda duda, que está en buena forma. Pero ha tenido este interesante combate, en el que, más allá de la parte física, que es más fácil de esconder, puede demostrar que es un enorme contador de historias. Quizás, WWE debería aprovechar la coyuntura, para realizar, ahora sí, su rivalidad frente a Sting, dentro de este formato. Podría ser genial, aunque ambos luchadores, por su edad, están ya casi en grupo de riesgo, así que no es muy conveniente hacerlos salir de sus mansiones.

La rivalidad entre AJ y Taker no ha estado mal, y ha dado pie al retorno del American Bad Ass. Styles la ha centrado mucho en la transformación del Enterrador en los últimos años, en el abandono de su personaje, para comportarse como una persona normal, poner selfies en Instagram, etc. De esto, AJ Styles culpa a la mujer del Taker, la luchadora Michelle McCool.

Me gusta esta historia, porque estoy de acuerdo con lo que dice Styles. Y si ha sido promovida en WWE, es porque, seguramente, hay gente en la empresa que comparte esa opinión. En los últimos años, ese gran trabajo que había hecho Undertaker durante toda su vida, de mantenerse siempre en el Kayfabe, de no salir de ahí, ha sido tirado por tierra, principalmente, por las necesidades de su mujer de llamar la atención, de tener redes sociales como todas las figuras públicas, y compartir soplapolleces para tener muchos fans. Encima, ha metido al Taker en eso, un tipo que tiene 20 años más que ella, que ahora incluso twittea fuera del kayfabe. 

Taker realizó una promo realmente buena, en el programa de RAW previo a WrestleMania. Edge dice que su promo no fue guionizada, que dijo lo que quiso, y es probable que Undertaker hiciera lo mismo. A ambos se les vio muy naturales. 

Mientras que Styles defiende que el Enterrador no es lo que fue, que está mayor, que ha perdido toda la grandeza de su personaje mágico, para caer en esa banalización gracias a su mujer, Taker dice que Styles es un cobarde, que pudo estar en WWE mucho antes, pero esperó. Esperó a que se fueran todos los grandes: Austin, The Rock etc, porque les temía. Pero Undertaker todavía está aquí, y va a hacer pagar a Styles haber faltado al respeto a su mujer.

Se dice que las palabras de Undertaker pudieron ser un poco hirientes para el backstage, dado que, a su manera, menospreció a las estrellas actuales, en favor de las leyendas de otros tiempos, algo que, por otro lado, hace WWE a todas horas. La promo fue natural, estuvo bien, y, además, forma parte de ese regreso del American Bad Ass, que se confirma con la llegada en moto del Undertaker al cementerio donde tiene lugar su batalla frente a AJ Styles.

Como digo, esto es una película, más que un combate de wrestling, pero las acciones, la mayor parte del tiempo, pueden considerarse lucha. No tengo claro que haya cortes entre escena y escena, y los efectos especiales que se producen, son muy físicos, son parecidos a los que tienen lugar en las arenas en directo, cuando Undertaker o Kane, hacen "su magia". Aún así, es más que probable que haya elementos introducidos más allá del mérito de los luchadores.

Llega un coche fúnebre al lugar. Se saca un féretro, con la marcha funebre del Undertaker de fondo, y de él, sale AJ, riendo, burlesco. De fondo, escucha la Harley del de su rival. La producción enfoca a la carretera, con un plano alto, y vemos a la leyenda llegar en su moto.

Como decía, este combate sigue la línea de narrativa de ficción en la lucha, que marcaron previamente Lucha Underground, o Matt Hardy, tanto en TNA como en su rivalidad con Bray Wyatt en WWE. Pero el nivel de esto es muy superior, todo es muy profesional, de mucho nivel. Está muy bien hecho, y la aportación de los luchadores, en los diálogos que se entablan, sin guión alguno, aporta mucho a la historia.

Los luchadores brawlean por los escenarios, y sobre los coches. Taker pega un golpe, que es esquivado por su oponente, lo que provoca que reviente la ventanilla de un coche, hiriéndose en el brazo. También Styles sale mal parado, pues parece que se rompe un dedo al golpear a su rival.

Esto es un Boneyard Match, pero para ganar, la cosa funciona de la misma manera que en un Buried Alive Match. Creo que el cambio de nombre responde a la situación sensible por el número de muertos que hay como resultado de la pandemia del COVID-19. Junto a la zanja cavada para el correspondiente cadáver, hay una excavadora, para lanzar la arena. El Enterrador lanza a Styles al agujero, pero no puede echarle la arena encima, porque llegan los lacayos de The Original Club.

Luke Gallows y Karl Anderson juegan su importante papel aquí también. Su entrada ocurre con un cambio musical muy interesante. Como digo, la producción es notable. Se enciende una luz en un establo, y de él sale un montón de hombres encapuchados, para enfrentarse a Undertaker. No son muy fuertes, pero resultan una buena distracción para que el tag team de calvos ataque al veterano gigante. Ahora es Styles el que llega por la espalda, para romperle un ladrillo en la cabeza al Taker.

Tanto la gesticulación como las palabras que sueltan ambos son muy buenas. Styles le pregunta a Taker por Michelle, le llama viejo y le dice que no se levante, mientras que este le llama "hijo", e "hijo de perra", y le recuerda que está luchando con un viejo acabado, irónicamente.

Styles se burla de su oponente, de su edad, de lo que ha sido de él. Debe hacerle un favor al mundo, dice, y desaparecer, puesto que ya no es lo que era, todo el poder del antiguo Enterrador ha desaparecido. Le pega con una pala, y cae al agujero.

AJ arranca la excavadora, para lanzar la arena, pero, a su espalda, aparece una luz, y de ella, sale el Enterrador. Esto es interesantísimo, y se refuerza cuando Undertaker invoca, momentos después, unas llamas. Parte de esta historia es que Undertaker ha perdido su magia, que sólo es un hombre viejo, que pone fotitos y tonterías en Instagram, por culpa de su mujer. Pero, con estas acciones, Undertaker demuestra que sigue siendo un ser mágico.

En el tejado del establo, Undertaker lucha contra The Original Club. Lanza a Gallows por los aires, y aplica Tombstone Piledriver sobre Anderson. Se enfrenta a AJ, y lo lanza con un ChokeSlam hacia abajo, a unos 3 metros de altura.

Undertaker sigue hablando. Le pide a AJ que vuelva a nombrar a su mujer. Le pregunta si recuerda su nombre. Le recuerda que ha puesto en duda su legado. Lo coge en brazos, lo trata con condescendencia. Mientras AJ pide perdón, él le pregunta qué es lo que siente. Le dice que sea un hombre, le mesa el cabello, y le da un abrazo. Le da la espalda y finge irse, pero vuelve, le pega un Big Boot, lanzándolo al hoyo. Se sube a la excavadora, y lanza la arena. Tan solo una mano sobresale del montón, que recuerda a la del propio Taker en el Buried Alive Match que disputó en su día frente a Mankind.

Undertaker descubre la lápida, en la que está escrito el nombre de su derrotado rival. Se sube a su moto, y mientras suena su música y salen llamas del establo, se va.

Grandísimo combate. No sé si es un combate de wrestling, aunque me consta que la mayor parte de las acciones son legítimas, y están hechas bajo las reglas del wrestling, si bien en un decorado muy preparado, y con una producción audiovisual muy importante. Creo, eso sí, que tiene menos cosas ilegítimas que las luchas de Matt Hardy en el Broken Universe, que parece que volverá próximamente en AEW.

No puedo poner nota al match, por ese nivel de posproducción, pero puedo decir que, si se la pusiera, seguramente le daría unas ****1/2. Por todo lo mencionado, por el storytelling, y por la psicología mostrada por los luchadores, hablando y reforzando la historia con sus diálogos, me parece un producto maravilloso.

Puntuación: -

miércoles, 11 de abril de 2018

The Undertaker vs John Cena, WWE WrestleMania 34




Tenía un hype enorme por ver la lucha entre Undertaker y John Cena. Pero, una vez más, Vince ha jugado con mis sentimientos de fanboy. No aprendo nunca.

Hace años que todos queríamos ver una lucha entre Undertaker y John Cena en WrestleMania. Era una de esas combinaciones que, en nuestra mente, se veía como un gran combate. Pero, con el tiempo, pareció difuminarse esa opción.

Como Triple H, pero con un poco menos de poder, Cena ha tenido la ilusión en los últimos años, de tener grandes batallas en WrestleMania. Pero, mientras que Hunter se ha quedado con las luchas frente a Taker, Lesnar, BryanSting, Rousey o los Shields, tras su rivalidad ante The Rock, Cena ha estado en feudos secundarios en el gran evento anual de la empresa. Ya el año pasado, en alguna promo, comentó que, si de él dependiera, lucharía frente a Taker en WrestleMania, pero le tocó la pedida de mano a su novia, aunque aún no se sabe nada de una boda entre ellos.

La lucha entre Undertaker y Cena en WrestleMania, debía hacerse. Pero también debía hacerse la de Taker y Sting, y luego, nada de nada. El año pasado, cuando el Hombre Muerto dejó su sombrero en el ring tras su lucha en WrestleMania frente a Roman Reigns, todos dimos por sentado que esa había sido su última lucha.

Pero, a medida que fueron pasando los meses, iban aumentando las posibilidades de que no fuera así. Si Undertaker se retiraba, algo tenía que decir la empresa al respecto. Y, cuando se anunció la exaltación de Goldberg al Salón de la Fama, también quedó claro que Taker no entraría en él por ahora. 

En 2017, Undertaker luchó dos veces: la primera en Royal Rumble, y la segunda, en el citado main event del mayor evento del año. En la batalla real, le vimos ser eliminado sin poder doblar, ni siquiera, las rodillas. Su estado físico era un desastre. Y, aunque me gustó la historia que contaron Reigns y él en WrestleMania, también en ese evento se denotó que ya no estaba para estos trotes. Undertaker lo sabía, y por eso decidió retirarse, aunque la decisión no era definitiva. Poco después del PPV, se sometió a una cirugía bastante importante. Su mejoría es patente, como hemos visto en su lucha contra Cena, y deja abierta la posibilidad de que participe en más combates este año.

A medida que se iba acercando, de nuevo, la época de WrestleMania, se volvió a especular con una lucha entre John Cena y The Undertaker. Pero no llegamos a estar seguros de si esto pasaría o no hasta que lo vimos con nuestros propios ojos en el evento. Primero, John Cena intentó ganar el Royal Rumble y conseguir una plaza en WrestleMania. Falló, como también falló a la hora de ganar el Elimination Chamber.

Cena dejó claro en televisión que lo que él quería era enfrentarse con el Enterrador, pero que eso era imposible, así que volvería a luchar por una plaza en el PPV en la lucha grupal por el WWE Championship de Fastlane. Volvió a ser derrotado. Así que, como ya no había otra opción, volvió a insistir en el que era su sueño, y el de muchos fans: luchar contra Undertaker en WrestleMania.

El 16 veces campeón realizó varias promos de gran calidad, en las que llamaba a Undertaker cobarde. Le echaba en cara su ego, su egoísmo, su miedo a no ser capaz de luchar bien. Pero este ego aún se podía ver en los vídeos que subía su esposa, Michelle McCool, de los dos entrenando. ¿Qué intentaba demostrar?

Cena llegó a decir que Undertaker no tenía pelotas. Su hermano de la destrucción, Kane, apareció en Raw para defender el honor de Taker, pero fue derrotado por el antiguo rapero, sin que Undertaker hiciera acto de aparición. Finalmente, Cena aceptó acudir al evento como fan, y desde el Kickoff, lo vimos en las gradas, divirtiéndose como el resto de la fanaticada.

Undertaker no aparecía en ninguna pancarta ni poster promocional, hasta la última semana del evento. Entre todas las luchas anunciadas, aparecía una casilla para Taker y Cena, con la pregunta sobre si el primero aceptaría el reto del segundo. En muchas webs se llegó a especular sobre si la lucha se llevaría a cabo al final o no, o si, simplemente, el Enterrador aparecería para aceptar el reto de cara a otro momento.

Pero creo que esa opción no habría sido viable. Si se hubiera especulado con la posibilidad de que Undertaker luchara, y luego no hubiera sido así, el público habría acabado demasiado decepcionado para lo que vendría después en el show, que ya de por sí, fue bastante complicadito desde el punto de vista del control de las emociones de los aficionados. Asimismo, si se hubiera anunciado la lucha, y luego hubiéramos tenido, como así fue, un squash, la gente habría acabado más enfadada aún. Eso explica el extraño trato que se le ha dado a la rivalidad, que, en cualquier caso, nos ha mantenido nerviosos hasta el último minuto.

Aunque los fans que se concentraron en New Orleans disfrutaron con la aparición de Undertaker, yo acabé bastante decepcionado, porque lo que quería, sobre todo, era una gran lucha entre ambos. Como digo, desde el comienzo del espectáculo, Cena estaba en las gradas, viendo las acciones. Pero, en un momento dado, fue avisado por un referee, y salió corriendo para los vestuarios. Había novedades sobre Undertaker. 

Un par de combates después, Cena aparecía, con su equipo de luchador, esperando a su rival. Las luces se apagaron, pero el que apareció fue Elias, cantando y diciendo sus tonterías. Cena lo quitó de en medio con una buena paliza.

Pero, después de eso, más cosas pasaron. Las luces se apagaron, y la gente se puso muy nerviosa. La ropa de Undertaker apareció en el ring, de la misma manera en que la había dejado un año antes. Un rayo cayó sobre el ring, y de nuevo, desapareció la ropa. Undertaker volvía tras el retiro. Sonó el gong. Tenemos lucha.

John Cena vende su miedo y estupefacción todo el tiempo. Lo hace muy bien, y eso justifica, más o menos, su humillante derrota. Aparece Undertaker, de nuevo, con el pelo largo. Su musculatura ha mejorado, y ha perdido volumen en su zona abdominal. Estaba demasiado gordo. Nada más empezar el combate, se lanza como un loco, corriendo mucho. Recordemos que el año pasado apenas podía andar.

Undertaker aplica todos los movimientos que a él le gustan: Flying Clothesline, Old Shool, y su combo de Snake Eyes + Bog Boot + Leg Drop. Es muy importante, porque hace tiempo que no podía aplicar el Snake Eyes correctamente, y el Old School era truncado siempre por sus rivales, quizás, porque no podía hacerlo. Cena intenta un comeback con su "You can't See Me", pero es recibido por un ChokeSlam, seguido de un Tombstone para finalizar la batalla. El gesto de miedo de Cena cuando Undertaker se levanta de su modo tradicional es fantástico.

Pero esto es un Squash. Al terminar, Cole dice que Undertaker vuelve "más fuerte que nunca". Y las cosas no se dicen sin razón. ¿Cuál es el motivo de que la lucha acabara siendo un squash?

Puede ser que, como ya había mucho material para WrestleMania, se decidiera hacer la lucha de esta manera, y guardar el gran combate anual del Enterrador para más adelante. Recordemos que, este año, WWE tiene que llenar un estadio de 60.000 personas en Arabia; y un estadio de 100.000 en Australia. Son dos hitos, y seguro que se necesitará al Enterrador para atraer a los fans. Puede que, teniendo en cuenta que en WrestleMania teníamos el debut de Ronda Rousey, la vuelta de Daniel Bryan, y muchas más cosas, se estimara que WWE se podía ahorrar ese tiempo y el dinero que cuesta un gran combate de Undertaker para más adelante.

También puede ser que se haya fijado esa forma de ganar para demostrar lo fuerte que está Undertaker para el futuro. Yo espero que sólo sea el princio de una rivalidad entre los dos luchadores. Si, finalmente, Undertaker no volviera hasta WrestleMania 35, y no volviera a luchar con Cena, me sentiría muy decepcionado.

Puntuación: *3/4

martes, 25 de abril de 2017

Roman Reigns vs The Undertaker, WWE WrestleMania 33




He intentado posponer la revisión de esta lucha, la que será posiblemente la última en la carrera de Undertaker. Me quedé dormido mientras veía WrestleMania 33 en directo. Por algún motivo, no soporté despierto a las 5 de la mañana la lucha entre Bray Wyatt y Randy Orton. Por eso, no había visto la lucha entre Undertaker y Roman Reigns hasta ahora.

Lo que había leído sobre la lucha era casi todo muy negativo. Pero no le daba mucho valor a esas críticas, dado que una victoria de Reigns sobre el Deadman va a ser vista con odio por cualquiera. Los críticos que han podido ver esto con menos prejuicios, o aquellos que no odian tanto a Roman, la han tenido en mejor consideración, así que no soy tan pesimista. En todo caso, lo importante es que la vea yo mismo, porque de las opiniones ajenas no puedo fiarme.

Por lo que se ha sabido, y por lo que se hablaba a principios de año, la idea original en WWE era que Undertaker derrotara a AJ Styles en Royal Rumble, y se convirtiera en campeón de WWE. Posteriormente, perdería el campeonato en Elimination Chamber, siendo eliminado de la jaula por John Cena, lo que llevaría a las dos leyendas a tener una batalla en el gran evento del año en WWE. Por otro lado, The Miz pelearía con Shinsuke Nakamura en WrestleMania con el título Intercontinental en juego. Vamos, que todo era bueno. Pero a alguien, posiblemente Kevin Dunn, se le ocurrió la historia de que Cena pidiera en matrimonio a Nikki Bella, quizás para ayudar a los ratings de Total Divas, que, en realidad, aún así siguen cayendo en picado. En consecuencia, el Enterrador se quedó con un nuevo rival, que era Roman Reigns.

Esta decisión destruyó una cartelera que hubiera sido espectacular, y hubiéramos tenido dos grandes batallas de Undertaker antes de su retiro. Pero no vale de nada lamentarse. WrestleMania no a estado tan mal, hay muchas luchas buenas, como se puede extrapolar de los reviews que he hecho últimamente. Pero Undertaker merecía más para acabar su carrera.

Roman Reigns es el nueva Ace de la empresa, y este es su tercer main event consecutivo en WrestleMania. Después de vencer a Braun Strowman y a Undertaker, tan solo le quedará por delante Brock Lesnar, para confirmarse como el más poderoso del cotarro. Y de eso va, en realidad la rivalidad. Reigns eliminó a Undertaker en Royal Rumble, y afirma que este es su cortijo ahora, que Undertaker es el pasado. Este quiere demostrar que sigue siendo el que manda aquí

No me parece muy justo eso, porque Undertaker nunca ha jugado ese papel. Quieren vender esto como un cambio generacional, y sería normal en un Reigns vs Cena, pero no con Undertaker, que  no es de la generación anterior, sino que es de hace 3 generaciones, y por tanto, dada su avanzada edad, no puede quedar creíble en una batalla de poder a poder. Por otro lado, el nunca ha sido el Ace de la compañía, nunca ha acumulado grandes victorias y títulos, sino que siempre se ha dedicado a contar historias secundarias, y a elevar a talentos nuevos. 

Pero, a pesar de que la historia no concuerda con la realidad, es buena. Undertaker se describe como el ser invencible de la empresa en el pasado, y Roman es ahora el que manda. Es la historia que se quiere contar, y se cuenta, de una forma notable. Undertaker comienza atacando sin piedad, y en varias ocasiones, lanza a Roman por encima de la tercera, haciendo referencia a su eliminación del rumble, y declarando, explícitamente, que es el rey del patio.

Tenemos, posteriormente, un duelo de golpes en la cara, de muy vieja escuela. Taker lanza puñetazos, patadas, y hace su famoso combo de Snake Eyes + Big Boot + Leg Drop. Roman usa sus patadas en la esquina del ring, y sus Superman Punch. Asimismo, en un nuevo intento de patada en el filo, es recibido con un puñetazo brutal.

Undertaker golpea la cabeza de Reigns contra las mesas de comentaristas, y aplica un ChokeSlam ahí. Cuando va a por un tombstone, se traga una lanza, rompiendo la mesa con su espalda. Por suerte, aquí no hay descalificación, no hay count out, así que tiene tiempo de sobra para volver al ring. 

Entran en juego las sillas. Taker las usa para atacar brutalmente a su rival, y consigue aplicar un Tombstone. Reigns sobrevive, y Taker se lamenta, porque sabe que le queda poco tiempo. Las fuerzas le abandonan. Roman escapa de una nueva tumba, e intenta reversarla, pero Undertaker no es físicamente capaz de hacer el movimiento. Es un botch, pero tiene sentido dentro de esta historia. Taker no es capaz de luchar como antes, y Reigns es el nuevo rey del patio.

Taker se arrastra para coger de nuevo la silla, pero Roman la bloquea con el pié, en una imagen de impotencia del Enterrador que lo dice todo. Roman comienza a lanzar Spear tras Spear, mientras el cansado, viejo e impotente Undertaker se empeña en seguir con esto. Roman lo mira ya con desprecio, pensando que Undertaker debe dejar de arrastrarse, lo que el público sanciona con un abucheo. 

Hay una imagen fantástica, con un plano seleccionado deliberadamente. Después de varios spears, Taker está tendido, y hace su típica resurrección, ante una gran explosión del público. Pero no consigue completarla, y la decepción es absoluta, y empieza a sentirse en el ambiente la aceptación de la realidad. Reigns corre de cuerda a cuerda, impulsándose, para hacer un spear final que acaba con la carrera de Undertaker.

Normalmente, la última lucha de WrestleMania acaba con el vencedor celebrando, pero esta vez no. Se permite a Undertaker vestirse, y quitarse los guantes, la capa y el sombrero, y dejarlo en medio del ring. El mensaje de que es el fin del personaje es claro. Undertaker se retira.

Creo que la historia está muy bien contada, a pesar de un par de botches, hay que tener en cuenta que Taker está luchando en el main event de WrestleMania, con 50 años, en una lucha de casi media hora. No se puede decir que este sea un mal combate, porque el objetivo es contar una historia, y aunque a nivel físico es mejorable, la historia está bien contada.

En el Raw siguiente, Reigns aparecería para recibir un gran abucheo, sin necesidad de decir una palabra. De Undertaker no sabemos nada, es de esperar una confirmación oficial de su retiro, y un exaltamiento al Salón de la Fam de WWE.

Puntuación: ***1/2

sábado, 9 de abril de 2016

The Undertaker vs Shane McMahon, WWE WrestleMania 32




Quizás la lucha que más me interesaba ver en WrestleMania era el Taker vs Shane. No tiene mucho secreto, las luchas del Taker siempre son lo que más me interesa en WM. Me vuelvo Fanboy con el Enterrador, pero es que está ahí desde antes de que yo aprendiera a leer, ¡Toda una vida!

WWE estaba lleva de bajas, y muchas de gente importante, como Cena, Rollins y Sting, así que no teníamos ni idea de quien iba a ser el rival del Deadman en este evento. Sting, finalmente, ha decidido retirarse sin que podamos ver ese Dream Match, que pena. Próximamente, continuaré con el especial que estaba haciendo sobre el Hall of Fame 2016, poniéndo especial énfasis en The Icon, obviamente, y ahora que ha anunciado su retiro, más aún.

Con Vince hablando en una edición de Raw, sonó la música del hijo pródigo, Shane, quien había abandonado todo papel en la empresa hace tiempo, por la falta de opciones de progresar en ella, puesto que su padre no va a dejar el mando hasta que se muera (como todos los grandes). La reacción del público fue atronadora, increíble, no pensaba yo que tanta gente se acordara de él, y de su papel en la era Attitude.

Shane volvía a WWE en busca de poder, al menos en Kayfabe, y no sé si, también, en el mundo real. Quería arrebatarle a su hermana el mando sobre RAW, y Vince le puso una condición: que venciera a Undertaker en una Hell in a Cell en WrestleMania.

Undertaker avisó a Vince de que la sangre de su hijo correría por su culpa, y Shane acusó a este de ser la perra de Vince. Los dos acabaron pegándose, y Shane dando su típico salto desde el esquinero a la mesa de comentaristas.

Hace poco, revisé algunas luchas buenas de Shane. Su papel de no wrestler enfrentándose a wrestlers está bien, pero siempre pierde en sus luchas importantes. Vince también dijo que, si Taker perdía, sería su último WM. Con todo esto, el resultado de la lucha era más que obvio. Aún así, yo tenía bastante interés en ver qué salía de ahí, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de los críticos habían presupuesto que el match sería horrible.

No lo es, es una lucha bastante buena, aunque con incoherencias. Shane comienza muy rápido, con la idea de que Taker no le cace, pero lo hace, y le revienta la espalda con un Last Ride y un ChokeSlam sobre las escaleras metálicas. No está mal, pero son de los ataques más poderosos del Enterrador, y Shane los soporta, como si fuera un top-face de la empresa. No es el papel que debería jugar un tío que no es luchador, y que se enfrenta a una máquina de matar.

Durante la lucha, Shane le hace gestos a Taker de "ven a por mi", que levantan al público. En uno de los casos, le engaña para darle un DDT en las stairs. También le ataca con un Triagle Shock en el suelo, y revierte unas Hells Gates en Sharpshooter, muy hábilmente. Está muy bien, aunque no es lógico para su personaje.

Shane planea algo, quiere abrir la jaula para salir, por algún motivo. Taker le ayuda, destrozando la jaula con la espalda del heredero de Vince. Ya fuera, los dos se matan, con pantallas de televisores, y el Deadman mata a Shane, tirándose contra una mesa. Gran movimiento, pero Shane, con la espalda destrozada, consigue deja KO a Taker sobre una mesa, dándole con televisores.

Entonces, Shane hace una de sus locuras, que esta vez sí, es consecuente con su personaje. Y lo hace con su familia, su mujer y sus hijos, entre el público. Se sube encima de la jaula y, después de hacer el movimiento de la cruz de los cristianos, se lanza sobre Undertaker, que se quita de la mesa, matándose contra ella. Es una caída similar a la mítica de Mankind, aunque esta vez, voluntaria. Taker pone una cara de incredulidad muy buena.

Undertaker se lleva a O'MAC al ring. Ahora es él el que hace el gesto de "ven a por mi", y Shane, que debe estar en el limbo ahora mismo, se lo devuelve. Taker le acaricia la cara, y lo destruye con un Tombstone. Muy buen final, es la parte más interesante de la lucha, porque es realmente consecuente con los personajes y el storyline que hay entre ambos.

Buena lucha en general. La parte anterior de la salida de la jaula, sería bastante buena con un luchador de primera línea, pero con Shane, no tiene tanto sentido, así que baja la nota.

Puntuación: ***1/4 

jueves, 2 de abril de 2015

The Undertaker vs Bray Wyatt, Wrestlemania 31



Un año más, Undertaker vuelve a luchar para Wrestlemania. Y un año más, volvieron a surgir los absurdos rumores de que no volvería, rumores que no se han hecho realidad nunca, y eso que llevan saliendo muchos años. En esta ocasión, estaban reforzados por el hecho de que Undertaker hubiera perdido su invicto ante Lesnar el año pasado, pero no me cabe duda de que, cuando Undertaker se retire, será de forma especial.

El año pasado, me deprimió un poco el hecho de que se acabara la racha. Pero lo cierto es que Undertaker ya está muy viejo, no puede aguantar grandes batallas, mientras que a Lesnar le ha reforzado mucho esa victoria en Wrestlemania 30, y ahora es visto como una verdadera máquina. La decisiń fue correcta.

En esta ocasión, Undertaker tiene una lucha necesaria frente a la nueva generación de la oscuridad, Bray Wyatt. WWE le ha mantenido escondido desde Wrestlemania 30, mientras Bray le invocaba. Supongo que quería que los aficionados ansiaran verle. El enterrado llega con una pinta más parecida a la que tenía en 2005, con la ropa de motero, pero personaje de oscuridad, aunque bastante más viejuno.

La lucha no es mala, pero tampoco es demasiado memorable. Los ojos en blanco del enterrador enloquecen, aún más, a Wyatt, que se lanza contra él antes de que suene la campana, pero se come un bocadillo de queso. Undertaker parte dominando con sus movimientos de serie: Old School, Legdrop, llaves a los brazos, Snake Eyes... hasta que va a por un Big Boot y Bray lo recibe con un topetazo.

Wyatt ataca bien la zona del cuello de Undertaker, de cara al Sister Abigail. Pero cuando va a hacerlo, Undertaker revierte con un Chockeslam. Continúa con un Tombstone, pero la cuenta solo llega a 2. Bray conecta Sister Abigail, que tampoco es suficiente. Cuando va a por el segundo, Undertaker revierte a Tombstone y gana.

Lucha correcta, pero sin más. Se nota que Bray tenía una lesión en el tobillo.


Puntuación: ***1/4

martes, 8 de abril de 2014

The Undertaker vs Brock Lesnar, Wrestlemania 30


Estaba deseando que llegara WrestleMania, para seguir con mi especial de la racha del Undertaker. Pero ese especial no va a seguir, porque la racha se acabó. En WrestleMania 30, Brock Lesnar derrotó a The Undertaker, dejando su marca en 21-1, y mandándolo legítimamente al hospital.

Esto es un blog sobre historia del wrestling, y este es uno de los días más importantes en la historia del wrestling. Jamás había visto una reacción así del público, un silencio semejante. Las caras mostraban incredulidad, miedo, ira. El público esperaba el anuncio del ganador, para clarificar si había habido algún error, si podía haber alguna descalificación. Pero no, aunque todo el mundo tenía esa sensación de estar en un sueño que aparece cuando ocurre algo fuera de lo imaginable, era real: Brock Lesnar venció a Undertaker en WrestleMania.

Un duro golpe para todos, para los aficionados, y también para WWE. Que nadie acuse a Vince de haberle quitado su racha a Undertaker; si por él fuera, el Deadman lucharía para siempre. La prueba más clara es que las acciones de la empresa cayeron en picado después de la derrota de Undertaker. Posiblemente, su racha era el trofeo más valioso en la industria, el principal reclamo para que más de un millón de personas comprara cada año el PPV. Está claro que la decisión ha sido del propio Undertaker, al que ya se ve muy envejecido, y que posiblemente no tenga fuerzas para seguir dando el espectáculo que da todos los años. Y la elección de Lesnar no debe ser casualidad: siempre ha sido su ojito derecho.

Da un poquito de pena, eso sí, que el fin de la racha haya tenido lugar con una rivalidad tan mediocre, sin más. Undertaker llegó, le dijo a Lesnar que quería luchar con él, y yasta, Se han agredido un par de veces antes del evento, pero no ha habido rivalidad real, no han utilizado su pasado juntos, ni su encuentro en UFC tras la derrota de Brock, y su pérdida del título mundial de peso completo de la empresa de MMA. Lástima que esto haya sido así, y que ni el propio Undertaker pusiera más interés en acabar como Dios manda. (Tan solo apareció 4 o 5 veces antes de WrestleMania).

No sabemos si esto supondrá su retiro, o si le veremos en WrestleMania 31 luchar contra Sting. Eso esperamos, sería una buena retirada para ambos.

¿Y en cuanto a la calidad del combate? Pues no ha tenido el nivel de las luchas del Deadman de los últimos años. Aunque sabiendo que luchó lesionado, con una contusión, es normal. En principio, fue un intercambio bastante normalucho entre ambos, hasta que la brutalidad de Brock se fue imponiendo.

Undertaker se defendía como gato panza arriba, literalmente. Esperaba a Lesnar tumbado, para aplicarle las Hell Gates, y estuvo a punto de ganar con ellas. Pero Lesnar no es Triple H, su fuerza es sobre humana, y en dos ocasiones consigue levantar en peso al Undertaker desde el suelo para aplicarle PowerBomb.

Hay cosas buenas, intercambio de llaves, Lesnar atacando la pierna de Undertaker, y finishers por parte de los dos. Pero 3 F5 son demasiado para la salud de cualquiera, hasta para la de un ser de otro mundo como Undertaker. Lesnar gana, y la gente alucina.


Puntuación: ***1/4

miércoles, 8 de enero de 2014

The Undertaker vs CM Punk, Wrestlemania XXIX



Llegamos a Wrestlemania 29. The Undertaker, ha estado enfrascado en rivalidades con luchadores legendarios durante 4 años, pero en esta ocasión, no hay un rival tan claro para él. Por algún absurdo motivo, Sting sigue renovando con TNA, Brock Lesnar aún tiene que resolver problemas pendientes con Triple H, y lo mismo debe hacer John Cena con The Rock.

Sin leyendas de por medio, el siguiente en el escalafón es un luchador que se está convirtiendo en gran leyenda, después de haber retenido el título de WWE durante año y medio. Y su participación en Wrestlemania se resuelve en un Fatal Four Away frente a Randy Orton, Big Show y Sheamus.

Pero algo ocurre pocas semanas antes de Wrestlemania: la muerte de Paul Bearer, el mítico manager del Enterrador. Parece que el empresario de pompas fúnebres quería tener un rol importante en una rivalidad de WWE, y lo consigue mediante su propia muerte. Y con muy mal gusto, WWE la utiliza en el feudo entre Undertaker y CM Punk.

Undertaker intenta homenajear a Bearer, pero Punk lo interrumpe, se burla de su fallecido amigo. Paul Heyman llega a disfrazarse de él e imitarlo. Y, por si fuera poco, le roban al Undertaker su mítica urna, en la que ahora residen los restos de Paul Bearer. O residían, hasta que los rudos los arrojan encima del propio Enterrador. La que se les avecina…

Y esa es la historia principal del combate… la falta de respeto. Si durante los últimos años, Undertaker luchaba contra hombres de su edad que le respetaban, ahora pelea contra un joven que le falta al respeto constantemente. EL combate comienza con un Undertaker furioso, que se arroja sobre Punk como un loco, hasta que este consigue lanzarlo por los aires cuando está intentando realizar su clásico Old School sobre las cuerdas.

Punk domina esta parte del combate, mostrando su falta de respeto por su rival una y otra y otra vez. Aplica el Old School, y otros movimientos propios del Enterrador. La gente se enfada, pero la segunda vez que intenta el movimiento, cae sobre las cuerdas. ¡Se lo merece!

Undertaker ataca, pero Punk es más joven, más agil, y consigue dejarlo KO sobre la mesa de comentarista, saltándole encima desde el esquinero del ring con el Flying Elbow. Punk está a punto de ganar por count-out, pero Undertaker vuelve.

Se igualan las tornas. Intercambio de llaves: Hell Gates / Anaconda Vice. Punk consigue propinar un GTS, pero Undertaker bota sobre las cuerdas y vuelve con un tombstone fulminante, al que el abstemio consigue sobrevivir. Y cuando va a rematar con el Last Ride, Heyman le pasa a Punk la urna para darle a Undertaker y estar a punto de ganar.

No lo consigue, pero ya se ve victorioso. Sigue con sus burlas, implora el poder de la urna, hace el gesto de Undertaker para terminar la lucha. Pero cuando va a por su segundo GPS, los dos luchadores comienzan a revertirse la posición para intentar conectar su finisher final. Undertaker es el que alcanza el Tombstone para ganar y aumenta su leyenda.


Muy buena lucha, aunque no tiene el carácter de lucha de leyendas de los últimos años. Al contrario, la falta de respeto de Punk hacia el Undertakeres la base del combate, y cuentan una gran historia en base a ello.

Puntuación: ****

miércoles, 1 de enero de 2014

The Undertaker vs Triple H, Wrestlemania XXVIII



Vamos a acabar el especial sobre la racha imbatida de Undertaker en Wrestlemania, antes de que aumente su record. Nos quedan dos combates, tan solo.

En Wrestlemania 28, el enterrador vuelve a enfrentarse a Triple H, después de haberlo hecho en la edición 27 del evento, y haber quedado muy malparado. Sí, venció, pero no pudo salir por su propio pie del escenario, y Hunter se jacta de ello. La victoria psicológica fue suya.

Undertaker vuelve, exigiendo  un nuevo enfrentamiento entre ambos. Y, si bien el Deadman se rió de Triple H cuando le propuso la lucha del pasado año, es ahora el yerno del jefe el que no se lo toma en serio. El año pasado, casi lo destruye, y si se enfrentan este año, acabará lo que empezó, acabará con la carrera del Enterrador, y eso no es bueno para los negocios.  Sin embargo, acaba aceptando, porque nadie cree que pueda acabar con la racha, ni siquiera su buen amigo Shawn Michaels, que será el referí en la lucha.

Y este combate es la definición del estilo WWE, la forma de contar una historia dentro del ring, de dar sentido a un storlyne. Tras un comienzo de toma y daca, Triple H toma ventaja, y destroza al Undertaker a sillazos.

El luchador imbatido está destrozado, son muchos golpes. Pero se niega a perder. Triple H avisa a Michaels de que debe acabar con el combate, de que si no, lo hará él y será peor. Pero HBK no para la lucha, Undertaker se lo prohíbe, a pesar de su mal estado. Así, HHH le ataca con su mazo. Sin embargo, el Enterrador sigue vivo.

Después de tal paliza, parece que Shawn decide para el match, pero Undertaker no le deja, y le agarra con sus Hell gates, dejándolo fuera de combate. Hunter vuelve a atacarle con el mazo, pero cuando se despista, también él es atrapado por la llave de rendición del hombre muerto, quedando inconsciente. Pero no hay referí.

Hasta que llega Robinson, corriendo como un loco. Undertaker propina un chockeSlam contra Triple H, para acabar con esto de una vez por todas, pero Hunter sobrevive. Undertaker deja KO a Robinson, un árbitro al que le tiene manía.

Después de una lucha llena de emoción, Undertaker se come una sweet chin Music de un vengativo Michaels, seguido de un Pediree de Hunter. ¡El ataque definitivo! Pero ante el estupor del respetable, Undertaker vuelve a levantarse. A Shawn le va a dar algo.

Triple H deja fuera de combate a Michaels por pesado, que le ruega que no siga atacando al Undertaker con el mazo. De nuevo, ambos vuelven a sobrevivir al Pedigree y al Tombstone, hasta que Undertaker toma una ventaja final.

Es ahora Hunter el que agoniza, mientras Undertaker le dice que no se levante. Triple H no quiere rendirse, vuelve a coger el mazo, pero ya no tiene fuerzas. Undertaker es inmortal. Este le quita el mazo y acaba ganando el match con un nuevo tombstone.

Gran combate, muy emocionante, y con una gran historia contada. Una vez más, por algún momento, hacen creíble el hecho de que Undertaker pueda perder el streak, solo por algún momento.


Puntuación: ****1/2

domingo, 4 de agosto de 2013

The Undertaker vs Triple H, Wrestlemania XXVII


Undertaker, continúa con su racha invicta. Shawn Michaels intentó arrebatársela en dos ocasiones, pero no le fue posible. Se obsesionó con ello (keyfabe), pero Undertaker parece eterno, es imposible derrotarlo en el magno evento. Eso sí, los Undertaker vs Shawn Michaels son combates inolvidables.

Después de unos cuantos meses fuera de circulación, Triple H vuelve en el Road to Wrestlemania, para retar al Enterrador, y hacer lo que su mejor amigo no fue capaz de hacer. El Hombre Muerto no se lo toma en serio, se ríe de él en su cara.

Pero durante las semanas siguientes, Triple H conseguiría convencer al Undertaker de enfrentarse a él. El Juego es un asesino, y si él no puede vencerle, nadie podrá. Así, nos vamos a Wrestlemania 27, un evento bastante olvidable por lo demás, pero que tiene un buen combate aquí: Undertaker vs Triple H.

Extraordinario combate, mucho mejor de lo que esperaba. Ambos luchadores parten con un brawl notable, con Taker volando por encima de la tercera como le gusta hacer en Wrestlemania, usando sillas, comiéndose la mesa de los comentaristas hispanos... todo muy bonito.

Luego ambos vuelven al ring para iniciar un intercambio de finishers del que sale triunfante Triple H. 3 Pedegrees pero Undertaker no cae. Un montón de sillazos pero Undertaker no cae. Un sillazo en toda la cara (de los que están prohibidos, pero a estos dos no los van a despedir) pero Undertaker no cae.

Gran trabajo, jugando muy bien con las palabras de Shawn Michaels en el pasado Raw: "No puedes ganarle". Realmente Undertaker se muestra como si fuera inmortal, jamás había visto a nadie ganar tras semejante paliza. Triple H acaba propinándole un Tombstone al Enterrador y, por primera vez en muchos años, parece seguro que el streak se va a acabar. Sin embargo, Undertaker se levanta y Triple H lo mira como si fuera un fantasma. Todo muy bueno.

El juego va a por su viejo amigo el martillo y cuando va a asesinar al Deadman, este lo agarra con unas Hell Gates que duran una eternidad hasta que Triple H se rinde.

Puntuación: ****1/2

The Undertaker vs Shawn Michaels, Wrestlemania XXVI



El año pasado, Wrestlemania resultó ser un evento bastante decepcionante, con un nivel muy por debajo del de este, a pesar de que era el 25 aniversario del PPV. Sin embargo, destacó por tener la mejor lucha del año en el mundo del Wrestling: The Undertaker vs Shawn Michaels.

Desde noviembre o por ahí, Michaels señaló su interés por tener una revanchar contra Undertaker en Wrestlemania. Este le respondió que ya lo había vencido y que no tenía nada que demostrarle, así que se negó.

La obsesión de Shawn por conseguir esa lucha siguió creciendo y acabó perdiendo el campeonato de parejas que tenía junto a Triple H. Undertaker era el campeón mundial de los pesos pesados y existía una forma de luchar contra él en WM: ganar el Royal Rumble. En el mismo, se libró de HHH y de todo el que se puso por delante, pero acabó siendo eliminado por Batista. La desesperación consumió al rompe corazones.

HBK no se rendiría hasta conseguir su ansiada revancha. En EC, el Deadman defendía su cinturón en una cámara de eliminación. Cuando tan solo le quedaba un rival, Chris Jericho, Michaels salió de debajo de la jaula y le pegó una Sweet Chin Music que acabó con su reinado.

The Undertaker acabó aceptando luchar contra él en WM, con una condición. Si Michaels gana, acabará con su importante racha imbatida. Pero debe apostar algo de similar valor: su carrera. Por tanto, si Shawn Michaels pierde, tendrá que retirarse.

Pues aquí tenemos a Mr Wrestlemania, el que ha tenido los mejores combates en el evento, contra el invicto. WWE siempre se ha arrepentido de no haberlo puesto como Main Event del año pasado, pero hoy no comete semejante error.

Undertaker llega encapuchado, más molón que de costumbre. Antes de comenzar, Michaels hace el gesto de amenaza que suele hacer el hombre muerto, lo que no hace más que enfurecerlo. Comienza la lucha y se lanza a por su rival pero, cuando le aplica un Old School, al caer, se daña la rodilla. Esto se convertirá en su principal punto débil, algo que Michaels no dudará en aprovechar.

HBK se percata rápidamente de la debilidad del imbatido y ataca su pierna sin piedad. Undertaker consigue deshacerse de él lanzándolo fuera del ring, pero cuando va a por un tope suicida Michaels entra corriendo al ring dándole un Spear en la pierna.

El cojo no permite que su oponente le aplique una figura 4, y lo lanza fuera del ring, donde lo golpea contra el poste y le conecta un buen leg drop en la esquina, como a él le gusta. Pero a la vuelta, Michaels lo caza y lo aprisiona con la llave que hizo famosa Ric Flair.

Es improbable ver al Enterrador rendirse, pero lo bueno que tiene la figura 4 es que puede hacer ganar por pinfall si el que la recibe pone la espalda plana por el dolor. Con la pierna dañada, Undertaker está a punto de ser eliminado de esta manera, pero consigue dar la vuelta a la llave, pasando a ser él el ejecutor. Michaels se libra pronto.

Las dos leyendas continúan luchando. Undertaker comienza su interminable lista de finishers con un chockeslam. Cuando va a por el Tombstone, HBK se revuelve y engancha un Ankle Lock. El Deadman no puede llegar hasta las cuerdas, pero logra zafarse pateándole la cara a Shawn.

En alguna ocasión, Michaels ha señalado que el año pasado hizo un combate perfecto, y que solo cometió un error: un moonsault que agarró Undertaker y que acabó en Tombstone. Hoy vuelve a hacer lo mismo, se lanza hacia ringside donde está su rival y se lleva una tumba en el duro asfalto. Para cuando Undertaker lo lleva arriba para cubrirlo es demasiado tarde y la cuenta no llega a 3. El Enterrador intenta acabar con un Last Ride pero se lleva un DDT.

Michaels va a por su codazoi biónico pero Undertaker lo recibe con las rodillas. Luego, el fenómeno atrapa a Michaels con las Hells Gates, pero este consiguedar una voltereta y está a punto de ganar con un paquetito. Cuando ambos se levantan, llega la primera Sweet Chin Music, pero no es suficiente para dar la victoria a Mr Wrestlemania.

Ni atacar la pierna herida ni la Sweet Chin Musis ha bastado para vencer. Cuando Michaels va a por la siguiente patada, Undertaker la para y esta vez sí llega el Last Ride. La maquinaria de destrucción de Undertaker, a base de finishers, no para. Pero HBK resiste aún.

Como el Tombstone y el Last Ride no han bastado, Undertaker se lleva a su rival para hacerle otra bomba encima de la mesa. Hoy hay mesa para los comentarista hispanos, pero, a diferencia de lo que ocurría siempre antes, esta vez eligen la mesa de los yanquis. Michaels huye del Last Ride y le pega al Deadman otra Sweet Chin Music que lo tumba sobre la mesa. HBK salta con un Moonsault desde el esquinero, destrozando la pierna del enterrador y a la mesa. Con 45 años puede hacer algo que nadie puede con 20.

El hombre muerto está más muerto que nunca. Michaels lo sube al ring y... ¡¡Le aplica una tercera Sweet Chin Music!! Si alguna vez en su vida el enterrador ha podido perder su invicto es ahora. La pierna destrozada, un Moonsault sobre la mesa y 3 superpatadas, nadie ha soportado jamás semejante castigo. 1...2... No!! Undertaker se salva milagrosamente. Nada podrá detenerlo...

Michaels intenta una cuarta patada, pero Undertaker la esquiva y le responde con un Chokeslam. Seguidamente, sin mucha oposición, llega un segundo Tombstone. El público se despide del rompe-corazones, pero... No!!, Michaels aguanta, la cuenta no llega a 3. No se si alguien ha aguantado jamás 2 Tumbas rompecuellos.

Increíble batalla que presencian los 72.000 aficionados que se han dado lugar en Phoenix. Undertaker no entiende nada, y se prepara para otro piledriver. Va a hacer su gesto de amenaza, pero se da cuenta de que ya es mucha tela. Le dice a Michaels que no se levante. Este se arrastra hasta arriba y es él el que amenaza a Undertaker, dándole un tortazo a continuación. El invicto entra en cólera y le pega el Tombstone más asesino de su vida, pegando un salto. 1...2...3, la carrera de Shawn Michaels, el mejor luchador de la historia de WWE, se ha acabado.

Valoración: Increible combate y gran secuencia final. No se si es mejor que el del año pasado, pero poco importa. 

Puntuación: ****3/4

sábado, 3 de agosto de 2013

The Undertaker vs Shawn Michaels, Wrestlemania XXV


Después de acabar, al fin con Edge, y tener una nueva rivalidad con el Big Show, The Undertaker se presenta en los meses previos a Wrestlemania 25 sin un rival claro. WWE no pudo encontrar uno mejor: Shawn Michaels.

Desde otoño, Shawn Michaels se encontraba sumido en una storlyne en la que era  vasallo de JBL: sus problemas económicos no le dejaron más remedio que aceptar un empleo del vaquero millonario. Parecía que esta historia, bastante interesante, les llevaría a enfrentarse en Wresltemania, pero WWE lo adelantó, y acabó mostrando el combate en Elimination Chamber. Tenían mejores planes  para Michaels.

Tras vencer a JBL en Elimnation Chamber, ambos luchadores mostraron su interés por acabar con la racha imbatida del Enterrador. Michaels volvió a ganar. Pero la manager general de Smackdown, Vickie Guerrero, tenía otros planes: que fuera Vladimir Kozlov quien luchara con Undertaker en Wrestlemania. Por eso, Michaels tuvo que derrotar también al ruso, para demostrar que era él quien merecía tener la oportunidad de acabar con la mayor racha de la historia del entretenimiento deportivo.

Entonces, nos encontramos con una rivalidad mucho menos trabajada que la de HBK vs JBL, pero más interesante desde el punto de vista luchístico, porque Undertaker está a otro nivel. Y esto se plantea de la siguiente manera: luz vs oscuridad.

Michaels es un tipo piadoso, muy religioso, que siempre ha afirmado que cambió su vida cuando conoció a Jesús. Por su parte, Undertaker es el ministro de la oscuridad, viene de lo más profundo del infierno. Y como Michaels dice, a veces para subir al cielo, hay que bajar primero al infierno.

Y la escenificación de la entrada al combate por parte de ambos luchadores no puede ser más apropiada: Shawn baja desde el cielo, en una plataforma, mientras que Undertaker sube en otra desde lo más profundo del inframundo. La lucha de la luz contra la oscuridad está a punto de comenzar.

El combate es la pera. Undertaker comienza apalizando al rompecorazones, aprovechando su mayor tamaño y fuerza. Pero, al cabo de un rato, comete un error y se lastima la pierna, elemento que Michaels aprovecha.

Mr. Wrestlemania ataca al imbatido a la pierna, con montones de variantes de castigo. Su figura 4 es letal. También utilizar un cross-face para intenta hacer rendir al Enterrador. Pero cuando Michaels intenta ir a por una nueva Figura 4, Undertaker lo engancha con sus Hells Gates. HBK llega a las cuerdas.

El combate continúa en ringside. Michaels falla un moonsault y se destroza contra el suelo, pero después es el Deadman el que hace un tope suicida que su rival evita poniendo al cámara en la trayectoria del gigante volador. Pero este no lo coge bien, y Undertaker, SE MATA, fallece, de cabeza contra el suelo. Holy Shit, que hostia.

¡Es el momento de Shawn Michaels para ganar! ¡Por conteo de 10! ¡Es imposible que llega al ring después de eso! Pero llega, el Enterrador no se rinde, e incluso aguanta la Sweet Chin Music. A partir de ahí, se revientan ambos a base de finishers, pero ninguno de los dos cede. Michaels aguanta el Tombstone ante el asombro de Undertaker.

Finalmente, Shawn intenta un nuevo moonsault, pero resultará, este, un error fatal: cae en la posición perfecta para que Undertaker lo destroce con un nuevo Tombstone, ante un público enloquecido. El Hombre Muerto gana, y su racha aumenta a 17-0. Lucha genial, casi casi perfecta, una obra de arte.


Puntuación: ****3/4

lunes, 1 de julio de 2013

The Undertaker vs Edge, Wrestlemania XXIV


Después de que el año 2007 fuera el de su rivalidad con el animal Batista, para el Enterrador el año 2008 sería el de su confrontación con Edge y La Familia.

La estrella de categoría R se aprovechó de la confrontación de poder a poder de los dos principales faces de Smackdown para, con la ayuda de la General Manager del programa, Vickie Guerrero, convertirse en campeón. Junto a la viuda de Eddie y aliándose con sus lacayos Zack Ryder y Curt Hawkins, además de con su cuñado el Chavo Guerrero y su Guardaespaldas Bam Neely, se adueñaría totalmente de Smackdown, y le haría la vida imposible al Deadman.

El Enterrador ganó el Elimination Chamber de Smackdown para convertirse en el number 1 contender al título en Wrestlemania, y retomó su rivalidad con Edge. Jamás se habían enfrentado antes, y WWE hizo un gran trabajo impidiendo que Undertaker consiguiera echarle el guante al canadiense durante las semanas previas al evento. Semana a semana, La familia le hacía la vida imposible al Deadman, sin que este pudiera hacer nada para devolverles la jugada.

La rivalidad acabaría en SummerSlam, en un gran Hell in a Cell en el que Undertaker, después de meses y meses, conseguiría al fin acabar con Edge y devolverle, una a una, todas las maldades que le había hecho. Pero su primer combate sería el de Wrestlemania, que tampoco está mal.

Se trata del Main Event de la noche. Muy buen Main Event. Undertaker empieza furioso a golpear a Edge, pero su furia le hace cometer un error y salir disparado del ring haciéndose daño en la espalda. Edge se aprovecha mediante argucias para atacarle una y otra vez cuando intenta volver a entrar en el ring. ¡Para eso es el Ultimate Oportunist!

Edge comete un error y lo paga, porque Undertaker acaba volando encima de él en ringside, como suele hacer cada año. Después de esto, intenta ir a por un Last Ride, pero resulta que tiene la espalda demasiado dañada. ¡Buena psicología! Edge se da cuenta y le destroza la espalda con varios ataques.

Edge y Undertaker comienzan un intercambio de ataques brutal, sobreviviendo ambos a todo. Undertaker, por error, acaba dándole un botazo al referee y se lo carga, aprovechando esto Edge para matarlo con un fault y un golpe con una cámara. No hay nada aleatorio en esta lucha, Edge usa sus armas, pero el referee está demasiado mal. Undertaker se recupera, vuelve de la tumba, y aplica un TOmbstone brutal, ¡pero sigue sin haber árbitro!

Robinson viene corriendo en un sprint brutal que pone a la gente en pie, pero la cuenta solo llega a dos. Luego aparecen Ryder y Hawkins, que son destruidos por el Enterrador pero era la distracción perfecta que necesitaba el Oportunista Definitivo para aplicar para aplicar un Spear sorpresivo que a punto está de costarle la racha al Undertaker.

El Enterrador sobrevive, ¡pero le cae otra! ¡Ahora sí, tiene que perder! Pero no, cuando Edge va a por la cuenta, el Enterrador lo engancha por sorpresa con sus Hell Gates y Edge acaba rindiéndose ante un público apoteósico. Muy buena lucha, sobre todo muy entretenida y muy bien contada.


Puntuación: ****1/4

sábado, 8 de junio de 2013

Undertaker vs Batista, Wrestlemania XXIII



A principios de 2007, WWE había vuelto a su modelo original de empresa, según el cual, un poderoso superhéroe debe ser el campeón invencible. Y como para esa época tenía tres ligas y tres campeones mundiales, había 3 superhéroes con la correa: John Cena (WWE Champion), Dave Batista (World Heavywieght Champion) y Bobby Lashley (ECW Champion).

Ese año, vino a ganar el Royal Rumble The Undertaker, en uno de los mejores finales de la historia de la batalla real, con Shawn Michaels de por medio. Y cuando tuvo que elegir el título mundial por el que quería luchar, no tuvo duda, sería el World Heavyweight en manos de Batista, que para eso era el título que se defendía en su show, Smackdown.

Dos bestias se enfrentan, y ninguna tiene miedo. Durante los meses previos, así lo prueban. Ambos se enfrentarían durante todo el año 2007, dominando Smackdown sin oposición más allá de la que se ejercen el uno al otro. Como ocurrió en el caso de Randy Orton, el combate que Undertaker y Batista mantienen en Wrestlemania 23 no es el mejor de la rivalidad. Pero en este caso, sí que es MUY bueno.

A estas alturas, Undetaker está en el mejor estado físico de su carrera, y aúna un repertorio de ataques inmenso. Comienza el combate dándole de todo a Batista: Snake Eyes, Big Boot, Leg Drop, Old School… Y acaba volando para atacarle con un tope suicida espectacular, un clásico en estos combates del Enterrador.

Batista es el campeón, y reacciona como la bestia que es: estampa al Undertaker contra las vallas, y lo destruye sobre la mesa de comentaristas con un power-slam. Se trata de una brawl ya a estas alturas de un nivel soberbio.

El público está como loco y, aunque ambos son Faces, todo el mundo va con Undertaker.  Los luchadores vuelven al ring y siguen dándose con todo, ¡se están matando! Batista sobrevive al Last Ride y al ChokeSlam, mientras que Undertaker hace lo propio con el Spear y la asesina Bomba Batista. Finalmente, el animal cae ante el tombstone, en una lucha de poder a poder.


Puntuación: ****

viernes, 7 de junio de 2013

Undertaker vs Mark Henry, Wrestlemania XXII


En Royal Rumble 2006, Undertaker apareció para retar al Campeón de los Pesos Pesados, Kurt Angle, que acababa de vencer a el Hombre Más Fuerte del Mundo, Mark Henry. Por desgracia, no se enfrentaron en Wrestlemania, sino que lo hicieron en No Way Out. Pero eso sí, el combate entre el campeón olímpico y el Deadman en el extinto PPV fue una de las mejores luchas que ambos han tenido en su carrera.

Pero el final fue algo polémico, y a favor de Angle. Eso provocó una revancha que estuvo a punto de ganar el Enterrador. No pudo ser así, por obra de Henry. El bestiajo de chocolate irrumpió en plena lucha titular destrozando a Undertaker. El propósito de Mark es destruir el streak de Callaway en Wrestlemania, un objetivo que, cada vez en mayor medida, empieza a convertirse ya en esta época en algo jugoso para los wrestlers. Undertaker, enfadado, retó a Mark Henry a un Casket Match, una lucha en la que gana el que mete al otro en un ataúd.

Una lástima que el Henry de 2006 no sea el Henry de ahora. El Hombre Más Fuerte del Mundo ha aprendido mucho en los últimos años, se ha convertido en una bestia que, ahora si, da miedo de verdad y puede dar combates verdaderamente interesantes. Pero en 2006, es un coñazo.

Así, el combate es rápidamente dominado por Henry. Y es un dominio lento y tedioso, pero que al menos está en algunos momentos bien dirigido a meter al enterrador en el ataúd. El público está muerto, salvo cuando Undertaker reacciona.

Undertaker salta en plancha sobre Henry por encima de la tercera, ¡espectacular! Su rival intenta dominarlo en el esquinero, pero es un grave error, porque es enganchado por un gran Last Ride que lo destroza. Henry ya está a merced de Undertaker, que le aplica un tombstone ASESINO. Después de esos ataques, Mak Henry está muerto, así que es metido en el ataúd un Undertaker vence para aumentar su leyenda en un combate malillo en general, aunque con buen final.


Puntuación: **1/4