El 18 de junio de 2018, falleció Big Van Vader, quizás, el mejor Big Man de la historia del wrestling. Ahora que hemos terminado de hablar del resto de fallecidos que ha habido este año, y del
WWE Hall of Fame 2018, podemos dedicarle un especial de 3 combates. Esperamos, además, que sea inducido a ese Salón de la Fama pronto, para poder comentar otro par de combates suyos. Siempre es un placer.
Vader era lo que se conoce comúnmente como un cabrón. Un tipo muy grande, con mucha mala leche, que disfrutaba haciendo daño a sus rivales, que se metía en peleas en backstage, y que bebía más de la cuenta. Pero, sobre todo, cuando se subía al ring, hacía temer a sus compañeros. Era lo más parecido al Brock Lesnar actual que ha habido en la industria.
Empezó a despuntar por sus mamporros en la AWA, a mediados de los 80, para posteriormente, dar el salto a la fama en Japón. En New Japan, se convirtió en uno de los Gaijins más importantes. Su estilo stiff encajó muy bien con la forma de lucha del país oriental, así que fue uno de los pocos extranjeros que triunfó de verdad allí en esa época, sólo superado, quizás, por Stan Hansen. De hecho, uno de los momentos más revisitados de su carrera es
su lucha ante el vaquero, en la que casi pierde un ojo tras un golpe de este.
A principios de los 90, sin embargo, con la colaboración entre New Japan y WCW, el también conocido en ocasiones con Big Van Vader dio el salto a la empresa de Atlanta, convirtiéndose en la principal amenaza de los héroes de los niños. Sus combates frente a Ric Flair,
Sting o Cactus Jack serán recordados por siempre. Eso sí, su carácter se dejó notar en la época, como ha comentado Eric Bischoff en un par de entrevistas últimamente.
En el 96, fue despedido por una pelea en vestuarios con Paul Orndorff. Se veía venir. Pero eso le permitió luchar durante 3 años en la WWF de Vince McMahon, y en este paso, también tuvo buenos combates y rivalidades. A pesar de que luchó en todas las grandes empresas del mundo en la época, siempre fue tratado como estelarista. Eso sí, antes de firmar por WWF, tuvo tiempo de ir a Japón y dar una lucha impresionante con el ya veterano Antonio Inoki.
Pero en WWF, su papel fue perdiendo importancia. Tuvo una rivalidad con Goldust, y acabó siendo derrotado por el nuevo monstruo de Vince, Mark Henry. Sin hueco ya en la empresa, y muchas ofertas de Japón, Vader, que había considerado retirarse, decidió, sin embargo, volver a ese país y revivir increíbles batallas en AJPW y NOAH, ante Misawa y compañía. Una carrera increíble, la suya.
Su calendario fue disminuyendo durante los primeros años de este siglo, hasta que en 2007, su mujer le pidió el divorcio, cansada por sus borracheras y su ausencia constante, lo que le llevó a poner un poco de orden en su vida, dejar de beber, perder peso y dejar de luchar. Pero volvió a hacer lo que le gustaba una vez recuperado de algunas lesiones, esta vez como freelance y de forma esporádica, a partir de 2010, siendo, siempre, bien recibido en All Japan. En 2016, llamó mucho la atención su crítica sobre los combates entre
Will Ospreay y Ricochet, y la falta de realismo en sus movimientos, defendiendo la vieja escuela. Yo coincidí bastante con él, aunque, como siempre, sus formas fueron excesivas. Finalmente, RPW aprovechó esta historia originada en redes sociales para organizar una batalla entre
Vader y Ospreay, que no estuvo tan mal como cabría esperar.
Sin embargo, sus problemas de salud no pararon de aparecer. Tras una operación de rodilla en sus años de ausencia, Vader sufrió una infección y estuvo 6 meses ingresado, y otros 33 días en coma, tras un desmayo en un avión. A finales de 2016, sufrió un accidente automovilístico, y, mientras los doctores estudiaban su estado, le diagnosticaron insuficiencia cardíaca congestiva, consecuencia de los golpes sufridos en su carrera. Su deseo era el de seguir luchando y, a poder ser, morir encima del ring, como en The Wrestler. Pero cometió un error al twittear sobre su enfermedad, porque la mayoría de los promotores se negaron a contratarle, por motivos obvios.
Sus últimos combates registrados datan de abril de 2017, en Japón, en Dradition Pro Wrestling, en una gira en la que volvió a compartir ring con Riki Choshu, Keiji Muto o Tatsumi Fujinami, en un evento en el que se celebraban 45 años de carrera de este último. Aunque su intención, como decía, era seguir luchando hasta la muerte, en 2016 los médicos habían calculado que le quedaba un par de años de vida, y no se equivocaron. En marzo de 2018, tuvo que someterse a un par de operaciones de corazón como consecuencia de una arritmia, y en junio, murió tras sufrir una neumonía, a la edad de 63 años. Descanse en paz.
Cuando un luchador tiene una carrera tan larga y tan buena, es complicado elegir unas pocas luchas para ver. Pero desde luego, quería ver otra vez su lucha frente a Ric Flair en Starrcade 1993. Es uno de mis combates del tipo "David vs Goliat" favoritos. Aunque casi todos los combates de Vader son de ese tipo.
Flair es Dios. Y en el año 1993, en Carolina del Norte, lo es mucho más. Recordemos que este tío fue el principal campeón de la NWA / WCW / Jim Crocket Promotions durante los 80, y había estado en TODOS los main events de Starrcade entre el 83 (el primero) y el 90. Después de eso, estuvo un par de años en WWF, y en tan poco tiempo, también hizo cosas geniales. Pero, con ello, se perdió dos ediciones de Starrcade.
Llega el año 1993. Durante la ausencia de Ric, Sting ha sido la gran estrella de la empresa, y Vader se ha convertido en el gran monstruo invencible. Es World Heavyweight Champion, y es acompañado por Harley Race, el primer rival de Flair en Starrcade. Se cumple el décimo aniversario de la creación de este PPV, y Vader va a poner su título en juego, mientras que Ric se va a jugar... su carrera.
Sí, esto suena raro visto desde la actualidad. Porque hemos visto a este luchador retirarse décadas después, en
WrestleMania 24, y le hemos visto después volver a luchar hasta 2011. Pero ya se hablaba de un hipotético retiro 18 años antes, porque ya era un veterano. Pero, por suerte para él, la salud siempre le acompañó, y durante décadas de carrera, tuvo pocas lesiones de gravedad. El hecho de que durante toda la década de los 80 no faltara a un sólo Starrcade, a pesar de tener a menudo luchas de gran exigencia, es prueba de una resistencia que se haría patente con el paso de los lustros.
Pero Starrcade tenía lugar en Carolina del Norte, así que WCW no tenía mejor reclamo que poner en juego la carrera de Ric Flair. Había vuelto a principios de año a la empresa, pero no se había puesto a luchar hasta verano. Nunca fue del gusto de Bischoff, y se suponía que el contendiente por el campeonato de Vader sería Sid Vicious, pero abandonó a la empresa, salvando a Starrcade 1993 de ser el peor PPV de la historia. Porque es malo de narices, hasta llegar a la lucha final, en la que están el gran Ric Flair y el gran Vader.
Durante todo el PPV, vemos imágenes de Ric saliendo de su casa, abrazando a un adolescente David Flair y a unos pequeños Reid Flair (tristemente fallecido hace unos años) y Charlotte Flair, la actual gran estrella de WWE. También vemos a Vader entrenar junto a Race como un animal. Llega el main event, y los 8.000 aficionados que se juntan en el estadio reciben a su compatriota con una gran ovación. Todo el mundo le quiere, pero da la sensación de que es imposible que venza a Vader, y de que se ha creado este evento a su medida para celebrar un retiro por todo lo alto.
Y la verdad es que, viendo la lucha, sigue pareciendo increíble que Flair ganara. Porque el palizón que se lleva no es pequeño. Vader le pega algunos buenos suplex, pero, sobre todo, le hunde la cara con puñetazos asesinos, y, como siempre, utiliza su cuerpo para chocarse con él. Flair vende esto como nadie, porque cada golpe que se lleva parece causarle un enorme dolor. Y muchos de ellos posiblemente lo harán. Sangra por su boca, y también parece tener un pequeño chichón en la frente. Y, por si fuera poco, cuando cae a ringside, también recibe los pisotones de Harley Race, que aún se encuentra en buena forma. De esta no se salva el Nature Boy.
Intenta tener sus pequeños comebacks, con la energía que le caracteriza, de tal manera que no necesita hacer ningún movimiento extraordinario para levantar al público. Pero no hay manera, la diferencia es muy grande. Esto es así hasta que arrastra al enmacarado hasta el poste, y le golpea la pierna con él. Race intenta protestar, pero le sale el tiro por la culata, porque Flair aprovecha que el referee está ocupado con él para coger una silla y atacar la pierna del monstruo con ella. Y también le pega en la cabeza.
A partir de aquí, con todo el apoyo del público, Flair consigue luchar de tú a tú con el gigante. Lo arrodilla, y le golpea duramente en la cara, dándole de su propio chocolate. Vader empieza a sentir el ataque, por fin, del aún 10 veces campeón.
No obstante, sigue siendo muy superior, pero falla al intentar saltar desde las cuerdas en dos ocasiones, lo que aprovecha muy bien su rival. Ric intenta hacerle rendir con la Figura 4, pero Vader llega a las cuerdas. Posteriormente, después de esa segunda plancha fallida, Flair intenta un conteo de tres. Para intentar frenarlo, Race vuela desde el esquinero, justo en el momento en el que Vader se libra de Flair, por lo que su mánager le cae encima. Aún con todo lo que le cae encima, Vader tumba con su cuerpo a su oponente, pero este le agarra la dañada pierna desde el suelo, tirándolo, y le agarra desde ahí para hacerle un conteo sorpresivo que llega a tres. Flair gana, salva su carrera, y levanta la correa dorada de World Heavyweight Champion una vez más. Gran fiesta, y gran espectáculo.
La lucha huele a grandeza. Todo se había planeado muy bien, para hacerla especial. Es uno de los momentos más emotivos para Flair, y una de sus mejores victorias titulares, que no son pocas. Pero, claro, el show empezaba con fotos de Ric de pequeño, y todo parecía hacer indicar que esta sería su despedida. Se enfrenta a un hombre invencible, y consigue ganar como un verdadero underdog, levantando un combate que parecía perdido, vendiendo el dolor en cada momento, y dañando, muy poco a poco, a una bestia que también lo hace todo muy bien, consiguiendo que cada golpe signifique algo. Gran David vs Goliat.
Puntuación: ****1/2