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lunes, 16 de agosto de 2021

Chris Jericho vs Juventud Guerrera, AEW Dynamite Homecoming 04/08/2021



Después de 20 años, Juventud Guerrera ha vuelto a TNT, a enfrentarse a uno de sus rivales clásicos en la División Crucero de WCW: Chris Jericho. Esta que ha ocurrido, es una de esas cosas que marcan la diferencia, hoy en día, entre WWE y AEW: la primera tiene estrellas enormes que aparecen de vez en cuando, como Edge, Cena, Goldberg o The Rock, pero en AEW puede aparecer cualquier miembro de la cultura del wrestling mundial, y eso provoca eventos bastante entretenidos e inesperados.

Creo que Juventud Guerrera es un ejemplo paradigmático de esto que digo, y me gustaría explicarlo. El caso es que el luchador ya señaló esta opción hace años, cuando Dynamite debutó en TNT; parecía una locura propia de los luchadores mexicanos, y yo pensé que el hecho de que su llegada a la empresa ocurriera o no, marcaba la diferencia entre una promotora de wrestling aburrida y conservadora, y una que entiende el negocio, y la oportunidad de crear momentos interesantes en base a la flexibilidad. Finalmente, si bien con retraso, y pocos días después de ofrecer un combate de un loco exconvicto como Nick Gage, Juvi está de nuevo en televisión yanqui, y eso a mí me parece genial, y me confirma que en AEW pueden pasar muchas cosas buenas.

Quizás el lector juzgue esto estúpido en base a que no le ha gustado el match en sí mismo, pero eso a mí me parece menos relevante. Hay que tener en cuenta quién es Juvi, y lo que significa que esté aquí, más para él que para el público, que apenas lo recuerda como uno de los mexicanos aéreos que daban luchas divertidas hace 25 años. Él es mexicano, hijo de una enorme leyenda de la lucha mexicana, como lo es Fuerza Guerrera, pero no es muy reconocido en su país. Lleva 25 años recordando sus luchas en WCW, y, como otros muchos luchadores de México, hace oídos sordos al paso del tiempo; esto es, habla de cosas que pasaron hace muuuucho tiempo, como si fueran recientes o definieran su realidad actual. Pero lo cierto es que, a pesar de que es un gran luchador, su carrera no avanzó demasiado tras su paso por la empresa dirigida por Eric Bischoff. Lo intentó en WWE, pero no cuajó, y lo mismo le pasó en TNA. En AAA, ha tenido algunas temporadas buenas, pero nunca se ha acercado a la leyenda de su padre. Así pues, lo cierto es que en México no tiene demasiado cartel, por no haber triunfado en ninguna de las dos grandes empresas de lucha del país.

Juventud Guerrera ha hecho muchas cosas. Se metió en el negocio del ocio nocturno, diseña zapatos, y tiene una promotora propia, que antes de la pandemia, tenía un acuerdo con un mercado (un centro comercial) para dar funciones de lucha en unas condiciones muy amateur. Pero él siempre habla de volver a ser lo que fue: de volver a WWE, de formar parte de 205 Live!, de aparecer en AEW, de tener una lucha de apuestas con Fuerza Guerrera... Si alguien sigue su canal de Youtube (La Arena), verá como, igual que hacen otros luchadores, vende su personaje, y sus productos. En última instancia, está dando clases de lucha. De hecho, en uno de sus últimos vídeos, estaba vendiendo una rivalidad con Pirata Morgan que me gustaría ver.

Juvi tiene 46 años. No es tan viejo como cabría esperar; nunca se ha retirado, pero para la afición americana, es una marca de un pasado muy lejano. Llega a AEW a pelear con Chris Jericho, como parte del conjunto de retos que está lanzando contra él MJF, aunque todo el público le daba por retirado. Le Champion vuelve a obtener la victoria, en una lucha que muchos han criticado, pero que a mí me ha parecido correcta. Es un combate desarrollado con un estilo muy de la división crucero de WCW; con muchos counters y movimientos rápidos, si bien con algunos botches y momentos en los que se nota la edad de ambos (Chris Jericho vuelve a tener esa panza que le sale cada x años). Creo que después de algunas tijeras no muy vistosas al principio del match, este gana enteros y se consolida como un combate muy digno.

Jericho sólo puede ganar volando desde la tercera, según las normas establecidas. Por este motivo, a pesar de que consigue conectar el Judas Effect, no puede cubrir a Juvi, que aparece con su máscara, a pesar de haberla perdido hace décadas. En estas condiciones, Chris se sube al esquinero y vuela con otro increíble Judas Effect que le da la victoria ante el mexicano, que se encuentra en buena forma, a pesar de esa falta de precisión en algunas movidas.

Puntuación: ***

domingo, 6 de junio de 2021

Darby Allin y Sting vs Ethan Page y Scorpio Sky, AEW Double Or Nothing 2021


Algo raro está pasando en WWE en los últimos meses. Está renunciando por completo a contratos de luchadores de bastante importancia, sin preocuparle que puedan acabar en la competencia, en este caso, en AEW, que ya se ha hecho con los servicios de Rusev, Christian, Mark Henry, Big Show, Sting o Jon Moxley. Quizás McMahon, después de librarse de sus principales directivos, piense que puede pasar algo similar a lo que ocurrió en los 90, cuando todas sus estrellas se fueron a WCW, y esa empresa acabó implosionando debido a los costes inmensos de su personal, pero hay que tener en cuenta que Turner compró WCW, tan sólo, pensando en la audiencia de televisión, sin tener ni idea de wrestling, mientras que AEW es un capricho de un gran multimillonario que puede permitirse un fracaso, al menos por un tiempo. En última instancia, ha sido Braun Strowman el que ha abandonado la WWE, y no sería de extrañar que acabara en la casa de los Khan.

Como lo hizo Sting, que ya suma su segundo combate en AEW. En 2015, tuvo una lucha en WWE frente a Seth Rollins, y sufrió una lesión que parecía definitiva. WWE no se atrevería a volver a ponerlo a luchar, después de que su espalda no aguantara un golpe básico de Rollins, así que nuestra ilusión de verlo en un ring junto a The Undertaker se esfumó. Pero Sting es uno de esos hombres adictos a la ovación del público, y nunca pensó en hacer caso a las recomendaciones de los médicos de WWE. Ahora, a los 62 años de edad, AEW le ha vuelto a dar la oportunidad de pelear ante la gente, y no lo ha hecho mal.

Sting ha tenido muy buenos combates en su carrera, sobre todo entre finales de los 80 y principios de los 90, coincidiendo con gente como Ric Flair, Vader y Mick Foley. Pero de eso ha pasado mucho tiempo. En general, nunca he creído que Sing fuera un gran luchador, pero rendía muy bien con los rivales oportunos. De hecho, a mí sus dos luchas en WWE me gustan bastante. Pero, claro, 62 años son muchos...

Pero el tío está siempre igual. O sea, no tiene los músculos que tenía en 1990, pero desde luego, su aspecto no es el de un anciano. La pintura facial ayuda y, además, su forma de andar y de moverse no se ha deformado como en el caso de otros luchadores y otras personas. Luchando en pareja, como lo ha hecho hasta ahora, está muy protegido, así que todo ha salido bien, y ya nadie recuerda su lesión en su match frente a Rollins.

Sting vuelve a TNT después de haber protagonizado un match frente a Ric Flair en el último episodio de Monday Night Nitro en 2001. Su compañero de aventuras está siendo Darby Allin, al que ha comparado consigo mismo, quizás por la pintura, porque no veo más parecidos. En cualquier caso, creo que la unión beneficia a ambos: pone a Allin en un nivel que no podría alcanzar solo, y protege a Sting de tener que luchar en solitario. Tras vencer a sus primeros rivales, el Team Taz, en Double or Nothing, uno de los principales shows anuales de la empresa, se ven las caras frente a Scorpio Sky y Ethan Page.

En una lucha entretenida, que no está mal. Como otras veces durante los últimos meses, el equipo protagoniza un vídeo de entrada en blanco y negro que no está nada mal: efectivamente, Allin parece convertirse en un mini-Sting. El pequeñalo comienza volando sobre sus rivales, lo que desemboca en un brawl en ringside que lleva a Sting a sorprender a todos, lanzándose con un crossbody desde el decorado sobre sus oponentes, aunque creo que esto no entra legalmente en la lucha. El veterano comienza como una moto, con sus Sting Splash, pero Allin es incapaz de seguir la racha, y acaba siendo dominado por los rudos que juegan al límite de la ley. Hacen bien su papel de brutos abusones, mientras que Darby ejerce su rol de underdog, e incluso es lanzado entre el público desde el ring por Page. Es de suponer que el público de esa zona es de mentira, porque, de lo contrario, tendríamos denuncias aseguradas.

Se produce el Hot Tag. Sting entra, de nuevo, con sus Sting Splashs sobre sus dos rivales, y counters realmente hábiles que sorprenden al público. Sus oponentes intentan atacarle las piernas, pero aplica un Scorpion Deathlock sobre Page, mientras Scorpio llavea la pierna de Allin. Finalmente, la leyenda alcanza un sorpresivo Scorpion Deathdrop sobre Sky para llevarse la victoria.

Lucha normalita, que sirve para que todos seamos felices viendo a Sting, sin más pretensión que esa.

Puntuación: ***

domingo, 23 de mayo de 2021

Christian vs Frankie Kazarian, AEW Dynamite 31/03/2021



Como sabe el lector, estoy llevando a cabo un análisis de WrestleMania 37. He visionado la noche 1, pero me estoy tomando un descanso, pues no siento el más mínimo interés, ahora mismo, por WWE. Además, la empresa no para de despedir a gente; lejos de prometer novedades interesantes, no hace sino perder opciones, para redundar siempre sobre lo mismo. En última instancia, ha sido Daniel Bryan el que ha abandonado la empresa, y eso, lejos de preocuparme, no hace sino permitirme soñar con verlo hacer cosas distintas e interesante en sitios que no estén tan muertos como la empresa de Vince.

Como hace Christian en AEW, y como harán Sting y Big Show próximamente. Es cierto que esto de utilizar leyendas de WWE es algo que ya hicieron WCW y TNA, pero no deja de ser interesante, porque todos estos luchadores tienen una historia tan grande y una personalidad tan marcada, que cualquier cosa que toquen se va a contagiar de interés, como lo hacen sus rivales. Si siguieran en WWE, o no lucharían, o se dedicarían a jobbear a Roman y Drew, así que el hecho de que AEW exista permita que tengan la oportunidad de crear algo nuevo.

El caso de Christian es especialmente llamativo, y por eso yo quería dedicar un post a su regreso como luchador regular. Porque es uno de mis luchadores contemporáneos favoritos, y me fastidió mucho su retiro debido a las constantes conmociones cerebrales que sufrió allá por 2014, de igual manera que le ocurrió a Bryan. WWE jamás dejaría volver a luchar a ninguno de estos dos hombres, pero llegó AEW, y todo cambió.

Porque, de la noche a la mañana, había otro sitio en el que todos estos millonarios podían llegar a luchar, así que WWE cambió su política con respecto a ellos, y decidió permitirles hacer lo que más amaban. Bryan volvió a luchar regularmente, y a Christian se le dejó participar en el pasado Royal Rumble, en el que demostró que seguía siendo un luchador al 100%. Fue increíble volver a ver juntos, sobre un ring, en 2021, a Christian y Edge, que luchaban cuando yo era un niño. 

Por eso fue tan sorprendente verlo llegar a AEW un par de meses después. Se suponía que esa participación en RR debía significar un retorno a tiempo completo y una lucha en WrestleMania, pero este retorno se dio en AEW. Y es que, aquella política que WWE comenzó tras el nacimiento de AEW, de robar todo el talento y blindar a todas las leyendas, se vino abajo con la pandemia, debido a la cuál, la empresa perdió sus principales fuentes de ingresos más allá de la televisión clásica, que si bien es el proyecto que más dinero da, también es un tipo de producción que está en decadencia y que, por tanto, es susceptible de dejar de serlo en cualquier momento. Así pues, da la sensación de que Vince ha hecho algo parecido a lo que hizo a mediados de los 90, rebajando su roster y sus expectativas al mínimo, desarrollando, pues, un producto que implica muchos menos riesgos económicos. No se mantiene en pié una empresa de entretenimiento durante 70 años sin tomar decisiones difíciles, supongo.

El primer combate de Christian en AEW lo mantuvo frente a un tipo que debe conocer bien, otro veterano canadiense como Frankie Kazarian, cuarentón como él, con el que coincidió en TNA y, seguramente, en sus inicios en WWE. Es, este, su primer match individual de verdad desde hace 8 años, así que merece un post en el blog.

Y es una lucha buena, correcta. Tenemos a un Christian que domina con movimientos de marca, hasta que es lanzado de forma sucia fuera del ring, golpeándose duramente la espalda con el esquinero del mismo. Frankie intenta aprovecharse de eso, desgastando su resistencia, apretando con candados y golpes lumbares, mientras la leyenda recurre a sus asimismo legendarios comebacks. Salvo algún mínimo error, no parece haber pasado el tiempo para Cage.

Mientras Kaz busca sus candados para hacer rendir a su rival, Christian recurre al Killswitch. Lo busca desesperadamente, y, aunque su rival aplica Coquina Cluth, y un Leg Drop volador, e incluso su clásico Flux Capacitor, la victoria llega para el Capitán Carisma, cuando, por fin, materializa su finisher de toda la vida, después de un bonito Frog Splash.

Puntuación: ***1/4 

domingo, 21 de marzo de 2021

Jon Moxley vs Kenny Omega, Exploding Barbed Wire Deathmatch, AEW Revolution 2021


AEW se está poniendo interesante. Aunque WWE siempre ha sido la casa de las sorpresas, a partir del comienzo de la crisis por pandemia de COVID-19, rebajó sus medidas para acaparar todo el talento de la lucha, permitiendo a otras empresas cebarse. En el caso de AEW, esto no sólo se ciñe al talento, sino también a las leyendas.

Durante los últimos años, Vince, que lleva haciendo el mismo programa de televisión 20 años sin introducir, apenas, novedades en el formato, se negó a utilizar a gente muy interesante como Big Show, Sting, Shaquille O'neal o Christian, y todos están ahora en AEW. El caso del último es el más llamativo, pues hace un mes, lo vimos participar en Royal Rumble, y hacer un gran papel, y aún así, a Vince no se le ocurrió ofrecerle un contrato. Todo le explota en la cara, porque todo lo que él no ha querido hacer con estas figuras, lo va a hacer AEW.

Recientemente, tuvo lugar el último gran evento de la empresa, Revolution 2021, que, más allá de los nombres señalados, ahonda en la rivalidad que comenzó junto con el propio nacimiento de la empresa. Jon Moxley y Kenny Omega se ven las caras una vez más, y lo hacen con una estipulación que también evoca cultura luchística: un Exploding Barbed Wire Deathmatch.

De hecho, en los programas de la empresa, ha aparecido el gran Atsushi Onita, fundador de la violenta FMW, en la que disputó varios combates de este tipo, que también se extenderían a otros lugares. Veremos en próximos posts algún combate de esa época, porque esto es un blog de historia del wrestling, y esto es historia. Es una pena que esta lucha entre Moxley y Omega pase a la historia, no tanto por este tipo de innovación, sino por un llamativo evento ocurrido tras el combate, que luego comentaremos.

El caso es que Omega es Campeón de AEW. Sabemos que su primer año en la empresa no estuvo al nivel que se esperaba, pero, tras la liberación de WWE de los Good Brothers, el antiguo líder del Bullet Club ha podido rearmar su facción, y ahora, es rudo, y tiene un nuevo mánager, Don Callis, uno de los ejecutivos de Impact Wrestling. Porque, ahora, las empresas están colaborando, y Omega está apareciendo en los programas de ambas, lo que también es un motivo de interés. En AEW están pasando cosas, y eso ya supone una ventaja con respecto a WWE.

Esta lucha violenta, en la que hay muchos pinchos, y bates con pinchos, y cuerdas electrificadas, es interesante, por ser el main event de una gran empresa, y aún así, ser muy sangrienta, pero no me parece una gran lucha. Omega parece querer atacar la pierna de Jon, lo que no sé si tiene mucho sentido en este tipo de matches, y le hace desangrarse, rajándole la cabeza con un bate de pinchos. Hay muchos lanzamientos sobre las cuerdas, con grandes explosiones. En una de ellas, ocurrida cuando Omega empuja a Jon, es el rubio el que se lleva la peor parte, al tener la cabeza pegada a la cuerda. Se hace daño en un ojo, y lo vende bien, pidiendo agua para poder ver.

Moxley quiere aprovecharlo, pegándole rodillazos en la cara, y lazándolo con un Dirty Deeds sobre un colchón de púas en ringside. Omega cae de cabeza, pero Ambrose cae con todo el cuerpo, quedándose enganchado. Los dos luchadores vuelven al ring, cubiertos de sangre. Allí, Omega conecta el One Winged Angel, pero Moxley llega a la cuerda con la pierna, provocando una explosión que vuelve a cegar al campeón.

Omega está perdido, así que llegan sus amigotes, cuya ayuda decanta su victoria. Tras la lucha, hay una cuenta atrás, que precede, supuestamente, a una explosión destructiva. Moxley queda KO en el ring, y aparece su viejo amigo, Eddie Kingston, para salvarlo. Como no puede llevárselo a tiempo, intenta protegerle con su cuerpo, , y ocurre una explosión... que consiste en unos ridículos fuegos de artificio. Parece ser que algo ha fallado, no ha funcionado bien, y sin embargo, Kingston vende que la explosión le ha herido y está KO sobre su amigo. Resulta ridículo y expone al negocio. En el siguiente programa de la empresa, habrá varias referencias a esto, y se buscará una excusa rancia.

La lucha no está mal, pero no es un gran main event.

Puntuación: ***1/4

sábado, 3 de octubre de 2020

Chris Jericho vs Orange Cassidy, Mimosa Mayhem Match, AEW All Out 2020


Especial All Out 2020

Vamos a comentar una tercera lucha del evento All Out de AEW. Aunque este, a mí, personalmente, me parecía un show muy interesante, si nos ceñimos a las tres luchas que, contando la de hoy, hemos decidido comentar, la verdad es que la cosa resulta muy decepcionante. Este tercer choque entre veterano y joven luchador indy, en el que los protagonistas son Chris Jericho y Orange Cassidy, sin ser un mal combate, desde luego, está por debajo del nivel que ambos han demostrado que pueden llegar a poner sobre la mesa, y eso es, debido, claramente, a la estipulación.

El match entre Jericho y Cassidy en All Out pertenece a la rivalidad que han mantenido durante los últimos meses, y que ya comentamos hace poco. Esta rivalidad, que ha tenido buenos combates, avanza en esta ocasión estrenando modalidad: Jericho y Cassidy se enfrentan en el primer Mimosa Mayhem Match, una idea absurda que perfectamente podría haber salido de la mente de Vince Russo. 

El decorado incluye, fuera del ring, una piscina llena de mimosa, un cóctel que se hace con Champán y zumo de naranja, principalmente. También hay mesas de servicio de habitaciones, botellas y otros objetos, que los luchadores usan durante el match.

Porque este es un combate en el que se utiliza bien la estipulación, incluyendo intentos de ahogar al oponente en la mimosa. El problema es que esta estipulación es una chorrada, no da mucho juego, y permite muy poca lucha como tal. 

Para acabar las acciones, Jericho acaba cayendo dentro de la mimosa, tras lo cuál, la referee decreta el final. Por lo visto, esa era una de las maneras en las que, en esta estipulación, se puede terminar una lucha, aunque anteriormente hubo intentos de pinfall.

Puntuación: **3/4


miércoles, 30 de septiembre de 2020

Jon Moxley vs MJF, AEW All Out 2020


Especial All Out 2020

Seguimos hablando de la edición 2020 de All Out, uno de los grandes eventos anuales de AEW, que este año, por motivo de la pandemia, se lleva a cabo en florida, en un estadio casi vacío, pero con un puñado de aficionados, que es algo que no se ha atrevido a hacer todavía WWE. En el evento principal de la velada, Jon Moxley defiende el World Championship de la empresa ante MJF, en un nuevo choque entre un luchador consagrado y un joven que se está abriendo hueco.

MJF es una creación de MLW, como Brian Pillman Jr, otro luchador que está trabajando en ambas empresas a la vez. Pero MJF está en una posición muy superior, pues es, de entre aquellos que vienen del mundo independiente, el hombre que mejor perspectiva tiene en la compañía. Siempre tuvo una gran imagen de heel odioso, pero, durante un tiempo, jugó el papel de protegido de Cody, de tal manera que el turn heel, si bien predecible, se hizo en el momento correcto para generar la reacción en el público que necesita un rudo. 

Ahora, MJF tiene la oportunidad de luchar por el título en un evento importante. Yo creo que es demasiado pronto, sobre todo, teniendo en cuenta que es derrotado. Un ascenso hasta luchas titulares debería terminar con una maravillosa coronación, a no ser que esta no vaya a darse nunca. Si se pretende que MJF llegue a ser campeón algún día, como así debería ser, creo que no es conveniente que tenga esta lucha, sólo para perder.

Creo que la lucha es buena, aunque no lo suficiente para un gran main event. MJF busca atacar el brazo de Ambrose, para frenar su ofensiva, mientras que este quiere machacarle la cabeza para acabar ganando a través de sus grandes DDTs. MJF sangra en la cabeza, pero realiza un trabajo verdaderamente bueno sobre el brazo izquierdo de su oponente, que lo vende bien, y que se ve impedido a la hora realizar sus mejores movimientos. 

En la parte final del match, hay opciones para ambos. Moxley supera sus problemas en el brazo, y consigue aplicar un Piledriver. Warlock, el enorme mánager de MJF, le pasa su anillo a este para que ataque con él, pero lo lanza demasiado lejos. Cuando va a por él, MJF se encuentra con Jon Moxley, y con su Death Rider. MJF es derrotado, con relativa facilidad, en una lucha en la que se estaba contando una buena historia, pero que tiene una parte final absolutamente banal.

Puntuación: ***1/4

martes, 29 de septiembre de 2020

Matt Hardy vs Sammy Guevara, AEW All Out 2020


Especial All Out 2020

Llega el segundo gran evento del año para AEW. Se trata de All Out, un show que presenta un main event en el que Jon Moxley defiende su Campeonato Mundial ante MJF, y en el que tenemos otros alicientes, como aquello que ya comenté hace poco, de la mezcla entre grandes leyendas del wrestling, y jóvenes luchadores provenientes de entornos independientes. Tanto unas cosas como las otras, las comentaremos próximamente.

Vamos a empezar con esa mezcla de veteranía y sangre nueva, que se daba en una lucha que yo esperaba con ilusión, y que se quedó en poca cosa dado un accidente muy peligroso. Se trata del match entre Matt Hardy y Sammy Guevara, dos tipos que llevan peleándose mucho tiempo, después de que Hardy debutara en la empresa para meterse directamente con el Inner Circle, y ambos se vieran las caras en batallas grupales en las que se pasaron de la ralla. En las semanas previas a este evento, ambos acabaron sangrando como locos de manera legítima, tras recibir ataques con objetos no lo suficientemente bien ponderados. Así, llegamos a este match, en el que Matt pone en juego su carrera en AEW.

Y en este match, vuelve a sufrir un gran accidente por una negligencia de la producción, y eso se carga el espectáculo. Y tiene gracia, porque Matt, como todos los que se van de WWE, ha criticado mucho a la empresa de McMahon, y en concreto, se ha quejado de las storylines sobre los problemas de alcohol de su hermano, y sin embargo, si AEW comete errores mucho más graves para su salud, todo está bien. El maniqueísmo barato de siempre.

La batalla entre Hardy y Guevara se enfoca como una brawl enloquecida por todo el estadio, incluyendo caídas, coches, y todo lo que haga falta. Pero, a los pocos minutos, Guevara lanza a su rival desde una estructura sobre unas mesas, que son insuficientes para frenar su caída. No hay suficientes mesas, y no hay acolchado en el suelo, y eso no se puede hacer en el wrestling moderno. No puede haber caídas de espaldas sobre el suelo, porque hay gente que ha muerto por ello. Y ni siquiera sabemos lo que le ha podido pasar a Hardy.

Lo que sabemos es lo que pasó en el momento: Matt  estaba mareado, no se podía levantar, y su rival no podía moverlo. La referee, inteligentemente, hace la señal de lesión legítima, y el combate se para. Pero hay un problema: la estipulación; si Matt pierde, se tiene que ir, así que esto no acaba aquí.

Entonces, la empresa comete otra grave negligencia, que es permitir que un hombre con síntomas de  conmoción cerebral, siga luchando, e incluso, se suba a una estructura para realizar un nuevo spot. El combate se reanuda, tan solo para que Sammy y Matt se suban a esa peligrosa estructura, y Matt empuje a su oponente, que cae desde bastante alto, esta vez sí, sobre cajas. La cuenta llega a 10, gracias a lo cuál, el malogrado Hardy mantiene su salario.

Sobre Matt, hay que decir que él ha informado de que está bien, y que volverá pronto a la acción, mientras que la empresa a afirmado que no sufrió ninguna conmoción, lo que no es muy creíble. Mal empezamos con las revisiones de este evento, pero la cosa mejorará.

Puntuación: *

domingo, 23 de agosto de 2020

Cody vs Eddie Kingston, AEW Dynamite 16/07/2020


Tras comentar una lucha entre Chris Jericho y Orange Cassidy, hoy hablamos de otro combate de AEW en el que chocan el mainstream y lo indy. Eddie Kingston llega para retar a a Cody por el título TNT.

En el mes de mayo de 2020, AEW presentó su título secundario: el TNT Championship, que lleva el nombre de la cadena que acoge a la empresa. Y no es la única correa que ha llegado últimamente, porque, en julio, Taz trajo al programa un campeonato que había ganado en sus tiempos de ECW, para dárselo a su nuevo protegido, Brian Cage: el FTW Championship. Ya hablaremos, otro día, de la historia de ese título.

Cody perdió su última oportunidad por el World Championship de la empresa, en un match ante Chris Jericho y, como condena, en teoría, jamás podrá volver a ganar ese título. Pero, como recompensa, creó el TNT Championship, y se convirtió en su campeón inaugural. Su reinado ha sido bastante bueno, y emulando al de John Cena como US Champion en 2015, ha defendido la correa en los programas semanales de Dynamite, incluyendo, a retadores de fuera de la empresa. Esto resultaba muy interesante, porque las posibilidades eran infinitas, y había muchos luchadores pidiendo una oportunidad, desde Juventud Guerrera a JTG. Pero, minutos antes de escribir esto, Cody ha perdido el título ante Brodie Lee, así que, me temo, se acabó lo bueno.

Tony Khan no parecía muy contento con la idea de traer gente de fuera; tiene muchos luchadores poco utilizados, y hay una pandemia. Aún así, Eddie Kingston apareció en Dynamite, y eso fue bastante sorprendente. Es el último hombre que uno esperaría ver en la televisión nacional. Su actuación fue buena, y debió gustar, porque se le ha hecho contrato.

La actuación de Eddie, efectivamente, es buena, y es distinta. Por la violencia, tanto física como verbal, que incluye este luchador, que, recordemos, es un tío de CZW, de Chikara, un brawler violento de los que ya no quedan. Es presentado como un veterano con 18 años de experiencia en el negocio. Tanto sus palabras, como sus gestos y sus golpes, son propios de un hombre lleno de desprecio contra el modelo mainstream.

Kingston domina, pegando con una violencia realmente notable, e impropia del contexto en el que está. Pero tiene un problema, una lesión en la pierna muy obvia. Le pega una buena paliza de vieja escuela a Cody, y saca sus chinchetas, que acaban en la espalda de Rhodes, hombre que se parece mucho a Triple H, en el sentido de que tiene un protagonismo muy grande que debe a su posición en los despachos, pero que paga con creces destrozando su físico. Una vez más, acaba sangrando.

Con su forma de hablar, su forma de pegar, y sus chinchetas, Kingston cumple con creces su cometido: presentar el paradigma que representa a la audiencia que lo desconoce. Finalmente, sus problemas en la rodilla se hacen evidentes, y cae derrotado, a manos de una Figura 4, pero ha hecho un buen trabajo. Creo que la lucha merece un poco más de nota que lo que el mero mérito luchístico le concedería, dada la simbología que introduce Eddie.

Puntuación: ***1/2

viernes, 21 de agosto de 2020

Chris Jericho vs Orange Cassidy, AEW Fyter Fest 2020


Si hay algo interesante en AEW, esa es la mezcla de luchadores que presenta. De la noche a la mañana, hombres venidos de territorios independientes sin apenas visibilidad, pueden llegar al show, y enfrentarse a grandes estrellas como Matt Hardy, Cody Rhodes o Chris Jericho. No hay necesidad de que pasen 3 años en un territorio de desarrollo, y eso es algo que en WWE no se puede ver, a no ser que el fichaje sea una estrella de gran nivel.

En las últimas semanas, esto se ha podido observar de una manera obvia, en la rivalidad entre Chris Jericho y Orange Cassidy. Choca una leyenda millonaria como el canadiense, con un tipo como Cassidy, un friki de las indies, La Hormiga de Fuego de Chikara, un personaje cómico, y sin embargo, no exento de talento. En AEW, hasta ahora, ha mantenido el personaje, al no sacar las manos de los bolsillos, que es una manía suya. Esto ha sido así, hasta que la cosa ha explotado, se ha puesto serio, y ha empezado a luchar de verdad en esta rivalidad ante Y2J.

Tony Khan ha comentado que todo estaba planeado, y que estaban guardando a Cassidy para el momento adecuado. Obviamente, esto es falso, no creo que Khan haya visto luchar a Cassidy en la vida, sólo era uno más de los luchadores indy que tenía entre su filas, para los combates de Dark. No es más que una respuesta para calmar a los ignorantes fans que siempre piensan que las luchas de comedia son insultantes, y que cualquier luchador que no sea campeón, está infravalorado.

Jericho estaba metido en rivalidades con tipos bastante top, como Kenny Omega, Cody o Matt Hardy, y, de pronto, se encontró con esto. Realizó una llamada, y Cassidy apareció como el hombre más malo del mundo, sin sacar sus manos del bolsillo. Cuando Jericho le rompió las gafas de sol, encontró energía en su interior para dejar la comedia y pelear de verdad. Se ha tenido que ver las caras con todo el Inner Circle, pero, en ocasiones, ha contado con la colaboración de sus amigos, los Best Friends.

La rivalidad está durando bastante, y aún no acaba. Estos hombres incluso han tenido un debate, manejado por Eric Bischoff. Nosotros, nos vamos a quedar con su lucha en Fyter Fest 2020.

Evento, que, este año, tuvo lugar en los shows Dynamite por TNT. Esta es una técnica que han usado empresas menores para dar importancia a sus programas semanales, ante la falta de éxito de sus PPVs. Es algo muy propio de Impact Wrestling en sus últimos años, y AEW se tiene que sumar a ello, ante la imposibilidad de vender entradas para grandes eventos. A su vez, WWE NXT contraprogramó, creando ediciones especiales de su programa semanal, tirando de marcas clásicas como The Great American Bash.

Sabemos que los programas de RAW y Smackdown han bajado alrededor de un 15% de su audiencia durante esta pandemia, pero eso no ha pasado con NXT y AEW, que siguen, más o menos, como antes. Y esto es así porque no han variado mucho por la pandemia. Mientras que AEW sigue haciendo sus shows en estadios grandes, con bastante gente por las gradas, con planos largos, música de entrada, etc, en WWE todo ha venido a menos: faltan muchos luchadores, no hay público, y los shows se llevan a cabo en el Perfromance Center, que es un lugar pequeño, cerrado, con planos cortos que provocan que todo parezca un entrenamiento. WWE siempre se ha definido por una producción de espectáculos increíbles, y ahora, independientemente de si los shows son mejores o peores, todo es deprimente. 

AEW ha mantenido algo parecido a la normalidad. Hay fuegos de artificio, y los gritos de la gente, aunque esta sea poca, suenan mucho mejor, porque el escenario es mucho mayor, así que rebota de una manera más cercana a como lo ha hecho toda la vida. La verdad es que eso hace que los eventos de AEW sean más disfrutables, más vivos, más grandes.

Así ha ocurrido esta rivalidad entre Orange y Chris, que incluso ha tenido momentos de brawl entre el público, la mitad del cual, no tiene mascarillas, ni respeta distancias de seguridad, ni nada. En Fyter Fest, se enfrentan en la que, creo, es la mejor lucha que han tenido.

Cassidy comienza la lucha con las manos en los bolsillos, esquivando los ataques de su oponente, pero acaba siendo víctima de sus Walls of Jericho. Chris, que en WWE parecía demasiado pequeño para los rivales que tenía delante, aquí parece enorme, se convierte en un power house, y destroza la espalda de su contrincante con quebradoras y llaves de todo tipo.

No recuerdo cuando fue la última vez que vi a Chris realizar un ataque zonal tan serio como el de hoy. Jericho sigue con su trabajo durante la pausa publicitaria, mientras que Orange realiza un buen selling. No hay rendición, no obstante, y llega el comeback de Cassidy, que está a punto de llevarse la victoria en varias ocasiones.

Entonces, entran en juego los secuaces de Jericho, Santana y ortiz, que tiran zumo a los ojos al babyface. Los Best Friends llegan a echar a estos dos bandidos, pero es tarde para los ojos de Orange. Jericho le pega con un bate, y le aplica el Code Breaker. Y, sin embargo, la lucha no acaba.

Era el momento perfecto para acabar el combate, pero AEW hace ese tipo de tonterías propias de una empresa indy, que la lleva a hacer que Orange sobreviva a un golpe con un bate y a un Code Breaker por sorpresa, como si fuera John Cena. Es una manera de banalizar por completo tanto los golpes como los momentos. La lucha continúa unos minutos más, con cosas que no significan absolutamente nada, hasta que Jericho aplica su codazo, el Judas Effect, y gana, una forma totalmente fría.

A pesar de ese error en la parte final, la lucha es bastante buena.

Puntuación: ***1/2

miércoles, 3 de junio de 2020

Matt Hardy y The Elite vs The Inner Circle, Stadium Stampede Match, AEW Double or Nothing 2020



Seguimos hablando de Double or Nothing 2020, segunda edición del magno evento de AEW. Tras hablar de la lucha titular entre Brodie Lee y Jon Moxley, hoy comentamos la gran atracción de la noche. The Elite, fuerzas vivas de AEW, con la ayuda de Matt Hardy, recién llegado de WWE, se enfrentan a Inner Circle, malvado stable comandado por Chris Jericho.

Los roces han sido muchos, desde el primer día. Recordemos que en el main event del primer evento de la compañía, Kenny Omega y Chris Jericho lucharon en un single match. Pero, entonces, aún no existía el Inner Circle. Este stable nació meses después, con la llegada de la empresa a televisión.

En los últimos meses, se han intensificado las diferencias entre unos y otros. La imagen de Nick Jackson, sangrando, bajo una persiana, tras el ataque de los rudos, fue realmente impactante. Esta situación dejó en desventaja a los Élite en sus batallas ante los chicos de Jericho, hasta la llegada de Matt Hardy a la empresa, para igualar las tornas.

En el anterior post, hablamos de la situación de Luke Harper en WWE. El caso de Matt era aún más humillante. Es una auténtica leyenda, con un historial en WWE y fuera de WWE enorme, y que ha demostrado una gran creatividad, y una gran capacidad para reinventarse. Pero WWE lo trató como a una mierda, un jobber que hacía el ridículo cada semana en televisión, y al que ni siquiera se le permitió usar su personaje broken, tan apropiado para las circunstancias actuales, y creador, en cierta medida, del tipo de luchas cinematográficas que han mantenido a WWE con vida en estos tiempos de cuarentena. Vince McMahon nunca le respetó. Esperemos que en AEW pueda sacar todo su talento, como hizo en TNA.

Hardy usa su personaje Broken en AEW desde el primer momento, pues esta es su arcadia libre, donde se premia cualquier tipo de creatividad. No sé si el hogar de los Hardy será lugar de alguna nueva batalla, como en el pasado. Supongo que depende, por el momento, de las medidas de confinamiento que se han tomado en unos estados y otros. Por ahora, vamos a verlo pelear en un estadio de fútbol.

La primera aparición del mayor de los Hardy tuvo lugar ya sin público. Fue precedido por su dron, pero, aún así, el momento careció de fuerza. El virus estaba pegando fuerte, así que no podía haber un alma cerca del ring. Pero sus careos con Jericho fueron buenos. El canadiense intentó que se uniera a sus filas, pero no tuvo éxito. Incluso hizo lo propio con el dron, Vanguard. Matt Hardy, como si fuera Undertaker, realizó una aparición mágica, teletransportándose de un lugar a otro, aprovechando la ausencia del público, para realizar las tomas precisas. La verdad es que estos dos locos podrían tener una buena rivalidad, aunque no sé si podrían tener un gran combate.

Durante las semanas previas a Double or Nothing, Hardy, junto con Kenny Omega, ha tenido batallas bastante épicas frente a los miembros del Inner Circle, en el mismo estadio en el que ocurre el definitivo Stadium Stampede. Como en esas luchas, en esta ocasión, lo que tenemos es un Falls Count Anywhere Match por equipos, en el que se usan las diversas localizaciones del estadio de fútbol americano, para generar situaciones muy originales. 

El Inner Circle está al completo. Es un equipo de 5 hombres: Chris Jericho, Jack Hager, Sammy Guevara, Santana y Ortiz. En el bando de los técnicos, participan The Elite: Kenny Omega, Hangman Page y The Young Bucks, con Cody fuera, porque participa en el torneo por el TNT Championship. En su lugar, está Matt Hardy.

La batalla es muy entretenida. A diferencia de otros combates cinematográficos, voy a darle nota, porque no creo que haya mucho de producción posterior que cambie sustancialmente la naturaleza de la lucha. La mayor parte de las cosas que ocurren, pueden ocurrir sin la necesidad de cortes o efectos especiales, así que, aunque los haya habido, no creo que cambien el hecho de que esto es un combate de wrestling. Además, aquí hay mucho sonido por parte del público, que es constante. Obviamente, las gradas están vacías, pero hay decenas de personas del staff de AEW viendo lo que pasa, y gritando.

Esta pelea no tiene lugar en el mismo recinto que el resto del evento, sino en el TIAA Bank Field, que se encuentra también en Jacksonville, Florida, la cuna del wrestling en época de pandemia. Este es el estadio en el que juegan los Jacksonville Jaguars de la NFL, no es un auditorio cualquiera. Los luchadores son presentados como si jugaran al fútbol, de uno en uno. Cada uno de los equipos se coloca en una parte del campo, y, cuando la referee señala el comienzo, se lanzan a la carga.

Hangman Page aparece, montado a caballo, reforzando la imagen de vaquero que se está trabajando sobre él. Persigue al pobre Sammy Guevara, que últimamente tiene que correr mucho; ya fue atropellado por un carrito de golf en programas previos. 

Page no alcanza a su rival, así que se va al bar, a beberse un whisky. El resto de los luchadores pelean en el ring y alrededores, hasta que se van movimiento por todas otras localizaciones del estadio.

Hardy se enfrenta a los LAX en solitario, en la zona de la piscina. Estos, intentan ahogarlo en ella, pero, cada vez que saca la cabeza del agua, se ha transformado en alguna versión clásica del viejo Matt. Esta es la parte más editada en postproducción, pero es divertida. Hardy se libra de los dos hispanos, metiendo a uno de ellos en un congelador, lo que puede considerarse un asesinato.

En el bar, Hager encuentra a Page. Se toma un Whisky con él, y comienzan a luchar. Kenny Omega aparece para ayudar a su tag team partner frente al enorme Hager. Este, aguanta un montón de botellazos, hechos, obviamente, con botellas de mentira, hasta que es derrotado por sus dos enemigos.

En la zona del césped, Sammy y Jericho se enfrentan a los Young Bucks. Nick logra un Tash Down, después de atravesar todo el estadio aplicando súplexs a Guevara, mientras Chris pelea con Matt, y también, con la mascota de los Jaguars, a la que deja KO. Asimismo, se pelea con la referee, a la que acusa de contar mal. Ambos, tienen que ir a revisar la repetición de la jugada, como en el fútbol, para comprobar si la cuenta había llegado a tres.

En las gradas, Guevara ahorca a Hardy para matarlo, ante la cámara del Vanguard. Finalmente, Kenny Omega llega, y aplica un One Winged Angel desde las gradas hasta unas cajas que están abajo, para ganar la batalla.

Hay que decir que, aunque esas cajas aportan seguridad a la caída, lo cierto es que esta es tan alta para un ataque tan peligroso, que resulta bastante impresionante. Victoria para los buenos, en una batalla muy entretenida.

Puntuación: ***1/2

martes, 2 de junio de 2020

Jon Moxley vs Mr Brodie Lee, AEW Double or Nothing 2020



Double or Nothing es el evento con el que todo comenzó. Es el primer PPV en la historia de AEW, aquel en el que vimos a Cody enfrentarse a su hermano, Dustin Rhodes, y a Chris Jericho derrotar a Kenny Omega

Esto ocurrió en 2019. Un año después, AEW ya tiene su programa de televisión, y mantiene una guerra los miércoles por la noche contra la tercera marca de WWE, NXT, con una ligera ventaja. En 2020, Double or Nothing, el que debe ser el PPV más importante del año, regresa, aunque sin público, debido a la crisis por Coronavirus.

Nadie podía imaginar, cuando vio debutar a esta empresa, que un año después, ocurriera una pandemia de estas características que matara a cientos de miles de personas en el mundo. En estas circunstancias, no se pueden llevar a cabo eventos con multitudes en las gradas. En USA, cada estado está llevando la crisis a su manera, pues tanto la salud como la seguridad son prerrogativas estatales. Esto está implicando que la evolución sea muy desigual.

Ya sabemos que WWE está encerrada en Florida, donde ha sido declarada empresa esencial, y puede llevar a cabo sus shows en su propio recinto, el Performance Center, que es pequeño y discreto en comparación con los estadios en los que actúa normalmente. AEW, por su parte, tenía previsto ejecutar su gran show en Las Vegas, como el año pasado, pero ha aprovechado el logro político de Vince McMahon, que se permite hacer shows sin público en Florida, y ha alquilado el Dally's Place para Double or Nothing. Además, tiene a muchos trabajadores por el estadio, animando, posiblemente demasiados, teniendo en cuenta las circunstancias. No me parece muy serio tomarse las medidas en contra del virus de una manera tan flexible, dado que USA ya supera los 100.000 muertos por este problema. Pero el caso es que con un estadio tan grande y con tanta gente haciendo ruido, el resultado es mucho más espectacular que el que consigue WWE en su centro de entrenamiento.

La gran lucha de la noche es una batalla de estilo cinematográfico, muy llamativa, de la que ya hablaremos en el próximo post. Antes de eso, hay que comentar el combate por el título máximo de la empresa, diputado por el campeón Jon Moxley, y la reciente adquisición Brodie Lee. Sí, una vez más, y como ha ocurrido en todas las empresas que han intentado hacer competencia a WWE, la estrategia es usar a exluchadores de WWE.

Pero a poca gente le hubiera interesado ver un Dean Ambrose vs Luke Harper. Al final, no sólo importan las personas, también la importancia que se les dé, y las historias en las que se les involucren. A pesar de que después de Undetaker, Kane y Bog Show, y salvo Braun Strowman, WWE no había conseguido crear ninguna gran estrella en el ámbito de los gigantes, nunca supo qué hacer con Luke Harper, hombre que por su tamaño, su imagen y sus habilidades luchísticas, podría haber llegado alto. Sin embargo, la empresa no le sacaba ningún jugo. En el finde de WrestleMania 35, incluso tuvimos que celebrar que se le usara en Worlds Collides, ya que el hombre estaba muy deprimido por su uso. Ahora, posiblemente ha recibido un push excesivamente rápido, pero al menos, puede sentir que está aportando algo bueno.

Este combate titular ha gustado mucho, aunque a mí me ha dejado un poco indiferente. Estos dos tipos, Moxley y Lee, antes de su paso por WWE, fueron reconocidos brawlers, así que esperaba ver aquí buena mandanga, pero creo que es una brawl un poco blandita.

Hay algunos buenos spots, uso de objetos, y mucha pelea por las inmediaciones del ring. Todo es muy normalito, salvo el final, que me parece bastante bueno. Jon aplica su finisher, el Death Rider, en la rampa de llegada al ring, rompiéndola, y cayendo ambos luchadores por el hueco. Cuando Brodie emerge, está bañado en sangre por el golpe.

De vuelta en el ring, Jon utiliza de nuevo su ataque final, pero en versión WWE, o sea, el Dirty Deeds. Harper se levanta a la de una, así que Ambrose debe seguir pegándole en la cabeza, y utilizar otro Death Rider. Lee se levanta a la de dos, así que ahora es atrapado por una dormilona, que, efectivamente, lo pone a dormir. Así, Moxley retiene su campeonato.

La lucha es muy normalita casi todo el tiempo. El final es un poco mejor.

Puntuación: ***

jueves, 30 de abril de 2020

Jon Moxley vs Jack Hager, No Holds Barred, AEW Dynamite 15/04/2020



No sólo WWE está emitiendo, durante la crisis por el COVID-19, sus programas sin público; otras empresas principalmente televisivas, como AEW e Impact Wrestling, están haciendo lo mismo, sin cambiar mucho su agenda, puesto que la tele lo es todo para ellas.

AEW ofreció, el 15 de abril, una lucha titular, un combate sobre la mesa muy interesante, en el que Jon Moxley, quien meses atrás había arrebatado el Campeonato Mundial a Chris Jericho, defiende su correa ante Jack Hager, conocido en WWE como Jack Swagger. Este match tiene la estipulación de No Holds Barred.

Es una buena oportunidad para Hager. Este tipo aguantó milenios en WWE, sin que lo usarán, más allá de WWE Main Event. Cada 3 años, tenía una historia interesante, pero, por lo general, a Vince y compañía les costaba mucho encontrarle hueco. Después de dimitir, empezó a practicar MMA, con cierto éxito en Bellator, y apareció en la última temporada de Lucha Underground, de la que hablaremos en breve.

Al fin, llega a AEW, y parece que puede hacer algo relevante en el mundo del wrestling. Previo a esto, perdió una lucha de MMA, por pegar golpes bajos a su adversario, una actitud que no entendí en absoluto. En la empresa de los Khan, se unió al Inner Circle de Jericho, llevando a cabo un papel de guardaespàldas, sin demasiado papel en el ring. Ahora, tiene este match, que ha recibido buenas críticas. Veamos qué tal.

Me ha resultado muy decepcionante este combate. Esperaba más de él, pero acaba cayendo en exactamente lo mismo que la lucha entre Edge y Randy Orton en WrestleMania 36: silencio y aburrimiento. Parece que este tipo de matches no puede funcionar sin público.

La lucha comienza bien, con un poco de shoot style. No parece lo más apropiado para un No Holds Barred Match, pero está bien. Después de eso, los luchadores se van a ringside a brawlear un poco, pero se nota demasiado la ausencia del público. Todo es muy frío y muy irrelevante,  los luchadores están demasiado cansados, y hay muchos tiempos de descanso. Jim Ross está un poco mejor que Michael Cole en el citado match de WrestleMania, no se queda callado como aquel, pero, realmente, no hay nada interesante que destacar.

Los luchadores suben al ring, y hay algunos sillazos, así como botches que llaman demasiado la atención en un entorno como esté. Moxley gana con un DDT sobre una silla, que no llega ni a Dirty Deeds.

Combate correcto, pero no destacable por nada. El silencio es atronador.

Puntuación: **1/2

lunes, 16 de marzo de 2020

Cody vs MJF, AEW Revolution 2020




Estamos hablando sobre AEW Revolution, el primer gran PPV de AEW en 2020. Hemos comentado, hasta ahora, las luchas por el World Championship y por los World Tag Team Championships, y ninguna de ellas nos ha resultado demasiado interesante. Por eso, finalmente, he optado por revisar una tercera lucha del evento, una en la que tengo más fe.

Desde que AEW abrió sus puertas, Cody se ha convertido en una figura indiscutible dentro de la empresa. Obviamente, es vicepresidente, y como tal, se va a colocar a sí mismo en un lugar privilegiado; el wrestling, históricamente, siempre ha sido un campo muy endogámico. Y, en realidad es muy importante que lo haga, puesto que es uno de los pocos luchadores de vieja escuela que hay en la empresa, uno de los pocos hombres capaces de contar una historia. Es una suerte, para AEW, que uno hombre como él sea vicepresidente; si hubiera ocupado un rol secundario dentro de la jerarquía, no quedaría, apenas, esperanza.

Las luchas de Cody pueden ser mejores o peores, pero siempre tienen una parte de storytelling que es apreciable. En Revolution, se enfrenta a un joven que comparte su talento, MJF, el traidor. Este hombre comenzó su carrera en AEW como face, como aliado de Cody, y era obvio que ese papel no se adaptaba a su forma de ser. Era de esperar que el Turn Heel se diera en algún momento, y así pasó. MJF traicionó a Cody, y le costó su lucha titular ante Chris Jericho. Además, debido a esa derrota, el pequeño de los Rhodes no podrá, tampoco, ser retador jamás por el título. En fin, ya sabemos que eso no va a ser así.

MJF defiende sus acciones, aduciendo que Cody quería aplastar su progresión, minimizarlo por completo, y convertirlo en su marioneta. Tras esto, obviamente, Cody quería una lucha frente al traidor, pero este puso tres condiciones: que no podía tocarle hasta esa lucha; que tuviera un combate frente a su nuevo y enorme guardaespaldas, Wardlow, dentro de una Steel Cage; y que le permitiera pegarle 10 correazos, a modo de latigazos. Así, la verdad es que hemos visto muy buenos segmentos, y una buena rivalidad.

En Revolution, pues, Friedman y Rhodes se ven las caras, en una lucha que es storytelling puro. Quizás, de hecho, hay demasiadas historias, demasiadas interferencias en ringside, y no el suficiente odio por parte de Cody, que ha recibido humillaciones y dolores excesivos en esta bien trabajada historia.

El héroe tiene en su esquina a su mujer, Brandi, y a Arn Anderson, mientras que MJF siempre va acompañado por el Wardlow.  Durante los primeros minutos, evita todo lo que puede subir al ring, para no tener que vérselas directamente con el cabreado Cody, que hoy estrena un patriótico tatuaje en su cuello que queda... raro. Seguro que en su cabeza era espectacular, pero hay otras zonas en el cuerpo más apropiadas.

MJF vacila a la gente en el público. Le tira la gorra a un aficionado, y lanza una cerveza sobre otro. Es de esperar que sean actores, porque en USA, cualquiera te denuncia por daños contra la moral y el honor de una persona por menos que eso. 

Cody domina, sin muchos problemas, tirando de su arsenal habitual. En ringside, Brandi se pelea con Wardlow, tirándole una cerveza encima, y Cody vuela sobre él, ante la posibilidad de que ataque a su mujer. Sin embargo, estas tonterías le cuestan caro, puesto que Wardlow consigue aplicarle un golpe en el brazo, cuando el referee está distraído.

MJF comienza con su dominio a partir de ahí. Primero, aplica buenos ataques al brazo dañado de su rival, y, después, le quita la bota, y le muerde el pie. 

Cody consigue reponerse con un buen golpe contra el esquinero, y lanza a su oponente a ringside. Tras un rato, vemos a Maxwell sangrando profusamente en su frente; es de suponer que se lo ha provocado él cuando estaba tirado en ringside, aunque no ha quedado muy bien, porque no hay ningún ataque demasiado claro que haya podido causar tanta sangre. Cody golpea la sangrante cabeza de su oponente pero, una vez más, los problema en ringside vuelven a ponerse en su contra. Cuando va a salvar a su mujer de las manos de Wardlow, tras un innecesario ataque de esta sobre el gigante, acaba pegándole una buena patada al pobre Arn Anderson.

MJF vuelve a aprovechar esto, para aplicar un Low Blow. Transcurren los minutos, y Cody se va imponiendo. Utiliza su cinturón contra su rival, recordando los ataques recibidos en semanas previas, y le hace mucho daño. MJF se humilla, y pide perdón, cuando Cody le recuerda su amistad, pero el villano acaba escupiendo al Nieto de un Fontanero. Cody aplica dos Cross Rhodes para ganar, pero, en el último momento, Friedman se pone su anillo, y le pega en la cabeza, dejándolo KO, para llevarse la victoria.

La lucha es buena, con mucho storytelling, y referencias a la rivalidad. Ese golpe final no queda tan bien como debería, porque nadie en el público llega a darse cuenta de que MJF se pone el anillo, así que parece que Cody ha sido derrotado por un simple puñetazo. De hecho, yo sé que MJF se pone el anillo, porque lo dicen los comentaristas, porque ni siquiera se puede apreciar viéndolo en televisión. Tampoco es muy normal que, tras dos Cross Rhodes, MJF esté en condiciones de atacar con un anillo, y que este ataque resulte mucho más letal que dos iteraciones del finisher del héroe. Pero bueno, más allá de estos detalles, la lucha está bastante bien.

Puntuación: ***1/2

sábado, 14 de marzo de 2020

Chris Jericho vs Jon Moxley, AEW Revolution



Seguimos hablando del PPV AEW Revolution, evento en el que tuvo lugar el primer cambio titular en en la historia del AEW World Championship. Chris Jericho, Le Champion, ponía en juego el campeonato máximo de la empresa, y lo perdía, ante Jon Moxley.

Están, seguramente, las dos figuras más mediáticas de la empresa. Las dos están luchando también en NJPW, y las dos tuvieron una importante rivalidad en WWE. Tengo que decir que todavía no he visto las luchas de esa rivalidad, porque no me llamaban mucho la atención. Esta vez, dado el cambio titular comentado, sí que he tenido que ver el match entre Jericho y Moxley, para comentarlo en el blog, aunque no lo he disfrutado demasiado.

Creo que este cambio titular no es una gran idea. Jericho es veterano, pero tiene un gran personaje. Es un tipo capaz de salir al ring, marcarse una promo, y crear cosas con su manera de hablar. No es el mejor luchador arriba del ring, pero sus promos lo colocan en otro nivel. Además, es líder del Inner Circle, un stable que no está demasiado justificado, porque esta empresa es incapaz de contar historias, y si crea un stable, lo hace porque "en el wrestling hay stables", pero, aún así, es un stable, y ser líder de un stable aporta al luchador un papel importante como campeón. Sin embargo, Moxley no queda muy bien, a priori, como campeón, porque tampoco se adapta a esa imagen de gran estrella de la empresa, que podrían tener Cody o Kenny Omega. En cualquier caso, el reinado de Jericho resulta corto; se podría haber aprovechado mucho mejor.

Moxley llegó a AEW, y Jericho quiso introducirlo en su Inner Circle. Parecía que Jon aceptaría la invitación, pero estaba troleando a los miembros del stable. Atacó a Chris, y se convirtió en su principal enemigo, pero lo pagó caro, pues, durante una lucha frente a Sammi Guevara, los rudos le atacaron en bloque, pegándole una buena paliza. Jericho usó uno de los pinchos de su chaqueta de rockero, para clavárselo en un ojo, y dejarlo tuerto. Por eso, lo vimos en su match frente a Minoru Suzuki con un parche, aunque fuera en otra empresa, en New Japan, por vender esa storyline.

Moxley consiguió convertirse en Number One Contender por el AEW World Championship de Jericho para este PPV, AEW Revolution. En el main event de la noche, se ven las caras los dos ex-WWE, que dan un espectáculo muy poco atractivo. Tienen unos minutos de brawl, antes de subirse al ring, donde Jericho tiene ventaja, gracias a las interferencias de sus compañeros. La referee se cansa de estos ataques, así que expulsa a toda la gentuza que está en ringside. Eso se la pone muy dura a la grada entera, que es un campo de nabos.

Jericho quiere aprovecharse de la falta de vista de Ambrose. le ataca en el ojo que le queda sano, pero de pronto, Moxley se quita el parche. Resulta que veía bien desde el principio. Utiliza dos veces el Death Rider, y se proclama campeón.

La lucha no está mal, hay un par de cosas buenas en ella, pero no es nada especial. El tema del parche en el ojo es casi paródico: ¿Qué ha ganado Moxley usándolo? Lo que ha hecho es... sorprender al público. Si, porque esto no es lucha, aquí no hay peleas, aquí hay tonterías para levantar ovaciones en las gradas. La falta de autoestima es el booker principal de AEW.

Puntuación: **3/4

viernes, 13 de marzo de 2020

Kenny Omega y Hangman Page vs Young Bucks, AEW Revolution 2020



Vamos a hablar de Revolution 2020, el cuarto gran PPV en la historia de la joven AEW. En este evento, tiene lugar un combate que ha alucinado a todo el mundo: se trata de la lucha por el Campeonato Mundial de Parejas, entre los campeones, Hangman Page y Kenny Omega, y los Young Bucks. 

Esto forma parte de una historia interesante. Los cuatro son luchadores del antiguo Bullet Club, de The Elite. Page y Kenny se juntaron para luchar en un torneo por los tag team championship, y salieron triunfantes. No obstante esto, las rencillas entre ambos, luchadores individualistas, no cesaban.

Todo apuntaba a un Turn Heel de Adam, que ha protagonizado muchas salidas de tono, y algunos errores que han acabado en accidentes. En Revolution, se enfrentan a los Young Bucks, con todo el mundo pendiente de estas fricciones, que se han intensificado bastante entre Page y Matt Jackson. 

Los Jackson y Kenny estuvieron en un gran match de parejas en New Japan, con una historia parecida, pero distinta. Entonces, se enfrentaban Golden Lovers y  Young Bucks, en un combate que quedó genial, con un gran nivel de storytelling. Cuando vi las notas que se le daban a la lucha de Revolution, y dada la historia subyacente, pensé que los Young Bucks querían traer a su empresa algo parecido a esa obra de arte que protagonizaron, pero no. Esta una lucha made in Young Bucks.

Porque, en New Japan, tenían que ceñirse a algo. En AEW, nadie los para, y con el espoleo de Dave Meltzer, que les ha dado 6 estrellas por este combate, están dispuestos a dar millones de spots fests.

Como digo, me hacía mucha ilusión que esta lucha fuera de otro tipo. Me fastidia dar la sensación de que quiero hablar mal de un luchador o una empresa; mi intención siempre es disfrutar de los combates sobre los que escribo, y no parecer un hater. Pero, si no me gusta, no me gusta.

Hay momentos en esta lucha en los que se intenta trabajar esa storyline, y están bien. Page escupe a Matt, y este reacciona de forma violenta. Los otros dos luchadores involucrados intentan poner paz, y evitar que estos dos se junten en el ring.

Aparte de un par de momentos potentes entre estos dos luchadores, toda la lucha son spots locos de los Bucks, de esos que se concatenan durante media hora, sin que ninguno signifique nada. 

En la parte final, hay un par de cosas buenas. Matt ataca a Page en la rampa, y a través del Indytaker, él y su hermano lo dejan fuera de acción, para centrarse en Kenny. Este resiste todo lo que le cae, que son miles de ataques febriles. Matt se enfada, le quita la venda que trae en el hombro, y parece que se quiere cebar con la zona lesionada. No lo hace, pronto, empiezan los hermanos a aplicar sus saltos.

Page vuelve al ring, y aplica, junto a Omega, ese nuevo finisher que usan en equipo, que consiste en que, mientras el vaquero aplica su poderoso Clothesline por delante, Omega aplica un rodillazo por detrás. Así, los campeones retienen, sin que tenga lugar el esperado turn heel.

Puntuación: ***

jueves, 12 de marzo de 2020

Kenny Omega vs PAC, 30 Minutes Iron Man Match, AEW Dynamite 26/02/2020



Tenemos que dedicar unos artículos a AEW, que ha celebrado su primer gran evento del año 2020, Revolution. Pero, antes de ver algo de ese PPV, me gustaría comentar un Iron Man Match que tuvo lugar en un programa previo de Dynamite: se enfrentan PAC y Kenny Omega.

Estos dos luchadores se han visto las caras dos veces en los últimos meses, con  victorias para ambos. Ahora, disputan un Iron Man, de los de 30 minutos, que es la versión light de este tipo de luchas, para dilucidar cuál de los dos es mejor luchador. Kenny tendrá una lucha muy importante en Revolution, pero PAC está en combates menores, así que esta es su ocasión para destacar. Porque, aunque todo el mundo le dice a los luchadores de WWE que se vayan a otras empresas, para tener más oportunidades, lo cierto es que en todas las empresas para lo mismo; hay unos pocos main eventers, y pocas posibilidades para los demás, en general.

Kenny lleva tres meses sin apenas pelear de manera individual, porque ha estado centrado en la división de parejas, y en su historia con Hackman Page. Lo comentaremos cuando hablemos de Revolution. Aquí se enfrenta a PAC en un Iron Man que me ha gustado bastante.

La lucha tiene unos primeros momentos no demasiado destacables, pero en los que se introducen los imprescindibles vuelos, por parte de uno y otro. PAC sube el nivel, con un Brainbuster desde el esquinero, que resulta realmente doloroso. El inglés sigue atacando el cuello de su oponente, y este, responde con rodillazos, y Suplexs. El combate se convierte en una guerra de estilo New Japan, de muy buen nivel, porque ambos tienen ese objetivo concreto de atacar el cuello del rival. Sin embargo, no llega ningún punto para nadie.

Kenny busca varias veces el One Winged Angel, sin suerte. En un intento, acaba tragándose otra Power Bomb desde el esquinero, que redunda en su dolor. Pero parece que no hay forma de salir de esta dinámica, así que PAC coge una silla, y le pega con el borde en la cabeza a Kenny. Es descalificado, y pierde un punto, pero gracias a eso, puede ganar otro, a través del Black Arrow. La cosa se pone empate a uno, pero PAC gana una gran ventaja, y apaliza a Omega. Vuela desde la esquina a ringside, con un gran Shooting Star Press, rompiendo una mesa en la que estaba Kenny. La cuenta está a punto de llegar a 10 para ambos; PAC consigue librarse por poco, mientras que Omega llega al ring a falta de milésimas de perder un punto. Todo sigue igual. 

PAC está furioso, pero no tiene suerte. Vuela con Black Arrow, pero Kenny lo recibe con las rodillas. Ahora, cuando quedan 4 minutos para el final, es el canadiense el que se lanza al ataque, con rodillazos, pero vuelve a fallar en la misión de usar el One Winged Angel. PAC lo repele con un Tornado DDT, y aplica una y otra vez, de forma poderosa, los Rings of Saturn. Kenny no se rinde, intenta poner el cuerpo del rudo  plano sobre el ring y llevarse la victoria, pero este insiste con su llave. El tiempo del combate se acaba con empate a uno.

PAC entra en cólera, y ataca al referee. Se anuncia que la lucha se reinicia, sin tiempo límite, a una sola caída. Parece algo así como un gol de oro, pero, en la práctica, es una lucha normal, salvo por el hecho de que acaba rápido: Kenny, esta vez sí, conecta el One Winged Angel, y se lleva la victoria.

No está nada mal la lucha, buen entremés de cara a Revolution. Hay igualdad entre los dos, y una buena estrategia por parte de PAC. Quizás, hubiera sido más emocionante que ese One Winged Angel llegara al final de los 30 minutos reglamentarios: el tiempo límite siempre aporta tensión. En cualquier caso, es cierto que Omega gana, pero da la sensación de que fue la campana la que le salvó, lo que deja en buen lugar a PAC.

Puntuación: ****

domingo, 17 de noviembre de 2019

Chris Jericho vs Darby Allin, AEW Dynamite 16/10/2019



Tras comentar un par de luchas del tercer PPV de AEW, Full Gear, me apetecía hablar de un combate más, que, en este caso, tuvo lugar en el programa semanal de la compañía. En la tercera edición, de hecho, de ese programa.  

En AEW existe un ranking de luchadores, en función de los méritos conseguidos en los eventos previos. Es algo que han probado muchas empresas, pero nunca ha cuajado. El caso es que, según estos puntos, Allin se merecía una lucha titular, así que es la primera vez que el título máximo de AEW está en juego en un programa semanal.

Me parece interesante, por el tipo de luchador que es Allin. Es un underdog absoluto, un luchador muy pequeño, pero que tiene mal la cabeza. Llega al ring con medio cuerpo pintado, con la palabra "champion" por todas partes.

Jericho abusa de él, pero demuestra mucha habilidad. Pilla al veterano por sorpresa con diversos counters, que están sorprendentemente cerca de llegar a 3.

Jericho se desespera, y le ata las manos con cinta aislante. Así, Darby tiene que pelear sin manos buena parte de la batalla, lo que parece su absoluta ruina. Y, sin embargo, hace cosas bastante impresionantes, a pesar de no tener manos. Un Moonsault desde las cuerdas, un Tope Suicida a ringside... Parece que puede ganar, pero en un despiste del referee, Jack Hager aparece para atacarle, dejándolo en bandeja para las Walls of Jericho. Con las manos atadas, es imposible que Darby se libere, así que la victoria es para Chris.

Buen combate, muy innovador. Allin siempre resulta interesante.

Puntuación: ***1/2

sábado, 16 de noviembre de 2019

Kenny Omega vs Jon Moxley, AEW Full Gear 2019



Seguimos hablando de Full Gear, tercer gran PPV de AEW en 2019. En él, se enfrentaron entre sí los cuatro luchadores individuales más importantes de la empresa. Jericho luchó contra Cody, mientras que Kenny Omega se vio las caras con Jon Moxley.

Moxley debutó en AEW llegando por sorpresa en Double or Nothing, tras la lucha entre Kenny y Jericho. Atacó al ex Campeón IWGP, y lo lanzó desde unas fichas gigantes que formaban el decorado. Así comenzó su rivalidad.

Que debería haberles llevado a enfrentarse en All Out, pero, finalmente, no pudo ser así, por una chunga infección de estafilacocos de Jon en el codo. Fue un duro golpe para All Out, pero permitió alargar la rivalidad. Entonces, Kenny se enfrentó a PAC, que sustituía al luchador anteriormente conocido como Dean Ambrose.

La rivalidad continuó. Tras su lesión, Dean apareció en el primer programa de Full Gear, interfiriendo en una lucha por equipos en la que participaba Omega, y provocando una gran brawl que acabó con un DDT sobre una mesa de cristal. Siguió la cosa, de cara a Full Gear, con una exigencia por parte de Moxley: que su lucha fuera un Unsanctioned Match.

Y es que, Moxley quiere llevar a Kenny Omega, el mejor luchador del mundo, a su terreno, a los Death Matches. Por eso le hizo esa exigencia a Tony Khan, que aceptó organizar este match ultraviolento, que es entretenido, pero tampoco es el combatazo que algunos han dicho que es.

Para empezar, no me parece que estos dos hombres se odien tanto como para tener un combate no sancionado por AEW. En WWE, cuando se han llevado a cabo este tipo de luchas, ha sido por un motivo de odio que se ha salido de la escala de lo medible, de tal manera que dos hombres han saldo a matarse, sin que ninguna empresa pueda intervenir en ello.

Que Moxley la haya tomado con Omega, no es motivo suficiente para matarse. Lo que quiere es tener un Death Match, y llevar a su oponente a su estilo. Pero ese estilo, en empresas tan profesionales, chirría un poco.

Pasó en la lucha en WrestleMania entre Batista y Triple H. Este tipo de luchas acaban siendo una iteración de bajadas al ring, a coger un objeto, para preparar un spot que asombre al público. No hay naturalidad en la forma de pegarse, no hay urgencia, sólo sadismo guionizado. A no ser que se desarrollen de manera correcta, como hicieron Foley y Orton en Backlash 2004, por ejemplo.

Pero provoca, como digo, algunos momentos muy buenos. Me gusta el uso de los palos con pinchos. La escoba con la que Omega "barre" a Moxley, mola.

Los dos acaban volando sobre una colchoneta de pinchos, tras lo cual, afrontan, llenos de heridas, la última parte de la contienda. En ella, Moxley imita a las luchas entre Gargano y Ciampa, retirando la colchoneta del ring, para aplicar su Dirty Deeds, sobre la madera. Omega, así, es derrotado nuevamente. Hay que recordar que ha perdido sus tres grandes combates en PPV.

Puntuación: ***1/4

viernes, 15 de noviembre de 2019

Chris Jericho vs Cody, AEW Full Gear 2019



AEW ha llevado a cabo su tercer gran PPV del año 2019, Full Gear, el primero desde que tiene un programa semanal. El Vicepresidente, Cody, gracias a sus méritos en anteriores eventos, se ha ganado una oportunidad titular. El Campeón, Chris Jericho, le espera.

En los primeros programas de Dynamite, Chris Jericho se ha convertido en líder de un stable, en el que están Jack Hager, LAX y  Sammy Guevara, 5 tipos sin nada en común y ningún objetivo aparente. Este equipo se llama Inner Circle, y Jericho, que cada vez que habla en su podcast, demuestra que no sabe nada de wrestling, está muy orgulloso de él. 

Hager, por supuesto, es Jack Swagger, excampeón mundial de WWE, y autor de la frase "We the People". El propio Jericho se ha encargado ya de decir que esa frase era horrible, idea de un mal creativo, y, sin embargo, todo el mundo conoce al luchador por ella, y no por su carrera como All American, no por sus combates en MMA, no por su paso por Lucha Underground, y no por sus irrelevantes apariciones en AEW, con ropa de calle, porque nadie se preocupa ni de trabajar un aspecto que cimiente un personaje.

Enfrente, está Cody, lo mejor, sin duda, de AEW, que se ha defendido de este equipo con la ayuda de su hermano Dustin, MLF y otros miembros del roster de AEW. Los 5 rudos atacaron al pobre Goldust en el aparcamiento, así que Cody busca venganza.

El hijo de Dusty Rhodes llevó a cabo una promo que gustó mucho, de esas que mezclan verdad con ficción, comentando que AEW es un lugar libre para un luchador, en confrontación con WWE, que es lo que quieren escuchar los fans de la empresa, gente tan tonta como para odiar a promotoras de wrestling Y es cierto que hay libertad, más naturalidad en las promos que en WWE, lo que no es difícil, y es así, sobre todo si eres Cody Rhodes. La mayoría de los luchadores no tienen tiempo para trabajar sus personajes con promos, ni tienen habilidad para ello. En WWE, al menos, estaba su señor padre, enseñando a los sacos de músculos sin cerebro que llegaban a la empresa a hablar.

El caso es que Cody hizo una gran promo, hablando del trabajo realizado durante 14 años de carrera, y de que, si no gana, no tendrá más oportunidades titulares, porque no quiere que los fans piensen, como han dicho muchos, que se otorga a sí mismo las oportunidades. Me parece una regla excesiva, porque está limitando demasiado las oportunidades de escribir historias en el futuro. No tendrá más opciones de luchar por un título que acaba de nacer... es excesivo.

Cody llega, acompañado de MLF, y con su madre en primera fila. Chris tiene en su esquina a Jack Hager, aunque dura poco en ella, porque es expulsado por la referee, por sus trampas.

Lucha de vieja escuela. Se supone que AEW quiere emular a la clásica NWA en lo respectivo al título máximo, y por ello le guarda siempre una buena cantidad de tiempo, pero también se suponía que siempre le daría el main event, y a la primera de cambio, esa regla ha cambiado. La lucha tiene un límite de 60 minutos, y hay tres jueces, encargados de tomar una decisión en caso de empate: Arn Anderon, The Great Muta y Dean Malenko. Jericho se encarga de increpar a su viejo amigo.

Cody comienza los primeros minutos de combate con buenos ataques al brazo de Jericho, pero toda iniciativa muere, cuando vuela por encima de la tercera cuerda sobre la rampa metálica, y se la come, sufriendo una grave herida en la frente, totalmente legítima. Cody, en tanto que jefe, se está dejando la vida en estos primeros meses de AEW; siempre sale herido.

Pero Jericho ni se entera. En ningún momento aprovecha esa ceja abierta para ganar, a pesar de que sus golpes principales son ataques en la cabeza. Continúa con la rutina que tenía en mente, sin adaptarse en absoluto a las circunstancias, y buscando la espalda del de cabellos dorados. Es como si supiera que va a ganar con sus Murallas.

Creo que el estilo vieja escuela cansa un poco al público AEW, y tampoco creo que Jericho entienda bien cómo funciona. Cody tiene  mucho más claro el objetivo de atacar la cabeza del canadiense, y así lo hace, con sus comebacks. Durante la expulsión de Swagger, Jericho encuentra vía libre para pegar a su rival en la frente con la correa, pero eso no le permite ganar. No consigue aplicar su codazo, el Judas Effect, pero sí que conecta un Code Breaker. Le pega con su cinturón, ante la cara de sufrimiento de MLF.

Jericho busca las Walls of Jericho. Las aplica durante un rato, sin éxito, pero las vuelve a conectar posteriormente, una vez más, y esta vez, acompañadas por unos cuantos pisotones  en la cabeza, y en una posición más propia de su antiguo finisher, el Liontamer. Cody parece en muy mal estado, y MLF tira la toalla, lo que da por ganador al canadiense. Seguramente, esto lleve a algún tipo de storyline entre Cody y MLF.

No me convence del todo esta lucha, aunque en los últimos minutos, se pone interesante. El final es bueno.

Puntuación: ***1/4