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sábado, 16 de noviembre de 2019

Kenny Omega vs Jon Moxley, AEW Full Gear 2019



Seguimos hablando de Full Gear, tercer gran PPV de AEW en 2019. En él, se enfrentaron entre sí los cuatro luchadores individuales más importantes de la empresa. Jericho luchó contra Cody, mientras que Kenny Omega se vio las caras con Jon Moxley.

Moxley debutó en AEW llegando por sorpresa en Double or Nothing, tras la lucha entre Kenny y Jericho. Atacó al ex Campeón IWGP, y lo lanzó desde unas fichas gigantes que formaban el decorado. Así comenzó su rivalidad.

Que debería haberles llevado a enfrentarse en All Out, pero, finalmente, no pudo ser así, por una chunga infección de estafilacocos de Jon en el codo. Fue un duro golpe para All Out, pero permitió alargar la rivalidad. Entonces, Kenny se enfrentó a PAC, que sustituía al luchador anteriormente conocido como Dean Ambrose.

La rivalidad continuó. Tras su lesión, Dean apareció en el primer programa de Full Gear, interfiriendo en una lucha por equipos en la que participaba Omega, y provocando una gran brawl que acabó con un DDT sobre una mesa de cristal. Siguió la cosa, de cara a Full Gear, con una exigencia por parte de Moxley: que su lucha fuera un Unsanctioned Match.

Y es que, Moxley quiere llevar a Kenny Omega, el mejor luchador del mundo, a su terreno, a los Death Matches. Por eso le hizo esa exigencia a Tony Khan, que aceptó organizar este match ultraviolento, que es entretenido, pero tampoco es el combatazo que algunos han dicho que es.

Para empezar, no me parece que estos dos hombres se odien tanto como para tener un combate no sancionado por AEW. En WWE, cuando se han llevado a cabo este tipo de luchas, ha sido por un motivo de odio que se ha salido de la escala de lo medible, de tal manera que dos hombres han saldo a matarse, sin que ninguna empresa pueda intervenir en ello.

Que Moxley la haya tomado con Omega, no es motivo suficiente para matarse. Lo que quiere es tener un Death Match, y llevar a su oponente a su estilo. Pero ese estilo, en empresas tan profesionales, chirría un poco.

Pasó en la lucha en WrestleMania entre Batista y Triple H. Este tipo de luchas acaban siendo una iteración de bajadas al ring, a coger un objeto, para preparar un spot que asombre al público. No hay naturalidad en la forma de pegarse, no hay urgencia, sólo sadismo guionizado. A no ser que se desarrollen de manera correcta, como hicieron Foley y Orton en Backlash 2004, por ejemplo.

Pero provoca, como digo, algunos momentos muy buenos. Me gusta el uso de los palos con pinchos. La escoba con la que Omega "barre" a Moxley, mola.

Los dos acaban volando sobre una colchoneta de pinchos, tras lo cual, afrontan, llenos de heridas, la última parte de la contienda. En ella, Moxley imita a las luchas entre Gargano y Ciampa, retirando la colchoneta del ring, para aplicar su Dirty Deeds, sobre la madera. Omega, así, es derrotado nuevamente. Hay que recordar que ha perdido sus tres grandes combates en PPV.

Puntuación: ***1/4

viernes, 15 de noviembre de 2019

Chris Jericho vs Cody, AEW Full Gear 2019



AEW ha llevado a cabo su tercer gran PPV del año 2019, Full Gear, el primero desde que tiene un programa semanal. El Vicepresidente, Cody, gracias a sus méritos en anteriores eventos, se ha ganado una oportunidad titular. El Campeón, Chris Jericho, le espera.

En los primeros programas de Dynamite, Chris Jericho se ha convertido en líder de un stable, en el que están Jack Hager, LAX y  Sammy Guevara, 5 tipos sin nada en común y ningún objetivo aparente. Este equipo se llama Inner Circle, y Jericho, que cada vez que habla en su podcast, demuestra que no sabe nada de wrestling, está muy orgulloso de él. 

Hager, por supuesto, es Jack Swagger, excampeón mundial de WWE, y autor de la frase "We the People". El propio Jericho se ha encargado ya de decir que esa frase era horrible, idea de un mal creativo, y, sin embargo, todo el mundo conoce al luchador por ella, y no por su carrera como All American, no por sus combates en MMA, no por su paso por Lucha Underground, y no por sus irrelevantes apariciones en AEW, con ropa de calle, porque nadie se preocupa ni de trabajar un aspecto que cimiente un personaje.

Enfrente, está Cody, lo mejor, sin duda, de AEW, que se ha defendido de este equipo con la ayuda de su hermano Dustin, MLF y otros miembros del roster de AEW. Los 5 rudos atacaron al pobre Goldust en el aparcamiento, así que Cody busca venganza.

El hijo de Dusty Rhodes llevó a cabo una promo que gustó mucho, de esas que mezclan verdad con ficción, comentando que AEW es un lugar libre para un luchador, en confrontación con WWE, que es lo que quieren escuchar los fans de la empresa, gente tan tonta como para odiar a promotoras de wrestling Y es cierto que hay libertad, más naturalidad en las promos que en WWE, lo que no es difícil, y es así, sobre todo si eres Cody Rhodes. La mayoría de los luchadores no tienen tiempo para trabajar sus personajes con promos, ni tienen habilidad para ello. En WWE, al menos, estaba su señor padre, enseñando a los sacos de músculos sin cerebro que llegaban a la empresa a hablar.

El caso es que Cody hizo una gran promo, hablando del trabajo realizado durante 14 años de carrera, y de que, si no gana, no tendrá más oportunidades titulares, porque no quiere que los fans piensen, como han dicho muchos, que se otorga a sí mismo las oportunidades. Me parece una regla excesiva, porque está limitando demasiado las oportunidades de escribir historias en el futuro. No tendrá más opciones de luchar por un título que acaba de nacer... es excesivo.

Cody llega, acompañado de MLF, y con su madre en primera fila. Chris tiene en su esquina a Jack Hager, aunque dura poco en ella, porque es expulsado por la referee, por sus trampas.

Lucha de vieja escuela. Se supone que AEW quiere emular a la clásica NWA en lo respectivo al título máximo, y por ello le guarda siempre una buena cantidad de tiempo, pero también se suponía que siempre le daría el main event, y a la primera de cambio, esa regla ha cambiado. La lucha tiene un límite de 60 minutos, y hay tres jueces, encargados de tomar una decisión en caso de empate: Arn Anderon, The Great Muta y Dean Malenko. Jericho se encarga de increpar a su viejo amigo.

Cody comienza los primeros minutos de combate con buenos ataques al brazo de Jericho, pero toda iniciativa muere, cuando vuela por encima de la tercera cuerda sobre la rampa metálica, y se la come, sufriendo una grave herida en la frente, totalmente legítima. Cody, en tanto que jefe, se está dejando la vida en estos primeros meses de AEW; siempre sale herido.

Pero Jericho ni se entera. En ningún momento aprovecha esa ceja abierta para ganar, a pesar de que sus golpes principales son ataques en la cabeza. Continúa con la rutina que tenía en mente, sin adaptarse en absoluto a las circunstancias, y buscando la espalda del de cabellos dorados. Es como si supiera que va a ganar con sus Murallas.

Creo que el estilo vieja escuela cansa un poco al público AEW, y tampoco creo que Jericho entienda bien cómo funciona. Cody tiene  mucho más claro el objetivo de atacar la cabeza del canadiense, y así lo hace, con sus comebacks. Durante la expulsión de Swagger, Jericho encuentra vía libre para pegar a su rival en la frente con la correa, pero eso no le permite ganar. No consigue aplicar su codazo, el Judas Effect, pero sí que conecta un Code Breaker. Le pega con su cinturón, ante la cara de sufrimiento de MLF.

Jericho busca las Walls of Jericho. Las aplica durante un rato, sin éxito, pero las vuelve a conectar posteriormente, una vez más, y esta vez, acompañadas por unos cuantos pisotones  en la cabeza, y en una posición más propia de su antiguo finisher, el Liontamer. Cody parece en muy mal estado, y MLF tira la toalla, lo que da por ganador al canadiense. Seguramente, esto lleve a algún tipo de storyline entre Cody y MLF.

No me convence del todo esta lucha, aunque en los últimos minutos, se pone interesante. El final es bueno.

Puntuación: ***1/4