Seguimos hablando de la NWA, en este especial que hacemos para conmemorar su 70 aniversario. En el anterior post, revisamos una lucha del año 51, entre el gran campeón de las primeras décadas en la empresa, Lou Thesz, y Buddy Rogers. 10 años después, el Nature Boy se convierte, finalmente, en campeón mundial, en un evento que provocaría la creación de lo que hoy llamamos WWE.
Como comentábamos en el anterior post, durante los años 50, Lou Thesz derrotó a muchos campeones, unificando títulos bajo las siglas de la NWA. Grandes promotores como Vince McMahon Sr y Toots Modt en Nueva York, Jim Crockett en el medio oeste, Dory Funk Sr en Amarillo, Stu Hart en Calgary, Canada, o Sheoi Baba en Japón, por mencionar a los más conocidos, se unieron a la alianza.
Pero eran personas acostumbradas a mandar, aceptando reglas muy inflexibles. La NWA controlaba el título, y quería tener un campeón obediente. De hecho, cualquier campeón de la NWA debía dejar un deposito de entre 10.000 y 25.000 dólares, oficialmente, por si perdía la correa titular, pero, en realidad, era un mecanismo para que la organización se asegurase de que lo mantenía en su cintura hasta que ella lo mandara. De esa manera, no muchos luchadores podían, realmente, obtener el campeonato. Era mucho dinero para la época.
Por eso, la NWA no olía bien, y muchos de sus miembros se fueron alejando de ella. Sam Muchnick, trabajador de la industria. fue una de las primeras personas que decidió denunciar ante el departamento de justicia a la NWA, por las técnicas monopolísticas de la organización que, básicamente, llevaba a cabo extorsiones contra los territorios, de tal manera que, si uno no le rendía pleitesía, su papel en la industria se veía gravemente dañado. Muchnick, en una carta mandada a dicho departamento, decía que muchos de los miembros no eran, precisamente, estudiantes de Oxford, insinuando que la empresa se aprovechaba de la ignorancia de promotores pueblerinos.
Incluso había sospechas de que la NWA servía para blanquear dinero, algo que tampoco sorprende a nadie. La promoción de espectáculos siempre se ha utilizado para estos fines. Es una actividad muy propicia para ello, porque los números de asistencia a eventos son fácilmente exagerables. La gente que compra entradas no suele pedir facturas. Todos conocemos el caso del Consejo Mundial de Lucha Libre en México, que, tras un incendio ocurrido en la Arena Nacional, construyó la Arena Coliseo gracias a los 40 mil pesos que Salvador Lutteroth ganó en la Lotería Nacional. Como todos somos adultos, sabemos que la lotería es una típica herramienta para blanquear dinero, y cuando, casualmente, el ganador es un empresario adinerado con negocios como este, es obvio lo que hay detrás.
El caso es que Thesz siguió siendo el gran campeón de la empresa, perdiendo el título muy puntualmente, tan sólo para poder ganarlo en cuestión de meses. De esa forma, se manejaba el interés de los aficionados en unos territorios u otros. Pero había cambios titulares con los que la NWA no estaba de acuerdo, como el que ocurrió en junio del 57. Edouard Carpentier se enfrentó a Lou, que, por lesión, tuvo que abandonar.
NWA no reconoció ese cambio, aduciendo que Thesz no pudo defender el título en condiciones. Lo único cierto es que no entraba en sus planes que Carpentier portara su correa. Pero esto enfadó a algunos promotores. Verne Gagne, promotor y gran estrella de la AWA, venció a Carpentier, y proclamó que él era el campeón. Obviamente, nadie le hizo ni caso. Pero la AWA reactivó su título, igual que haría la WWWF tras el caso de Buddy Rogers que comentamos a continuación.
Hoy hablamos de una lucha entre Pat O'Connor y Buddy Rogers, en la que el segundo se proclamó, al fin, campeón de la NWA, en el año 61. O'Connor, un gran currante de la industria, era el campeón. Fue el único luchador de la historia en ser campeón de la NWA y de la AWA al mismo tiempo, aunque no por mérito propio. Cuando AWA reactivó su título, Gagne proclamó campeón al campeón de la NWA, pero le dio 90 días para defender el campeonato ante él mismo. Por supuesto, no recibió contestación.
O'Connor fue campeón durante dos años y medio, hasta que lo perdió en esa lucha ante Rogers en Chicago, en el Comiskey Park. Ese día, más de 38.600 personas asistieron a la lucha, que tuvo la mejor recaudación para un evento luchístico en 20 años, superando los 148.000 dólares de la época. Y la lucha es bastante buena, y O'Connor se muestra claramente como el bueno, y cuenta con el apoyo del público.
Como mandaba la ley en las luchas titulares de la época, la batalla es al mejor de tres caídas. Rogers intenta atacar el brazo de su rival, pero recibe de su propia medicina, multiplicado por 10. Porque las llaves de O'Connor son mucho mejores. Retuerce el brazo de su contrincante, dando vueltas sin parar, y lo coloca en unas posiciones que son absurdas. Qué daño.
A pesar de la clara superioridad de Pat, se lanza como un loco contra el esquinero, en el que está su oponente, pero se encuentra, en su lugar, su rodilla. El golpe que se lleva en la cabeza es muy loco, y queda KO. Buddy Rogers se lleva la primera caída.
En la segunda, O'Connor vuelve a recibir ataques en su brazo, hasta que se recupera. Ahora, es él, el que lleva a cabo buenos estiramientos sobre la pierna del Nature Boy. Aprovecha su mayor habilidad para llevarse la segunda caída con un rollup, y lo celebra como si hubiera marcado un gran gol. Nos vamos a la tercera caída.
Una caída en la que hay más velocidad, más brawl. Los luchadores chocan, hasta que Pat gana ventaja, y empieza a lanzar a Rogers contra el suelo con fuertes Body Slams. También le lanza contra las esquinas, y le pega puñetazos en la cabeza. Buddy está grogui, claramente afectado por tanto golpe. Me gusta mucho la manera en la que vende ese dolor, parece sufrir una conmoción cerebral. O'Connor está a punto de ganar, pero, en varias ocasiones, tiene la mala suerte de que lanza a Rogers muy cerca de las cuerdas, y este puede hacer el Rope Break.
O'Connor va a rematar a su rival con una Drop Kick, pero Buddy se aparta, y el atacante se golpea contra las cuerdas. Se hace mucho daño en sus partes, y según se dice, ese daño es legítimo. O'Connor intenta rodar hasta las cuerdas para huir, pero Buddy le alcanza, y le cubre. O'Connor no puede levantarse, así que pierde, automáticamente, el Campeonato Mundial de la NWA.
Buddy Rogers se convertiría en el gran campeón de la NWA, y mantendría el campeonato durante un año y medio. Pero era y luchador del noreste, muy vinculado a Nueva York y la CWC de Jess McMahon y Toots Mondt. Era complicado que saliera de esa zona, no era fácil manejarlo. NWA temía que los McMahon hicieran lo que le diera la gana con su título, y volvieron a dárselo a Lou Thesz. Buddy podría haberse revelado, pero hubiera perdido el depósito antes comentado. Por eso, cuando Lou Thesz volvió a convertirse en campeón de la NWA, Vince McMahon Sr, que heredó la empresa de su padre, y su socio, Mondt, fundaron la World Wide Wrestling Federation, y crearon su propio campeonato mundial. No aceptaron la derrota de Rogers, porque el combate en el que perdió el título fue de caída única, y la norma no escrita era que las luchas de campeonato debían tener tres caídas. El primer campeón fue el propio Buddy Rogers, que, según la storyline, había ganado un torneo en Brasil para hacerse con él WWWF World Heavyweight Championship. También sabemos que no le duró mucho, ya que Bruno Sammartino le derrotó para convertirse en la imagen de la WWWF. Hay que señalar que ya había hecho lo propio cuando Rogers era campeón de la NWA, pero, al haber ganado gracias a una lesión, el propio luchador italiano renunció al título de la National Wrestling Alliance.
Puntuación: ****