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martes, 30 de octubre de 2018

AJ Styles vs Samoa Joe, WWE Super Show-Down




Vamos a cerrar el especial sobre el Super Show-Down de WWE en Australia, con la que, probablemente, sea la mejor lucha de la noche: el enfrentamiento entre Samoa Joe y AJ Styles por el WWE Championship.

Hace poco, comentamos una lucha entre ellos de 2005, cuando ambos estaban en TNA. Decía, entonces, que era muy sorprendente verlos, 13 años después, luchando por el título máximo de la industria. Y no porque no tuvieran calidad para estar aquí, sino porque ha pasado, quizás, demasiado tiempo desde que empezaron a despuntar. Han superado ya los 40 años, pero quien tuvo, retuvo.

Las rivalidades por el título de la WWE están siendo largas este año. AJ tuvo una frente a Nakamura, viejo rival de su tiempo en New Japan; y ahora la tiene frente a Joe, gran rival de tiempos de TNA. En ambos casos, las rivalidades han sido muy largas, con luchas inacabadas, que las han estropeado un poco, hasta el combate final, que en ambos casos, ha sido muy bueno.

La rivalidad entre Joe y AJ ha sido una de esas storylines de índole personal que WWE hace de vez en cuando, que a mí no me interesan mucho, pero que están bien si generan un odio que se propague hasta el combate definitivo. En este caso, Joe se ha comportado como un acosador, presentándose en la casa de Styles, hostigando a su bella familia, hablando de llevar a cabo el papel de padre que AJ no realiza de manera correcta. AJ está que arde, y por eso, va a poner toda la carne en el asador en este combate, que es sin descalificación.

Y es bastante bueno. Styles comienza con mucha energía, lanzándose contra el samoano, pero la diferencia de tamaño y brutalidad se hace patente pronto. Joe le pega una buena paliza al campeón, con golpes muy stiff y una actitud de asesino que recuerda a sus buenos tiempos. De hecho, este combate, al menos en esta primera parte, recuerda mucho a aquel de TNA de 2005 del que ya hablamos.

Un sangrante Styles, que se ha comido un buen clothesline, lucha de tú a tú con Joe, gracias a la introducción de sillas en la batalla, pero el tiro le sale por la culata, porque también es lanzado contra una de ellas de una manera brutal. Samoa Joe es un animal, pero ahora es él el que cae sobre una mesa. Y cae sobre su pierna izquierda, que lleva rodillera. Se hace muchísimo daño, y más daño que le hace AJ, que quiere hacerle rendir con el Calf Crusher. Pero tirar a Joe al suelo es un peligro, porque te puede pillar con el Coquina Clutch, y así lo hace en este caso.

Styles sigue atacando la pierna de su rival, e incluso vuela sobre ella con el 450 Splash. Joe busca Coquina a la desesperada, y AJ busca Calf Crusher a la desesperada. La pierna del rudo ya está muy dañada, así que es él quien tira la toalla. Victoria para Styles que retiene, una vez más, el WWE Championship.

Puntuación: ****

martes, 18 de septiembre de 2018

Mark Henry vs John Cena, WWE Money in the Bank 2013




Terminamos con la parte correspondiente a Mark Henry en este especial sobre las inducciones de 2018 al Salón de la Fama de la WWE. El combate que vamos a ver es el que mantuvo con John Cena en Money in the Bank 2013, durante la recordada rivalidad de la chaqueta color salmón. Veamos, ¿cómo llegamos ahí?

A finales de 2011, como comentamos en el anterior post, Henry era World Heavyweight Champion, tras derrotar a Randy Orton, y también a Daniel Bryan en una buena Steel Cage en Smackdown. Pero apareció en escena Big Show, para vengarse por los ataques recibidos el verano anterior.

Henry y Big Show se metieron en una rivalidad larga, en la que el campeón consiguió mantener el campeonato, de una forma u otra, tras los dos primeros combates. Pero en el tercero, fue, finalmente, derrotado. Show celebró su consecución de un campeonato mundial, después de muchos años, aunque le duró unos minutos. Bryan era Mr Money in the Bank. Tras la lucha, hizo su aparición, y utilizó su contrato para robarle el título al gigante.

Los tres se volvieron a ver las caras en Royal Rumble 2012, en una nueva Steel Cage, de la que el pequeño consiguió escapar con la correa. Después de eso, Henry volvió a tener lesiones y a pasar temporadas fuera de acción. A principios de 2013, volvió a destacar con todo su poder, en su participación en Elimination Chamber. Dentro de la jaula, derrotó, él solo, a Team Hell No, y en WrestleMania 29, venció a Ryback, en una lucha que determinaba quién de los dos era el Rey de la Jungla.

Las temporadas como luchador a tiempo completo de Mark Henry se fueron reduciendo. Desapareció en primavera de 2013 sin motivo aparente. Hasta que, en un programa de RAW, se anunció su aparición para hacer un importante anuncio. Todos nos temíamos que pretendía retirarse.

Al final del programa, y acompañado por el campeón, John Cena, Mark Henry comenzó una emocionante promo, vestido con una llamativa, y enorme, chaqueta de color salmón. Para un hombre de su tamaño, era especialmente chillona. Con lágrimas muy reales en sus ojos, Henry habló de su carrera, de sus logros. De su victoria en el Arnold Strongman Classic, y de la consecución del ECW Championship y el World Heavyweight Championship. Se lamentó por no haber tenido la oportunidad de ganar el WWE Championship, así que Cena se lo prestó para que lo levantara. Anunció a su mujer y sus hijos que, por fin, volvía a casa con ellos. El público estaba a tope con él.

Al terminar Henry su intervención, Cena, al que este había denominado como el mejor Campeón de WWE de la historia, procedió a darle un abrazo. Pero lo que él recibió fue un violento World Strongest Slam. Mark se había quedado con todos, y el público no sabía si aplaudir o pitar. Todos quedaron confusos.

De retirada nada. Henry quería ser Campeón de WWE, y se ganó una plaza de esta manera, y atacando a John en los programas posteriores. Era la última oportunidad de su vida, y tendría lugar en Money in the Bank 2013.

En una lucha en la que se cuenta una buena historia, aunque no es muy ágil, en general. Henry seguía siendo el del Hall of Pain, y había provocado pánico en John Cena. El campeón le intenta atacar desde el principio, pero se pega contra un muro de chocolate. Henry abusa de él sin mucha oposición durante la mayor parte del combate, lo que queda bien para mostrar al World Strongest Man como una máquina de matar, pero es cierto que, como decía antes, la cosa no resulta muy dinámica. Uno de esos combates con un John Cena recibiendo demasiado.

El actual actor de Hollywood tiene sus buenos comebacks, con un STF potente, y un Attitude Adjustment, con el que pretende ganar. Pero Mark se libra, ante su estupor. Posteriormente, es Henry el que aplica su finisher, pero también Cena lo resiste.

Henry se lo toma muy mal. Esta es la oportunidad de su vida. Se desespera, y eso le lleva a la derrota. Empieza a lanzar sillas al ring, y a descoser esquinas. El referee se despista, reparándolas, mientras Mark intenta lanzar a su rival contra una esquina sin protección. Pero es él quien se la come. A pesar del dolor que esto implica en el rostro, consigue librarse de un STF, y está a punto de ganar de nuevo, cuando aprovecha una caída del árbitro para pegarle un golpe bajo al campeón. Cena aguanta, y con un nuevo STF, hace rendir a su rudo oponente.

La lucha mejora mucho en la parte final, en la que Henry decide que todo vale por ser Campeón de WWE, que es, al fin y al cabo, de lo que iba la historia. Por lo demás, tiene demasiados ratos aburridos.

De aquí en adelante, Mark Henry lucharía cada vez menos. Tuvo algunas buenas rivalidades frente a Rusev o Big Show, pero ya no tenía ganas de luchar. También se dedicó muchas veces a poner over a luchadores más jóvenes.

Pero su principal función, hoy en día, está tras bambalinas, como productor y agente, y como relaciones públicas, y cazatalentos. Es un buen tipo, querido por todos, y muy fiel. Es el tipo de personas que a Vince le gusta tener cerca, y por eso, parece que tiene el trabajo asegurado en la empresa durante bastante tiempo.

Puntuación: ***1/4

jueves, 28 de junio de 2018

Shinsuke Nakamura vs AJ Styles, Last Man Standing, WWE Money in the Bank 2018



Al fin llega el combate definitivo entre Shinsuke Nakamura y AJ Styles, después de una rivalidad larga en la que, a pesar del nivel mundialmente conocido de ambos, no habían llegado, hasta ahora, a dar un verdadero MOTYC. ¿Lo conseguirán esta vez? Yo creo que sí.

Como todo el mundo sabrá, Styles y Naka se conocieron en Japón, luchando en la New Japan Pro Wrestling. En Wrestle Kingdom 10, se vieron las caras, en una batalla por el Intercontinental Championship de la empresa japonesa, que Nakamura puso en el firmamento. Aquella lucha fue muy admirada y ensalzada al máximo, llegando a recibir reviews cercanos a las 5 estrellas. Yo la disfruté, pero me quedé en las 4 estrellas. Me pareció un gran combate, pero no tan bueno como esperaría de ambos. Y es que, y eso se mantiene en todos sus combates en WWE, parece que les cuesta arrancar, que van muy de menos a más. Aunque siempre acaban los combates muy bien, tardan en llegar ahí. Como si no hubiera una gran química entre ellos. Y por eso, en WWE todavía no habían tenido ningún MOTYC, porque no se les daba tiempo suficiente para llegar a esa fase verdaderamente relevante. Quizás sea algo que Nakamura lleva innato dentro: el strong style. En NJPW era maravilloso, porque en cada evento tenía 20 o 30 minutos por delante, pero en WWE no tanto, porque luchas de esas va a tener un par al año, con suerte.

Nakamura ganó el Royal Rumble 2018, y se ganó una oportunidad frente a Styles en WrestleMania. En una lucha bastante normalita, el americano retuvo el WWE Championship, pero Shinkun hizo un turn-heel, mostrando una psicología heel mejor, y pegando un golpe bajo.

Los Low Blow se convirtieron en algo importante para Nakamura, que acosó a AJ con ellos. Menos mal que ya tiene hijos. Sus luchas en Arabia y en Backlash acabaron sin resultado, y aunque estuvieron bien, no llegaron a las 4 estrellas. Nakamura, finalmente, consiguió vencer a Styles en Smackdown, y consiguió one more match, con el derecho de elegir la modalidad del combate. El japonés eligió que su lucha en Money in the Bank fuera un Last Man Standing.

Y así llegamos a este momento decisivo, un combate, por supuesto, en mitad de cartelera. Pero, al fin, los dos tipos tienen su mejor lucha. De nuevo, van de menos a más. Al principio no hay nada demasiado destacable, hasta que, poco a poco, la rutina de ataques en la cara de Styles se hace patente. Sus codazos y patadas son fuertes, así como sus facebusters.

Hay brawl, y uso de objetos. Las cuentas se aproximan, cada vez más, a 10. Shinsuke usa un súplex sobre la mesa de comentaristas, pero esta no se rompe. Hay que guardarla para luego. También aplica un rodillazo sobre ella.

El japonés saca una mesa, aunque hay que decir que pesa bastante, y le cuesta. Estas no son de cartón, desde luego. Después de tiras y aflojas, AJ la atraviesa con su cuerpo. Los golpes frontales de Nakamura también son fuertes. Para aumentar esa fuerza, Naka destapa una esquina, aunque no consigue golpear a su rival con ella. Se lastima la pierna, al impactar su pierna contra el metal sin protección, y AJ lo aprovecha para dejarlo cojo con el Calf Crusher. Casi gana, ya que Shinsuke era incapaz de levantarse.

Nakamura usa el Low Blow para intentar ganar. No podría haber un combate en esta rivalidad sin él. Con un Kinsasha, casi se lleva el título, pero no tiene suerte. De nuevo, entran las mesas de comentaristas en juego. El japonés vende bien su dolor en la pierna, al ser incapaz de levantar a su contrincante debido a la lesión. Styles vuelva con Phenomenal Forearm, y aplica un loco Styles Clash desde las escaleras metálicas. Nakamura todavía se levanta, y reta al campeón, con su clásico "¡Come on!". Se traga el Low Blow que se merece, y es rematado por otro Phenomenal Forearm desde el ring, que le hace atravesar una de las mesas de comentaristas. De ahí ya no se levanta.

Muy buena lucha. Nakamura y Styles siempre van de menos a más, pero si se les deja bastante tiempo, ese "más" puede llegar a ser muy alto, como es el caso. El público disfruta de lo lindo con el combate.

Puntuación: ****1/4

sábado, 2 de junio de 2018

Bruno Sammartino vs Giant Baba, JWA 07/03/1967




El pasado 18 de abril de 2018, falleció el famoso Bruno Sammartino, uno de los luchadores más importantes en la historia del wrestling. Durante décadas, fue conocido como La Leyenda Viviente. Por desgracia, a la edad de 82 años, ha dejado de hacer honor a ese apodo.

Hemos hablado sobre Bruno en varias ocasiones. Últimamente han fallecido varios luchadores que coincidieron con él en el ring. Y, por supuesto, pelear contra Sammartino en el Madison Square Garden por el Campeonato Mundial de la WWWF siempre será uno de los momentos más importantes en la carrera de un luchador. Ahora, tras su fallecimiento, llevaremos a cabo un especial en su honor, revisando al menos 5 luchas de su carrera.

Uno de los elementos a favor del éxito de Sammartino entre el público americano es su historia personal. Nacido en 1935 en Italia, huyó a Estados Unidos junto a sus padres y sus 6 hermanos, tras la ocupación de los Nazis de su ciudad natal, Pizzoferrato. Aunque Italia era aliada de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, en un momento dado de la misma, ante el empuje aliado en el frente africano, y la incapacidad de los italianos de derrotar a sus vecinos griegos, la presencia de soldados germanos en el país fue más que habitual.

La carrera como luchador profesional de Bruno empezó en 1959, y ya en el 60, tuvo su primer combate en el Madison Square Garden. Durante su carrera, sería famoso por ser el gran campeón de la WWWF, y por defender el título en el edificio de la Gran Manzana en decenas de ocasiones. Fue el primer luchador en tener el Campeonato Mundial de la WWWF en dos ocasiones.

En enero de 1963, Buddy Rogers derrotó al Campeón Mundial de la NWA, Lou Thesz, pero su campeonato no fue reconocido. Vince McMahon Sr acabó separando el destino de su empresa de la alianza nacional, y creo un título propio. Aunque la WWWF empezó a hablar de Rogers como campeón en enero, sus libros oficiales no lo reconocen hasta unos meses después. El título nació, según WWE, el 25 abril de 1963. El primer campeón fue Rogers, al que se le dio por haber ganado un torneo en Brasil que nunca existió. En cualquier caso, 22 días después, fue derrotado por Sammartino en el Madison Square Garden.

Sammartino sostuvo el título hasta enero de 1971. Fue campeón durante 2803 días, o sea, casi 8 años. Es el mayor reinado de la historia de la empresa, y nunca volverá a haber nada parecido. Mucho tendría que cambiar el wrestling para que pasara de nuevo. Y perdió el título porque quiso tomarse un descanso. Daba tanto dinero, que WWWF no estaba interesada en cambiar de campeón.

Así, en enero de 1971, fue derrotado por Ivan Koloff, que sería un campeón de transición, dejando la correa en manos de Pedro Morales 3 semanas después. Sin embargo, Bruno volvió a aceptar el puesto de campeón de la empresa un par de años más tarde, coronándose el 10 de diciembre del 73. Su rival fue el siguiente campeón rudo de transición, Stan Stasiak. Este segundo reinado de Sammartino duró 1237 días, o 3 años y medio. De él, se dice que tiene el récord de haber llenado el Madison Square Garden en 187 ocasiones, en las que él estuvo en el main event.  En realidad, este dato es exagerado, y algunos historiadores afirma que eso no ocurrió más de 50 veces. Aún así, teniendo en cuenta que el MSG tiene una capacidad de más de 20.000 espectadores, aunque la mayoría de los llenos no fueran absolutos, que estuvieran más o menos cerca de serlo ya es un gran dato.

Después de abandonar la lucha por el título de la WWWF, Samartino tuvo varias rivalidades buenas, destacando aquella que sostuvo con Larry Zbyszko. También tuvo la oportunidad de estar en las primeras ediciones de WrestleMania, aunque con un rol muy secundario. Ya se acercaba a los 50 años de edad. Intentó consolidar a su hijo, David Sammartino, como estrella, aunque en esa tarea no tuvo mucho éxito.

Posteriormente, Sammartino tuvo problemas con Vince Jr. Criticó su producto, y se mantuvo alejado de la empresa durante décadas, hasta que en 2013 hizo las paces con Vince, gracias al trabajo de Triple H, y acabó siendo inducido al Salón de la Fama de WWE. Era vergonzoso que uno de los luchadores más importantes en la historia de la empresa no estuviera ahí. Me alegro mucho de que entrara antes de fallecer, hubiera sido muy penoso que no lo hiciera. Sammartino tuvo una estatua de bronce en su honor, y pudo aparecer, al fin, en videojuegos de WWE 2K. Tras su fallecimiento, WWE realizó un homenaje en su honor en el siguiente programa de RAW.

La lucha con la que empezamos este especial no es muy famosa. Pero es de las más antiguas que se pueden encontrar. Pero, cuidado. Es una lucha de una hora, en Japón, del año 1967, entre Bruno Sammartino y Giant Baba. Es un visionado tan solo apto para los frikis muy frikis del wrestling.

No es fácil encontrar material tan antiguo en USA, y mucho menos en México. Pero en Japón, durante los 60 y 70, las cadenas nacionales transmitían wrestling con regularidad, y con bastante calidad. Gracias a eso, podemos ver luchas old school muy interesantes. Este combate pertenece a la empresa JWA, que venía a ser la NWA japonesa. Fundada por el legendario Rikidozan, para finales de los 60, tenía dos grandes estrellas que sobresalían sobre el resto: Antonio Inoki y Giant Baba. Estos dos luchadores se harían tan famosos y ricos, que pudieron fundar sus propias federaciones en el año 72. Inoki fundó la New Japan Pro Wrestling, mientras que Baba creó la All Japan Pro Wrestling. JWA no resistió mucho después de eso.

En el año 1967, Giant Baba era Campeón Mundial de la JWA, y Bruno Sammartino era Campeón Mundial de la WWWF. Y se vieron las caras en Japón, en un Dream Match en toda regla. Baba llegaría a ser el primer campeón japonés de la NWA, y también tuvo su oportunidad de luchar por el título de los McMahon. No es un gran spoiler decir que no lo ganó. Pero, ¿Qué paso en ese combate? Vamos a comentarlo. La lucha es al mejor de tres caídas.

La lucha es fascinante. Estamos en el año 67. Todo es muy lento, todo es muy old school, pero está muy bien hecho. No hay prisa ninguna, eso sí. Era muy normal en esos tiempos que las luchas duraran una hora. Durante toda la primera caída, Baba utiliza palancas al brazo sobre Bruno. Este no se rinde ni loco. Minutos y minutos de castigo, hasta que Baba se da cuenta de que no va a ganar por ahí, y se lanza al ataque con hachazos y chops de esos suyos, asesinos. Recordemos que Ric Flair no había empezado a luchar todavía. El aumento de velocidad es tan repentino, y los golpes tan fuertes, que Sammartino queda KO y pierde el primer envite.

En la segunda caída, Baba intenta comenzar de nuevo con sus palancas, pero es sorprendido por el italiano. Bruno es ahora el que ataca, con una Nelson muy muy ajustada, y muy asfixiante. Bruno es muy fornido, pero el gigante es mucho más grande. El Campeón de la WWWF ataca también con palancas al brazo durante muchos minutos. Pero tampoco parece probable que el japonés vaya a rendirse. Finalmente, Bruno pasa al ataque también con gran violencia. Cuando Baba intenta contraatacar con un Body Slam, su rival le cae encima, y la cuenta llega a tres. Shohei intenta quitarse al italiano de encima, pero no lo consigue. Nos vamos a la tercera caída.

Esta es totalmente distinta. Es una batalla tremendamente violenta, y stiff. Es un combate muy moderno, en realidad. Es una lucha de hace 50 años, pero estos golpes son propios de la actualidad. Y es que, los dos están desesperados por ganar. Las dos caídas previas han durado tanto, que el límite de tiempo se acerca poco a poco. Y se frustran, porque ninguno de los dos da su brazo a torcer. Los hachazos de Baba le destrozan la cabeza a Bruno, y este le atrapa muchas veces con su Bear Hug. Incluso ambos tienen que hacerlo a veces desde el suelo, porque casi se arrastran por el ring. Pero el tiempo límite se agota, sin que logremos saber quién es el mejor, si el campeón americano, o el campeón japonés. Y creo que ese final apoya la historia que se está contando, aunque sea menos espectacular.

Puntuación: *****

sábado, 19 de mayo de 2018

The Rock vs Mankind, Ladder Match, WWE RAW 15/02/1999




Vamos con el segundo combate dentro de este especial sobre el 25 Aniversario del programa Monday Night RAW. Lo bueno que tiene este especial es que podemos ver luchas de épocas muy distintas. Hoy hablamos de la Era Attitude, las Monday Night Wars, y Raw is War. Cosas del pasado.

Stone Cold Steve Austin gano el Royal Rumble Match de 1999, lo que le permitiría luchar por el título de la WWF en WrestleMania 15. En enero del mismo año, en un programa de Raw, Mankind se había convertido en campeón, en una lucha histórica que cambiaría el rumbo de las Monday Night Wars.

En esos tiempos, Raw no era en directo, mientras que el programa de WCW de los lunes por la noche, Nitro, sí que lo era. En las grabaciones de finales de diciembre. Mankind derrotó a The Rock y se convirtió en Campeón Mundial de la WWF por primera vez en su vida. Eric Bischoff se quiso aprovechar de conocer los resultados del programa de McMahon para anunciarlos y que el público no perdiera el tiempo poniendo RAW. Pero cuando informó de que Mankind, por fin, había ganado el título ante The Rock, la gente cambió de cadena en masa. Después de mucho tiempo en el que WCW había superado en audiencia a WWF, la situación dio un giro.

Pero Mankind no estaría en el main event de WrestleMania ese año. Bueno, sí estaría, pero no como luchador. En febrero, The Rock tendría la posibilidad de recuperar su correa en una Ladder Match, de nuevo, en Raw, y esa lucha es la que comentamos hoy. El ganador estaría en el main event del mayor evento del año, para defender el título ante Austin, con un referee especial: Paul Wright, reciente fichaje de WWF, que había sido conocido en WCW como The Giant, y poco después empezaría a llamarse The Big Show.

Steve Austin está en la mesa de comentaristas, esperando saber quién será su rival. La lucha está bastante bien, Rock busca la pierna de su oponente desde el principio. La violencia con la que se pegan estos dos es bastante increíble, mirándolo desde la perspectiva de la WWE actual. Y ya sabéis que a Mick Foley le va la marcha. No duda en poner su físico en juego. The Rock le pega con las escaleras en la pierna, pero él también le da con mucha maldad a su rival.

Los luchadores brawlean entre el público. Se dan con todo. Foley le tira las escaleras metálicas en la espalda a Rocky, pero este aplica Rock Bottom en la mesa de comentaristas. Dwayne sube las escaleras para coger la correa de campeón, pero Mankind se recupera y sube también, para sacar a Mr Socko y ahogar a Rock en la parte superior. Sin embargo, llega Big Show, y aplica un ChokeSlam brutal a Foley, desde arriba. Rock coge el título y se convierte, de nuevo, en campeón.

Buena lucha, muy brutal para ser de un programa semanal. Mankind lucharía contra Show en WrestleMania, para quitarle la plaza de Referee Special en el main event, y presenciar en primera fila como Steve Austin se convertía en campeón.

Puntuación: ***1/2

viernes, 18 de mayo de 2018

The Miz vs John Morrison, Falls Count Anywhere, WWE Raw 03/01/2011




Este año 2018, se ha producido el 25 aniversario del programa Monday Night Raw, que se emite en la televisión de Estados Unidos desde enero de 1993, de forma ininterrumpida, sin parones por navidad ni por vacaciones de verano. Ha pasado por varias cadenas, y ha sido protagonizado por muy distintos wrestlers, pero siempre ha estado ahí.

WWE celebró un programa especial en enero de 2018, para celebrar este aniversario. Ese programa contó con apariciones de algunas leyendas, y marcó un dato de audiencia muy alto, superando ampliamente los 4 millones de espectadores. Esta es la mayor audiencia de RAW en mucho tiempo.

Aquel programa se celebró en dos estadios al mismo tiempo. El primero era uno convencional, con espacio suficiente para vender unos cuantos miles de entradas. El segundo, por otro lado, fue el edificio en el que todo empezó, el Grand Ballroom del Manhattan Center. Ahí tuvieron lugar los programas de los lunes por la noche de la empresa de McMahon durante un tiempo.

Como probó WrestleMania 2, no es buena idea hacer eventos en varios estadios a la vez. La gente quiere ver cosas en vivo, y los asistentes al Manhattan Center se quejaron porque no hubo mucha acción en su emplazamiento. La verdad es que si WWE quería hacer esto por motivos nostálgicos, debería haber dejado la entrada libre a este segundo estadio, y no cobrar los dinerales que cobra por un programa que, la verdad, suele ser bastante malo.

Yo quería celebrar este aniversario poniendo 3 o 4 luchas, coinciendo con este especial de WWE. Pero vi un listado en WatchCulture con los 25 mejores combates de la historia del programa, y me dieron muchas ganas de verlos todos. Así, comienzo este especial para revisar todos los componentes de este listado, salvo los que ya hayan sido comentados en el blog, por supuesto.

Será un especial que avanzará muy poco a poco, porque no es, en absoluto, la prioridad. Posiblemente tarde más de un año en acabarlo, pero no hay prisa con él, y sí con otras muchas cosas.

En el puesto 25 de esa lista está el Falls Count Anywhere entre The Miz y John Morrison por el título de WWE de principios de 2011. Fue el primer programa de WWE de ese año, y fue una buena lucha.

The Miz se había convertido en Campeón Mundial de WWE al cobrar su maletín de Money in the Bank. No fue un gran reinado, sus luchas en PPV fueron bastante malillas. Sin embargo, fue en RAW donde tuvo sus mejores combates, con Morrison, y con el veterano Jerry Lawler.

Miz, en esta época, se caracterizó también por pelearse con todos sus ex-amigos. Se peleó con Morrison, con Riley, y con R-Truth. Pero todos quedaron por debajo de él.

Morrison y The Miz habían coincidido en ECW. Fueron juntados de una forma casi aleatoria para luchar por el título de parejas de Smackdown, y se convirtieron en campeones. Su reinado estuvo bien, le dieron un poco de fuerza a ese campeonato, que en la época no tenía mucho valor, porque prácticamente no había parejas.

Después de bastante tiempo juntos, Miz y Morrison se pelearon. Miz se convirtió en campeón, y John se mantuvo en un papel de mid-carter entretenido. A finales de año, tuvo una buena rivalidad frente a Sheamus, al que venció en una Ladder Match, para convertirse en el Number One Contender por el WWE Championship.

La idea general es que esa oportunidad titular se daría en Royal Rumble 2011. Pero no fue así, se adelantó para el primer programa de Raw del año. Y es que, WWE suele ofrecer alguna pelea de calidad siempre en año nuevo. La lucha resultó ser un Falls Count Anywhere.

El combate empieza antes de que suene la campana. Pero, dada la estipulación, el referee no duda en hacerla sonar aunque los luchadores se maten en ringside. El todavía lacayo de Miz, Alex Riley, se mete de pleno en el combate, pero Morrison consigue dominar a ambos, y vuela sobre ellos saltando desde la 'W' gigante que tiene la empresa en la rampa de salida.

Cuando Morrison lleva ventaja en el ring, Riley vuelve a por él, pero se lleva un espectacular rodillazo sobre las barricadas, que lo elimina de la partida. Tras un corte de publicidad, The Miz domina a Morrison, con ataques por el estadio bastante fuertes. Lo lanza sobre una valla metálica, y también sobre la rampa.

El público está muy metido y entusiasmado. The Miz se hace odiar, y Morrison es un chico bueno, un highflyer que cae bien. Consigue aplicar su ataque final, el Starship Pain, pero The Miz sobrevive milagrosamente.

John vuelve a probar lo mismo, aplicando su finisher sobre un Miz tumbado en una mesa, en ringside. Pero el campeón escapa, lo que provoca que Morrison destroce la mesa con su cuerpo. Aunque The Miz no consigue la cuenta de tres, Morrison no puede soportar el posterior Skull Crushing Finale. Muy entretenido Falls Count Anywhere, con un buen uso de la estipulación, y un público fervoroso.

Puntuación: ***1/2

jueves, 10 de mayo de 2018

AJ Styles vs Shinsuke Nakamura, WWE Backlash 2018



Backlash es el nuevo evento especial de WWE. Después de Royal Rumble, el camino a WrestleMania, el propio WrestleMania y The Greatest Royal Rumble, cuesta un poco volver a la rutina de los PPVs normalitos. Pero hay que comentar varias cosas al respecto.

En 2016, cuando las marcas de WWE volvieron a separar su roster, cada una volvió a tener sus PPVs, como ocurrió originalmente en los primeros años de este siglo. Año y medio después, también como pasó entonces, el experimento se echa atrás, y los PPVs incluirán combates tanto de Smackdown como de RAW.

¿Por qué ocurre esto? Si nos fijamos en la asistencia a eventos de los últimos años en PPVs, no parece que esta se haya resentido, salvo casos concretos. Sigue rondando los 14.000 o 15.000 espectadores, que no es menos de los que había en la Era Attitude. Pero grabar un PPV tiene unos gastos que no se están viendo reflejados en aumentos de inscripciones a WWE Network. La verdad es que el público no está pidiendo dos PPVs mensuales. Con uno hay de sobra.

Cuando había PPVs separados, luchadores secundarios tenían más oportunidades. Un efecto inmediato de la desaparición de estos eventos exclusivos es que esto deja de pasar. Las divisiones en pareja de WWE fueron lo mejor de la empresa en 2017, pero en Backlash, no están. Aunque en todos los combates hay nombres importantes, lo que los hace, al menos en teoría, más atractivos.

Si nos fijamos en lo que ocurrió hace 11 años, cuando pasó lo mismo con los PPVs, la calidad de los eventos mejoró mucho. Posiblemente esa etapa, entre el 2007 y el 2011-2012, sea la mejor en cuanto a calidad in-ring en los PPVs de la empresa. Y esto es porque es el formato en el que mejor rivalidades se pueden dar.

Porque, en los PPVs separados, sólo hay un par de rivalidades importantes, y varios combates de relleno para completar 3 horas de show más el preshow. Y, posteriormente, cuando la separación de marcas se acabó, se dejaron de crear historias nuevas en Smackdown, pasando este programa, tan solo, a extender las de RAW, sin que, tampoco, pasara nada importante. Por eso, en esa época tampoco había muchas buenas rivalidades en los eventos.

Pero, con los rosters separados compartiendo PPVs, con que haya dos rivalidades buenas por marca, ya tenemos 4 luchas importantes en un PPV. Eso no está mal.

Lo que pasa con Backlash 2018 es que está montado de una forma muy rara. La mayoría de los ascensos de NXT a RAW o Smackdown todavía no están apareciendo en los programas, el Título Universal está en manos de Lesnar, que no lucha hoy, y los combates entre Nakamura y Styles por el WWE Championship acaban, una y otra vez, sin resultado. Además, como las dos luchas principales de la velada, WWE propone dos combates propios de un RAW. Nadie quería ver en el main event a Joe y Reigns. Nadie quiere ver, en general, un combate entre Samoa Joe y Reigns, pero causó mucho enfado que esta lucha estuviera en el evento principal. Por lo demás, los combates entre Jeff Hardy y Randy Orton, entre The Miz y Seth Rollins, y entre Nakamura y Styles estuvieron muy bien. Ni siquiera la lucha entre Joe y Reigns es tan mala, lo que pasa es que no apetece.

Nakamura ganó el Royal Rumble de 2018, y consiguió la oportunidad de luchar por el título mundial que eligiera. No tardó mucho en dejar clara su elección: AJ Styles. El japonés quería revivir sus momentos con el americano en Japón. Y WWE, aunque le gusta mucho la payasada, también quería ofrecer un buen combate en WrestleMania, además de tanta atracción. Aunque la lucha en el Mayor Evento de Todos no acabó siendo muy destacable.

Tanto Nakamura como Styles eran Faces, y no había una gran rivalidad entre ellos. Shin-chan aseguraba que colocaría su rodilla en la cara de AJ, y también comentaba que el problema del campeón es que es muy emocional. Pero esto no lo utilizaron en la lucha de WrestleMania. Supongo que cambiaron de idea para llevar a cabo el Turn Heel de Nakamura.

El Rey del Strong Style es un tipo con mucho carisma, pero para un face en WWE, el carisma suele quedar aplastado, porque cada vez que uno habla, es para leer un guión simplón de tipo bueno. El Turn Heel, creo, es lo mejor que podía pasarle al japo. En su lucha en WrestleMania, ambos combatientes tardaron mucho en coger ritmo. El público tampoco reaccionó mucho hasta la parte final del combate, en la que la cosa se puso buena. AJ ganó, pero tras la lucha, Nakamura se vengó, y acabó dándole un golpe bajo.

Esta es, desde entonces, la seña de identidad de la rivalidad. Nakamura, siempre que puede, le pega a Styles en sus partes. Me parece que lo hacen demasiado, y no se dan cuenta de que eso no ayuda para generar credibilidad, porque un golpe real ahí es más peligroso de lo que parece, y si uno recibe tantos seguidos, acumula problemas. No puedes llegar, después de 15 golpes bajos, al cuadrilátero como si nunca te hubieran dado uno. Ahí abajo no se hace borrón y cuenta nueva. Si hay muchos de esos, el público deja de sentir empatía por ese dolor.

La siguiente lucha entre Nakamura y Styles fue en The Greatest Royal Rumble. No estuvo mal, creo que fue mejor que la de WM, pero se cortó muy pronto, por un doble Count-Out. Ese tipo de cosas que hace que el público se enfade, no con el rudo, sino por la empresa por sus bookeos. Como sé que hay gente a la que les importa mucho los rating, diré que a las dos luchas entre Shinsuke y AJ en WM y TGRR les daría ***1/4.

Llega Backlash, y ya sin las grandes estrellas de la empresa en el evento, yo pensaba que, de verdad, pondrían este combate en el Main Event. Pero no le darán tanta importancia al título de Smackdown. Y tampoco podría haber un final como el de esta lucha en un main event de PPV. Porque la cosa vuelve a quedar sin un resultado definitivo, y me da pena, porque esta vez, la lucha sí estaba siendo muy buena. Aún así, de cara a la rivalidad, no está tan mal. Espero, ahora sí, un final definitivo en Money in the Bank.

Nakamura vuelve a ser el Nakamura de siempre. Pega muchas patadas, y muchos rodillazos, en la nuca, y en la cabeza. Aplica también buenos candados, y sus típicas palancas al brazo. Pero AJ también tiene sus artes, que no son escasas. 

La verdad es que pasan muchos minutos sin que se utilice la estipulación para nada. Porque esto es un combate sin DQ. Pero sabemos que esta regla se ha instaurado por el tema de los golpes testiculares. No obstante, antes de que haya uno de esos, Nakamura mete una silla en el ring para atacar a su rival, y aunque lo consigue en primera instancia, cuando va a por el Kinshasa, Styles le tira la silla, haciéndole mucho daño en la pierna. Eso sí, la silla sale rebotada, golpeando al americano en la cara, y produciéndole un llamativo sangrado.

Con la pierna de su oponente herida, Styles busca la rendición mediante Culf Crusher. Después de varios golpes muy buenos en la nuca, Styles va a por Styles Clash, pero Shinsuke aprovecha para pegarle el presagiado Low Blow. AJ ya no se corta, y le da de lo mismo. El referee cuenta hasta 7 hasta que ambos reaccionan a ese desagradable dolor. Pero, después de varios codazos, se lanza el uno contra el otro, asestando, al unísono, una doble patada en salva sea la parte. La cuenta llega a 10 esta vez, sin que ninguno se levante, así que el título queda en manos de Styles. El público queda muy decepcionado, aunque WWE intenta animarlo anunciando que el campeón retiene, no es satisfacción suficiente.

El final es, efectivamente, decepcionante, pero consecuente con la historia que se está contando. Muy bien interpretado por ambos, además. Espero, esta vez sí, ver su lucha definitiva en Money in the Bank. Seguro que habrá una estipulación mayor. Creo que con este combate, Styles y Nakamura, ahora sí, han demostrado de lo que son capaces, pero el próximo tiene que ser un MOTYC.

Puntuación: ***3/4

sábado, 24 de marzo de 2018

Mil Máscaras vs Superstar Billy Graham WWWF MSG 19/12/1977




Seguimos con el especial sobre Mil Máscaras después de que haya sido homenajeado en el evento Homenaje a Dos Leyendas del Consejo Mundial de Lucha Libre. Como decíamos en el anterior artículo, poca gente se lo merece más que él. Aunque el hombre tenga mucho ego, lo cierto es que fue un luchador increíble.

Mil Máscaras triunfó en México, triunfó en Japón, y triunfó en Estados Unidos. Poco luchador mexicano en la historia ha habido que haya llegado a los niveles de popularidad de Mil Máscaras, que, incluso, fue un retador legítimo por el Campeonato Mundial de la WWWF. En este caso, la genética también jugó a su favor, porque su tamaño era imponente, y junto a Canek y su hermano Dos Caras, era uno de los pocos luchadores de su país con altura suficiente para rivalizar con los grandes luchadores americanos. Pero no solo lo consiguió mediante la genética, porque además tenía una gran musculatura. Ahí había mucho trabajo de gimnasio. 

Mil Máscaras tuvo importantes rivalidades en la WWWF de los McMahon. También las tuvo en WCW, llegando a enfrentarse a Mick Foley en un PPV. Pero lo más importante de lo que hizo en USA, seguramente, son su luchas por el campeonato principal de la WWWF, en manos de Superstar Billy Graham, el tipo que sustituyó a Bruno Sammartino como gran campeón de la compañía.

Como comentamos en el reciente especial sobre el fallecido Ivan Koloff, la WWWF entre los años 60 y los años 80, funcionaba mediante un formato bastante simple, al menos en lo que respecta a su título mundial. Siempre había un superhéroe que sostenía el campeonato  durante muuucho tiempo, mientras que la gente acudía a las arenas para verle defenderlo ante amenazas lo más poderosas y extrañas posibles. Se parecía, la cosa, en cierto sentido, a los cómics de superhéroes de la época.

En su segundo reinado como Campeón de WWWF, Bruno Sammartino mantuvo el campeonato entre el 10 de diciembre de 1973 y el 30 de abril de 1977. En esta ocasión, el villano que le robó el honor fue Superstar Billy Graham.

Pero, si los anteriores campeones rudos que había habido en WWWF habían sido campeones de transición, que habían perdido el título en cuestión de días, Graham lo mantuvo durante 9 meses, hasta que fue derrotado por el siguiente gran héroe de los McMahon, Bob Backlund. 

El cómics evolucionaba a finales de los 70, y el wrestling también. WWWF probó un modelo distinto de negocio. Ahora, era un cabronazo el que portaba el título de la empresa, y la ilusión de los aficionados asistentes al Madison Square Garden consistía verle perderlo al fin. Y es que, en realidad, se suponía que Graham sería el face, pero Vince veía en Bob Backclund un mejor modelo para ser la cara de la compañía.

Otro día hablaremos de Superstar Billy Graham. También es un tipo interesante. Pero, en lo relativo a Mil Máscaras, hay un combate tremendamente importante: la noche en la que el mexicano derrotó limpiamente al Campeón Mundial de la WWWF, hace ya 40 años. Los medios mexicanos se hicieron eco, henchidos de orgullo, dado que su paisano estaba en lo más alto, había sido nombrado atleta del año, y la propia WWWF lo anunciaba como una gran estrella internacional. Desde luego, en su época, Mil Máscaras estaba en el top.

Graham ya se había pasado al lado oscuro, y tenía un mánager: The Grand Wizard, un tipo que acompañó a muchos rudos en la época. Y es que, en esos tiempos, un buen heel debía tener en su esquina a alguien que hiciera alguna trampa a su favor, y que hablara más de la cuenta. En la lucha de la que hablamos hoy, la velada de la WWWF en el Madison Square Garden del 19 de diciembre de 1977, el referee permite la presencia del mánager de Graham en su esquina. Así, antes de que empiece el combate, Mil Máscaras sale corriendo a Backstage, y vuelve con Bob Backlund, para que este le apoye en su lado. La gente se vuelve loca. La rivalidad entre Billy y Bob ya se estaba preparando.

La lucha es bastante buena. Por supuesto, Máscaras no se deja dominar mucho. El mexicano responde a las tonterías de Graham con un comienzo abrumador, que hace que el Garden se venga abajo. Máscaras usa su tope supersónico, y aplica grandes llaves a los brazos de su rival, para evitar que utilice de forma correcta su candado Nelson.

Máscaras es muy dominante. Sus llaves a los brazos son muy buenas. Graham huye a ringside, y aprovecha que el referee no mira para coger una cuerda y ahorcar al aspirante. Máscaras está apunto de quedar KO mientras Graham aplica headlocks sin que se vea la cuerda. Pero el mexicano resiste, y el referee se deshace del objeto.

Hay intercambios de llaves. Los dos tienen brazos muy poderosos. Graham aplica un fuerte Bear Hug, pero... Máscaras se deshace de él, y lo aplica él mismo. No obstante, su cuello ha quedado dañado, y Billy le golpea con malicia en esa zona. Si aplica una Nelson, será difícil que Máscaras resista. El enmascarado protagoniza un gran comeback, con varios topetazos supersónicos, estrella a su contrincante contra el esquinero, y le golpea en la frente con saña. Billy sangra como un condenado, y el referee lo observa. Se ve obligado a parar la lucha, ya que Graham no es apto para seguir peleando. Mil Máscaras gana, por tanto, el combate, y el público se vuelve loco, pero de esta manera, no hay cambio titular. Eran las reglas de la época. Los asistentes en el Garden reciben una gran desilusión.

Momento histórico, que daba pie a que Mil Máscaras tuviera nuevas oportunidades titulares. Pero Vince Sr ya tenía claro que el nuevo campeón sería Backlund. Lástima, hubiera sido divertido. 

Puntuación: ****

sábado, 17 de marzo de 2018

AJ Styles vs Baron Corbin vs John Cena vs Sami Zayn vs Kevin Owens vs Dolph Ziggler, WWE Fastlane 2018




Ya vimos la batalla entre 7 hombres en Elimination Chamber 2018, para determinar la composición del combate por el Título Universal en WrestleMania 34. Roman Reigns y Brock Lesnar se verán las caras en la que, quizás, sea la última lucha de La Bestia en WWE.

Un par de semanas después, llega Fastlante, el último PPV de Smackdown antes del magno evento, a menos de un mes de este. Echo de menos los tiempos en que había dos meses entre el último PPV y WrestleMania, cuando, durante mucho tiempo, se trabajaban las rivalidades. Ahora, aunque avanzan de forma indirecta, hay que esperar a que terminen estos PPVs por marcas, para que la gente no pierda interés en ellos. No es lo mismo.

En Fastlane, también conocimos la composición final de la lucha por el WWE Championship, si bien es cierto que no dudábamos de cuál sería. AJ Styles y Shinsuke Nakamura se enfrentarán en la revancha de Wrestle Kingdom 10. AJ sostuvo su campeonato en una lucha de 6 hombres, esta vez sin jaula, en la que también participaban John Cena, Baron Corbin, Kevin Owens, Sami Zayn, y Dolph Ziggler.

La historia más interesante estaba entre Kevin y Sami. Por eso he incluido esta lucha en el especial de combates con El Genérico y Kevin Steen involucrados. Algún día le daremos caña a ese especial. El caso es que la historia entre ellos ha resucitado. Se persiguen por el mundo entero.

Owens estaba en una rivalidad con Shane McMahon, que nos dio un un Hell in a Cell match, tras el ataque del canadiense a Vince. Sami, que ya había tenido una potente rivalidad con Kevin en WWE, salvó a Owens del vuelo de Shane, dándole la victoria. Steengenérico renació. De cara a WrestleMania, la duda siempre ha sido qué tipo de combate tendremos, si Shane se aliará con alguien para enfrentarse a estos dos, o si acabarán matándose entre ellos.

Porque se han peleado varias veces. Sería una opción lógica, pero se parecería demasiado a la rivalidad que tuvo Owens el año pasado, al traicionar a Chris Jericho. Parecía que Shane podía tener algo con Kurt Angle, pero estando este en el combate de Ronda Rousey, estaba claro que el hijo de Vince saldaría sus cuentas con Owens. Ojo, que unos días antes de Fastlane, todavía Meltzer decía que Shane lucharía contra Dolph Ziggler, y que Owens y Zayn irían al Andre the Giant Battle Royal. Y eso que han estado en las rivalidades más importantes de Smackdown de los últimos meses. Parece que los periodistas de Internet no han visto wrestling en la vida.

Queda por saber qué tipo de lucha será. Si es un tag team match, ¿Quién será el compañero de Shane? La storyline nos dice que Daniel Bryan, pero WWE no se decide a dejarle volver a luchar y sabemos que, si no lo hace en WrestleMania, seguramente Bryan esté en septiembre luchando en otro sitio. Así que sería una opción de negocios lógica. Aunque me gustaría ver a Bryan luchar frente a Styles, Zayn, Angle o Nakamura, posiblemente, si vuelve a luchar en WWE, será como part-timer, y eso no da tanto juego.  Vince McMahon también sería una opción lógica como compañero de Shane, pero el hombre está muuuuy mayor. Da penita ya verlo. Finalmente, junto a Shane podría estar cualquier otro luchador sin combate en el show, como Dolph Ziggler o Big Show.

La otra parte interesante es la de John Cena. Tenemos bastante claro que va a luchar contra Undertaker en WrestleMania. Pero hizo una promo en Raw diciendo que eso sería imposible, y, aunque eso para cualquiera es una confirmación de que la lucha se hará, los medios de todo el mundo se lo tomaron al pie de la letra, y empezaron a publicar la noticia de que lucharía contra Rey Mysterio en Wrestlemania. No pillan una storyline. El caso es que, tras fracasar en Royal Rumble y Elimination Chamber, acude a Fastlane, porque siendo campeón de WWE, tendría una lucha asegurada en WrestleMania.

Tenemos 3 rivalidades que molan, por tanto, para WrestleMania. Por su parte, Ziggler, después de un tiempo fuera y de haber dejado vacante el título USA, se encuentra sin lucha para WrestleMania. Nunca ha tenido un singles match en el magno evento, y no le quedan muchas opciones de tenerlo este año tampoco, aunque ha renovado con la empresa por un sueldo de main eventer: 1.5 millones anuales. El sexto hombre es Baron Corbin, que a mí me da un poco igual.

La lucha es muy entretenida. Es un combate con varios hombres, de los de toda la vida en WWE. Unos van dejando el ring, y otros van entrando a pegarse. Pero es muy entretenida, y hay algo de storytelling. A diferencia de lo que pasaba Elimination Chamber, aquí el público está muy animado. Yo me quedé dormido viendo el show en directo, pero me despertaba de vez en cuando con los gritos del respetable. Mientras dormía, pensaba que debía ser una gran lucha.

Cena empieza la lucha con un Attitude Ajustment para todo el mundo, excepto para Styles, que es más listo que los demás. Hay a quien le ha molestado este inicio, pero a mí me parece que aquí Cena sí fue Cena, mientras que en luchas anteriores había sido un pelele. Buen comienzo, es una manera de demostrar quién es la leyenda aquí. Styles aguanta sus intentos de aplicar el finisher, lo suficiente para que el resto se recupere y suba al ring para darle un palizón al 16 veces campeón.

Los luchadores van entrando y van teniendo sus momentos de protagonismo. Dolph Ziggler y Baron Corbin acaban luchando en ringside, y quedan KO tras estrellarse contra unos protectores. Es una buena forma de quitarlos de en medio un rato.

Styles también pasa buena parte de la lucha fuera, tras recibir un Attitude Ajustment sobre la mesa de comentaristas. Owens y Zayn, después de haber tenido problemas personales las semanas previas, acaban mal. Aunque en primera instancia parece que Sami quiere dejar a Owens ganar, se golpean con la furia que caracteriza sus enfrentamientos. Pero, sin querer, Kevin aplica una Super Kick sobre Shane McMahon, que estaba en ringside, viendo las acciones. Tanto Kevin como Zayn están a punto de ganar la lucha, pero en ambos casos, Shane lo evita agarrando al referee. 

Corbin introduce las escaleras metálicas en el ring, aunque acaba comiéndose un Attitude Ajustment sobre ellas. Ziggler evita la victoria de Cena. John aplica AA sobre Dolph, Owens aplica Popup Power Bomb sobre Cena, y Styles aplica Phenomenal Forearm sobre Kevin, para mantener, así, su título.

Lucha divertida y entretenida que sirve para trabajar la rivalidad entre Owens, Zayn y Shane, y la de John Cena en busca de su lucha en WrestleMania, y refuerza la posición de Styles como campeón, de cara a ese enfrentamiento con Nakamura en el evento más grande del año.

Puntuación: ***1/2

sábado, 10 de marzo de 2018

Brock Lesnar vs Kane, WWE Live Event on Chicago 03/03/2018



El combate que comento hoy no es muy interesante, pero me da pie para hablar de algunas cosas sobre la relación entre WWE y Brock Lesnar.

Brock Lesnar es Campeón Universal de WWE desde WrestleMania 33, cuando venció a Bill Goldberg. Hasta ahora, ha mantenido el campeonato en su cintura, aunque se prevé que lo pierda en WrestleMania 34, ante Roman Reigns, en la revancha de WrestleMania 31.

Brock Lesnar nunca había luchado contra Kane, hasta que coincidió con él en una Triple Amenaza por el título en Royal Rumble 2018, con Braun Strowman también involucrado. En realidad, Kane sólo sirvió como saco de boxeo de los otros dos.

Pero en un House Show de unas semanas después, Lesnar debía defender su campeonato en una lucha en Singles frente al Monstruo Rojo. Sería la primera vez en la historia que ocurriría tal cosa. Y, aunque el combate no vale nada, que ocurriera ya es bastante, teniendo en cuenta como está la cosa entre WWE y Brock Lesnar. Se temía que el campeón no asistiera.

La lucha duró unos 30 segundos. Kane comenzó golpeando, pero en seguida se llevó dos Súplexs por parte de La Bestia. Al levantarse, Kane intentó llevar a cabo un ChokeSlam, pero Lesnar se libró, le pegó un F5, y se lo cargó, ante la mezcla de aplausos por su poder, y abucheos por la decepción de ver un combate tan corto. Por supuesto, la lucha se queda en cero estrellas, y una pequeña humillación para Kane, que, en cualquier caso, trabaja ese papel muy bien.

Y una semana después, pasaría lo mismo en una lucha entre Lesnar y The Miz, aunque en este caso, tiene mucho más sentido. Pero solo es un síntoma más de lo que ocurre con Brock Lesnar en WWE. Hay que plantearse la posibilidad de que se vaya de la empresa. ¿Será eso algo malo?

En 2012, después de una gran carrera en UFC, Lesnar volvió a WWE y tuvo algunas grandes peleas, utilizando toda su energía de luchador de MMA. Sus rivalidades con John Cena, Undertaker, Triple H, CM Punk o Roman Reigns nos dieron muy buenas luchas. Pero en 2016, le tocó renovar un nuevo contrato, y la cosa, después de eso, no fue igual.

El otro día vi el sueldo de los luchadores de WWE en SuperLuchas, y quedé sorprendido por lo que gana Brock Lesnar. Se lleva 10 millones fijos, más varias variables dependiendo de los main events en los que esté, y la posibilidad de usar el avión privado de la empresa, y otras cosas... Al final, su sueldo anual suele rondar los 13 millones.

En sus combates hay algunas limitaciones de tiempo. En los house shows, una lucha suya no puede durar más de 5 minutos. Pero, aunque no pone nada sobre sus luchas en PPV, es obvio que debe tener una clausula que limita suremuneración en función de la duración de la lucha, o algo así.

Desde 2016, casi todas las luchas de Lesnar han sido muy cortas. Ha hecho cosas muy interesantes, pero todas han dependido de bookeos inteligentes. Sus luchas frente a Randy Orton, Bill Goldberg o Samoa Joe cuentan buenas historias. Pero su mejor lucha en esta temporada, sin duda, es la Fatal Four en SummerSlam 2017, con Joe, Reigns y Strowman. Casualmente, buena parte del combate se la tiró Lesnar en Backstage, recuperándose de la bestialidad de Strowman. Tengo claro que fue una excusa para cumplir con el límite de tiempo que puede estar sobre el ring.

Mientras que en 2013 o 2014, teníamos mucha ilusión por los combates de Lesnar, ahora ya no interesan nada, a nivel de calidad. Cuando hay un buen bookeo, salen cosas chulas, pero cuando no lo hay, tenemos combates como los que disputó con Ambrose o Strowman, que no valen nada. Lo de Braun es doloroso, porque esa rivalidad requería mucho más.

Entonces, teniendo en cuenta esos 13 millones de dólares que cobra, nos planteamos si sería mejor verlo fuera. Porque con ese dinero, WWE puede contratar a quien sea. Hay un tira y afloja, con Lesnar faltando a Raw, teniendo estos squashes, y haciéndose fotos con Dana White. Por su parte, WWE ha filtrado una posible reunión con Fabricio Werdum. Esto, sumado a la contratación de Ronda Rousey, es una forma que WWE tiene de decirle a Lesnar que ya no le necesita.

Ya se asegura, casi, que Lesnar dejará WWE para volver a UFC. Pero hay que tener en cuenta que, cuando Lesnar luchaba ahí, los controles antidoping eran una broma. No es seguro que Brock pueda rendir en vale tudo sin doparse. Y, aunque en WWE lo puedan cambiar por Ronda, Werdum o Conor McGregor, lo cierto es él sí es un wrestler, y estos tres no lo son. 

Ya veremos lo que ocurre en WrestleMania. Si WWE y Lesnar llegan a un acuerdo, seguramente será en el último momento. Teniendo en cuenta lo que hizo en su última lucha frente a Goldberg en su primera etapa en la empresa, no espero gran cosa de su combate ante Roman Reigns.

Puntuación: -

lunes, 5 de marzo de 2018

Ivan Koloff vs Bruno Sammartino, Steel Cage Match, WWWF MSG 15/12/1975




Vamos a comentar dos luchas más dentro del especial que estamos haciendo sobre Ivan Koloff, ahora que ha pasado un año de su paso a mejor vida. Nos volvemos a encontrar con Bruno Sammartino.

Ya dijimos que Bruno había sido el campeón de WWWF toda la vida. Casi, desde que el campeonato se creó. Pero el hombre ya necesitaba un descanso, así que dejó el título un tiempo. Koloff fue el rudo encargado de quitarselo, para perderlo, unos días después, ante Pedro Morales. Las primeras peleas comentadas en este especial fueron esas luchas.

Sammartino no se había retirado. Necesitaba un horario ligero, y ser el Campeón de WWWF no se lo permitía. Demasiado curro, demasiada responsabilidad. Después de un tiempo tocándose un poco las narices, Sammartino tuvo otras rivalidades, incluida una con Pedro Morales, siendo primero compañeros de Tag Team. En el 72, tuvieron una lucha titular en el Shea Stadium de Queens, que quedó en empate tras 65 minutos de batalla. Me encantaría ver esa pelea, y no la clásica defensa ante un Heel malote de Sammartino en el Madison Square Garden. Pero, que yo sepa, no hay registro de ese combate en vídeo. 

A finales de 1973, y tras grandes ofertas de Vince McMahon Senior, Sammartino aceptó ser campeón de WWWF de nuevo. Stan Stasiak derrotó a Morales, y poco después, perdió la correa ante Bruno, que volvió a tener un reinado de más de tres años. Entre sus rivales estuvo Ivan Koloff, el único que había sido capaz de vencerle. En este caso, no tuvo tanta suerte.

Koloff fue el primer retador del título en estar en una Steel Cage. Con el tiempo, se convirtió en un clásico del Madison Square Garden, pero entonces supuso una novedad. Y no es mala lucha, la verdad, porque aquí la jaula es importante, no como en las cosas que vemos ahora. Aunque casi es un squash. Nada más sonar la campana, Bruno se lanza como una fiera contra el Oso Ruso, dándole golpes y rodillazos en la cara. Se la debe.

Sammartino lanza una y otra y otra vez a Koloff contra el metal. Y este no se frena nada, se lo come enterito, volando sobre él. Se hace mucho daño en la cara.

Ivan intenta hacerle lo propio a Bruno, pero este es mucho mejor. Koloff empieza a sangrar por su frente, por tantos golpes recibidos, tanto con la jaula como con el puño. Koloff ya no intenta luchar, solo huye, ya sea por la puerta o por encima de la jaula. Pero Sammartino no se lo permite. Ivan vuelve a ser lanzado por encima de las cuerdas contra la jaula. Apenas puede moverse, se queda en el hueco entre las cuerdas y la jaula. Bruno lo lanza, de nuevo, contra la otra parte, y de ahí ya no se levanta el ruso. Sammartino se va tan tranquilo por la puerta, reteniendo su título. El público está muy contento, y ha disfrutado mucho la lucha, pidiendo sangre una y otra vez. Buen espectáculo.

Puntuación: ***1/2

martes, 20 de febrero de 2018

Ivan Koloff vs Bruno Sammartino, WWWF 18/01/1971




Recientemente, se cumplió el primer aniversario del fallecimiento de Ivan Koloff, gran leyenda del wrestling americano. En su momento, no me dio tiempo a dedicarle el especial que merece, ya que el pasado año tuvieron lugar demasiados fallecimientos de wrestlers. Así, como ya había pasado demasiado tiempo, decidí dejar este especial para la primera efeméride de esta baja.

El wrestling es un espectáculo que se ve favorecido por la emoción del público. En el correcto manejo de este sentimiento, reside su correcto devenir. Y si hay algo que genera emoción en el populacho, es el nacionalismo.

Por eso, tanto en México como en Estados Unidos, se ha usado la figura del extranjero agresor para generar mucho odio en el público. Hoy en día, personajes como Rusev ya no funcionan de la misma forma. La gente sabe que esto es de mentira, y además, ahora mismo, no hay Guerra Fría. Pero no nos engañemos: si WWE volviera a usar un personaje árabe antiamericano, la cosa se volvería a poner muy caldeada.

Pero en los 70, con el gran miedo a una guerra nuclear, y la persecución a todo lo que oliera a comunismo, en Estados Unidos, un personaje soviético significaba dinero.

Koloff no era ruso, sino canadiense. Pero encarnó el personaje de "Russian Bear" a la perfección. Comenzó a utilizar este personaje en el año 67, afirmando haber nacido en Ucrania. Luchaba, entonces, en la IWA de Canadá, pero este personaje le valió para llegar a la WWWF, y tener una rivalidad contra el gran Bruno Sammartino, un súper héroe que portó el título mundial de la empresa de Vince J McMahon Sr durante montones de años, algo que, hoy en día, no podemos ni imaginar. Pues bien, el villano Koloff consiguió derrotarlo y quitarle el título. Tal es la importancia del personaje del que hablamos hoy.

"The Night the Garden Went Silent". Así se conoció esa velada en el Madison Square Garden de nueva York: "La Noche en la que el Garden quedó en silencio". Y es que, en esa época, la gente se acercaba al mítico escenario neoyorquino a presenciar como su héroe derrotaba, una noche más, al villano de turno. Los aficionados no se esperaban que fuera aquello que más odiaban, un ruso, el que venciera a Bruno. Aunque parece que en el wrestling sólo existen los sucesos ocurridos en los últimos años, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que esta noche representa uno de los momentos más importantes en la historia de este deporte (o lo que sea).

Bruno Sammartino es el hombre que ha portado el ahora llamado WWE Championship durante más tiempo. Lo ganó en 1963, y si lo perdió en el 71 fue, posiblemente, porque necesitaba un descanso. En ese momento, se consideraba que el campeón de la empresa debía ser un héroe, y los heels solo eran campeones de transición, que le quitaban el título a un babyface, para perderlo posteriormente contra otro, de tal manera que la gente se sentía muy feliz, como si el mal hecho hubiera sido vengado. El siguiente héroe sería Pedro Morales, el primer luchador seleccionado expresamente para atraer al público latino.

Es complicado hacer un blog de luchas históricas, porque buena parte de la historia de la historia del wrestling se mantiene a oscuras. Es difícil encontrar muchas luchas previas a mediados de los 70. Y en el caso de México, incluso es difícil encontrar material de los 90. Es una pena, porque hay muchos momentos históricos y grandes combates de grandes luchadores que no podemos valorar. Eso dificulta el trabajo.

En el caso del combate entre Koloff y Sammartino, por desgracia, sólo tenemos una grabación de poca calidad, lejana y ripeada. O sea, hay una versión de unos 6 minutos, con varios cortes. Así, el rating que le de a la lucha no es de fiar, pero es lo más cercano que podemos hacer. Esta lucha ni siquiera está en la WWE Network, fue un evento en vivo, la cita habitual de los fans de la WWWF en el Madison Square Garden.

Pues nos vamos para el mítido edificio neoyorkino. Tenemos a dos bestias de la naturaleza frente a frente. Ambos, Sammartino y y Koloff, tienen una musculatura muy importante, y también muy natural. Son dos animales.

No se puede inferir, de los trozos del combate que vemos, que este sea de muy buen nivel. No creo que, en WWWF en esa época, tampoco nadie se lo propusiera. Eran tiempos del Keyfabe, la gente realmente creía que lo que estaba viendo era real. Había suficiente emoción en la lucha, como para que además fuera buena.

Vemos algo de técnica de Bruno, que aplica buenas llaves a las piernas. Luego vemos abrazos de oso y similares por parte del Oso Ruso. Y luego, buenos puñetazos por ambos lados, en la parte del combate en la que ya todo está desatado. Finalmente, de forma totalmente limpia, Koloff vuelva desde el esquinero, y aplica un rodillazo sobre Sammartino, que sucumbe ante tal embestida.

Efectivamente, se siente un silencio en el Garden. La gente no se lo cree. Hay una generación de niños que no había visto a Sammartino sin su correa. Luego la cosa se lía, y se lanzan objetos al ring. Pero es tarde, la historia ya está hecha.

En el próximo post, veremos a Koloff defender su campeonato ante Pedro Morales.

Puntuación: **1/2

sábado, 18 de noviembre de 2017

Shawn Michaels vs Bret Hart, WWF Survivor Series 1997



Mañana tendrá lugar Suvivor Series 2017. Eso quiere decir que han pasado ya 20 años desde el Montreal Screwjob, uno de los momentos más importantes e impactantes de la historia del wrestling americano. Tal y como sugirió un amigo del blog, es el momento perfecto para hablar sobre la lucha entre entre Shawn Michaels y Bret Hart en Survivor Series 1997. Hay muchas cosas que decir al respecto, así que vayamos por partes.

A finales de los 80, y principios de los 90, tanto Bret Hart como Shawn Michales luchaban en WWF, en su división por parejas. Michaels era uno de los rockers, un duo joven, guapo y aéreo. Por su parte, Hart, junto a su primo Jim Neidhart, formaba el rosado tandem The Hart Fundation, dos tipos canadienses, técnicos, llenos de talento.

Poco después, con los problemas legales de WWF por, presuntamente, inducir a sus luchadores a consumir esteroides, y con la compra de WCW por parte del poderoso magnate televisivo Ted Turner, las grandes y musculosas estrellas de WWF fueron desapareciendo de la escena, y la mayoría de sus luchadores importantes acabaron en WCW. En ese contexto, Hart y Michaels empezaron a progresar en la empresa, convirtiéndose, al cabo del tiempo, en las principales estrellas de la misma. 

The Hart Fundation y The Rockers ya habían luchado en el pasado. Después, cuando Bret y Shawn empezaron a luchar en singles, se vieron las caras de nuevo, con el título intercontinental en juego. Posteriormente, ya como main eventers, pelearon por el WWF World Heavyweight Championship en varias ocasiones. En WrestleMania 12, tuvo lugar un Iron Man Match entre ellos que todos conocemos.

Para finales del 97, los ratings de WCW Monday Night Nitro eran muy superiores a los de Monday Night Raw, y antiguas estrellas de WWE luchaban en la empresa que dirigía Erick Bischof, como Hulk Hogan, Randy Savage, Big Bossman, Scott Hall, Kevin Nash, Jim Duggan, Sean Waltman, John Tenta, Ted DiBiase, Curt Hennig o Roddy Piper. Y el próximo era Bret. Era un momento muy complicado para Vince, que encima perdía a su máxima estrella, que se iba a la competencia, mientras que Michaels se lesionaría de gravedad poco después. Por suerte para él, de su mediocre e irrelevante roster, consiguió sacar, gracias a la desesperación de la situación, cosas grandes. Los huecos que dejaron Har y Miachels los ocuparían Steve Austin, The Rock y Triple H, lo que acabó siendo lo mejor para la empresa.

Tras su derrota en WrestleMania 12 ante Michaels, Hart ya tenía bastante claro que quería irse. En realidad, como confesaría años mas tarde, Bret dejó WWF porque estaba perdiendo en los ratings frente a WCW, y él quería estar del lado ganador.

En el último año de su estancia en WWF, Hart se unió a su hermano Owen, a Dave Boy Smith, Jim Neidhart y Brian Pillman para crear un stable de canadienses, mientras que Shawn, junto a Triple H y Chyna, estaba destacando con D-Generation X. Sus caminos no se cruzaban, por el momento.

Pero el contrato de Bret estaba a punto de acabarse. Era hora de firmar la renovación, y Vince no tenía dinero suficiente, mientras que desde WCW se regalaban los billetes. Simplemente, McMahon no podía competir con Turner, y parece ser que ni siquiera hizo una oferta, porque necesitaba librarse de un gasto tan grande. Comenzó, después de eso, la última rivalidad de Bret en WWE, de nuevo, frente a Shawn, para terminar lo empezado.

Bret Hart se enfrentó a Undertaker en SummerSlam 1997, en una gran batalla, en la que resultó triunfante, gracias, en realidad, a un error del referee, que era Shawn. Así, se convirtió en campeón, una vez más de la WWF, y siéndolo, firmó con WCW. Ahora, tenía que perder el título, finalizando su rivalidad con Shawn Michaels, que había durado ya demasiado.

Los dos luchadores eran muy buenos dentro del ring, pero muy distintos fuera. Aunque no había habido grandes problemas entre ambos, empezó a haberlos, porque Shawn era una gentuza importante, y eso se notó. Las promos entre ellos se hicieron más duras, y más personales.

Todo se juntó de cara a Survivor Series 1997. Bret era el campeón, había fichado por WCW, debía perder el título en Canadá, y su rival era su, ahora sí, odiado Shawn. Como siempre cuando un luchador abandona una empresa, debía perder el título. Pero no quería hacerlo frente a HBK, y no en Canadá. No quiso hacerlo, y estando en sus últimos 30 días de contrato, tenía poder creativo sobre su situación. Vince se metió en un problema, con todo en su contra. El pánico de que Bret se fuera a WCW con la correa, como había hecho Madusa, recorrió a Bret. Podía ser un golpe definitivo, si Bischoff cogía el campeonato de Vince y lo tiraba a la basura en directo, en la televisión nacional. Quizás las Monday Night Wars acabaran con ello.

Vince, Shawn y el resto de las cabezas pensantes de WWE decidieron que Shawn ganara, aunque Bret no quisiera. Así, durante la lucha, Shawn debía aplicar un Sharpshooter, y, en cuanto lo hiciera, el referee debía hacer sonar la campana, como si el canadiense se hubiera rendido. En realidad, lo que pensaba Hart que iba a ocurrir es que él se libraría, y luego entrarían Owen Hart, Triple H y toda esa gente, motivando una descalificación. El día siguiente, en RAW, Bret dejaría vacante el título. Pero Vince no se iba a arriesgar a que no apareciera.

Si uno ve Survivor Series 1997 de principio a fin, se da cuenta del poco nivel de los luchadores de WWF de esa época. Realmente, era mucho más interesante ver WCW. Eso sí, estamos en Canadá, la cosa está que arde. El estadio está petado de gente, y llegamos al main event. Shawn, un maldito rudo sin corazón, aparece con la bandera canadiense, haciendo los gestos más horribles de cuantos se pueden hacer con una bandera. No creo que nadie se atreva a hacer esas cosas con una bandera americana. No creo que fuera el mejor momento para hacerse odiar, tal y como estaba la cosa.

Luego, suena la música de Bret Hart, y el estadio se viene abajo. Y los dos se matan. Parece que la lucha ha empezado, pero no. Durante unos buenos minutos, se golpean entre el público. O encima de él. Los aledaños del cuadrilátero están llenos de canadienses borrachos que aman a Bret y odian a Shawn, así que se meten en la pelea, y tenemos un millón de referees intentando evitarlo. Vince, Slaughter, Patterson y Brisco también están ahí. Se masca la tragedia.

Después de unos minutos muy buenos pegándose con todo en ringside, entran al ring, y la lucha comienza oficialmente. Shawn salta sobre Hart, haciéndole bastante daño en la cara. Aplica todo tipo de ataques frontales, preparando la Sweet Chin Music. Le golpea, de nuevo, en ringside, con las escaleras metálicas, y la valla protectora. Hay algunos canadienses locos perdidos entre el público, amenazándole. Seguridad se los tiene que llevar a todos.

Bret comienza a utilizar buenos ataques a la pierna de Shawn. Le aplica una figura 4 atado a un palo, y luego otra, en el ring, aunque Shawn consigue reversarla al cabo del rato. La lucha es igualada, y los dos tienen una estrategia clara. Entonces, Shawn consigue aplicar una Sharpshooter, y el referee, Hebner, hace sonar las campana. Se acaba la lucha, Shawn es el nuevo campeón, y Triple H se lo lleva rápidamente al vestuario. Bret mira con cara de asco a Vince, y le escupe.

El PPV termina justo ahí. Pero sabemos, por todo lo que se ha contado, que Undertaker, furioso, obligaría a McMahon a ir al vestuario a explicar lo ocurrido, y que este recibiría un puñetazo de Bret. Hart se fue, mientras Shawn se burlaba de él en una promo en el siguiente programa de RAW. Undertaker se convirtió en el líder del vestuario, y comenzó la era Attitude, con Vince, que antes había hecho las labores de comentarista y anunciador, como claro heel principal. En realidad, lo ocurrido salvó a WWE, porque permitió al dueño de la empresa conseguir un gran odio por parte de los aficionados, que evolucionó, ya con Michaels fuera, en su rivalidad frente a Steve Austin.

Bret, por su parte, llegó a WCW. Y todo, ahí, fue horrible. No se hizo nada interesante con él, y le dejaron incapacitado para luchar, con patadas atroces de bultos como Goldberg y Sid.

En 2005, Bret entró al Hall de la Fama de WWE, como primer acercamiento para la reconciliación. En 2010, volvió a la empresa, recibiendo las disculpas del todavía activo Shawn, que había madurado mucho. Comenzó una rivalidad con Vince, que le llevó a darle una paliza en WrestleMania 26. Debido a su conmoción cerebral, no puede recibir golpes, así que ninguno encajó en esa lucha, ni en el resto de las que protagonizaría en WWE en esos años.

La lucha es muy buena, pero se corta, a propósito, antes de que acabe. Tiene 3.75 estrellas, aunque si contara los minutos de brawl en ringside previos a que sonara la campana (y quizás debería contarlos), la puntuación sería de 4.25

Puntuación: ***3/4