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sábado, 27 de agosto de 2022

CM Punk vs Adam Page, AEW Double or Nothing 2022


Hace un par de meses, tuvieron lugar un par de eventos de lucha libre en los que, por pura casualidad, ocurrió algo muy similar. Tanto AEW como WWE impulsaron una gran estrella hasta el triunfo en un PPV, y en ambos casos, esta estrella acabó lesionada, quedando su push frenado por el momento. El 29 de mayo de 2022, CM Punk derrotó a Adam Page en AEW Double or Nothing 2022, pero en el siguiente show de la empresa, el 1 de junio, se lesionó. Unos días después, Cody Rhodes, ex-vicepresidente de la propia AEW, ya de regreso en WWE, estelarizó el PPV Hell in a Cell, derrotando a Seth Rollins en el combate principal de la noche, dentro de una Hell in a Cell, pero lo hizo con una lesión más que obvia que lo alejará de los cuadriláteros durante muchos meses. Veremos ambos combates en el blog.

Ambos, en realidad, tienen que ver con el vestuario de AEW. Porque de él se ha dicho muchas veces que es un lugar idílico, que esta empresa sí escucha a los luchadores y que hay más espacio en ella para la creatividad. Pero esto es así mientras hay pocos luchadores y todos reciben lo que quieren. Cuantas más estrellas se juntan, más egos y discrepancias creativas nacen. Ya vimos lo que ocurrió en WCW, empresa que fue consumida por el poder de una serie de hombres a los que no se le podía toser detrás de las cámaras (y por tanto, tampoco delante). Por lo pronto, Cody salió de la compañía, a pesar de ser uno de sus fundadores y pieza clave de los primeros años de la misma.

En 2021, la compañía de los Khan cumplió uno de los principales sueños de los fans del wrestling, que era traer de vuelta a CM Punk. Punk es un luchador fantástico, y en su primer año en la compañía, se ha dedicado a dar buenas luchas contra cualquiera, lo que tiene su parte positiva, y su parte negativa. Pero en lo relativo a su lado humano, su nivel siempre ha sido más bajo. Es una persona un ego enorme, que sufre una gran frustración hacia todo lo que no sea su protagonismo, y que se pasa la vida criticando a los demás por lo mismo que él hace. Durante su paso por WWE se empeñaba en que debía ser considerado el líder del vestuario, una posición que ostentaban con mucho mayor derecho personas como Kane o Booker T, y estaba obsesionado con estar en los eventos estelares, quizás por protagonismo... o quizás porque los luchadores que participan en esos eventos son los que reciben la mejor prima. Cuando no lo conseguía, y en lugar de premiarlo a él, WWE convocaba a estrellas de tiempo parcial como The Rock o Undertaker, Punk los criticaba y los humillaba, porque estimaba que no hacían los méritos de un luchador a tiempo completo, y sin embargo, cuando dejó WWE, se fue a UFC a mantener combates para los cuales no estaba cualificado, y a ganar millones por ellos, solamente por su popularidad, quitándole precisamente el hueco a peleadores profesionales que se habían esforzado mucho más que él por estar ahí. Entonces, eso no le parecía incorrecto.

Ahora ha llegado a AEW. Cuando me enteré de tal cosa, me alegré mucho, por su enorme talento, pero me preocupé por Colt Cabana. Como sabe el lector, durante muchos años, Colt fue su mejor amigo, y durante esa amistad, después de que ambos abandonaran WWE, mantuvieron una conversación en un podcast en la que vertían graves acusaciones contra un doctor de la empresa. Como consecuencia de ello, fueron denunciados, y tuvieron que ir a juicio. Punk se comprometió a correr con los gastos legales de Cabana, pero no lo hizo, y este, que no ha ganado los millones que ha acaudalado él, se endeudó hasta los dientes, perdiendo todos los ahorros de su vida. Esta discrepancia económica les llevó a perder su amistad, y a odiarse mutuamente.

Por eso me alegré de que Cabana, un luchador ya veterano, consiguiera un trabajo fijo en AEW. No hay muchos lugares en los que un wrestler profesional pueda ganar dinero de verdad, sobre todo cuando tiene deudas judiciales por valor de medio millón de dólares. Pero la llegada de Punk puso su trabajo en riesgo. En lugar de hacer las paces, o quizás llevar sus rencillas a una rivalidad en el ring, directamente Punk exigió su despido. No le importó poner en riesgo, una vez más, la seguridad económica de alguien que fue amigo suyo. Esto no gustó mucho entre el roster de AEW, puesto que Cabana es muy apreciado por todo el mundo. Da la sensación de que la decisión de Khan ha sido, finalmente, salomónica: Cabana no seguirá luchando en AEW, pero sí lo hará en ROH, empresa que ahora también le pertenece. Algo es algo. Para Punk, parece ser que no fue suficiente.

La sensación es que Punk no cae muy bien en el vestuario, tal y como Adam Page le dijo en alguna promo, por este y otros motivos. Dave Meltzer ha llegado a comparar las promos entre ambos con aquellas que llevaban a cabo Bret Hart y Shawn Michaels en WWF, en las que a través de los guiones, dejaban salir todo el odio que realmente sentían el uno por el otro. Punk ya ha tenido batallas dialécticas encarnizadas en AEW con MJF, pero aquello fue un duelo de talento; esto es personal. Page le dijo claramente, que, aunque delante de las cámaras Punk fingía ser una persona nueva y mejor, detrás de ellas seguía siendo una basura. Y es que Punk intentó parecer muy respetuoso con él y cariñoso con el público, como es normal en un babyface; pero no cuela. Page puede ser considerado como la primera estrella de verdad creada por AEW; es el campeón, y se ha ganado el respeto de todos durante su reinado. Es, pues, un hombre de grupo que es para sus compañeros lo que a CM Punk siempre le hubiera gustado ser. Durante la promo previa, así, vimos a un hombre que fingía ser lo que no es, frente a alguien que, a pesar de tener un perfil inferior, representaba de verdad al vestuario de la empresa, y lo defendía frente a un lobo con piel de cordero. Page, pues, no sólo defenderá su título, sino que defenderá a AEW de Punk... en kayfabe y fuera de él. Yo creo que Punk debería ser heel, y que este podría ser un buen comienzo para comenzar el turn.

Buenos mimbres para mantener una buena lucha en Double or Nothing. Los luchadores comienzan pegándose fuerte, haciéndose daño a propósito, con muchos chops y otros golpes stiff. Punk se impone con sus ataques de marca, pero Page consigue levantarlo tras un Crossbody, y lanzarlo con una Power Bomb, tras lo cual, comienza su dominio.

Page busca el Buckshot Lariat, pero no consigue aplicarlo. Punk lo frena en varias ocasiones, y busca su pierna. Después de eso, es el propio Punk el que trata de hacer el Buckshot Lariat de su rival, pero falla miserablemente en dos ocasiones. Esto no forma parte del guión: Punk no es físicamente capaz de realizar el movimiento, si bien en el segundo caso consigue levantarse a tiempo para aplicar un potente Lariato que sustituya al errado. Algo es algo.

Mucha gente ha criticado a Punk por esto. No me parece grave, y de hecho este tipo de cosas pueden formar parte de buenas historias. El problema es que no se utiliza como tal, porque al fin y al cabo, ambos son faces, así que la incapacidad de realizar un movimiento por parte de Punk es difícilmente aplicable en la historia. De todos modos, la cosa sigue.

Ahora es Page el que consigue aplicar el finisher de su rival. Aplica GTS, en este caso sin errores de ejecución, mas la cuenta no llega a tres. Punk observa que no puede ganar de tú a tú, y vuelve a buscar la pierna de su rival, ahora sí provocando relativas secuelas. El referee recibe un golpe en un intento de GTS, y en ese momento, Page agarra su correa de campeón. Piensa en usarla contra Punk, pero, finalmente, se niega. No es la clase de campeón que quiere ser. Busca su finisher, pero no acierta (hubiera sido correcto que hubiera vendido su dolor en la pierna en ese momento, pero no está fino en ese sentido). Punk consigue transformar su ofensiva en un GTS, y llevarse la victoria. El campeonato se va a manos de la leyenda del wrestling.

Buena lucha. El fallo de Punk no resulta especialmente grave a la hora de poner la nota. Podría haber sido mejor; yo lo hubiera preferido que el error final hubiera sido claramente causado por el dolor en la pierna de Page. La parte de las dudas sobre el hecho de usar la correa es buena, aunque la historia de Page como campeón ha tenido ya demasiadas dudas de este tipo, y no era su enfrentamiento con Punk, quizás, el lugar más adecuado para ello.

Ya sabemos que Punk, posteriormente, acabaría lesionado. AEW encontraría un nuevo campeón temporal en la persona de Jon Moxley, que hace unos días, de hecho, derrotó al propio Punk tras su regreso, para ser considerado Campeón Indiscutido de la compañía.

Puntuación: ***3/4


domingo, 21 de agosto de 2022

Claudio Castagnoli vs Jonathan Gresham, ROH: Death Before Dishonor 2022


Después de un intento de push que se desinfló, como ocurre siempre en WWE, Cesaro abandonó por fin la empresa de los McMahon, con la intención de encontrar fuera lo que todo el mundo sabe que merece. Su destino fue el de todo el mundo: AEW.

Pero AEW no es el paraíso que muchos pensaban que sería. Allí donde hay ego, hay pelea. En próximos posts comentaremos algunos aspectos relacionados con sus problemas de vestuario. Pero partimos de lo obvio: la empresa ha fichado a demasiados luchadores de nivel, y no todos tienen hueco, lo que implica que muchos acabarán tan enfadados como lo estaban en WWE. Da la sensación de que Tony Khan compró Ring of Honor sólo para dar salida a muchos de estos luchadores.

ROH ha tenido varios dueños a lo largo de su existencia. Perdió hace mucho tiempo su esencia; debería haberse mantenido como pequeña indy, como ocurre con PWG, para mantenerla, pero ahí no hay dinero. Después del nacimiento de AEW, la existencia de la empresa dejó de tener sentido, y su roster se vio muy damnificado. Finalmente, Khan se ha hecho con la compañía. Algunos decían que sería una especie de territorio de desarrollo como el NXT de WWE, aunque por ahora no veo que sus shows incluyan a ningún wrestler en formación: todos los que participan tienen una carrera larga. En su último PPV, muy exitoso por cierto, ha incluido a algunos clásicos de la promotora, como Claudio Castagnoli, Jay Lethal, Colt Cabana, los Briscoe, o Samoa Joe. Cesaro, con su nombre de siempre (Castagnoli), logró, en este evento, convertirse en Campeón Mundial de ROH, algo que no fue capaz de hacer en su etapa anterior en la empresa, si bien es cierto que este triunfo puede recordar a aquellos de RVD o Tommy Dreamer, que se pusieron el ECW Championship en la cintura bajo el mandato de WWE, que tenía títulos más importantes. Porque Castagnoli será luchador de AEW (de hecho pertenece a un stable), y el título de ROH pasará a ser un título secundario de esa empresa, como tantos otros. No es lo mismo, aunque al final del día, como diría Ric Flair, lo que cuenta es la calidad del combate.

Castagnoli se presentó en Death Before Dishonor para enfrentarse al Campeón Mundial de Ring of Honor, el pequeño y técnico Jonathan Gresham, uno de los luchadores más interesantes del circuito independiente. En diciembre de 2021, Gresham consiguió vencer a Jay Lethal y ganar el título vacante, impidiendo un nuevo reinado de aquel, que ha sostenido el título ya suficiente tiempo. Desde entonces, impuso las clásicas Pure Rules, que tanto se adaptan a su estilo de combate, y defendió el campeonato en todas partes: en Impact Wrestling, en GCW, en Progress, en AEW, en la propia ROH... la verdad es que su reinado ha sido muy internacional, asemejándose a los grandes campeones del pasado. Sin embargo, este llega a su fin de una forma fría, en un combate irrelevante, opener del evento Death Before Dishonor.

Algo le ha pasado a Gresham. Parece estar quemado con el mundo  de la lucha libre. Él firmó con ROH/AEW, porque se alegraba de que la clásica empresa continuara arriba, pero no hay duda de que la duración del combate, así como su derrota o la situación del mismo en la cartelera, son aspectos que a él le parecen una falta de respeto, y por este motivo, ha pedido a Khan su liberación. Ha eliminado su cuenta de Twitter, y parece ser que se tomará un descanso de la lucha. Él mismo ha comentado que dejó de interactuar con los aficionados, porque no le gusta la manera en la que se comportan; la forma en la que "vomitan el Evangelio". Parece ser que el hombre está quemado con los comentarios acerca de su altura (debe ser un trauma para él que viene de lejos).

Gresham ha sido acusado por ser poco profesional; por exigir mucho a AEW en base a su posición en la lista PWI. Soberbio o no, desde luego la lucha en la que perdió el ROH Championship no fue lo que debía ser. Fue corta y simple, y no estuvo colocada en la cartelera en una posición importante, lo que confirma que AEW utilizará Ring of Honor para trabajar rivalidades de luchadores que no caben en sus programas principales, rebajando el valor del título mundial a algo menor. Y es una pena, porque yo tenía muchas ganas de ver a Castagnoli enfrentarse a Gresham en una gran lucha: al suizo siempre se le dieron bien los rivales pequeños.
 

El Campeón parece buscar la pierna del Superman Suizo; posiblemente su rodilla sea la parte más alta que podría alcanzar. Su ofensiva en buena; no pierde la cara al combate a pesar de la diferencia de tamaño, y espera que su trabajo a la extremidad iguale las cosas, si bien resulta evidente que para Claudio manejar su cuerpo resulta trivial.

Cesaro se duele de la pierna, y Gresham se duele de la espalda, por culpa de los Slams recibidos. Los dos trabajan bien, pero es obvio que a la lucha y al público les falta intensidad. Entre idas y venidas, Claudio caza a su rival con un Lariato y un montón de codazos, para acabar la lucha con una potente Power Bomb. La sensación que tengo es que estos dos hombres podrían haber tenido una enorme lucha en la forma apropiada, pero su talento, una vez más, no ha sido tenido en cuenta en todo su valor.

Puntuación: ***1/4

viernes, 12 de agosto de 2022

Vader vs Ron Simmons, WCW Main Event 02/08/1992


Se han cumplido 30 años desde una efeméride relativa al mundo del wrestling que una y otra vez, sale a la palestra. Ahora que tenemos un número tan redondo de años que celebrar, es buen momento para pararnos y hablar un momento sobre la cuestión. En agosto de 1992, por primera vez, un afroamericano se convirtió en World Heavyweight Champion. Fue Ron Simmon, ex jugador de futbol americano y famoso por formar parte de la APA en WWF años después, derrotó a Vader en un show de WCW que posteriormente se emitiría en el programa Main Event de la empresa, y se llevó la correa dorada. Simmons fue campeón durante cinco meses, y acabó perdiendo el título frente al propio Vader.

El campeonato de este hombre siempre me ha escamado. Si uno piensa en la WCW de principios de los 90, que hacía un buen wrestling, piensa en Cactus Jack, Sting, Vader, Dustin Rhodes, Steamboat, Flair tras su vuelta... Y no en Simmons. Ron era un midcarder. Su campeonato es  algo aislado en la continuidad de la época, y tras su reinado, volvió a su situación en el roster. Nunca he conocido muy bien lo que se esconde en la idea de hacerlo campeón. El cambio titular fue inesperado; se suponía que Sting se enfrentaría a Vader esa noche, y ante su ausencia, por una lesión que era keyfabe, se hizo un sorteo (también de mentira) que otorgó la posibilidad a Simmons. Así, sin historia ni mérito, y dentro de un programa secundario, un hombre negro se convirtió en Campeón Mundial por primera vez.

Parece ser que eso fue idea de Bill Watts, un legendario promotor, famoso por su trabajo en Mid-south Wrestling, que se había convertido en vicepresidente de WCW poco antes. Watts duró poco en su puesto, y sus ideas, en general, no gustaron. Eric Bischoff, un hombre que está en las antípodas creativas de Watts, decía en su libro que Bill estaba obsesionado con traer de vuelta las ideas de la vieja escuela, del wrestling de los 70, y que eso no gustaba nada en WCW. Se dice que Watts veía en Simmons algo parecido a lo que le había ofrecido Junkyard Dog en su promotora, y que por eso lo convirtió en campeón. También es cierto que Watts había tenido problemas por algunos comentarios racistas en su día, y temía que saliera a la luz y manchara el nombre de WCW. Pero, si nos ceñimos a las palabras de Simmons, da la sensación de que la baja de Sting de ese día fue real, y que el sorteo fue real. Watts quería hacer algo revolucionario ese día, pero no tengo claro si esa revolución consistía en proclamar al primer campeón negro, o si consistía en proclamar un campeón seleccionado aleatoriamente. Sea como fuere, Ron afirma que él no sabía que sería campeón ese día, y que se llevó una gran sorpresa con lo ocurrido. Fue un hito, sin duda.

Pero la pregunta es, ¿Ron simmons es el primer Campeón Mundial Negro de la historia del Wrestling? Bueno, esto es difícil de afirmar, porque los deportes en USA no están dominados por federaciones casi públicas como las que gestionan los deportes normales en Europa. En otros deportes y en otros continentes, sólo hay un campeonato mundial, o un campeonato nacional, pero en Estados Unidos, al ser las organizaciones deportivas entidades privadas que hacen lo que quieren y que compiten entre ellas, hay muchos. Así pues, sí que hay Campeones Mundiales negros previos en la historia del Wrestling, pero los campeonatos ganados por ellos no son demasiado relevantes. Yo creo que no es un error considerar a Ron Simmons como tal.

Por lo demás, la lucha es un enfrentamiento entre dos hombres enormes, que resulta muy stiff. Vader domina casi todo el combate, pegando sus habituales golpes demenciales. El público apoya a Simmons, y aplaude todos sus ataques. Finalmente, cuando Vader corre contra las cuerdas, Simmons lo recibe con un muy buen Power Slam, gracias al cual, consigue llevarse la victoria. Buena luchita de Power Houses. Tras ella, todos los luchadores de backstage salen para celebrar con Simmons. Todos son, por cierto, muy rubios.

Puntuación: ***

sábado, 6 de agosto de 2022

Andrade El Idolo y Ric Flair vs Jay Lethal y Jeff Jarrett, JCP Ric Flair's Last Match



Vamos un día más con el deporte de los septuagenarios. Últimamente hemos comentado luchas de Canek, Rayo de Jalisco y Vince McMahon, y hoy toca hacer lo propio con el último match de Ric Flair. Esto no es nostalgia; es arqueología.

El caso es que, tras once años alejado de los cuadriláteros, el legendario Ric Flair, uno de los luchadores más destacables de toda la historia del wrestling, volvió a subirse a un ring. Lo hizo en un evento llamado Ric Flair's Last Match, promovido, en teoría, por Jim Crockett Promotions, la promotora que lideró la NWA en la última parte de la era de los territorios y cuyo producto fue vendido a Ted Turner Enterprise, para acabar después en manos de Vince McMahon. Hay muchas cosas que comentar al respecto.

El logotipo de JCP no se había utilizado desde 1988. Fue una empresa dirigida, primero, por Jim Crockett, y después, por su hijo, Jim Crockett Jr, que la llevó a lo más alto. En ese sentido, los Crockett, como los McMahon o los Jarrett, conforman una dinastía con varias generaciones de promotores. JC Jr, falleció el año pasado, así que quizás debería escribir algo en su honor, ahora que voy a hacer lo mismo con Vince McMahon. A ver qué sale.

Este evento tiene lugar bajo el sello de Starrcast, una convención de lucha libre que se ha celebrado cinco veces desde 2018, desarrollada por Conrad Thompson, y que en 2019 se alió con la incipiente AEW para el show Double or Nothing de ese año. Los últimos días de julio de 2022, tras un parón de tres años, volvió, cerrando su fin de semana de fiesta luchística un este show que incluye varias peleas de nivel, con talento de Impact wrestling, y el main event, en el que tuvo lugar el enésimo retiro de Ric Flair. Thompson llevó a cabo ese evento con la colaboración de David Crockett, hijo de Jim Crockett y hermano de Jim Crockett Jr. Conrad entabló amistad con David gracias a su podcast, y juntos acordaron traer a Flair de vuelta, mas no tenían una promotora de lucha como tal. Por tanto, consultaron con sus abogados la posibilidad de hacerse con la propiedad de las marcas de JCP, y parece ser que no resultó muy complicado (no sé si estos pertenecían a WWE y esta empresa dejó de renovarlos, o bien si no entraron en el trato original con Turner). Thompson, eso sí, aseguró que, una vez terminado el evento, regalaría el 50% de los derechos de la marca a David Crockett, pues, en su opinión, es algo que debe pertenecer a su familia.  

En lo relativo a Flair, todos lo vimos retirarse en 2008, tras una gran lucha en WrestleMania 24 ante Shawn Michaels. Pero ese no fue su primer retiro. De hecho, había perdido un Steel Cage Retirement Match frente a Hulk Hogan ya en Halloween Havoc 1994. Mucha gente ha intentado alejarlo de los cuadriláteros desde entonces, empezando por Bischoff, con el que no tenía muy buena relación, pero él, una y otra vez, vuelve, porque no puede imaginar la vida sin lucha. Por eso ha regresado para luchar en una sexta década, tras cumplir 50 años como luchador. Dice que esta sí es su última lucha... veremos.

En 2007 comenzó una storyline en WWE, según la cuál, si perdía una lucha, debía retirarse. Él mismo, en una promo que tuvo lugar en RAW, declaró que jamás se retiraría, y quedó muy bien, porque, si bien era una storyline, se correspondía con la realidad de las cosas: Vince McMahon quería obligarle a retirarse, y el no deseaba hacerlo. Nunca ha querido. Por eso, poco después de abandonar WWE, tras no poder participar sobre el ring en la lucha que enfrentó a Jericho con otras leyendas de WWE en WrestleMania 25, volvió a pelear, primero en los shows de Hulkamanía Tour, y después en TNA.Trabajó para esa empresa hasta el año 2012, siendo su match frente a Sting, una vez más, en septiembre de 2011, su último combate hasta ahora. A finales de 2012, tras el infarto que sufrió Jerry Lawler en WWE, declaró que nunca volvería a luchar.

Flair firmó un contrato de leyenda con WWE para hacer algunas apariciones. Se convirtió en el mánager de su hija, Charlotte, la gran estrella de división femenina de la empresa, y fue traicionado por ella. Asimismo participó en la rivalidad final entre Batista y Triple H, que dio lugar al retiro del primero (aunque también, la suya, fue la última lucha en la carrera de Triple H). Para entonces, aunque resultaba obvio que Flair, por sus declaraciones, volvía a tener la intención de luchar una vez más, y miraba con ojos golosos la creación de AEW, había sufrido problemas de salud muy graves que casi acabaron con su vida. De hecho,  el segmento en el que Batista le atacaba en aquella rivalidad dejaba claro que los movimientos que podía hacer estaban muy acotados. Yo no podía imaginar por entonces que este loco se empeñaría en volver a subirse a un ring, pero lo ha hecho.

Hace unos meses, lo vimos empezar a entrenarse para hacerlo. Parecía una locura; es muy viejo, aunque no está muy mal físicamente. En fin, lo vimos luchar durante cuarenta años; cuando nacimos ya estaba ahí, así que le hemos visto envejecer en directo arriba del ring. Ya sabíamos que era el luchador viejo de la profesión. Su aspecto al subirse al cuadrilátero no provoca ahora tanto impacto, porque estamos acostumbrados (al menos los veteranos como yo). Pero, conociendo sus problemas de salud, y lo cerca que ha estado de morir, temíamos que acabara como Mickey Rourke en The Wrestler.

De hecho, hay gente que ha intentado evitar que luche. Se ha avisado incluso a las autoridades para que lo prohíban. Porque hay gente adicta a la política; adicta a decirle a los demás cómo deben ser, qué pueden hacer y qué no. La mayoría de la gente, de hecho, piensa que es legítimo dirigir la vida de las personas por su bien, sin pararse a pensar quién puede realmente decidir y en base a qué, qué es el bien y qué es el mal. Ric Flair podría haber muerto en el ring, pero al fin y al cabo, hubiera muerto siendo lo que es, y haciendo lo que siempre ha querido hacer. No se sube al ring para morir, se sube al ring para vivir. ¿Qué derecho tienen los paletos moralistas a perseguir las elecciones vitales que sólo afectan a quién las toma?

Ric Flair estaba entrenando con Jay Lethal, su buen amigo. Eso desencadenó la storyline que finalmente subyace tras la lucha. Lethal estaba tan preocupado por que le pasara algo, que le atacó violentamente, con la colaboración de un viejo conocido, Jeff Jarrett. Lo dejó ensangrentado en el suelo, porque "lo quería". Hay amores que matan. Así, estos dos villanos odiosos se convirtieron en los rivales de Ric en el que supuestamente es, ahora sí, su último combate. Su compañero de equipo es Andrade, su yerno, marido de su hija Charlotte. Nunca pensé, cuando veía a La Sombra dar saltos en la Arena México, que acabaría siendo el compañero de Ric Flair en su último combate, pero así ha sido.

Así llega un combate muy entretenido y basado en el storytelling. En las gradas vemos a Foley y Undertaker, así como al padre de Jeff Jarrett, Jerry, que aún se ve muy joven. Jarrett y Lethal hacen de rudos clásicos, llenos de odio y abucheados constantemente, mientras que Ric aparece con su música clásica, el tema Así habló Zaratustra de Strauss que Kubrick hizo famoso en 2001: Odisea en el Espacio. Lleva su bata de siempre, de esos tan caros, y el campeonato de World Heavyweight Champion en la cintura. En fin, la imagen de este cinturón sí que debe pertenecer a WWE, pero no creo que en esa empresa nadie quiera atacar a Ric Flair. La lucha comienza con un Flair que no se esconde, y que intimida a sus rivales.

Ric está viejo y se puede mover lo justo. Pero, como decía, lleva siendo viejo treinta años, y siempre se las ha apañado para ser un underdog creíble. Con un par de chops y un low blow que el referee no ve, levanta al público y se pone por delante en el match. Si eso le funcionó con Vader o con The Great Khali, funciona con cualquiera.

Obviamente, sus rivales son más rápidos y ágiles que él. Jarrett también es veterano, y aún así, hay más de veinte años de diferencia de edad. De todos modos, los villanos venden muy bien los golpes del anciano, para transmitir la imagen de que este combate es posible. Además, son tan cobardes y huyen en tantas ocasiones que esa sensación se transmite incluso cuando no pasa nada. Y cuando sale a luchar Andrade e intercambia movimientos con Lethal, el público se entretiene también a un nivel físico.
 

Como en toda lucha clásica tag, hay un buen rato de dominio de los heels sobre uno de los faces. Jarrett y Lethal atacan a Andrade, turnándose. Finalmente, Ric entra al ring y pelea contra los dos malos. Brawlean fuera del ring, frente a Undertaker, mientras este, al ver a Ric luchar, piensa que se retiró demasiado pronto. La mujer de Jarrett, Karen, también ataca a Ric, lo que provoca que mujeres de la grada se peleen con ella, posiblemente la esposa del Nature Boy. Este llega a sangrar profusamente, tal y como ha hecho tantas veces en su carrera.

El referee, Chioda, acaba KO. Después de mucha batalla, Ric recibe un puño americano, marca de la casa, y golpea a Jeff con él. Lo coloca en la Figura 4 y otro referee aparece para señalar la victoria. Buen entretenimiento luchístico, de vieja escuela y con mucha intensidad, sin demasiadas carencias de Flair a la vista, pues sabe muy bien luchar sin exponerse. Yo disfruto estas cosas; ya sabe el lector que prefiero a Ric con 70 años que a otros con 30, y no diré nombres.

Es difícil ratear el match. Sólo hay que ir a Cagematch y ver todos los rating en contra, escritos antes de ver el combate por gente que mide todo desde un punto de vista moral, incluido un espectáculo de entretenimiento irrelevante como este. Relájense.

Puntuación: ***1/4

martes, 2 de agosto de 2022

Mr McMahon vs Pat McAfee, WWE WrestleMania 38 Sunday


Comentamos en el último post la reciente dimisión de Vince McMahon como presidente y principal creativo de WWE, labores que lleva ejecutando desde hace unos 50 años. Se trata este de un hito histórico sin precedentes, porque él es la figura más importante en la historia del wrestling, y el hombre que ha dado forma a la industria que hoy conocemos y que sobrevive como entretenimiento a pesar de que todo el mundo conoce ya el secreto que en otra época justificaba su interés. Tendremos, pues, que desarrollar algún tipo de serie especial en el blog en la que repasemos los momentos más destacados en su trabajo como promotor, empresario, booker, comentarista, personaje y luchador. Eso me parece muy interesante.

Por ahora, estamos comentando la última vez que se subió al ring, algo que ocurrió sólo unos meses antes de que llegara el supuesto final de su carrera, quizás de forma premonitoria (quizás se olía la tostada y quiso despedirse así, y quizás por eso su hija dimitió de sus cargos en esa misma época, para poder regresar como sustituta desde una posición alejada de él). La última lucha de Vince McMahon en WWE la mantuvo frente a la leyenda de la NFL Pat McAfee, actual comentarista de WWE y luchador ocasional.

Ya comentamos en el último post que la rivalidad surgió a partir de una entrevista que Pat mantuvo con Vince en su Talk Show, y que esa conversación, dada la buena relación legítima que existe entre ambas personas, les condujo a una rivalidad dentro del universo de ficción de WWE. Vince eligió al tramposo Austin Theory como rival de Pat, pero este no fue capaz de cumplir con los deseos de su señor: Pat McAfee derrotó a Austin Theory en WrestleMania 38 Sunday, ante la mirada de Vince, que estaba junto a los comentaristas.

Ante este final, ni corto ni perezoso, el anciano se quitó la americana y se dispuso a enfrentarse a su odiado oponente. Vince es el típico culturista que ha sido alcanzado por la vejez a traición: sigue estando muy fuerte, pero raro: sus músculos están mal. Como diría Héctor Del Mar, "se le ha caído el pecho". Aún así, ante la expectación de todos, se sube al ring y domina a su cansado oponente de una forma muy poco verosímil.

Repito que hay algo raro en este match, y que eso me lleva a pensar que se trata de una especie de despedida. Porque no tiene sentido que a los 76 años, después de haber abandonado tanto tiempo el protagonismo en pantalla, se ponga a pelear, olvide su obsesión por no exponer el negocio, y se saque la chorra de esta manera. El caso es que Pat se lanza contra él, pero impacta contra los clotheslines lentos que consigue aplicar con sus musculosos pero ancianos brazos. Vince intenta enfadar a la grada, pero esta no puede sino aclamarle. McAfee se levanta para cargar contra su jefe, pero es atacado por la espalda por Theory, ante lo que el referee no puede decir nada, porque aquí manda Vince. Austin le da a McMahon un balón de fútbol americano para que lo patee al público, como hace Pat, pero obviamente es todo ironía. Vince no se lo pasa al público, sino que dispara contra McAfee, dejándolo KO, y consiguiendo una victoria extraña y sin demasiada resistencia.

En fin, más que lucha, es un momento en el que Vince trolea a todo el mundo por última vez en su carrera. Tras lo ocurrido y para rematar la función, momentos antes del main event, llega Steve Austin, que en la noche previa había derrotado a Kevin Owens, y por última vez en la historia, comparte cervezas y Stunner con el Chairman. Primero golpea a Theory, que hace un overselling propio de The Rock; y después, bebiendo con su antiguo rival, golpea al anciano, que casi se cae solo, demostrando que no está en condiciones para hacer estas cosas. Entretenido.

Puntuación: -

lunes, 1 de agosto de 2022

Pat McAfee vs Austin Theory, WWE WrestleMania 38


En las últimas semanas, han ocurrido cosas en WWE relacionadas con su sempiterno líder, el señor Vincent Kennedy McMahon. Todos pensábamos que veríamos a este hombre mandar en la empresa hasta el día en que muriera, algo que ocurrirá, probablemente, alrededor de 2050. Si bien cada vez se parece más al Señor Burns, el tío sigue estando en plenas condiciones físicas y mentales como para mandar en WWE a múltiples niveles. Y de hecho, en los últimos años ha aumentado su poder, despidiendo gente, dando de lado a sus hijos y a su yerno, cuyos papeles en la compañía se ha reducido drásticamente, y rodeándose de unos pocos lacayos lameculos como Nick Khan o John Laurinaitis que le dicen sí a todo. Y sin embargo, ha ocurrido algo improbable: Vince tuvo que dimitir de su puesto de presidente de WWE debido a un presunto caso de acoso y soborno a una trabajadora. Su hija Stephanie ha ocupado su puesto. Finalmente, y aunque parecía, este, un cambio cosmético, debido a la investigación que está llevando a cabo la junta directiva de la empresa, parece ser que Vince ha dejado por completo su trabajo en la promotora de lucha libre más antigua de Estados Unidos, lo que debe ser la mayor noticia en la industria en décadas.

Por lo que se dice, parece ser que Vince tenía algún tipo de relación con una trabajadora de la empresa, y le pagó para que no hablara al respecto. O eso es lo que se está investigando; no sabemos si será verdad. En realidad, teniendo en cuenta el historial de este hombre, apenas parece un detalle sin importancia en comparación con lo que ha llegado a hacer para sacar adelante su compañía durante los últimos 40 años. Da la sensación incluso de que podría haber existido una conspiración en su contra, debido a los cambios de poder ocurridos dentro de WWE últimamente. Desconozco el devenir de los acontecimientos, pero lo cierto es que Steph y su marido, Triple H, que hace unas semanas parecían haber perdido toda su fuerza en WWE, ahora vuelven más fuertes que nunca. La expectación cunde por doquier, ante un futuro en semejante sin Vince, algo nunca visto para la mayoría de nosotros. Podemos esperar cosas increíbles... o el fin de la compañía. Ni idea.

No sé si será casualidad, pero esto coincide con la reaparición de Vince arriba del ring en el último WrestleMania. Cuando, a principios de año, se empezó a especular sobre una hipotética pelea entre Pat McAfee y él, a mí me pareció una locura. Tenía la sensación de que se había echado a un lado en lo respectivo a la fama, y de que no necesitaba de ese tipo de momentos ante el público. Es más, me preocupaba su estado físico de cara a una confrontación en el ring, por simple que esta fuera (tiene 76 años de edad). Finalmente se usó la cabeza, y se utilizó a la figura emergente de Autin Theory como herramienta de Vince, lo que sirvió para dar un push al joven luchador, y para que Vince tuviera su momento de una manera menos arriesgada. Ambos se enfrentaron a McAfee, en dos luchas que vamos a comentar estos días. Yo tan sólo quería escribir un post sobre este tema, pero por el formato del blog, es necesario que cada uno de los combates oficiales que incluye el storyline tenga su artículo.

Pat McAfee es un jugador de NFL retirado, bastante famoso por su paso por Indianápolis. Yo no conozco mucho ese deporte, ni a sus estrellas, así que no puedo valorar realmente el tamaño de su fama. Entiendo que si fuera enorme no hubiera empezado como un comentarista de NXT, sino que causaría sensación, pero es obvio que es un tipo querido. En la marca amarilla se metió en una rivalidad con Adam Cole, y sorprendió a todo el mundo, tanto por su capacidad para contar historias, como por su habilidad para ejecutar movimientos de wrestling de manera verosímil, a pesar de su inexperiencia. Ahora, WWE ha aprovechado ese aspecto anímico diferencial que incluye este hombre para meterlo en una historia importante de cara a WrestleMania, y no creo que nadie se arrepienta de ello.

Vince estuvo presente en el talk show de Pat, y ahí empezó algo entre ellos. Obviamente, esas entrevistas son legítimas; no hay nada (o casi nada) de storyline, pero siempre es susceptible, la cosa, de ser usada. Vince ofreció una lucha en WrestleMania a Pat, lo que no es de extrañar, porque este tipo de eventos siempre acoge bien a las estrellas de la farándula, y esta edición ha tenido varias. Pero no fue el Chairman el que se metió en problemas físicos con él, sino Austin Theory. El joven Theory apareció en un programa de Smackdown para ofender al locutor, recordando que él es el protegido de Vince, y anunciando el plan de este, consistente en que Austin le rompa los dientes en el mayor evento del año. Los dos tuvieron escarceos puntuales durante los siguientes programas, hasta que Vince tuvo que defender a su ahijado, cuando este era perseguido por Pat. En ese momento, Vince confirmó su rol a favor del rudo en este feudo, si bien aún no se esperaba que acabara peleando.

La rivalidad resulta interesante, así como el enfrentamiento entre Pat McAfee y Austin Theory. Son dos figuras que tienen una personalidad muy marcada, y que por tanto podían contar una buena historia. No sé muy bien qué ha visto de especial McMahon en Austin, en tanto que por sus rings han pasado montones de luchadores mejores que él en cualquier aspecto, y uno tras otro, han sido enterrados, mas parece que con este chico va en serio, aunque sea por un tiempo. Eso le permite disfrutar de un privilegio como lo es tener un combate individual en WrestleMania, y participar de una historia relevante. Veamos.

Austin es anunciado como un futuro Universal Champion por Vince, que para calentar al publico, se hace un selfie con él. En lo relativo a McAfee, este es presentado por las cheerleaders de los Dallas Cowboys. Me parece sorprendente, dado el rumbo de la moral americana, que todavía existan Cheerleaders. Patea McAfee en la capital mundial del fútbol americano para continuar con un duelo que es puro storytelling, incluyendo prematch y postmatch.

Theory domina a su rival. Manda callar al público, y muestra sus músculos. Está haciendo un trabajo de rudo de manual. Por contra, los golpes de Pat, contados, son comprados con gran ilusión. Ataca el jugador de football, golpea contra la mesa, y se pone los cascos de comentarista para lanzar una de sus frases, si bien falla a la hora de utilizar la Swanton  Bom. Acierta no obstante un impresionante Superplex, y acaba ganando el combate gracias a un paquetito sorpresivo, aplicado en el momento en el que Theory iba a rematarlo con un Jumping TKO. McAfee celebra, pero Vince se aproxima al ring. Veremos la lucha entre ambos en el próximo post.

Esta lucha no está mal. Un rudo domina a un técnico, y este protagoniza puntuales comebacks, animado efusivamente por el público. Es un formato que ayuda a esconder las carencias luchísticas de la estrella invitada.

Puntuación: **3/4

domingo, 12 de junio de 2022

Randy Orton vs Triple H, WWE WrestleMania 25


Hace poco, comentábamos en el blog el main event de WrestleMania 38, esa lucha entre Roman Reigns y Brock Lesnar, que, tras muchas peleas a lo largo de los últimos años,  se enfrentaban en un match supuestamente definitivo, con una historia detrás mucho más potente, pero con un resultado que acabó siendo muy mediocre. Un lector del blog, entonces, me animó a comentar asimismo el match que mantuvieron Triple H y Randy Orton en WrestleMania 25, puesto que le parecía que la situación de entonces tenía muchas similitudes con lo que ha ocurrido este año. Y no le falta razón.

Triple H y Randy Orton, que entonces eran las máximas estrellas de WWE junto a John Cena, se enfrentaron en el main event de WrestleMania 25, que nadie recordará jamás, y que quedará opacado por siempre por el enfrentamiento que tuvo lugar entonces entre Undertaker y Shawn Michaels, uno de los mejores de la historia de la empresa. Randy y Hunter, como Roman y Brock este año, se enfrentaban después de una historia común muy larga, tras un feudo realmente excesivo... y no estuvieron a la altura a la hora de estelarizar un evento en el que todo, hasta entonces, era bastante bueno. Mal por ellos.

Recordemos que Orton y Triple H coincidieron en el stable Evolution, que hizo que la carrera del Asesino de Leyendas, así como la del Animal Batista, despegara. Pero, a lo largo de los años, el equipo, que existía para hacer realidad los deseos de Triple H, fue perdiendo, poco a poco, a sus miembros, cuando estos pensaron en tener algún éxito propio. El primero fue Randy, que se convirtió en el World Heavyweight Champion más joven de la historia de la empresa, y recibió la traición de sus compañeros, entrando en una cruda rivalidad frente al líder. Poco después, pasó lo mismo con Batista, cuando este ganó el Royal Rumble 2005 y puso sus ojos asimismo en el título. E incluso el veterano Ric Flair acabó a tortas con el narigón.

Triple H y Randy Orton siguieron enfrentándose cuando Hunter cambió al bando técnico. Junto con Michaels, revivió a D-Generation X y tuvo varios enfrentamiento con Ratd-R RKO, el equipo que formaba The Viper con Edge. Durante uno de sus matches, HHH se lesionó de gravedad, y no regresaría hasta SummerSlam 2007, donde mantuvo un match frente a Booker T, en su rol de King Booker. En ese mismo evento, un Randy Orton que estaba recibiendo un push para ser el principal rudo de la compañía, se enfrentó por primera vez al eterno campeón Cena, siendo derrotado.

Pero Cena se lesionó, y tuvo que dejar el Campeonato de WWE vacante. No Mercy fue el PPV en el que se nombró un nuevo campeón, y fue un PPV que giró en torno a estos dos hombres. Vince McMahon nombró campeón a Randy porque sí, y su yerno, que con D-X, había mantenido graves disputas con él durante 2006, llegó para exigir una oportunidad. La recibió, y en el primer match de la noche, salió ganador y nuevo campeón de WWE por enésima vez. Pero no acabaría la velada como campeón. En su segundo combate, Vince lanzó a su bestia Umaga contra él, mas volvió a alzarse con la victoria. Pero tendría una tercera lucha. En el main event, Randy Orton lo derrotó en un Last Man Standing bastante bueno (quizás la mejor lucha entre ellos), y se volvió a coronar campeón.

John Cena volvió a la acción en Royal Rumble 2008, en una gran sorpresa, y ganó la batalla real. Randy estaba teniendo un reinado notable, venciendo a Hunter, Shawn Michaels y Chris Jericho. En WrestleMania 24, las tres grandes estrellas, Randy, Hunter y Cena, lucharon por el título en una Triple Amenaza, de la que Randy salió ganador. Durante el año, sin embargo, Triple H se llevó la correa, después de varios enfrentamientos con RKO, y se la llevó a Smackdon. Por su parte, Orton montó un stable de luchadores de segunda generación, junto con Cody Rhodes y Ted DiBiase Jr. Aunque perdió el título, siguió avanzando en su rol de top-heel, y eso le condujo a ganar el Royal Rumble 2009. Cody y Ted sobrevivieron hasta el final, y cuando Triple H estaba ocupado eliminándolos, él hizo lo propio con The Game para salir ganador. Así, se aseguró la posibilidad de volver a luchar por el título, un año más, en WrestleMania, y su rival sería... de nuevo Triple H, que se proclamó campeón una vez más en Elimination Chamber, al ganar una batalla en la cámara de eliminación.

Mientras que eso pasaba, Randy se metió en un storyline con la familia McMahon. Atacó a Vince, con su patada en la cabeza, que un tiempo después sería prohibida, y al hijo de este, Shane, que regresó tras un tiempo fuera, para enfrentarse a él y vengar a su padre. Mantuvieron una buena lucha en Elimination Chamber, pero en el siguiente show de Raw, Shane acabó como su padre. Y ahí fue donde entró Stephanie, y si Stephanie está en peligro, Hunter no puede estar lejos.

Randy cometió la locura de aplicar RKO sobre la chica. Y no fue lo peor. En el siguiente programa, Triple H fue a por él como un animal, pero la ayuda de los miembros de Legacy resultó definitiva. El Asesino Cerebral fue apalizado, y esposado a la esquina. Cuando estaban abusando de él, apareció su esposa para suplicar clemencia, pero se metió en la boca del lobo. En una muestra de violencia contra las mujeres que hoy sería inconcebible, Orton le aplicó su DDT desde la segunda cuerda, y acto seguido, la besó cuando estaba inconsciente. En la esquina, atado, Triple H lo observaba furibundo.

En el programa previo a WrestleMania, Hunter, Vince y Shane hicieron su regreso para atacar en conjunto a Legacy, y meterse en una brawl, ahora sí, en igualdad de condiciones (Vince todavía estaba fuerte). Aunque en algunas cosas, la historia no tenía muy buen gusto, y en cualquier caso, los luchadores enfrentados no resultaban de mucho interés, porque habían peleado muchas veces y habían demostrado no tener una química especialmente buena, era lo suficientemente intensa como para tener interés dentro de un show con mucho material de calidad, como WM 25. Podía ser un buen colofón. Pero no son capaces de lograrlo.

Triple H se encuentra con Shane y Vince tras bastidores. Pero no participan en todo el match. Es un match lleno de odio y rencillas entre agrupaciones, pero las agrupaciones no hacen acto de aparición. Triple H es incapaz de mostrar el odio y la violencia que debería ejercer tras lo ocurrido con su mujer. Y tampoco se utiliza correctamente la estipulación, que podría dar mucho juego. Vicky Guerrero ordenó que si Triple H perdía por descalificación, también perdería el título. Esto podría dar mucho juego, en tanto que la parte personal de la batalla debería tener mucha más relevancia que el título, y eso podría hacerle dudar cuando Randy le forzara a ello... pero no lo hace nunca. Triple H duda en algún momento, pero poco, y sin que Randy ejerza presión.

La lucha, de hecho, empieza bastante bien. Hunter entra rompiendo un espejo, y se lanza contra Randy, sin escuchar los avisos del referee. Rápido, Orton le coloca un RKO, y cuando va a rematarle con la Penalty Kick, HHH le agarra con un Pedegree. La lucha empieza fuerte: usar los finishers tan rápido es muy original. Randy demuestra mucho dolor en la cabeza, y Triple H lo aprovecha, haciendo un buen trabajo sobre el coco de su rival. Trabaja bien, aunque no debería tomarse el combate con tanta calma, teniendo en cuenta los hechos. Pronto, el dominio cambia de manos, y la originalidad del principio se pierde, para que el combate se convierta en una lucha genérica, propia de un live show. No hay nada de WrestleMania en su puesta en escena, y nada de rivalidad, como en el caso del Roman vs Brock de este año.

Hay un momento en el que luchan en ringside. Triple H quiere pegar con una silla al retador, pero el chivato del referee le recuerda que si lo hace, perderá el título. Es lo más parecido al uso de la estipulación que hay en el match. Hunter quiere aplicar un Pedegree sobre la mesa de comentaristas, pero acaba siendo proyectado sobre la otra, cayendo sin romperla. Orton, que ganó su Last Man Standing de una manera parecida, aplica un DDT sobre el suelo, corre hacia el ring y espera el countout, que también le daría el título. Hunter llega al ring a la cuenta de 9, para estupor del Asesino de Leyendas. Entonces, el retador lanza al campeón contra el árbitro, dejándolo KO, y aplica RKO. Aprovechando que no hay autoridad, Randy busca el martillo de Hunter, para pegarle con él, pero cuando está subiendo al ring, recibe su propia Penalty Kick. Triple H le pega con su martillo, y lo deja listo de papeles. Imposta un poco de violencia, pegándole puñetazos sin parar, aunque ya no cuela: el público está aburrido de esta lucha desde hace tiempo, y no compra la supuesta furia del face, que llega un poco tarde. Pedegree y se acabó. El público aplaude, más por las ganas de que acabara la lucha que por alegría.

El combate no es malo; si hubiera tenido lugar en otro evento y en otras circunstancias, hubiera sido más satisfactorio. Pero es WrestleMania, es el show del año, con la rivalidad más loca de los últimos tiempos, y una estipulación apropiada, y sin embargo, los luchadores pelean como si estuvieran en un combate de RAW. Los Legacy aparecían siempre para apoyar a Randy, pasara lo que pasara, pero hoy estaban en Mcdonalds. Y Shane y Vince aparecen antes de la lucha para mirar a Hunter y no hacer nada. Un desperdicio.

Puntuación: ***

miércoles, 8 de junio de 2022

Rhino vs Matt Cardona, ECW Television Championship, GCW Most Notorious




En el último post publicado en el blog, hablamos sobre el reinado de Rob Van Dam como Campeón de Televisión de ECW. Entonces, citamos que este título, que al igual que el World Championship, al cerrar la empresa de Paul Heyman, había quedado en manos de Rhino, había resucitado durante el presente año 2022, después de que el veterano hombre bestia lo pusiera en juego en GCW Most Notorious ante Matt Cardona, antes conocido como Zack Ryder en WWE. A pesar de que los dos forman parte el roster habitual de Impact Wrestling, ha sido en la divertida empresa de New Jersey, quizás la promotora más interesante de la actualidad, donde se ha dado esta notoria lucha que hoy vamos a comentar.

La comentamos por el carácter histórico del evento. Tengo una lista muy grande de luchas de GCW que me gustaría traer aquí, si bien aún no he encontrado el tiempo suficiente para hacerlo. Sirva la publicación de hoy como punto de partida.

Digo que es algo histórico, porque ECW, una empresa que, en tanto que extrema, apenas duró unos pocos años en funcionamiento, sin embargo es recordada constantemente por todo el mundo. No es la primera vez que ocurre algo de este tipo: hace dos años Taz introdujo el título FTW en AEW, proclamando a Brian Cage como nuevo campeón. Y ahora es Matt Cardona quién se lleva el preciado Campeonato de Televisión de ECW.

El público de GCW es un público pureta, más o menos de la edad de Matt. Este lo aprovecha, para ridiculizar a la ECW y a Rhino, buscando el odio del respetable. Y lo hace, intentando comparar la ECW de WWE con la original. Es cierto que esto es algo que enfadaba mucho a los fans del wrestling hace 10 años, aunque hoy en día ya se ha olvidado un poco. El caso es que Matt dice ser, como Rhino, un ECW Original (debutó con ese personaje en la ECW de WWE), y recuerda que el último campeón de ECW no fue Rhino, sino Ezequiel Jackson. Con un público mejor, esta promo habría funcionado a las mil maravillas, pero los frikis de hoy en día no se toman el odio de la lucha libre en serio. El caso es que, ante estos capciosos comentarios, aparece Rhino, que enfrenta a Cardona, con el ECW World Television Championship en juego.

En una lucha entretenida, con brawl por toda la sala de fiestas donde tiene lugar el show. El público es enérgico, y está muy pegado al ring, pero no odia a Cardona como debería para que esta lucha fuera lo que el pretendía que fuera. Después de la lucha fuera del ring, que es buena pero descafeinada, en tanto que un título de ECW se está jugando entre tíos que no pueden darse con la silla en la cabeza (y luego se burlan de WWE), os luchadores vuelven al ring, con la impresionante Chelsea Green, pareja de Cardona, protegiendo a su chico.

Rhino coloca una mesa en la esquina, y pretende partir en dos a Matt con el GORE, pero quien recibe el impacto es la pobre Chelsea.  Con el referee KO, Cardona aprovecha la situación, golpea a Rhino con un golpe bajo, y lo remata pegándole con la correa. Así, gana a la leyenda de la ECW y se lleva el prestigioso campeonato, tan sólo para tirarlo a un cubo de basura el día siguiente. Maldito sea. El dolor de su novia, por cierto, le importa poco. Es un buen rudo.

Puntuación: ***

lunes, 6 de junio de 2022

Rob Van Dam vs Jerry Lynn, ECW Hardcore TV 17/09/1999




Hall of Fame 2021

Estábamos hablando acerca de Rob Dan Dam dentro de este especial sobre la edición 2021 del Hall of Fame de WWE. Y si hablamos de la carrera de RVD, no podemos olvidar su brillante reinado como Campeón de Televisión de ECW, ni su rivalidad con Jerry Lynn. Hoy revisamos una lucha entre ambos hombres por ese título.

Muchas empresas en la historia del wrestling han tenido un World Television Championship como título secundario. Este tipo de campeonatos nacen cuando las empresas de lucha libre empiezan a emitir sus programas por la televisión, algo muy normal en América, pues aunque no muchas promotoras han podido ser vistas en televisión nacional, si que es habitual que la televisiones locales emitan shows de compañías locales, o al menos lo era en tiempos de los territorios (aún lo es en muchos sitios). ECW creó ese campeonato en 1992, cuando aún era Eastern Championship Wrestling y formaba parte de la NWA, y tenía su programa en SportsChannel Philadelphia. El último Campeón de TV fue Rhino, que lo ganó en el año 2000, y que se quedó la correa tras el cierre de ECW. O lo era hasta ahora, porque en enero de 2022 apareció con la correa en un evento de GCW, y la perdió ante Matt Cardona, un hombre que compartió muchos jobbeos con él en WWE. Veremos este combate algún día.

El caso es que después de su traición a la NWA y su transformación en Extreme Championship Wrestling, la promotora creció mucho, hasta emitirse en TNN, una cadena de difusión nacional. Rob Van Dam, que llegó a ser conocido como Mr PPV por su capacidad para robarse los grandes shows de la compañía, tras ganar el Campeonato de Televisión, pasó a defenderlo en cada programa semanal de la empresa durante los casi 2 años en los que se mantuvo imbatido. Demostró ser un luchador capaz de rendir regularmente, lo que en WWE le permitió pasar a ser conocido como Mr Monday Night.

RVD ganó el Campeonato de Televisión el 4 de abril de 1998, al derrotar a Bam Bam Bigelow en uno de los programas semanales de ECW Hardcore TV. Si bien parecía que su enfrentamiento con el gigante obeso debía servir para preparar una rivalidad entre este y Sabú, lo cierto es que fue Van Dam quien salió beneficiado. Jamás perdió la correa, pues la mantuvo en su cintura hasta marzo del año 2000, cuando tuvo que dejarla vacante por lesión. Y tal fue la calidad de sus defensas, que el título cobró una gran relevancia, siendo en muchos casos el main event de los programas, por encima del World Heavyweight Championship. Y dentro de su reinado, destacan sus luchas frente a Jerry Lynn.

Hay luchadores que se entienden bien arriba del ring; que dan grandes combates cada vez que se enfrentan, sea donde sea. Y eso ocurre con estos dos. En ECW, protagonizaron una gran rivalidad con el título de TV en juego, siempre con victoria de RVD. No fue hasta Hardcore Heaven 2000, después de decenas de matches entre ambos, en live shows, PPV o programas semanales, que JL consiguió ganar a su rival. Tan sonada fue la rivalidad entre ambos, que fueron escogidos para estelarizar el último show de la quebrada empresa: Guilty as Changed 2001. Rob ya había abandonado ECW, pero le pareció correcto acabar así, de igual manera que WCW cerró con un combate entre Sting y Ric Flair. Historia.

De hecho, RVD y Jerry llegaron a enfrentarse en WWE. Fue sólo una vez, en un programa de Sunday Night Heat (en lo que hoy se consideraría un preshow de PPV), en una lucha que fue buena, pero muy corta. Si bien Paul Heyman consiguió que se les dieran 9 minutos en lugar de los 6 previstos originalmente, finalmente la lucha fue cortada por la publicidad, así que se quedó en esos 6 minutos, al menos para el público televisivo. El caso es que Rob ganó, reteniendo el Campeonato Hardcore, como ganó todos los combates que posteriormente tuvieron cuando la rivalidad entre ellos revivió en TNA entre 2011 y 2013. Lynn, cuya carrera en WWE apenas duró unos meses, se retiró en 2013, y esa última lucha frente a RVD en TNA formó parte de su gira de despedida. Hoy es productor en AEW.

De entre las luchas de estos dos hombres me he quedado con una que tuvieron en un programa de Hardcore TV emitido el 17 de septiembre de 1999. Podría haber elegido alguno propio de un PPV, pero me gusta que los títulos de TV se defiendan en programas de TV, porque me parece que las cosas tienen que significar algo, y por eso me gusta tanto que RVD defendiera el campeonato cada semana. En principio, la lucha debería haber sido entre Rob y Lance Storm, pero ese combate acabó en una batalla campal entre el stable del amigo de Chris Jericho y la pareja formada por Jerry y Van Dam. Esto sirvió para que Lynn demostrara que merecía una lucha titular más que Lance, y esa lucha fue un notable main event, para un programa de televisión, con una grada enloquecida.

Quizás esto último sea el rasgo más característico en ECW. La energía de su gente. Esa energía hacía que las luchas parecieran mucho mejores de lo que eran realmente, porque el ambiente es una pieza clave en la ejecución de una lucha. Tras sufrir la pandemia de COVD, nos hemos percatado de su relevancia más que nunca.

Es cierto que este tipo de luchas, a grandes rasgos, se pueden considerar spots-fest, pero esta en concreto está muy bien hecha, y el público, como digo, aporta mucho. Además, las patadas de Van Dam son siempre tan stiff, que lo alejan del Ricochet de turno. El caso es que después de algunas patadas y algunos potentes golpes con sillas, Lynn, que trae su espalda vendada por una lesión, cae desde el ring sobre una mesa que está en ringside. Tan brutal es el golpe, que se lo tienen que llevar, mientras Rob y su mánager, Bill Alfonso, aplauden desde el ring. Sin embargo, Jerry se libra de los médicos y sube al cuadrilátero para continuar la contienda. Dan Dam no tiene miramientos con su espalda, pues lo recibe con un Suplex demoledor.

Jerry se duele mucho de la zona vendada, y Rob le ataca ahí, mientras él busca DDT y Piledrivers. Alfonso le pega un sillazo en la cabeza, mas Rob falla el Frog Splash. La lucha está que arde. Cuando Lynn coge una silla para atacar al campeón, este le pega una patada para que el metal vuelva a golpear su cabeza. Jerry de ahí no se levanta.

Como decía, esto es un spot-fest, pero con varios matices que mejoran la lucha, y con un público muy joven y enérgico que lo disfruta todo a tope. RVD mantiene su correa una semana más.

Puntuación: ***3/4


sábado, 21 de mayo de 2022

Adam Page vs Bryan Danielson, AEW Dynamite 05/01/2022


Recientemente, comentamos la lucha entre Hangman Page y Bryan Danielson de diciembre de 2021, en la que lucharon durante 60 minutos, sin alcanzar un resultado. Hoy, nos vamos a enero del 2022, pues en el primer combate del año, se vuelven a enfrentar. Veamos qué tal.

Este es el primer show de Dynamite en TBS. Si bien todos nos alegramos mucho de ver un nuevo programa de wrestling en TNT, como ocurría en nuestra infancia, el sueño no ha durado mucho. No estamos en los 90; la lucha libre es una cosa del pasado. TNT ya movió el programa a días alternativos, para dar mayor prioridad a otros deportes, lo que es una mala señal, y ahora lo mueve a otra cadena. Desde enero de 2022, se emite en TBS, que es la cadena que, en los 90, cobijaba a los programas secundarios de WCW: Thunder o Saturday Night. Pierde un poco de gracia la cosa.

Para rebajar la probable caída en las audiencias, AEW abre su paso por la nueva cadena con varias luchas titulares, incluyendo un combate por el AEW World Championship. Tras el empate antes citado, Page y Bryan se ven las caras. Esta vez, no puede haber empate, porque hay jueces para dictar un resultado final en caso de que acabe el tiempo límite sin resultado: Mark Henry, Big Show y Jerry Lynn. No sé si Henry y Show pensaban que este sería su papel cuando dejaron WWE para venir a AEW; hacen menos aquí que allí.

Sobre todo, porque no hacen nada. La lucha no llega a los 60 minutos (ni siquiera a los 30), así que su juicio es irrelevante. Esta, de nuevo, es una muy buena lucha, aunque quizás no tanto como la anterior, o como se ha juzgado, por lo general. Page comienza pegando un muy buen golpe a la espalda de Daniel, que parece presagiar un trabajo a esa zona, pero tal cosa no ocurre. Es Bryan el que tiene un objetivo claro: el brazo derecho de su rival. Hay que anular sus clotheslines.

Creo que eso es lo peor de la lucha. Porque Bryan hace un trabajo fantástico sobre el brazo de su rival para anular sus lariatos... pero este los hace. Cuando protagoniza comebacks, los hace SOLO con clotheslines. Que la necesidad de contar una historia no te obligue a dejar de ser guay. Pero Daniel también ataca la cabeza de su rival, y se la destroza; se la abre. Daniel le golpea con el puño cerrado sobre la frente rajada, e incluso le pega cabezazos al más puro estilo de monsters heels como los citados Show y Henry. Está muy bien este trabajo, aunque el Dragón toma de su propia medicina, pues es golpeado contra un poste, y sangra también... y mucho más que su rival.

Page enloquece y golpea a Daniel en la herida... y le pega cabezazos. Ambos lo hacen. A pesar de sangrar como puercos en matanza, se asesinan a cabezazos, lo cual es bastante interesante... hasta cierto punto. Están bien las secuencias en las que los luchadores no venden sus lesiones, como en este caso, si responden a momentos de locura transitoria. Aportan cierto toque dramático a la lucha. Pero yo estimo más meritorio venderlas mucho, y tener que luchar limitando tu capacidad. Porque todos sabemos que las luchas son de mentira, y las lesiones también, y por lo tanto, no vender es fácil. Lo difícil es vender y dejar de lucirte luchando, por el bien de la historia que se cuenta.

Estos detalles son los que me conducen, finalmente, a estimar que esta lucha, que podría ser muy muy buena, sea, tan solo, muy buena. En la etapa final de la misma, Danielson consigue aplicar Lebell Lock, y está a punto de ganar. Aplica muchas llaves, a brazo, cabeza, y también piernas, aunque Page consigue asestar un Power Bomb. Tras todas esas llaves, se quita de encima al American Dragon con un Back Suplex muy duro, muy japonés, que redunda en su dolor de cabeza, y eso le permite aplicar su lazo vaquero definitivo, el Buckshot Lariat, para conseguir una victoria bien construida, con un buen final.

Puntuación: ****

martes, 17 de mayo de 2022

Adam Page vs Bryan Danielson, AEW Dynamite 15/12/2021


Seguimos hablando sobre AEW, porque, como comentamos en post pasados, son tantos los luchadores de calidad que tiene en su roster, que los combates, al menos sobre el papel, son muy interesantes. Y a veces salen bien, y a veces mal. En el caso del que hablamos hoy; la rivalidad entre el campeón de la empresa, Adam Page, y uno de sus flamantes fichajes del año pasado, Bryan Danielson, salió muy bien.

AEW está ofreciendo reinados muy largos a sus campeones. Tan sólo 4 hombres han portado su campeonato mundial hasta el momento: Chris Jericho, Jon Moxley, Kenny Omega y Adam Page. Esto otorga consistencia a la correa, y hace que cada reinado sea especial, si bien al mismo tiempo convierte a los programas en algo predecible y carente de emociones fuertes. Es obvio que los tres primeros campeones eran campeones de otras empresas, pues ya llegaban a AEW con un bagaje enorme, mientras que Page, si bien no era un Don Nadie, sí que se puede considerar una de las grandes creaciones de esta joven promotora. Se le ha hecho campeón, y se le quiere vender como el mejor del mundo, si bien a mí esa idea me parece muy loca. Me da la sensación de que la elección de su push es similar a las que se tomaban en los 70 en los territorios: un chico guapito, rubito y vaquero siempre encaja bien con el público americano. Y si bien es cierto que combates como el que comentamos hoy, ameritan su carrera, también lo es que hay pocos luchadores en el roster de la empresa que no darían una gran lucha bien bookeada y con una hora de duración ante Bryan Danielson, que fácilmente puede ser, libra por libra, el mejor luchador de la historia (o uno de ellos). Yo diría, de hecho, que esta elección de rival en primera instancia, tuvo precisamente esa función: poner a Page por las nubes y darle credibilidad como campeón. La rivalidad se puede comparar a la de John Cena y Shawn Michaels en 2007, que asimismo tuvo una lucha de una hora en un programa de televisión semanal. Después de esa larga historia entre Page y The Elite que acabó con el primero siendo campeón y siendo aplaudido por todos, era hora de hacerlo ver como un grande arriba del ring.

La rivalidad tiene, de hecho, un ligero olor a eso: Danielson esperaba poder enfrentarse a Kenny Omega por ese título, y está un poco decepcionado con encontrarse a Page. El American Dragon desempeña un papel más parecido al Best in the World de su reinado en ROH, y provoca mucha ira en el público de AEW, que es muy fan de todo lo que tenga que ver con The Elite. Danielson llegó a decirle cosas al público de Virginia que sin duda le habrían costado un despido en WWE, si bien allí no podría hablar sin guion.

Danielson ganó su oportunidad titular tras salir triunfador de un torneo cuyo último rival fue Miro, anteriormente conocido como Rusev. Tras saber que su contrincante no sería Omega sino Page, se enfrentó a todo el stable que lideraba este: The Dark Order, derrotando a Colt Cabana, Alan Angels, John Silver y Evil Uno. Así, llegaba a diciembre de 2021, a un show de Dynamite que recibía el título Winter is Coming, imbatido, y dispuesto ganar el AEW World Championship, de manos de Adam 'Hangman' Page.

En una lucha que ha recibido 5 estrellas de mucha gente. Yo no se las doy, pero creo que no suponen una gran exageración. Ante un crono tan extenso, Danielson se siente libre para poner en práctica todo su conocimiento técnico. Utiliza todo su repertorio, que incluye LeBell Lock, Cattle Mutilation, Achilles Lock o Surfboard terminado en Dragon Sleeper. Danielson no ataca ningún punto específico del cuerpo sino que, como los luchadores técnicos clásicos, desgasta y busca puntos débiles durante largos periodos de tiempo que se hacen cortos. Si bien esto ocupa la mayor parte del tiempo del combate, Hangman tiene sus comebacks, plagados de ataques directos, que es lo suyo. Cada uno a su manera se hace daño, sin llegar a suponer un peligro para la continuidad del otro. Pero ambos ponen en práctica su estilo y su estrategia.

El dominio de Bryan se rompe cuando, pegando sus Yes! Kicks, le pega al poste, lo que aprovecha Page para atacar su pierna herida, e intentar provocar que se rinda, incluyendo una Figura 4 que, esta vez sí, está a punto de hacerle ganar. Cuando Bryan se deshace de sus ataques a las piernas, pone el brazo del oponente como objetivo, y utiliza los postes para debilitarlo. Uno de esos golpes contra el poste provoca un corte en la frente del Campeón (claramente buscado), lo que le da una nueva ventaja al retador. Danielson golpea con el puño cerrado sobre la frente de Adam, como se hacía antiguamente, y aplica el LaBelle Lock, con la idea de que se rinda, dado que tiene tanto brazo como cabeza heridos. No hay suerte para él, mas Page parece realmente muy desgastado.


No obstante, lega un momento en el que ambos luchadores dejan de vender sus respectivas lesiones, y como si de un combate de NJPW esto se tratase, se vuelven locos. Adam aplica Tombstone, uno por cada lado (Page-Dead Eye), pero vuela desde el ring, y se traga una mesa, pegándose un golpe morrocotudo.

Aunque hasta aquí el match es casi perfecto, yo creo que se alarga un poco más de la cuenta, hasta el punto de que algunas de las cosas que hacen ambos luchadores resultan bastante intrascendentes. El reloj se acerca a la hora límite propia de AEW, sin que ninguno consiga el pin, y surjen las prisas. A la desesperada, Adam ataca, pero es víctima del Crossface de Bryan, que parece definitivo. No lo es, y a falta de segundos, Page contraataca. Pega su Buckshot Lariat, y está a punto de ganar, pero se acaba el tiempo antes de que lo haga. Así, el resultado es un empate; un DRAW. El público queda decepcionado, pero al mismo tiempo con ganas de más.

Creo que esta es una gran lucha. Se podría decir que su desarrollo se debe al enorme tiempo del que goza, pero es cierto que pocos hombres pueden mantener un combate a alto nivel durante tanto tiempo, sin caer en la redundancia y la banalización de los ataques. Bryan ha visto suficiente wrestling de los 70 como para saber que el trabajo técnico es vital para que un combate sea bueno aún durando una eternidad. En gran parte del match, es él el que lleva las riendas, mientras que Page se limita a hacer sus finishers llamativos, como buen Elite. Sin embargo, cuando tiene que usar la técnica para trabajar la pierna del Dragón, lo hace bien.

Más allá de eso, aunque los últimos minutos pueden ser excesivos, creo que el límite de tiempo les da un poco de sentido, y evita la reiteración de finishers hasta su banalización. El empate puede decepcionar un poco a los aficionados, pero era obvio desde el momento en el que el match había superado los tres cuartos de hora. La lucha tiene cosas que la alejan de la perfección, pero creo que no acaba muy muy lejos de ella. Veremos próximamente su secuela, que tuvo lugar en enero de 2022, tras el cambio de cadena de Dynamite.

Puntuación: ****3/4

sábado, 14 de mayo de 2022

Samoa Joe vs Minoru Suzuki, AEW Dynamite 13/04/2022


Hace poco, tuvo lugar en la programación semanal de AEW una lucha que me llamó mucho la atención, por los nombres involucrados. Dos leyendas como Samoa Joe y Minoru Suzuki, dos de los hombres más cabrones de este negocio, se enfrentaron, y yo, obviamente, debía ver eso.

Que yo sepa, es la primera vez que lo hacen, y eso le suma relevancia. Esto es un Dream Match. Creo que AEW ha sido capaz de juntar a luchadores de mucho nivel y de gran diversidad, y eso le permite proponer cosas interesantes, si bien, al mismo tiempo, creo que no lo aprovecha bien. Creo que es incapaz de contar grandes historias, y eso resta.

Me refiero a que, si WWE hubiera firmado a CM Punk, lo hubiera presentado en un momento icónico, le habría preparado una gran batalla frente a una gran estrella, y se hubiera pasado meses trabajando la batalla definitiva. Pero, en AEW, lucha de tú a tú contra cualquier Don Nadie, y eso, que parece muy digno, no hace más que devaluar su impacto. Una lucha no vale nada si no cuenta nada. En un roster en el que están Kenny Omega, Christian, Adam Page, Bryan Danielson, Jon Moxley, Pentagón Jr, CM Punk, Sting, Chris Jericho, MJF, Los Hardy y cualquier luchador de ROH, de NJPW o de AAA que pueda llegar, deberían pasar cosas muy grandes, pero solo hay peleas aleatorias, además de tres o cuatro storylines muy convencionales. Yo recordaré mucho más a Pentagón por su pelea ante Vampiro en Lucha Underground que por todo su paso por AEW.

AEW compró ROH, y sobre eso hablaremos en su momento. Aún produce shows para esa promotora, que podría convertirse en su territorio de desarrollo. En su último evento importante, Super Card of Honor, Minoru Suzuki ganó el Campeonato de Televisión de Ring of Honor, y unos días después, supongo que para estabilizar las cosas, lo puso en juego en Dynamite ante Samoa Joe. A mí no me parece mal, pero creo que meter también las correas de ROH en AEW no hace sino banalizar cada título: más vale que haya pocos campeones y que estos supongan una élite que tener títulos irrelevantes de 5 empresas jugandose a todas horas: recordemos que en Dynamite han aparecido ya campeonatos de Impact Wrestling, de Stardom, de NWA, de NJPW, de DDT, de Dragon Gate y de AAA, además, ahora de ROH.

Esta, pues, es una lucha de cabrones, pero sin mucha historia, y en ella se recurre a un método ya muy visto, que es la masacre mutua a base de chops. Posiblemente Suzuki vio la lucha entre Joe y Kobashi de 2005, y le gustó, y sin duda la paliza que ambos se meten, así como la manera en la que sus ojos se salen de sus órbitas por el dolor y la adrenalina están muy bien. El problema es que no hay mucho más que eso en la lucha, y a pesar de que no hay mucho más, eso no tiene repercusión alguna sobre su final, lo que lo hace irrelevante. Hay unos minutos de llaveo y contrallaveo a ras de lona, y varios intentos de Minoru de aplicar la Sleeper sobre Joe. Sin embargo, en un segundo, este caza al japonés en el esquinero para aplicarle el Muscle Buster y acabar con la lucha de forma sorprendentemente fácil. No es mala la lucha, pero da la sensación de que a Suzuki se le escapaba el avión y se tuvo que ir antes de tiempo.

Puntuación: ***1/4

sábado, 7 de mayo de 2022

Scott Hall vs Sting, WCW Uncensored 1998




Especial fallecimiento de Scott Hall

Como comentábamos recientemente, Scott Hall falleció hace unas semanas, debido a consecuencias adversas de una operación de cadera. Por este motivo, y para rendirle tributo, en el blog estamos revisando un par de luchas suyas. En primera instancia, miramos un combate propio de su época como Razor Ramon en WWF. Hoy, hacemos lo propio con una batalla que pertenece a su pertenencia a WCW y a la NWO.

Como sabe el lector, Razor Ramon y Diesel, dos de los principales luchadores de WWF, dejaron esa empresa en 1996 y firmaron con la competencia, la WCW, que gracias a ellos formó la NWO, dándoles sus nombres reales: Scott Hall y Kevin Nash. Hace poco tiempo llevamos, en el blog, a cabo, un especial sobre el Salón de la Fama de 2020, y por tanto, revisamos varias luchas de la NWO que involucraban a Scott. Por tanto, no es necesario, en este especial, mirar nada sobre el grupo, ya que esa tarea está cumplida. Prefiero ver luchas individuales en las que Scott muestre, de verdad, sus habilidades.

Y creo que eso lo conseguimos con la lucha que comentamos en la última ocasión. Su combate frente a Bret Hart resultó una lucha clásica, de vieja escuela, bien ejecutada, y demostraba el fuste de luchador del que gozaba Scott. Me he propuesto buscar algo similar en WCW, y por eso he mirado su recordada lucha frente a Sting de Uncensored 98, si bien no me ha gustado mucho... Pero elegida está, así que es la que hay que comentar.

Este es un show que tiene lugar en marzo de 1998, cuando la storyline de la NWO está próxima a cumplir dos años de edad. Después de su rivalidad ante Hulk Hogan, Sting se había establecido como campeón. Después de eso, el hulkster se metió en su enésima rivalidad frente a Randy Savage, así que el WCW World Heavyweight Championship descansó temporalmente de su presencia. Pero, aún lejos de él, seguía copando los main events de los PPVs de la empresa.

Por su parte, en una lucha preliminar, The Icon Sting defendía su título ante otro miembro de la NWO, Scott Hall. Hall había ganado, meses antes, la 60-Men Battle Royal de World War 3, y gracias a eso, había ganado una oportunidad titular que se cobraba en Uncensored. En esta lucha, es acompañado por Dusty Rhodes, cuyo trabajo es, casi, más importante que el suyo.

Y es que, Scott tenía graves problemas con las adicciones, así que la empresa planeaba dejarlo fuera de la programación para obligarlo a ir a rehabilitación. Pero antes de eso, tenía que darle el combate titular que tenía pendiente. Por su parte, Dusty estaba semiretirado, y formaba parte del staff de WCW tras bambalinas y en la mesa de comentaristas, pero ya sabemos que era un tipo al que era complicado mantener detrás de las cámaras. Realizó un turn heel, y se convirtió en miembro de la NWO (¿y quién no?), pasando a cumplir el rol de mánager de los Outsiders. Aquí desarrolla ese trabajo en exclusiva para Scott Hall.

Un Scott que se enfrenta a Sting en un combate muy... básico. Sting tiene muchos fans, pero no es Bret Hart; no es uno de esos hombres que sabe conducir a un luchador inferior a un buen combate. Él y Hall pelean en una lucha en la que todo lo especial viene de la mano de las intervenciones de Dusty, que es realmente odioso. No obstante, Sting se deshace de él, y acaba derrotando a Scott vía Scorpion Death Drop. Creo que lo demás no es demasiado destacable.

Puntuación: **3/4

jueves, 5 de mayo de 2022

Razor Ramon vs Bret Hart, WWF Royal Rumble 1993


Especial fallecimiento de Scott Hall

Hace unas semanas, conocimos el fallecimiento del legendario miembro de la NWO Scott Hall. Esta muerte a mí me pilló un poco por sorpresa; no estaba muy al tanto de su estado de salud. Vamos a comentar un par de luchas en honor de su carrera.

Hall era un hombre relativamente joven (63 años), y muy activo. Si bien durante toda su carrera tuvo muchos problemas con el alcohol y las adicciones, lo que le llevó a vivir varias situaciones poco profesionales, se encontraba bien; tenía un contrato de leyenda en WWE, y hacía apariciones esporádicas junto a sus compañeros Hogan y Nash. En 2015, tuvo la oportunidad de participar en la lucha entre Sting y Triple H de WrestleMania, en la que se dio un icónico encontronazo entre la NWO y D-Generation X, que si bien no gustó a algunos, ha demostrado ser única en su especie, pues tras la muerte de Hall, nada parecido podrá volver a pasar. Además de eso, fue inducido en dos ocasiones al Salón de la Fama de WWE: primero, de manera individual, por su trabajo como Razor Ramon (2014) y segundo, como parte de la NWO (2020). Su muerte sobrevino de una manera totalmente inesperada: como consecuencia de una operación de cadera, que si bien es algo rutinario, incluye ciertos riesgos. Tras su finalización, un coágulo de sangre provocó varios infartos al luchador, resultando en su muerte. Descanse en paz.

Hall pasará a la historia por su trabajo durante la década de los 90; primero, en WWF, como el citado Razor, que llegó a ser uno de los principales main eventers de la compañía; y en segundo lugar, con su nombre real, en WCW, como parte de los Outsiders y de la NWO. Cuando la WCW cerró, llegó a WWE; donde tuvo una breve etapa reformulando la storyline de la NWO, y posteriormente, trabajó en TNA. En 2016 tuvo su última lucha, para la empresa independiente F1rst Wrestling, en la que derrotó a Chuck Taylor. Para este breve especial, me gustaría revisar dos luchas: una perteneciente a su primera etapa en WWF, y otra perteneciente a su última etapa en WCW, esto es, una por cada anillo.

Realmente, cuando uno piensa en los miembros de NWO, sólo puede recordar promos, intervenciones, palizas... Poca lucha. Y es cierto que, en cierta medida, se puede decir que la carrera in-ring de hombres como Hall y Nash, acabó cuando formaron los Outsiders, más allá de algunas honrosas excepciones, alguna de las cuales comentaremos por aquí. Sin embargo, hasta entonces, la opinión general sostenía que Hall era un muy buen luchador.

Y es que es un tipo que había luchado en la AWA y en la New Japan, dos promotoras con buenos estándares luchísticos. No era un saco de músculos sin conocimiento. Tras algunos años en la carretera, y después de varias pruebas, en 1992 consiguió firmar con WWE, tras interpretar un clásico rol de guaperas en WCW durante un tiempo. En la empresa de McMahon recibió el nombre de Razor Ramon, una especie de matón cubano basado en la película Scarface. La verdad es que no pasó mucho tiempo hasta que el luchador despegó; pues pronto empezó a ocupar lugares importantes en la cartelera. En WWF tendría sus míticas luchas de escaleras frente a Shawn Michaels, y varios buenos combates ante Bret Hart. Ramon llegó a ganar cuatro veces el Título Intercontinental.

Hay que tener en cuenta que, si bien la gente lo conoce por su rol como parte de NWO, detrás de bambalinas, en WWF, formaba parte de un stable mucho peor: The Kliq, un grupo de abusones y acaparadores en el que también estaban Shawn Michaels, Triple H, Sean Waltman y Kevin Nash. Posiblemente, buena parte del éxito de todos en WWE se debiera al poder en vestuarios que tenían, un poder que creaba un mal ambiente obvio que a Bret Hart no le gustaba nada. De todos modos, en 1997, la mayoría de ellos estaba ya en WCW, y Shawn acabaría lesionado, así que WWE pudo girar en otras direcciones sin las ataduras que luchadores con demasiado peso ejercían. Ese aumento en la elasticidad le favoreció a la hora de ganar las Monday Night Wars.

Ya hemos comentado en alguna ocasión luchas buenas de Hall. Su lucha de escaleras de WrestleMania ante Michaels está en el blog, aunque no me parece tan buena vista hoy en día. Para celebrar su vida, yo prefiero comentar un combate excelente que mantuvo frente a Bret Hart en Royal Rumble 1993, evento en el que fue el retador al WWF Championship, en manos del canadiense.

Pues sí; estábamos en enero de 1993, y Hall ya era retador. Hart, tras su rivalidad ante Ric Flair, se había consagrado como main eventer y como campeón, si bien aún tendría que ver, unos meses después, cómo su título acababa en manos de un regresado Hulk Hogan. No obstante, este enfrentamiento a principios del 93 parece un preludio de lo que serían los siguientes años en WWE. Razor Ramon perseguía el título que estaba en manos del hombre de rosa.

Esta es la lucha más importante en la carrera de Scott hasta el momento. Bret, por su parte, cuenta con la presencia de su familia, incluyendo al tío Stu, en las primeras filas. Bret le regala sus gafas a un niño, y Ramon trata de hacer lo propio, a su manera: le tira un palillo de dientes que lleva en la boca. Así, comienzan las acciones, con dominio de Razor, que es mucho más grande que su oponente. Sin embargo, el canadiense se revuelve y comienza a aplicar su clásica rutina contra la pierna del oponente, que incluye una Figura 4, aprovechando el fin de la carrera de Flair en la empresa de Vince (participaría en el Rumble la misma noche, y se jugaría su continuidad en la empresa en el RAW posterior frente a Mr Perfect, si bien ese programa había sido grabado ya).

Bret trabaja bien la pierna del retador, mas no consigue hacerlo rendir. Posteriormente es el falso cubano el que domina, atacando la espalda de Bret, de una manera asimismo notable. No es tan técnico como el canadiense, pero utiliza una serie de movimientos muy pragmáticos para conseguir su objetivo. Razor aprieta la cintura de Bret con un Bear Hug, que puede parecer un movimiento simple, pero que es perfecto para la clase de trabajo que está realizando. A pesar de eso, el campeón consigue librarse de su rival, lanzarlo a ringside, y volar sobre él.

A la lluvia de ataques frontales de Bret le sigue un intento de comeback del rudo, después de que el referee tropezara con los luchadores durante el intento del técnico por acabar el match mediante un Sharpshooter. El poderoso Ramon vuelve a utilizar su fuerza para dominar, y en ese contexto, a la desesperada, Bret tira de técnica. Aplica un par de counters que casi le dan la victoria, y cuando no lo hacen, consigue convertir uno de ellos en Sharpshooter. Esta vez Hall no puede escapar del castigo, y la correa se queda en la cintura del Hitman.

Muy buena lucha; ejecutada con rigor por ambas partes, con buenas reacciones del público. Match muy sólido, sobrio y técnico.

Puntuación: ****1/4

lunes, 18 de abril de 2022

Roman Reigns vs Brock Lesnar, WWE WrestleMania 38


Especial WrestleMania 38

Seguimos hablando sobre el reinado de Roman Reigns como Campeón Univesal, que comenzó en agosto de 2020, y se mantiene hasta el día de hoy. Posiblemente se mantenga, de hecho, hasta WrestleMania 39, en un hipotético match entre Roman y su primo, The Rock, en Los Ángeles. Realmente es muy improbable que esto ocurra, pero me parece el único final lógico y consecuente para este reinado, si bien WWE nunca ha necesitado hacer las cosas de manera lógica ni consecuente.

A continuación, las luchas de este reinado que hemos comentado en el blog hasta ahora:

The Fiend vs Braun Strowman vs Roman Reigns, WWE Payback 2020

Roman Reigns vs Jey Uso, WWE Clash of Champions 2020

Roman Reigns vs Rey Mysterio, WWE Smackdown 18/06/2021

Edge vs Roman Reigns vs Daniel Bryan, WWE WrestleMania 37

Daniel Bryan vs Roman Reigns, WWE Smackdown 30/04/2021

Roman Reigns vs Cesaro, WWE Backlash 2021

Roman Reigns vs Edge, WWE Money in the Bank 2021

John Cena vs Roman Reigns, WWE SummerSlam 2021

Roman Reigns vs Brock Lesnar, WWE Crown Jewel 2021

Roman Reigns vs Goldberg, WWE Elimination Chamber 2022

Después de todo esto, en WrestleMania 38, Roman tuvo una lucha decisiva ante Brock Lesnar. Ya le había derrotado en Crown Jewel, si bien el resultado se dio de manera fraudulenta, lo que justifica la continuidad de la rivalidad. Lesnar, ahora como favorito del público, se convirtió en Campeón de WWE en Day 1, al ganar una lucha de 5 hombres, y por culpa de la intromisión de Roman, perdió el campeonato en Royal Rumble. Esto no hizo más que enfadar a la bestia, que apareció en el Royal Rumble Match y se llevó la victoria, accediendo, gracias a ello, a una lucha titular en WrestleMania. Pero tampoco se contentó con eso, pues, en Elimination Chamber, dentro de una jaula de eliminación, retomó la correa clásica de WWE, de tal manera que su pelea definitiva frente a Roman en WrestleMania es de unificación, ya que es campeón de WWE y retador para el Campeonato Universal.

WWE utilizó uno de sus house shows, esto es, uno de sus eventos no televisados, para seguir construyendo la historia. Fue un show realizado en el Madison Square Garden, el hogar histórico de WWE en New York, un estadio difícil de llenar para la empresa, que por lo tanto, requería de material de interés para el espectador de la Gran Manzana. Para atraerlo, se programaron dos luchas titulares: Roman defendió su campeonato frente a Seth Rollins, mientras que Lesnar hizo lo propio en una lucha rápida ante Austin Theory. Es mas rentable para WWE utilizar a Lesnar en un Live Show como este que utilizarlo en televisión.

Pero, tras su lucha, Lesnar volvió a ser atacado por Roman y los Uso. Si bien, en primera instancia se logró librar de ellos, cayó en sus manos tras la intervención de su antiguo amigo, Paul Heyman, sobre cuya lealtad ya no hay duda alguna. Lesnar sangró profusamente después de ataques con sillas y con escaleras metálicas. La imagen de Roman celebrando con la correa sobre el cuerpo sangrante de Brock fue tan buena, que se convirtió en canon de la storyline, a pesar de no pertenecer a un show televisado.

WWE anuncia este combate como el más grande de la historia de WrestleMania. Es obvio que tiene todas los ingredientes para serlo, pues son las dos estrellas más grandes del momento las que se enfrentan, y ambos tienen uno de los dos grandes títulos. Pero no nos engañemos: esto no puede estar a la altura de un Hogan vs Andre, un Hogan vs Warrior, un Austin vs Michales, un Taker vs Michaels o un Cena vs The Rock, porque estos tiempos no son tan buenos como los de aquellos. Es el wrestling un arte en decadencia. Es, este, el tercer enfrentamiento entre Lesnar y Reigns en WrestleMania, si bien las premisas para conformarlo han sido mucho mayores, y los luchadores tienen unos personajes más interesantes que en otras ocasiones. Aún con todo, el combate no es especialmente bueno.

Lesnar y Roman se enfrentaron por primera vez en WrestleMania 31. Entonces, la lucha fue mucho mejor de lo esperado, y mejoró gracias a la entrada en escena de Seth Rollins, que cobraba, así, su maletín de Money in the Bank, provocando un final para el show más grande del año a la altura. Volvieron a hacerlo en WrestleMania 34, en un momento en el que el rechazo de la afición hacia Roman era tan grande, que nada funcionó durante el match, y este fue boicoteado desde la grada en todo momento. Ahora se enfrentan en el mejor momento, con la mejor historia detrás, y con la premisa de haber dado una lucha en Arabia que a mí me pareció bastante buena, y las cosas les salen peor que nunca. No hay nada demasiado interesante en este combate.

Lesnar se quita los guantes al comenzar. Eso parece presagiar una lucha sangrienta como venganza por lo ocurrido en el Madison Square Garden. Pero no es así: no usa los puños para nada. ¿Para qué se los quita entonces?

Brock comienza buscando su Suplex City, y obliga a Roman a huir a ringside. Allí, Heyman vuelve a capturar la atención de la bestia, y eso lo aprovecha bien Roman para aplicarle un Spear, rompiendo las vallas de protección. Eso está apunto de proporcionarle una victoria vía countout.

Parece que la estrategia de Roman en esta lucha es vencer aplicando muchas veces la Spear. Lo hace nada más volver Brock al ring después de ese ataque. Brock tiene sus momentos de dominio vía Suplex, pero no saca nada de ellos, y sigue recibiendo Spears y Superman Punch. Consigue aplicar F5, pero no le sirve para ganar.

La lucha es bastante lenta, y tan sólo cuenta con eso: finishers e intentos de finishers. Con un nuevo Spear, Roman se lleva por delante a Brock y al referee, y aprovecha la situación para pegar un Low Blow y un golpe con la correa de Campeón Universal. El referee despierta mágicamente para contar, pero no llega a hacerlo hasta tres.

Roman sigue buscando Spears. Intenta aplicar aquel con la que venció a Undertaker, rebotando contra las cuerdas, pero hay un error de cálculo, y acaba haciendo una especie de Bulldog mediocre. Su reacción de incredulidad por el hecho de que la cuenta no llegue a tres es estúpidamente excesiva, porque el ataque no estaba bien hecho, y por tanto, el público no había reaccionado como debía. Aplica otro Spear, pero Brock al caer, lo convierte en su palanca al brazo, la Kimura. Heyman ayuda a Reigns a llegar a las cuerdas, y este se duele del brazo, para lo cual ayuda el hecho de que se hubiera hecho una herida en él durante el golpe contra las vallas. A pesar de este supuesto dolor, vuelve a golpear con un nuevo y frío Spear, y ahora sí se lleva la victoria.

Como digo, la victoria es fría, porque Reigns ha hecho tantos Spears durante el combate, que estos han perdido el impacto psicológico para el público que debían tener. En el momento de aplicar el nuevo, la gente se encontraba en un desahogo de tensión tras la Kimura de Lesnar, y por eso tampoco reacciona como debía aquí. La incapacidad de los luchadores para moverse en función de la emoción de la grada es patente.

 La lucha no es mala, pero es un combate cualquiera propio de cualquier evento, en el que pasan cosas muy poco trascendentes y para nada especiales. No se usa ningún detalle propio de la rivalidad para crear interés o intensidad, y por tanto, no hay storytelling contextual  de calidad. Falta de ambición y falta  interés a la hora de bookear e interpretar la que se ha vendido como la lucha más importante de WrestleMania.

Puntuación: **3/4