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jueves, 14 de mayo de 2020

Team Flair vs Team Hogan, WWE Crown Jewel 2019



Tras ver las dos luchas clásicas entre Hulk Hogan y Ric Flair que tenía previstas ver, ya es hora de echar un vistazo al último momento protagónico que estos dos hombres han vivido en WWE: ambos lideraron un equipo para enfrentarse en el evento Crown Jewel, a finales de 2019.

Ya hemos comentado que Crown Jewel 2019 no es el evento del siglo en términos de calidad arriba del ring. Pero se dieron muchas cosas trascendentes, que escapan al día a día de WWE, y que, por eso, le hacen pasar a la historia. Caín Velásquez y Tyson Fury debutaron, y, por fin, se dio la primera lucha profesional femenina en Arabia Saudita.  Y volvieron Hogan y Flair.

Para continuar con una rivalidad que ha existido toda la vida, directa o indirectamente. En los 80, Flair era el hombre NWA, mientras que Hulk era el hombre WWF. Representaban mejor que nadie ambos paradigmas, y portaban las correas de ambas empresas durante la mayor parte del tiempo. La rivalidad, si no era directa, era indirecta.

Llegaron los 90, y empezaron a coincidir en empresas. Primero en WWF, donde ya vimos que tuvieron varios matches en Live Shows. Entonces, se estuvo fraguando una rivalidad que no llegó a televisión, y que no culminó, aunque Ric provocó la pérdida del Campeonato Mundial de WWF por parte de Hogan, y lo acabó ganando, un par de meses después, al salir triunfante del Royal Rumble Match de 1992, en cierta medida, gracias al propio Inmortal, y sus rencillas con Sid Vicious.

Un par de años después, ambos volvieron a verse, ahora en WCW, donde, por fin, tuvieron su rivalidad definitiva, con buenos combates en Bash at the Beach 1994, y Halloween Havoc 1994. Durante los años siguientes, ya en tiempos de la NWO, volvieron a enfrentarse en ocasiones puntuales. 

WCW quebró, y ambos, acabaron volviendo a WWE. Todavía tuvieron tiempo de luchar una vez más, en un programa de RAW, con el Undisputed Championship en juego, después de que Hulk lo ganara al derrotar a Triple H en Backlash 2002. Y la cosa no acabó ahí. Cuando ambos se jubilaron tras su carrera en el ring en WWE, todavía querían seguir luchando, y ganando dinero, porque los hombres de sus perfiles, se casan muchas veces, y eso implica pagar muchas pensiones. Hulk realizó una gira de eventos luchísticos, llamada Hulkamania, por Australia, en cuyos main events, se enfrentó a Ric cada noche. Por desgracia, el proyecto fue un fracaso, y no llegó a editarse en DVD. 

En 2010, como comentamos en su día, TNA realizó su ataque final para derrotar a WWE, pasando a emitirse en directo los lunes por la noche, y para conseguirlo, firmó a muchos pesos pesados, como los dos que nos ocupan. Una vez más, se vieron las caras, aunque fuera en luchas por equipos.

El capitulo final de la eterna rivalidad entre Hogan y Flair tuvo lugar en Crown Jewel 2019. Es gracioso, porque existe la idea de que Hulk y Flair apenas se han enfrentado, que no han tenido combates importantes, o que Ric nunca ha vencido a Hulk. Ya hemos visto que esto no es así, y que han peleado cientos de veces. Ya no pueden seguir haciéndolo. Ambos, de hecho, querrían, y Hogan no deja de especular con ello, lo que resultaría una locura, si no estuviéramos en los tiempos del acuerdo con Arabia Saudita. Pero Flair ha tenido demasiados problemas de salud, y aunque hubiera querido seguir luchando después su combate de retiro frente a Shawn Michaels, y de hecho, lo hizo en TNA y Hulkamanía, tras tener un pie en la tumba un par de veces, parece que se conforma con seguir vivo, y tener apariciones como esta.

Ya comentamos en anteriores posts que las promos entre ambos estuvieron muy bien, en esos programas previos a Crown Jewel 2019. Aunque parecían amistosas, el equipo de Hulk se conformó, enteramente, por luchadores técnicos, mientras que el del Nature Boy, es un grupo de villanos odiosos. El inmortal convoca a Roman Reigns, Rusev, Ricochet, Ali y Shorty G, mientras que el 16 veces Campeón tiene junto a él a su buen amigo Randy Orton, junto con King Corbin, Bobby Lashley, Shinsuke Nakamura y Drew McIntyre.

Así, vamos a la lucha de Crown Jewel, que es una absoluta fiesta. Este público está muy feliz de tener a leyendas y luchadores aquí. En especial, los aficionados aman a Roman Reigns, y, sobre todo, Randy Orton. Y la lucha es buena, pues a WWE se le dan bien las peleas grupales.

Los rudos realizan el clásico trabajo sobre un miembro del equipo técnico, que, en este caso, es Ricochet, durante mucho tiempo, mientras la gente se va calentando de cara a un eventual Hot Tag. Este, finalmente, ocurre, para que entre a repartir hostias como panes Roman Reigns. Roman protagoniza una lucha realmente buena, y tiene una entrada muy enérgica, en la que, básicamente, se libra de todo el mundo.

Tenemos la clásica secuencia en la que los luchadores entran al ring, uno tras otro, para utilizar algún buen ataque y un careo entre Rusev y Bobby Lashley.

Es interesante comentar esto, porque no hay ninguna gran lucha entre estos dos hombres que merezca la pena comentar, y el búlgaro ya ha sido despedido. En esta época, Lashley y Rusev estaban metidos en un storyline muy llamativo, a través del cuál, se narraba la traición de Lana, mujer de  de Rusev, que le engañaba, hasta acabar casándose con Lashley. Fue una rivalidad muy larga, que levantó ampollas entre los fans, y generó mucho odio hacia Lana y Bobby, a pesar de la absoluta falta de carisma del Superman Moreno. Se suponía que todo esto llevaría hasta WrestleMania, pero, en febrero, Rusev desapareció de televisión. Debía estar enfadado por su uso, que al menos era constante y dentro de una historia, y la intoxicación de los fans desde las redes sociales no ayuda. En la ola de despidos de WWE durante la crisis del COVID-19, Rusev acabó en la calle, como todos aquellos que no tuvieran una actitud muy positiva para afrontar los duros tiempos que estaban, y de hecho, están por venir.

Roman Reigns sigue siendo el MVP de esta batalla, volando por encima de la tercera sobre todo el grupo de heels que están en ringside.  De vuelta al ring, el Big Dog recibe un RKO de Orton, pero sobrevive. Randy planea aplicar su patada asesina en la cabeza,  pero es frenado por los miembros más pequeños del grupo de los buenos. Roman aprovecha el caos para aplicar Spear, y llevarse la victoria.

Lucha muy entretenida, con un gran papel de Roman, por encima de todos. La verdad es que el rol de Hulk y Ric es prácticamente nulo, pero están ahí, animando. Algo es algo.

Puntuación: ***1/2

lunes, 27 de enero de 2020

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2020



Un año más, WWE nos ofrece uno de los eventos más icónicos de cuantos ha creado en su historia. Como siempre, en 2020, hemos podido ver Royal Rumble a finales de enero, con sus respectivas battle royals de hombres, y mujeres. Si bien ninguna de las dos puede ser ajena a este blog, empezaremos por la masculina, pues es la que ha resultado más sorprendente. 

El rumor del regreso de Edge a los rings había sonado en los medios del mundillo, pero no acabábamos de creerlo. Ha resultado ser verídico.

Royal Rumble tiene lugar en un estadio de béisbol. WWE anuncia una entrada de más de 42.000 personas, lo cual me parece una pasada. Otros años, cuando se ha presentado este evento en estadios grandes, la empresa ha procurado la presencia de gente como Undertaker o Goldberg, para atraer a la gente, pero,  esta vez, ha bastado con tener 2 Royal Rumbles, que no es poco, y a Brock Lesnar en la posición número 1 de la batalla masculina.

Y por supuesto, también vende la posibilidad de presenciar grandes sorpresas. Hay algunas bastante chulas en ambos combates, pero, sobre todo, es la de Edge la que hace feliz a todo el mundo. De no haber ocurrido, quizás todas estas decenas de miles de espectadores, no hubieran quedado contentas. De todos modos, hay que decir que el público de Houston, Texas, se comporta de una manera ejemplar durante todo el evento. Es increíble que en una época no especialmente interesante en la historia de esta empresa, esta esté vendiendo más entradas para Royal Rumble que las que vendía en tiempos de la Attitude Era para Wrestlemania. Pero, es que, el Rumble siempre crea una expectación especial.

Ya sabíamos que Brock entraría en primer lugar, pues es un reto que se ha marcado. Resulta muy interesante, no sabemos qué va a pasar con él. Recordemos que es el campeón.

Empieza la batalla, y Lesnar elimina a los primeros 13 participantes que le hacen frente. La mayoría de ellos, no oponen resistencia.

El primero en caer es Elias que, exactamente igual que el año pasado, llega cantando una canción. Se traga la guitarra, faltaría más.

Esta masacre de Lesnar se hace un poco lenta, pues elimina a sus rivales muy rápido, y pasa mucho tiempo esperando. Pero hay varias cosas buenas. Kofi Kingston, que perdió su título de la WWE ante La Bestia en cuestión de segundos, llega para vengarse, y, aunque no lo consigue, aguanta un poco más que la mayoría. Se junta con Big E y Rey Mysterio, y los tres aplican su respectivo finisher al campeón. Pero este se recupera, y los elimina a todos.

Otro buen segmento lo protagoniza Shelton Benjamin. En condiciones normales, no participaría en esta batalla, pero es la única persona en el roster a la que se puede denominar "amiga" de Brock. Este, ya un poco agotado, lo abraza, e imposta una alianza que acaba con el exmiembro de la Suzuki Gun fuera del ring.

La cosa se complica para Lesnar, cuando llega Keith Lee, un tipo tan grande y fuerte como él. Las dos moles chocan, sin que ninguno se imponga. Después, llega otro bicho, Braun Strowman. Por suerte para Lesnar, sus dos rivales deciden luchar entre sí, lo que le permite aprovechar la ocasión, y expulsarlos.

Keith Lee tiene un buen recibimiento. Mientras que el Rumble femenino está lleno de chicas de NXT, en el masculino sólo participan Lee y Riddle. Este último, que parece tener algún tipo de altercado legítimo en Backstage con Lesnar, no hace prácticamente nada, quizás como castigo por el incidente.

Presenciamos la participación de una antigua estrella, el gran MVP, un personaje realmente divertido, que ha tenido una buena carrera fuera de WWE, pero no ha tenido la oportunidad de aprovechar el talento con el micro que tiene. Lesnar lo derrota rápidamente, pero es bueno verle.

Con los dos monstruos fuera, Lesnar se ve ganador. Ya ha expulsado a 13. Llega Ricochet, que también quiere vengarse de él, por un golpe bajo recibido en un programa de Raw. Tras el luchador aéreo, aparece el gran Drew McIntyre, quién, sin abandonar su personaje de psicópata, parece estar virando, poco a poco, al lado de la luz. Aprovecha la venganza de Ricochet, que golpea a Lesnar con un Low Blow por detrás, para aplicar su Claymore, y elimina a Lesnar. El público se vuelve loco.

Durante minutos, Drew mira a un Lesnar caído. Parece que ya tenemos main event para WrestleMania, y parece que WWE está haciendo correctamente con McIntyre lo que no supo hacer con Reigns o Strowman. Está forjando una gran estrella poco a poco, sin forzarlo ni impostarlo. Mientras observa al rey caído, el escocés elimina a Ricochet y The Miz como si no valieran nada.

Sin Lesnar, hay espacio para que el ring se llene un poco, pero nunca llega a haber demasiados hombres. Con el número 21, llega Edge, para sorpresa increíble de todo el mundo, y comienza a aplicar Spears.

Edge elimina a AJ Styles, en lo que parece un error. AJ parece lesionarse el brazo, y por eso se suelta. De esta manera, se estropea la historia que se pretendía contar entre Randy Orton, posiblemente con la colaboración de Edge, y The Original Club.

Porque Orton llega poco después, y hace buenas migas con su antiguo amigo de Rated RKO. Entre los dos, eliminan a Anderson y Gallows. Llegan Reigns, Owens y Joe, mientras que el número 30 es para Seth Rollins, quien viene acompañado de los chicos de su nuevo stable.

Rollins y sus chicos la lían, y expulsan a Owens, Joe y Aleister Black, pero estos se revelan contra los acólitos de El Mesías. Este se queda sólo frente a Orton, Drew, Edge y Reigns, así que se va a la calle pronto.

Los Rated RKO parecen aliarse, aunque Randy hace un gesto de intentar traicionar al canadiense. Este le pilla, por lo que hace un The Viper parece decir algo como "Era bromita", que produce risas entre el público. Edge elimina a Orton.

Quedan Reigns, Edge y Drew. Es una buena final, porque cualquiera sería un ganador lógico. Tras mucha lucha, Roman elimina a Edge, y los fantasmas de los pitos del pasado reviven. WWE no aprende. No obstante, Drew lo derrota, y la gente se vuelve loca. Tenemos nueva estrella.

No está mal la batalla. Tiene varias fases aburridas, y otras de narrativa buena.

Puntuación: ***1/2

viernes, 3 de enero de 2020

Team Smackdown vs Team NXT vs Team RAW, WWE Survivor Series 2019




Seguimos hablando sobre Survivor Series 2019. Después de ver la lucha de equipos femeninos, le echamos un vistazo a la que disputan los hombres. Una vez más, tenemos un combate a tres bandas: El equipo rojo de RAW se enfrenta al equipo azul de Smackdown, y al equipo amarillo de NXT.

El equipo de RAW parece bastante fuerte, y está formado por Kevin Owens, Seth Rollins, Randy Orton, Ricochet y Drew McIntyre. El de Smackdown, tiene tres miembros muy potentes, y dos chicos jóvenes a los que, al menos esa semana, se les quería dar un push: Roman Reigns, Baron Corbin, Braun Strowman, Ali y Shorty G, que es Chad Gable, al que han cambiado el personaje.

Como la de mujeres, es una lucha llena de storytelling, y mezclas interesantes entre hombres del main roster y los de NXT. La gente empieza apoyando a Walter, y creo que nadie en WWE esperaba eso, porque es el primero en caer, para decepción de todos. Creo que todas las eliminaciones decepcionan bastante al público, lo que dice mucho del nivel de los batallantes. En cualquier caso, la lucha es buena, y el bloque final es de infarto.

Comienzan luchando los tres hombres más poderosos, Braun, Walter y McIntyre. Walter y el escocés se enfrentan, pegándose unos golpes realmente potentes, después de atacar juntos al de Smackdown. Pero, cuando el austríaco está despistado, se traga la patada de Drew, y la cuenta llega a tres. Es un poco chocante.

Baron Corbin aplaude al público, consciente del odio que va a generar. Es un muy buen heel. La lucha continúa con ataques de todo tipo, y con lucimiento por parte de los luchadores aéreos. Hay muchas cosas interesantes: Braun Strowman da la vuelta al ring, empujando a todos los rivales. Da una segunda vuelta, tan sólo para chocar con otro bicho enorme, Keith Lee. Este golpe lo aprovecha de nuevo McIntyre para aplicarle su patada, de tal manera que la cuenta llega a 10. Otro eliminado.

Baron Corbin sigue dando mucho juego. Discute con su compañero, Ali, y eso provoca su eliminación. Roman Reigns no puede soportarlo más, y acaba pegándole un Super Man Punch, así que Corbin acaba fuera.

Randy Orton también tiene un buen momento, colocando, una vez más, al RKO como un ataque poderoso e infartante. Aunque cae derrotado por un paquetito de Riddle, le aplica un RKO a él, y a Damien Priest, que provoca asimismo la eliminación de ambos. Resulta mortal.

Así siguen las cosas. Roman queda como último superviviente de Smackdown, mientras que Rollins es el superviviente de RAW. Ambos se unen, reviviendo a The Shield, para enfrentarse a los dos miembros restantes de NXT, Lee y Ciampa. Están a punto de usar la Triple Power Bomb, obviamente, sin Ambrose, pero no llega a suceder. 

Se suceden, ahora, los combates singulares, de gran nivel de acción. Gracias a Reigns, Rollins consigue derrotar a Tommaso. Keith se lanza a por ambos y, de hecho, consigue derrotar a Seth, pero, tras varios nearfalls, cae ante Reigns.

No está mal la cosa. Storytelling y buenos momentos de acción. Buena lucha.

Puntuación: ***3/4

domingo, 21 de julio de 2019

The Undertaker y Roman Reigns vs Shane McMahon y Drew McIntyre, WWE Extreme Rules 2019



Parece que la posición en la dirección creativa de Paul Heyman comienza a notarse en los programas de WWE, y, sobre todo, en Monday Night Raw. No hay grandes revoluciones; tan solo, trabajar las historias de una forma consecuente, aprovechando el inmenso talento existente. Es lo único que hace falta para ver una cartelera y notar que no es como antes; que hay luchas y combinaciones muy interesantes.

Styles vs Ricochet, Black vs Cesaro, Balor vs Nakamura... todo suena bien para cualquier amante del wrestling. Y, dentro del estilo WWE, Lashley y Strowman se ponen en modo monstruo para luchar en la manera en que sus personajes demandan. Además, tenemos a Taker.

Undertaker se enfrentó, hace unos meses, a Goldberg, en Arabia Saudí, y la cosa no salió bien. El exWCW se partió la cabeza, provocando, con ello, algunos errores durante el match.

La gente en Internet empezó a gritar que los dos luchadores están viejos, que deberían retirarse. Porque es gente mediocre, y si algo les sale mal, huyen con el rabo entre las piernas. Y piensan que grandes leyendas, hombres de éxito, como Undertaker y Goldberg, van a hacer lo mismo.

Yo opiné en ese momento, que deberían hacer justo lo contrario: luchar lo antes posible, y resarcirse, de tal manera que esa sensación no perdure. Eso ha hecho Undertaker, y eso piensa hacer Goldberg, según sus propias palabras.

Undertaker está en muy buena forma. Adelgazó bastante, se operó de sus dolencias, y descansó. Se le ve un poco más joven, y se ha puesto una camiseta que hace lucir mejor sus músculos. Su trabajo en Extreme Rules es bastante bueno, haciendo pareja con Roman Reigns para enfrentarse a Shane McMahon y Drew McIntyre.

Porque Roman estaba siendo atacado por ambos en un programa de Raw. Para sorpresa de todo el mundo, ya que absolutamente nadie esperaba su aparición, las luces se apagaron, y El Enterrador hizo acto de presencia. Cortó el Coast to Coast con el que Shane pretendía atacar al Big Dog, y se libró de ambos adversarios. Taker siempre tuvo un cariño especial por el hijo de Vince, pero ahora ve que ha sido devorado por el ego, y viene a destruir su alma.

Es importante, por cierto, detenerse a hablar sobre el caso Shane McMahon.

Shane volvió a WWE hace unos años, para ser un babyface muy querido. Siempre lograba muy buenas reacciones. Pero, en Crown Jewell, de una forma un poco rara, ganó el torneo Best in the World. Tras eso, y mediante una gran historia con The Miz, se pasó al bando rudo, consiguiendo reacciones realmente negativas.

Shane no es un gran luchador, pero está consiguiendo que todos sus combates importantes sean realmente buenos, porque es un muy buen contador de historias. Y, ahora, se encuentra en un estado realmente interesante, en ese sentido.

Porque es un rudo muy rudo. Y la gente le quiere fuera, por esa rudeza. Pero, no sólo los seguidores más generales, que le odian por su personaje heel, sino también los fans del wrestling, que piensan que le está quitando tiempo en pantalla a luchadores de verdad.

Por supuesto, merece ese tiempo más que luchadores de mucho más talento que él, porque está provocando reacciones mucho mayores que la mayoría de ellos. Y, en el wrestling, como en todo, lo más importante es conseguir que, lo que ocurre, le importe a la gente, que no sea un espectáculo atlético aleatorio entre hombres olvidables.

Pero aquí coinciden el odio provocado por el Kayfabe, con el odio provocado por la realidad, por el hecho de que Shane tenga más tiempo en pantalla que nadie. Así que WWE hizo algo bueno que hace a veces: fusionar ambas cosas. Mediante una presunta pipebomb de Kevin Owens, a quién quieren vender como un nuevo Stone Cold, se señaló que Shane le quitaba tiempo en televisión a luchadores que lo merecían mucho más que él. 

De pronto, los fans del wrestling se sintieron identificados con la promo de Kevin, la entendieron como una crítica que él hacía a WWE, como una defensa de los pobres. Pero, por supuesto, era una promo ideada por WWE, que metió a los fans enfadados por lo que no era kayfabe, en el kayfabe. Y ni siquiera se dieron cuenta. No es que WWE no conozca la opinión de los fans, es que lleva toda la vida utilizando las cosas que gustan y las cosas que no gustan, en su favor, porque, tanto unas como otras, atraen audiencia. Lo que no genera nada es la indiferencia.

Se ha dicho que poner a McIntyre junto a Shane es una forma de restarle importancia, de convertirlo en su perro. Pero lo que está haciendo es heredar el odio que provoca el otro, como en los tiempos de los buenos mánagers. Por eso, Drew está creciendo mucho. Ahora es alguien.

Así llegamos a esta lucha en Extreme Rules, que es colocada en el opener del evento, por algún motivo. Supongo que quisieron separarlo bien del colofón del show, en el que Brock Lesnar cobra su Maletín de Money in the Bank, para volver a ser Campeón Universal. Espero que, esta vez, no tenga el título secuestrado mucho tiempo.

En este opening, se podría pensar que Taker está en un Tag Team Match para estar protegido y que no se noten sus carencias, pero no es así. Está muy activo, recibe todo tipo de golpes, y aplica su arsenal habitual. Roman comienza atacando, y aplica un par de estiramientos al brazo de Shane, para dar el relevo al Enterrador, que siempre comienza con ese tipo de movimientos a la extremidad superior. La gente explota cuando ve a Taker en acción, y este, por supuesto, ataca el brazo de Shane, acabando con un Old School. Tras eso, se enfrenta a Drew, y lo lleva a uno de sus sitios favoritos: el borde del ring. Allí, aplica su legendario Leg Drop.

La lucha es un No Holds Barred, aunque no lo parezca, porque esto es Extreme Rules. Recordemos que, en sus orígenes, este PPV era para luchas extremas, y luego pasó a ser, simplemente, un PPV en el que todas las luchas tenían una estipulación especial. En ese sentido, debería llamarse Rules, en lugar de Extreme Rules. Desde hace un tiempo, ya tan sólo unas pocas luchas de la cartelera tiene reglas que no sean habituales, así que es un evento bastante parecido a los demás en ese sentido.

En la primera parte de la contienda, esto parece un Tag Team Match normal. Roman es dominado durante unos pocos minutos por el trabajo de los dos rudos, mientras Undertaker se mueve de un lado a otro en su esquina, como un tigre nervioso.

El Enterrador consigue el Hot Tag, y barre la casa. Prepara la mesa de comentaristas para un Last Ride, pero aparece Elias, aquel que fue humillado por Taker en el Raw posterior a WrestleMania, y le parte la guitarra de cartón en la espalda. Esto se convierte en un 3 vs 2, así que la cosa se complica para los dos héroes. Elias y Drew colocan a Taker en la mesa, para que el también veterano Shane vuele desde la esquina, con su Flying Elbow. Muy buen ataque.

Los palmeros de Shane le colocan al anciano Taker en la esquina, con su respectivo cubo de basura, para que el Best in the World aplique el Coast to Coast. 

Roman sigue siendo anulado por Drew y Elias, así que, en gran medida, este combate se lo hace solo Undertaker, que es lo último que uno esperaría. A pesar de los ataques recibidos, resucita como en sus mejores tiempos, aplica ChokeSlam sobre Elias y Shane, y aprovecha un Spear salvador de Roman sobre McIntyre, para rematar a McMahon con el Tombstone.

Un muy entretenido combate, brawl con storytelling al más puro estilo WWE, con un Taker que venía aquí a demostrar que no está acabado, y lo hace con creces. Tras su dieta, su cardio, principal problema en años anteriores, parece haber mejorado enormemente.

Puntuación: ***1/2

viernes, 17 de mayo de 2019

The Shield vs Bobby Lashley, Baron Corbin y Drew McIntyre, WWE The Shield's Final Chapter



Dean Ambrose abandonó WWE. Una de las principales estrellas del presente y el futuro de la empresa, ha perdido las ganas de luchar, y no ha renovado contrato. Veremos a qué se dedica a partir de ahora.

Esto se sabía desde hace tiempo. Dean decidió no renovar, y WWE lo anunció hace meses. Según el periodista Dave Meltzer, no se sentía feliz en WWE, a pesar de que ahí conoció a su mujer, Renee Young, comentarista actual de RAW. Ella seguirá con su trabajo, mientras Dean busca nuevas aventuras.

Se hablaba de que Ambrose ya no lucharía más. Él mismo había insinuado que se había dedicado a acumular dinero, para poder dejarlo y hacer lo que quisiera. Pero parece ser que no será así.

Poco después de cumplir sus últimos compromisos con el gigante del entretenimiento, Dean cambió sus redes sociales, y recobró su nombre de luchador independiente: Jon Moxley. Asimismo, publicó un vídeo, en el que escapaba de una cárcel.

Obviamente, la cárcel es metafórica. Pretende escenificar la huida, al fin, de WWE, empresa en la que no podía hacer nada más que luchar 180 días al año, y viajar de arriba a abajo. Pero, lo importantes es que ese vídeo no lo ha hecho él en su casa; es una producción de estudio. Huele a AEW.

La carrera de Dean Ambrose en WWE ha sido rara. En FCW, tuvo muy buenas rivalidades como heel ante William Regal y Seth Rollins, entre otros. Parecía obvio que sería un gran villano. Y, cuando debutó con The Shield, la sensación que ofrecía es que era la cabeza del grupo, el que ponía la personalidad.

Llegó el momento de la traición dentro del stable. Todas las miradas estaban puestas en Dean, pero acabó siendo Rollins el que rompiera la legendaria tercia. Seth fue un gran heel, Reigns fue el face número 1 de la empresa, y Dean se quedó como un upper mid card, con grandes reacciones del público.

Ambrose siempre estuvo metido en historias relevantes, ante gente como Lesnar, Jericho o Bray Wyatt, pero no cuajaba arriba del ring. Seguramente, ninguno de los tres Shield, a nivel individual, ha llegado nunca a ofrecer combates del nivel de un main eventer clásico de WWE. Es raro, porque cuando han hecho equipo, ya sea en tercia, o ya sea en tag team, lo han hecho muy bien. Pero, cuando están solos, no llenan el ring.

Ambrose, finalmente, y coincidiendo con el anuncio de Roman Reigns de que padecía Leucemia, llevó a cabo un turn heel esperado durante años, metiéndose en una rivalidad con Rollins. Esta resultó muy decepcionante, los combates, malos, y las promos, raras. En los últimos meses de su estancia en WWE, se dedicó a jobbear, y ni siquiera estuvo en WrestleMania.

Cuando Roman volvió a luchar, y como Dean ya estaba desahuciado, se llevó a cabo una unión final del grupo, aprovechando su tirón una última vez en una lucha en Fastlane que gustó mucho. Debía ser el combate definitivo del equipo, sí, pero, finalmente, no fue así. Antes de que se Amrbose se fuera, WWE llevó a cabo tres Live Shows estelarizados por The Shield. La gira de despedida.

Hace un tiempo, WWE se ocupó de desarrollar la metodología correcta para emitir en directo, por WWE Network los Live Shows que pudieran ser interesantes, sin que el proceso implicara los gastos comunes en una retransmisión habitual. Así lo hizo en el Live Show al que llamó Starrcade, en noviembre de 2018, en Ohio, en honor al clásico PPV de WCW. Y ahora, hace lo mismo con el último de esos Shows en el que participó The Shield a finales de abril de 2019. Y le dio un buen nombre: The Shield's Final Chapter.

Es un Live Show que se presenta en Moline, Illinois. Wrestling clásico, en ciudades pequeñas, con gente de la que va a las arenas con ilusión de entretenerse un rato, y a ver estrellas de la tele, muy distinta a los frikis amargados que viven en las ciudades más grandes. Disfruta mucho el espectáculo, que no es especialmente bueno en términos luchísticos, ni falta que hace.

Sus tres rivales (Lashley, Baron Corbin y Drew McIntyre), llegan al ring, y hacen una promo clásica de malos odiosos. Llegan los Shields desde las gradas, ante la alegría del público. El estadio se ve mucho más pequeño que los de los shows televisivos, y las cámaras se mueven de una forma más improvisada. También las decoraciones son más espartanas. Todo es más básico.

La lucha no será recordada por nada, aparte de por ser la última de Dean y, por tanto, la última de The Shield. Tenemos un rato de dominio sobre Ambrose, hasta que se da el hot tag, y aparece en escena Rollins, matando y volando. Luego, hay unos pocos minutos más de dominio sobre Seth, hasta que, de nuevo, hay hot tag, y ahora es Reigns el que sale en modo asesino.

La lucha se descontrola, y en el final, tenemos finishers de todos los buenos contra los malos. La cosa se acaba con una Triple Power Bomb, y una promo con peloteo de unos a otros.

Puntuación: ***

domingo, 28 de octubre de 2018

The Shield vs Braun Strowman, Drew McIntyre y Dolph Ziggler, WWE Super Show-Down




Volvemos a charlar sobre WWE Super Show-Down, el mega evento que WWE celebró en Melbourne, Australia, en un inmenso estadio de fútbol. En ese show, se dio la última reunión de The Shield, que se enfrentaba al equipo formado por Braun Strowman, Drew McIntyre y Dolph Ziggler. Aunque es una buena lucha, no tenía pensado revisarla, por problemas de calendario. Pero la retirada de Roman Reigns debido a la Leucemia, me ha hecho cambiar de opinión.

En 2017, WWE reunió a The Shield. Con el título Universal en manos de Brock Lesnar y fuera de muchos PPVs, la empresa necesitaba buscar cosas llamativas que atrajeran al público en la difícil campaña otoñal. Pero, había otros motivos. Se pretendía llevar a cabo un turn heel de Dean Ambrose, para convertirlo en el gran rudo que todos vemos que lleva dentro.

para TLC 2017, estaba programada una lucha entre The Shield y un equipo capitaneado por Braun Strowman. Ambrose y Rollins habían hecho un buen equipo durante los meses previos, y tenían un muy buen apoyo por parte del público. Pero varios problemas impidieron esa storyline de guerra civil dentro del grupo. Para empezar, Roman enfermó, y quedó fuera de esa lucha de escaleras. Su sustituto fue Kurt Angle, en su primera lucha desde su regreso a WWE.

Y, cuando Roman volvió, fue Ambrose el que se lesionó. Y no fue cualquier cosa. El lunático estuvo fuera de circulación hasta hace un par de meses, así que esa historia se olvidó. Pero, en su regreso, WWE no dudó en reanudarla exactamente donde se quedó. Volvió a unir a Dean con Rollins, volvieron a convertirse en campeones en parejas, y volvió a unirse The Shield al completo. 

Durante este año, Braun Strowman ha sido claramente face. Dado su físico y su forma de luchar, hace un buen papel de tweener, en el sentido de que su brutalidad es tal que le hace susceptible de ser amado, aunque no haga nada explícitamente heroico. Pero WWE quería hacer las cosas como el año pasado, así que hizo que Braun se convirtiera, de nuevo, temporalmente, en alguien aparentemente malvado, uniéndose a Ziggler y McIntyre, que son una pareja muy interesante. 

Y, en el momento en el que Reigns anunció su retirada, todo volvió a la normalidad. Ambrose cerró su turn heel, atacando a Seth miserablemente, y Braun se confirmó como técnico al atacar a Ziggler y Drew. En el próximo PPV Crown Jewell, se enfrentará en solitario a Borck Lesnar por el Campeonato Universal, y es probable que lo gane. De esta manera, ahora sin Reigns, todo hace indicar que será promovido como principal estrella de la empresa, con Rollins en un escaño inferior, y Ambrose y McIntyre como plausibles némesis. 

Pero antes, tenemos esta lucha de equipos en Australia. The Shield entran enmascarados, entre un público que los recibe con gran cariño. La verdad es que el show queda muy completo, con un poco de todo, y luchas de buen nivel. Empieza la cosa bien, con mucho brawl fuera del ring, hasta que suena la campana, todos suben arriba, y se ordenan las acciones.

En los primeros minutos, Seth es castigado duramente por los rivales. Son muchos minutos, en realidad, en los que se va calentando el Hot Tag. Esta parte tiene dos fases, en realidad, porque primero hay un tag para Ambrose, que acaba en la misma situación que su compañero, y el segundo es ya para Reigns, que entra, con la explosión de júbilo de los aficionados, a acabar con todo.

La cosa vuelve a desordenarse, pero lo interesante es el storytelling sobre el Turn Heel de Ambrose. Porque, sin querer, el lunático se lleva un Super Man Punch de Roman, y vuelven los fantasmas sobre su salidad del grupo.

Porque, durante los programas anteriores, Braun le ha invitado a cambiar de equipo, e irse con los rudos. Drew, Dolph y el gigante rodean a Rollins y Reigns, ocupando tres lados del ring. Dean se coloca en el cuarto lado. Braun le espera con los brazos abiertos, pero lo que se lleva en un topetado suicida. Ambrose confirma su amor por The Shield.

Pero, sobre todo, lo confirman sus compañeros al final de la lucha. Braun empieza a correr alrededor del ring, como a él le gusta, aplastando a Rollins y Roman. Va a hacer lo mismo con Ambrose, pero el samoano le salva, aplastando a Strowman con un Spear, debido al cual, ambos atraviesan las barricadas. Y, cuando los otros dos rudos van a acabar con él encima del ring, aparece Seth para aplicar una SuperKick sobre Drew, aunque se lleva una de Dolph. Con el sacrificio de sus compañeros, Ambrose se ha quedado sólo en el ring con el rubito, y le derrota a través de un Dirty Deeds.

La lucha es puro Storytelling, como le gusta a WWE. La historia que se cuenta está bastante bien. Victoria para The Shield en su última reunión en, posiblemente, mucho tiempo.

Puntuación: ***1/2

sábado, 27 de octubre de 2018

Leakee vs Leo Kruger, FCW 12/02/2012



Como todo el mundo sabrá ya, Roman Reigns se retiró del mundo del wrestling en octubre de 2018 para luchar contra la Leucemia. Por eso, he parado un poco el calendario que tenía previsto para el blog, con el fin de charlar un rato sobre este hombre, que ha sido la máxima estrella en el negocio del wrestling durante los últimos 4 o 5 años.

Como decía en el post anterior, no voy a dedicarle un especial, porque casi todas sus grandes luchas están ya en el blog. Está su lucha frente a Brock Lesnar en WrestleMania 31, sus luchas ante Aj Styles, el Fatal Four-Way de SummerSlam 2017, sus mejores combates en The Shield... hay material para entretenerse.

Pero sí que me apetecía verle en sus primeros años de entrenamiento en Florida. En artículo previo, comentamos una triple amenaza frente a los que serían, tiempo después, sus compañeros en The Shield, una batalla que debería haberse dado, algún día, en un WrestleMania, pero que al menos pudimos disfrutar también en el main roster en Battleground 2016. En esta versión de febrero de 2012, en FCW, Roman, con el nombre de Leakee, derrotó a sus oponentes para ganarse una oportunidad por el título principal de la escuela de Florida.

El campeón era Leo Kruger, posteriormente conocido como Adam Rose. Aquí era un hombre muy distinto, mucho más serio e intimidante. Tenía mucha más experiencia que Roman, ya que luchaba en Sudáfrica desde 1995, debutando a los 15 años, y había trabajado como comentarista en FCW, durante una lesión de cuello, por lo que suponemos que era mejor también con el micro. Antes de la lucha que comentamos hoy, ya había estado, incluso, de Dark Matches de Smackdown. Y, viéndolo frente a Reigns, la verdad es que los dos tienen un tamaño similar, pelo y barbas similares, y un estilo de lucha parecido. Incluso se puede decir que el físico de Kruger está más definido que el de Leakee. Por eso es tan llamativo que uno acabara siendo la máxima estrella de la empresa, mientras que al otro se le dio un personaje ridículo, y cero oportunidades antes de su despido. 

Leakee reta a Kruger por el Florida Heavyweight Championship una semana después de haber salido triunfante de esa triple amenaza. Es una lucha de vieja escuela, con mucho golpe, mucho puñetazo, y, en general, con movimientos muy básicos. No hay grandes florituras, pero todo es correcto. Los luchadores golpean bien, son hombres muy rudos. Llegando al final, Leo intenta poner a dormir al retador a través de su Sleeper Hold en varias ocasiones, pero sin éxito, hasta que es Roman el que comienza a usarla, a pesar del enfado del campeón. Leakee engancha bien el cuello de Kruger, pero este se retuerce para poner la espalda plana de su oponente, de tal manera que la cuenta llega a tres. Roman no se percata de esto, y sigue aplicando la Sleeper hasta que Kruger se rinde, pero el combate ya se había acabado. Leakee piensa que ha ganado, y se lleva un chasco al escuchar la sintonía de Leo.

La lucha no es mala, pero sí muy simple. Roman todavía no usaba su Super Man Punch, ni su Spear. Le quedaba mucho por aprender.

Puntuación: ***

viernes, 26 de octubre de 2018

Seth Rollins vs Dean Ambrose vs Leakee, FCW 05/02/2012



En el programa del pasado lunes 22/10/2018 de Monday Night Raw, recibimos una noticia que resultó chocante. Roman Reigns, principal estrella de de la WWE y actual Campeón Universal, anunció su retiro, esperemos que temporal, de los encordados. El motivo: padece de Leucemia.

Parece ser que Roman Reigns ya había padecido esta enfermedad en su etapa como jugador de fútbol americano, y la había derrotado con éxito. Pero uno no sabe cuándo pueden volver estas cosas. Ahora, en el mejor momento de su carrera, una vez derrotado Brock Lesnar, con la correa en su cintura y con cada vez más apoyo por parte de los fans, tiene que hacer un parón profesional para retomar la batalla contra la enfermedad. Hablar de una fecha de regreso es precipitado, porque ni siquiera sabemos el estado en el que se encuentra el mal, ni el tipo de Leucemia que padece. Podría ser algo mortal, en el peor de los casos, así que no vale la pena hacer hipótesis al respecto.

No vamos a hacer un especial como tal sobre Roman Reigns, sobre todo, porque la vida útil del blog ha coincidido con la mayor parte de la carrera de Roman en WWE. Los principales highlights de su carrera ya están en el blog. Sin embargo, quería aprovechar la ocasión para ver un par de cosas suyas en FCW, antigua liga de desarrollo de WWE situada en Florida. No espero gran cosa, porque Roman empezó desde cero en FCW, por lo que, a diferencia de sus compañeros de The Shield, no tiene ninguna experiencia en las ligas independientes. Pero, para que conste como homenaje, veremos dos luchitas de FCW, y su último gran combate en WWE Super Show-Down, en la última reunión de The Shield.

En febrero de 2012, Roman estaba en FCW, junto a los que serían sus compañeros en The Shield, Ambrose y Rollins. Pero no se llamaba todavía Roman Reigns, era conocido como Leakee, pues tenía un personaje de samoano fortachón. En esta época, esos tres hombres, antes de que existiera The Shield, se enfrentaron en una triple amenaza, en busca del Number 1 Contender por el Florida Heavyweight Championship, el título más importante de la empresa. El campeón en esa época era Leo Kruger, que sería conocido en el main roster como Adam Rose.

Eran otros tiempos. FCW no se parecía a lo que ha acabado siendo NXT. El perfil de luchador que se contrataba entonces era muy distinto, al de ahora, de ahí que los campeones fueran gente como Bo Dallas o Adam Rose. Los shows se emitían por la tele local, pero eran instalaciones pequeñas, en las que cabía muy poca gente, y no había un gran nivel de producción. Aunque WWE ponía su dinero ahí, FCW era, al fin y al cabo, un show indy.

Ante un público corto y no muy pasional, estos tres tipos se enfrentan en una lucha que resulta ser bastante mediocre. Tampoco se puede decir que Tyler Black y Jon Moxley fueran lo mejor del circuito independiente. Y el público no ayuda mucho. Ambrose le pone un poco de interés al match, porque está en rivalidad con William Regal, que hace de comentarista, así que tiene varios mensajes para él, como el uso del Regal Stretch. Roman, por su parte, aplica un doble Samoan Drop, sobre sus dos rivales al mismo tiempo, que queda muy bien, y gana al aplicar una especie de Bulldog sobre Ambrose, que debía ser su finisher entonces, de manera que luchará con kruger la semana siguiente. Veremos esa lucha en el siguiente post del blog.

Puntuación: **1/2

viernes, 24 de agosto de 2018

Roman Reigns vs Brock Lesnar, WWE SummerSlam 2018




La mayor fiesta del verano 2018 en WWE nos ha dejado varias cosas que hay que comentar, aunque hay mucha gente que dice que el evento fue una basura, en base, por supuesto, a los resultados (el campeonato de Reigns, el squash sobre Owens, la derrota de Ziggler...). Porque Internet es así de polarizante. De igual manera que todas las películas de DC Cómics se consideran malas y todas las de Marvel se consideran buenas, todos los combates en New Japan son de 5 estrellas, y los de WWE, basura. Nunca es la cosa, en realidad, tan simple, ni por supuesto, tan extrema.

En SummerSlam, todas las luchas fueron buenas, salvo aquellas que fueron squashes, que también juegan un papel en la cartelera. No todo pueden ser combates de media hora. Creo que poner ese tipo de resultados rápidos tuvo un buen efecto en el público, que aguantó las 6 horas de producto. Hace tiempo que WWE no tenía un público tan bueno en un PPV. Recordemos que este evento tuvo lugar en New York, misma ciudad en la que ocurrirá el próximo WrestleMania. Espero, entonces, que el próximo año no acabemos con un nuevo abucheo.

Hace mucho tiempo que digo que Roman Reigns debía vencer a Brock Lesnar, para convertirse en el gran Campeón Universal de esta era. Pero no ocurrió así en WrestleMania. Brock Lesnar va a volver a UFC, así que renovó contrato para tener unas pocas apariciones más hasta SummerSlam. Mantuvo el título en su cintura, aunque Roman Reigns lo soportó casi todo en WrestleMania. En Greatest Royal Rumble, en Arabia Saudí, se volvió a dar el choque, y Lesnar, esta vez debido a la suerte, salió, de nuevo, como campeón.

Y no había vuelto a luchar desde entonces. Lo que era muy malo para los PPVs de WWE, que sin el título máximo de la empresa, pierden mucho interés. En SummerSlam, Roman se convirtió, al fin, y por primera vez, en Campeón Universal. Mientras tanto, Lesnar se preparará para su retorno a las MMA en 2019. Eso sí, parece claro que el objetivo de La Bestia es ser campeón de WWE y de UFC al mismo tiempo. Sería divertido verlo, pero no por ahora, por favor.

Ya hemos hablado anteriormente sobre la rivalidad entre Roman y Brock, y esa historia en la que el primero acusaba a WWE de dar un trato de favor al campeón. La empresa ya se cansó del storyline, que era a todas luces ridículo. Durante los meses siguientes, Reigns se enfrentó a Bobby Lashley, en busca de un nuevo retador. El medio samoano ganó esa posición, así que la ya larga rivalidad quedó lista para sentencia en el PPV de agosto.

Después de no aparecer en WWE durante mucho tiempo, Lesnar llegó, enfadado porque Kurt Angle dijo que era el peor campeón de la historia. El General Manager se llevó un F5, y hasta Paul Heyman vio su integridad física amenazada. Lesnar se mostró más interesante que nunca con su violenta reacción, pero finalmente, todo fue una estratagema de su abogado, que aprovechó la situación para rociar al retador con un spray. Roman Reigns nunca ha conseguido ganar a Brock Lesnar, y esta es su última oportunidad., 

Por su parte, Braun Strowman es Mr Money in the Bank, y durante la noche, le pegó una paliza brutal a Kevin Owens, que aspiraba a robarle el maletín. De hecho, se especuló mucho en los medios, afirmando que el canadiense acabaría la velada como campeón. Nada de eso pasó. Braun llega al main event, para presenciarlo desde ringside.

Esta es una lucha muy cortita, como casi todas las de Lesnar, pero con una buena historia contada. Strowman llama a Lesnar algo así como "chico bestia", lo que le enfada muchísimo. Así que está bastante despistado, y le llueven Superman Punchs por parte de Roman, seguidos de varios spears. En el último, El Imperio Romano es atrapado por una llave de MMA de Lesnar, que hasta en dos ocasiones es transformada en Spine Buster.

Roman vuelve con su Spear, pero Brock se aparta y el técnico vuela hacia ringside, impactando en Braun. Lesnar baja a por él, pero quiere vengarse de Braun. Le pega un F5, le da mil golpes con su maletín, antes de lanzarlo por los aires. Y también le pega con una silla. Vuelve al ring, silla en mano, pero es recibido por un nuevo Spear de Roman Reigns. Y, encima, la silla le cae en la cara, al rebotar en las cuerdas. Roman gana, y se lleva el Campeonato Universal de WWE.

Buen producto, hecho en 6 minutos. Porque aquello de resistir 50 F5 y 50 Spears, ya se hizo, y no quedó bien. Esta vez se ha intentado contar otro tipo de historia, y ha resultado gratificante, aunque no sea gran cosa a nivel de wrestling. El público queda muy satisfecho, y apoya enormemente a Reigns. Strowman se queda con su maletín. Espero que lo cobre en el main event del próximo WrestleMania, sería el mejor momento para que se consolidase, como no pudo hacer Roman.

Puntuación: ***

martes, 17 de julio de 2018

The Undertaker, Braun Strowman y Roman Reigns vs Kevin Owens, Elias y Baron Corbin, WWE Madison Square Garden 07/07/2018



Recientemente, Undertaker volvió a aparecer en un Live Show de WWE en el Madison Square Garden, después de muchos años sin hacerlo. Hay varias cosas interesantes que comentar relacionadas con esto, así que me gustaría dedicarle el post de hoy a la cuestión.

The Undertaker tiene ya 53 años. Durante muchos años, se ha hablado de un posible retiro, pero este no acaba de darse nunca. Cuando uno tiene una gran pasión, es muy difícil olvidarse de ella, y pasar a hacer otra cosa.

Dada su carrera y el gran heat que supone para vender entradas, WWE siempre le ha dejado hacer lo que él quiera. En 2017, tras una humillante derrota en WrestleMania ante Roman Reigns, parecía claro que Undertaker se retiraría. Después de ese combate, el Enterrador dejó la ropa clásica de su personaje sobre el ring, y abandonó el edificio. Nada más se dijo, oficialmente, en todo el resto del año.

Parecía obvio que se había retirado. Pero, en su lugar, el Deadman se sometió a una importante cirugía para remediar algunos de los males que acarreaba como consecuencia de una tan dilatada carrera. Y parece que se sintió satisfecho por el resultado de la intervención, ya que 2018 está resultando un año mucho más atareado de lo que en él viene siendo habitual.

Undertaker venció a John Cena en WrestleMania, y a Rusev en Quatar. También está anunciado para un gran evento que WWE tendrá en Australia, en un estadio con capacidad para 100.000 aficionados. Allí, su rival será Triple H, y el combate se está vendiendo como el cierre de su histórica rivalidad. Además de todo esto, el 7 de julio de 2018 estuvo en un evento en vivo de WWE en el Madison Square Garden.

El MSG es uno de los estadios más importantes en la historia de WWE. Durante muchos años, supuso su principal fuente de ingresos. Así lo fue en la etapa pe-televisión, y pre-PPV. Todos los meses, WWWF o WWF presentaba sus shows mensuales, con su principal estrella en el main event, ya fuera Bruno Sammartino, Bob Backlund o Hulk Hogan. La capacidad de ese histórico centro es de unos 20.000 espectadores, así que, por la venta de entradas, la empresa conseguía unos ingresos similares a los que tiene hoy por hoy en un PPV.

Hace tiempo que WWE no lleva a cabo ningún gran evento en esa sede. Aún así, cada 3 o 4 meses tiene un Live Show en ella, al que siguen asistiendo entre 12.000 y 15.000 espectadores. Como digo, eso supone, más o menos, la misma venta de entradas que en un PPV normal de la empresa, y con costes de producción mucho menores. Eso significa que la compañía tiene que esforzarse por atraer a los fans, a pesar de que sólo se trata de un House Show.

Y, ahora mismo, WWE tiene problemas para encontrar grandes atractivos que vendan entradas. Porque sus dos principales estrellas, John Cena y Brock Lesnar, están muy ocupados con otras cosas. John está teniendo papeles cada vez más importantes en Hollywood, y Brock ya ha confirmado su regreso a UFC para enfrentar al campeón de peso completo, Daniel Cormier. No se sabe cuando volverá Cena a WWE, ni cuanto luchará Lesnar, que además, ahora cobra cantidades mucho más altas por cada aparición, y tiene el campeonato Universal secuestrado. En estas condiciones, WWE tiene que buscar otras atracciones para el respetable. Ronda Rousey luchó en el live show de marzo en en Garden, y en este de julio, lo hace Undertaker. Si en 2018 la empresa tiene que tirar del Enterrador para vender entradas, es que algo va mal en el cambio generacional.

Algo que parece una constante en el wrestling mundial. Recientemente, en un estadio de semejante capacidad, La Arena Mexico de la Ciudad de México, el Consejo Mundial de Lucha Libre consiguió una de las mejores entradas del año por una lucha en homenaje a Atlantis con 6 leyendas casi sexagenarias en el cuadrilátero: Atlantis, Octagón, Rayo de Jalisco Jr, vs Último Guerrero, Máscara Año 2000 y Fuerza Guerrera.

Con respecto al Garden, hay otro tema de actualidad muy interesante. El hecho de que ocurran eventos de otras empresas de wrestling. Hace un tiempo, se comentó que había una promotora que estaba intentando llevar a cabo un evento ahí, pero que WWE lo evitó, "con una llamada". Incluso se dijo que esa empresa era la mexicana Triple A. Porque los medios de wrestling mantienen una relación flexible con lo de decir la verdad. Finalmente, se supo lo que era previsible: que esa empresa es Ring of Honor. Ahora, se ha desbloqueado la situación y WWE ha dado permiso para que ROH, junto a New Japan Pro Wrestling, hagan un show conjunto en el Garden durante la semana de WrestleMania del próximo año 2019. Este evento tendrá lugar el día 6 de abril, la noche antes de WrestleMania.

Se ha criticado mucho a WWE por ejercer poder para evitar el crecimiento de otras empresas mediante acciones como esta. Pero lo cierto, hasta donde yo sé, es que WWE tiene un contrato con el Madison Square Garden para tener la exclusiva en lo respectivo a shows de wrestling en el edificio. De hecho, se cumplen 30 años desde que Vince llegó a un acuerdo con los directores del establecimiento. Por eso mismo, más que un boicot para que no se realice el evento, parece ser un detalle por parte de la empresa permitir hacerlo. Hubiera sido muy fácil para ella realizar el Takeover de ese día en el Garden. En cualquier caso, parece probable que Ring of Honor, ese día, supere los boletos vendidos por All In, que como sabrán los lectores, agotó sus 10.000 entradas en media hora, después de que se pusieran a la venta.

Y es que, parece haber cierto interés por parte de WWE por abrirse al mundo, y ofrecer en su network el producto de otras promotoras. Parece que Progress, Evolve o NOAH podrían haber negociado ya con Vince para hacerlo. Quizás, en esa compañía, se esté pensando que, mejor que tener el monopolio del wrestling, es tener el monopolio del streaming de wrestling, que sería interesante convertir a WWE Network en un verdadero Netflix de wrestling, con productos propios, y productos de Third Parties. En ese caso, potenciar otras empresas a lo mejor sería un buen negocio para WWE. Pero son especulaciones lejanas, y causadas por la aparente desidia de su propio producto.

En este Live Show de WWE en julio de 2018, Undertaker participa en una lucha de tríos. Hace equipo con las dos principales estrellas de la actualidad, Braun Strowman y Roman Reigns, para hacer frente a tres tramposos consumados: Kevin Owens, Elias y Baron Corbin.

Sobre Baron Corbin, hay que decir que ha abandonado el personaje de lobo solitario. Ahora resulta ser un contable. Cosas típicas de WWE. Qué horror.

La lucha es normalita, con Roman siendo el face que recibe el daño, y un Undertaker que protagoniza sus mejores movimientos ante Kevin Owens, demostrando que aún puede mover a su antojo a hombres muy pesados. Mediante el Tombstone, el Deadman da la victoria a su equipo.

Braun y Roman homenajean a Undertaker en el centro del ring. Este aprieta la mano del primero, y tras abandonar el ring el gigante, hace lo propio con Roman, a pesar de lo ocurrido en WrestleMania 32.

Puntuación: **1/2

lunes, 11 de junio de 2018

Brock Lesnar vs Roman Reigns, Steel Cage Match, WWE The Greatest Royal Rumble




En el anterior post publicado en el blog, comentamos la lucha entre Brock Lesnar y Roman Reigns en WrestleMania 34. Dijimos que la lucha no había sido tan mala, pero sí que estaba todo hecho de una manera muy rara, muy poco eficaz.

Unas semanas después, WWE tenía un evento en Arabia casi tan importante como WM. Porque la empresa ha firmado un acuerdo con ese reino para presentarse allí regularmente durante los próximos 10 años, a cambio de 200 millones de pavos. Este hecho, sumado a la cantidad que la Fox le va a pagar por emitir Smackdown a partir de 2019, que debe ser como el doble de lo que está recibiendo actualmente, constituye una situación financiera excelente para la compañía, y además, muy diversificada. Vince debe ser un genio, si ha convertido este espectáculo circense en algo que merece tanto dinero.

Supongo que por eso Vince aceptó las excesivas exigencias de Brock Lesnar para renovar su contrato. Realmente, hoy en día, podría pagarle mucho más. Y le necesita. En eventos como este, tienen que estar los mejores, y no hay muchas estrellas jóvenes que atraigan al público. En Arabia, además del roster principal y algunos luchadores de 205 Live y NXT, estuvieron Lesnar, Undertaker, Chris Jericho, Rey Mysterio, Shane McMahon, Triple H, John Cena, The Great Khali, Kurt Angle y Mark Henry.

En ese evento, Roman Reigns y Brock Lesnar se volverían a enfrentar, con el título máximo, de nuevo, en juego. Entonces, yo pensé que ese había sido el motivo de que Lesnar retuviera en WrestleMania. En Arabia, alejados del odio que se cultiva en Internet, los aficionados darán su amor a Roman sin ningún tipo de dudas. Además, en ese evento, la lucha tiene lugar dentro de una Steel Cage, de manera que Reigns podría vencer a Lesnar sin tener que cubrirlo. De hecho, aunque antiguamente las Steel Cages era muy importantes, hace tiempo que se usan para dar victorias a luchadores sin que el contrincante quede en mal lugar. Así, si Roman Reigns tenía que convertirse en campeón, The Greatest Royal Rumble era un lugar propicio. No fue así.

Antes de WrestleMania, se había empezado a cuajar un storyline, según el cuál, Lesnar se presentaba en WWE cuando le daba la gana, y Vince se lo permitía todo. Tras caer derrotado en el mayor evento de todos, Roman volvió a hacer referencia a este asunto, que obviamente, nunca ha funcionado entre los aficionados.

Básicamente, durante semanas, el ex miembro de Shield apareció para hablar de Lesnar, para decir que él merecía ser campeón, y que Brock está en la posición en la que está gracias al hecho de que es un "Vince Guy", un chico de Vince, y que se ve beneficiado por ser del agrado del chairman. Y es una storyline que me enfada hasta a mí, que suelo verlo todo con gran distancia.

Ni siquiera porque sea verdad o mentira. Porque es una storyline, y no tiene que ser real. Pero es que no lo es ni en la ficción. Porque Lesnar es el bicho más dominante de la historia. Ha vencido a todos y a todo, sin usar una maldita trampa, humillando a grandes luchadores, incluso. ¿Cómo puedes poner en duda su posición y su título, independientemente de que se salte algún Raw o no, si aniquila a todo el mundo fácilmente?

Incluido Roman Reigns. Porque Lesnar le pegó una paliza incontestable en WrestleMania, y da igual la reacción del público. Porque, recordemos, todavía, en el kayfabe, las luchas son reales. Entonces, en un mundo en el que las luchas son reales, ¿Cómo puedes poner en duda a aquél que te ha dado un palizón de ese tipo?

A no ser que se salga del kayfabe, y critique a Vince y Lesnar por acordar que se mantenga como campeón, en contra de todos los planes, y apareciendo mucho menos en TV ahora. Pero entonces es más ridículo todavía, porque, fuera del kayfabe, en un mundo en el que se puedan criticar las elecciones incorrectas, él sería el más criticable, y el principal "Vince Guy". Entonces, ¿Qué es esta storyline, que no se mantiene por ningún sitio y desde ninguna perspectiva?

Como veremos a continuación, Lesnar ganaría la Steel Cage en The Greatest Royal Rumble. Pero lo haría al caer ambos fuera de la jaula, por ser él el que tocó primero la arena. Ahora, Roman tenía una excusa para decir que no era campeón por culpa del poder beneficiando a Lesnar. Y es más estúpido aún. Porque, cualquiera que viera la lucha, sabía que Reigns había aplicado una Spear a Lesnar, y habían salido despedidos de la estructura, tocando primero el suelo la espalda del campeón. Pero Reigns argumentó que la victoria debería ser para el primero en poner los pies en el suelo, y los pies de Brock aún estaban sobre el trozo de metal que se levantaba unos palmos del suelo, cuando los suyos estaban ya tocándolo. Qué tontería. ¿Quieres defender que debes ser el campeón por encima de una bestia invencible, por algo tan rebuscado como eso? Si esa promo la hace un rudo, sería correcto, pero, ¿Por qué la hace Reigns? Un héroe no debería querer ser campeón sin ser capaz de vencer a su contrincante.

Sobre la lucha, cabe destacar, como digo, la reacción del público árabe, muy a favor de Roman. El combate no está mal, es mucho más reñido que la de WrestleMania, con Super Man Punches del aspirante, contra los súplex de Lesnar. Hay intentos de huida de la jaula que no están mal, uso de sillas, y un momento bueno en el que Heyman le cierra la puerta en la cabeza a Roman, después de una buena Power Bomb de este.

Reigns consigue lanzar a su oponente una y otra vez contra la jaula, hasta que aplica Spear y salen volando ambos, como comentaba antes. La Espalda de Brock es lo primero que cae, si bien hay metal entre el suelo y él, y es proclamado ganador sin duda alguna por los referees. La sensación es que la lucha podría haber sido bastante buena si hubiera seguido adelante.

No sabemos si Roman será el elegido para vencer a Lesnar, o cuanto tiempo durará este en WWE y con cuánta frencuencia luchará. Lo seguiremos comentando.

Puntuación: ***1/4

sábado, 9 de junio de 2018

Roman Reigns vs Brock Lesnar, WWE WrestleMania 34




Teníamos, todavía, pendiente, el main event de WrestleMania 34: la lucha entre Roman Reigns y Brock Lesnar por el Campeonato Universal de WWE. Un tema polémico, por las reacciones del público frente al de origen samoano. WWE se empeña que en sea la cara de la empresa, pero una buena parte del WWE Universe no lo quiere.

Se dice que es un caso similar al de John Cena. Pero hay matices importantes. La mitad del público, los seguidores más hardcore, normalmente varones de cierta edad, lo odiaban. Pero la diferencia con respecto a Reigns es que la gente odiaba a Cena, no a la empresa. Llenaban las arenas por verlo perder, por cantar en su contra, por el sueño lejano de que hubiera un nuevo campeón. Y, finalmente, tras muchos años y un millón de grandes luchas, todo el mundo respeta a John. Aunque canten "John Cena Sucks", ya no creen que apeste, es sólo un rito.

El problema con Reigns es que, cuando la gente pita, no le pita a él. Pita a la empresa. Ni siquiera van a los estadios a verle perder. No les importa si gana o pierde, lo único que ocurre es que no quieren verlo. No es lo mismo.

En realidad, esta reacción tampoco es tan explícita ni unánime. Los medios especializados en wrestling no suponen el epítome paradigmático del periodismo. Se comportan como fans, se retroalimentan con los siempre violentados comentarios y tweets, y repiten y traducen rumores como si fueran noticias reales. Son capaces de mostrar a unos pocos seguidores dejando el estadio en Backlash, y de crear una gran polémica desmedida sobre el hecho de que WWE está en la ruina. Pero cada vez llega más pasta a los bolsillos de Vince.

Porque Reigns tiene muy malas reacciones el los grandes eventos, sobre todo en las ciudades con más tradición de Wrestling. Pero en los programas de Raw, y en los eventos en el extranjero, y probablemente, en los eventos en vivo, Roman tiene reacciones mucho mejores, y seguramente está vendiendo mucho merchandising.

Además, WWE ha hecho un buen trabajo manteniéndolo durante buena parte del año alejado del título, para que la gente no se canse de él. Pero, cada año, cuando llega WrestleMania, está en el puesto más alto. Y los fans que acuden a WrestleMania son tipos a los que no les cae muy buen  este luchador. Son los que más pagan, a los que más les gusta el wrestling, y por tanto, los que más odian a Roman Reigns. Entonces, cada año, ver el main event de WrestleMania se está convirtiendo en algo muy desagradable, muy triste, muy violento. Si, antes, el final de un WrestleMania era un momento para enmarcar que quedaba en el subconsciente colectivo, últimamente está siendo muy oscuro.

WWE tiene que hacer algo con esto. Se dice que Vince es un cabezón, que no da su brazo a torcer, y se empeña en tener como estrella de la compañía a una persona a la que no quiere nadie. Pero, en realidad, no acaba de arrancar. No acaba de convertirse en el gran campeón, en vencer a todo el mundo. Y las medias tintas tampoco son buenas. O se le abandona al midcard definitivamente, o se le da el título para meses y meses. Pero no se puede hacer lo que se está haciendo.

Porque si fuera campeón durante un año, ahora sí, la gente esperaría cada programa para verle perder. Pero no ocurre, y no acaba de cuajar la cosa. En Backlash 2018, WWE nos dio un main event entre Roman Reigns y Samoa Joe, con NADA en juego. La gente no se fue porque estuviera harta de WWE. Se fue porque no había motivo para quedarse, y así se ahorraban los atascos de después del evento.

Porque no había título en juego. Ni una rivalidad. Ni una posibilidad futura, ni una estipulación. Ni siquiera era una lucha nueva: había ocurrido muchas veces en RAW. Da igual la calidad del combate. ¿Para qué te vas a quedar? WWE tuvo la oportunidad de poner un AJ vs Nakamura en el main event,  de darles tiempo y un buen final, y así, convertir a Backlash 2018 en el día de la gran lucha histórica entre estos dos guerreros. WrestleMania y The Greatest Royal Rumble habían tenido muchas estrellas de tiempo parcial, y Money in the Bank tendrá dos luchas de escaleras, y a Ronda Rousey. Backlash podría haber significado algo, podría haber pasado a la historia si se hubiera usado la cabeza. Pero no hay de eso. Nadie recordará, jamás, WWE Backlash 2018.

En el próximo post hablaremos de la siguiente lucha entre Roman y Lesnar, en Greatest Royal Rumble. Y, entonces, nos referiremos también a ese ridículo storyline en el que Roman dice que Brock es campeón porque es un "Vince McMahon Guy". Pero hoy vamos a centrarnos en el main event de WrestleMania 34.

En WrestleMania 31, Roman Reigns se presentó como aspirante al título de WWE, en manos, entonces, de Brock. Tuvieron una lucha muy interesante, muy buena, que fue rematada por la aparición sorpresiva de Seth Rollins que, cobrándose el maletín de Money in the Bank, se unió a la contienda, la convirtió en una Triple Thread Match, y la ganó. Fue un gran final de WrestleMania, de esos que ya no existen, por lo que hemos comentado anteriormente.

El caso es que las cosas entre Lesnar y Roman Reigns se quedaron a medias. Y no se movieron hasta mucho tiempo después. Hubo luchas titulares en las que ambos estuvieron presentes, pero no solos. Hasta que llegó la temporada de WrestleMania 34. Lesnar, es campeón desde que derrotara a Goldberg en WrestleMania 33, y Roman se ganó su plaza de aspirante al salir ganador de una Elimination Chamber. La historia entre ambos podría, de esta manera, terminar.

El contrato de Lesnar acababa tras WrestleMania 34. Y como había hecho un par de años antes, empezó a hacerse fotos con Dana White, y a especular con un posible regreso a UFC. Seguramente ese regreso se dará, pero lo más probable es que Lesnar lo compatibilice con sus luchas en WWE. Porque es Lesnar, y la gente como él, puede hacer lo que quiera en la vida. Honor a quien honor merece.

Los medios de comunicación dieron por hecho que Brock se iba de WWE. Sus luchas previas en House Shows fueron muy cortitas, simples squashes. Y también se ausentó de varios programas de RAW para los que estaba anunciado. Todo era, en realidad, una estrategia para sacarle más pasta a Vince, y para conseguir más libertad para luchar en MMA. Y consiguió ambas cosas. Con su nuevo contrato, y con la enorme cantidad de dinero que se va a llevar por cada aparición, es probable que sus apariciones, a partir de ahora, sean contadas.

Pero sigue siendo campeón. Porque ganó su combate frente a Roman Reigns en WrestleMania. Dado que la renovación se llevó a cabo pocas horas antes del evento, es posible que este resultado fuera un cambio de última hora. Quizás, por eso, la lucha quedó tan rara. La familia de Roman Reigns estaba en las primeras filas. Se dijo en su día que se enfadaron mucho con la derrota del chico en WrestleMania 31. Y son todos muy grandes y fuertes. Esta vez, el disgusto sería aún peor, aunque antes, en la noche, habían podido ver a Nia Jax convertirse en campeona al vencer a Alexa Bliss, con esa interesante historia que tuvieron relacionada con el Bullying.

Creo que hubiera sido buena idea que la historia acabara así, con Reigns venciendo a Lesnar y convirtiéndose en Campeón Universal. Ya sé que enfadaría a mucha gente, pero es lo lógico para la historia. Es posible, tal y como están avanzando las cosas, que eso ocurra, finalmente, en SummerSlam.

Creo que la lucha entre Roman y Brock en WrestleMania no es tan mala como se dice. Y tampoco la reacción primaria del público hacia ambos es tan negativa. Creo que va empeorando, porque nadie entiende la historia que se está intentando contar. Y eso es porque no se está contando bien, o porque la gente iba muy predispuesta a ver a Roman ganar y a enfadarse por ello.

La cosa no empieza mal. Roman ataca con buenos KO Punchs, seguramente intentando emular la estrategia que llevó a cabo en WrestleMania 31, y gracias a la cual, pudo presentar batalla ante el aparentemente invencible Lesnar. Como entonces, consigue lanzarlo contra el poste, aumentando su dolor en la cabeza.

Brock está fuerte. Hoy pega especialmente duro. Hay un rodillazo que casi mata a su rival. Pero comienza a aburrir al público con su súplex city.

Después de un pequeño comeback de Roman, con los citados KO Punchs, Brock lo agarra y aplica F5. Como no es suficiente para ganar, aplica un montón de ellos. Cada vez que Reigns se recupera, el público se enfada un poquito más.

Porque, a estas alturas, los aficionados tienen la idea de que Reigns va a soportar lo que no ha soportado nadie, ganar el título y proclamarse Super Saiyajin Legendario. Lesnar aplica un F5 sobre la mesa de comentaristas, y más sobre el ring. Como Roman no se rinde y Brock está muy enfadado con la reacción del público, se quita la codera y pega codazos a su contrincante como si esto fuera un combate de MMA. Le abre una brecha en la frente, y la cara de Roman queda sumida en un mar de sangre.

Con la cara roja, Reigns aún tiene un gran comeback final, con el que consigue aplicar dos Spears. El público teme que gane. Cuando va a por la definitiva, se impulsa dos veces contra las cuerdas, como hizo cuando derrotó a Undertaker, pero es recibido con un nuevo F5, que ahora sí, acaba con toda su resistencia. Hay que decir que el público reacciona muy buen con el comeback final de Reigns.

La lucha no está mal. Al menos tiene una historia, que es más de lo que pueden decir la mayoría de las luchas. Pero les enta y... rara. Desde luego no es lo que quería ver la grada.

Puntuación: ***1/4

sábado, 3 de marzo de 2018

The Miz vs Finn Balor vs John Cena vs Roman Reigns vs Seth Rollins vs Braun Strowman vs Elias, WWE Elimination Chamber 2018



En el anterior post, repasamos el Elimination Chamber femenino del evento homónimo de WWE en 2018. Resultó ser una muy buena lucha. Pero, también hubo un combate masculino dentro de la estructura de metal. Veamos qué tal salió.

Shinsuke Nakamura ganó el Royal Rumble Match de 2018, y es considerado como el mejor RR de la historia. Roman Reigns ha ganado el Elimination Chamber, y muchos dicen que es este el peor combate de este tipo desde que se inventó. ¿Tenemos, de nuevo, un caso de evaluaciones sesgadas por los favoritismos de los influencers?

Sí, y no. Aquel Rumble era muy bueno (aunque no tanto) y este Elimination Chamber es bastante malo (aunque no tanto). Busquemos las claves de este resultado tan mediocre.

Por primera vez, WWE ha metido a siete tipos en una jaula. ¿Para qué? Para nada, en la lucha no pasa nada especial por tener a 7 personas. Simplemente, al empezar el match, hay tres tipos, en lugar de dos. La mayoría de los miembros se han visto las caras antes o después, pero no hay ninguna historia abierta, ahora mismo, entre ellos. O, desde luego, no la hay dentro de la jaula. Además, los 7 batallaron, en lunes anterior, en un difícilmente explicable Gauntlet Match en el que todos quedaron mal, porque todos acabaron derrotados, salvo Strowman, cuyo único papel consistió en vencer a The Miz, algo que no requiere demasiado esfuerzo.

Rollins, Balor y Miz comienzan luchando. No es que sea mala lucha, pero no tiene alma. No se usa la jaula apenas en toda la batalla. Quizás un poco al final. Y el público es un desastre, como en gran parte del evento. Se nota que se vendieron pocas entradas, y que muchas se compraron por una oferta de última hora de dos por uno. Mientras la comunidad de Internet exige que se le den oportunidades a jóvenes atletas sin personalidad sólo por sus capacidades físicas, el público que de verdad cuenta, el que paga los boletos, no va a los estadios. Eliminar el kayfabe significa eliminar los sentimientos del público con respecto a los luchadores y las storylines. Si al público no le importa lo que pasa, por muy entretenido que sea, y por muy buenas que sean las peleas, no se va a gastar el dinero. Para encontrar simple entretenimiento, tiene opciones mucho mejores. Y si la gente no va al estadio, las luchas no pueden ser buenas, porque una lucha en silencio es insoportable.

Entra Cena, y entra Reigns. Los luchadores siguen peleando, como si esto no fuera un elimination chamber, como si fuera la típica batalla grupal de Raw, pero sin el público de RAW. Sólo hay un par de cosas buenas, que vienen de parte de The Miz, que es el único que tiene algo dentro. La gente se ríe, cuando este intenta aliarse con Rollins para atacar a Balor. Obviamente, el miembro de The Shield se niega. No tarda mucho, el rudo, en intentar aliarse con el líder del Balor Club, e incluso intenta hacer el "Too Sweet" con él. Después, cuando ya están Cena y Roman en la jaula, golpea a todos con la Yes Kick que le robó a Daniel Bryan. Es curioso que el público disfrute más con el único rudo que con el resto, que son todos técnicos.

Pero entra Braun Strowman, que arregla un poco la lucha. Destroza a todos, y deja un reguero de cuerpos a su paso. Pero muy lentamente. Se nota a kilómetros que está haciendo tiempo para que salga Elias. Mala actuación, y mucha pasividad por parte del resto. La mayoría de los luchadores se tiran todo el combate tumbados en el suelo, tras recibir daños que, en realidad, no eran tan duros.

Strowman se cansa de esperar, y elimina al Miz con su Running Power Slam. En un buen segmento, recibe los finishers de todos, pero no recibe el conteo, porque está en la parte metálica exterior, y ahí no se puede hacer. Es raro, porque juraría que he visto a gente ser eliminada justo ahí en otras ediciones. 

Strowman va eliminando a todos de la misma manera. Cae Elias, y cae también Cena, que nuevamente, es derrotado sin la menor transcendencia. Esta es la manera en la que se tira abajo una leyenda construida durante 15 años. Finn Balor opone más resistencia, pero también cae. Rollins y Reigns se unen contra Strowman, y tienen posibilidades de ganarle. Pero acaban luchando entre ellos, porque no tienen ni pizca de conocimiento. Running Power Slam para Rollins, que queda fuera.

Todos sabíamos que, en WrestleMania 34, Reigns se tiene que enfrentar a Lesnar para, por fin, ganarle y ser el Dios de la Tierra. Strowman se ha mostrado como un gran monstruo, invencible, pero comete un gran error. Se lanza contra reigns, y se come la cabina de metraquilato, pegándose un buen golpe en la cabeza. Esto lo aprovecha muy bien Roman para golpearle con varios Super Man Punch, y rematarle con dos Spears.

Gran final para una lucha que era desastrosa. Lo arregla un poquito. Ya sé que a mucha gente le enfada que gane Roman, pero era lo que tenía que pasar, y lo que tiene sentido en la historia. La parte final sí que levanta un poco al público, y la victoria de Reigns es bien recibida. Creo que Roman vencerá a Lesnar en WrestleMania, y tendrá un reinado largo que le situé como la gran estrella de esta época, y eso será muy bueno para los negocios.

Lesnar se ha escaqueado últimamente de algún programa de Raw. Su contrato espira tras WrestleMania, y se dice que podría dejar WWE para irse a UFC. Se ha hecho alguna foto con Dana White. Pobre, el dueño de UFC, parece que Brock le está utilizando, como hizo la última vez que tuvo que renovar contrato con WWE, para sacarle algo más de pasta al pobre Vince. El caso es que, cada vez que lo hace, todo el público se lo traga, y se cree que se va a ir de WWE. Y quizás lo haga si no le dan lo que quiere, pero su estrategia es obvia.

En cualquier caso, su hegemonía acabará, y llegará la de Roman, que ha sido pospuesta demasiadas veces. En cuanto a Strowman, su rol de monstruo destructivo no queda dañado, después de eliminar a 5 hombres, y darle una paliza a Roman tras la lucha. Lástima que, seguramente, lo dejen en un segundo plano en WrestleMania. Se merece una lucha importante ya.

Puntuación: ***