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jueves, 14 de marzo de 2019

Neville vs Austin Aries, WrestleMania 33 Kickoff



Al fin, después de 14 meses sin luchar, PAC volvió, a finales de 2018, a los rings. Y, desde entonces, se ha convertido en una de las principales atracciones de los territorios independientes, luchando, sobre todo, en Dragon Gate, y ya con un contrato firmado con AEW.

PAC, con el nombre de Adrian Neville, tuvo un paso por NXT muy destacable. Su reinado es de los mejores en la historia de la marca amarilla de WWE. Pero, cuando subió al roster principal, se encontró con la forma de bookear del equipo de Vince McMahon. En Raw, era el tipo chiquitillo que daba muchos saltos, que un día tenía una buena lucha, y el siguiente, hacía de jobber. O sea, el mismo papel que jugaron Evan bourne y tantos otros.

Y WWE creó 205 Live, la única hora de wrestling en directo semanal que hay en su plataforma web. Y, aunque hoy me parece un buen programa, que no tiene nada que envidiar a la división junior de NJPW, o la la división crucero de WCW, independientemente de su audiencia o la escasa importancia que le de la empresa, por esa época, no me interesaba demasiado.

Entonces, dado que no había planes para Neville, y que los luchadores de 205 Live aparecían en Raw, WWE lo movió a la división crucero. Sin mucha dificultad, se convirtió en campeón, y, con un personaje Heel, se autoproclamó Rey de los Cruceros.

Con eso, el título ganó mucho interés. Sus luchas frente a Ric Swann y Jack Gallagher en PPV fueron realmente buenas, y de cara a WrestleMania, comenzó una rivalidad con Austin Aries, que había pasado de NXT a la mesa de comentaristas, y con el que empezó a pelear durante entrevistas. En ellas, PAC intentó abusar de él, verbal y físicamente, pero Aries se reveló como un posible candidato a quitarle el título.

Ambos, acabarían hartos de su papel en la empresa, y se irían. Y, realmente, son dos luchadores sensacionales, que tienen todo el trabajo  que quieren, donde quieren, aunque no sé si ser la gran estrella de Dragon gate o Impact Wrestling puede compararse a luchar en un estadio, y con un ambiente, como el que les rodea en su lucha en el Kickoff de WrestleMania 33, que es la lucha que comentamos hoy.

Porque, cuando ocurrió esta rivalidad, me quedé con las ganas de revisar una lucha de la misma. Y, cuando decido escribir sobre un combate, aunque no saque tiempo para hacerlo, ese combate queda en mi lista mental de luchas pendientes. Ahora que PAC vuelve a luchar, tengo una excusa, porque hay más luchas suyas que es necesario ver. Así, le dedico unos días seguidos.

Las carreras de los dos protagonistas de hoy, repuntaron mucho en su regreso al mundo independiente. Aries se fue inmediatamente, tras la rivalidad, y fue muy bien acogido fuera de WWE, llegando a portar 5 correas de campeón simultáneamente. Sin embargo, a finales de 2018, perdió el Campeonato Mundial de Impact Wrestling, y nada más acabar la lucha en cuestión, se levantó y se fue de la arena, sin vender el dolor ni nada. Cometió lo que se considera una gran falta de profesionalidad, y después, desapareció, luchando, a partir de ahí, en Hawái y Australia. Supongo que se puede considerar un periodo vacacional.

Por su parte, Neville siguió siendo el King of Cruserweights durante unos meses, hasta que Kalisto y Enzo Amore llegaron a la división. El segundo, un tipo bastante deleznable, pero con buen uso del micro, se convirtió en campeón, y eso enfadó a Neville, que decidió dejar la empresa. En este caso, WWE no le concedió el despido.

Durante mucho tiempo, se escucharon rumores sobre su regreso. Se dijo que tendría un personaje similar al de Hurricane Helms, pero la cosa se volvió a poner fea. Durante más de un año, se negó a hacer su trabajo, y no recibió la liberación hasta 14 meses después, en octubre de 2018.

Felizmente, recuperamos, ahora, a un gran luchador, que ya ha dado grandes combates ante Kzy, Will Ospreay o Walter. Pero, antes de ver estas luchas, quería cerrar su capítulo en WWE con el enfrentamiento citado ante Aries en WrestleMania 33.

Como se ha convertido ya en tradición, el Cruiserweight Title se juega en el Kickoff de WrestleMania, evento previo al magno show que se emite tanto en WWE Network como en Youtube, y con el que la empresa intenta atraer, todavía, a gente para que se suscriba a la plataforma antes de que empiece lo bueno. No hay mucha diferencia con respecto a estar en el show principal, salvo porque el estadio no está lleno aún, y porque, seguramente, los participantes en este combate no obtienen el bono de PPV. 

Seguro que ese pago menor no es del agrado de Neville y Aries, pero, por lo demás, hay que valorar el lugar en el que están. El estadio es inmenso, hay muchísima gente, que vive el combate con interés e intensidad. Está bien colocado en esa parte de la cartelera, es un sabroso entremés.

Y una lucha de verdadera calidad. Durante los primeros minutos de la misma, Aries y Neville nos proponen una lucha clásica de cruceros, con movimientos muy rápidos, vuelos, intentos de conteo... Lo que uno ama de esta división.

Hay una pequeña pausa publicitaria, para vender la Network y los muñecos de la empresa, que Neville aprovecha para calmar las cosas, castigando el cuello de su oponente con headlocks. En general, los movimientos de ambos son frontales. Esta parte de la lucha es más pausada, con un dominio muy claro del campeón, que Aries elimina con un veloz comeback, dando como resultado un 450 Splash, y un Last Chancery, con el que intenta hacer rendir a su rival. Pero no lo logra, dado que PAC se libra, usando un piquete muy sucio a los ojos del atacantes, seguido de un golpe en la cara con las cuerdas, más sucio todavía. Con ese dolor en el rostro, Austin recibe el Red Arrow de una forma muy impactante, y ahí terminan sus opciones.

Buena lucha, con más tiempo del que esperaba.

Puntuación: ***1/2

sábado, 17 de noviembre de 2018

The Dudley Boyz vs The Hardy Boyz vs Edge & Christian, WWF WrestleMania 17




Vamos a acabar el especial sobre los inducidos al salón de la fama de WWE en el año 2018, con una segunda lucha de los Dudley Boyz. Si en el anterior post comentamos el primer TLC de la historia, que tuvo lugar en SummerSlam 2000, hoy hablamos del segundo. Porque semejante éxito no podía quedarse ahí, tenía que ser disfrutado en el mayor evento de todos, ante el mundo entero: WrestleMania 17.

WrestleMania se había presentado, en los 80, como un espectáculo gigantesco, para decenas de miles de aficionados en un gran estadio. Pero, durante los 90, aunque siguió siendo el evento más importante del año, no tenía el aspecto de majestuosidad que tuvo al principio, o que tiene hoy en día. Aunque las historias finalizaban en él, y se daban grandes luchas, la asistencia era de unos 20.000 aficionados, y se daba en arenas más pequeñas. Eran tiempos de ver el wrestling por la tele.

Pero, en 2001, ya con la guerra de los lunes por la noche ganada, y un público potencial muy grande, Vince volvió a pensar en llenar estadios y montar la gran fiesta del entretenimiento deportivo, y celebró WrestleMania 17 en el Reliant Astrodome de Houston, Texas, ante 68.000 almas. Con gran éxito, fue un evento muy bueno, con un gran combate entre The Rock y Steve Austin, paradigmático de su era. También se enfrentaron Undertaker y Triple H en una buena Brawl, y Kurt Angle y Chris Benoit. Y, por supuesto, también ocurrió esta segunda TLC. Una gran cartelera.

Tal y como había pasado durante los meses anteriores a SummerSlam, entre este evento y WrestleMania, las tres parejas siguieron viéndose las caras. En especial, los Dudley y los canadienses lucharon muchas veces, incluyendo, casi siempre, a otras parejas o luchadores en la contienda. No podían faltar en WrestleMania, y si la lucha de SummerSlam había salido tan bien, ¿Por qué no repetirla?

En esta nueva iteración de la rivalidad a tres bandas, los 6 guerreros dan una lucha trepidante. No hay descanso, hay acción de principio a fin, aunque tiene un final un poco decepcionante. Comenzamos con ataques en equipo por parte de las tres duplas, hasta que los 6 suben a escaleras al mismo tiempo, en búsqueda del World Tag Team Championship. Al final, cada uno cae para un lado.

Uno de los grandes momentos de la noche llega cuando Jeff Hardy intenta ir de escalera en escalera para llegar a la que está en medio. Aunque las escaleras no resisten, vuelve a subirse, y se queda colgado de los títulos. Desde otra escalera, Edge aplica un Spear volador, maravillosamente bien aplicado, de gran belleza visual. Es un momento que queda grabado en el subconsciente de los fans, y que se repite una y otra vez en los highlights de la empresa.

Llegan refuerzos. Primero, aparece Spike Dudley, el tercer miembro de la familia, que destroza a Christian contra una mesa en ringside. Después, llega Rhino, en apoyo de los canadienses, que aplica Gore a todo el mundo, de manera que uno de los Hardy atraviesa una mesa. En apoyo de estos, llega Lita, que también hace lo suyo, pegando algún buen sillazo en toda la cabeza de los rivales. El público está que arde.

La verdad es que los tres hacen un buen papel, y es una pena que no puedan tener crédito por la calidad de la lucha, ya que no son participantes oficiales del combate. Los Dudleyz eliminan a Lita, aplicando un cruel 3D. Jeff, por su parte, se sube en una escalera y vuela sobre Spike y Rhino, que estaban sobre una mesa. Esta lucha es pura acción sin descanso.

Bubba y Matt suben en una escalera más grande, buscando las correas. Pero Rhino vuelve, y la empuja, cayendo los dos pobres hombres sobre un montón de mesas que están lejos, fuera del ring. El golpe es morrocotudo. Devon busca también los títulos, pero Rhino monta sobre sus hombros a Christian, y es este quien los agarra primero. Victoria para Edge y Christian, con la inestimable ayuda del Hombre Bestia.

La lucha es diversión pura. Como decía antes, da la sensación de que le faltan unos minutos; uno no espera que Christian coja las correas de una manera tan simple y rápida, sin ningún gran spot de por medio. Pero, si uno busca entretenimiento en esto del wrestling, pocas cosas habrá mejor que esta pelea.

Puntuación: ****

sábado, 9 de junio de 2018

Roman Reigns vs Brock Lesnar, WWE WrestleMania 34




Teníamos, todavía, pendiente, el main event de WrestleMania 34: la lucha entre Roman Reigns y Brock Lesnar por el Campeonato Universal de WWE. Un tema polémico, por las reacciones del público frente al de origen samoano. WWE se empeña que en sea la cara de la empresa, pero una buena parte del WWE Universe no lo quiere.

Se dice que es un caso similar al de John Cena. Pero hay matices importantes. La mitad del público, los seguidores más hardcore, normalmente varones de cierta edad, lo odiaban. Pero la diferencia con respecto a Reigns es que la gente odiaba a Cena, no a la empresa. Llenaban las arenas por verlo perder, por cantar en su contra, por el sueño lejano de que hubiera un nuevo campeón. Y, finalmente, tras muchos años y un millón de grandes luchas, todo el mundo respeta a John. Aunque canten "John Cena Sucks", ya no creen que apeste, es sólo un rito.

El problema con Reigns es que, cuando la gente pita, no le pita a él. Pita a la empresa. Ni siquiera van a los estadios a verle perder. No les importa si gana o pierde, lo único que ocurre es que no quieren verlo. No es lo mismo.

En realidad, esta reacción tampoco es tan explícita ni unánime. Los medios especializados en wrestling no suponen el epítome paradigmático del periodismo. Se comportan como fans, se retroalimentan con los siempre violentados comentarios y tweets, y repiten y traducen rumores como si fueran noticias reales. Son capaces de mostrar a unos pocos seguidores dejando el estadio en Backlash, y de crear una gran polémica desmedida sobre el hecho de que WWE está en la ruina. Pero cada vez llega más pasta a los bolsillos de Vince.

Porque Reigns tiene muy malas reacciones el los grandes eventos, sobre todo en las ciudades con más tradición de Wrestling. Pero en los programas de Raw, y en los eventos en el extranjero, y probablemente, en los eventos en vivo, Roman tiene reacciones mucho mejores, y seguramente está vendiendo mucho merchandising.

Además, WWE ha hecho un buen trabajo manteniéndolo durante buena parte del año alejado del título, para que la gente no se canse de él. Pero, cada año, cuando llega WrestleMania, está en el puesto más alto. Y los fans que acuden a WrestleMania son tipos a los que no les cae muy buen  este luchador. Son los que más pagan, a los que más les gusta el wrestling, y por tanto, los que más odian a Roman Reigns. Entonces, cada año, ver el main event de WrestleMania se está convirtiendo en algo muy desagradable, muy triste, muy violento. Si, antes, el final de un WrestleMania era un momento para enmarcar que quedaba en el subconsciente colectivo, últimamente está siendo muy oscuro.

WWE tiene que hacer algo con esto. Se dice que Vince es un cabezón, que no da su brazo a torcer, y se empeña en tener como estrella de la compañía a una persona a la que no quiere nadie. Pero, en realidad, no acaba de arrancar. No acaba de convertirse en el gran campeón, en vencer a todo el mundo. Y las medias tintas tampoco son buenas. O se le abandona al midcard definitivamente, o se le da el título para meses y meses. Pero no se puede hacer lo que se está haciendo.

Porque si fuera campeón durante un año, ahora sí, la gente esperaría cada programa para verle perder. Pero no ocurre, y no acaba de cuajar la cosa. En Backlash 2018, WWE nos dio un main event entre Roman Reigns y Samoa Joe, con NADA en juego. La gente no se fue porque estuviera harta de WWE. Se fue porque no había motivo para quedarse, y así se ahorraban los atascos de después del evento.

Porque no había título en juego. Ni una rivalidad. Ni una posibilidad futura, ni una estipulación. Ni siquiera era una lucha nueva: había ocurrido muchas veces en RAW. Da igual la calidad del combate. ¿Para qué te vas a quedar? WWE tuvo la oportunidad de poner un AJ vs Nakamura en el main event,  de darles tiempo y un buen final, y así, convertir a Backlash 2018 en el día de la gran lucha histórica entre estos dos guerreros. WrestleMania y The Greatest Royal Rumble habían tenido muchas estrellas de tiempo parcial, y Money in the Bank tendrá dos luchas de escaleras, y a Ronda Rousey. Backlash podría haber significado algo, podría haber pasado a la historia si se hubiera usado la cabeza. Pero no hay de eso. Nadie recordará, jamás, WWE Backlash 2018.

En el próximo post hablaremos de la siguiente lucha entre Roman y Lesnar, en Greatest Royal Rumble. Y, entonces, nos referiremos también a ese ridículo storyline en el que Roman dice que Brock es campeón porque es un "Vince McMahon Guy". Pero hoy vamos a centrarnos en el main event de WrestleMania 34.

En WrestleMania 31, Roman Reigns se presentó como aspirante al título de WWE, en manos, entonces, de Brock. Tuvieron una lucha muy interesante, muy buena, que fue rematada por la aparición sorpresiva de Seth Rollins que, cobrándose el maletín de Money in the Bank, se unió a la contienda, la convirtió en una Triple Thread Match, y la ganó. Fue un gran final de WrestleMania, de esos que ya no existen, por lo que hemos comentado anteriormente.

El caso es que las cosas entre Lesnar y Roman Reigns se quedaron a medias. Y no se movieron hasta mucho tiempo después. Hubo luchas titulares en las que ambos estuvieron presentes, pero no solos. Hasta que llegó la temporada de WrestleMania 34. Lesnar, es campeón desde que derrotara a Goldberg en WrestleMania 33, y Roman se ganó su plaza de aspirante al salir ganador de una Elimination Chamber. La historia entre ambos podría, de esta manera, terminar.

El contrato de Lesnar acababa tras WrestleMania 34. Y como había hecho un par de años antes, empezó a hacerse fotos con Dana White, y a especular con un posible regreso a UFC. Seguramente ese regreso se dará, pero lo más probable es que Lesnar lo compatibilice con sus luchas en WWE. Porque es Lesnar, y la gente como él, puede hacer lo que quiera en la vida. Honor a quien honor merece.

Los medios de comunicación dieron por hecho que Brock se iba de WWE. Sus luchas previas en House Shows fueron muy cortitas, simples squashes. Y también se ausentó de varios programas de RAW para los que estaba anunciado. Todo era, en realidad, una estrategia para sacarle más pasta a Vince, y para conseguir más libertad para luchar en MMA. Y consiguió ambas cosas. Con su nuevo contrato, y con la enorme cantidad de dinero que se va a llevar por cada aparición, es probable que sus apariciones, a partir de ahora, sean contadas.

Pero sigue siendo campeón. Porque ganó su combate frente a Roman Reigns en WrestleMania. Dado que la renovación se llevó a cabo pocas horas antes del evento, es posible que este resultado fuera un cambio de última hora. Quizás, por eso, la lucha quedó tan rara. La familia de Roman Reigns estaba en las primeras filas. Se dijo en su día que se enfadaron mucho con la derrota del chico en WrestleMania 31. Y son todos muy grandes y fuertes. Esta vez, el disgusto sería aún peor, aunque antes, en la noche, habían podido ver a Nia Jax convertirse en campeona al vencer a Alexa Bliss, con esa interesante historia que tuvieron relacionada con el Bullying.

Creo que hubiera sido buena idea que la historia acabara así, con Reigns venciendo a Lesnar y convirtiéndose en Campeón Universal. Ya sé que enfadaría a mucha gente, pero es lo lógico para la historia. Es posible, tal y como están avanzando las cosas, que eso ocurra, finalmente, en SummerSlam.

Creo que la lucha entre Roman y Brock en WrestleMania no es tan mala como se dice. Y tampoco la reacción primaria del público hacia ambos es tan negativa. Creo que va empeorando, porque nadie entiende la historia que se está intentando contar. Y eso es porque no se está contando bien, o porque la gente iba muy predispuesta a ver a Roman ganar y a enfadarse por ello.

La cosa no empieza mal. Roman ataca con buenos KO Punchs, seguramente intentando emular la estrategia que llevó a cabo en WrestleMania 31, y gracias a la cual, pudo presentar batalla ante el aparentemente invencible Lesnar. Como entonces, consigue lanzarlo contra el poste, aumentando su dolor en la cabeza.

Brock está fuerte. Hoy pega especialmente duro. Hay un rodillazo que casi mata a su rival. Pero comienza a aburrir al público con su súplex city.

Después de un pequeño comeback de Roman, con los citados KO Punchs, Brock lo agarra y aplica F5. Como no es suficiente para ganar, aplica un montón de ellos. Cada vez que Reigns se recupera, el público se enfada un poquito más.

Porque, a estas alturas, los aficionados tienen la idea de que Reigns va a soportar lo que no ha soportado nadie, ganar el título y proclamarse Super Saiyajin Legendario. Lesnar aplica un F5 sobre la mesa de comentaristas, y más sobre el ring. Como Roman no se rinde y Brock está muy enfadado con la reacción del público, se quita la codera y pega codazos a su contrincante como si esto fuera un combate de MMA. Le abre una brecha en la frente, y la cara de Roman queda sumida en un mar de sangre.

Con la cara roja, Reigns aún tiene un gran comeback final, con el que consigue aplicar dos Spears. El público teme que gane. Cuando va a por la definitiva, se impulsa dos veces contra las cuerdas, como hizo cuando derrotó a Undertaker, pero es recibido con un nuevo F5, que ahora sí, acaba con toda su resistencia. Hay que decir que el público reacciona muy buen con el comeback final de Reigns.

La lucha no está mal. Al menos tiene una historia, que es más de lo que pueden decir la mayoría de las luchas. Pero les enta y... rara. Desde luego no es lo que quería ver la grada.

Puntuación: ***1/4

viernes, 20 de abril de 2018

Charlotte Flair vs Asuka, WWE WrestleMania 34




El gran momento de Asuka ha llegado. La japonesa Kana llegó a WWE en 2015, y desde entonces no ha perdido ni un combate. Su racha ha superado a la de Goldberg claramente. Y, en el camino, se convirtió en la campeona de NXT, y en la ganadora del primer Royal Rumble femenino de la historia.

Aunque Asuka pertenecía a RAW, eligió luchar por el campeonato de Smackdown en WrestleMania, que estaba en manos de Charlotte. Y es que, lo que Asuka quería, de verdad, era un reto.

No hay una gran historia detrás de esta rivalidad. Ocurre lo mismo que en el caso de la lucha entre Nakamura y Styles: son dos faces que saben luchar. A veces, WWE también pone luchas en WrestleMania sólo para que sean buenas. Quizás, en el caso del Nakamura vs Styles, la cosa no salió tan bien, aunque el posterior turn-heel del japonés aumenta el interés de la rivalidad de cara al futuro.

La lucha entre Asuka y Flair no tiene ese componente al final, pero seguramente sea la mejor lucha del evento, a nivel técnico. El combate mixto de Ronda, Angle, Triple H y McMahon la supera como espectáculo en general, pero esta pelea es mejor a nivel de puro wrestling.

La Reina se enfrenta a La Emperatriz. La idea era que Flair nunca se había enfrentado a alguien como Asuka, pero esta tampoco había tenido un rival del nivel de la campeona de Smackdown. Y creo que la versión de la japonesa aquí es la mejor de cuantas he visto en WWE. Por fin la veo luchar con el espíritu asesino que promete su personaje.

Tenemos, al principio, buenos intercambios entre una y otra. Asuka golpea muy fuerte, con golpes muy stiff, y llaves de un gran nivel. Al caer contra las vallas protectoras, Charlotte se hace daño en el hombro, y Asuka lo señala con sorna. "Te va a costar caro".

En ocasiones, la cara de Charlotte informa de que, efectivamente, nunca se había enfrentado a un vendaval semejante. Pero ella no se queda atrás, y aplica buenos ataques a la nuca de la retadora. Vuela con un Moonsault, pero es recibida por un Triangle Shock. Charlotte lo transforma en Walls of Jericho, y tenemos varios buenos intentos de conteo.

Asuka se pone más brusca, con patadas asesinas, y buenos ataques al brazo. Pero ambas se hacen daño de verdad cuando Asuka se lanza con un súplex a ringside, en una caída muy peligrosa para atacante y atacada. Charlotte responde con un buen Spanish Fly, y también con un Spear poderosísimo. Después de semejantes ataques, Asuka pierde su primera lucha en WWE, al rendirse ante una Figura 8.

Muy buena lucha, aunque creo que debería haber durado unos minutos más para dar el salto de calidad que necesitaba. La rendición de Asuka ante la llave de su rival me parece demasiado rápida. Ni siquiera había recibido un sólo ataque previo en su extremidad.

Por otro lado, no tengo nada en contra de que Asuka haya perdido así el invicto, en un combate tan bueno e importante, y con una rival así, a la que hay que situar bien para que acabe enfrentándose a Ronda Rousey. No se puede comparar al caso de Goldberg, ni al de The Shield, grupo que fue vencido por primera vez, después de muchos meses, por una tercia secundaria (Christian y The Usos) en un programa de Smackdown, sin la menor repercusión.

El público está lleno de caras de sorpresa. Todo el mundo agradece el espectáculo con aplausos, y Asuka señala que Charlotte SÍ estaba preparada para ella.

Puntuación: ***3/4

domingo, 15 de abril de 2018

Daniel Bryan y Shane McMahon vs Kevin Owens y Sami Zayn, WWE WrestleMania 34




La siguiente lucha de WrestleMania 34 que vamos a repasar es aquella en la que se produjo el retorno oficial de Daniel Bryan a un ring. El American Dragon hace equipo con Shane McMahon para enfrentarse a Steengenérico. Sí, los hijos de Vince está ocupando, de pronto, las principales luchas de la empresa.

Daniel Bryan, considerado como el mejor luchador del mundo por mucha gente, llegó a WWE, y se convirtió en una gran estrella. Para un luchador indie de poco tamaño, fue un gran logro. Incluso la empresa estuvo en contra de ello. Creó un Storyline en el que el Dragón era traicionado por Triple H y La Autoridad, porque alguien como él no podía ser la cara de WWE. Randy Orton desempeñaría ese rol mucho mejor. Y la verdad es que esa Storyline  estaba totalmente relacionada con la realidad.

Fue el público el que tuvo que obligar a Vince a cambiar de opinión. Él supo tragarse su orgullo, e hizo que Bryan fuera el gran protagonista de WrestleMania 30. Luego, tuvo la gran suerte de que Danielson se lesionara, y pudo quitárselo de encima con una buena escusa. 

Pero Bryan ama el wrestling por encima de todo. Si no hubiera podido regresar a los encordados, hubiera acabado muy amargado, como le pasó a Bret Hart. Pero se hizo pruebas con montones de médicos, y estos le dieron el alta competitiva. El único que no se la daba era el doctor de WWE. Tras lo ocurrido con Chris Benoit, en la empresa cuidan su imagen por encima de todo, y no se arriesgarán a que nadie tenga una nueva oportunidad de decir que WWE se ha beneficiado a costa de su salud.

Vince puso a Bryan en un puesto de General Manager de Smackdown que resultaba frustrante tanto para los fans como para él mismo. Se acercaba el fin de su contrato, y Danielson tenía claro que lucharía en otro sitio tras su salida. Ante la posibilidad de que su competencia se convierta en competencia real gracias al apoyo de Bryan, finalmente, WWE le dio el alta competitiva. Ahora, podía volver a recibir ataques, y no huir del ring cada vez que algo se complicara. Temo que sea un truco de la empresa, para obligarlo a renovar su contrato, y, luego, buscar una excusa para declarar que sus problemas de salud han vuelto. Eso ya lo veremos. Por ahora, parece que luchará a tiempo completo.

Cuando era General Manager de Smackdown, se involucró en la rivalidad entre Shane McMahon y la pareja formada por Kevin Owens y Sami Zain. Bryan parecía apoyar a estos, y suponía un palo en la rueda para Shane. Desde hace mucho tiempo, se suponía que esta rivalidad llegaría hasta WrestleMania. Pero, cuando Bryan anunció su vuelta a los rings, de pronto, ya era totalmente bueno otra vez. No había ni pizca de la maldad que se intuía en los meses previos. Y no hay nada más aburrido que un babyface en WWE.

Como ya hemos comentado otras veces, la rivalidad comenzó entre Shane y Owens. Shane fue referee en la lucha de Kevin en la que peleaba por el US Championship en SummerSlam, frente a AJ Styles, y eso no acabó como al canadiense le hubiera gustado. Las riñas entre ellos fueron en aumento, hasta que explotaron en el famoso ataque de Kevin sobre Vince McMahon. Entonces, Owens dio un salto en su estatus como rudo.

Shane buscó venganza, y se enfrentó a Owens en un Hell in a Cell en el PPV homónimo. Pero, cuando realizó su salto desde la parte superior de la jaula, Sami Zain llegó para salvar al que había sido su gran rival, después de ser su gran amigo. McMahon se pegó, como siempre, un buen golpe, y perdió.

SteenGenérico volvió a unirse. Durante los meses siguientes, el dúo estuvo metido en muchas polémicas, jorobando al equipo de Smackdown en Survivor Series, y consiguiendo plazas titulares por el WWE Championship, gracias a la benevolencia de Bryan. Se llegó a hablar de que acabarían en el André the Giant Memorial battle Royal, y Owens llegó a sugerirlo, bromeando en Twitter. Pero era obvio que esta rivalidad tenía que llevarlos a WrestleMania.

Owens y Zayn son como perros rabiosos, y siempre estaban peleándose entre ellos. Shane impidio que alguno ganara en WWE Championship en Fastlane, y tras el evento, anunció una lucha entre ellos en WrestleMania. No se lo tomaron bien, y le metieron una buena paliza. Además, Shane sufrió otros problemas de salud graves, no relacionados con esto: una diverticulitis. Su participación en WrestleMania estaba en duda. 

Entonces llegó Bryan, anunciando su vuelta a los rings, y despidiendo a Owens y Sami. Tampoco se lo tomaron bien, claro. Bryan se llevó otra paliza, aunque, después de mucho tiempo, pudimos verlo defenderse. Después de esto, se anunció la lucha entre los dos dúos. shane y Bryan hicieron las paces, se abrazaron, y anunciaron que, si Sami y Kevin les vencían, recuperarían sus trabajos en Smackdown. 

Así que me esperaba que, en la lucha, Bryan traicionara a Shane, y así, los dos canadienses recuperarían su puesto. La historia requería que Shane y Bryan se enfrentaran en el futuro. Pero esa historia se cambió en cuanto Bryan recuperó su puesto de superestrella. También se habló de que sería Shane el que se convertiría en Heel. Pero nada de esto ocurrió en WrestleMania.

La lucha, como las anteriores que hemos comentado de este evento, es puro storytelling. Hay gente muy enfadada, pero bueno, en Internet, todo el mundo está enfadado siempre, porque no tiene delante a nadie que le cruce la cara. Desde luego, no es una lucha de 5 estrellas, pero nadie pretendía eso. Es parte del espectáculo de WrestleMania. Esto va de la maldad de Owens y Zayn, frente a dos hombres lesionados o enfermos. Lo importante es el sentimiento del público. A nadie se le pasó por la cabeza que esto sería la lucha del año.

Owens y Zayn atacan a Bryan antes de que la lucha comience. Lo estrellan contra el borde del ring, como hicieron en Smackdown. y lo dejan KO en ringside. Tiene que venir una camilla a por él, y Kevin bromea sobre el hecho de que está lesionado otra vez. Shane comienza solo.

La lucha está bien escrita, y todo sale como es debido. Shane es lanzado contra las vallas, junto a sus hijos, que observan en primera fila. Como ha tenido problemas intestinales, y muy serios, se duele del estómago. Sus dos rivales le torturan, golpeándole ahí muy bien. Kevin aplica un Sentón y un Frog Splash dolorosísimos. Como Shane ha vendido un dolor muy grande en esa parte de su cuerpo, cuando el espectador presencia esa clase de ataques, puede sentir el sufrimiento del millonario.

Shane está a punto de perder, pero es salvado in extremis por Bryan, que se ha recuperado del ataque recibido. Con verdadera violencia, Daniel ataca a sus dos rivales. Está como un toro, y resiste los finishers de ambos. Acaba haciendo rendir a Sami a través del Yes! Lock.

La lucha es buena. Utiliza de forma correcta la historia que había entre estos 4, y se aprovecha de las lesiones de los dos héroes. Como decía antes, no está pensada para ser una gran lucha, sino para generar el sentimiento de venganza y triunfo del bien contra todas las adversidades. No está mal.

Puntuación: ***1/4

viernes, 13 de abril de 2018

Ronda Rousey y Kurt Angle vs Triple H y Stephanie McMahon, WWE WrestleMania 34




Si ha habido un gran fichaje en WWE en los últimos años, ese ha sido el de Ronda Rousey. No solo ha sido campeona de UFC, sino que se ha convertido en una gran estrella, con su personaje de mujer más mala del planeta. Ha aparecido también en varias películas de gran renombre comercial.

El paso del boxeo o las MMA al wrestling siempre es posible. Cuando uno es un guerrero de verdad, resulta más creíble para el público verlo convertirse en un guerrero de ficción en el mundo de los encordados. Pero hay que entrenar mucho. Lo bueno de Ronda es que siempre ha sido una gran fan del wrestling, y eso es un gran aliciente a la hora de esforzarse.

En este WrestleMania 34, tenemos la continuación de dos historias que empezaron en WrestleMania 31. En el main event, Brock Lesnar y Roman Reigns vuelven a enfrentarse, después de que, hace tres años, Seth Rollins se metiera en la lucha que mantenían por el título. Pero, antes, Ronda y Kurt Angle se enfrentan a The Authority, Triple H y Stephanie McMahon.

O al menos eran The Authority en WrestleMania 31. Ahora han olvidado esa historia, pero no se han olvidado de Ronda. En WrestleMania 31, después de vencer a Sting, Triple H salió al ring a presumir un poco, junto a su señora esposa. Entonces fueron contestados por The Rock, tan gracioso como siempre, que apareció por sorpresa. Steff le paró los pies, y aunque The Rock se enfrentaría sin problemas con Hunter, no podía hacerle nada a una mujer. Cuando parecía que se iba, se acercó a las gradas, a saludar a la señora Ronda Rousey. Ante la algarabía del público, Ronda y The Rock atacaron a Triple H y Steff. Esta pudo huir in extremis. Pero esto no acababa aquí.

Durante años, se habló de una Mixed Tag Team Match entre ambas parejas. Pero tanto Ronda como The Rock han estado liados. Ahora, Rousey forma parte de WWE, pero después de la hernia que tuvo en su última lucha frente a Cena, The Rock no se sube a un ring. La cosa parecía imposible.

En Royal Rumble 2018, después de la primera edición femenina de la batalla real, apareció Ronda, para felicitar a la ganadora, Asuka. Y le dio la mano a McMahon, que estaba en la mesa de comentarios. Pero se podía cortar la tensión con un cuchillo de mantequilla. En los siguientes programas,  de RAW y el PPV Elimination Chamber, se confirmó que Ronda había firmado por WWE, y que lucharía en WrestleMania, y se lió la cosa, porque ella quería luchar con McMahon. Kurt Angle, General Manager de Raw, jugó el papel de The Rock, que está grabando alguna nueva película mala para niños tontos. Incluso se ha dicho que Batista podría haber sido el compi de Ronda. Pero no, finalmente, fue el campeón olímpico, que parece una opción más lógica, porque es un guerrero de éxito olímpico como la Bad Woman.

En Elimination Chamber, la tensión acabó con Triple H atravesando una mesa a manos de Ronda. The Game atacó varias veces a traición a Kurt. Aunque Hunter y McMahon son los jefes, Kurt es GM de RAW, y tiene cierto poder sobre los contratos de superestrellas que también tienen. Así, hizo oficial la lucha para WrestleMania.

Lucha que resulta ser sorprendentemente buena. Un espectáculo muy entretenido. Y es lo que los fans deberían esperar de este evento. En cada WrestleMania, como en cada película de Star Wars, los haters inhundan Internet bajo la consigna de que ha sido la peor edición de la historia. Pero no es un evento en el que haya que esperar luchas de 5 estrellas. Hay otras empresas para eso. Aquí hay que esperar storylines, fuegos artificiales, sorpresas y estrellas. Este Mixed Tag Team Match tiene todo eso.

Triple H y Steff tienen una entrada similar a la del año pasado, siguiendo a otras muchas motos. Pero, esta vez, McMahon no va en la moto de Triple H, lleva su propio vehículo. Se acabó eso que llaman ahora "micro machismo". Es una entrada bastante impresionante, porque están físicamente muy fuertes. La musculatura de Hunter ha aumentado mucho. Es un tipo al que el cuerpo le cambia mucho de año a año, pero está mejor que nunca. No empeora con la edad.

Ronda llega con una equipación que imita a su ídolo, Roddy Piper. Hubiera sido genial que ambos coincidieran en WWE. Kurt Angle llega con su música y el clásico "You suck!". A él no se le ve tan freso como a Hunter, y eso que se ha mantenido en activo más que él. Angle no se ha retirado nunca. Cuando dejó TNA, pasó a territorios Indies como WCPW, donde no tuvo malas luchas. Pero, sobre todo, más que físico, le falta algo anímico. Desde que volvió, ha estado en tres luchas de equipos, jugando un rol secundario, como decente General Manager de RAW. Parece un viejo porque está jugando el rol de viejo, y no le pega nada, ya que la intensidad ha sido siempre su principal arma. Espero que tenga una rivalidad seria de verdad pronto. Y si se puede pasar a rudo, mejor.

La primera parte de la lucha es una tag clásica con unos rudos muy rudos, y unos técnicos muy queridos. Toda la atención está en las chicas. Steff es una tramposa genial. Antes de que empiece el combate, agarra de la coleta a Ronda por la espalda, y la tira al suelo. Por supuesto, huye despavorida. Y es que, ante la obvia superioridad de la judoca, Steff ha vendido que esto no es una jaula, que este es su ring, que ellos han creado las reglas, y las conocen mejor que nadie. Y a eso juega McMahon hoy.

Durante esta parte del combate, Triple H domina a Kurt, gracias a las trampas de su mujer. La gente grita que quiere a Ronda, pero no hay forma de que el relevo llegue. Steff hace un papel genial.

Esto sigue así hasta que Triple H sale despedido a ringside. McMahon grita llena de pánico, porque el hot tag se acerca. Angle lo logra, y Ronda Rousey entra en el ring, dispuesta a matarla. El júbilo se hace patente en el estadio.

Ronda aplica algunos ataques no muy precisos, pero buenos para la experiencia de ambas. Busca la palanca al brazo que tantas victorias le ha dado en UFC, pero Stephanie se resiste como una fiera, y no le permite cerrarla. Le hace un piquete de ojos, y se lanza al ataque con un buen DDT y una llave a la espalda.

El duelo entre las féminas continúa. Steph ataca y desprecia a su rival, pero esta la detiene y aplica un slam bastante bueno, que no sé si tiene nombre aún. Interviene Triple H, que saca a a Ronda del ring. Angle ayuda a su compañera. Busca un Olimpic Slam en la mesa de comentaristas, pero Hunter lo lanza contra la posición de los narradores latinos. 

Tenemos ahora otro gran momento, con un enfrentamiento entre Triple H y Ronda. El referee trata de evitarlo, porque, según las reglas en WWE, los hombres sólo luchan con los hombres, y las mujeres contra las mujeres, de tal manera que, cuando hay un tag, lo hay en las dos esquinas. Triple H se hace el chulo con Ronda, pero esta le da una paliza, y cuando va a por el mismo Slam que le ha propinado a la jefa, esta salva a su marido. Stephanie huye de su rival.

Las dos mujeres quedan KO después de que Ronda se trague el poste, y los hombres pelean. Kurt aplica sus suplexs, y conecta su Olimpic Slam. Triple H sobrevive.

Aquí ya no tenemos ni idea de quien es el participante legal. Ni falta que hace, esto es puro entretenimiento deportivo. Angle aplica Ankle lock sobre Stephanie, pero HHH lo alcanza y le aplica un Pedegree. Ronda lo salva, y reversa una Power Bomb del CEO de WWE en una palanca al brazo. McMahon se mete, de nuevo, ahorcando a Rousey con una muy buena Sleeper. Ota vez, Ronda reversa en palanca. Triple H intenta evitarlo, pero Angle lo sujeta con un Ankle Lock. Gran momento, de nuevo, de doble rendición, pero Angle sale lanzado sobre Ronda, y así, las dos llaves se acaban.

Los malos buscan un doble Pedegree. Todo sale mal, los hombres acaban fuera del ring, y de nuevo llega la palanca de Rousey. Steph se resiste con gritos y gestos genuinos de pavor. McMahon pide clemencia, pero no la hay. Ronda le rompe el brazo, y Stephanie se rinde al instante.

Muy buena lucha, mejor de lo que esperaba. Gran entretenimiento. Stephanie es la mejor.

Puntuación: ****

miércoles, 11 de abril de 2018

The Undertaker vs John Cena, WWE WrestleMania 34




Tenía un hype enorme por ver la lucha entre Undertaker y John Cena. Pero, una vez más, Vince ha jugado con mis sentimientos de fanboy. No aprendo nunca.

Hace años que todos queríamos ver una lucha entre Undertaker y John Cena en WrestleMania. Era una de esas combinaciones que, en nuestra mente, se veía como un gran combate. Pero, con el tiempo, pareció difuminarse esa opción.

Como Triple H, pero con un poco menos de poder, Cena ha tenido la ilusión en los últimos años, de tener grandes batallas en WrestleMania. Pero, mientras que Hunter se ha quedado con las luchas frente a Taker, Lesnar, BryanSting, Rousey o los Shields, tras su rivalidad ante The Rock, Cena ha estado en feudos secundarios en el gran evento anual de la empresa. Ya el año pasado, en alguna promo, comentó que, si de él dependiera, lucharía frente a Taker en WrestleMania, pero le tocó la pedida de mano a su novia, aunque aún no se sabe nada de una boda entre ellos.

La lucha entre Undertaker y Cena en WrestleMania, debía hacerse. Pero también debía hacerse la de Taker y Sting, y luego, nada de nada. El año pasado, cuando el Hombre Muerto dejó su sombrero en el ring tras su lucha en WrestleMania frente a Roman Reigns, todos dimos por sentado que esa había sido su última lucha.

Pero, a medida que fueron pasando los meses, iban aumentando las posibilidades de que no fuera así. Si Undertaker se retiraba, algo tenía que decir la empresa al respecto. Y, cuando se anunció la exaltación de Goldberg al Salón de la Fama, también quedó claro que Taker no entraría en él por ahora. 

En 2017, Undertaker luchó dos veces: la primera en Royal Rumble, y la segunda, en el citado main event del mayor evento del año. En la batalla real, le vimos ser eliminado sin poder doblar, ni siquiera, las rodillas. Su estado físico era un desastre. Y, aunque me gustó la historia que contaron Reigns y él en WrestleMania, también en ese evento se denotó que ya no estaba para estos trotes. Undertaker lo sabía, y por eso decidió retirarse, aunque la decisión no era definitiva. Poco después del PPV, se sometió a una cirugía bastante importante. Su mejoría es patente, como hemos visto en su lucha contra Cena, y deja abierta la posibilidad de que participe en más combates este año.

A medida que se iba acercando, de nuevo, la época de WrestleMania, se volvió a especular con una lucha entre John Cena y The Undertaker. Pero no llegamos a estar seguros de si esto pasaría o no hasta que lo vimos con nuestros propios ojos en el evento. Primero, John Cena intentó ganar el Royal Rumble y conseguir una plaza en WrestleMania. Falló, como también falló a la hora de ganar el Elimination Chamber.

Cena dejó claro en televisión que lo que él quería era enfrentarse con el Enterrador, pero que eso era imposible, así que volvería a luchar por una plaza en el PPV en la lucha grupal por el WWE Championship de Fastlane. Volvió a ser derrotado. Así que, como ya no había otra opción, volvió a insistir en el que era su sueño, y el de muchos fans: luchar contra Undertaker en WrestleMania.

El 16 veces campeón realizó varias promos de gran calidad, en las que llamaba a Undertaker cobarde. Le echaba en cara su ego, su egoísmo, su miedo a no ser capaz de luchar bien. Pero este ego aún se podía ver en los vídeos que subía su esposa, Michelle McCool, de los dos entrenando. ¿Qué intentaba demostrar?

Cena llegó a decir que Undertaker no tenía pelotas. Su hermano de la destrucción, Kane, apareció en Raw para defender el honor de Taker, pero fue derrotado por el antiguo rapero, sin que Undertaker hiciera acto de aparición. Finalmente, Cena aceptó acudir al evento como fan, y desde el Kickoff, lo vimos en las gradas, divirtiéndose como el resto de la fanaticada.

Undertaker no aparecía en ninguna pancarta ni poster promocional, hasta la última semana del evento. Entre todas las luchas anunciadas, aparecía una casilla para Taker y Cena, con la pregunta sobre si el primero aceptaría el reto del segundo. En muchas webs se llegó a especular sobre si la lucha se llevaría a cabo al final o no, o si, simplemente, el Enterrador aparecería para aceptar el reto de cara a otro momento.

Pero creo que esa opción no habría sido viable. Si se hubiera especulado con la posibilidad de que Undertaker luchara, y luego no hubiera sido así, el público habría acabado demasiado decepcionado para lo que vendría después en el show, que ya de por sí, fue bastante complicadito desde el punto de vista del control de las emociones de los aficionados. Asimismo, si se hubiera anunciado la lucha, y luego hubiéramos tenido, como así fue, un squash, la gente habría acabado más enfadada aún. Eso explica el extraño trato que se le ha dado a la rivalidad, que, en cualquier caso, nos ha mantenido nerviosos hasta el último minuto.

Aunque los fans que se concentraron en New Orleans disfrutaron con la aparición de Undertaker, yo acabé bastante decepcionado, porque lo que quería, sobre todo, era una gran lucha entre ambos. Como digo, desde el comienzo del espectáculo, Cena estaba en las gradas, viendo las acciones. Pero, en un momento dado, fue avisado por un referee, y salió corriendo para los vestuarios. Había novedades sobre Undertaker. 

Un par de combates después, Cena aparecía, con su equipo de luchador, esperando a su rival. Las luces se apagaron, pero el que apareció fue Elias, cantando y diciendo sus tonterías. Cena lo quitó de en medio con una buena paliza.

Pero, después de eso, más cosas pasaron. Las luces se apagaron, y la gente se puso muy nerviosa. La ropa de Undertaker apareció en el ring, de la misma manera en que la había dejado un año antes. Un rayo cayó sobre el ring, y de nuevo, desapareció la ropa. Undertaker volvía tras el retiro. Sonó el gong. Tenemos lucha.

John Cena vende su miedo y estupefacción todo el tiempo. Lo hace muy bien, y eso justifica, más o menos, su humillante derrota. Aparece Undertaker, de nuevo, con el pelo largo. Su musculatura ha mejorado, y ha perdido volumen en su zona abdominal. Estaba demasiado gordo. Nada más empezar el combate, se lanza como un loco, corriendo mucho. Recordemos que el año pasado apenas podía andar.

Undertaker aplica todos los movimientos que a él le gustan: Flying Clothesline, Old Shool, y su combo de Snake Eyes + Bog Boot + Leg Drop. Es muy importante, porque hace tiempo que no podía aplicar el Snake Eyes correctamente, y el Old School era truncado siempre por sus rivales, quizás, porque no podía hacerlo. Cena intenta un comeback con su "You can't See Me", pero es recibido por un ChokeSlam, seguido de un Tombstone para finalizar la batalla. El gesto de miedo de Cena cuando Undertaker se levanta de su modo tradicional es fantástico.

Pero esto es un Squash. Al terminar, Cole dice que Undertaker vuelve "más fuerte que nunca". Y las cosas no se dicen sin razón. ¿Cuál es el motivo de que la lucha acabara siendo un squash?

Puede ser que, como ya había mucho material para WrestleMania, se decidiera hacer la lucha de esta manera, y guardar el gran combate anual del Enterrador para más adelante. Recordemos que, este año, WWE tiene que llenar un estadio de 60.000 personas en Arabia; y un estadio de 100.000 en Australia. Son dos hitos, y seguro que se necesitará al Enterrador para atraer a los fans. Puede que, teniendo en cuenta que en WrestleMania teníamos el debut de Ronda Rousey, la vuelta de Daniel Bryan, y muchas más cosas, se estimara que WWE se podía ahorrar ese tiempo y el dinero que cuesta un gran combate de Undertaker para más adelante.

También puede ser que se haya fijado esa forma de ganar para demostrar lo fuerte que está Undertaker para el futuro. Yo espero que sólo sea el princio de una rivalidad entre los dos luchadores. Si, finalmente, Undertaker no volviera hasta WrestleMania 35, y no volviera a luchar con Cena, me sentiría muy decepcionado.

Puntuación: *3/4

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Demolition vs Colossal Connection, WWF WrestleMania VI




En este especial sobre Bobby Heenan, hemos hablado sobre su relación con André The Giant. Aunque fue un gran comentador, y fue mánager de muchos rudos, pasó mucho tiempo con el gigante, y fue muy importante en esos últimos años de la carrera del francés, cuando ya tenía muchos problemas de alcoholismo, pero que es lo más documentado que hay en su vida como luchador.

Ya comentamos que en los años 80, lideró a un grupo de luchadores que intentaron vencer a André, sin éxito. Luego, el enorme luchador se unió a él, para que dirigiera su carrera, lo que le sirvió bastante, dicho sea de paso.

Tras su rivalidad con Hogan y ser campeón, en el último año de su carrera como wrestler regular, el gigante ganó el título en parejas junto a Haku. Heenan manejaba a estos luchadores, que se hicieron llamar Colossal Connection.

Durante los años 89 y 90, lucharon bastante contra los Demolition, la versión de los Road Warriors en WWE, y les quitaron el campeonato tag. En WrestleMania 6, recordado por todos por el enfrentamiento entre Hogan y Warrior, Colossal Connection y Demolition volvían a verse las caras. Esta lucha es especialmente interesante, porque, después de ella, André abandonó su alianza con Heenan, y volvió al bando de los técnicos.

La lucha no destaca especialmente. Es un combate de parejas con el formato habitual de la vieja escuela. Y hay que decir que el papel de André es ínfimo. Creo que, en ningún momento, se le da el relevo, legalmente. En la mayor parte de la contienda, Haku domina, siempre con la ayuda del gigante y de Heenan, que golpean al de la cara pintada cuando pueden, de forma ilegal. Esto es así hasta que tiene lugar, al fin, el hot tag por parte de los Demolition. Smash aparece, rompiendo con todo, y junto a su compañero, atacan a los rudos. Hay dobles clotheslines para ambos. André intenta ayudar a Haku: agarra a uno de los Demolition, para que su compañero pueda darle una superkick. Pero el héroe (Smash, creo), se aparta, y es el pobre gigante el que se lleva el golpe, cayendo contra las cuerdas, y quedando atado, mientras Haku es castigado, y derrotado, por la cooperación de Ax y Smash, que ganan, con una gran reacción del público. 

Después de la lucha, Heenan sube al ring, a pedir explicaciones a André. Este intenta explicar que Haku le ha golpeado, pero Bobby no escucha, le dice que él es el jefe, y le da un guantazo. Andre se enfada, y golpea a su mánager, ante el delirio del público. Haku le espera, dispuesto a darle otra patada, pero ahora el francés intercepta el golpe, y castiga también a su compañero. El público lo celebra con algarabía, ya que el gigante vuelve a ser bondadoso.

La etapa como luchador a tiempo completo en WWF de André terminaría poco después. Ya hemos visto que apenas ha podido luchar aquí, y tampoco entró al Royal Rumble 1991, para el que estaba anunciado. Hasta su muerte, en el 92, estuvo apareciendo tanto en WWF como en otras empresas, en México y Japón.

En cuanto a Heenan, seguiría adelante como mánager y comentarista durante bastante tiempo.

Puntuación: **3/4

viernes, 5 de mayo de 2017

Kevin Owens vs Chris Jericho, WWE WrestleMania 33




Las últimas etapas de Chris Jericho en WWE no han sido especialmente buenas. No ha dejado el canadiense, en varios años, ninguna lucha que sea realmente relevante. Por un lado, esas estancias eran demasiado cortas como para que estuviera involucrado en algo realmente importante; y por otro, siempre volvía como face, como estrella de rock, un papel que no le va nada bien (o que no es muy interesante).

Pero podríamos decir que en esta última etapa se ha reencontrado consigo mismo. Llegó para llevar a cabo una buena rivalidad con AJ Styles, ambos como faces, pero poco después, los dos acabaron como heels. Tuvo una rivalidad con Dean Ambrose que no fue muy allá, y comenzó una nueva historia con Kevin Owens que le ha llevado a tener un año muy divertido, y con mucha relevancia dentro de las rivalidades más importantes de RAW.

Se convirtió en el mejor amigo de Kevin, y le ayudó a mantener el Campeonato Universal durante un periodo importante. Él también recibió un poco de ayuda, y consiguió quitarle el título de Estados Unidos a Roman Reigns.

De vez en cuando había algún rifirrafe entre ellos, además de alguno fingido para engañar a sus rivales, pero todo iba bien. Eso fue así hasta que Chris Jericho aceptó un combate para Owens por su título Universal, ante Goldberg. Esto enfureció a Kevin.

Chris organizó la fiesta de la amistad, en un programa de Raw en New Orleans, con regalos, música y una versión del lienzo de Miguel Ángel, 'La creación de Adan', customizado con la presencia de los dos amigos. Pero Owens ya no podía aguantarle más, y le traicionó, dándole una buena paliza.

Owens le dejó claro a Chris que no eran los mejores amigos, que él ni siquiera era su amigo. Solo había sido una herramienta, y cuando la cagó al provocar la pelea entre Kevin y Goldberg, dejó de ser útil. Pero esta traición tuvo consecuencias, obviamente.

En Fastlane, Owens defendía su título ante Godlberg. Nada más sonar la campana, apareció Jericho, con su música, lo que provocó que Kevin se despistara un segundo. Pero Goldberg no necesita más que eso para destruir a cualquiera. Spear de la nada, Jackhammer, y se acabó el campeonato en manos de KO.

Y eso nos llevaba de forma inexorable a una lucha entre Kevin owens y Chris Jericho en WrestleMania. Una pena, porque ninguno de los dos es un buen héroe. En este caso, fue Jericho el que pasó a ser bueno, y volvió a pegar sus gritos de roquero y todo eso. En las semanas previas al magno evento, tuvieron sus más y sus menos, y así llegamos a WrestleMania.

A una lucha que no me interesó especialmente. Ni al público tampoco. Jericho obtiene una buena reacción al aparecer, pero poco a poco, la gente se va durmiendo. Los luchadores tienen un enfrentamiento correcto, con algunos buenos ataques, pero ni el más lejano atisbo de psicología. Han tenido la relación más estrecha de la empresa durante los últimos meses, peo tienen una lucha estándar entre sí, como la que tendrían con cualquiera.

La lucha va de menos a más, y el público empieza a meterse en los últimos minutos. Owens empieza a despreciar a Chris y recordarle que nunca fue su amigo. Este busca desesperadamente el Lion Sault, y a la tercera lo consigue. Owen aplica Popup Powerbomb, pero Jericho sobrevive, sorprendemente. Owens no se rinde a las Murallas, y busca otra bomba, pero recibe un codebreaker mientras la llevaba a cabo. KO consigue poner un dedo en la cuerda, y baja a ringside, dónde le aplica Popup Power Bomb a Chris en el borde del ring. Lo sube, y le hace el conteo, de una manera un poco fría. Debería haber aplicado una última bomba, hubiera quedado mejor.

Kevin Owens se convierte en campeón de Estados Unidos, en una lucha bastante decepcionante.

Puntuación: **3/4

jueves, 27 de abril de 2017

Nia Jax vs Bayley vs Charlotte Flair vs Sasha Banks, WWE WrestleMania 33




Charlotte Flair y Sasha Banks pasaron todo el año 2016 matándose. Tuvieron, incluso, batallas en modo Hell in a Cell y Iron Man. Y, después de muchos cambios de campeona, Charlotte se llevó el título a su casa.

Ya era hora de que hubiera una nueva retadora. Bayley llegó a Raw, y consiguió una oportunidad titular. Gracias a la interferencia de Sasha en un programa de Raw, se convirtió en campeona. Y la cosa se lió entre las tres mujeres.

La relación entre Sasha y Bayley cada vez es más tirante, pero aún siguen siendo ambas face. Posiblemente, eso cambie durante el año, y tengan una rivalidad dura entre ellas. El caso es que, para WrestleMania, se dictaminó una lucha por el Raw Women Championship, en la que estarían involucradas Bayley, Sasha y Charlotte.

Pero por ahí andaba Nia Jax, la gigantona, que puede con todo el mundo. Atacó a las otras tres mujeres, y venció tanto a Bayley como a Sasha, y se ganó un puesto en la batalla, que finalmente, sería de eliminación. Y eso es bueno, porque la lucha corría el riesgo de parecerse excesivamente a la del año pasado, que fue una triple amenaza entre Charlotte, Banks y Becky Lynch. Y, aunque esta lucha no es tan buena, es un poco distinta a la de WrestleMania 32.

Nia Jax es invencible, y comienza destrozando a todo el mundo. Tanto es así, que el resto de las chicas tienen que unirse en su contra, a pesar de lo que Sasha y Bayley odian a Charlotte. Nia puede con todas, y lanza a la rubia encima de las otras en ringside. Pero entre Bayley y Banks consiguen aplicarle un súplex, con la inestimable ayuda de un Big Boot de Flair. Aún así, el dominio de Nia continúa.

De nuevo, la unión de las tres puede con ella, y una triple power bomb, estilo Shield, la elimina. Sasha y Charlotte vuelan a ringside con saltos muy buenos, y después, ambas mujeres protagonizan un uno contra uno. Mantienen un buen intercambio, y de él sale vencedora Charlotte, después de que Sasha se golpeara la cara contra el esquinero desprotegido, quedando KO.

Así, de nuevo, esto acaba en un uno contra uno, ahora entre Flair y Bayley. Charlotte falla su moonsault, pero consigue aplicar bastante daño en la pierna de la campeona, intentando hacerla rendir con la Figura 8. No lo logra, y acaban peleando en el esquinero. Charlotte sale volando, y se pega un buen golpe. Va a por Bayley, y se golpea contra ella, en un movimiento un poco fallido, porque, aparentemente, debería haber chocado contra el esquinero desnudo, quedando, por ello, KO. Bayley salta con un Fliying Elbow de la escuela Randy Savage, y se lleva la victoria. El final queda un poco frío, porque Charlotte no debería haber quedado KO al no golpearse con el metal.

Puntuación: ***1/4

martes, 25 de abril de 2017

Roman Reigns vs The Undertaker, WWE WrestleMania 33




He intentado posponer la revisión de esta lucha, la que será posiblemente la última en la carrera de Undertaker. Me quedé dormido mientras veía WrestleMania 33 en directo. Por algún motivo, no soporté despierto a las 5 de la mañana la lucha entre Bray Wyatt y Randy Orton. Por eso, no había visto la lucha entre Undertaker y Roman Reigns hasta ahora.

Lo que había leído sobre la lucha era casi todo muy negativo. Pero no le daba mucho valor a esas críticas, dado que una victoria de Reigns sobre el Deadman va a ser vista con odio por cualquiera. Los críticos que han podido ver esto con menos prejuicios, o aquellos que no odian tanto a Roman, la han tenido en mejor consideración, así que no soy tan pesimista. En todo caso, lo importante es que la vea yo mismo, porque de las opiniones ajenas no puedo fiarme.

Por lo que se ha sabido, y por lo que se hablaba a principios de año, la idea original en WWE era que Undertaker derrotara a AJ Styles en Royal Rumble, y se convirtiera en campeón de WWE. Posteriormente, perdería el campeonato en Elimination Chamber, siendo eliminado de la jaula por John Cena, lo que llevaría a las dos leyendas a tener una batalla en el gran evento del año en WWE. Por otro lado, The Miz pelearía con Shinsuke Nakamura en WrestleMania con el título Intercontinental en juego. Vamos, que todo era bueno. Pero a alguien, posiblemente Kevin Dunn, se le ocurrió la historia de que Cena pidiera en matrimonio a Nikki Bella, quizás para ayudar a los ratings de Total Divas, que, en realidad, aún así siguen cayendo en picado. En consecuencia, el Enterrador se quedó con un nuevo rival, que era Roman Reigns.

Esta decisión destruyó una cartelera que hubiera sido espectacular, y hubiéramos tenido dos grandes batallas de Undertaker antes de su retiro. Pero no vale de nada lamentarse. WrestleMania no a estado tan mal, hay muchas luchas buenas, como se puede extrapolar de los reviews que he hecho últimamente. Pero Undertaker merecía más para acabar su carrera.

Roman Reigns es el nueva Ace de la empresa, y este es su tercer main event consecutivo en WrestleMania. Después de vencer a Braun Strowman y a Undertaker, tan solo le quedará por delante Brock Lesnar, para confirmarse como el más poderoso del cotarro. Y de eso va, en realidad la rivalidad. Reigns eliminó a Undertaker en Royal Rumble, y afirma que este es su cortijo ahora, que Undertaker es el pasado. Este quiere demostrar que sigue siendo el que manda aquí

No me parece muy justo eso, porque Undertaker nunca ha jugado ese papel. Quieren vender esto como un cambio generacional, y sería normal en un Reigns vs Cena, pero no con Undertaker, que  no es de la generación anterior, sino que es de hace 3 generaciones, y por tanto, dada su avanzada edad, no puede quedar creíble en una batalla de poder a poder. Por otro lado, el nunca ha sido el Ace de la compañía, nunca ha acumulado grandes victorias y títulos, sino que siempre se ha dedicado a contar historias secundarias, y a elevar a talentos nuevos. 

Pero, a pesar de que la historia no concuerda con la realidad, es buena. Undertaker se describe como el ser invencible de la empresa en el pasado, y Roman es ahora el que manda. Es la historia que se quiere contar, y se cuenta, de una forma notable. Undertaker comienza atacando sin piedad, y en varias ocasiones, lanza a Roman por encima de la tercera, haciendo referencia a su eliminación del rumble, y declarando, explícitamente, que es el rey del patio.

Tenemos, posteriormente, un duelo de golpes en la cara, de muy vieja escuela. Taker lanza puñetazos, patadas, y hace su famoso combo de Snake Eyes + Big Boot + Leg Drop. Roman usa sus patadas en la esquina del ring, y sus Superman Punch. Asimismo, en un nuevo intento de patada en el filo, es recibido con un puñetazo brutal.

Undertaker golpea la cabeza de Reigns contra las mesas de comentaristas, y aplica un ChokeSlam ahí. Cuando va a por un tombstone, se traga una lanza, rompiendo la mesa con su espalda. Por suerte, aquí no hay descalificación, no hay count out, así que tiene tiempo de sobra para volver al ring. 

Entran en juego las sillas. Taker las usa para atacar brutalmente a su rival, y consigue aplicar un Tombstone. Reigns sobrevive, y Taker se lamenta, porque sabe que le queda poco tiempo. Las fuerzas le abandonan. Roman escapa de una nueva tumba, e intenta reversarla, pero Undertaker no es físicamente capaz de hacer el movimiento. Es un botch, pero tiene sentido dentro de esta historia. Taker no es capaz de luchar como antes, y Reigns es el nuevo rey del patio.

Taker se arrastra para coger de nuevo la silla, pero Roman la bloquea con el pié, en una imagen de impotencia del Enterrador que lo dice todo. Roman comienza a lanzar Spear tras Spear, mientras el cansado, viejo e impotente Undertaker se empeña en seguir con esto. Roman lo mira ya con desprecio, pensando que Undertaker debe dejar de arrastrarse, lo que el público sanciona con un abucheo. 

Hay una imagen fantástica, con un plano seleccionado deliberadamente. Después de varios spears, Taker está tendido, y hace su típica resurrección, ante una gran explosión del público. Pero no consigue completarla, y la decepción es absoluta, y empieza a sentirse en el ambiente la aceptación de la realidad. Reigns corre de cuerda a cuerda, impulsándose, para hacer un spear final que acaba con la carrera de Undertaker.

Normalmente, la última lucha de WrestleMania acaba con el vencedor celebrando, pero esta vez no. Se permite a Undertaker vestirse, y quitarse los guantes, la capa y el sombrero, y dejarlo en medio del ring. El mensaje de que es el fin del personaje es claro. Undertaker se retira.

Creo que la historia está muy bien contada, a pesar de un par de botches, hay que tener en cuenta que Taker está luchando en el main event de WrestleMania, con 50 años, en una lucha de casi media hora. No se puede decir que este sea un mal combate, porque el objetivo es contar una historia, y aunque a nivel físico es mejorable, la historia está bien contada.

En el Raw siguiente, Reigns aparecería para recibir un gran abucheo, sin necesidad de decir una palabra. De Undertaker no sabemos nada, es de esperar una confirmación oficial de su retiro, y un exaltamiento al Salón de la Fam de WWE.

Puntuación: ***1/2

sábado, 15 de abril de 2017

Triple H vs Seth Rollins, WWE WrestleMania 33




Nos vamos al año 2014. Triple H se unió a Batista y Randy Orton para devolver a la vida a su mítico grupo, Evolution. Pero ese grupo fue derrotado en dos ocasiones por The Shield, la tripleta del momento, que llevaba dos años dando grandes luchas, con muy pocas derrotas.  Como Triple H no pudo derrotar a los Shield por la fuerza, los destruyó desde dentro: provocando el turn heel de Seth Rollins.

Rollins traicionó a los Shields, y se unió al grupo The Authority, comandado por Triple H. Gracias a ese grupo, Rollins tuvo un gran reinado como campeón, siempre con la ayuda de tipos como Kane, Big Show, o los dos agentes, Jamie Noble y Joey Mercury. Pero ese reinado acabó cuando Seth se lesionó la rodilla en pleno combate, y quedó fuera de WrestleMania 32.

Después de muchos meses fuera por su lesión de rodilla, Rollins volvió. Todo el mundo esperaba que lo hiciera como face. Era lo lógico, porque el público le echaba de menos, a pesar de lo malo que había sido. Pero no, volvió como rudo, y su vuelta fue bastante vacía. Pero, debido a otra lesión, la de Finn Balor, el nuevo Campeonato Universal quedó vacante, para que lo disputaran Roman Reigns, Seth Rollins, Kevin Owens y Big Cass.

Triple H apareció, después de estar muchos meses fuera, y cuando parecía que iba a poner el título en bandeja a Seth, hizo lo contrario, dándoselo a Owens. Así comenzó la rivalidad entre ellos, rivalidad sin mucho recorrido, porque Triple H aparece poco, ya que está liado con sus cosas de NXT, el Reino Unido, 205 Live, torneos femeninos... Pero Rollins prometió que no se olvidaba del Juego.

HHH estaba ocupado, como digo, con sus tareas de construcción, pero Rollins invocó al Triple H destructor, a aquel que acaba con la salud de sus rivales. El directivo afirmaba que la traición no había sido suya, sino de Rollins, que le había escupido en la cara. Había empezado a escuchar más al público que a él, que se lo había dado todo. 

Pero Triple H no aparecía en WWE TV, así que Rollins tuvo que aparecer en NXT para buscarlo. Triple H se enfadó de verdad, y volvió a RAW. Pero no vino solo. Como su guardaespaldas llegó Samoa Joe, que atacó a Rollins con gran violencia, y le lesióno la pierna derecha de forma legítima.

Entonces se volvió a dudar de la presencia de Rollins en WrestleMania, por segundo año consecutivo. Y Triple H se burló mucho de ello. A pesar de llevar muleta, Seth apareció en RAW, tiró la muleta, y atacó a Hunter. Este acabó haciéndole más daño aún en la pierna, y le retó a un combate en WrestleMania, sin reglas, un unsacioned match. Si se queda cojo, es su problema.

Tras la segunda revisión de la lucha, debo decir que me ha gustado bastante. Hay una cosa mala: que Samoa Joe no aparece en el combate. No tiene mucho sentido que no lo haga, ya que no había tenido lucha en WrestleMania, no había estado en la Battle Royal del preshow, y encima, no hay descalificación. Lo único que tenía que hacer Samoa Joe esa noche es estar ahí y romperle la pierna a Seth para que Hunter ganara. ¿Por qué no lo hace? Ya le lesionó de forma brutal, no creo que esta vez hayan decidido luchar de forma digna, sin ayuda... Pero supongo que querían darle un mayor protagonismo a Stephanie, porque el final de la lcuha, sin duda, dará lugar a un nuevo storyline, de cuya naturaleza no tenemos ni idea por ahora.

Triple H llega en una gran motocicleta, junto a su señora esposa, precedido de un montón de motos de policia, con la sirena sonando. Debe sonar bastante impresionante si se presencia en directo. Un año más, el yerno del jefe hace la entrada más cara de todos los participantes de WrestleMania. Por su parte, Seth Rollins llega con una antorcha, mete fuego al suelo, y las llamas se expanden por todas las pantallas hasta el ring. 

Comienza la lucha, y Rollins golpea violentamente a Triple H en la cara, hasta romperse hasta la muñequera. Los luchadores brawlean en ringside, pero Triple H no puede frenar a su rival, que está furioso, y tampoco consigue cerrar una llave a las piernas. Hunter recibe mucho en la cara, pero cuando el Arquitecto busca el Pedegree sobre la mesa de comentaristas, recibe un buen DDT.

Triple H comienza ahora su castigo brutal sobre la pierna de Seth, con sillas, y estiramientos y golpes bastante violentos. Rollins lo vende bien, doliéndose mucho al hacer el mismo movimiento con el que se lesionó la primera vez la pierna, en su lucha en un house show frente a Kane. Vuelve a fallar la segunda vez, pero a la tercera, consigue aplicar la power bomb en el esquinero. Lanza a Hunter fuera del ring, y se lanza sobre él, para, luego, empujarlo en varias ocasiones contra el poste. Le amenaza con una silla, pero el veterano, curtido en mil batallas, consigue patearle la pierna herida, para aplicar un Spin Buster, y continuar su castigo sobre la rodilla, de nuevo con sillas.

Rollins vuelve a dominar con golpes poderosos, pero entra en escena Stephanie, para frenarle, y permitir que Triple H cierre su Figura 4 invertida. La vuelve a aplicar en ringside, mientras Seth busca objetos debajo del ring. El martillo de Triple H sale a escena, y este se olvida de las llaves: quiere partirle la cabeza al Arquitecto.

Pero no lo consigue, en ninguna ocasión. Rollins le esquiva varias veces, y se hace con el martillo, para ser él quien lo use. Pero Steph se lo quita por detrás, y su marido le aplica el Pedegree. Rollins se recupera y aplica un magnífico Fenix Splash, quizás demasiado bueno para el estado de su pierna. Los dos intentan, desesperadamente, usar el Pedegree, pero lo evitan una y otra vez. Triple H se lanza contra Rollins mientras su señora el sujeta, pero rollins aplica Super Kick y el narigón choca con Steph, que cae sobre una mesa que estaba abierta en ringside. HHH mira con miedo por el estado de su mujer, y su mirada se convierte en una llena de odio. Se gira para atacar, pero se come un Pedegree que le hace, de nuevo, perder en WrestleMania, convirtiéndose así en el luchador que más veces ha perdido en el evento.

La lucha me gusta bastante, creo que no se está valorando justamente. Veremos lo que pasa con la caída de Stephanie, y quien paga el pato.

Puntuación: ****

miércoles, 12 de abril de 2017

Shane McMahon vs AJ Styles, WWE WrestleMania 33




Vamos ahora con las luchas más duras de WrestleMania 33. La parte principal del evento comenzó con la lucha entre Shane McMahon y AJ, que posiblemente sea la mejor lucha de la noche, al menos si tenemos en cuenta las notas medias que está recibiendo.

Mucha gente se enfadó por ver a AJ en una lucha frente a Shane, que no es un wrestler de verdad. Preferirían verlo en un gran main event en WrestleMania ante un buen rival. Pero lo cierto es que AJ lleva dando grandes luchas durante todo un año, y antes las había dado en NJPW. WrestleMania es un lugar para tener grandes momentos, y no tanto grandes luchas. Así que no es tan mala idea verle luchar aquí frente a Shane, tener una gran victoria que le de credibilidad y se quede en el inconsciente del público, y posteriormente continúe dando grandes luchas. No me extrañaría que entrara en rivalidad contra Randy Orton por el título, y creo que, juntos, pueden hacer cosas buenas.

AJ Styles tuvo un buen reinado como campeón, hasta que, por fin, el gran John Cena consiguió vencerle e igualar el record de Ric Flair, con 16 campeonatos mundiales. Pero Styles no tuvo derecho a una revancha justa, siendo la siguiente lucha titular en una Elimination Chamber. Posteriormente, y ante la falsa renuncia de Randy Orton a su puesto como estelarista en WrestleMania, AJ se ganó un lugar en la lucha por el título mundial, pero cuando Randy reveló que sí quería luchar contra el campeón Bray Wyatt, The Viper le quitó el puesto a AJ en lucha singular.

AJ estimó estas decisiones por parte del comisionado Shane como injustas, y le atacó de forma brutal, partiéndole la cabeza contra la luna de un coche. O'Mac se vengó, con un clásico salto desde el esquinero hasta la mesa de comentaristas. Así, llegamos a esta pelea, que me recuerda a la que Shane tuvo en King of the Ring 2001 frente a Kurt Angle, en el sentido de que se estimaba que Kurt era uno de los mejores luchadores del mundo, y se tenía que enfrentar a un tipo de que no sabía luchar, pero ese tipo demostraba que no era tan malo. En esta ocasión, con 16 años más, Shane vuelve a demostrarlo, pero no solo a ras de lona, sino también por los aires. Como se enfrenta a un luchador muy hábil en ese terreno, Shane pone en juego todas sus bazas aéreas.

Comienza la lucha con algunos intercambios. AJ es más luchador, así que toma ventaja en el duelo de puñetazos. Como siempre, la cara de su rival es su objetivo. Pega una patada por debajo de las cuerdas sobre un O'Mac que estaba en ringside, y este acaba estampado sobre la mesa, en un golpe muy duro. Y es que a este tío no le importa hacerse unos moretones de más por el bien de la empresa familiar.

El Fenomenal llega a burlarse de Shane, haciendo sus gestos, y le pega algún puñetazo en la cara bastante fuerte. AJ aplica el Calf Crusher para hacerle rendir, pero Shane comienza a sacarse de la manga un montón de llaves de rendición, para demostrar que no es inferior. Después de que AJ no se rinda, ambos chocan en un doble lazo.

Shane intenta usar un 450 splash desde la tercera, pero, como gato panza arriba, Shane le recibe con un Triangle Shock. AJ no se rinde, y lo convierte en un Styles Clash, al que Shane sobrevive, ante el estupor del público. 

Continúa la confrontación, y Shane esquiva una patada en la cabeza, que se come el referee. AJ aprovecha que este está KO para buscar unos cubos de basura, y aplicar el Coast to Coast tan típico del comisionado de Smackdown. Pero, en el aire, Shane golpea a AJ con el cubo, y es él el que aplica su finisher, con gran éxito. Esos dos golpes brutales no resultan suficientes para vencer al ex-campeón mundial, así que Shane busca usar su preciada mesa de comentaristas.

McMahon vuela con su Flying Elbow desde el esquinero, pero AJ se aparta, así que el héroe se come la mesa, como hizo el año anterior, aunque esta vez el golpe es asumible. En el ring, AJ busca el Phenomenal Forearma, pero Shane, de nuevo con un talento inesperado, lo convierte en DDT, y busca, nada más y nada menos, que el Shooting Star Press.

Lo realiza con bastante corrección, pero AJ, otra vez, se quita. Y su cara lo dice todo: no esperaba que Shane fuera capaz de sacar un arsenal tan grande, y está muy impresionado. Pero, tras fallar ese golpe, Shane ya ha recibido demasiado, así que cae derrotado por el Phenomenal Forearm.

Gran lucha, de nuevo. Shane siempre sorprende a todo el mundo, y lo de AJ ya no es sorpresa para nadie. En el siguiente programa de Smackdown, ambos hombres se darían la mano, que es gesto con el que AJ reconoce las capacidades luchísticas de El Hombre sin Miedo. y eso está muy bien, porque estamos acostumbrados a que tíos como Undertaker o Triple H luchen en WrestleMania, y no vuelvan a aparecer en meses, de manera que las rivalidades en las que están envueltos parecen olvidarse al día siguiente, sin un desenlace, y se vanalizan. 

Puntuación: ****