Cosas muy importantes están ocurriendo en la industria del wrestling americano, y hay que comentarlas. Llega la guerra a los miércoles.
Como todo el mundo sabe, ha nacido una nueva promotora de wreslting, AEW, fundada por Tony Khan, empresario multimillonario que posee grandes inversiones en el mundo del deporte de primer nivel. Junto a él, como vicepresidentes, están los wrestlers Cody Rhodes, Matt Jackson y Nick Jackson.
En octubre, AEW debutará en la televisión por cable americana. Aunque se ha presentado como una competencia para WWE, AEW y la cadena que le acoge, TNT, canal que emitió Monday Night Nitro los lunes por la noche durante varios años, como alternativa a RAW, han decidido evitar la confrontación directa, de tal manera que sus show, llamados Dynamite, se emitan en miércoles.
Raw se emite los lunes, mientras que Smackdown llega a la cadena FOX también en octubre, pasando a emitirse, una vez más, los viernes. Parece que el miércoles es un buen día para AEW, para no ser pisoteado por el gigante. Sin embargo, WWE contraataca con NXT.
Si uno se guía por las opiniones de la gente en Internet, podría pensar que WWE estaba asustada por la llegada fulminante de AEW, y las entradas que ha vendido para sus shows. A veces, la repetición unánime de una opinión infantil puede alterar la consciencia sobre las cosas. Pero lo cierto es que no era así. Por mucho que Cody apareciera en Double or Nothing, destruyendo el trono de Triple H, a la hora de la verdad, fue AEW la que no se atrevió a rivalizar con WWE, y fue esta la que se lanzó de cabeza a una guerra oficialmente no declarada.
Daba la sensación de que WWE le debía algo a USA Network. Vendió Smackdown a FOX, que hizo una oferta mucho mayor. Y, ahora que tiene dos acuerdos similares con RAW y Smackdown, tiene que quitarle cosas al programa de los lunes para dárselas al de los viernes. Parece que están preparando un show gordo para la Premier de Smackdown en FOX, e incluso se han guardado la celebración de los 20 años del show para entonces, que en realidad ocurrió durante la estancia en la otra cadena. Pero USA ha conseguido algo nuevo: NXT.
Los miércoles han sido días para ver NXT en WWE Network desde hace años. Como contraprogramación para AEW Dynamite, USA Network, a cambio de 50 milloncejos anuales, emite a partir del 18 de septiembre de 2019 el programa de NXT.
En realidad, WWE ya había hecho algún negocio con NXT. Se emite desde hace tiempo por Fox Sport en México. Pero, para el común e los mortales, era algo para ver en WWE Network. Ahora, se convierte en programa de televisión clásica.
A mí me preocupaba que eso acabara con el principal producto semanal de WWE Network, pero resulta que el programa pasa a ser de 2 horas: la primera se emite en USA Network, y la segunda, en WWE Network. Ahora, eso sí, en directo.
A mí eso me parece raro. Examinando el primer show emitido en este formato, si tuviera que hacer un juicio del conjunto del show, diría que es muy bueno. Ojo, es bueno en lo relativo a un show de wrestling, pero dudo mucho que sea un tipo de producto que pueda llamar la atención del público general. Creo, es más, que si bien seguramente es mejor que un show de AEW, seguramente este será más espectacular y más sorprendente, porque NXT, al fin y al cabo, se graba desde el Full Sail, sin grandes producciones ni estrellas. Aunque la marca amarilla de WWE seguramente tenga el conjunto de luchadores más capacitado de la historia, eso no vende tanto. Pero esa guerra de audiencias va a depender más de la media habitual de las cadenas, y creo que la de USA Network es superior.
Pero, aunque el programa de dos horas de NXT es bastante bueno, el de una hora es muy poca cosa. El primer día, las mejores cosas se emitieron en WWE Network: la aparición de Imperium y el inicio de una rivalidad con Kushida; Pete Dunne; la rivalidad entre Riddle y Killian Dain; el regreso de Lio Rush...
Como digo, a la primera hora en USA Network le faltó algo. Si omitimos el Squash entre Grimes y Maluta, ese show estuvo compuesto por un combate de 4 esquinas de mujeres, y un combate entre Roderick Strong y Velveteen Dream. Si lo que se quiere mostrar es un pequeño show de lucha más pura, realmente se consiguió, pero el conjunto de las dos horas hubiera sido una dura competencia, de verdad, para cualquier show de wrestling del mundo. Emitiendo tan sólo la primera hora, da la impresión de que se está haciendo promoción de WWE Network.
Si bien puede que estas cosas no vendan mucho para el público general, y si bien, posiblemente, el rating conseguido de más de 1 millón de televidentes, bajará, es buen wrestling. La batalla entre Strong y Dream es el main event de la parte de USA Network, estuvo bastante bien, y es el combate que analizamos hoy.
Roddy es un grande. Estuvo doscientos años en la lucha independiente, dando decenas de grandes combates, y parecía que no tendría nunca un sitio en las grandes ligas. Lo parecía incluso cuando luchaba en NXT. Porque, si bien alguien puede comparar sus posibilidades con las de hombres como Benoit o Eddie Guerrero, lo cierto es que no tiene la masa muscular que estos lograron para dejar el peso junior y enfrentarse a rivales heavyweight.
Pero en NXT, un porcentaje muy grande del roster masculino es un peso junior. La mayoría podría luchar en 205 Live. Es lo que tiene nutrirse del mundo indy. Ahora que NXT ha llegado a la televisión, de pronto, Strong se encuentra en el main event, ganando un título en una muy buena lucha, y celebrado junto al stable The Undisputed Era, que reúne todos los campeonatos masculinos de la marca.
No en vano, Strong es conocido como el Mesías del Backbreaker. Durante toda la lucha, hace un muy buen trabajo sobre la espalda de su oponente, aplicando muchas quebradoras, así como llaves a la zona. Dream es muy hábil, y utiliza algunos ataques directos buenos, pero por lo general, es dominado.
Pero no se rinde jamás, así que llegan los Undisputed Era, para meter cizaña. Dream se despista, atacándoles, lo que posibilita a Roddy aplicar su finisher, el End of Heartache, un gran golpe con las rodillas en la espalda del rival. No es suficiente para ganar, y eso hace que los 4 rudos se vuelvan locos. Finalmente, cuando el referee no mira, una Super Kick de Adam Page le pone en bandeja la victoria a Strong, que vuelve a usar su finisher. Victoria para él, que se convierte en campeón.
Puntuación: ***1/2
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