Me parece muy interesante hablar del show fallido de AAA en el Madison Square Garden. Es un experimento histórico.
El Madison Square Garden es un recinto muy ligado a la historia del wrestling, y a la de WWE. Durante varias décadas y varias generaciones de McMahons, mensualmente, se llevaba a cabo un evento de la empresa. La gente de La Gran Manzana se reunía para ver a Bruno Sammartino, Bob Backlund, y otras estrellas de los encordados.
El Garden siempre ha sido un recinto difícil de llenar. Antiguamente, cabían en él más de 20.000 personas para eventos de lucha libre, y aunque la leyenda cuenta que Bruno Sammartino llenó la arena más de 200 veces, en realidad, parece ser que sólo lo consiguió en unas 50 ocasiones.
Durante 30 años, WWE tuvo una especie de exclusiva con el Garden para eventos de lucha libre. Pero, con el tiempo, los shows en él dejaron de ser rentables, porque los precios por el arrendamiento subieron mucho, sobre todo cuando hay grabaciones televisivas de por medio. Por eso, los shows de WWE allí disminuyeron, y se convirtió en un sitio para hacer un par de house shows anuales.
En estas circunstancias, WWE volvió a Nueva York para llevar a cabo su gran evento del año, WrestleMania, aunque, por supuesto, lo hizo en un estadio más grande. Pero ROH y NJPW aprovecharon que el fin de semana de WrestleMania atrae a decenas de miles de aficionados, deseosos de ver lucha libre, para llevar a cabo el evento G1 Supercard, vendiendo todas las entradas.
Entonces, se abrió la veda. Parece ser que WWE ha perdido, la exclusiva, o la ha cedido, porque no le parece interesante mantenerla según las condiciones actuales del recinto. El caso es que otras empresas se han interesado en ello, empezando por alguien a quién nadie esperaba: la mexicana AAA, que anunció un evento para mediados de septiembre de 2019.
Pero ya sabemos cómo es WWE. Aunque algo le haga perder dinero, si supone dañar a la competencia, lo va a hacer. Porque Vince McMahon piensa que el wrestling le pertenece. Montó la marca WWE NXT UK sólo para contraprogramar a World of Sport; ha llevado a NXT a la televisión, para contraprogramar a AEW Dynamite; y, pocos días antes del show de AAA en el Garden, organizó allí sus shows RAW y Smackdown.
No hay números definitivos sobre las ventas de boletos de estos shows de WWE en el Garden, pero, por lo que se ha publicado, supongo que RAW estuvo cerca del lleno, y que Smackdown estaría en unas 8.000 entradas. Los medios, como siempre, han intentado ridiculizar a WWE por esas ventas, sin darse cuenta de los muchos miles de boletos que son, para dos shows semanales que, por lo general, no dejan grandes combates ni momentos especialmente reseñables.
A Triple A le fue mucho peor. No consiguió vender suficientes entradas como para pagar la arena, y como la cosa iba mal, finalmente, se pasó al Hulu Theather, estadio con capacidad para 5000 personas, aledaño al Garden. Pero es que AAA no hizo las cosas bien.
Vio las ventas de ROH y NJPW, y pensó que podría conseguir algo similar. Pero hay varias cosas que estaban a favor de esas dos empresas: el show se organizó en el finde de WrestleMania, que es el mejor sitio y momento para montar un show de wrestling. Se anunció cuando todavía no existía AEW, así que se suponía que estarían ahí Omega, Cody y los Bucks, y que ese show sería una continuación de All In. Y, claro, se montó una cartelera que se fue anunciando durante los meses previos, y en la que había cosas importantes en juego.
AAA no hizo nada. Anunció el evento, y esperó a unas semanas antes para anunciar luchas. No aprovechó en absoluto a Caín Velasquez, al que metió en una lucha de tercias de la que apenas se habló, en lugar de hacer un gran anunció sobre su debut en USA; y tampoco aprovechó su alianza con AEW.
Esto es raro. Los luchadores de AEW han estado en todos los shows grandes de AAA de los últimos meses, en eventos en México, donde nadie les conoce. Pero, cuando AAA va a New York, desaparecen. ¿No hubiera sido lógico que hubieran estado en alguna lucha buena? Eso habría vendido muchas entradas. Además, el evento tuvo lugar a mediados de septiembre, justo en el parón entre All Out y el estreno del programa de la empresa en TNT.
Finalmente, AAA contó con otra promotora con la que tiene alianza: TNA. Luchadores como Michael Elgin, Daga o Tessa Blanchard representaron a la empresa afincada ahora en Canadá. Eso quiere decir que AAA, efectivamente, estaba dispuesta a contar con colaboradores, y es probable que fuera la propia AEW la que se desentendiera del asunto, por algún tipo de política de la empresa con respecto al Garden, o a sus shows. Quizás quieran que, cuando debuten en ese edificio, sea a lo grande.
Y quizás a eso se debió que AAA anunciara sus luchas tan tarde. Quizás estaba esperando a que AEW se decidiera a participar. Sin los chicos de la empresa americana, hay pocas cosas en el show que puedan vender entradas. Nadie en USA conoce a la mayoría de los luchadores que se presentan. Y, aunque en New York hay una población latina muy grande, por lo general, el inmigrante latino no es un tipo que gane sueldos muy altos como para ir a un show en el Garden. Si a eso le sumamos la cercanía con los dos programas de WWE, y que la mayoría de la gente no puede, o quiere, permitirse tantas entradas de wrestling seguidas, tenemos fracaso seguro.
Así, tenemos, finalmente, el evento AAA Invading New York en el Hulú Theather. Sobre las entradas vendidas, hay muy poca información. No se ven muchos huecos en las primeras filas, pero es difícil ver más allá de eso. Por su parte, los datos de ventas de PPV clásico en USA sí que han trascendido: 60. Sólo 60 PPVs se vendieron, lo que no da ni para pagar las cámaras.
El show, finalmente, no estuvo mal. Se ve gente latina entre el público. En el main event, se enfrentan Blue Demon Jr y Dr Wagner Jr, en la revancha del último TripleManía. Wagner pelea la mayor parte del enfrentamiento con su máscara, perdida hace tiempo, puesto que en New York, no hay comisión, y la máscara vende.
La lucha no es especialmente destacable. Los dos luchadores se aplican movimientos más o menos buenos durante unos minutos, sin que, realmente, pase nada. Después de un tiempo, cuando Demon se aproxima, Wagner se quita la máscara y le pilla desprevenido. El Galeno del Mal se lleva la victoria tras reversar un Crossbody.
Lucha normalucha, sin mucho destacable, salvo ese desenmascaramiento sorpresivo, que agrada al público. Por lo demás, el final no es malo, pero resulta frío para el respetable. Tras la lucha, aparecen los luchadores de Impact Wrestling, para atacar a Wagner, pero los Mexicanos de la AAA acuden al rescate. La promo final de Dr Wagner, utilizando a su favor la festividad nacional mexicana, resulta más motivante que su lucha.
Puntuación: **1/2
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