El 31 de agosto, tuvo lugar All Out, el cuarto evento de AEW, el segundo en importancia, y el último antes de que arranque la programación semanal de la empresa en octubre de 2019, por TNT.
AEW perdió el principal reclamo de este show: el combate entre Kenny Omega y Jon Moxley, por lesión de este último. Es realmente sorprendente ver como la gente que sale de WWE es tratada como auténticas estrellas en todas partes. El show no fue malo, sin ser nada sorprendente. Por ahora, a pesar de lo que se nos ha vendido sobre la revolución que supondría esta nueva promotora, lo que estamos viendo es wrestling bastante convencional.
Lo que no es malo, para aquel al que le guste el wrestling. En All Out, hay al menos 3 o 4 luchas que no están nada mal. Dado que esto es un blog de historia del wrestling, nosotros tenemos que darle mayor importancia a un hecho que puede considerarse histórico: la coronación del primer Campeón Mundial de la empresa, que no es otro que Chris Jericho.
Parece ser que esta compañía quiere darle importancia a los títulos, y la intención es que los retadores se elijan en función de las victorias conseguidas. Así, los dos luchadores que se juegan la correa en primera instancia, son dos hombres que tuvieron importantes victorias en el primer evento de la empresa, Double or Nothing. Son Chris Jericho, que derrotó a Kenny Omega; y Adam Page, que salió ganador de la Casino Battle Royal.
Yo no tenía mucha fe en este combate. Y la verdad es que ha estado más o menos al nivel que esperaba. Page es presentado como un vaquero, a caballo, y parece ser que se le quiere convertir en una especie de Funk moderno. Pero me temo que sus habilidades están muy por debajo de eso, al menos, por ahora.
Aunque esta lucha no es la más interesante de la noche, es el main event. Porque el título de una empresa tiene que estar en el main event. Chris Jericho ha recalcado que ha estado viendo la lucha entre Terry Funk y Harley Race del 77, porque se la pasó Stone Cold, y alucinó en colores. Sería de esperar que un wrestler profesional se hubiera visto mucho material de esta época, pero los luchadores de hoy en día sólo piensan en piruetas. El canadiense pretende dar una lucha de vieja escuela que eleve el campeonato a los niveles de aquellos tiempos, y creo que no hace mal trabajo, pero no tiene un rival a la altura.
Jericho hoy lleva a cabo una rutina más old school de lo habitual. Hacía tiempo que no se le veía luchar así, puesto que últimamente está centrado en el brawl. Tras una caída fuerte en ringside, Page se hace daño en el brazo, y Chris lo aprovecha para atacarle ahí y aplicar varias llaves.
Page reacciona con sus Lariatos habituales, y uno, en concreto, le pega en el ojo a Chris, que sangra profusamente por la ceja. El Pain Maker pone en bandeja de Page la posibilidad de atacarle la cabeza sin parar, para poder llevarse la victoria con su Tombstone invertido, el Rite of Passage, pero Adam no lo aprovecha bien. Su ataque a la cabeza es flojo, y parece más preocupado por hacer moonsaults bonitos, de los que sale más dañado que su rival, que de hacer su trabajo. Jericho cambia su estrategia, y, tras probar un par de Walls, se centra en buscar Code Breakers.
Hay varios finishers de cada uno. Page, después de sus violentos Lariatos y un primer Rite of Passage, busca el segundo, pero es sorprendido (él y todo el mundo), por el codazo de Chris, el Judas Effect, que le da la victoria, y le convierte en el primer Campeón de AEW.
Recordemos que Jericho se rió de WWE, por darle el Money in the Bank a Brock Lesnar. Ironizó sobre si eso era lo mejor para el futuro de la empresa. Ahora, él es el campeón de AEW, y quizás ahora entienda porqué ese tipo de decisiones son correctas.
Buena lucha por parte de Jericho, y no tanto por parte de Page.
Puntuación: ***1/4
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