Rusev mantuvo una racha bárbara durante el año 2014. Pensaba, en primera instancia, que se quedaría en nada, como todos los monstruos que presenta WWE, pero el tío fue ganando, y mejorando en el ring. Venció a Swagger, a Henry, a Show... ya estamos hablando de cosas mayores. Era obvio que estaban preparando a Rusev para que le hiciera frente algún gran héroe americano en Wrestlemania.
Y ese héroe, finalmente, acabó siendo John Cena, que por segundo año consecutivo, está alejado de los main events de la Vitrina de los Inmortales. Cena fue vencido en FastLane, aunque de aquella forma. Rusev se negó a darle una revancha, pero cuando Cena lo atacó de forma brutal, Lana no tuvo más opción que otorgárselo.
Y aquí llega la lucha de USA vs Rusia, ahora que Putin está dando por culo, Vince quiere volver a traer lo que tan bien funcionaba en tiempos de Guerra Fría. Y presenta, en ese estadio lleno de americanos, a Rusev liderando un ejercito de los soviets, mientras que Cena es presentado con un bonito vídeo patriótico con muchos presis yankis piando. La gente está que arde, grita ¡USA! ¡USA! Pero pronto se le olvida, ya no estamos en los 80, la gente sabe que esto no es real, y lo que quiere es que Cena pierda.
La lucha vuelve a esta dominada por Rusev en exceso. Tiene ataques muy potentes, la verdad, el tío pega fuerte. Pero Cena tiene uno de esos combates en los que se deja pegar mucho, y no hace nada, salvo algún que otro come-back, así que la cosa no es muy movida.
Al final, Cena da más de sí, ataca con el STF, y consigue librarse del Accolade, además de aplicar un par de ataques muy novedosos, como el Stunner rebotando desde la segunda cuerda. Rusev ataca, pero Cena se quita y le pega a Lana, lo que aprovecha el 15 veces campeón para darle un AA y ganar la lucha y el título de Estados Unidos. Así, tenemos a Bryan con el campeonato Intercontinental, y a Cena con el de Estados Unidos.
Puntuación: ***1/4
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