domingo, 30 de octubre de 2022

Chris Jericho vs Bryan Danielson, AEW All Out 2022


A principios de 2010, y debido a las bajas audiencias de la versión de ECW made in WWE en el canal Syfy, ese programa fue cancelado, y sustituido por un nuevo experimento de la promotora de wrestling y entretenimiento: Nxt. Ese Nxt era un show muy distinto a lo que se ha visto en televisión durante los últimos años; era un formato Reality Show bajo Kayfabe, en el que debutaban varios hombres procedentes de los territorios de desarrollo de WWE, que era apoyados, cada uno, por un padrino del main roster. El ganador tendría derecho a una lucha titular.

Entre los participantes de esa primera edición de Nxt no había mucho nivel. Es cierto que todos acabaron formando parte del Stable Nexus que atacaría de forma muy violenta al main roster meses después, lo que les permitiría pasar a la historia del wrestling, pero lo cierto es que la mayoría de ellos no tenía nivel para llegar alto en esta industria. Pero, había una excepción: Daniel Bryan estaba entre ellos.

Unos pocos meses antes, WWE había fichado a Bryan Danielson, quizás el mejor luchador del mundo. En esos tiempos, de hecho, se había hecho con los servicios de otras estrellas internacionales, como Dos Caras Jr (Después, Alberto Del Río), Low Ki (después Kaval), o Nigel McGuinnes (que no pasó las pruebas médicas y acabó en TNA). Pero el caso de Danielson era un poco distinto. A pesar de su poco tamaño, era conocido en la empresa su excelso nivel sobre el ring, así que no se le exigió un paso previo por FCW, como ocurría en unos tiempos en los que WWE no tenía ningún rival a su altura, y por tanto, se estimaba que cualquier fichaje que se hiciera, por bueno que fuera, tenía que empezar desde cero. Un año después se hizo otra excepción: la de Místico (Sin Cara), cuyo desempeño resultó desastroso, demostrando que era necesario ese entrenamiento previo.

Bryan tuvo un par de luchas en FCW, más cómo entrenamiento que otra cosa. Pero era difícil encontrar un hueco en el main roster para un hombre como él: aunque los fans del wrestling indy lo conocían de sobra, en esos tiempos no existía una gran trascendencia de este entre el gran público, así que, para la mayoría de la gente, era un desconocido. Así, su introducción ocurrió en Nxt. Y en el primer programa, se enfrentó al ya legendario Chris Jericho.

Daniel Bryan perdió todas las luchas que mantuvo en Nxt. La historia acerca de este personaje era clara e interesante: era el mejor luchador del mundo... pero de un deporte llamado wrestling que nada tenía que ver con el enorme deporte de entretenimiento que producía WWE. Así, a pesar de las clases de lucha libre que daba en cada show, salía derrotado, mientras su instructor, The Miz, y el comentarista del programa, Michael Cole, se burlaban de él y de sus "luchas en gimnasios ante 50 personas". Si no recuerdo mal, este fue el primer paso de Michael Cole para convertirse en heel, un rol que luego le llevaría a enfrentarse a su compañero Jerry Lawler en WrestleMania, y que mantendría hasta el infarto de este en antena.

The Miz era el profesor de Bryan, a pesar de ser un luchador muy inferior, técnicamente, a él. La rivalidad latente entre ellos los llevó a luchar meses después en el main roster. Se trató del choque entre epítomes paradigmáticos de dos conceptos muy distintos: el de luchador puro y clásico, que ama la lucha por encima de todo, y el de personaje de entretenimiento sin mucha base luchística pero con conocimiento sobre cómo interpretar su personaje. Pues bien, esa historia que comenzó en el primer programa de WWE Nxt, en el que el main event fue un Bryan vs Jericho, continúa en 2022 con una rivalidad entre los dos hombres que combatieron ese día. Y eso es genial, porque desde que vimos esa lucha, deseamos que ambos tuvieran un match serio en un gran evento. Han pasado 12 años y al fin ha ocurrido.

En esos 12 años, Danielson ha dejado de ser el desconocido que era en 2010, y se ha convertido en una gran estrella amada por todos. Quizás su estrella haya igualado o superado la de Jericho. Este es ya muy mayor; la impresión es que no es capaz de rendir físicamente como lo hacía en su juventud. Desde luego, no puede luchar a la velocidad que le caracterizaba en 1997, pero lo va a intentar. Ante Danielson, que ha llevado el paradigma del gran luchador amante del wrestling al main stream con éxito, Jericho intenta regresar a su versión luchística de juventud. Quiere volver a ser Lionheart, pues es esa la única manera de enfrentarse al American Dragon.

Recordemos que Lionheart es el nombre que utilizó Chris durante los primeros años de su carrera. Lo utilizó en Japón, mientras que en México se hacía llamar Corazón de León. En Estados Unidos, eso sí, utilizó el nombre que le ha hecho famoso desde el principio, y que tiene relación con su gusto por el rock cristiano. Ahora, en ese constante cambio de personaje que ha caracterizado toda su carrera, volvemos a verle con el cabello largo, que yo pensaba que no volvería a crecerle a su edad, y con las mallas que usaba en los 90. Quiere luchar de tú a tú contra Danielson.

Y es que recuerda Jericho que mucha gente piensa que Bryan es el mejor wrestler del mundo hoy en día. Pero hay otros que piensan que él lo es. Es, como dice, el último superviviente del Hart Dungeun de Stu Hart. Afirma seguir siendo un león, y saber mucho más wrestling del que conocerá jamás Danielson. Pero pregunta este: ¿si le preguntáramos a Stu Hart o a Owen Hart quién es mejor luchador, Lionheart o American Dragon, qué responderían? Pues lo veremos en All Out. Después de varios enfrentamientos entre sus respectivos stables, por fin se ven las caras el león y el dragón. No lo hacían en lucha individual desde 2010, en el mencionado programa de Nxt.  

A mí me parece que tienen una lucha bastante buena. Muy buena, de hecho, en términos técnicos. Tiene el handicap, la misma, del público: el público de AEW parte de la escuela Ring of Honor, y sólo reacciona a los spots, y no a la ansiedad por saber un ganador. El wrestling no tiene sentido si al público no le importa quien gane un match. Los frikis banalizan todas las áreas en las que se introducen.

Danielson intenta humillar al sport entertainer, mientras que este intenta defender el hecho de que es más que eso: que es un wrestler de verdad, experimentado. Por eso pasan buena parte del enfrentamiento sobre la lona. Bryan sabe 1.000 llaves de sumisión, mientras que Chris sorprende con varios pulpos de la escuela mexicana que no le habíamos visto en décadas.

En estos primeros minutos de llaveo, Bryan parece superior. Como digo, tiene tiempo de burlarse de su rival. Mientras aplica una cruceta sobre las piernas del canadiense, grita "Sport Entertainment", y hace el típico baile de personaje sexy, (Rick Rude y similares), para risa de todos.

Jericho no es tan ágil como en su juventud; tiene más abdomen y menos brazos, pero sigue luchando bien. Es un contador de historias, así que la forma física resulta menos importante que la intelectual. Sin embargo, este match va sobre lo contrario: sobre el wrestling puro. Y no creo que en este campo desentone demasiado. Seguro que la lucha hubiera sido mejor en 2008, pero es lo que hay. Por suerte, los stables de ambos no participan en el match.

Después de algunos movimientos de marca, pasamos a las grandes llaves de ambos. Jericho intenta ganar con las Walls of Jericho, mientras que Danielson busca el Lebell Lock. Incluso hay un movimiento de reversión de Tombstone Piledriver muy bueno, imposible en WWE. Jericho aplica finalmente la técnica que hizo famosa el Undertaker, seguida de un LionSault y una patada en la cara. Sin embargo, Danielson evita su codazo, y le patea la cara para intentar un nuevo Lebell Lock. Otra vez, muy buenos minutos de llaveo aquí.

Ocurre hay algo interesante. Las principales llaves que todo el mundo conoce del paso de ambos por WWE no tienen resultado, así que los luchadores lo deciden todo con aquellas que utilizaron antes de esa etapa: el Liontamer y el Cattle Mutilation. Después de un Code Breaker, Jericho aplica la llave que tantas veces usó en la división crucero de WCW, mientras que, después de aplicar su Running Knee, Danielson busca la llave con la que tantas victorias obtuvo en Ring of Honor. Jericho resiste, pero, como entonces, el dragón aplica montones de codazos para debilitarle. Jericho intenta sobrevivir ante la superioridad de su oponente, y recurre a otra cosa que aprendió en México: a pegar un golpe bajo cuando el referee no mira. Gracias a eso asesta un Judas Effect y se lleva el match.

Jericho y Danielson tendrían un par de luchas más en los siguientes programas de Dynamite. Veremos alguna de ellas, porque esto no puede quedar así: queremos un final limpio para un match como este.

Puntuación: ****



domingo, 23 de octubre de 2022

Gunther vs Sheamus, WWE Clash at the Castle 2022


Después de 30 años, WWE vuelve a celebrar un PPV en el Reino Unido. En 1992, tuvo lugar en el estadio de Wembley, en el mismo sitio en el que el FC Barcelona había ganado su primera Copa de Europa unos meses antes, el main PPV SummerSlam. Pues bien, en 2022 la empresa aún propiedad de Vince McMahon estrena un gran evento en Cardiff, Gales: Clash at the Castle. Esto es histórico.

Hay que decir que esto no es del todo cierto. En 2003, tuvo lugar un show en Newcastle, llamado Insurrextion. Creo que cuando WWE dice estas cosas, además de vivir constantemente en kayfabe a todos los niveles, se refiere a que es el primer evento celebrado en un estadio, desde 1992. Y eso sí es verdad (creo). El Principality Stadium acoge el show, ante más de 60.000 espectadores, que se dice pronto. Aunque ya sabemos que el número de espectadores que anuncia WWE es también Kayfabe... porque el wrestling es el único espectáculo en el que la mentira tiene una excusa.

En este show hay varios luchadores de las islas con protagonismo. Finn Balor, Drew McIntyre, y Sheamus, que lidera a los Brawling Brutes, que es un stable de irlandeses violentos inspirado en los Peaky Blinders. Se enfrenta el pelirrojo a Gunther, anteriormente conocido como Walter, que ha podido llevar al main roster a la versión de WWE de su stable de nazis del wrestling: Imperium.

Ya sabe el lector que Walter hizo de todo en las indies. Formó un stable conocido como Ringkampf, en el que su mejor compañero era Timothy Thatcher, que a su vez era uno de sus principales rivales. En su momento, ambos coincidieron en WWE, en esa época en la que Triple H fichaba a todos los luchadores interesantes del mundo indy. Yo esperaba, en base a eso, que llegaran a verse las caras, o que llegaran a hacer equipo, mas la pandemia de COVID dio a Vince McMahon la excusa perfecta para echar a la calle a todos los luchadores que a él no le gustaban, así que Thatcher, que es un perfil  muy específico, quedó fuera. Espero ahora que Hunter lo recupere; tener al Ringkampf en un gran evento de WWE sería un sueño.

Walter, de hecho, ha sufrido con el criterio de Vince. Después de un tiempo usando su nombre original, se lo tuvo que cambiar por Gunther, que es el único nombre alemán que un americano analfabeto puede conocer, gracias a un personaje obeso y paródico de Los Simpsons. Walter asimismo ha tenido que perder peso para no ser objeto de los storylines humillantes de esa empresa relativos a la obesidad. Imagine el lector a un tipo como él ridiculizado cada semana y vestido de tirolés, como si estuviera en el Oktoberfest comiendo frankfurts. Estoy seguro de que a McMahon se le pasó por la cabeza. Por suerte, él ya no está, y Triple H lo está usando muy bien.

Otro fantástico luchador, muy físico e infrautilizado es Sheamus, un irlandés violento que el propio Hunter tuteló en sus inicios en WWE, allá por 2010. Entonces, ambos tuvieron una rivalidad que incluyó un buen combate en WrestleMania, y un ataque por parte del pelirrojo que sacó de escena al esposo de Stephanie, cuando este decidió empezar a luchar de forma puntual. Desde entonces, ha hecho de todo; ha sido un worker que ha servido a la empresa en aquello que esta le ha pedido. Lleva 13 años ya luchando en su roster principal, que es algo que en épocas más reconocidas sería considerado como un mérito histórico. Ahora, posiblemente gracias a la fama de la serie de Peaky Blinders, forma parte de un stable muy entretenido, que se ve las caras con los germánicos. Y es interesante, porque es un choque entre gente muy distinta; unos muy serios y rigurosos, y otros borrachos y locos. Pero todos son fuertes y violentos. Me encantaría que las Wargames que se han anunciado para Survivor Series incluyera a estos dos equipos, aunque entiendo que no están en el top de WWE.

Por ahora, en Clash at the Castle, disfrutamos de una lucha magnífica entre dos hombres muy fuertes y violentos; una lucha muy rara en el main roster de WWE, y que, sorprendentemente, el público disfruta mucho, quizás por su cariño hacia Sheamus. Lo apoyan en todo momento, y arden ante un combate que apenas tiene spots ni big moves; está repleto de golpes durísimos, muy stiff, que llenan los cuerpos de los combatientes de marcas. Estas se notan más fácilmente en el cuerpo de Sheamus, muy blanco, que acaba la lucha totalmente destrozado. Es uno de los combates más duros que he visto nunca en WWE.

Walter (permítame el lector que lo llame así; no me acostumbro a la otra tontería de nombre) lanza a Sheamus contra los escalones de metal. Es un tipo capaz de hacer que un Body Slam parezca un gran golpe en 2022. Después de eso, ataca con golpes muy fuertes en la espalda de su oponente, y aplica sus poderosos chops. Alguno de ellos está a punto de matar a su rival, que, en mi opinión, llevaba 13 años esperando tener un combate de este tipo en esta empresa. Este es su estilo de pelea, y es lo que, a mi entender, más disfruta, por mucho que duela. Walter aplica el Boston Crab, que con Jericho fuera de la compañía, vuelve a ser un movimiento de uso general. Y cuando Sheamus se resiste, es lanzado contra el esquinero, y contra el suelo de ringside.

La verdad es que estamos acostumbrados a ver a Walter como a un gigante, porque en las indies no hay luchadores tan altos. Pero Sheamus no sólo es un poco más alto que es, sino que es mucho más musculoso. Nunca me había percatado de eso. Sin embargo, de alguna manera, Walter sigue pareciendo más grande, quizás por la longitud de sus brazos. Sheamus busca constantemente su conteo de golpes en el pecho, sin éxito, hasta que, durante un comeback, consigue aplicarlos en varios sitios distintos. Es la primera vez que el face tiene una oportunidad en la lucha.

Este enfrentamiento de animales se iguala, y Sheamus está a punto de ganar tras un par de rodillazos. La gente grita "Lets go Sheamus", porque aquí debe haber mucho irlandés. Consigue aplicar el White Noise, mas Walter había hecho suficiente daño a su espalda como para que eso fuera demasiado para su cuerpo. A partir de aquí, falla varios golpes por culpa de sus problemas lumbares, y eso le conduce a la derrota. Una última Power Bomb del austríaco, seguida de varios pisotones, lo incapacitan demasiado.

Todavía consigue incluso aplica su Crucifix Powe Bomb, un ataque en, en algún momento, a comienzos de su carrera, parecía ser su principal finisher, pero que acabó siendo sustituido por otros menos peligrosos y más visuales. Pero eso hace más daño todavía a su espalda. Nueva Power Bomb de Gunther. Sheamus intenta levantarse de nuevo, a pesar de los gritos de su rival, y este lo hunde finalmente con un Clothesline brutal. Una lucha del main roster de WWE terminada con un Clothesline es algo digno de ver.

Por cierto, Gunther retiene su Intercontinental Championship. Creo que su próximo rival será Rey Mysterio, y esa es otra lucha de ensueño que yo deseo ver. Cositas que hacen que me reencuentre con el cariño por el wrestling.

Puntuación: ****3/4

sábado, 15 de octubre de 2022

Roman Reigns vs Brock Lesnar, Last Man Standing, WWE SummerSlam 2022


En este blog hemos hablado de la extensa rivalidad ocurrida en WWE entre Roman Reigns y Brock Lesnar. Nos parecía acabada tras lo ocurrido en WrestleMania 38, pero no fue así; volvió a activarse de cara a SummerSlam 2022. Y eso a mí, personalmente, me pareció un exceso, al menos a priori. Después de ver la lucha, creo que ha sido un acierto.

Y es que la lucha que mantuvieron en el mayor evento del año resultó ser bastante fría. Se anunció como el mayor combate de la historia del evento, y no llegó a ser absolutamente nada recordable. Era obvio que merecían mejor final, pero, al mismo tiempo, enfrentarlos otra vez resultaba arriesgado, en tanto que podían volver a decepcionar a todo el mundo. Pero WWE hizo lo posible por prevenir tal cosa: le puso al nuevo combate una de esas estipulaciones que nunca fallan, y que siempre animan las grandes y extensas rivalidades. La lucha sería un Last Man Standing Match. Eso es un seguro de entretenimiento, y a veces, de buen combate. En este caso ha implicado ambas cosas.

Ya conocemos la historia entre ambos luchadores. Hablamos sobre ella en el pasado, puede el lector buscar por el blog. Roman salió de WrestleMania como doble campeón mundial, con los títulos Universal y de WWE en su cintura. Se ha convertido en el campeón moderno más longevo, acercándose a los números de las grandes figuras de los 70 y 80. Veremos hasta dónde llega.

SummerSlam 2022 tiene lugar un poco antes de lo habitual: ocurrió el 30 de julio. Fue un evento muy grande, pues acogió a casi 50.000 espectadores en directo, en el Nissan Stadium de Nashville, Tennessee, ciudad en la que el Monstruo Rojo Kane es alcalde. Él mismo hizo acto de aparición para anunciar los guarismos, y darle al mechero. El main event está a la altura de las circunstancias.

Ya sabe el lector que Brock Lesnar es, en su vida real, un granjero. Ganó mucho dinero en su etapa como luchador de MMA, y ahora gana mucho dinero en WWE por un número de apariciones anuales muy reducido. El resto del tiempo lo pasa en su granja, y por eso en Nashville se siente como en casa.

El caso es que en el camino hacia el ring, hay una especie de grúa; uno de esos cacharros que sirven para coger arena y soltarla. Yo no tengo ni pajolera idea sobre esas cosas, pero Lesnar sí. Brock utiliza esa máquina durante la lucha, dándole un toque de originalidad nunca visto. La conduce hacia el ring, se sube al brazo de la máquina, y salta desde él para atacar al campeón dentro del cuadrilátero. Suena la campana y empiezan los mamporros.

La verdad es que me parece un poco peligroso. Es maquinaria pesada moviéndose entre el público, que está muy cerca. Un palancazo mal dado podría haber acabado en un desastre, si no para la salud de la gente, sí al menos un desastre legal, porque en Estados Unidos, le tiras un refresco encima a una persona del publico y puede demandar a la empresa por lesiones cerebrales graves, con un coste millonario. No obstante, todo sale bien, porque Lesnar sabe de cacharros de esos.

Después de esa entrada, Lesnar domina el combate, golpeando a Roman entre el público, estampándolo contra una columna de metal, y aplicando Súplexs contra el suelo. Prepara una mesa para acabar el trabajo sobre la espalda de su oponente, pero lo paga caro, porque Paul Heyman le despista, lo que posibilita que Reigns utilice un Samoan Drop sobre la mesa. Las cosas se ponen bien para el rudo, que ataca con los escalones de metal y aplica un Uranage Slam sobre otra mesa. Los conteos del referee empiezan a acercarse a 10, pero queda mucha batalla.

Roman empieza a aplicar Spears en el ring, pero está lejos de la victoria. Brock lo estampa con un Spinbuster sobre media mesa que quedaba sobre el suelo, aplicando un ataque muy peligroso: esa mesa no estaba colocada a una posición estándar para el wrestling. También le pega con los escalones mecánicos y con otros trozos de mesa en la cabeza, lo que no sé si estaba prohibido en WWE. Lo sube al brazo de la grúa, y lo lanza desde ella al ring.

La verdad es que ese ataque no resulta muy impresionante, porque la caída no es muy alta, pero es muy original. La gente lo disfruta y canta eso de "This is Awesome". Comienzan los Súplexs y los F5 por parte del granjero, mas el campeón consigue levantarse siempre antes de que la cuenta llegue a 10, apoyándose en las cuerdas. Brock quiere evitar esto, y lo que hace es... volcar el ring. Mete el brazo de la grúa por debajo del ring, sube una esquina de este, y eso provoca que roman caiga rodando a ringside. Lo nunca visto. Ya no hay ring en este combate.

Comienza la batalla final junto a las mesas de comentaristas. Roman lo tiene crudo, pero llega la caballería. Los Uso evitan que lo lancen contra las mesas, pero Brock los destroza a ambos con violencia extrema. El que aparece después es Heyman, que le da las correas a su antiguo cliente para que se vaya con ellas, pero recibe un enorme F5 sobre la mesa, sólo un segundo antes de que Roman aplique una Spear sobre su rival. Pero aún queda un último invitado... Austin Theory, Mr Money in the Bank.

Theory noquea a Roman con el maletín, pero recibe un F5 de Brock antes de cobrar su contrato. Después de esto el contendiente al título encaja una doble SuperKick por parte de Los Uso. A partir de aquí, es cuestión de tiempo que pierda. Se levanta antes de la cuenta de tres, pero recibe un Spear. Y un golpe con el maletín. Y otro. Y otro. Como la cuenta parece no llegar nunca a 10, los samoanos empiezan a tirarle cosas encima, para evitar que se levante. Ahora sí, la cuenta llega a 10; Lesnar no ha sido capaz de vencer a todo lo que Roman es capaz de convocar en su ayuda.

Gran batalla, entretenimiento máximo made in WWE.

Puntuación: ****1/4

viernes, 7 de octubre de 2022

Triple H vs Steve Austin, Three Stages of Hell, WWF No Way Out 2001




Especial retiro y ascenso de Triple H

Comentamos otra lucha de Triple H, para lamentar su retiro y celebrar su ascenso creativo en WWE. En el post anterior, hablamos de un combate suyo propio del año 2001, en el que hacía equipo con Steve Austin para enfrentarse a Chris Jericho y Chris Benoit. Eso ocurrió después de que Austin se pasara al bando rudo en WrestleMania 17 y se aliara con la familia McMahon. Pero, hasta entonces, había sido un chico bueno, y había tenido una rivalidad frente al propio Hunter que se remonta a mediados del 99. Charlaremos hoy sobre la lucha definitiva que tuvieron en No Way Out 2001, una lucha que a mí me encanta.

Estos hombres tuvieron un feudo realmente loco, muy propio de la Era Attitude. Se atropellaron, destruyeron coches con grúas... Vamos, las cosas que ocurren en un universo alternativo en que las leyes no existen. Por desgracia, Steve se lesionó, así que sus problemas con Hunter se aplazaron. Mientras tanto, durante el año 2000, el narigón estuvo metido en rivalidades increíbles frente a gente como The Rock o Cactus Jack, gracias a las cuales, se convirtió definitivamente de una grandísima estrella. Si alguien duda sobre lo bueno que es, debería mirarse esta etapa de su carrera.

Como todo el mundo sabe, Stone Cold había sufrido una dolorosa lesión en el cuello años antes, después de recibir un mal Piledriver en un combate frente a Owen Hart. Necesitaba cirugía, así que se utilizaron las estrafalarias escenas de su rivalidad frente a Triple H para justificar su desaparición. Él mismo ha calificado esto como "la peor storyline de la historia". En esa época se crearon muchas candidatas a tal posición.

Durante su ausencia, estuvo involucrado en la historia que se creó entre Hunter y The Rock. Nunca se olvidó de su rival. Cuando al fin pudo volver a subirse a un ring, a partir de otoño, volvió a enfrentarse a él, e incluso se vieron las caras dentro del clásico y único Six Men Hell in a Cell Match. Finalmente, y tras la victoria en el Royal Rumble Match 2001 de Austin, ambos luchadores tuvieron su match definitico en No Way Out, en un Three Stage of Hell Match, una lucha de tres caídas en la que cada caída tiene una estipulación.

Me gusta la manera en la que desarrolla este tipo de combates WWE. Son muy estratégicos. Sin embargo, en este caso no es así. Las caídas no sirven a una estrategia común, sino que son tan duras, largas y batalladas como combates individuales. Todas son geniales.

La primera caída es un wrestling match, o sea, un Singles Match de toda la vida. Un combate normal. No hay espera, Austin salta al ring como una bestia a por si rival, y comienza a golpearle. Pero si el fan espera que sea una caída rápida, se llevará un chasco. Esta primera caída es, por sí sola, un muy buen combate; largo y batallado.

Austin comienza atacando el brazo de su oponente. Aplica buenos golpes y estiramientos sobre la extremidad superior de Hunter. Sin embargo, después de un fallo, es el actual directivo de WWE el que toma la ventaja, aplicando todo tipo de neckbreakers sobre el ídolo. Las lesiones de este en la pierna y en el cuello le dan grandes argumentos al rudo para atacar, y este los comprende y ejecuta. Austin vende el dolor en su cuello de manera genial, de igual manera que haría Bryan 20 años después, tras su problemas de conmociones, y asimismo queda cojo en base al notable trabajo de HHH sobre su pierna.

Tiple H alcanza la Figura 4 sobre su rival, pero este consigue darle la vuelta. También aplica geniales estiramientos sobre su rodilla, pero Austin, tras sufrirlos, le pega pisotones en la cara. Esta caída no va a acabar tan fácilmente. Triple H lleva las de ganar, pero después de una discusión con el referee (Hebner), salta y aterriza en una Stunner. La primera caída es para Stone Cold.

La segunda es un Street Fight Match, y para hacerle honor, nada más comenzar, Steve saca fuera del ring a Hunter y le aplica un Suplex sobre el metal de la rampa. Cada caída se ejecuta según la tradición de su campo. En un street Figth, al menos en esa época, debía haber violencia y sangre.

Austin le parte la cabeza a su oponente pegándole con uno de los televisores de los comentaristas en plena cabeza. Aún no existían las tablets; se usaban los tubos de rayos catódicos. Y tampoco existían los estudios sobre los problemas a largo plazo derivados de las conmociones cerebrales, y por eso los luchadores se podían destrozar con teles y sillas, como así hacen.

Los luchadores empiezan a sangrar tras el uso de un palo de alambres, que el público recibe con gritos de "Foley, Foley". Triple H intenta aplicar un Pedegree sobre una de las mesas de comentaristas, pero es proyectado, volando, sobre la otra, pegándose un golpe no poco peligroso. Vuela más de dos metros, y la mesa no le amortigua nada, porque está hecha para romperse fácilmente.

En el ring, Hunter pega a su rival con la campana, y comienza a atacarle con neckbrakers sobre sillas. Retoma su estrategia original, y funciona: le va a destrozar su ya sangrante cabeza.  Cuando va a buscar un Pedegree, Steve vuelve a proyectarlo, en este caso fuera del ring. Aunque esto sea al mejor de tres caídas, los luchadores pelean en cada una de ellas como si fuera la última. El sillazo que le mete el calvo al güero es loco, y lo hace justo antes de empezar a usar los escalones metálicos. Ahora Hunter saca un Sledgehammer, que como vimos hace poco al comentar las luchas entre Cody y Rollins de 2022, sigue muy vigente. Cuando los luchadores vuelven al ring, Hunter consigue huir de un nuevo Stunner, para pegar a Austin con el martillo. Con un Pedegree, acaba la caída. Al fin, baja la jaula, porque la tercera caída es un Steel Cage Match.

Al que los luchadores llegan exhaustos, por el cansancio, el dolor y la pérdida de sangre. Utilizan el metal para herirse mutuamente, e intentan escapar en alguna ocasión. En cada caída, repito, se ciñen a las reglas que la rigen.

Hunter tortura a Austin con el palo de alambres, pero tras un sillazo, recibe un pago proporcional. Caen los golpes con la jaula, caen los finishers, pero esta epopeya no finaliza. La igualdad es absoluta. Finalmente, ambos se pegan con palos al mismo tiempo, y se desploman. Hunter cae encima de Austin, lo que lleva a Hebner a realizar la cuenta a su favor. Legalmente ha ganado Triple H, si bien su victoria ha sido circunstancial. Como sabemos, lo próximo que veremos de ellos es la formación del equipo Two-Man Power Trip.

Hace tiempo que no doy cinco estrellas a una lucha, pero me veo en la obligación de hacerlo con esta. No es de extrañar que WCW no pudiera rivalizar con este tipo de producto; con esta manera de terminar grandes historias con grandes batallas. Vale la pena ver los programas de wrestling si conducen  a esto.

Puntuación: *****

domingo, 25 de septiembre de 2022

Triple H y Steve Austin vs Chris Jericho y Chris Benoit, WWF Raw 21/05/2001




Especial retiro y ascenso de Triple H

Especial 25 Aniversario de Monday Night Raw

En los últimos meses, Triple H se ha visto obligado a dejar el wrestling en activo por motivos de salud, y ese ya es motivo más que suficiente para dedicar dos luchas en el blog a su figura. También hay que tener en cuenta su ascenso en la jerarquía de WWE tras la salida de Vince McMahon. Trataremos ambas cosas en estos posts.

Me pareció una pena observar el retiro de Triple H en la pasada edición de WrestleMania. De hecho, lo hizo oficial unos días antes, en una aparición en el programa First Take, pero fue entonces, en la segunda noche de la edición número 38 del evento más grande, cuando dejó sus botas en el ring. Aunque no dijo nada, se entendió perfectamente el gesto. Es cierto que Undertaker hizo en su día algo similar y, no obstante, volvió a luchar, pero los motivos de Hunter parecen más evidentes: sus problemas de corazón. Y es que, aunque yo no me enteré de la situación porque en ese momento no prestaba mucha atención al wrestling, Paul Levesque sufrió problemas en su corazón en septiembre de 2021, producto de una enfermedad de carácter genético, y tuvo que ser sometido a cirugía. Según reveló Meltzer un par de meses después, esos problemas de salud son tremendamente graves, y por eso Hunter, que poco antes había cumplido 25 años en WWE, decidió no volver a luchar. Una pena, digo, porque parece ser que WWE planeaba que volviera al ring, precisamente, en WrestleMania 38, para enfrentarse a Gable Steveson, sin bien el debut de este no acaba de ocurrir.

Durante 2021, se había llegado a especular sobre su intención de montar su propia empresa de wrestling. Fue el encargado de llevar a Nxt a la televisión por cable, y sin embargo, fue totalmente desautorizado por Vince, que cambió por completo el producto que en primera instancia había desarrollado Hunter, y expulsado de la empresa a los luchadores que él había impulsado. Es cierto que Hunter tiene mucho dinero, pero no el suficiente como para montar una empresa main stream. No hará falta que lo haga porque, debido a los cambios ocurridos en WWE en los últimos meses, ahora tiene poder para hacer lo que quiera en la promotora más importante que existe, y eso es más de lo que podría haber esperado. Quizás no sea casualidad: Vince cosechó demasiados enemigos dentro de su junta, sobre todo en el último par de años, y eso no es bueno cuando tienes cosas que ocultar. Mantén cerca a tus enemigos.

Ahora, Triple H tiene el poder creativo de WWE. En julio de 2022, fue nombrado vicepresidente ejecutivo para relación con el talento, sustituyendo al infame John Laurinaitis, y tres días después, tras el retiro voluntario de Vince McMahon, fue nombrado director del área creativa de WWE. En septiembre de 2022, y continuando con los cambios que no paran de suceder en las oficinas de WWE, fue ascendido al puesto de Chief Content Creator, que es el mayor puesto ejecutivo en términos de creación de contenido.

Todo el mundo ha recibido con satisfacción estas noticias. Las audiencias de WWE han mejorado mucho, así como la satisfacción del público. ¿Qué podemos esperar de Hunter en este puesto? Es difícil saberlo, pero lo iremos viendo poco a poco. Yo temía que cometiera algunos errores que caracterizaron su trabajo en NXT, como los combates excesivos de 40 minutos, pero él mismo me ha tranquilizado, definiendo su objetivo de la siguiente manera: "Crear grandes personajes e introducirlos en grandes historias". Si se ciñe a esta definición, quizás podríamos volver a ver los grandes storylines que otrora caracterizaron al wrestling y que provocaron que los aficionados encendieran la televisión, con ganas de saber cómo avanzaba la historia en la que estaban sumergidos su luchadores favoritos. Y es que, aunque Triple H enfocara NXT como una empresa de wrestling independiente, lo cierto es que es el máximo exponente del estilo de creación de historias de WWE; él ha estado en grandes promos, en grandes storylines, en grandes stables, en grandes eventos y en grandes matches. Sabe de qué va esto.

Dicho lo cual, yo querría ver un par de luchas clásicas suyas, para homenajear su inmensa carrera, y desearle suerte en su nueva labor. Este blog está lleno de combates en los que ha participado, pero hay muchos otros que no obstante aún no están presentes. Empezamos por un tag team match que ocurrió en un programa de RAW de 2001, y que debía haber formado parte del especial que hice hace unos años sobre el 25 aniversario del programa. Nunca es tarde para completar ese especial, así que valga el comentario de hoy para ambas causas. Hunter hace equipo con Stone Cold Steve Austin para enfrentarse a Chris Jericho y Chris Benoit, en una de las luchas más recordadas de la historia del programa.

Estamos en 2001, unas semanas después del aclamado WrestleMania 17. Steve Austin se había pasado al bando rudo, y era realmente odioso. Realizó el turn heel en WrestleMania, al sellar su amistad con su clásico rival, Vince McMahon, como producto de su rivalidad con The Rock. No había desarrollado ese papel desde 1997 y sería determinante durante el storyline de la invasión de WCW. Además, tuvo a su lado a Triple H, que le ayudó a vencer una vez más a The Rock, y con el que formó un equipo conocido como The Two-Man Power Trip.

Austin y Hunter se quedaron todos los títulos. El primero era Campeón de WWF, mientras que el segundo era Campeón Intercontinental, y además, se convirtieron en World Tag Team Champions al derrotar a Undertaker y Kane. Esa exitosa alianza, sin embargo, tuvo las piernas muy cortas, pues acabó en el combate que comentamos hoy, ya que Triple H se desgarró el cuádriceps durante el mismo.

El combate es muy famoso. Meltzer le dio cuatro estrellas y tres cuartos sobre cinco, porque realmente es de una acción desenfrenada. Yo debí darle cuatro y media la primera vez que la vi, aunque ahora mismo no lo considero tan bueno, porque ya nos hemos acostumbrado mucho a este tipo de acción. Aún así, jamás podrá ser considerado un mal combate.

Se suponía que estos cuatro hombres estarían rivalizando por los tres títulos que tenían Austin y Hunter, pero, como decimos, el yerno de McMahon tuvo que dejar la storyline, lo que llevó a los otros tres a enfrentarse en una triple amenaza por el Campeonato de WWF. Aquí por lo pronto, los canadienses roban los campeonatos en parejas a los americanos. Comienzan dominando, a pesar de las trampas de sus rivales, y están a punto de ganar, cuando Benoit atrapa a Austin con el Cripper Crossface, mas Paul lo evita pegándole con una silla cuando el referee no mira. El público está que arde.

Estamos en 2001. WWE nunca ha tenido más audiencia que entonces. Los programas de Raw crean verdadera expectación, y este provoca una gran emoción. Y es que el odio que ha generado el cambio de bando de Austin no es pequeño: actúa como un verdadero idiota. Esta noche sí que se puede decir que Raw is War. Stone Cold y The Game dominan a Benoit, a la espera del hot tag, mientras hacen trampas que calientan a la grada. Cuando ocurre el tag, el referee lo deniega porque dice no haberlo visto, y eso enfurece aún más a todo el mundo. Jericho y Austin Browlean en ringside, mientras Hunter aplica Pedegree sobre Benoit. Jericho salva a su compañero in extremis y le da el tag, para barrer la casa. Una vez más está a punto de ganar con sus Walls of Jericho, y una vez más, Triple H evita la rendición de Austin.

HHH está visiblemente lesionado. Apenas se puede mover y, no obstante, sigue adelante. Intenta aplicar Pedegree en las mesas sobre Jericho, pero este lo reversa con cuidado, para no hacer daño a su rival malogrado, y lo coloca bajo sus murallas. Por enésima vez, el referee no se percata de lo que pasa en el ring, y el Diving Headbutt ganador de Benoit pasa desapercibido. Sí que ve Hebner el Stunner de Stone Cold, pero Jericho evita la cuenta. Esto no para.

Después de un intercambio muy entretenido, Jericho aplica Lion Sault sobre Austin. El referee no está para contar, así que Triple H, arrastrándose como puede, y demostrando la implicación con la empresa que siempre ha tenido, llega para golpear con su martillo a sus rivales, pero el que se lleva el golpe es su compañero. Mientras Benoit se lleva a Hunter, Y2J cubre a Austin para llevarse la victoria y el campeonato.

Como digo, la lucha es muy muy divertida y emocionante. Pero ha pasado mucho tiempo, y la percepción de la acción ahora no es la misma, porque el wrestling ha evolucionado mucho en esta dirección. No es una lucha casi perfecta, como podríamos haber considerado entonces, pero sigue siendo una muy buena lucha.

Puntuación: ****

domingo, 11 de septiembre de 2022

Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE Hell in a Cell 2022


Hablamos en el último post publicado en el blog sobre la vuelta de Cody Rhodes a WWE, y su combate en WrestleMania 38 frente a Seth Rollins. La rivalidad entre ambos continuó, con otra victoria de la Pesadilla Americana en Backlash, y se dirigió hacia Hell in a Cell, evento en el que mantuvieron un match bajo las reglas que dan nombre al show: lucharon en una Jaula Infernal. Lo hicieron, además, en el main event de la velada, pues el campeón de todo, Roman Reigns es un campeón no demasiado interesado en el trabajo duro. Cualquier parecido con John Cena es casualidad. Recuerda, más bien, al Hulk Hogan de WCW, que siempre tenía cosas mejores que hacer que ser luchador.

El combate entre Cody y Rollins en Hell in a Cell nos dejó una imagen para la historia: la del pecho de Cody morado por una lesión en su pectoral, a pesar de la cual, se decidió a luchar y a dar un combate largo y violento. Es una de las muestras de sacrificio de esas que se la ponen dura a Vince. También es cierto que Vince ya no está; la duda que nos queda es si Triple H concibe a un Cody main eventer y campeón, o si optará, en su lugar, por los chicos de Next que tan bien le funcionaron y a los que está trayendo de vuelta uno a uno tras la salida de la empresa de su suegro.
 

Cody volvió, como vimos, a WWE en WrestleMania, y derrotó a Seth. En el programa de Raw posterior, tuvo unas palabras, recordando, con cariño, como siempre, a su padre. Quizás alguien pueda pensar que es un poco pesado con esto, pero me temo que es parte importante de su personaje, y no se puede abstraer de eso. Rollins apareció para darle la mano, y todo pareció hasta entonces correcto, pero se quedó en ringside a mirar cuando ocurrió el primer match del American Nightmare en RAW después de 6 años, con su risa burlona. Entonces, le retó a un segundo combate en Backlash que por supuesto el rubio de bote aceptó. Posteriormente, la caballerosidad acabaría, después que de Kevin Owens abandonara una lucha frente al exAEW, y Rollins no pudiera contener su frustración, atacando a este.

El Visionario tenía una excusa: fue sorprendido en WrestleMania; no se pudo preparar bien para el combate porque no conocía su rival. Quiso nublar la mirada de su oponente, al nombrar a su padre, diciendo que Dusty no fue lo suficientemente bueno para ser campeón. Todos sabemos que sí lo fue, fuera de WWE, mientras que en la empresa de McMahon hizo el payaso con un vestuario lleno de lunares amarillos que tendrá cierta repercusión en esta rivalidad. El caso es que, con esto, al fin la rivalidad se convirtió en algo personal.

Rhodes volvió a ganar en Backlash, mas su forma de hacerlo no fue demasiado limpia. Eso dejó abierta la opción de que volvieran a enfrentarse. Durante el match, Rollins volvió a burlarse de Dusty, utilizando sus clásicos puñetazos. A pesar de eso, Cody quiso pasar página y buscar nuevos oponentes. El exShield no lo permitió, y le atacó brutalmente.

Eso provocó que la rivalidad se convirtiera en trilogía: el cierre de la misma tendría lugar en una Hell in a Cell. Hay que destacar que, para esa lucha, Rollins llega al combate vestido con los lunares amarillos que sufrió Dusty en en su paso por WWF, y con los que Vince McMahon quiso torturarle por ser una gran estrella de la NWA, porque Rollins ha intentado, durante su rivalidad, in-visibilizar sus logros fuera de la empresa. Esto tiene una doble lectura: durante el match que mantuvieron en WrestleMania, Seth le dio la bienvenida de nuevo a Cody a "Las Grandes Ligas", señalando que su trabajo en AEW no vale nada, como no lo vale, en su opinión, el de su padre en NWA, JCP o WCW. Cody ya renegó de su personaje de Stardust durante aquel match, señalando precisamente lo contrario: que se ha hecho grande tras dar la espalda a los intentos de humillación que WWE desarrolla sobre sus luchadores, que afectaron a su padre, a su hermano, y a él mismo. Hoy toca el turno de acabar con Seth, y defender su apellido, y de esa manera, defender al wrestling del bullying de WWE.

Sin embargo, existía una duda razonable sobre su presencia en el evento, pues su lesión era conocida por todo el mundo. El tema Kingdom suena, despejando tal duda, pero, en el momento que Cody se quita su chaleco, muestra el estado de su pectoral, que es atroz. Parece una manzana pocha: lo tiene morado como si hubiera recibido mil chops de Kenta Kobashi. Así pues, tenemos un combate muy simbólico, en tanto que se utilizan en él, como en los anteriores, referencias diversas, pero también uno claramente enfocado a la lesión de Cody. Usando palos de kendo y otros objetos, el Freakin intenta aprovechar el legítimo dolor de su oponente a su favor, y este demuestra que apenas puede utilizar su brazo derecho.

La lesión de Cody provoca que cada movimiento cuente. Que la gente sienta el dolor de su ídolo, y que, por tanto, tema los ataques del rival. Eso vale oro en el wrestling, porque un combate real tiene mucha relación con el dolor y el miedo, y en la versión moderna de esta disciplina, eso se ha eliminado casi por completo, banalizando los ataques de los contrincantes. Cody, eso sí, consigue mantenerse en el match, aprovechando los errores de su rival.

Si Rollins va vestido con los puntos amarillos del Dusty de WWE, Cody saca de debajo del ring un cencerro. Quiere emular la versión más natural de su padre; la más midsouth: lo que verdaderamente era él como luchador, y lo hace de esta manera. Se ata a Seth, y pelea como si esto fuera una Texas Bullrope Match de las que disputaba Dusty. Seth se lleva un porrazo en la cabeza con el cencerro, que le hace ver las estrellas.
 

A pesar de todas estas virtudes, es cierto que esta lucha sigue el patrón de los combates violentos de WWE en los últimos años, que a mí no me gustan mucho: es una concatenación muy guionizada de spots: uno saca un objeto de debajo del ring, hay un spot, y el combate se para un rato hasta que otro saca otro objeto y realiza su propio spot. En mi opinión, a este tipo de matches se le ven demasiado las bisagras; y eso me saca de ellos. Son demasiado obvios.

El match continua de esta manera. Los dos luchadores lanzan finishers por todos lados, incluyendo aquellos propios de su respectivo rival, y se pelean por usar el Sledgehammer, el legendario martillo de Triple H. En primera instancia, el brazo de Cody falla, pero tras conseguir usar dos Crossrhodes, acaba el match con un martillazo.

Si bien esta lucha funciona de una manera demasiado modular, y con demasiados descansos entre spots, como he señalado antes, creo que goza de otras virtudes que la convierten, al menos, en un MOTYC. Tras lo ocurrido, Cody se alejaría de los cuadriláteros para curar sus males. No descarto un regreso en Royal Rumble.

Puntuación: ****

miércoles, 31 de agosto de 2022

Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE WrestleMania 38 Saturday


Uno de los grandes hitos ocurridos en 2022, al menos en lo referente a lo puramente luchístico, fue el regreso de Cody Rhodes a WWE. Él, uno de los fundadores de AEW, supuestamente vicepresidente de la compañía de Tony Khan, ha resultado ser la primera gran estrella de esa empresa que la ha abandonado para ir a WWE. Muchos hombres y mujeres han hecho el camino contrario, pero de igual manera que ocurrió durante la guerra entre WWF y WCW de los 90, la carretera ha resultado ser de doble sentido. Se espera que, con el nuevo reinado de Stephanie McMahon y Triple H, mucha gente observe con agrado un regreso a casa.

Así lo hizo Cody antes de que Vince abandonara su hogar. Cody nació en WWE; de igual manera que había ocurrido con su hermanastro Dustin en 1990, él debutó en la empresa de la mano de su padre, el Sueño Americano Dusty Rhodes. Eso ocurrió en 2007, y durante años, Cody participó de muy diversos roles y storylines. Finalmente se estancó en el personaje de Stardust, que acabó siendo habitual de los programas pequeños de la compañía (Main Event y Superstars), y por ese motivo decidió irse y recorrer mundo a mediados de 2016.

Ha ocurrido ya en muchos casos que un luchador tiene que irse de WWE para mejorar su físico y para demostrar que puede ser una estrella. Como ocurrió con Drew McIntyre, Cody ha vuelto a la empresa como un gran main eventer gracias a su rol en AEW, muy alejado de aquel que tenía en el momento de irse. Y es que, realmente, Cody, que no pudo usar el apellido que hizo famoso su padre fuera de WWE, estuvo en todas partes, mejorando poco a poco, y construyendo su leyenda. No fue alguien que se fuera de WWE estando en lo alto y se aprovechara de ello para recibir oportunidades inmerecidas: luchó en todas partes, y su estrellato se construyó con trabajo duro y grandes momentos de wrestling. Tuvo una pequeña storyline en TNA, enfrentándose, junto a su mujer Brandi, a Mike Bennet y María, y firmó por Ring of Honor. Se convirtió en Campeón Mundial de esa empresa, y participó en múltiples eventos de New Japan Pro Wrestling, uniéndose al Bullet Club, y comenzando una profunda amistad con The Elite. Junto a esa agrupación, y con la colaboración de Ring of Honor, dio forma al evento que posteriormente serviría como rampa de lanzamiento para la creación de AEW; All In. Ese día, derrotó a Nick Aldis, convirtiéndose en Campeón Mundial de la NWA; titulo que portara su padre décadas antes. Fue un gran día. En una notable lucha, en el 70 Aniversario de la NWA, perdió el campeonato ante el propio Aldis.

Cody y The Elite participaron también en la primera edición del Crucero de Chris Jericho, un espectáculo de lucha sobre el mar que creó el veterano luchador canadiense. Chris se unió al grupito, y todos juntos convencieron a la multimillonaria familia Khan para crear una nueva promotora de lucha llamada AEW y cuyos programas pasarían a emitirse en TNT, la cadena de televisión que acogió WCW Monday Night Nitro durante los 90. En su debut en la misma, en Double or Nothing 2019, Cody venció a su hermano Dustin en una gran pelea.

Cody se convirtió en una verdadera superestrella en AEW, pero siempre se mostró muy respetuoso con WWE. Demostró ser un hombre de negocios serio, e incluso convenció a esa compañía para que le dejara usar su apellido. Y eso le vino bien cuando decidió volver.

Y es que Cody era una pieza clave en la incipiente AEW. Cody, Jericho, Omega, Moxley... eran las piezas más famosas de la compañía. Pero luego esta empezó a firmar a todo ser viviente, pagando sueldos millonarios a tipos como CM Punk y Daniel Bryan. AEW está llena de estrellas, y Cody perdió fuerza en el vestuario. A pesar de que todo lo que tocaba Cody era oro, ya no era imprescindible, y no era el mejor pagado. No llegó a un acuerdo con Tony Khan, y se fue.

Y llegó a WWE como luchador top. A veces Vince McMahon hace eso: desprecia a la gente hasta que otro la hace grande, y aprovecha el impulso que ese otro les ha dado para recibirlos de vuelta como main eventers. Cody se fue de WWE siendo Stardust y luchando en WWE Superstars, y volvió a estelarizar eventos. Su primera gran rivalidad la mantuvo frente a Seth Rollins, quizás el mejor heel de la compañía. Debutó en WrestleMania 38.

Y por eso, Seth tuvo que trabajar toda la rivalidad solo, algo que hizo a las mil maravillas. En principio, parece ser que WWE quería montar un feudo entre él y Shane McMahon de cara al mayor evento del año, lo cual, creo, habría estado bien. Shane es un gran contador de historias; sus rivalidades  frente a Aj Styles o The Miz han producido grandes momentos en términos de storytelling, que es lo que más necesita la empresa. Quizás no sea un gran luchador, pero eso es algo secundario en WWE. Los combates atléticamente impecables no generan la más mínima emoción. Sin embargo, algo pasó en Royal Rumble, y Shane acabó siendo sustituido por Cody, que es mejor que él tanto en su habilidad para contar historias como en su capacidad luchando. Todo bien.

Shane participó en Royal Rumble 2022. Fue uno de los principales productores de la batalla real de 30 hombres, y, según se cuenta, se extralimitó a la hora de bookearse a sí mismo. Se dice que quería entrar en primer lugar, y acabar entre los últimos. Debió mirarse el Rumble 92 de Flair, y deseó imitarlo. Esto sacó de sus casillas a Vince y a otras estrellas. Se dice que Lesnar estaba muy enfadado, pero no tanto como McMahon, que llegó a sacar a su hijo de todo plan de la empresa posterior. Se dijo asimismo en su momento que había sido despedido, aunque ni siquiera sabemos si tiene algún contrato. El caso es que Shane no ha vuelto a luchar en WWE desde ese rumble. No sabemos nada sobre lo que pasará con él ahora que no está su padre, porque, a pesar de su siempre complicada relación con él, me parece que era su principal valedor ahí dentro. Algo me dice que su hermana y su cuñado no lo quieren mucho.

El caso es que Rollins se quedó sin planes para Mania, y empezó a sonar con fuerza el regreso de Cody. Seth se introdujo en una historia en solitario, según la cual, se volvía loco por tener un combate en WrestleMania. Mientras el resto del roster confirmaba su participación en una lucha u otra, él se quedaba sin nada. La ira se apoderó de él, y acabó destrozando los decorados. Por este motivo, fue llamado al despacho de Vince, pensando que lo iban a despedir. En lugar de eso, McMahon le anunció que estaría en WrestleMania, sin mencionar a su rival. No se destaparía hasta el último momento.

Sí, todos sospechábamos que sería Cody, mas ya sabemos cómo es Vince. Puede cambiar de opinión media hora antes del show, y guardarse su regreso para el Raw post-wrestlemania, y enfrentar a Rollins ante Shane o ante cualquier otra leyenda o luchador retornado tras lesión en el principal PPV de la compañía. No fue así, finalmente, de tal manera que pudimos disfrutar del regreso de Cody, que fue recibido con gran ilusión por parte del público. Las luces se apagaron y sonó Kigdom, su tema en AEW, que, entiendo, le pertence. No vuelve como Stardust, sino como The American Nightmare.


Su lucha frente a Rollins en WrestleMania es bastante buena, si bien yo creo que era requerida una historia real entre los luchadores como la que acabarían teniendo postreriormente. Cody es un luchador que ha ido mejorando mucho a lo largo de su carrera; es algo que hemos vivido en directo, pues empezó a pelear a primer nivel siendo muy joven, así que ha ido aprendiendo delante de nuestros ojos. Es un hombre, además, que como otras leyendas del pasado, poco a poco, ha ido incorporando movimientos a su arsenal, mas esta inclusión siempre tiene una motivación semántica; no es algo puramente físico. Por tanto, cuando lucha, nos muestra un poquito de su historia como luchador, y eso es bonito.

Después de una fuerte caída de ambos a ringside, Cody parece querer trabajar el brazo de su rival con buenas palancas. Vuela sobre él, pero es recibido con unas patadas voladoras al estómago. Cody se duele, y Seth aprovecha para atacar su zona media de forma correcta. Aplica un Abrazo de Oso de vieja escuela que calienta el público, para que Rhodes pueda soltarse y volar sobre él con un tope suicida. Después de eso, Seth revienta a Cody contra las vallas de protección, para devolverlo al ring, y comenzar la parte final del match, que, en definitiva, supone una sucesión de Power Moves y de Nearfalls.

Es muy movido, muy entretenido, muy habilidoso, pero es eso. Ataque tras ataque. Cody alcanza el Cross-Rhodes, pero sus dolores en el costado le impiden volar con un Moonsault lo suficientemente veloz, motivo por el cual, acaba recibiendo los Dragon Sleeper de Rollins, que resultan brutales. Cae el Cody Cutter, por si alguien dudaba si podría usarlo en el reino de Randy Orton, pero también el Pedegree de Seth. Las acciones locas continúan, hasta que Cody pilla por sorpresa a su oponente, y le aplica Varios Cross-Roads. Lo suelta, para pegarle los puñetazos de su padre, para así homenajear a Dusty y levantar al público aún más, y lo agarra de nuevo para acabar con Cross-Rhodes.

Buena lucha, en gran medida una sucesión de grandes movimientos, pero muy emocionante y bien ejecutada. El público le agrega un cuarto de estrella.

Puntuación: ***3/4

sábado, 27 de agosto de 2022

CM Punk vs Adam Page, AEW Double or Nothing 2022


Hace un par de meses, tuvieron lugar un par de eventos de lucha libre en los que, por pura casualidad, ocurrió algo muy similar. Tanto AEW como WWE impulsaron una gran estrella hasta el triunfo en un PPV, y en ambos casos, esta estrella acabó lesionada, quedando su push frenado por el momento. El 29 de mayo de 2022, CM Punk derrotó a Adam Page en AEW Double or Nothing 2022, pero en el siguiente show de la empresa, el 1 de junio, se lesionó. Unos días después, Cody Rhodes, ex-vicepresidente de la propia AEW, ya de regreso en WWE, estelarizó el PPV Hell in a Cell, derrotando a Seth Rollins en el combate principal de la noche, dentro de una Hell in a Cell, pero lo hizo con una lesión más que obvia que lo alejará de los cuadriláteros durante muchos meses. Veremos ambos combates en el blog.

Ambos, en realidad, tienen que ver con el vestuario de AEW. Porque de él se ha dicho muchas veces que es un lugar idílico, que esta empresa sí escucha a los luchadores y que hay más espacio en ella para la creatividad. Pero esto es así mientras hay pocos luchadores y todos reciben lo que quieren. Cuantas más estrellas se juntan, más egos y discrepancias creativas nacen. Ya vimos lo que ocurrió en WCW, empresa que fue consumida por el poder de una serie de hombres a los que no se le podía toser detrás de las cámaras (y por tanto, tampoco delante). Por lo pronto, Cody salió de la compañía, a pesar de ser uno de sus fundadores y pieza clave de los primeros años de la misma.

En 2021, la compañía de los Khan cumplió uno de los principales sueños de los fans del wrestling, que era traer de vuelta a CM Punk. Punk es un luchador fantástico, y en su primer año en la compañía, se ha dedicado a dar buenas luchas contra cualquiera, lo que tiene su parte positiva, y su parte negativa. Pero en lo relativo a su lado humano, su nivel siempre ha sido más bajo. Es una persona un ego enorme, que sufre una gran frustración hacia todo lo que no sea su protagonismo, y que se pasa la vida criticando a los demás por lo mismo que él hace. Durante su paso por WWE se empeñaba en que debía ser considerado el líder del vestuario, una posición que ostentaban con mucho mayor derecho personas como Kane o Booker T, y estaba obsesionado con estar en los eventos estelares, quizás por protagonismo... o quizás porque los luchadores que participan en esos eventos son los que reciben la mejor prima. Cuando no lo conseguía, y en lugar de premiarlo a él, WWE convocaba a estrellas de tiempo parcial como The Rock o Undertaker, Punk los criticaba y los humillaba, porque estimaba que no hacían los méritos de un luchador a tiempo completo, y sin embargo, cuando dejó WWE, se fue a UFC a mantener combates para los cuales no estaba cualificado, y a ganar millones por ellos, solamente por su popularidad, quitándole precisamente el hueco a peleadores profesionales que se habían esforzado mucho más que él por estar ahí. Entonces, eso no le parecía incorrecto.

Ahora ha llegado a AEW. Cuando me enteré de tal cosa, me alegré mucho, por su enorme talento, pero me preocupé por Colt Cabana. Como sabe el lector, durante muchos años, Colt fue su mejor amigo, y durante esa amistad, después de que ambos abandonaran WWE, mantuvieron una conversación en un podcast en la que vertían graves acusaciones contra un doctor de la empresa. Como consecuencia de ello, fueron denunciados, y tuvieron que ir a juicio. Punk se comprometió a correr con los gastos legales de Cabana, pero no lo hizo, y este, que no ha ganado los millones que ha acaudalado él, se endeudó hasta los dientes, perdiendo todos los ahorros de su vida. Esta discrepancia económica les llevó a perder su amistad, y a odiarse mutuamente.

Por eso me alegré de que Cabana, un luchador ya veterano, consiguiera un trabajo fijo en AEW. No hay muchos lugares en los que un wrestler profesional pueda ganar dinero de verdad, sobre todo cuando tiene deudas judiciales por valor de medio millón de dólares. Pero la llegada de Punk puso su trabajo en riesgo. En lugar de hacer las paces, o quizás llevar sus rencillas a una rivalidad en el ring, directamente Punk exigió su despido. No le importó poner en riesgo, una vez más, la seguridad económica de alguien que fue amigo suyo. Esto no gustó mucho entre el roster de AEW, puesto que Cabana es muy apreciado por todo el mundo. Da la sensación de que la decisión de Khan ha sido, finalmente, salomónica: Cabana no seguirá luchando en AEW, pero sí lo hará en ROH, empresa que ahora también le pertenece. Algo es algo. Para Punk, parece ser que no fue suficiente.

La sensación es que Punk no cae muy bien en el vestuario, tal y como Adam Page le dijo en alguna promo, por este y otros motivos. Dave Meltzer ha llegado a comparar las promos entre ambos con aquellas que llevaban a cabo Bret Hart y Shawn Michaels en WWF, en las que a través de los guiones, dejaban salir todo el odio que realmente sentían el uno por el otro. Punk ya ha tenido batallas dialécticas encarnizadas en AEW con MJF, pero aquello fue un duelo de talento; esto es personal. Page le dijo claramente, que, aunque delante de las cámaras Punk fingía ser una persona nueva y mejor, detrás de ellas seguía siendo una basura. Y es que Punk intentó parecer muy respetuoso con él y cariñoso con el público, como es normal en un babyface; pero no cuela. Page puede ser considerado como la primera estrella de verdad creada por AEW; es el campeón, y se ha ganado el respeto de todos durante su reinado. Es, pues, un hombre de grupo que es para sus compañeros lo que a CM Punk siempre le hubiera gustado ser. Durante la promo previa, así, vimos a un hombre que fingía ser lo que no es, frente a alguien que, a pesar de tener un perfil inferior, representaba de verdad al vestuario de la empresa, y lo defendía frente a un lobo con piel de cordero. Page, pues, no sólo defenderá su título, sino que defenderá a AEW de Punk... en kayfabe y fuera de él. Yo creo que Punk debería ser heel, y que este podría ser un buen comienzo para comenzar el turn.

Buenos mimbres para mantener una buena lucha en Double or Nothing. Los luchadores comienzan pegándose fuerte, haciéndose daño a propósito, con muchos chops y otros golpes stiff. Punk se impone con sus ataques de marca, pero Page consigue levantarlo tras un Crossbody, y lanzarlo con una Power Bomb, tras lo cual, comienza su dominio.

Page busca el Buckshot Lariat, pero no consigue aplicarlo. Punk lo frena en varias ocasiones, y busca su pierna. Después de eso, es el propio Punk el que trata de hacer el Buckshot Lariat de su rival, pero falla miserablemente en dos ocasiones. Esto no forma parte del guión: Punk no es físicamente capaz de realizar el movimiento, si bien en el segundo caso consigue levantarse a tiempo para aplicar un potente Lariato que sustituya al errado. Algo es algo.

Mucha gente ha criticado a Punk por esto. No me parece grave, y de hecho este tipo de cosas pueden formar parte de buenas historias. El problema es que no se utiliza como tal, porque al fin y al cabo, ambos son faces, así que la incapacidad de realizar un movimiento por parte de Punk es difícilmente aplicable en la historia. De todos modos, la cosa sigue.

Ahora es Page el que consigue aplicar el finisher de su rival. Aplica GTS, en este caso sin errores de ejecución, mas la cuenta no llega a tres. Punk observa que no puede ganar de tú a tú, y vuelve a buscar la pierna de su rival, ahora sí provocando relativas secuelas. El referee recibe un golpe en un intento de GTS, y en ese momento, Page agarra su correa de campeón. Piensa en usarla contra Punk, pero, finalmente, se niega. No es la clase de campeón que quiere ser. Busca su finisher, pero no acierta (hubiera sido correcto que hubiera vendido su dolor en la pierna en ese momento, pero no está fino en ese sentido). Punk consigue transformar su ofensiva en un GTS, y llevarse la victoria. El campeonato se va a manos de la leyenda del wrestling.

Buena lucha. El fallo de Punk no resulta especialmente grave a la hora de poner la nota. Podría haber sido mejor; yo lo hubiera preferido que el error final hubiera sido claramente causado por el dolor en la pierna de Page. La parte de las dudas sobre el hecho de usar la correa es buena, aunque la historia de Page como campeón ha tenido ya demasiadas dudas de este tipo, y no era su enfrentamiento con Punk, quizás, el lugar más adecuado para ello.

Ya sabemos que Punk, posteriormente, acabaría lesionado. AEW encontraría un nuevo campeón temporal en la persona de Jon Moxley, que hace unos días, de hecho, derrotó al propio Punk tras su regreso, para ser considerado Campeón Indiscutido de la compañía.

Puntuación: ***3/4


domingo, 21 de agosto de 2022

Claudio Castagnoli vs Jonathan Gresham, ROH: Death Before Dishonor 2022


Después de un intento de push que se desinfló, como ocurre siempre en WWE, Cesaro abandonó por fin la empresa de los McMahon, con la intención de encontrar fuera lo que todo el mundo sabe que merece. Su destino fue el de todo el mundo: AEW.

Pero AEW no es el paraíso que muchos pensaban que sería. Allí donde hay ego, hay pelea. En próximos posts comentaremos algunos aspectos relacionados con sus problemas de vestuario. Pero partimos de lo obvio: la empresa ha fichado a demasiados luchadores de nivel, y no todos tienen hueco, lo que implica que muchos acabarán tan enfadados como lo estaban en WWE. Da la sensación de que Tony Khan compró Ring of Honor sólo para dar salida a muchos de estos luchadores.

ROH ha tenido varios dueños a lo largo de su existencia. Perdió hace mucho tiempo su esencia; debería haberse mantenido como pequeña indy, como ocurre con PWG, para mantenerla, pero ahí no hay dinero. Después del nacimiento de AEW, la existencia de la empresa dejó de tener sentido, y su roster se vio muy damnificado. Finalmente, Khan se ha hecho con la compañía. Algunos decían que sería una especie de territorio de desarrollo como el NXT de WWE, aunque por ahora no veo que sus shows incluyan a ningún wrestler en formación: todos los que participan tienen una carrera larga. En su último PPV, muy exitoso por cierto, ha incluido a algunos clásicos de la promotora, como Claudio Castagnoli, Jay Lethal, Colt Cabana, los Briscoe, o Samoa Joe. Cesaro, con su nombre de siempre (Castagnoli), logró, en este evento, convertirse en Campeón Mundial de ROH, algo que no fue capaz de hacer en su etapa anterior en la empresa, si bien es cierto que este triunfo puede recordar a aquellos de RVD o Tommy Dreamer, que se pusieron el ECW Championship en la cintura bajo el mandato de WWE, que tenía títulos más importantes. Porque Castagnoli será luchador de AEW (de hecho pertenece a un stable), y el título de ROH pasará a ser un título secundario de esa empresa, como tantos otros. No es lo mismo, aunque al final del día, como diría Ric Flair, lo que cuenta es la calidad del combate.

Castagnoli se presentó en Death Before Dishonor para enfrentarse al Campeón Mundial de Ring of Honor, el pequeño y técnico Jonathan Gresham, uno de los luchadores más interesantes del circuito independiente. En diciembre de 2021, Gresham consiguió vencer a Jay Lethal y ganar el título vacante, impidiendo un nuevo reinado de aquel, que ha sostenido el título ya suficiente tiempo. Desde entonces, impuso las clásicas Pure Rules, que tanto se adaptan a su estilo de combate, y defendió el campeonato en todas partes: en Impact Wrestling, en GCW, en Progress, en AEW, en la propia ROH... la verdad es que su reinado ha sido muy internacional, asemejándose a los grandes campeones del pasado. Sin embargo, este llega a su fin de una forma fría, en un combate irrelevante, opener del evento Death Before Dishonor.

Algo le ha pasado a Gresham. Parece estar quemado con el mundo  de la lucha libre. Él firmó con ROH/AEW, porque se alegraba de que la clásica empresa continuara arriba, pero no hay duda de que la duración del combate, así como su derrota o la situación del mismo en la cartelera, son aspectos que a él le parecen una falta de respeto, y por este motivo, ha pedido a Khan su liberación. Ha eliminado su cuenta de Twitter, y parece ser que se tomará un descanso de la lucha. Él mismo ha comentado que dejó de interactuar con los aficionados, porque no le gusta la manera en la que se comportan; la forma en la que "vomitan el Evangelio". Parece ser que el hombre está quemado con los comentarios acerca de su altura (debe ser un trauma para él que viene de lejos).

Gresham ha sido acusado por ser poco profesional; por exigir mucho a AEW en base a su posición en la lista PWI. Soberbio o no, desde luego la lucha en la que perdió el ROH Championship no fue lo que debía ser. Fue corta y simple, y no estuvo colocada en la cartelera en una posición importante, lo que confirma que AEW utilizará Ring of Honor para trabajar rivalidades de luchadores que no caben en sus programas principales, rebajando el valor del título mundial a algo menor. Y es una pena, porque yo tenía muchas ganas de ver a Castagnoli enfrentarse a Gresham en una gran lucha: al suizo siempre se le dieron bien los rivales pequeños.
 

El Campeón parece buscar la pierna del Superman Suizo; posiblemente su rodilla sea la parte más alta que podría alcanzar. Su ofensiva en buena; no pierde la cara al combate a pesar de la diferencia de tamaño, y espera que su trabajo a la extremidad iguale las cosas, si bien resulta evidente que para Claudio manejar su cuerpo resulta trivial.

Cesaro se duele de la pierna, y Gresham se duele de la espalda, por culpa de los Slams recibidos. Los dos trabajan bien, pero es obvio que a la lucha y al público les falta intensidad. Entre idas y venidas, Claudio caza a su rival con un Lariato y un montón de codazos, para acabar la lucha con una potente Power Bomb. La sensación que tengo es que estos dos hombres podrían haber tenido una enorme lucha en la forma apropiada, pero su talento, una vez más, no ha sido tenido en cuenta en todo su valor.

Puntuación: ***1/4

miércoles, 17 de agosto de 2022

Jun Akiyama y Mitsuharu Misawa vs Johnny Ace y Steve Williams 07/06/1996


Hablábamos hace unos días sobre Vince McMahon y sobre los cambios que están ocurriendo en WWE desde su salida de la empresa. Creo que nunca ha existido una ilusión mayor hacia los programas de la compañía, que han sido básicamente iguales durante los últimos 20 años, sin demasiada ambición o expectativa. Ahora Triple H tiene el mando; veremos qué hace con él.

Vince McMahon tuvo que dejar su trabajo en la empresa, al menos de manera oficial, porque la propiedad de las acciones no cambia. El que sí ha sido despedido, estimo que definitivamente, para alegría de muchos, es John Laurinaitis, un tipo al que todo el mundo reconoce por su trabajo de directivo en WWE, pero cuya carrera como luchador pocos recuerdan, siendo esta, en realidad, mucho más destacable que aquel. Hace años que tenía la intención de revisar algún combate de John Laurinaitis, o mejor dicho, Johnny Ace, en AJPW, y la ocasión ha llegado. Pero hablemos un poco, en primer lugar, sobre su reciente despido, que es lo que marca la actualidad.

Si uno lee libros o relatos sobre la manera en la que ocurrían las cosas en WWE en tiempos de la Era Attitude, sabrá que entonces Jim Ross, hombre querido y apreciado por todos en la industria, además de ser destacado comentarista de los principales programas de la compañía, era vicepresidente ejecutivo de relaciones con el talento, esto es, algo así como el jefe de recursos humanos, pero dedicado a los luchadores. En tiempos de la guerra entre WWF y WCW, su labor atrajo a mucha gente de la competencia. Sin embargo, en 2004 abandonó ese cargo, de igual manera que, un par de años después, y de manera progresiva, iría siendo alejado de los comentarios poco a poco, dada la paradójica fobia de Vince McMahon hacia los veteranos, así como su fobia hacia todo aquel que no viva haciéndole la pelota. Ross explicó en su blog que el cambio le permitió pasar más tiempo con su familia y dedicarse a otros negocios, pero ese es el tipo de comentarios que hace alguien para rebajar la humillación de haber sido sustituido, y no obstante, seguir trabajando para la misma empresa.

Y es que, para entonces, WWE ya no tenía competencia. No necesitaba, por tanto, trabajadores competentes, y de hecho, no quería firmar luchadores de fuera, sino crear productos desde cero en sus territorios de desarrollo. Básicamente, Vince quería a alguien que le lamiera el culo, y ejecutara sus órdenes al pie de la letra. John Laurinaitis, considerado por algunos como la mayor serpiente de la industria; un hombre servil y sin capacidad individual, recibió el puesto, que ha desempeñado durante una cantidad de tiempo absurda, destacando por tratar a los trabajadores como si fueran basura y no valieran nada. Un mierda.

Delante de las pantallas, todo el mundo conoció a Laurinaitis porque entre 2011 y 2012 jugó un importante rol en televisión. Se convirtió en figura de autoridad, después de que CM Punk le insultara en antena; insultos que eran legítimos, y que se corresponden muy bien con su labor. En el mítico combate entre Punk y Cena de Money in the Bank 2011, acompañó al Chairmain para intentar impedir la victoria del Straight Edge, sin éxito. Tras eso, fue ganando protagonismo, pues su puesto como vicepresidente de gestión del talento fue usado en los programas, y, finalmente, se convirtió en General Mánager de Raw. En WrestleMania 28, organizó un equipo de rudos para enfrentarse a un equipo de Técnicos a las órdenes de Teddy Long, GM de Smackdown, con el fin de dominar definitivamente ambos programas. Salió triunfador del enfrentamiento, llevando así también el People Power a la marca azul.

Laurinaitis era un personaje repugnantemente heel, pero intentaba aparentar lo contrario. People Power era su eslogan; populista demagogia con la que quería expresar que en los programas se haría lo que quisiera el pueblo, mas el resultado fue el contrario. Así pues, su personaje era casi más ridículo que odioso, pues sus capacidades oratorias no eran muy buenas. Se le olvidaban los textos. Después de su victoria en WrestleMania y su absurda ascensión, comenzó una rivalidad con John Cena que le llevaría a la perdición. Ambos se enfrentaron en Over the Limit, en lo que debía ser una paliza del rapero sobre el ejecutivo.

Hay que decir que todo el mundo fue muy crítico con este bookeo, como lo es, en general, siempre que un no-luchador se sube al ring. Pero es que Laurinaitis sí era un luchador; un gran luchador, de hecho, y no tan viejo. Podía dar un combate serio de verdad, si bien en toda su storyline jamás, que yo recuerde, se mencionó que él hubiera peleado. Llegado el día, los críticos se vieron recompensados con la razón, porque Laurinaitis peleó como si jamás lo hubiera hecho. No sabía ni caer correctamente. Ya habíamos notado que era tonto del culo; que no hacía nada bien, pero hay cosas que no se olvidan. ¿Cómo es posible que diez años después de su retiro como deportista de élite, se hubiera convertido en semejante inútil? Apenas sabía andar...

Laurinaitis usó el enésimo turn-hell de Big Show para salir victorioso de aquel combate, pero acabó siendo golpeado y humillado por todos unas semanas después en RAW. Fue despedido delante de las pantallas, y también detrás, porque, por algún motivo que nunca llegué a conocer, durante su labor como personaje en el aire, perdió su puesto como ejecutivo. Después de que todo acabara, se convirtió en agente de campo, labor con la que había empezado a trabajar en WWE en el año 2000.

Vince apreciaba a Laurinaitis, porque le era fiel. A principios de 2021, cuando el dueño de WWE se deshizo de algunos ejecutivos importantes de la empresa, echando por tierra el trabajo de todo el mundo durante los años previos (incluyendo el de sus hijos y su yerno), y alzándose de nuevo con el poder absoluto, restituyó a Johnny Ace en su puesto de vicepresidente para el talento, provocando horror máximo en torno a él. Muchos luchadores huyeron de la empresa después de eso, si es que no lo estaban haciendo ya. En 2022, cuando se revelaron las supuestas acciones impúdicas de Vince McMahon, se dijo también que Laurinaitis lo sabía todo, y que había colaborado con Vince a la hora de desviar fondos de la empresa para pagar a mujeres e impedir que estas sacaran a la luz los trapos sucios del empresario. No sé si será verdad, pero lo cierto es que, si alguien quiere acabar con el reinado de Vince McMahon en WWE, una de las cosas que debe hacer también es quitar de en medio a la rata servil llamada John Laurinaitis. En junio perdió su puesto en la gestión de los trabajadores, siendo sustituido por el siempre eficaz Tom Prichard, y en agosto de 2022, ha sido despedido de la empresa. No es de extrañar, pues, que en los últimos meses, muchas de las personas que habían huido de la misma se hayan declarado mucho más interesadas en volver a trabajar en WWE.

John Laurinaitis es hermano de Joe Laurinaitis, esto es, de Road Warrior Animal. Empezó a luchar durante la década de los 80, y en muchos casos hizo equipo con su hermano. Ambos fueron especialistas en la lucha Tag Team, mas no pasarían a la historia por trabajar juntos. Mientras que Joe formó el famoso equipo Road Warriors junto a Hawk, Laurinaitis despuntó en Japón, en la AJPW de Giant Baba que, en los años 90, se convirtió en la mejor promotora de wrestling del mundo. Laurinaitis, con el nombre de Johnny Ace, puso su granito de arena, sobre todo, haciendo equipo. Fue dos veces All Asia Tag Team Champion, en ambos casos junto a Kenta Kobashi, y cuatro veces AJPW World Tag Team Champion; dos veces junto a Kobashi, una vez junto a Steve Williams y una vez junto a Mike Barton.

Vamos a ver una lucha suya. En 1996, disputó un combate al que el Wrestling Observer otorgó 5 estrellas, y que fue considerado como el mejor match del año en todo el mundo. Entonces, haciendo equipo con Williams, mantuvo una rivalidad frente a la gran estrella de la All Japan, Mitsuharu Misawa, y aquel que debía ser su sucesor: el aún joven Jun Akiyama. el 7 de junio de ese año tuvo lugar la lucha más aclamada entre ambos equipos.

Akiyama y Misawa formaban la llamada Super Generation Army. Este es el nombre que Misawa le dio al equipo que, unos años antes, había tenido la labor de destronar a Jumbo Tusuruta y a otros veteranos, para dejar paso a una nueva generación. Había dado ese nombre a su equipo con Kobashi, y ahora hacía lo propio compartiendo aventuras con Akiyama. Ambos habían derrotado a la poderosa Holy Demon Army de Kawada y Taue, convirtiéndose en Campeones Mundiales por Parejas de AJPW en mayo de 1996. Ace y Williams serían dos de sus grandes rivales en ese reinado, y de hecho, serían los que conseguirían quitarles los títulos. En el match que mantienen en junio, ya presentan candidatura.

Steve Williams también es conocido como Dr. Death. Había sido considerado como el más malvado gaijin de All Japan del momento, más estuvo alejado de los rings de la empresa por un año después de un lío en las aduanas japonesas. Su violencia y su energía lo convertían en un tipo imparable, perfecto para causar el terror entre los aficionados japoneses. Junto a él estaba Johnny, un hombre de un rango obviamente inferior, pero que quería hacer méritos. Por tanto, se podría decir que los equipos estaban muy igualados, pues frente a ellos estaba asimismo un hombre consolidado (el más consolidado), junto a otro no tanto. Después de terminaran las alianzas de Misawa con Kawada y Kobashi (de distinta forma), Akiyama ascendió al estatus de compañero de Mitsuharu, labor que hasta entonces había supuesto un paso previo a convertirse en gran estrella individual. En este combate, tanto Ace como Jun demostraron que estaban a la altura de las circunstancias.

No sé si la lucha es de cinco estrellas, pero no está lejos. Quizás se puede decir que hay cosas mucho más épicas en la época, y que por tanto, este match pierde enteros, por comparación, pero está muy bien. Tenemos a un cabrón como Williams, furioso y subversivo hacia las estrellas de la All Japan, que castiga sin parar al joven Akiyama. Él y su lacayo intentan centrarse en el chaval, mientras que las entradas de Misawa y sus ataques con el antebrazo, que pueden con todo, igualan las cosas. Así, comienzan a aparecer los Suplexs asesinos,de esos que pueden matar a una persona, aunque sea por acumulación durante años, como le pasó a Misawa.

Este es un combate estructuralmente simple. Parece americano, de hecho. Pero no por eso está mal hecho; al contrario. Es muy emocionante, y el público está muy metido. Los gaijins intentan ganar a la parte débil del rival, mientras que Misawa aparece como un torbellino, y sin embargo, la superioridad numérica en esas ocasiones juega a favor de los americanos. La preocupación de Misawa hacia su joven compañero es tal, que en un momento dado, lo deja fuera, para hacerse cargo del match. Ace, que se encarga del trabajo de debilitar a Akiyama, soporta en este combate mucho dolor, lo que parece significar un push individual que no llegaría. Cada vez que Mitsu está a punto de ganar, cae ante un diabólico Suplex sorpresa de Dr. Death, y eso vuelve a poner el match de cara para los rudos. Así, Akiyama se ve obligado a comportarse como un héroe, y ser ahora el que salva a la leyenda, levantando al público con sus grandes ataques.

Después de un periodo de guerra con los cuatro arriba del ring, los buenos consiguen sacar a Williams de escena, para masacrar a Ace. Este aguanta Suplexs de manera absurda, teniendo en cuenta su perfil. Mientras Misawa se encarga de mantener a su compañero fuera, Akiyama, ayudado por los eventuales Suplexs y codazos del hombre de verde, acaba derrotando al hombre del People Power, que este día ha tenido una de las luchas más importantes de su carrera.

Puntuación: ****1/2