lunes, 7 de septiembre de 2020

Akira Tozawa vs Adam Cole, EVOLVE 10th Anniversary


Especial décimo aniversarion de EVOLVE - Venta a WWE

En 2019, hace un año, asistimos a un evento que, por ahora, no ha sido imitado: un show de wrestling de una empresa que no es WWE, emitido en directo a través de WWE Network, el servicio de streaming oficial de la empresa de Vince McMahon. Entonces, EVOLVE, la indy de Gabe Sapolsky, envuelta en una relación con la gran corporación y, casi, sirviendo de cantera para la cantera de esta, cumplió 10 años de existencia, y los celebró con un show especial que, además de ser emitido por WWE Network, contó con varias estrellas de WWE en su elenco, algo necesario, puesto que la empresa grande se había quedado con todo el talento de la empresa pequeña.

Entonces, comenzamos un especial por el evento y por el aniversario, a través del cuál, pretendemos revisar algunas luchas buenas del show y de la historia de EVOLVE. Por motivos de calendario, no hemos tenido tiempo de dar continuidad a dicho especial, pero, ahora, tenemos un nuevo motivo para reactivarlo: le venta de EVOLVE a WWE.

Vince McMahon tiene en su poder los derechos de muchas empresas. En algunos casos, ha comprado las empresas enteras, y en otros, ha comprado sus videotecas. Esto incluye AWA del 57 al 91, GCW del 44 al 85, ECW del 92 al 2001, WWA del 98, Power Pro Wrestling del 98 al 2000, IWA de 1999 al 2001, MCW del 2000 al 2001, OVW del 98 al 2008, DSW del 2005 al 2007, FCW del 2007 al 2012, HWA del 2001 al 2003, SMW del 92 al 95, Stampede Wrestling del 48 al 89, GWF del 91 al 94, WCCW del 66 al 88, MLW del 30 al 95, WWC del 73 al 2018, WCW del 88 al 2001, Jim Crocket Promotions del 31 al 88, y algunos territorios de la NWA, como Eastern States Championship Wrestling, Mid-Atlantic Championship Wrestling, Central States Wrestling, Championship Wrestling from Florida, Championship Wrestling from Georgia, UWF y HWA, si bien la NWA actual conserva una buena videoteca, con su propio servicio de streaming. 

Pues bien, ahora, a todo el material de esas empresas, del que hay, en realidad, digitalizado en la Network apenas una fracción, se suma el de Evolve, de 2010 y de 2020, y el de Dragon Gate USA, empresa que posteriormente dio paso a aquella de la que hablamos hoy. 

Pero WWE no ha comprado la videoteca de EVOLVE, sino la empresa, cuya mitad del roster ya le pertenece. Y es que, EVOLVE no era una empresa boyante, y la pérdida de talento redujo mucho la venta de entradas. Después de eso, ocurrió la crisis del coronavirus, se cancelaron los shows del fin de semana de WrestleMania, y todo se fue al carajo. En tales circunstancias, Sapolsky, que en cualquier caso mantiene su trabajo en WWN y su puesto como consultor en WWE, ha optado por vender.

No es de extrañar. La crisis es dura para la industria. Aunque la venta no implica, necesariamente, la desparición de EVOLVE, nada indica que vaya a haber eventos nuevos de esa marca. Además de ella, hemos conocido, en los últimos meses, los cierres de Chikara y Wrestle One, mientras que DDT y NOAH han decidido fusionarse para sobrevivir. Otra empresa que estuvo en el candelero y que, finalmente, consiguió librarse de la quema al recibir fondos, fue Zero One. Quizás encontremos hueco para hablar de todo esto.

De cara a este especial que tengo que hacer, me vendría muy bien que el material de Evolve estuviera en WWE Network, pues para eso la pago. Pero, correctamente, WWE está subiendo los shows de la empresa de manera semanal. Esto es bueno, porque, una de las piezas claves para un servicio de streaming, es tener actualizaciones de contenido constantes. Pero, además de eso, está subiendo shows de empresas que no son de su propiedad, pero que son colaboradoras habituales: ICW, de Escocia, WXW, de Alemania, y PROGRESS, de Inglaterra. Aunque quizás no sean los shows más demandados por el fan medio de WWE, para aquellos que usamos nuestra suscripción para documentarnos, esta cantidad de wrestling indy de no fácil acceso, resulta una bendición. Esas empresas, muy afectadas por las restricciones por la pandemia, también han debido recibir un respiro económico  piadoso a cambio de ceder su producto.

Avanzamos con el especial del Décimo Aniversario de EVOLVE, comentando más luchas de ese show (anteriormente, hablamos del match entre Drew Gulak y Matt Riddle). Ya hemos dicho que este evento es histórico, pero también los es por el hecho de presentar la defensa titular de un campeonato de WWE en un show que no es de WWE. Eso es algo muy poco común en la edad moderna de WWE, y que sólo ha pasado con los títulos de NXT o, sobre todo, NXT UK, por contar esta marca con luchadores que no son exclusivos de WWE.  En este caso, el campeón, Adam Cole, defiende el título ante un wrestler que compite habitualmente en 205 Live, Akira Tozawa.

Pero la lucha no me parece muy interesante. En fin, es Adam Cole. El combate está lleno de patadas. Hay una buena secuencia en el esquinero, que acaba con una caída morrocotuda del japonés, tras la cuál, da la sensación de que Cole quiere aprovechar para castigar su espalda. Pero ss un espejismo, pues dura poco. Tras muchos ataques por parte de ambos, y una interferencia de Johnny Gargano, Adam consigue la victoria, gracias a un rodillazo en la nuca de Tozawa.

Lucha muy olvidable.

Puntuación: **1/2

domingo, 6 de septiembre de 2020

The Fiend vs Braun Strowman vs Roman Reigns, WWE Payback 2020


Roman Reigns ha regresado a la acción, y ha puesto patas arriba las principales storylines de Smackdown, convirtiéndose, de la noche a la mañana, en Universal Champion. Vamos a charlar sobre esto un rato.

En marzo, el planeta entero dejó de obviar lo obvio: que hay una pandemia que afecta a todo el mundo, y que es incontenible. Las limitaciones en eventos públicos pusieron al wrestling en jaque, pocas semanas antes de WrestleMania, show que supone el principal empuje anual para la industria, acabando con buena parte de esta.

WWE pasó a desarrollar sus programas a puerta cerrada, y emitió un WrestleMania en su Network rodeado de tristeza. Varios luchadores, entonces, desaparecieron de la programación, ya fuera por motivos relacionados con las nuevas limitaciones introducidas en las fronteras entre países; ya fuera por decisión moral, como es el caso de Sami Zayn; o ya fuera por motivos médicos. Roman Reigns, por haber sufrido Leucemia, es considerado persona de riesgo, por tener su sistema inmune desprotegido, y en base a eso, como decisión personal, decidió ausentarse de su trabajo, de tal manera que la lucha que debía tener en WrestleMania ante Goldberg, por el Universal Championship, se fue al limbo.

Roman, Zayn y compañía debían pensar, como otros muchos ignorantes, que un virus que en cuestión de un mes, es capaz de pasar de no existir a afectar a millones de personas, podía desaparecer por el hecho de hacer una cuarentena de un par de meses. No es así, como ya sabemos: tendremos que vivir con esto durante años, así que la decisión tan digna de quedarse en casa, podía, en el caso de estos luchadores, ser definitiva. Con el rabo entre las piernas, Roman Reigns y Sami Zayn vuelven a Smackdown, coincidiendo con el fin del verano.

Pero la vuelta de Reigns ha resultado sorprendente. Aquello que jamás llegamos a ver en el caso de John Cena, ha ocurrido con el Big Dog. WWE le ha dado un inesperado giro al personaje de su principal estrella, convirtiéndolo en rudo, y uniéndolo a Paul Heyman.

Roman apareció en SummerSlam 2020, atacando a The Fiend y Braun Strowman, cuando el primero acababa de derrotar al segundo, para convertirse en Campeón. Vimos, entonces, a un Roman muy definido físicamente, fortalecido tras su descanso, y conducido hasta lo más alto, aprovechando el hecho de que el sonido del público es falso, así que no hay riesgo de revuelta en forma de pitos por parte de los aficionados.

Decía yo en el último post, que WWE tiene la manía de conducir hacia el título cualquier cosa interesante que hay en sus programas. Eso hizo con The Fiend, que es un campeón desastroso, pero no puede estar alejado del título mucho tiempo. Este es un personaje sobrenatural, muy entretenido, pero para historias secundarias y bizarras, no para la disputa de un campeonato deportivo. Este personaje no es bueno para eso, porque no puede ser derrotado de manera normal, porque no lucha en los shows semanales, porque tiene promos absurdas desde un decorado. Y porque no es muy buen luchador.

Sería genial tener a The Fiend protagonizando historias bizarras que formaran parte importante de los shows, pero lo tenemos en el main event siempre, y cansa. Braun suplió a Roman Reigns en WrestleMania, y consiguió ganar el Campeonato Universal, pero, en lugar de tener un reinado interesante como el de Drew McIntyre, venciendo a varios heels en buenos combates, y así, haciendo un papel de verdadero campeón, estuvo metido durante muchos meses en una historia absurda con Bray Wyatt.

Una historia rara y con altibajos, que tuvo que lidiar con el hecho de que ambos luchadores estuvieron de baja por cuarentena, aunque WWE nunca confirmó eso. Pero fue obvio; Wyatt desapareció unas semanas, coincidiendo con su paternidad, y Braun hizo lo propio, tras Extreme Rules, apareciendo alguna vez en pantalla, en una conexión pixelada de mala resolución. Si esa transmisión hubiera sido producida por WWE, no se vería un solo pixel, así que está claro que la llevó a cabo con sus propios medios, y eso sólo se justifica por una cuarentena.

Pero creo que la historia, en conjunto no fue tan mala. Simplemente, no es una historia titular. Porque Braun se enfrentó, primero, con el Bray Wyatt normal, el alegre, y así, tuvo la oportunidad de salir ganador de forma limpia; y después, de empatar con el Bray clásico, el de la Wyatt Family, con reminiscencias de la antigua relación entre los dos hombres, y con la dulce Alexa Bliss, amiga de Braun tras coincidir en el Mixed Match Challenge, haciendo un extraño papel de Sister Abigail, cuyas consecuencias aún no están claras. Tras mantener el título en la cintura de Strowman en estas difíciles condiciones, apareció The Fiend.

Como digo, esta no es una rivalidad para un título, sino para una historia secundaria. Pero es interesante por su formato, por el in crescendo en el poder de Wyatt en sus distintas transformaciones, que recuerdan a una trama de Dragon Ball. Después de un ataque de Braun en Smackdown, Bray se convirtió en The Fiend cuando se lo llevaban en ambulancia, en una escena muy buena, antes de enfrentarse, ambos, en SummerSlam.

No creo que las luchas entre ellos sean malas, sin ser tampoco excesivamente reseñables. Braun y Fiend se enfrentaron en SummerSlam en una brawl de monstruos muy física y muy potente, que a mí me agrada, porque el uso de hombres de este tamaño forma parte del ADN de WWE, de esa idea clásica de que en Nueva York, gustan los gigantes, y en un mundo en el que todo se está igualando, y en el que todo pierde su esencia, lo que implica la destrucción de la cultura, poder reconocer a un creador por su estilo, es muy importante.

Al fin, The Fiend logró batir a Braun y llevarse el campeonato, tan sólo para que ambos fueran atacados por la inesperada aparición de Roman Reigns. Vince McMahon estaba preparando algo grande para su vuelta, devolviendo la grandeza visual a su espectáculo, a través de la implementación del WWE Thunderdome, y colocando otro PPV una semana después de SummerSlam, solo para que las consecuencias del retorno del Big Dog tomaran forma con velocidad.

El programa de Smackdown entre ambos PPV, fue divertido. En un contexto de ausencia de figuras de autoridad públicas en WWE, son los agentes de la empresa, aquellos hombres que se dedican a bookear combates, los que tienen  que hacer este papel, y en Smackdown, está ganando fuerza el perfil de Adam Pierce, un luchador independiente de gran nivel, 5 veces Campeón Mundial de la NWA, que se ha convertido en uno de los hombres de confianza de Vince, junto a otros como Jamie Noble o Abyss (la gente que ha sobrevivido a la ola de despidos de marzo de 2020). En ese programa, Pierce tuvo que buscar a los tres monstruos que se enfrentan en Payback, para que firmaran el contrato.

Braun lo hizo tras darle una paliza a Drew Gulak, mientras que, para el caso de Wyatt, Pierce tuvo que disfrazarse de "Postman Pierce", para ir a la Firefly Fun House y llevarle el contrato al loco, que lo recibió con alegría. Por su parte, Roman Reigns se negó a firmar el contrato, pero anunció que estaría en el evento, y dijo que eso era un spoiler, en referencia a la frase de Paul Heyman, que estaba sentado a su lado. La nueva alianza había nacido.

Así, llegamos a la lucha de Payback, un No Holds Barred, que comienza antes de que suene la campana, sin Roman. Los dos monstruos, Braun y The Fiend, se enzarzan en una brawl violenta, con algunos spots muy fuertes, pegándose con objetos, tirándose contra las mesas, o cayendo desde la rampa de llegada. Vuelven al ring, y Fiend aplica un Superplex que acaba destruyendo el ring, para sorpresa de los aficionados que observan las acciones a través de las pantallas. Entonces, llega Roman Reigns junto a Heyman, firma el contrato, tira el boli, y busca la victoria.

No lo consigue en primera instancia. Pega un montón de sillazos sobre Braun, y se libra del Mandible Claw de Wyatt, gracias a un golpe bajo. Entonces, aplica un Spear sobre Strowman, y se lleva el Campeonato Universal.

Así pues, sigue la interesantes storyline de Roman, que incluirá una lucha contra su primo, uno de los Uso (no recuerdo cuál), por el título en Clash of the Champions. Eso puede ser muy interesante, porque la elección del nuevo rival sólo puede indicar un paliza que confirme la maldad del nuevo personaje de Roman.

La lucha no está mal. Está compuesta por unos pocos minutos locos de pelea entre monstruos, y una parte final, en la que llega Roman y consigue una victoria en una situación favorable. Es una buena historia, pero a esa brawl le faltan minutos para llegar a algo más.

Puntuación: ***1/4

jueves, 3 de septiembre de 2020

Drew McIntyre vs Randy Orton, WWE SummerSlam 2020


Vince McMahon tiene muchas manías, y una de ellas es que, si tiene, en sus programas algo interesante, no tarda mucho tiempo en lanzarlo de cabeza a las luchas por el título máximo, donde se quema el invento, porque un título mundial está ceñido a cierto número de reglas que complican que las historias concluyan en la manera en la que deberían. Porque, al fin y al cabo, la elección de un nuevo campeón, o la forma de ganar un título, son cosas muy serias.

Eso ha pasado con la rivalidad entre el Campeón de WWE, Drew McIntyre, que ganó el título en WrestleMania 36 y lo ha defendido con buen rendimiento desde entonces; y Randy Orton, un hombre que ha estado enfrascado en varias rivalidades, que se han saldado con unas cuantas leyendas en el hospital. Los dos subían como la espuma, y enfrentarlos ahora, de tal manera que uno tenga que salir derrotado, es precipitado. Si bien es cierto que un choque de trenes así suena interesante, y que SummerSlam es un evento en el que se tienen que ver cosas interesantes, los dos pushs se han disparado en los últimos meses, así que la sensación es que todavía requieren de un tiempo para consolidarse y para encontrarse.

Pero aquí estamos. Quizás un poco antes de tiempo, pero Randy Orton se ve las caras con Drew McIntyre en SummerSlam, en una lucha con final aparentemente incierto. Quizás eso es lo mejor, que cualquiera puede salir ganador. Se trata de una rivalidad no muy personal, en la que unas palabras de Drew provocaron una reacción violenta de Randy contra el anciano Ric Flair, que había hecho de mánager suyo en los últimos meses, lo que aportó un poco de enjundia a la cuestión, por el sentimiento de culpa y venganza que podía nacer en el escocés.

Eso lo traslada bien en el combate, en el que intenta atacar la pierna del rival, para hacerlo rendir con la Figura 4 legendaria del 16 veces campeón, sin éxito, eso sí. Asimismo, le pega un par de chops realmente fuertes, que se le quedan marcados hasta el día siguiente.

Por lo demás, este es un combate de prototipos de main eventers de WWE. Es un combate de los que se le dan bien a John Cena, una lucha en la que, en realidad, no se cuenta una historia demasiado clara, sino que se alimenta del in crescendo ambiental, y del desgaste a base de costalazos, para convertirse en algo realmente relevante. Cena consiguió grandes éxitos en este campo, sobre todo, en RAW, y sin embargo, aquí nos encontramos con un problema: que el sonido ambiental es falso. No responde a lo que realmente está ocurriendo en el cuadrilátero, y por tanto, no eleva la lucha de la manera en que debería ocurrir en un combate de este género.

No es mal combate, pero pierde mucho en este contexto. El final llega cuando los dos fallan sus respectivos finishers, especialistas en pillar al contrario por la espalda, y McIntyre se lleva la victoria a través de un counter rápido, estilo rollup o similar. Eso nos lleva a otro debate: ¿es buen final o no?

Hay gente que odia los finales con paquetitos, y otros que los justifican, en base al factor sorpresa que introducen. En este sentido, los dos luchadores de los que hablamos ya ejecutan ataques sorpresa como finisher, así que el final tiene un único problema: que se le ven las costuras a WWE.

Porque sabíamos que un final limpio entre estos dos implicaba, necesariamente, cortar un push. Sería pernicioso para el futuro a corto plazo de ambos. Por eso, cuando yo vi el final, pensé que WWE, una vez más, estaba tomando el camino fácil. O sea, el final no es malo en sí, sino que lo es el motivo por el que se hace. No es un caso en el que se use un counter como parte de la historia que se está contando, sino que se introduce de una manera artificial para poder mantener arriba la rivalidad, lo que confirma los dicho anteriormente: que era demasiado pronto. Además, a esto hay que sumar que el sonido no es apropiado para este tipo de finales, y que WWE ha abusado de ellos desde WrestleMania, y por lo tanto, causa más frustración.

Puntuación: ***1/4

domingo, 30 de agosto de 2020

Dominik Mysterio vs Seth Rollins, WWE SummerSlam 2020


Tenemos que hablar sobre SummerSlam 2020, edición muy especial del gran evento del verano en WWE. La empresa estrena su ThunderDome, en una noche que nos deja el debut del hijo de Rey Mysterio, Dominik, y el muy sorprendente regreso de Roman Reigns, además de un conjunto de luchas, en general, muy bueno. No he leído muchas críticas sobre SummerSlam, pero seguramente todo el mundo haya dicho que es basura, porque es así como funciona la cosa. Una vez más, a mí me parece un buen show.

Por motivo de la pandemia de COVID-19, desde marzo de 2020, WWE ha desarrollado sus shows desde el Performance Center, unas instalaciones que se encuentran dentro de la Full Sail University en Orlando, Florida. Es un lugar que siempre ha albergado los shows semanales de NXT,, un sitio pequeño y austero, que no encaja con el tipo de espectáculos increíbles que desarrolla WWE.

Así, durante meses, hemos visto programas en los que no había público, para que, después, la empresa pasara a poner a los chicos que entrenan en el PC, haciendo el papel de público, con mascarillas, protegidos por una mampara de metacrilato que los separa de los luchadores. Y en ese ambiente, se han desarrollado las historias durante los últimos meses, sin aficionados de verdad, pero, también, sin lujo, sin espectáculo, sin el gran efecto que tienen las entradas y los temas musicales, sin fuegos de artificio, sin el WWE Universe, y con planos cortos que daban una impresión de falta de espacio, de que los shows eran pequeños y pobres.

Mientras tanto, AEW seguía realizando sus programas en un estadio, con gente en las gradas, que debe ser parte de la empresa, o afín a esta, pero que parece público real, y cuyos gritos, en un escenario como ese, suenan muy reales. De esta manera, WWE estaba perdiendo lo que siempre le ha hecho grande, y eso se notaba en las audiencias, mientras que la competencia desarrollaba un producto que no se veía tan afectado por la crisis.

Vince McMahon estaba obsesionado con la idea de hacer algo especial para SummerSlam, y así, ha creado el WWE Thunderdome. Ha alquilado un estadio para su uso exclusivo durante unos meses, y le ha salido por buen precio, puesto que, en estos tiempos, el estadio debe estar parado. Se trata del Amway Center de Orlando, Florida, lugar en el que, normalmente, juegan los Orlando Magic. WWE ha pagado 450.000 euros, que es una cantidad muy pequeña para el uso y los beneficios que va a dar a la empresa. Obviamente, la producción corre a cargo de la empresa, que ha realizado unas obras bastante caras, pero muy reutilizables, para dar una imagen mucho más cercana a la normalidad. Para eso, ha seguido las ideas de la NBA, y ha colocado, en la parte de gradas, pantallas led en las que se muestran unos pocos cientos de fanáticos que acceden a través de webcam.

Yo creo que este no es un mal invento. Los shows han mejorado mucho su imagen, y casi recuerdan a los normales. Es cierto que la primera vez que se probó la cosa, en Smackdown, parecía un poco triste, porque había muchas caras de aburrimiento, pero la empresa ha instaurado una serie de reglas cuyo incumplimiento implica la expulsión, y el resultado ha mejorado.

La gente en Internet es muy payasa, y ha hecho cosas como poner la cara de Chris Benoit ante la pantalla. Y es que,  el wrestling es un deporte que vive de la energía, de la fuerza, de la emoción de los aficionados que ven a tus luchadores favoritos en directo, y que se beben unas cuantas chelas, como dicen en México. Es muy difícil emocionarse estando en casa, independientemente de si el espectáculo gusta o no. Yo veo las luchas muy concentrado, porque estoy solo en mi casa, sería muy raro que diera saltos de emoción. Creo que sólo los niños pueden vivirlo así. Pero, de todos modos, las cosas cambiaron mucho en SummerSlam. La gente estuvo muy animada, posiblemente fingiendo, pero animada, al fin y al cabo. Con el tiempo, WWE irá filtrando una camarilla de serviles que se comporten como la empresa desea, para que las cosas salgan bien. 

Yo he intentando apuntarme a través de la pagina web (la asistencia es gratuita), pero siempre me salta el mensaje de que el cupo está completo. Desde luego, yo no voy a estar todo el día dándole a F5, esperando para poder jugar a esto.

Hay que decir que el sonido que se escucha en los eventos, si no me equivoco, no se corresponde con el de los fanáticos reales. Está metido en producción, y, sin embargo, encaja muy bien. Aunque uno sepa, racionalmente, que el sonido es falso, a diferencia de lo que ocurría en el Performance Center, ese se adapta bien a los gestos de los aficionados en las pantallas, de tal manera que, subconscientemente, se percibe como producido por ellos. Nunca va a sonar como el real, porque las reacciones no encajan al 100% como las que deberían ser, pero es correcto. Creo que WWE ha recobrado parte de su color, y las audiencias han respondido gratamente, al menos, en los primeros programas.

En AEW se han burlado del invento, como siempre. Al ser la competencia del poderoso, es una empresa que vive del meme, del chiste fácil, que es lo que entiende el público al que va dirigido su producto. Tanto Jericho como Moxley han presumido de que, en los próximos programas, van a tener público de verdad, y eso es mejor. Y claro, tiene razón, eso es mejor. También es mejor que no haya pandemias, pero las hay.

Moxley ha comparado a las pantallas de WWE con distopías futuristas. Y tiene razón, al menos en la parte tecnológica. Han pasado decenios desde la publicación de las obras de Ray Bradbury, George Orwell o Aldux Huxley, así que, sí, hay inventos tecnológicos propios de los futuros propuestos por estos autores, porque estamos en el futuro. Lo que cambia es la naturaleza de su uso. No sobredimensionemos el hecho de poner una pantalla en un simple espectáculo deportivo.

WWE ha estado contando buenas historias durante estos meses de confinamiento, a pesar de que la imagen que daba al público no era tan espectacular como lo fue hasta entonces. Pero llegó este cambio de cara a  SummerSlam y Payback, un PPV colocado una semana después por algún extraño motivo. Quizás ese motivo esté relacionado con el regreso de Roman Reigns, y su aparente Turn Heel que incluye a Paul Heyman como mánager. O quizás esté relacionado con los ataques de encapuchados de las semanas previas, o incluso quizás las dos cosas estén relacionadas. O también puede ser que sea un simple experimento de Vince McMahon. Lo sabremos cuando tenga lugar Payback, que será un día después de escribir esto.

Este cambio de decorados coincide con el momento determinante en la historia entre Rey Mysterio y su hijo, Dominik, y el villano Seth Rollins, acompañado de su escudero, Murphy. Tras ver el combate entre Rey Mysterio y Eddie Guerrero en SummerSlam 2005, en el que estas dos leyendas se jugaron la custodia del entonces pequeño Dominik, hoy vamos a ver el primer combate de ese niño, ahora ya convertido en un hombre (o algo parecido). Dominik se enfrenta a Set Rollins en un Street Fight.

En una lucha que es puro storytelling, el estilo más característico de WWE, el de contar, a través de las acciones de un combate, una storyline que encaja con las promos y los hechos ocurridos en programas previos. Hay gente a la que este tipo de combate no le gusta, y, efectivamente, cuando se da entre dos luchadores buenos, resulta bastante limitante, como es el caso del match entre Rey Mysterio y Seth Rollins de Ojo por Ojo; pero cuando uno de los contendientes es un rookie que debe su pop con el público, precisamente, al storyline en el que está metido, y no a su habilidad, que es una incógnita, puede ser algo muy positivo. A Dominik lo vimos participar en la lucha de su padre frente a Lesnar, e hizo un buen trabajo, pero no ha tenido un match de verdad en su vida. Físicamente, está muy verde también, y su caso recuerda al de Hijo de Villano III, que debutó en posiciones altas de la cartelera del Consejo Mundial de Lucha Libre, a pesar de ser un rookie y necesitar ganar mucho peso (aunque él ya llevaba unos años luchando en el mundo independiente).

El caso es que la lucha entre Seth y Dominik resulta ser bastante buena. El chico hereda a posición de gran underdog de su padre, soportando una gran cantidad de castigo del rival, y sorprendiendo con algunos movimientos bastante hábiles, incluyendo vuelos y Tornado DDts, aplicados en los momentos más propicios. Rey está en ringside, haciendo el papel de padre preocupado, y lo borda: una y otra vez, muestra su miedo, su frustración, y sus ganas de ayudar. Le pregunta a su hijo, en español, "¿Me meto?", o le dice "¡Me voy a meter, cabrón!", pero su hijo le pide que no lo haga, porque esta es su lucha.

Como eco a los hechos ocurridos durante la rivalidad, en la que se ha usado mucho los palos de kendo por ambos lados, también salen a la luz estas armas durante el match. Primero, es Dominik el que rompe un palo en el cuerpo de su oponente, pero al final acaba siendo una víctima de eso mismo.

La madre de Angie, esposa desde el 96 de Rey (y recalco esto, porque en el mundo del wrestling y del espectáculo, en general, en USA, no es muy habitual que los matrimonios duren para toda la vida), hace acto de aparición, preocupada por la paliza que Seth le está metiendo a su hijo. Rey le explica que no puede meterse, pero esto es aprovechado por Murphy, que, hasta ahora, no había podido participar en el match, por la vigilancia del enmascarado. Así, Rollins y Murphy atacan a Dominik primero, intentando sacarle el ojo como a su padre, y a Rey después, esposándolo al ring. Entonces, el enloquecido Rollins pone los ojos en la mujer, que está en la rampa de llegada, mientras Rey implora, pide que la deje tranquila, y se centre en él. Mysterio es increíble, puede ser bueno en todos los aspectos del wrestling, y en todos los tipos de combate, incluyendo dramas como este.

Dominik salva a su madre. Ataca violentamente a los rudos, aplica 619 sobre Rollins, y está a punto de ganar, al rematar con un Frog Splash. Pero Seth lo recibe con sus rodillas, para, después, golpearlo con el Curb Stomp, y llevar el combate.

Eso es este match: storytelling de toda la vida en WWE, y la creación de un nuevo personaje, que, no obstante, y como debía ser, cae derrotado.

Puntuación: ***3/4

jueves, 27 de agosto de 2020

Rey Mysterio vs Eddie Guerrero, Ladder Match, SummerSlam 2005


A partir del próximo post, comenzaremos un breve repaso por lo más interesante de cuanto ha ocurrido en el evento SummerSlam 2020, que no es poco. La historia que más ha interesado al público, tal y como muestran las estadísticas de visualizaciones en Youtube, es la rivalidad entre Rey Mysterio y Seth Rollins, que ha desembocado en el debut del hijo del enmascarado, Dominik, que se enfrenta al Mesías de los lunes por la noche, en la mayor fiesta del verano.

Esto ocurre, exactamente, 15 años después de que tuviera lugar la primera lucha en la que Dominik estuvo involucrado. Y es que, en SummerSlam 2005, WWE ofreció una Ladder Match entre Mysterio y Eddie Guerrero, en la que la paternidad de Dominik estaba en juego. Porque este tipo de historias raras, propias de una telenovela, crean un gran interés en el público, que acaba provocando que se vuelque sobre una lucha, mejorando mucho esta, dado que, en lucha libre, la energía lo es todo. Quizás las historias no sean muy satisfactorias intelectual o moralmente, pero eso no es un problema, porque el objetivo no es ese.

Todo empezó cuando Eddie afirmó conocer un secreto sobre Dominik, que Rey no quería que saliera a la luz. Rey y Eddie pelearon en The Great American Bash, con el niño en ringside, bajo la norma de que, si Mysterio salía vencedor, ese secreto no se revelaría. Una vez más, el enmascarado derrotó al Latino Heat, consiguiendo su objetivo.

Pero Eddie era un tipo odioso, y no aceptó las reglas del match. Entonces, reveló que Dominik, en realidad, era hijo suyo (obviamente, eso es kayfabe), y exigía que se le diera la custodia. Esto asustó al niño, que repudió a su padre, por haberle mentido.

Realmente, yo no recuerdo si eso llegó a desmentirse en algún momento posterior. Quizás no fuera así, y dentro de la cosmogonía de ficción de la WWE, Dominik sigue siendo hijo de Eddie. El caso es que este, con toda su maldad y sus divertisímas promos, defendía que era el verdadero "papi" de Dominik, y quería su custodia. Rey, lógicamente, se negaba a esto, y recordaba los problemas con las adicciones y con la ley de Guerrero. A pesar de ello, afirma Mysterio, Eddie llegó a la cima, y se convirtió en Campeón de WWE. Pero hay algo que nunca ha logrado: derrotar a Rey Mysterio (aunque conseguiría hacerlo, finalmente, en septiembre, en un Steel Cage, dos meses antes de su muerte). Así pues, Rey le propuso a Eddie Guerrero una cosa: jugarse la custodia de Dominik en una Ladder Match en SummerSlam. Que aprendan los jueces a dirimir este tipo de cuestiones como adultos.

Así pues, llegamos a SummerSlam. Dominik está sentado en primera fila de gradas, viendo a sus dos padres pegarse escalerazos sin parar. Esta lucha está lejos de ser una de las mejores entre ambos contendientes, porque hay muchas y muy buenas, pero, aún así, es notable. Hay una mezcla de ataques fuertes con escaleras, algunas caídas muy peligrosas que parten de botches pero que encajan a la perfección, y mucho storytelling. En un momento dado, cuando Eddie está a punto de coger el maletín con el contrato correspondiente, y así, llevarse la victoria, Dominik  entra al ring para agarrarlo y evitarlo. Eddie entra en furia: pretende educar al niño a base de golpes, pero, cuando va a pegarle, Rey lo evita.

Pero Eddie sigue siendo superior. Atrapa a Mysterio con la escalera, y sube arriba para llevarse lo que estima que es suyo. Esta vez, es su mujer, Vicky, la que viene a evitarlo. Vicky Guerrero es uno de los personajes no-wrestlers que más han aportado en las últimas décadas, y es una verdadera lástima que WWE haya renunciado a ella, como renuncia a todo lo bueno. Es una suerte, asimismo, que AEW la haya repescado. En 2005, aún no trabajaba en la industria, y aún así, su actuación es impecable. Angustiada, evita que Eddie robe su hijo a Rey, y le sujeta, para que el enmascarado pueda mantener la custodia de Dominik. La gente se vuelve loca.

Este es el culebrón de 2005, en el que un pobre niño tuvo que verse involucrado. No debió ser muy traumático, eso sí, porque siempre ha tenido el sueño de ser luchador. En 2010, tendría más apariciones, siendo más grande, durante la rivalidad de su padre frente al Straight Edge Society de CM Punk, que les llevó a luchar en WrestleMania y Extreme Rules. Entonces, Punk intento intimidar a la familia, aunque la participación de esta se limitó a eso.

Próximamente, comentaremos el debut como luchador del chico, 15 años después de aquel Ladder Match, en el mismo evento, SummerSlam, ante uno de los principales rudos de WWE, Seth Rollins.

Puntuación: ***1/2

miércoles, 26 de agosto de 2020

La Park, Místico y Dr Wagner vs Los Perro del Mal, CMLL 06/05/2005


En memoria de Armando "Mucha Crema" Gaytán

Hace unos meses, lamentábamos la partida a la Arena Celestial, como dicen en México, de Howard Finkel, esa gran voz histórica de WWE, que resonará por siempre en nuestros oídos, con reminiscencias luchísticas. Pues bien, hoy debemos lamentar el fallecimiento de un hombre que evoca esos mismos sentimientos para el aficionado de la lucha libre mexicana. Se trata de Armando Gaytán, alias Mucha Crema, anunciador de las funciones principales del Consejo Mundial de Lucha Libre durante unos 20 años. Debemos, al menos, pararnos un momento, para honrar su memoria y su aportación a la industria.

Que no es poca. En México, los anunciadores no se limitan a anunciar a un luchador por su nombre, su peso y su título, sino que lo introducen a través de una presentación bastante poética, en la que deben demostrar un conocimiento tanto sobre su carrera como sobre el personaje que portan. De hecho, este tipo de presentaciones es lo que hizo famoso a Gaytán, que recibe su mote, "Mucha Crema", precisamente por lo lírico y musical de su propuesta, así como la longitud de esas presentaciones, que posteriormente se tuvieron que reducir para televisión. Su voz formaba parte importante del espectáculo que tenía lugar en la Arena México, que es un conjunto de muchos factores, incluyendo al público, los vuelos, las máscaras y las edecanes y, sin duda,  su forma de anunciar a los luchadores, que les daba un primer empujón que conseguía que conectaran con el público.

No puedo decir que Mucha Crema fuera el anunciador más importante en la historia de México, porque el Consejo es una empresa muy longeva, y por sus arenas han pasado muchos anunciadores que no hemos tenido la suerte de escuchar. Pero sin duda, su trabajo es icónico. Trabajó, si no me equivoco, en la Empresa Coliseina, entre 1989, y 2009. Entonces, dado su éxito por  apariciones en películas y por sus trabajos en otro tipo de galas, como la de los premios de la MTV, estimó que merecía mejores regalías. Sus exigencias llegaron a sobrepasar lo que podía o quería ofrecerle el Consejo, puesto que incluían un porcentaje de ganancias por publicidad, y llevar a su hijo a las funciones de viernes, así que la relación profesional entre las dos partes se acabó. Desde entonces, Gaytán trabajó en múltiples eventos de toda la república, y, en última instancia, estableció una imagen en redes sociales, que incluyen un canal de Youtube en el que hay muchas presentaciones suyas, grabadas para que permanezcan ahí para siempre.

Como siempre, vamos a ver una lucha con la que honramos la memoria del fallecido. Esto no es WWE, el Consejo Mundial de Lucha Libre no subiría a un presentador a un ring, entre otras cosas, porque la Comisión de Lucha Libre no lo permitiría. No hay luchas de Armando Gaytán, pero podemos comentar un combate en el que hace de anunciador y tiene la oportunidad de presentar a algunos de los elementos a los que insufló una mayor energía gracias a su voz. Es un combate de tercias en el que Místico, Dr Wagner Jr y LA Park hacen equipo para enfrentarse  a Los Perros del Mal, Perro Aguayo Jr, y Hector Garza, reforzados por Tarzan Boy.

La lucha tiene lugar en 2005. Es una época muy recordada, por rivalidades como las que mantuvo Perrito frente a Los Dinamita, y en el momento de este combate, ante Místico. Mientras que El Perro se convertía en el gran rudo de México, Místico se convertía en el gran héroe, un icono que volvía a llenar las arenas gracias a su innovador estilo aéreo y que, no obstante, era demasiado delgadito, una presa fácil para rudos de gran poder como Último Guerrero. Así, Dr Wagner, un hombre que estaba también en todo lo alto, se convirtió en su protector.

Estos eran buenos tiempos por las rivalidades, y también por las promos en backstage que se hacían antes de los combates. Eran shows pensados para televisión, así que se introducía, gracias a eso, un poco de contexto y se trabajaba la personalidad de los protagonistas. Hoy en día, por motivo de la pandemia, se están emitiendo combates de estos tiempos en  México; espero que CMLL se dé cuenta del impacto que tienen, puesto que generan mucho más interés que los eventos actuales, pensados para un publico mucho menos conocedor, más casual, esto es, turistas, que requieren un producto rutinario que sea paradigmático, pero que no vaya a ningún lado.

Llegan los 6 protagonistas, con las presentaciones respectivas de Mucha Crema. Siempre me gustó especialmente la presentación de El Hijo del Perro Aguayo, porque, cuanto más largo era el nombre, mejor sonaba la voz de Gaytán. En cuanto a la lucha, es una maldita locura, un combate que acaba en dos caídas al hilo, puesto que en ambos casos, los rudos son descalificados por abusos del Perro contra Místico. Y, aún así, todo es entretenido, porque el Perrito vale oro.

La primera caída no es nada rutinaria. Tiene de todo, es una batalla que puede acabar en cualquier momento, pero nunca lo hace. Hay brawl en ringside, vuelos, y ataques en equipo. El Perro y Místico se quedan solos en el ring varias veces, y esos momentos son los más caldeados.

Hay muchos nearfalls, así como un momento en el que todos los luchadores fallan vuelos en el ring, para, posteriormente, acertar con vuelos a ringside. El aclamado Wagner, que ya era una estrella consagrada, tiene que salir en defensa de Místico varias veces, dada la violencia de Los Perros contra él.

Que acaban descalificados, después de romperle la máscara al nuevo ídolo. Místico tiene que ir a backstage durante unos minutos, hasta que consigue volver con una máscara azul. Mientras tanto, Park y Wagner sufren por la inferioridad, pero el regreso del Príncipe de Plata iguala las cosas de nuevo.

Wagner y Park, que, con el tiempo, se convertirían en grandes rivales, realizan un doble Frog Splash sobre Garza y Tarzán. Perro y Místico siguen teniendo duelos singulares, que acaban con un furioso Perro, temeroso de los counters de su rival, aplicando un Fault que da la victoria a los técnicos. Tras el match, tienen lugar los retos regulares, pero ya sabemos que la rivalidad entre Místico y Aguayo nunca acabó en combate de apuestas.

Puntuación: ***1/2

martes, 25 de agosto de 2020

Taz vs Sabu, ECW Living Dangerously 1999


Recientemente, en AEW, ocurrió algo interesante, con reminiscencias culturales en el negocio del wrestling. Brian Cage, reciente fichaje de la compañía, fue programado FTW Champion.

Este luchador tenía una cita con Jon Moxley, para pelear en Fyter Fest por el World Championship de All Elite Wrestling, pero el match no tuvo lugar, pues Jon estaba en cuarentena por coronavirus. Entonces, el mánager de Cage, Taz, observó una similitud con su propia historia, y entregó un campeonato que él creó para la ECW, el FTW Championship, cuyas siglas significan "Fuck the World", premisa a la que me adscribo, y que también fue conocido en su momento como Brooklyn World Championship.

Lo primero que me vino a la mente cuando vi este título, era la pregunta sobre si AEW tenía derecho a usarlo, teniendo en cuenta que fue creado en ECW, y esta empresa fue comprada por la WWE. Pues bien, parece no haber problema alguno. WWE no es dueña de los derechos de autor del campeonato porque, en primer lugar, fue creado y diseñado por Taz, y el hecho de que aparezca en un programa de televisión, no quiere decir que algo sea propiedad de aquel que tenga los derechos de autor sobre el programa de televisión. Para eso, WWE tendrá que haber registrado, al menos, el nombre, pero este tipo de registros cuesta dinero, y hay que actualizarlo anualmente. En la historia de WWWF, WWF, WWE, WCW, ECW y cualquier otra empresa cuyo contenido haya caído en manos del imperio McMahon, se suman miles de nombres y marcas, y, obviamente, no se pueden registrar todos, a no sea que se aprovechen para crear algo. Por eso, Cody, avieso, está siguiendo de cerca esos registros, para ver qué puede sustraer a la empresa, y así creó el evento Bash at the Beach a principios de 2020.

Por tanto, AEW tiene un nuevo título en sus filas, uno no oficial, pero con su valor simbólico. Es un campeonato que nació en 1998, momento en que Taz estaba muy frustrado por su incapacidad para ganar el Campeonato de ECW, dado que el campeón, Shane Douglas, no podía defenderlo por una lesión. El título de Taz desahogó la situación complicada que tenía Paul Heyman con el título de ECW, y creó una buena historia, pues el Human Suplex Machine se convirtió en una figura muy intensa, que introducía una gran energía en las canchas en las que había eventos de ECW, que ya de por sí, eran calentitas.

El caso es que Taz acabó perdiendo su propio campeonato ante Sabu, y un tiempo después, al fin, tuvo su oportunidad ante Shane Douglas por el ECW World Championship, resultando campeón. Tras eso, en el show ECW Living Dangerously 1999, Taz y Sabu se enfrentaron, en un match de unificación, cuya victoria perteneció también a al actual mánager de Cage, que se llevó la correa FTW a casa, registró los derechos de su diseño, y la desactivó. Desde entonces, allí ha permanecido, esperando, hasta 2020. 21 años después, Taz le saca un poco más de partido a las horas de Photoshop dedicadas.

Aquella lucha de unificación ante Sabu, seguramente, es el match relacionado con el FTW Championship, más importante, hasta ahora, de cuantos ha habido. Es una lucha estilo ECW, o sea, un brawl violento muy entretenido, con sillas y gente volando por todas partes.

Taz era un buen luchador, técnico, violento y fuerte, con intensidad y buen micro. Es una pena que se tuviera que retirar joven, aunque en WWF no hubiera tenido muchas opciones como luchador. En los primeros minutos de su match frente a Sabu, este intenta hacerle frente de tú a tú, y obviamente, no está a su altura. Así pues, cambia su estrategia, y empieza a hacer lo que mejor sabe hacer: movidas aéreas con sillas de por medio.

Los luchadores brawlean entre el público. Hay un montón de hombres de seguridad, pero no son suficientes para frenar a la masa de fans de ECW, que no está bien de la cabeza. El ambiente es infernal, y, en él, se mueven estos dos prototipos de luchadores de ECW. se matan con sillas, las lanzan sin miramientos, y alguna acaba dándole a la gente.

Sabu recibe mucho. Se come un par de mesas, y tiene un problema obvio en su mandíbula. Su mánager, Bill Alfonso, está muy preocupado, e intenta tirar la toalla un par de veces, a pesar de la negativa del árabe. Finalmente, Taz aplica una Coquina Clutch sobre esa mandíbula destrozada, y, aunque su oponente aguanta mucho tiempo sin rendirse, acaba KO. Victoria para Taz, que recupera su campeonato y mantiene el ECW World Heavyweight Championship.

El combate no es técnicamente muy destacado, pero está al rojo vivo en todo momento.

Puntuación: ***1/4

domingo, 23 de agosto de 2020

Cody vs Eddie Kingston, AEW Dynamite 16/07/2020


Tras comentar una lucha entre Chris Jericho y Orange Cassidy, hoy hablamos de otro combate de AEW en el que chocan el mainstream y lo indy. Eddie Kingston llega para retar a a Cody por el título TNT.

En el mes de mayo de 2020, AEW presentó su título secundario: el TNT Championship, que lleva el nombre de la cadena que acoge a la empresa. Y no es la única correa que ha llegado últimamente, porque, en julio, Taz trajo al programa un campeonato que había ganado en sus tiempos de ECW, para dárselo a su nuevo protegido, Brian Cage: el FTW Championship. Ya hablaremos, otro día, de la historia de ese título.

Cody perdió su última oportunidad por el World Championship de la empresa, en un match ante Chris Jericho y, como condena, en teoría, jamás podrá volver a ganar ese título. Pero, como recompensa, creó el TNT Championship, y se convirtió en su campeón inaugural. Su reinado ha sido bastante bueno, y emulando al de John Cena como US Champion en 2015, ha defendido la correa en los programas semanales de Dynamite, incluyendo, a retadores de fuera de la empresa. Esto resultaba muy interesante, porque las posibilidades eran infinitas, y había muchos luchadores pidiendo una oportunidad, desde Juventud Guerrera a JTG. Pero, minutos antes de escribir esto, Cody ha perdido el título ante Brodie Lee, así que, me temo, se acabó lo bueno.

Tony Khan no parecía muy contento con la idea de traer gente de fuera; tiene muchos luchadores poco utilizados, y hay una pandemia. Aún así, Eddie Kingston apareció en Dynamite, y eso fue bastante sorprendente. Es el último hombre que uno esperaría ver en la televisión nacional. Su actuación fue buena, y debió gustar, porque se le ha hecho contrato.

La actuación de Eddie, efectivamente, es buena, y es distinta. Por la violencia, tanto física como verbal, que incluye este luchador, que, recordemos, es un tío de CZW, de Chikara, un brawler violento de los que ya no quedan. Es presentado como un veterano con 18 años de experiencia en el negocio. Tanto sus palabras, como sus gestos y sus golpes, son propios de un hombre lleno de desprecio contra el modelo mainstream.

Kingston domina, pegando con una violencia realmente notable, e impropia del contexto en el que está. Pero tiene un problema, una lesión en la pierna muy obvia. Le pega una buena paliza de vieja escuela a Cody, y saca sus chinchetas, que acaban en la espalda de Rhodes, hombre que se parece mucho a Triple H, en el sentido de que tiene un protagonismo muy grande que debe a su posición en los despachos, pero que paga con creces destrozando su físico. Una vez más, acaba sangrando.

Con su forma de hablar, su forma de pegar, y sus chinchetas, Kingston cumple con creces su cometido: presentar el paradigma que representa a la audiencia que lo desconoce. Finalmente, sus problemas en la rodilla se hacen evidentes, y cae derrotado, a manos de una Figura 4, pero ha hecho un buen trabajo. Creo que la lucha merece un poco más de nota que lo que el mero mérito luchístico le concedería, dada la simbología que introduce Eddie.

Puntuación: ***1/2

viernes, 21 de agosto de 2020

Chris Jericho vs Orange Cassidy, AEW Fyter Fest 2020


Si hay algo interesante en AEW, esa es la mezcla de luchadores que presenta. De la noche a la mañana, hombres venidos de territorios independientes sin apenas visibilidad, pueden llegar al show, y enfrentarse a grandes estrellas como Matt Hardy, Cody Rhodes o Chris Jericho. No hay necesidad de que pasen 3 años en un territorio de desarrollo, y eso es algo que en WWE no se puede ver, a no ser que el fichaje sea una estrella de gran nivel.

En las últimas semanas, esto se ha podido observar de una manera obvia, en la rivalidad entre Chris Jericho y Orange Cassidy. Choca una leyenda millonaria como el canadiense, con un tipo como Cassidy, un friki de las indies, La Hormiga de Fuego de Chikara, un personaje cómico, y sin embargo, no exento de talento. En AEW, hasta ahora, ha mantenido el personaje, al no sacar las manos de los bolsillos, que es una manía suya. Esto ha sido así, hasta que la cosa ha explotado, se ha puesto serio, y ha empezado a luchar de verdad en esta rivalidad ante Y2J.

Tony Khan ha comentado que todo estaba planeado, y que estaban guardando a Cassidy para el momento adecuado. Obviamente, esto es falso, no creo que Khan haya visto luchar a Cassidy en la vida, sólo era uno más de los luchadores indy que tenía entre su filas, para los combates de Dark. No es más que una respuesta para calmar a los ignorantes fans que siempre piensan que las luchas de comedia son insultantes, y que cualquier luchador que no sea campeón, está infravalorado.

Jericho estaba metido en rivalidades con tipos bastante top, como Kenny Omega, Cody o Matt Hardy, y, de pronto, se encontró con esto. Realizó una llamada, y Cassidy apareció como el hombre más malo del mundo, sin sacar sus manos del bolsillo. Cuando Jericho le rompió las gafas de sol, encontró energía en su interior para dejar la comedia y pelear de verdad. Se ha tenido que ver las caras con todo el Inner Circle, pero, en ocasiones, ha contado con la colaboración de sus amigos, los Best Friends.

La rivalidad está durando bastante, y aún no acaba. Estos hombres incluso han tenido un debate, manejado por Eric Bischoff. Nosotros, nos vamos a quedar con su lucha en Fyter Fest 2020.

Evento, que, este año, tuvo lugar en los shows Dynamite por TNT. Esta es una técnica que han usado empresas menores para dar importancia a sus programas semanales, ante la falta de éxito de sus PPVs. Es algo muy propio de Impact Wrestling en sus últimos años, y AEW se tiene que sumar a ello, ante la imposibilidad de vender entradas para grandes eventos. A su vez, WWE NXT contraprogramó, creando ediciones especiales de su programa semanal, tirando de marcas clásicas como The Great American Bash.

Sabemos que los programas de RAW y Smackdown han bajado alrededor de un 15% de su audiencia durante esta pandemia, pero eso no ha pasado con NXT y AEW, que siguen, más o menos, como antes. Y esto es así porque no han variado mucho por la pandemia. Mientras que AEW sigue haciendo sus shows en estadios grandes, con bastante gente por las gradas, con planos largos, música de entrada, etc, en WWE todo ha venido a menos: faltan muchos luchadores, no hay público, y los shows se llevan a cabo en el Perfromance Center, que es un lugar pequeño, cerrado, con planos cortos que provocan que todo parezca un entrenamiento. WWE siempre se ha definido por una producción de espectáculos increíbles, y ahora, independientemente de si los shows son mejores o peores, todo es deprimente. 

AEW ha mantenido algo parecido a la normalidad. Hay fuegos de artificio, y los gritos de la gente, aunque esta sea poca, suenan mucho mejor, porque el escenario es mucho mayor, así que rebota de una manera más cercana a como lo ha hecho toda la vida. La verdad es que eso hace que los eventos de AEW sean más disfrutables, más vivos, más grandes.

Así ha ocurrido esta rivalidad entre Orange y Chris, que incluso ha tenido momentos de brawl entre el público, la mitad del cual, no tiene mascarillas, ni respeta distancias de seguridad, ni nada. En Fyter Fest, se enfrentan en la que, creo, es la mejor lucha que han tenido.

Cassidy comienza la lucha con las manos en los bolsillos, esquivando los ataques de su oponente, pero acaba siendo víctima de sus Walls of Jericho. Chris, que en WWE parecía demasiado pequeño para los rivales que tenía delante, aquí parece enorme, se convierte en un power house, y destroza la espalda de su contrincante con quebradoras y llaves de todo tipo.

No recuerdo cuando fue la última vez que vi a Chris realizar un ataque zonal tan serio como el de hoy. Jericho sigue con su trabajo durante la pausa publicitaria, mientras que Orange realiza un buen selling. No hay rendición, no obstante, y llega el comeback de Cassidy, que está a punto de llevarse la victoria en varias ocasiones.

Entonces, entran en juego los secuaces de Jericho, Santana y ortiz, que tiran zumo a los ojos al babyface. Los Best Friends llegan a echar a estos dos bandidos, pero es tarde para los ojos de Orange. Jericho le pega con un bate, y le aplica el Code Breaker. Y, sin embargo, la lucha no acaba.

Era el momento perfecto para acabar el combate, pero AEW hace ese tipo de tonterías propias de una empresa indy, que la lleva a hacer que Orange sobreviva a un golpe con un bate y a un Code Breaker por sorpresa, como si fuera John Cena. Es una manera de banalizar por completo tanto los golpes como los momentos. La lucha continúa unos minutos más, con cosas que no significan absolutamente nada, hasta que Jericho aplica su codazo, el Judas Effect, y gana, una forma totalmente fría.

A pesar de ese error en la parte final, la lucha es bastante buena.

Puntuación: ***1/2

jueves, 20 de agosto de 2020

Xavier vs Low Ki, Ladder Match, ICW 06/30/01


Acabamos de terminar un especial por el fallecimiento del legendario Kamala, y tenemos que volver a pararnos un momento, a hablar de un nuevo deceso dentro de la industria del wrestling. Se trata, por desgracia, de un hombre mucho más joven, Xavier, conocido por ser el segundo Campeón Mundial de Ring of Honor.

No hay información sobre los motivos que subyacen tras la muerte de Xavier, cuyo nombre real era John Bedoya, y contaba, tan sólo, con 42 años de edad. Este es un hombre que llevaba mucho tiempo alejado del wrestling y que, en realidad, nunca tuvo una carrera muy solida en este deporte. Llegó a tener algunas luchas en programas secundarios de WWE, como Velocity; y quizás, si la empresa de los McMahon se hubiera interesado más por él, él se hubiera interesado más por la lucha libre, pero no fue así. Debía tener otros trabajos, porque dejó de luchar muy pronto, en 2011, y desde entonces, sólo había tenido una lucha, en 2016, en ICW, la empresa de New York, que es el lugar en el que más ha peleado. En 2020, estaba programado para los shows de Ring og Honor del finde de WrestleMania, en los que, igual que TNA, la empresa iba a ofrecer funciones retro, en las que se presentarían leyendas del pasado, pero eso nunca pasó, por la pandemia, y en lo respectivo a Xavier, no pasará.

La carrera de Xavier será recordada, sobre todo, por ese logro como Campeón Mundial de ROH. Por lo demás, es un luchador independiente que no ha tenido muchos más momentos de fama. Incluso, hablando de ese título, sin duda, de aquellos que lo portaron en sus primeros años, Xavier es el menos recordado. Y es que, los luchadores que formaban parte del roster de ROH, en esos maravillosos años, eran gente joven y, sin bien es cierto que todos los campeones han tenido grandes carreras (Low Ki, Samoa Joe, Austin Aries, CM Punk, Jamie Noble, Bryan Danielson, Homicide, Morishima, McGuinness), en ese momento, eran apuestas por gente que tenía poco currículum. 

Vamos, pues, a ver una lucha de Xavier, para recordarlo. He elegido un enfrentamiento con uno de los principales rivales de su carrera, Low Ki, en ICW, promotora en la que tantas veces peleó.  En concreto, me he quedado con una Ladder Match bastante conocida, en la que defendía el ICW World Title.

Recordemos que Low Ki fue el primer Campeón de ROH, y que Xavier le quitaría el campeonato, en 2002.En esos tiempos y en ese tipo de promotoras, pues Ring of Honor era entonces, de verdad, una indy, las rivalidades no se adscribían a empresas, sino que las transcendían. Low Ki y Xavier se enfrentaron en distintos entornos, y si bien Xavier le quitó el título de ROH a Low Ki, este, primero, le robó el campeonato de ICW, en el match que comentamos hoy.

Xavier era un luchador fuerte y ágil, parecía bastante completo, y más fornido que la mayoría de los luchadores independientes. Podía parecer, pues, que era un buen prototipo para WWE, pero la verdad es que es obvio que le faltaba carisma. WWE ha tenido muchos luchadores de este tipo, como Shelton Benjamin, que, por buenos que sean, difícilmente pueden llegar a algo, porque no atrapan al público.

A Low Ki ya lo conocemos todos. Tampoco él llegó a destacar en WWE (quizás la época en la que estuvo allí, no fue la más apropiada), pero sí que tiene una carrera lo suficientemente extensa para ser considerado una verdadera leyenda de las indies. En estos primeros años de sus carreras, en 2001, se enfrentan ambos wrestlers en una Ladder Match relativamente conocida.

Una Ladder entretenida, con golpes muy fuertes, pero no muy especial. Quizás en 2001 lo fuera, pero, hoy en día, ya hemos visto demasiados combates de este tipo. Los golpes a la espalda de Xavier sobre Low Ki, tirándole escaleras o tirándolo contra las escaleras, son demoledores, y él también acaba probando un poco de su propio chocolate. Aparte de eso, sólo podemos destacar el final del match, en el que Low Ki consigue dominar a Xavier arriba de la escalera, lo deja KO con una Dragon Clutch, para, así, sobre su oponente, coger la correa de campeón.

Esta es una Ladder simplona, pero con algunas cosas bien hechas. También es una de las luchas más recordadas de Xavier, no ya porque sea un mal luchador, sino por la falta de exposición de la mayor parte de su breve carrera.

Puntuación: ***