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domingo, 10 de marzo de 2019

The Undertaker vs Jeff Hardy, Ladder Match, WWE RAW 24/06/2002




En enero de 2018, se cumplieron 25 años de emisión del programa Monday Night Raw, la gran ventana del wrestling al mundo. Desde entonces, de vez en cuando, vemos alguna lucha histórica del programa, siguiendo una lista de 25 combates publicada por Watchculture, de la que me encapriché, personalmente. Todavía vamos por el puesto 15, ocupado por la clásica Ladder Match entre The Undertaker y Jeff Hardy.

Undertaker nunca ha sido un gran campeón. Siempre ha estado sumergido es historias alternativas, en muchas ocasiones, con rivales enormes, de calidad justita. Salvo en su última etapa en Smackdown, en la que ganó varias veces el World Heavyweight Championship, y tuvo rivalidades geniales. 

Pero, inicialmente, sus reinados como Campeón de WWE fueron cortos, y normalmente como parte de un turn heel, en el que presentó variaciones interesantes en su personaje. El primero, fue en el año 91, tras un año en la empresa con su personaje avasallador de loco que metía a sus rivales en bolsas de cadáveres. El tercero, lo obtuvo como parte del storyline del Ministry of Darkness, en el 99. Y el cuarto, lo ganó en 2002, siendo el Big Evil.

En esos tiempos, Jeff Hardy era todavía jovencito, y apenas había salido de la división tag team. Faltaban muchos años, todavía, para convertirse en un main eventer de verdad, y llegar a ser campeón. Pero ya era muy querido por el público, y consiguió una oportunidad titular, como lo había hecho una semana antes Rob Van Dam. Esta vez, la pelea es una Ladder, que es la especialidad de Jeff. Si alguna vez en su vida puede vencer al Enterrador, tiene que ser de esta manera.

Su estrategia es pillar por sorpresa a su rival, subiéndose en su moto, y aprovechar su ira para saltarle encima, y golpear con escaleras. Pero Undertaker se recupera pronto, y comienza una tortura sobre un rival mucho más pequeño.

Esto es un combate del tipo "David vs Goliat", pero con escaleras. No hay muchas luchas de este tipo con estas reglas, y por eso, es especialmente interesante. Undertaker ataca, una y otra vez, la cabeza de jeff, con escaleras, tirándolo contra las mesas de comentaristas, o con sus clásicos golpes y Leg Drops. Hardy protagoniza algún comeback bastante furioso, que genera muy buenas reacciones, pero no tiene suerte con un rival de tanto nivel.

Sólo le queda una opción: aprovechar que en una ladder no hay descalificación, para asestar un fault, seguido de un vuelo a ringside, gracia a lo cuál, puede ascender por una escalera para agarrar la correa. Pero Taker no se lo permite.

Aún así, Jeff conoce bien este tipo de lucha. Cuando el Deadman lo baja de la escalera, para aplicarle su poderoso Last Ride, Hardy lo lanza fuera del ring con una tijeras, y vuelve a subir velozmente. Pero Undertaker no pierde tiempo, y entra al ring de nuevo, pegándole sillazos en la espalda al enigmático.

Por tercera vez, Jeff se la vuelve a jugar. Cuando Taker intenta usar, otra vez, el Last Ride, el joven agarra una silla del suelo, y le pega en la cabeza con ella. Una vez más, sube rápido las escaleras, con la obsesión de convertirse en campeón. Pero Taker le sigue por tercera vez, y esta vez, sube arriba con él, y lo arroja al vacío con un ChokeSlam. A la tercera va la vencida, porque, ahora sí, Hardy permanece en el suelo, y Undertaker se lleva el premio, por entonces conocido como WWE Undisputed Championship. 

Tras la lucha, El Enterrador vuelve al ring para, de una vez por todas, aplicar su Last Ride. Pero Jeff, poco después, agarra un micro, y le dice que él aún sigue en pie. No ha podido destruirle. El Big Evil accede al ring, pero esta vez, en lugar de golpearle, levanta su brazo, y reconoce su valía. Gestos típicos de Calaway, que le reconcilian con el público asistente.

Buena historia.

Puntuación: ***3/4

sábado, 3 de noviembre de 2018

Brothers of Destruction vs D-Generation X, WWE Crown Jewel



Esta semana, hemos tenido dos PPVs de WWE. Por un lado, hemos tenido Evolution, evento sólo para mujeres, que debe ser uno de los mejores shows de la historia de la empresa; y por otro, Crown Jewel, sólo para hombres, que realmente, a pesar de todas las estrellas que ha tenido, carece de luchas realmente interesantes. Pero Shawn Michaels ha vuelto a luchar, y eso hay que comentarlo.

Pero Crown Jewel ha sido polémico por otras muchas cosas, y como creo que no voy a revisar más luchas del PPV, voy a resumir todo aquí.

Ya hablamos de ello cuando comentamos el evento The Greatest Royal Rumble. WWE llegó a un acuerdo con el gobierno de Arabia Saudita para producir eventos en el país de manera periódica durante 10 años. A cambio, le pagan un montón de millones, suficientes como para traer a todas las estrellas que haga falta, y retransmitir esos eventos en la Network como un PPV más.

Eso, sumado a los nuevos contratos televisivos para RAW, y sobre todo, Smackdown, sitúan a WWE en la mejor situación económica de su historia.

Pero fue un trato con el diablo. Porque, como parte del acuerdo, WWE tenía que dar un poco de publicidad al país, y hablar del proceso de modernización y de apertura en el que, supuestamente, se encuentra.

La realización de The Greatest Royal Rumble ya fue un poco polémica para WWE, por el hecho de no poder llevar a sus estrellas femeninas. Para prevenir eso, y para aprovechar una parte tan importante de su roster, en esta ocasión, la empresa ha organizado un PPV femenino, Evolution, que como decía antes, me ha gustado mucho. Ese sí que merece unos cuantos artículos.

Pero la polémica sobre aceptar esa actitud criminalmente machista se ha quedado pequeña en comparación con los hechos ocurridos en las semanas previas al nuevo evento en tierras saudíes, Crown Jewel. Un periodista de The Washington Post, Jamal Khashoggi, disidente del régimen saudí, fue asesinado en el consulado de Arabia en Estambul. Aunque su cuerpo no fue hallado, diversos servicios de inteligencia revelaron que eso ocurrió. Y Arabia lo admitió, comenzando una supuesta investigación de lo ocurrido. No obstante, la información que se maneja es que fue asesinado por orden del príncipe saudí, el mismo que pide a WWE que le lleve a Hulk Hogan y Shawn Michaels a los eventos.

Entonces, hubo cierta polémica sobre si WWE debía realizar el evento en tierras saudies o no. La empresa llegó a pensárselo, y a buscar otras sedes en Europa. Se realizó una consulta, incluso, al gobierno americano. Finalmente, lo que se decidió fue hacerlo en Arabia, pero eliminando toda la publicidad hacia el régimen, lo que me parece bastante correcto.

Porque llevar a cabo un espectáculo deportivo o artístico en un país no tiene nada que ver con apoyar al régimen de ese país. Es un espectáculo, como otros muchos que se dan allí, sin que tengan ninguna repercusión política. Al menos, se lleva un poco de alegría a los niños y jóvenes que ni se enteran de las noticias sobre asesinatos, porque no existe la libertad de información. WWE ya ha ido a China, Cuba y otros muchos países en los que no se respetan los derechos humanos, sin que se de ninguna publicidad ni ninguna connotación política. En este caso, el problema era precisamente ese acuerdo de hablar bien de un gobierno como ese.

A partir de un momento dado, WWE eliminó las menciones a Arabia en sus rivalidades y promos. Como hace con los PPVs normalmente, no se suele hablar mucho del lugar en el que se realizan. Se ha dicho que eso se ha hecho para esconder el hecho de que el evento se lleve a cabo allí, pero como digo, yo lo entiendo como un cambio en su política con respecto a Arabia. Hacer espectáculos para su pueblo no es algo necesariamente malo, pero dar publicidad al régimen sí, y eso es lo que se ha eliminado. 

Hulk Hogan hace de anfitrión del PPV. Los jeques tenían muchas ganas de verlo. Eso sí que se tapó bastante, porque, dada la polémica sobre sus comentarios racistas, iba a ser mucha mierda junta. En su presentación del evento, Hogan no menciona en ningún momento a sus anfitriones. Es una presentación fría, muy distinta del discurso de Cena en el anterior evento saudita. 

Por otro lado, hay que destacar la presencia de Renee Young en la mesa de comentaristas. Hay que tener valor, estando de espaldas al público sin saber cómo va a reaccionar. Dean Ambrose, su marido, la acompañó en el viaje, aunque no estaba programado para el evento y no apareció. Es la única mujer que trabajó, al menos, ante las cámaras.

Daniel Bryan y John Cena se negaron a aparecer en el show. El primero se había ganado la oportunidad de luchar por el WWE Championship ante Styles, pero, finalmente, gastó su opción en Smackdown, y fue sustituido en Crown Jewel por Samoa Joe. Cena estaba programado para participar en la World Cup, y su posición la ocupó Bobby Lashley, con la excusa de que había sido Baron Corbin el que le había quitado el sitio por no habérselo ganado.

La World Cup también tiene tela. Ya sabemos que WWE nunca se toma en serio los torneos eliminatorios. Vince McMahon está traumatizado desde WrestleMania IV. Primero, vimos a Kurt Angle perder frente a Ziggler en una lucha sin significado ninguno. Esta empresa es experta en aniquilar a sus propias leyendas. Vimos llegar a dos rudos a la final, The Miz y Ziggler. Cuesta imaginar que sean los dos mejores del mundo. Y, desde luego, supuso un bajón para el público. Luego, antes de comenzar la batalla, The Miz atacó a su rival, y se lesionó al hacerlo (kayfabe). Shane McMahon estaba obsesionado con que Smackdown ganara el torneo, así que se negó a aceptar el resultado y le sustituyó. Estando Ziggler malherido (o esa era la historia, aunque él no supiera venderlo), Shane ocupó el sitio del Miz, ganó, y se proclamó como el mejor del mundo. Aunque la gente se entretuvo, es un poco insultante que una copa supuéstamente tan importante se la quede un tío que no participaba. Claro, esto será parte de un storyline, que ya iremos viendo.

En el combate por el Campeonato Universal, parecía claro que Braun Strowman se convertiría en campeón para consolidarse como gran estrella. Pero fue atacado por Baron Corbin antes de la lucha, para tener una excusa que convirtiera a Lesnar, de nuevo, en campeón. Ya está anunciado para enfrentar a AJ Styles en Survivor Series, igual que el año pasado. Esta bien saber que Lesnar seguirá apareciendo cada vez que le pongan un fajo de billetes en la mano, aunque ya vemos que este evento está consumido por las futuras storylines.

Y vamos al main event, en el que tenemos la lucha entre señores mayores. Shawn Michaels vuelve a la acción gracias al dinerín saudí. Según él, era demasiada presión organizar un retorno de cara a WrestleMania, porque en ese evento tiene que seguir demostrando un gran nivel. Aquí, en cualquier caso, da la sensación de que nunca ha dejado de luchar.

Michaels se ha rapado la cabeza, porque, en estos 8 años que han pasado desde su retiro, su frente a retrocedido mucho. Sus ojos también se han escondido un poco. Hace poco revisé una lucha suya ante Jeff Jarrett del 93, y la verdad es que las comparaciones son odiosas. Pero, por lo demás, se encuentra en un gran estado de forma. No se sabe si volverá a luchar, pero supongo que, una vez que ha dado este paso, no hay nada que le cierre las puertas para siempre.

Triple H, Shawn Michaels, Kane y Undertaker han estado muchos años en WWE. Deben ser los tipos más leales que ha tenida la empresa. Pero nunca se han enfrentado ambos stables. Y, por suerte, no morirán sin hacerlo. Creo que el combate no es peor que uno que pudieran haber tenido en la Era Attitude, tiempo en el que ninguno de los dos grupos daba buenas luchas. El hecho de ser una lucha por equipos les permite descansar sin que se note tanto la falta de cardio.

Sobre todo, en esta lucha destaca el cambio en las gradas. La gente explota, y se convierte, a pesar de la diferencia de culturas, en un verdadero público de wrestling. Discutimos mucho, en este blog, sobre los aspectos que convierten a una lucha en algo bueno, y siempre hablo de la importancia de un buen público. Después de ver el último capítulo semanal de Ring of Honor, en el que parece que a los fans no les importa nada lo que pasa, a pesar de tener a gente como Jushin Thunder Liger y Kushida en el ring, me reafirmo en que el ambiente es una pieza clave.

La lucha empieza con Kane sobre el ring. Me gusta mucho el intercambio de miradas entre Michaels y Undertaker cuando se va a dar el primer tag para El Enterrador. Los fantasmas vuelven a acosar al HBK. 

En general, los Brothers of Destruction dominan el combate, aprovechando su diferencia de tamaño. Taker utiliza sus mejores ataques, incluidos Old Shool, Snakes Eyes, Big Boot, Leg Drop, o el Leg Drop en el borde del ring. Estos ataques los realiza perfectamente sobre Michaels, un hombre de mucho menos tamaño. Creo que Taker podría tener buenos combates frente a gente que no sea muy pesada, como Jericho, Bryan o Styles. Por sus problemas físicos, una de las cosas que más le cuesta hacer es levantar a hombres grandes.

Los luchadores brawlean en ringside, y Kane aplica un ChokeSlam sobre Triple H en una mesa. El ataque queda muy bien, aunque parece que Hunter podría haberse hecho daño de verdad. Está mucho tiempo fuera de acción.

Mientras tanto, Undertaker castiga a HBK. Hace el papel de rudo, y aplica buenos candados y ataques sobre la cara que difieren un poco de su estilo habitual. Pero Michaels demuestra que todavía está en buen estado, arranca la máscara de Kane, y vuela con Moonsault sobre ambos, dándose con la cara en el suelo. Sangra, pero queda bien.

Sobre lo de la máscara, hay que decir que tanto Mysterio como kane la perdieron en sus enfrentamientos, y no creo que sea casualidad. No sé si habrá algún tipo de simbología en ello, o si tiene que ver con alguna extraña ley local.

Los gigantes siguen dominando, y buscan el doble Tombstone. Pero, estando sostenido por Taker, HBK aplica un piquete de ojos sobre Kane, que tiene en sus hombros al Triple H. Con esto, los DX se sueltan, HBK aplica Sweet Chin Music a ambos rivales, y Triple H remata a Kane con un Pedegree para darle la victoria a su equipo.

Así, los DX se vengan de las humillaciones recibidas en el pasado, con estas dos victorias consecutivas frente a Deadman. Pero es correcto que Shawn gane en su retorno. Creo que es un espectáculo muy entretenido, y da la imagen real de pelea entre dos equipos legendarios, si bien, compuestos por gente que está mayor.

Puntuación: ***1/2

martes, 16 de octubre de 2018

The Undertaker vs Triple H, WWE Super Show-Down



El negocio del wrestling de hoy en día es una locura. Es imposible seguir el ritmo a todos los shows que hay, y a todos los records que se rompen. Y no sólo en el mundo independiente, en Japón o México, también en WWE, una empresa terriblemente conservadora, pero que está haciendo muchas cosas.

Mae Young Classic, NXT UK, 205 Live y el WWE Mixed Match Challenge. Son cuatro nuevos productos que tendremos que comentar en algún momento. Por suerte, no hay wrestling en Total Divas y todos esos realities, porque no apetecen. Pero, por encima de ellos, están los PPVs de nuevo cuño.

En los programas de WWE, hemos visto, al mismo tiempo, cómo se estaban preparando rivalidades para Hell in a Cell, Super Show-Down, Evolution y Crown Jewell. Nunca ha habido semejante lío.

Por encima de todo, destaca el regreso de la rivalidad entre Triple H y Undertaker, que, gracias a la pasta de los jeques sauditas, traerá consigo el regreso a los encordados de Shawn Michaels, algo que todos pensamos que no pasaría jamás. Pero, antes, en Super Show-Down tenemos un Last Time Ever, el último combate de la historia entre The Undertaker y Triple H.

Undertaker y Triple H tienen mucha historia juntos. Son dos de los grandes protagonistas de la Era Attitude, y tuvieron muchos enfrentamientos. En WrestleMania 17, se enfrentaron en una buena brawl.

Pasaron los años. Triple H y Shawn Michaels era los grandes veteranos de RAW, mientras que Taker mandaba en Smackdown. El Enterrador ganó el Royal Rumble 2007 al eliminar en último lugar a Michaels, y por la calidad de su enfrentamiento, la gente soñaba con verlos luchar de nuevo, y rememorar batallas del pasado.

En WrestleMania 25, al fin se enfrentaron, en un combate que ocurrió, básicamente, porque no había más planes para ninguno de los dos. Pero fue increíble, una de las mejores luchas de la historia de la empresa. Así, cuando Michaels quiso retirarse, el año siguiente, eligió a Taker como su rival. Escribieron una gran historia en la que Shawn se demostró obsesionado por su derrota previa. En WrestleMania 26, volvieron a tener una pelea tremenda, y la carrera de Michaels se acabó.

Un año después, fue Triple H el que acudió a por venganza, y también él fue derrotado en dos tremendas batallas en WrestleMania 27 y 28. Esta última fue dentro en una jaula infernal, llamada The End of an Era, con Shawn como referee especial. Hicieron un gran trabajo, y cerraron a lo grande una gran época en la historia de WWE.

Pero ahora, esa Era regresa por última vez. Bueno, dados los acontecimientos, ya sabemos que no será la última vez. WWE va a realizar un show a Melbourne, en Australia, a un estadio en el que caben 100.000. Entonces, se tiene que inventar excusas para vender entradas.

En el show The Greatest Royal Rumble, Triple H se enfrentó a John Cena en una lucha old school sin mucha historia. Y parecía que la que tendría en Australia con Undertaker sería del mismo tipo. Una excusa para vender entradas en un house show. Pero las promos continuaron. Y se metió Michaels en medio, y después Kane. Los Brothers of Destruction aplicaron un ChokeSlam sobre DX, preparando ese combate entre Undertaker y Triple H, con Kane y Michaels, respectivamente, en las esquinas. Esta lucha dará lugar a otra entre las dos parejas, que jamás se dio anteriormente. Y a WWE le encanta dar choques entre stables que sean inéditos.

Ya hablaremos de ello cuando comentemos Crown Jewell. Si tiene lugar. Porque hay una gran polémica con respecto a los negocios de USA con Arabia, por la desaparición de un periodista, que podría haber sido asesinado por el régimen. WWE va a cobrar cientos de millones por sus negocios con Arabia, pero también va a ganar cientos de millones por su acuerdo con Fox. Y Fox no es muy fan de Arabia. Se ha dicho que el PPV puede ser cancelado, y muchos fans de la empresa, de hecho, lo exigen. Recordemos, por otro lado, que Linda McMahon trabaja en el gabinete presidencial de Trump, y que Kane ha sido elegido alcalde de su pueblo. Pero claro, si haces negocios con una dictadura como esta, y encima, los haces durante mucho tiempo, hay muchas posibilidades de que te metas en líos como este. Veremos qué pasa.

La lucha entre Taker y Hunter ha sido la más promocionada para Super Show-Down, y por eso es el main event. La empresa superó las 62.000 entradas vendidas, aunque anunció 70.000, y en gran parte, es gracias a ella, aunque hay varios atractivos, como la vuelta de John Cena con su nuevo golpe chino, un Styles vs Joe, una lucha de The Shield, y un enfrentamiento entre Miz y Bryan para determinar el próximo retador al título de WWE, además de un combate en el que Ronda Rousey hace equipo con The Bella Twins, y otro en el que un australiano lucha por el campeonato Cruiserweight. No es mal evento, en absoluto, aunque una entrada de 62.000 personas para algo que no es WrestleMania es una salvajada que creo que no se está valorando lo suficiente.

Sobre esta lucha, soy consciente de que las críticas no van a tener piedad. Posiblemente ya estaban escritas antes de que empezara el evento. No obstante, a mí el combate me parece un producto muy interesante, por los motivos que comentaré a continuación.

Hemos visto muchos combates indy con una ejecución mil veces mejor. Pero los luchadores usan la misma ejecución con cualquier rival, y en cualquier contexto. Esto es otra cosa; es storytelling.

Triple H y Shawn Michaels están obsesionados. Ninguno de los dos pudo vencer a Undertaker. Les humilló. Hoy, entre los dos, lo van a conseguir. Y uno de los mecanismos que se inventa Triple H es cambiar las reglas del juego: la anunciadora comunica al público que la lucha será sin descalificación. Triple H ríe, y Undertaker lo acepta de buen grado.

La lucha es lenta. Undertaker, no sólo está viejo, sino que además apenas lucha. Este año ha tenido 3 combates, pero han sido muy cortos, sin apenas exigencia. No tiene un cardio para aguantar luchas tan largas como esta, así que los golpes se venden en exceso, para descansar. Por lo demás, hay que decir que no hay ningún error que hable mal de su condición física. El combate es muy digno, y se cuenta una historia.

Poco después de comenzar la lucha, Michaels empuja a Taker contra el poste, haciéndole daño en la cabeza. Todos los ataques de Triple H, que ha sido anunciado, no por casualidad, como "El Asesino Cerebral", son a la cabeza del Phenom. Tanto el Pedegree como la Sweet Chin Music son un arma muy peligrosa, así que el plan es partirle la cabeza al gigante. Shawn está ahí siempre para ayudar a su amigo, o para captar la atención del Enterrador, que no parece concentrarse en Triple H por la presencia de HBK. Por su parte, Kane fracasa a la hora de proteger a su hermano. Triple H le aplica un codazo volador sobre una mesa, y Shawn le pega un golpe bajo. Estos dos ataques le tienen KO en ringside la mayor parte del enfrentamiento.

En cuanto a estilo, la lucha es muy del tipo Era Attitude, con brawl y storytelling, pero sin una ejecución excesivamente brillante. Además, hay alguna referencia a la lucha de WrestleMania 17, y hay ataques a los referees, clásicos en el Deadman. Me gusta el momento en que Taker intenta hacer rendir a Triple H con el Hell's Gates, pero este le ahorca con su mazo. Con golpes de mazo, Sweet Chin Music y Pedegree, los DX terminan de derrotar a Undertaker, que ha recibido mucho daño en la cabeza.

Como digo, la lucha es lenta y la ejecución no es muy técnica, pero me gusta la historia que se cuenta. No está mal, y está adaptada a los hechos ocurridos en una historia larga. Finalizada la lucha, DX y Brother of Destruction celebran juntos, pero los dos gigantes atacan a sus rivales. Todo queda preparado para un tag team match en Crown Jewell.

Puntuación: ***1/2

martes, 17 de julio de 2018

The Undertaker, Braun Strowman y Roman Reigns vs Kevin Owens, Elias y Baron Corbin, WWE Madison Square Garden 07/07/2018



Recientemente, Undertaker volvió a aparecer en un Live Show de WWE en el Madison Square Garden, después de muchos años sin hacerlo. Hay varias cosas interesantes que comentar relacionadas con esto, así que me gustaría dedicarle el post de hoy a la cuestión.

The Undertaker tiene ya 53 años. Durante muchos años, se ha hablado de un posible retiro, pero este no acaba de darse nunca. Cuando uno tiene una gran pasión, es muy difícil olvidarse de ella, y pasar a hacer otra cosa.

Dada su carrera y el gran heat que supone para vender entradas, WWE siempre le ha dejado hacer lo que él quiera. En 2017, tras una humillante derrota en WrestleMania ante Roman Reigns, parecía claro que Undertaker se retiraría. Después de ese combate, el Enterrador dejó la ropa clásica de su personaje sobre el ring, y abandonó el edificio. Nada más se dijo, oficialmente, en todo el resto del año.

Parecía obvio que se había retirado. Pero, en su lugar, el Deadman se sometió a una importante cirugía para remediar algunos de los males que acarreaba como consecuencia de una tan dilatada carrera. Y parece que se sintió satisfecho por el resultado de la intervención, ya que 2018 está resultando un año mucho más atareado de lo que en él viene siendo habitual.

Undertaker venció a John Cena en WrestleMania, y a Rusev en Quatar. También está anunciado para un gran evento que WWE tendrá en Australia, en un estadio con capacidad para 100.000 aficionados. Allí, su rival será Triple H, y el combate se está vendiendo como el cierre de su histórica rivalidad. Además de todo esto, el 7 de julio de 2018 estuvo en un evento en vivo de WWE en el Madison Square Garden.

El MSG es uno de los estadios más importantes en la historia de WWE. Durante muchos años, supuso su principal fuente de ingresos. Así lo fue en la etapa pe-televisión, y pre-PPV. Todos los meses, WWWF o WWF presentaba sus shows mensuales, con su principal estrella en el main event, ya fuera Bruno Sammartino, Bob Backlund o Hulk Hogan. La capacidad de ese histórico centro es de unos 20.000 espectadores, así que, por la venta de entradas, la empresa conseguía unos ingresos similares a los que tiene hoy por hoy en un PPV.

Hace tiempo que WWE no lleva a cabo ningún gran evento en esa sede. Aún así, cada 3 o 4 meses tiene un Live Show en ella, al que siguen asistiendo entre 12.000 y 15.000 espectadores. Como digo, eso supone, más o menos, la misma venta de entradas que en un PPV normal de la empresa, y con costes de producción mucho menores. Eso significa que la compañía tiene que esforzarse por atraer a los fans, a pesar de que sólo se trata de un House Show.

Y, ahora mismo, WWE tiene problemas para encontrar grandes atractivos que vendan entradas. Porque sus dos principales estrellas, John Cena y Brock Lesnar, están muy ocupados con otras cosas. John está teniendo papeles cada vez más importantes en Hollywood, y Brock ya ha confirmado su regreso a UFC para enfrentar al campeón de peso completo, Daniel Cormier. No se sabe cuando volverá Cena a WWE, ni cuanto luchará Lesnar, que además, ahora cobra cantidades mucho más altas por cada aparición, y tiene el campeonato Universal secuestrado. En estas condiciones, WWE tiene que buscar otras atracciones para el respetable. Ronda Rousey luchó en el live show de marzo en en Garden, y en este de julio, lo hace Undertaker. Si en 2018 la empresa tiene que tirar del Enterrador para vender entradas, es que algo va mal en el cambio generacional.

Algo que parece una constante en el wrestling mundial. Recientemente, en un estadio de semejante capacidad, La Arena Mexico de la Ciudad de México, el Consejo Mundial de Lucha Libre consiguió una de las mejores entradas del año por una lucha en homenaje a Atlantis con 6 leyendas casi sexagenarias en el cuadrilátero: Atlantis, Octagón, Rayo de Jalisco Jr, vs Último Guerrero, Máscara Año 2000 y Fuerza Guerrera.

Con respecto al Garden, hay otro tema de actualidad muy interesante. El hecho de que ocurran eventos de otras empresas de wrestling. Hace un tiempo, se comentó que había una promotora que estaba intentando llevar a cabo un evento ahí, pero que WWE lo evitó, "con una llamada". Incluso se dijo que esa empresa era la mexicana Triple A. Porque los medios de wrestling mantienen una relación flexible con lo de decir la verdad. Finalmente, se supo lo que era previsible: que esa empresa es Ring of Honor. Ahora, se ha desbloqueado la situación y WWE ha dado permiso para que ROH, junto a New Japan Pro Wrestling, hagan un show conjunto en el Garden durante la semana de WrestleMania del próximo año 2019. Este evento tendrá lugar el día 6 de abril, la noche antes de WrestleMania.

Se ha criticado mucho a WWE por ejercer poder para evitar el crecimiento de otras empresas mediante acciones como esta. Pero lo cierto, hasta donde yo sé, es que WWE tiene un contrato con el Madison Square Garden para tener la exclusiva en lo respectivo a shows de wrestling en el edificio. De hecho, se cumplen 30 años desde que Vince llegó a un acuerdo con los directores del establecimiento. Por eso mismo, más que un boicot para que no se realice el evento, parece ser un detalle por parte de la empresa permitir hacerlo. Hubiera sido muy fácil para ella realizar el Takeover de ese día en el Garden. En cualquier caso, parece probable que Ring of Honor, ese día, supere los boletos vendidos por All In, que como sabrán los lectores, agotó sus 10.000 entradas en media hora, después de que se pusieran a la venta.

Y es que, parece haber cierto interés por parte de WWE por abrirse al mundo, y ofrecer en su network el producto de otras promotoras. Parece que Progress, Evolve o NOAH podrían haber negociado ya con Vince para hacerlo. Quizás, en esa compañía, se esté pensando que, mejor que tener el monopolio del wrestling, es tener el monopolio del streaming de wrestling, que sería interesante convertir a WWE Network en un verdadero Netflix de wrestling, con productos propios, y productos de Third Parties. En ese caso, potenciar otras empresas a lo mejor sería un buen negocio para WWE. Pero son especulaciones lejanas, y causadas por la aparente desidia de su propio producto.

En este Live Show de WWE en julio de 2018, Undertaker participa en una lucha de tríos. Hace equipo con las dos principales estrellas de la actualidad, Braun Strowman y Roman Reigns, para hacer frente a tres tramposos consumados: Kevin Owens, Elias y Baron Corbin.

Sobre Baron Corbin, hay que decir que ha abandonado el personaje de lobo solitario. Ahora resulta ser un contable. Cosas típicas de WWE. Qué horror.

La lucha es normalita, con Roman siendo el face que recibe el daño, y un Undertaker que protagoniza sus mejores movimientos ante Kevin Owens, demostrando que aún puede mover a su antojo a hombres muy pesados. Mediante el Tombstone, el Deadman da la victoria a su equipo.

Braun y Roman homenajean a Undertaker en el centro del ring. Este aprieta la mano del primero, y tras abandonar el ring el gigante, hace lo propio con Roman, a pesar de lo ocurrido en WrestleMania 32.

Puntuación: **1/2

lunes, 30 de abril de 2018

The Undertaker vs Rusev, WWE The Greatest Royal Rumble




2018 va a ser un año muy importante para la historia del wrestling. O, al menos, uno en el que va a haber muchas cosas llamativas, eventos grandes, y muchas luchas de gran nivel. Los primeros 4 meses han sido impresionantes. Hoy nos vamos a Arabia Saudita.

WWE lleva sus Live Shows a todas las partes del mundo. Y el mundo es muy grande. El ciudadano occidental medio está acostumbrado a la libertad y la democracia, pero el planeta está lleno de lugares que, de forma más o menos directa, están gobernados de una forma reprobable. En abril de 2018, WWE llega a Arabia Saudita, para llevar a cabo uno de los eventos más importantes de su historia.

Arabia Saudita, a pesar de ser una dictadura ultra religiosa, es aliada de occidente, por temas relacionados con el petróleo. Aunque Estados Unidos tiene mucho petróleo, y mejor que el árabe, así como mejores infraestructuras e ingenieros, la historia ha demostrado que buscarse problemas con Arabia puede tener consecuencias en el mercado bastante graves. Así que toda objeción moral hacia el reino saudí es obviada, y todos los países democráticos le hacen la pelota.

Claro, las mujeres de WWE  no pueden participar en el show de la empresa en Arabia de 2018. En pleno proceso de expansión femenil en la compañía, las chicas se tienen que quedar en casa, así como lo tiene que hacer Sami Zayn por su origen sirio. El nuevo rey de Arabia promete un país más abierto, y se ha permitido a las mujeres conducir. En el reportaje publicado, se puede ver a una mujer con un burca que le tapa hasta los ojos, e irónicamente, esa es la muestra de apertura del reino. Conducir así no debe ser seguro...

Pero WWE, como todo el mundo, hace negocios con Arabia Saudita. Eso sí, hay que decir que, aunque lo tenía totalmente prohibido, WWE mostró comerciales durante el evento en el que aparecían mujeres. Y en la intro de Shinsuke Nakamura, se veía a una chica tocando el violín. Creo que es la primera vez que su Titantron incluye tal cosa, así que existe la posibilidad de que WWE lo hiciera a propósito, para trolear un poco a los árabes. Ha habido mucha polémica por ello, y el estadio ha tenido que pedir perdón por la "inmoralidad" de esos vídeos. En cualquier caso, ya se habla de nuevos eventos de WWE en el país, así que no creo que haya sido tan grave.

Triple H ha hablado, recientemente, sobre la posibilidad de que, algún día, se pueda hacer un combate de mujeres en Arabia Saudita. La empresa ya tuvo la primera lucha pública femenina Emiratos Árabes. Pero, vista la reacción de autoridades y medios de comunicación por un simple comercial, eso no parece muy probable.

La empresa de McMahon se encuentra un estadio de 60.000 personas que hay que llenar. Pero las entradas cuestan entre 1 y 5 euros. Con esos precios, es difícil ganar dinero. Brock Lesnar cobra más por lucha que todo lo que se puede recaudar ahí.

Pero, como sabéis, las ciudades pagan a WWE por llevar su espectaculo a su pueblo. Y en Arabia Saudí, aunque el pueblo no tenga mucho dinero, los gobernantes y los jeques del petroleo están forrados. Alguien ha debido tener un capricho de wrestling, o bien, se ha decidido que un espectáculo así puede amansar a las masas, tal y como lo hacía el circo en tiempos del Imperio Romano. Lo que se está diciendo es que Arabia Saudí ha pagado cerca de 200 millones de dólares a WWE por su llegada a Oriente Medio.

Parece una cifra increíble. Y quizás un poco exagerada. Pero han debido ver, en WWE, dinero a mansalva, efectivamente, porque han reunido a un elenco de estrellas que sólo se reune una vez al año, para WrestleMania. Y es que, ni en WrestleMania se gana un dinero semejante a eso. Por eso, WWE ha llevado a Undertaker, Brock Lesnar, John Cena, Roman Reigns, Triple H, AJ Styles, Daniel Bryan, Shane McMahon, Kevin Owens, Braun Strowman, Shinsuke Nakamura, Seth Rollins, Rey Myterio, The Great Khali... También estaban anunciados Big Show y kane, aunque no se les ha visto al final. WWE ofreció a sus luchadores la posibilidad de negarse a ir a Arabia por motivos de consciencia moral. Supongo que en el caso de Kane, que está empezando una importante carrera política, no era muy buena idea estar ahí.

Esto tenía pinta de ser un House Show de los de toda la vida. Pero con tanta pasta de los jeques, ha habido dinero de sobra para emitirlo como evento especial en WWE Network. Es cierto que muchas luchas no tenían rivalidades de por medio, y que las luchas titulares han tenido finales raros, propios de Live Events. Pero ha estado entretenido, hemos podido ver un público muy distinto, y ha habido luchas de muchos tipos, para que los jeques sientan que su dinero se ha invertido en algo interesante. Ha habido Ladder Match, Casket Match, Steel Cage Match, y el Royal Rumble más grande de la historia.

Parecía que la carrera de Undertaker se acababa en WrestleMania 33, tras su humillante derrota ante Roman Reigns. Pero es como Ric Flair o Daniel Bryan, uno de esos tipos a los que esto les gusta demasiado como para retirarse alguna vez. Vince McMahon no tiene ningún problema en retirar a Bryan o Flair, pero a Undertaker lo ha creado él, así que lo mantendrá en pantalla por siempre.

Vimos el regreso a los rings del Enterrador en WrestleMania 34, al vencer a John Cena en un simple Squash. Nos temimos que eso fuera todo, que se dedicara los squashs. Michael Cole dijo que Taker volvía más fuerte que nunca, lo que significaba, claramente, que le veríamos luchar más veces este año.

Poco después, se anunció su participación en The Greatest Royal Rumble, el evento de WWE en Arabia Saudí. Se suponía que tendría un Casket Match frente a Rusev.

Era una elección aleatoria, propia de un House Show. Rusev ha llamado la atención mucho durante los últimos meses, por el Rusev Day, y la canción con la que le presenta Aiden English. Por lo demás, es un luchador bastante bueno, un tipo interesante con el que contar una historia. Pero no ha habido ninguna, no al menos en los programas de WWE TV. Sólo en redes sociales, si es que eso cuenta.

Rusev dijo en Twitter que iba a destrozar a Undertaker, que estaba acabado. Vamos, lo que debería decir cualquier rudo. Hubo alguna polémica con esto, con la esposa de Undertaker, Michelle McCool, hablando, como siempre, más de la cuenta y rompiendo el kayfabe en redes sociales. El caso es que Rusev desapareció de la cartelera, siendo sustituido por Chris Jericho en el Casket Match frente a Taker.

La verdad es que me gustaría ver a Taker y Jericho enfrentarse en una rivalidad de verdad. Podría ser genial. En todas partes, se dijo que había sido la boca de Rusev, demasiado grande, la que le había costado esa oportunidad. Lana, su mujer, publicó en redes que le había pedido a la empresa que lo eliminara del combate, porque temía por su seguridad.

Incluso Jericho publicó en Twitter comentarios similares a los que había hecho Rusev. Porque no había nada de malo en ellos, es el trabajo normal de un rudo. Que en 2018 la gente no sepa diferenciar entre el kayfabe y la realidad, es bastante ridículo. Pero, como si nada, Rusev volvió a ocupar su lugar en la cartelera, sin que WWE diera ninguna explicación al respecto.

Viendo la lucha, ahora sé por qué se eliminó a Rusev de este combate. No tenía nada que ver con lo que había dicho. Simplemente, Undertaker no puede, a estas alturas de la vida, levantar y aplicar sus ataques más importantes a un bicho de ese tamaño. Por eso, en el combate, no realiza el Snake Eyes ni el Tombstone Piledriver. Da un poco de penilla, pero está bien que uno conozca sus limitaciones y luche de la manera en la que, realmente, puede hacerlo, para no hacer el ridículo. Jericho es un luchador de mucho menos peso, y se le puede hacer cualquier cosa. Pero Rusev volvió a ser el elegido, supongo que para evitar polémicas. La verdad no podía salir a la luz.

Me alegró ver que la lucha no fue un squash. Es un combate relativamente corto, pero un combate de verdad, en el que Taker recibe los ataques que debe recibir. Me alegra, quizás todavía podamos ver algo interesante de él en el futuro.

Es una lucha de un estilo vieja escuela, en la que Taker consigue aplicar su Old School, y su magnífico Leg Drop en el borde del ring. Hay algo de Brawl, y Rusev consigue ponerse cerca de la victoria, al dejar KO a Taker con su Accolade. Pero aquí no hay rendición, y English alerta de eso a su compañero. Undertaker se recupera con su levantamiento clásico, y  aplica ChokeSlam sobre el búlgaro. Lo mete en la tumba, pero no consigue cerrarla, ya que English se lo impide. Este, mucho más delgado, supone una víctima mucho más propicia para el Tombstone del Dead Man. Así, la leyenda tumba al compañero de Rusev, y lo introduce, junto a él, en el sarcófago. Taker cierra la puerta, y gana.

Pequeño buen entretenimiento, con un recibimiento del público muy bueno. Es cierto que, en el estadio, vemos la zona adelaña al cuadrilátero lleno de sofás para los jeques y la familia real, mientras que el populacho está mucho más lejos. Es un horror, pero la gente se lo pasa pipa, y las reacciones son muy intensas y muy limpias, como veremos en los próximos artículos sobre el evento.

Puntuación: **3/4

miércoles, 11 de abril de 2018

The Undertaker vs John Cena, WWE WrestleMania 34




Tenía un hype enorme por ver la lucha entre Undertaker y John Cena. Pero, una vez más, Vince ha jugado con mis sentimientos de fanboy. No aprendo nunca.

Hace años que todos queríamos ver una lucha entre Undertaker y John Cena en WrestleMania. Era una de esas combinaciones que, en nuestra mente, se veía como un gran combate. Pero, con el tiempo, pareció difuminarse esa opción.

Como Triple H, pero con un poco menos de poder, Cena ha tenido la ilusión en los últimos años, de tener grandes batallas en WrestleMania. Pero, mientras que Hunter se ha quedado con las luchas frente a Taker, Lesnar, BryanSting, Rousey o los Shields, tras su rivalidad ante The Rock, Cena ha estado en feudos secundarios en el gran evento anual de la empresa. Ya el año pasado, en alguna promo, comentó que, si de él dependiera, lucharía frente a Taker en WrestleMania, pero le tocó la pedida de mano a su novia, aunque aún no se sabe nada de una boda entre ellos.

La lucha entre Undertaker y Cena en WrestleMania, debía hacerse. Pero también debía hacerse la de Taker y Sting, y luego, nada de nada. El año pasado, cuando el Hombre Muerto dejó su sombrero en el ring tras su lucha en WrestleMania frente a Roman Reigns, todos dimos por sentado que esa había sido su última lucha.

Pero, a medida que fueron pasando los meses, iban aumentando las posibilidades de que no fuera así. Si Undertaker se retiraba, algo tenía que decir la empresa al respecto. Y, cuando se anunció la exaltación de Goldberg al Salón de la Fama, también quedó claro que Taker no entraría en él por ahora. 

En 2017, Undertaker luchó dos veces: la primera en Royal Rumble, y la segunda, en el citado main event del mayor evento del año. En la batalla real, le vimos ser eliminado sin poder doblar, ni siquiera, las rodillas. Su estado físico era un desastre. Y, aunque me gustó la historia que contaron Reigns y él en WrestleMania, también en ese evento se denotó que ya no estaba para estos trotes. Undertaker lo sabía, y por eso decidió retirarse, aunque la decisión no era definitiva. Poco después del PPV, se sometió a una cirugía bastante importante. Su mejoría es patente, como hemos visto en su lucha contra Cena, y deja abierta la posibilidad de que participe en más combates este año.

A medida que se iba acercando, de nuevo, la época de WrestleMania, se volvió a especular con una lucha entre John Cena y The Undertaker. Pero no llegamos a estar seguros de si esto pasaría o no hasta que lo vimos con nuestros propios ojos en el evento. Primero, John Cena intentó ganar el Royal Rumble y conseguir una plaza en WrestleMania. Falló, como también falló a la hora de ganar el Elimination Chamber.

Cena dejó claro en televisión que lo que él quería era enfrentarse con el Enterrador, pero que eso era imposible, así que volvería a luchar por una plaza en el PPV en la lucha grupal por el WWE Championship de Fastlane. Volvió a ser derrotado. Así que, como ya no había otra opción, volvió a insistir en el que era su sueño, y el de muchos fans: luchar contra Undertaker en WrestleMania.

El 16 veces campeón realizó varias promos de gran calidad, en las que llamaba a Undertaker cobarde. Le echaba en cara su ego, su egoísmo, su miedo a no ser capaz de luchar bien. Pero este ego aún se podía ver en los vídeos que subía su esposa, Michelle McCool, de los dos entrenando. ¿Qué intentaba demostrar?

Cena llegó a decir que Undertaker no tenía pelotas. Su hermano de la destrucción, Kane, apareció en Raw para defender el honor de Taker, pero fue derrotado por el antiguo rapero, sin que Undertaker hiciera acto de aparición. Finalmente, Cena aceptó acudir al evento como fan, y desde el Kickoff, lo vimos en las gradas, divirtiéndose como el resto de la fanaticada.

Undertaker no aparecía en ninguna pancarta ni poster promocional, hasta la última semana del evento. Entre todas las luchas anunciadas, aparecía una casilla para Taker y Cena, con la pregunta sobre si el primero aceptaría el reto del segundo. En muchas webs se llegó a especular sobre si la lucha se llevaría a cabo al final o no, o si, simplemente, el Enterrador aparecería para aceptar el reto de cara a otro momento.

Pero creo que esa opción no habría sido viable. Si se hubiera especulado con la posibilidad de que Undertaker luchara, y luego no hubiera sido así, el público habría acabado demasiado decepcionado para lo que vendría después en el show, que ya de por sí, fue bastante complicadito desde el punto de vista del control de las emociones de los aficionados. Asimismo, si se hubiera anunciado la lucha, y luego hubiéramos tenido, como así fue, un squash, la gente habría acabado más enfadada aún. Eso explica el extraño trato que se le ha dado a la rivalidad, que, en cualquier caso, nos ha mantenido nerviosos hasta el último minuto.

Aunque los fans que se concentraron en New Orleans disfrutaron con la aparición de Undertaker, yo acabé bastante decepcionado, porque lo que quería, sobre todo, era una gran lucha entre ambos. Como digo, desde el comienzo del espectáculo, Cena estaba en las gradas, viendo las acciones. Pero, en un momento dado, fue avisado por un referee, y salió corriendo para los vestuarios. Había novedades sobre Undertaker. 

Un par de combates después, Cena aparecía, con su equipo de luchador, esperando a su rival. Las luces se apagaron, pero el que apareció fue Elias, cantando y diciendo sus tonterías. Cena lo quitó de en medio con una buena paliza.

Pero, después de eso, más cosas pasaron. Las luces se apagaron, y la gente se puso muy nerviosa. La ropa de Undertaker apareció en el ring, de la misma manera en que la había dejado un año antes. Un rayo cayó sobre el ring, y de nuevo, desapareció la ropa. Undertaker volvía tras el retiro. Sonó el gong. Tenemos lucha.

John Cena vende su miedo y estupefacción todo el tiempo. Lo hace muy bien, y eso justifica, más o menos, su humillante derrota. Aparece Undertaker, de nuevo, con el pelo largo. Su musculatura ha mejorado, y ha perdido volumen en su zona abdominal. Estaba demasiado gordo. Nada más empezar el combate, se lanza como un loco, corriendo mucho. Recordemos que el año pasado apenas podía andar.

Undertaker aplica todos los movimientos que a él le gustan: Flying Clothesline, Old Shool, y su combo de Snake Eyes + Bog Boot + Leg Drop. Es muy importante, porque hace tiempo que no podía aplicar el Snake Eyes correctamente, y el Old School era truncado siempre por sus rivales, quizás, porque no podía hacerlo. Cena intenta un comeback con su "You can't See Me", pero es recibido por un ChokeSlam, seguido de un Tombstone para finalizar la batalla. El gesto de miedo de Cena cuando Undertaker se levanta de su modo tradicional es fantástico.

Pero esto es un Squash. Al terminar, Cole dice que Undertaker vuelve "más fuerte que nunca". Y las cosas no se dicen sin razón. ¿Cuál es el motivo de que la lucha acabara siendo un squash?

Puede ser que, como ya había mucho material para WrestleMania, se decidiera hacer la lucha de esta manera, y guardar el gran combate anual del Enterrador para más adelante. Recordemos que, este año, WWE tiene que llenar un estadio de 60.000 personas en Arabia; y un estadio de 100.000 en Australia. Son dos hitos, y seguro que se necesitará al Enterrador para atraer a los fans. Puede que, teniendo en cuenta que en WrestleMania teníamos el debut de Ronda Rousey, la vuelta de Daniel Bryan, y muchas más cosas, se estimara que WWE se podía ahorrar ese tiempo y el dinero que cuesta un gran combate de Undertaker para más adelante.

También puede ser que se haya fijado esa forma de ganar para demostrar lo fuerte que está Undertaker para el futuro. Yo espero que sólo sea el princio de una rivalidad entre los dos luchadores. Si, finalmente, Undertaker no volviera hasta WrestleMania 35, y no volviera a luchar con Cena, me sentiría muy decepcionado.

Puntuación: *3/4

miércoles, 24 de enero de 2018

Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2003



Se acerca Royal Rumble y, durante las semanas previas, hemos visto algunas ediciones antiguas. En concreto, últimamente hemos revisado la del 93 y la del 99, aunque hay unas cuantas más en el blog. Hoy, echamos un vistazo a la batalla correspondiente al año 2003.

En esta edición, el foco principal reside en la rivalidad entre Chris Jericho Y Shawn Michaels, que daría lugar a la pelea entre ambos en WrestleMania 19, mucho antes de su gran feudo del 2008. En los programas anteriores de Monday Night Raw, sus careos habían dado lugar a que Michaels y Jericho entraran, respectivamente, con los números 1 y 2 en el Rumble, así que son los primeros protagonistas de la contienda.

Pero Jericho es un malvado. Cuando suena su música, el que aparece es Christian, burlesco. Michaels no entiende nada, pero recibe un golpe bajo por detrás por parte de Jericho, que entraba por el lado opuesto del ring. Chris le abre la cabeza a Michaels con una silla, y lo elimina sin dificultad. Una ambulancia debe llevárselo, herido, con mucha sangre en su frente.

La primera mitad de la batalla transcurre con mucho dinamismo. Entran buenos luchadores, y muchos son eliminados, de tal manera que nunca hay mucho aburrimiento. Además, tipos como Rey Mysterio, Edge, Christian o el propio Jericho, luchan muy bien. Entran bastantes cruceros, y Tommy Dreamer, con palos de Kendo. Golpea a todo el mundo, incluido Jericho, al que le abre una ceja. Visiblemente enfadado, este se venga y le expulsa. Chris elimina a un montón de rivales. Mientras Christian y Edge pelean, los expulsa a ambos, y se queda, de nuevo, sólo en el ring, triunfante. El siguiente en entrar es Rob Van Dam, que tiene una buena participación también. Para empezar, le pega una buena paliza a Jericho.

En la siguiente parte de la lucha, hay menos eliminaciones, y un poco más de acumulación. Lo más interesante viene de los 3 Minutes Warning, que pelean bien, y tienen enfrentamientos con Rikishi. Tiene gracia, porque los comentaristas hispanos dicen que parecen familia de Rikishi... Lo son, obviamente, pero estos comentaristas no dan ni una. Por supuesto, Michaels vuelve a por Jericho, y,  aunque este vuelve a librarse de él, Test aprovecha el momento para echar al canadiense. 

También está bien la participación de Matt Hardy, que tiene un personaje rudo un poco capullo, y que va acompañado por Shannon Moore, que se lleva unos cuantos golpes por él. Matt tiene un buen enfrentamiento con su hermano Jeff. Pero, en las últimas posiciones, salen al ring Undertaker, Batista y Brock Lesnar, que junto a Kane, dejan el ring casi vacío. Maven intenta jugársela al Enterrador como hizo en 2002, con una patada voladora traicionera, pero esta vez lo paga caro y es expulsado. Shelton Benjamin y Charlie Haas hacen buen equipo, y eliminan a Goldust y Booker T, pero son destrozados por Lesnar. Kane y Rob Van Dam también hacen buen equipo, y eliminan a A-Train, que lleva toda la noche haciendo bombas. Kane, no obstante, traiciona a Rob y lo echa fuera. 

La batalla entre los 4 finalistas está bastante bien. Undertaker consigue echar fuera a Kane y Batista, pero Lesnar, que había recibido un Tombstone, aprovecha la ocasión para eliminarlo a él, llevándose, así, un Royal Rumble Match para sus vitrinas.

Creo que es un buen Rumble, entretenido y con algunas historias trabajadas, sobre todo, la de Michaels y Jericho. Tampoco hay demasiado jobber, hay muchos luchadores con participación destacada.

Puntuación: ***1/2

lunes, 8 de enero de 2018

Royal Rumble match, WWF Royal Rumble 1993



En enero, cuando se acerca Royal Rumble, suelo ver ediciones anteriores de la battle royal más famosa de la industria del wrestling. Soy muy fanboy en ese sentido. Y, además, como los últimos años, las batallas se han convertido en una gran promesa de sorpresas variadas, pues es el momento más indicado del año para seguir el wrestling como si fuera un niño. Otra cosa es que acabe muy decepcionado después del Rumble, pero bueno, no me quitéis la ilusión todavía.

El primer rumble que he visto este año es el de 1993, que en mi memoria, siempre será el de Bob Backlund. Además, es el primero que tiene el premio de que el ganador tiene el derecho de enfrentarse al campeón de la WWF, con el título mundial en juego, en WrestleMania. Vamos a repasarlo.

Comienzan dos grandes leyendas: Ric Flair y Bob Baclund. Casi nada. 10 años antes, eran los campeones de NWA y WWF, respectivamente, pero nunca tuvieron una gran rivalidad entre ellos, por pertenecer a mundos distintos. Hay, eso sí, una lucha de campeón vs campeón del año 82 que algún día repasaremos.

Flair había ganado el Rumble anterior, convirtiéndose, gracias a ello, en campeón de WWF. Salió en la posición 3, pero aguantó en el ring más de una hora, y salió victorioso. Gran trabajo. Sin embargo, para enero del 93, ya planeaba su regreso a WCW. En el Raw posterior al evento, de hecho, tendría una lucha frente a Mr Perfect, un Loser Leaves Town, en el que perdería, lo que le obligaba, en kayfabe, a dejar la empresa de los McMahon. Recordemos que Perfecto y Flair habían sido buenos amigos mientras el primero estaba lesionado, pero a su vuelta, comenzaron una fuerte rivalidad.

Esa lucha, el Loser Leaves WWF, posiblemente sea el primer gran momento de la historia de Monday Night Raw, que se empezó a emitir sólo unas semanas antes. Es interesante reseñarlo, ya que próximamente se emitirá un programa especial celebrando los 25 años de Raw. Lo gracioso es que ese programa se grababa con antelación, así que, cuando se llevó a cabo este Rumble, ya se había grabado la lucha en la que Flair perdía. 

El caso es que comienzan las dos leyendas, peleando, e intentando sacarse fuera el uno al otro. En la tercera posición sale Papa Shango, que es eliminado pronto debido a una traición de Flair. Siguen saliendo luchadores, con una interesante participación en esta primera parte de la lucha. Salen Ted DiBiase, Jerry Lawler, y Genichiru Tenryu, que había colaborado con WWF en algunas cosas. Posteriormente, en la segunda parte de la batalla, aparecerá también Carlos Colón. Aunque el público no conoce mucho a estos dos últimos, lo cierto es que aparecen en este rumble 6 de las figuras más importantes de la década de los 80, en el mundo del wrestling. 

La batalla es bastante aburrida durante la mayor parte del tiempo. Pero hay algunos hitos que la hacen interesante. Lo primero que destacaría es la aparición de Virgil para atacar a Ted DiBiase, su antiguo amo, en esa pequeña alegoría que se da del esclavismo. Pero el mayor pop de la batalla se lo lleva Mr Perfect, al salir a luchar. Consigue vencer a Ric Flair, y sacarlo del ring. Expulsa a algún combatiente más, hasta ser eliminado él mismo. Lo consigue sacar fuera Ted DiBiase, al atacarle de forma terriblemente violenta, con la ayuda de Jerry Lawler, al que Hennig había sacado fuera justo antes. Perfect y Lawler se pelean en ringside, cuando es el turno de entrar al ring de The Undertaker.

Undertaker limpia el ring. Elimina a todo el mundo, excepto a dos hombres, a los que elimina Ted DiBiase. El único superviviente a la masacre es Bob Backlund, que estaba inconsciente fuera del ring tras un ataque de Berzerker. Pero, en ese momento, tiene lugar el debut de Giant González.

González no participa en el Rumble. No es uno de los 30 luchadores oficiales. Nadie le conoce, ni el público, ni los comentaristas. Pero algo tienen claro: es el hombre más grande que han visto nunca. Llega al ring cuando Undertaker está sacando fuera a Berzerker. Es mucho más grande que él. Se miran. Luchan, y, por supuesto, el nuevo gigante arrasa. Elimina a Taker y le asesina, golpeándole en la pierna incluso cuando está inconsciente. Gigante González abandona el escenario, escoltado por miles de de minúsculos referees. El Royal Rumble se ha acabado para Undertaker, pero llega Paul Bearer con la urna mágica que encierra su poder, y Taker resucita, para poder salir por su propio pie. Se verá las caras con el gigante en WrestleMania.

El ring vuelve a llenarse de gente. En este caso, la mayoría son luchadores muy irrelevantes. La lucha, ahora, es bastante aburrida. Lo más destacable de esta parte es que coinciden los Natural Disasters, los obesos Earthquake y Typhoon. Ahora son técnicos, así que, en lugar de aprovechar su peso conjunto para acabar con todo el mundo, deciden luchar entre ellos para saber cuál de los dos es el mejor. Luchan, con sus bañadores de señora, y John Tenta gana. Posteriormente, aparece en el ring Yokozuna.

Earthquake y Yokozuna se enfrentan. El presunto japonés hace sus movimientos de sumo, aunque en realidad, el que fue sumo realmente fue Earthquake. Yokozuna elimina a su rival, que como Flair, el día siguiente, en Raw, tendría su última lucha frente a Bam Bam Bigelow. Abandonaría la empresa para ir a WCW, aunque volvería un año después para tener su combate de sumo contra Yokozuna.

Llegamos a la Final Four. Quedan Bob Backlund, Rick Martel, Randy Savage y Yokozuna. El primero, con dificultades, derrota a Martel, que aunque es un midcarter muy odioso en WWF, es también una leyenda de los 80, por su trabajo en la AWA. La gente aplaude a Bob por la gran batalla que está realizando, y por el esfuerzo sobrehumano que está haciendo. Sin embargo, Yokozuna le derrota y expulsa.

Randy Savage había entrado en una de las últimas posiciones, con una gran reacción del público. Esta es su mejor participación en un Rumble, aunque en WCW conseguiría ganar el World War III de 1995. Aquí recibe una paliza bestial por parte del luchador de Sumo, que es intocable debido a su enorme peso. Savage consigue tener un comeback y aplica un Flying Elbow, pero se pone encima de Yokozuna, como si intentara cubrirlo. Será por la costumbre, pero aquí no hay cuenta de 3. Desde el suelo, Yoko lo empuja hacia arriba, y Savage sale volando fuera del ring. Yokozuna gana para vencer a Pret Hart en WrestleMania, pero para ser humillado, posteriormente, por el regreso de Hulk Hogan.

La lucha tiene algunos eventos muy buenos, pero es muy aburrida en algunos momentos.

Puntuación: ***1/4

martes, 25 de abril de 2017

Roman Reigns vs The Undertaker, WWE WrestleMania 33




He intentado posponer la revisión de esta lucha, la que será posiblemente la última en la carrera de Undertaker. Me quedé dormido mientras veía WrestleMania 33 en directo. Por algún motivo, no soporté despierto a las 5 de la mañana la lucha entre Bray Wyatt y Randy Orton. Por eso, no había visto la lucha entre Undertaker y Roman Reigns hasta ahora.

Lo que había leído sobre la lucha era casi todo muy negativo. Pero no le daba mucho valor a esas críticas, dado que una victoria de Reigns sobre el Deadman va a ser vista con odio por cualquiera. Los críticos que han podido ver esto con menos prejuicios, o aquellos que no odian tanto a Roman, la han tenido en mejor consideración, así que no soy tan pesimista. En todo caso, lo importante es que la vea yo mismo, porque de las opiniones ajenas no puedo fiarme.

Por lo que se ha sabido, y por lo que se hablaba a principios de año, la idea original en WWE era que Undertaker derrotara a AJ Styles en Royal Rumble, y se convirtiera en campeón de WWE. Posteriormente, perdería el campeonato en Elimination Chamber, siendo eliminado de la jaula por John Cena, lo que llevaría a las dos leyendas a tener una batalla en el gran evento del año en WWE. Por otro lado, The Miz pelearía con Shinsuke Nakamura en WrestleMania con el título Intercontinental en juego. Vamos, que todo era bueno. Pero a alguien, posiblemente Kevin Dunn, se le ocurrió la historia de que Cena pidiera en matrimonio a Nikki Bella, quizás para ayudar a los ratings de Total Divas, que, en realidad, aún así siguen cayendo en picado. En consecuencia, el Enterrador se quedó con un nuevo rival, que era Roman Reigns.

Esta decisión destruyó una cartelera que hubiera sido espectacular, y hubiéramos tenido dos grandes batallas de Undertaker antes de su retiro. Pero no vale de nada lamentarse. WrestleMania no a estado tan mal, hay muchas luchas buenas, como se puede extrapolar de los reviews que he hecho últimamente. Pero Undertaker merecía más para acabar su carrera.

Roman Reigns es el nueva Ace de la empresa, y este es su tercer main event consecutivo en WrestleMania. Después de vencer a Braun Strowman y a Undertaker, tan solo le quedará por delante Brock Lesnar, para confirmarse como el más poderoso del cotarro. Y de eso va, en realidad la rivalidad. Reigns eliminó a Undertaker en Royal Rumble, y afirma que este es su cortijo ahora, que Undertaker es el pasado. Este quiere demostrar que sigue siendo el que manda aquí

No me parece muy justo eso, porque Undertaker nunca ha jugado ese papel. Quieren vender esto como un cambio generacional, y sería normal en un Reigns vs Cena, pero no con Undertaker, que  no es de la generación anterior, sino que es de hace 3 generaciones, y por tanto, dada su avanzada edad, no puede quedar creíble en una batalla de poder a poder. Por otro lado, el nunca ha sido el Ace de la compañía, nunca ha acumulado grandes victorias y títulos, sino que siempre se ha dedicado a contar historias secundarias, y a elevar a talentos nuevos. 

Pero, a pesar de que la historia no concuerda con la realidad, es buena. Undertaker se describe como el ser invencible de la empresa en el pasado, y Roman es ahora el que manda. Es la historia que se quiere contar, y se cuenta, de una forma notable. Undertaker comienza atacando sin piedad, y en varias ocasiones, lanza a Roman por encima de la tercera, haciendo referencia a su eliminación del rumble, y declarando, explícitamente, que es el rey del patio.

Tenemos, posteriormente, un duelo de golpes en la cara, de muy vieja escuela. Taker lanza puñetazos, patadas, y hace su famoso combo de Snake Eyes + Big Boot + Leg Drop. Roman usa sus patadas en la esquina del ring, y sus Superman Punch. Asimismo, en un nuevo intento de patada en el filo, es recibido con un puñetazo brutal.

Undertaker golpea la cabeza de Reigns contra las mesas de comentaristas, y aplica un ChokeSlam ahí. Cuando va a por un tombstone, se traga una lanza, rompiendo la mesa con su espalda. Por suerte, aquí no hay descalificación, no hay count out, así que tiene tiempo de sobra para volver al ring. 

Entran en juego las sillas. Taker las usa para atacar brutalmente a su rival, y consigue aplicar un Tombstone. Reigns sobrevive, y Taker se lamenta, porque sabe que le queda poco tiempo. Las fuerzas le abandonan. Roman escapa de una nueva tumba, e intenta reversarla, pero Undertaker no es físicamente capaz de hacer el movimiento. Es un botch, pero tiene sentido dentro de esta historia. Taker no es capaz de luchar como antes, y Reigns es el nuevo rey del patio.

Taker se arrastra para coger de nuevo la silla, pero Roman la bloquea con el pié, en una imagen de impotencia del Enterrador que lo dice todo. Roman comienza a lanzar Spear tras Spear, mientras el cansado, viejo e impotente Undertaker se empeña en seguir con esto. Roman lo mira ya con desprecio, pensando que Undertaker debe dejar de arrastrarse, lo que el público sanciona con un abucheo. 

Hay una imagen fantástica, con un plano seleccionado deliberadamente. Después de varios spears, Taker está tendido, y hace su típica resurrección, ante una gran explosión del público. Pero no consigue completarla, y la decepción es absoluta, y empieza a sentirse en el ambiente la aceptación de la realidad. Reigns corre de cuerda a cuerda, impulsándose, para hacer un spear final que acaba con la carrera de Undertaker.

Normalmente, la última lucha de WrestleMania acaba con el vencedor celebrando, pero esta vez no. Se permite a Undertaker vestirse, y quitarse los guantes, la capa y el sombrero, y dejarlo en medio del ring. El mensaje de que es el fin del personaje es claro. Undertaker se retira.

Creo que la historia está muy bien contada, a pesar de un par de botches, hay que tener en cuenta que Taker está luchando en el main event de WrestleMania, con 50 años, en una lucha de casi media hora. No se puede decir que este sea un mal combate, porque el objetivo es contar una historia, y aunque a nivel físico es mejorable, la historia está bien contada.

En el Raw siguiente, Reigns aparecería para recibir un gran abucheo, sin necesidad de decir una palabra. De Undertaker no sabemos nada, es de esperar una confirmación oficial de su retiro, y un exaltamiento al Salón de la Fam de WWE.

Puntuación: ***1/2

domingo, 26 de marzo de 2017

The Undertaker vs John Cena, WWE Smackdown 24/06/2004



En diciembre, yo tenía una ilusión enorme por ver WrestleMania, porque, por entonces, se pensaba que John Cena se enfrentaría a The Undertaker en el evento. Y era algo que yo quería ver.

Entre 2007 y 2013, cada combate de Undertaker en WrestleMania era una maravilla, y era el momento clave para enfrentarle a Cena. Un enfrentamiento de tal intensidad habría sido genial. No se dio, pero ahora que John está un poco alejado de las historias principales de la empresa, parecía ser el momento correcto. Pero parece ser que Vince estaba loco por ver a Undertaker ser derrotado por Reigns en WrestleMania, como primer paso para el push definitivo a Roman, que le convierta en el gran héroe de esta época, de forma que derrote a Brock Lesnar limpiamente y se convierta en campeón para siempre. Y todo debe remar en esa dirección.

Así, tenemos un Taker vs Reigns, cuya calidad es toda una incógnita y depende mucho del estado de forma del Enterrador. No estoy muy interesado, pero tengo esperanzas. Por su parte, John Cena hará pareja con su novia, Nikki Bella, para enfrentarse a The Miz y su señora esposa, Maryse, en un enfrentamiento muy irrelevante que podría haber ocurrido en Backlash o algún otro PPV secundario. El propio Cena se defendió en una promo frente a The Miz, quien le acusaba de manejar las políticas de la empresa. John se defendió de esas acusaciones, recordando que, si pudiera hacer lo que quiera, no estaría hablando con él, sino con Undertaker.

Como no puedo ver a Taker y Cena luchar en WrestleMania, y es posible que eso ya no pase nunca, me he puesto a mirar algún combate de los que tuvieron en el pasado. Y es que, en 2003, antes de que John Cena fuera la gran estrella que sería poco después, tuvieron una rivalidad, con lucha de PPV incluida en Vengeance 2003. Sin embargo, creo que es mejor una lucha que tuvieron en junio de 2004, en un programa de Smackdown. Está es la que he visto, y la que voy a comentar ahora.

En WrestleMania XX, Taker había vuelto con su personaje de Deadman, después de uin par de años como American Bad Ass. Con las bajas de gente como Lesnar, Goldberg y The Rock, ganó bastante protagonismo en Smackdown, liga en la que Cena empezaba a perfilarse como el futuro de la empresa. En ese momento, el Enterrador estaba sumergido en una rivalidad con Paul Heyman y los Dudley Boys, a quienes ganaría en una lucha en desventaja el fin de semana siguiente, en The Great American Bash. Por su parte, John era campeón de Estados Unidos, y retendría el campeonato en una lucha de 4 esquinas frente a Booker T, Rob Van Damn y René Duprée.

Los dos eran faces, y estaban muy over, así que era interesante ver que pasaría en una lucha entre ambos. Coincide que, en ambos casos, los luchadores tienen pequeñas vendas en los brazos. La semana pasada, Taker se había librado de un montón de luchadores, entre los que estaba Cena, y el GM Kurt Angle, que hacía esa labor mientras estaba lesionado, pensó que sería buena idea enfrentar a dos de los héroes principales de la marca. No hay mucha historia entre ellos, pero sí que hay un deseo de Cena por hacerse respetar por el ya veterano Enterrador.

Comienza la lucha. Cena quiere demostrar que está a la altura, usando su gran espíritu, pero Undertaker no tarda en ponerse por delante, y poner en práctica todo su inmenso arsenal de ataques: Suplex y Old School son aplicados sobre el que posteriormente se convertiría en 16 veces campeón mundial de WWE.

John Cena reacciona, lanzando fuera del ring una y otra vez a su rival, para no dejarle reaccionar. Lo tira más  allá de los protectores, y lo estampa contra las escaleras metálicas. Undertaker se golpea de mala manera, y sangra sin parar por el brazo. Pero eso no le detiene, y destroza a Cena, lanzándolo contra el poste.

Undertaker conecta el Leg Drop en el filo del ring, y comienza a aplicar llaves contra su brazo vendado. Debilita así los golpes del rapero. Pero se cansa pronto de eso, y quizás enfadado por la herida en su brazo, empieza a pegarle bien en la cara a su rival. Le da un codazo un poco peligroso, y luego se le restriega también el codo, de una forma dolorosa. Continúa con Super-plex y dormilonas muy apretadas. 

Cena recibe una buena paliza de Undertaker en esta etapa, y el Deadman muestra un estilo muy duro, un poco distinto al que usa normalmente. John consigue conectar un Spine Buster para frenar la oleada. Aplica Clotheslines y varios ataques frontales, pero no consigue llevarse la victoria. Ahora le toca a Taker, que conecta Big Boot y Leg Drop, pero falla en su intento de usar el Last Ride, y acaba dándole un clothesline al referee, al apartarse Cena.

John Consigue aplicar su finisher, que por entonces aún se llamaba FU, pero no hay referee para contar. Mientras intenta despertar a la autoridad, se traga un chokeSlam. Taker ve la cadena de metal que suele llevar Cena, y la agarra para partirle la cabeza con ella. Ahora, tan solo le queda pegarle un Tombstone para ganar, ya que el árbitro se estaba recuperando en ese momento.

Es una lucha muy buena, no me lo esperaba dentro de un programa de Smackdown.Taker hace de rudo en algunos momentos, y Cena pierde, pero queda muy bien, de cara a ese futuro brillante que se estaba preparando para él.

Puntuación: ***3/4  

lunes, 30 de enero de 2017

WWE Royal Rumble Match 2017



Tengo que confesar que tenía bastante 'hype' por el Royal Rumble Match de este año. Pobre de mí, que todavía confío en los bookers de WWE.

El evento Royal Rumble no ha estado mal. Las luchas titulares están bien, incluida la del título crucero, para variar. Ya las repasaremos durante los próximos días. Pero hoy voy a hablar del Royal Rumble Match, que es el que estropea la noche, sobre todo teniendo en cuenta que dura una hora, siendo una parte muy importante del PPV.

Royal Rumble es una lucha única. Solo se da una vez al año, y lo que ocurra, para bien o para mal, va a pasar a la historia, necesariamente. Por eso, sería de esperar que hubiera un equipo de guionistas,o bookers, escribiendo una historia interesante, para que la batalla sea recordada como algo grande. Pero no, como pasó en el Rumble de 2015, aquí nadie ha escrito nada, no pasa nada en toda la batalla, no avanzan, casi, rivalidades, ni hay actuaciones individuales especialmente reseñables.

No hay apariciones sorpresa interesantes, tampoco. Eso no es muy malo, porque las grandes estrellas de la batalla ya habían sido anunciadas, con el fin de llenar el AlamoDome de San Antonio. Pero Goldberg, Lesnar y Undertaker cobran mucho por combates reales, lo que significa que podían estar poco tiempo sobre el ring, así que llegan todos al final de la batalla. Mientras tanto, casi nada importa.

Empiezan Big Cass y Chris Jericho, que no hacen... nada. Entran Kalisto, Mojo Rawley, y Jack Gallagher como representante del programa 205, con su paraguas, haciendo un par de cosas divertidas. Luego entra Mark Henry, que tiene una buena reacción del público, ya que es texano, y elimina al crucero.

Posteriormente, entra Braun Strowman, que es lo mejor de todo el Rumble. Recordemos que, previamente, le había costado la lucha titular a Roman Reigns, pero a él no se le ocurre entrar a vengarse. Eso hubiera sido lógico.

Strowman elimina a todo el mundo, menos a Jericho, que es el único que tiene cabeza suficiente como para huir. Henry opone un poco más de resistencia, pero es inútil. Justo después entra Sami Zayn, el gran rival de Braun, que intenta realizar una nueva gesta, sin éxito en primera instancia. Luego llega Big Show, que tiene un buen duelo con Braun, pero sale derrotado, no sin antes dejar KO a Jericho con un puñetazo.

Con el número 10, entra, de NXT, Tye Dillinger, The Perfect 10. Era una entrada un poco obvia. Tye se une a Sami para intentar derrotar a Braun, que es demasiado fuerte. Otra sorpresa obvia es James Ellsworth, que no se atreve a entrar, hasta que sale el siguiente luchador, Ambrose, que le obliga a subir, tan solo para que sea destruido. El siguiente en entrar es Baron Corbin, que aprovecha una Helluva Kick de Zayn sobre Braun para eliminar al monstruo, de una forma un poco fría.

Y aquí muere la lucha. Hasta entonces había estado bien la cosa, pero ahora tenemos una media hora por delante en la que no pasa nada. Empiezan a entrar luchadores, pero ninguno sale fuera. Se amontonan. Kofi Kingston tiene su momento de escapar de la eliminación, agarrándose al poste  exterior del ring. Pero lo más llamativo es la eliminación de New Day por parte de la pareja formada por Sheamus y Cesaro, que justo después son sacados fuera por Chris Jericho.

Siguen entrando luchadores. Randy Orton y Bray Wyatt coinciden. Llega Luke Harper, y les ataca, continuando con la historia de la Familia Wyatt. Está a punto de aplicar un Sister Abigail a su señor, pero se come un RKO, como la mitad del ring.

También sale Dolph Ziggler, que aplica superkicks también a todo el mundo. Aparece Apollo Crews, que se supone que está en rivalidad con Dolph, pero este ni le mira. Luego se pasa la vida por los medios, hablando de lo bueno que es. La gente grita "booring" y "Bullshit", porque aquí no pasa nada.

La cosa se anima cuando llega Brock Lesnar, con el número 26, y asesina al ring completo. Y en el ring hay gente muy importante, como Bray, Orton, Jericho o Rusev. Lesnar elimina a Ambrose y a Ziggler, como si no valieran nada. Como tampoco han hecho nada destacable en toda la batalla, a nadie le importa. No hay ninguna referencia a la rivalidad pasada entre Lesnar y Ambrose. Con el número 27, tenemos la aparición sorpresa de... Enzo Amore. Lesnar le destruye con un clothesline, y le elimina.

Ahora llega Goldberg. Aplica un Spear a Lesnar, y le elimina. A este se le queda cara de tonto, porque le ha hecho lo mismo que en Survivor Series. Gran jugada, y gran preparación de cara a WrestleMania. Como WWE cuenta con pocas apariciones de los dos luchadores, y Goldberg no está en condiciones de luchar mucho, han creado una historia que se adapta perfectamente a esta falta de medios. Es parecido a lo que hizo Steven Spielberg en Tiburón, que podía mostrar poco, y mal, al bicho, lo que  hizo a la película ganar en tensión por el terror a sus contadas apariciones.

Llega Undertaker, y se mira cara a cara con Goldberg. Va a por ChokeSlam, pero se meten Rusev y Corbin, que acaban eliminados. Spear de Goldberg sobre Taker, pero cuando el ex WCW elimina a Harper, el Deadman le echa fuera. Da pena, porque no llega a haber emoción entre los 3 grandes, no hay grandes batallas entre ellos.

Con el número 30 sale Roman Reigns, a quien nadie espera, la verdad. Elimina a Undertaker, cuando este estaba sacando a Zayn. El público no reacciona nada bien a esto, porque teme que otra vez va a ganar Roman. Reigns consigue echar a Jericho y Wyatt del ring, pero no puede con Orton. Randy gana, y va a WrestleMania, lo que significa que su storyline con Bray tendrá el título de por medio.

Por cierto, ni rastro de Seth Rollins, ni de su rivalidad con Triple H. Lo sacaron del Rumble en Raw para... nada.

Puntuación: **1/2