Hace unos días tuvo lugar el evento Royal Rumble 2024, un PPV que vi en directo, después de mucho tiempo sin hacerlo. Antes de hablar de él, voy a hacerlo acerca de una de esas battle royals que suelo ver durante los días previos: enero es el mes de las batallas reales. Vamos rápido con eso para comenzar con lo que de verdad importa.
He visto la Battle Royal de Battlebowl 1993. No era mi intención, mas me saltó en Youtube y no me quedó otra opción. En fin; como sabe el lector, Royal Rumble es uno de los inventos que mejor han funcionado en la industria del wrestling, y por eso todo el mundo ha intentado imitarlo. Se han creado muchos tipos de batalla real, pero ninguna ha llegado a ese nivel de impacto, entre otras cosas porque el Rumble forma parte del camino a WrestleMania; y supone un momento de narrativa deportiva verdaderamente trascendente. El lector recordará la World War III de WCW, que también parecía interesante, pero que tan sólo sobrevivió tres años: entre el 95 y el 97. WWE tiene los derechos del concepto, y aun así, no lo ha puesto en práctica, porque, a la hora de la verdad, resultaba muy aburrido, más allá de que el nombre, pasado el 11S, resultó tabú. Pero, antes de inventar World War III, WCW lo intentó con Battlebowl.
El concepto se inventó para Starrcade 91 y Starrcade 92, y luego tuvo un evento propio en 1993. Consiste en una serie de luchas en parejas, cuyos ganadores se enfrentan en una battle royal individual final. Es este un concepto cuya última iteración se dio en Slamboree 1996. Si se fija el lector, es algo parecido a los torneos cibernéticos del Consejo Mundial de Lucha Libre, pero al revés.
Comentemos la edición de 1993, que ocurrió en el único evento de pago por visión de la historia que recibió el nombre del tipo de batalla: Battlebowl. Es, esa, una época en la que en WCW había buenas rivalidades y buenas batallas, y en ese "todos contra todos" están algunos de los grandes protagonistas de las mismas: Cactus Jack, Steve Austin, Sting, Vader, Dustin Rhodes, Rick Rude, Ric Flair... buen ganado.
En las batallas previas, Vader y Cactus Jack habían vencido a Charlie Norris y Kane; Brian Knobbs y Johnny B. Badd habían vencido a Erik Watts y Paul Roma; The Shockmaster y Paul Orndorff habían vencido a Ricky Steamboat y Steven Regal; King Kong y Dustin Rhodes habían derrotado a The Equalizer y Awesome Kong; Sting y Jerry Sags habían vencido a Ron Simmons y Keith Cole; Ric Flair y Steve Austin habían derrotado a 2 Cold Scorpio y Maxx Payne; Rick Rude y Shanghi Pierce habían eliminado a Tex Slazenger y Marcus Bagwell; y Road Warrior Hawk y Rip Rogers habían vencido a Davey Boy Smith y Kole. Como decía, todos esos ganadores, que como deducirá el lector, forman lo que también en México llaman "parejas increíbles", se clasifican para participar en la battle royal final. Sólo lamento la derrota de Ricky Steamboat... ¿quién preferiría tener al Shockmaster en la batalla en lugar de a él?
El Shockmaster es un tipo del que hablamos hace unos días al comentar el Royal Rumble 1991. Se trata del luchador que en WWE era conocido como Tugboat, que luego traicionó a Hulk Hogan para convertirse en Typhoon y formar parte de Natural Disasters. Su nombre es Fred Ottman y en WCW protagonizó uno de los momentos más ridículos de la historia. De cara al evento Fallbrawl 1993, Sting, Davey Boy Smith y Dustin Rhodes buscaban un compañero para confrontar a Sid, Vader y los Harlem Heat. Sting anunció que la identidad de su nuevo compañero sería un gran shock para el mundo, y así apareció por primera vez el Shockmaster. Ottman, con un casco de soldado imperial de Star Wars comprado en los chinos, surgió rompiendo la pared; tropezó con los restos y se calló. Su casco rodó, dejando ver su cabeza. Así, una gran entrada que debía haber causado impacto lo creó en términos de vergüenza ajena. No duró mucho, después de esa estupidez, en la empresa, aunque sí llegó a participar en la batalla anunciada, así como en esta que comentamos hoy.
La lucha es una batalla bastante normal, que cobra interés en su parte final. Hasta entonces no es gran cosa. Ric Flair, que había tenido que hacer equipo con Austin, pelea con él en ringside. Obviamente aún no es la estrella, Steve, que sería en WWE, pero ya vemos que no es un piernas: es un rudo muy odioso (y muy rubio). Lo que tiene de especial esta Battle Royal es que la rampa llega hasta el ring, y que caer sobre ella no se considera eliminación. La rampa es parte del ring.
Vader destroza a Foley, lanzándolo fuera con un clothesline. Dustin hace lo propio con Mr. Wonderful, en cuyo canal de Youtube se ha subido esta pelea; y asimismo son eliminados los dos obesos que estaban peleando entre sí: Shockmaster y King Kong, también conocido como Krusher Kong, que formaba parte de The Colossal Kongs. Su compañero era Awesome Kong, eliminado por él en la ronda previa, y al que no hay que confundir con la ex-campeona de TNA. Así continúa la batalla, con pocas cosas que destacar por ahora.
Dustin, al que después conoceríamos como Goldust, está en modo héroe. Austin le parte la cabeza; sangra sin parar y no obstante, elimina a los Nasty Boys. Mas cuando lo hace, el futuro Stone Cold lo echa fuera del ring. Asimismo son eliminados Rude y Hawk. Esto se despeja. Quedan arriba Sting, Rick Flair, Vader y Austin. Casi nada.
Entonces, entra en acción Harley Race, mánager de Vader y antiguo rival de Flair. Ataca a este, y recibe un Suplex en la rampa, mas Vader lo aprovecha para golpear al Nature Boy, y romperle algo. Este grita desesperado. A finales de año, Flair y Vader se enfrentarían en Starrcade 93, en una lucha que ya hemos comentado en el blog, pero ahora el padre de Charlotte se tiene que ir en camilla, mientras Vader, Race y Austin le hacen Bullying.
Sting se queda solo con los dos rudos. Estos le atacan sin parar, mientras él reacciona de vez en cuando con grandes spots que levantan al público. En uno de estos movimientos, consigue proyectar a Austin hacia la rampa, y este rueda como una croqueta hasta ser eliminado. No queda muy realista, pero es un error posible tanto fuera de la ficción como dentro de ella. Sting, ahora, se enfrenta al gigante en solitario, y consigue dominarlo después de mucho sufrimiento. Lo coloca en la esquina para aplicarle un Sting Splash, pero el rudo se quita a tiempo y Sting rebota contra las cuerdas, cayendo fuera. Victoria para Vader, que, además, era campeón del mundo.
Battle Royal normal y aburrida que se anima mucho en la parte final gracias al nivel de los participantes, que se encuentran entre los mejores de la empresa, y casi de la historia.
Puntuación: ***1/4
sábado, 3 de febrero de 2024
Battle Royal, WCW Battlebowl 1993
sábado, 27 de enero de 2024
WWF Royal Rumble Match 1991
En mis tiempos mozos, cuando escribía por aquí con mayor fruición, solía yo comentar algún Royal Rumble Match clásico durante los días previos al evento homónimo del año en curso. Me gustan mucho esas batallas desde que era un niño. Así pues, he querido mirar si faltaba alguna edición en el blog, y de hecho así es. No he tardado mucho en vislumbrar que una de las primeras, y es más, una de las que vi cuando era pequeño, no ha sido comentada. Hablo de la edición de 1991, que por otro lado no tiene mucho que comentar, pero que debe estar en el blog, como todas. Hagámoslo.
Hoy en día pensamos en un Royal Rumble con la ilusión de ver sorpresas, regresos, expulsiones espectaculares, buenos momentos de wrestling, y el primer paso de cara a WrestleMania. En 1991 no había nada de esto. Hoy todos los frikis cuarentones con barba, como yo, leen cómics, juegan a videojuegos, ven wrestling, anime... pero en 1991 todo eso era para niños. Sí, era para niños; que un adulto pueda apreciarlo no significa que no fuera así. Y WWF era un producto para niños muy pequeños como yo. Un Royal Rumble no significaba nada más que el hecho de poder ver a 30 personajes juntos en un ring, saliendo de uno en uno. Y funcionaba; esa cuenta atrás es storytelling puro. Si un adulto mira hoy en día estos combates, la verdad es que le resultarán tediosos e infantiles, pero, cuando yo vi esta batalla con seis años recién cumplidos, la disfruté mucho... si no fuera porque en ese mismo evento, mi ídolo. The Ultimate Warrior, había perdido el Campeonato Mundial de WWF frente al Sargento Slaughter, gracias a las trampas de Macho King. En realidad yo, al ver la batalla, lo único que quería es que participara el Warrior, para así redimirse y volver a la senda del título, pero eso no pasó. Por lo demás, pude ver en ella a algunas de mis figuras de acción predilectas: El Serpiente, Mr Perfecto, Modelitos Martel, Greg "Martillo" Valentine, "Terremoto" Earthquake, El Marinero Tarugo, Hulk Hogan, El Enterrador, El Matador, El Tornado Texano, Bret Hart... Note el lector que en las transmisiones españolas los nombres mutaban un tanto.
Si aquellas retransmisiones empezaron a partir de WrestleMania 6 y la pelea entre Hogan y Warrior, los Rumble de 1991 y 1992 seguramente fueran las dos batallas que yo vi originalmente. Parece poco, pero piense el lector que un par de años, cuando uno tiene entre 5 y 7, es una cantidad enorme de tiempo, mientras que dos años, a los 40, no son nada. Así pues, esta Battel Royal, a pesar del enorme coñazo que supone, es símbolo de una parte para mí relevante de mi infancia.
Originalmente no existía la estipulación que indicaba que el ganador de Royal Rumble tendría una oportunidad titular en WrestleMania. No recuerdo si en 1991 eso ya había cambiado, pero, por un motivo u otro, el triunfante, Hulk Hogan, se enfrentó al Sargento Slaughter en el mayor evento del año, recuperando, así, su título, perdido en la edición del año anterior. Royal Rumble 1991 supuso su segunda victoria consecutiva, aunque pasaron muchos minutos antes de su aparición. El combate empezó con Bret Hart y Dino Bravo sobre el tatami.
Hart es uno de los luchadores con más pop de la contienda. Aún luchaba en la división de parejas junto a Jim Neidhart, aunque, como Shawn Michaels, se iba posicionando de cara a una carrera en solitario. De cualquier modo, los miembros de los tags de la época eran más considerados por el público y por la empresa que en la actualidad. Hart apaliza a Bravo, pero no consigue eliminarlo. Sí que lo hace el tercer participante, Greg Valentine. Hart, no obstante, es el protagonista de la primera parte de la batalla, que se llena de luchadores sin que ocurra nada realmente relevante.
Otro participante que hace su aparición en estos minutos es el odioso Rick Martel, que permanece en la batalla 52 minutos. Valentine, The Hammer, por su parte, tampoco lo hace mal: supera los 44 minutos. La lucha se anima un poco cuando entra, con el número 9, Jake Roberts, que utiliza sus mejores ataques contra Martel. Está a punto de eliminarlo en un par de ocasiones, pero este escapa siempre in extremis. Finalmente, es Martel el que elimina a Snake.
Otra entrada fundamental para la batalla es la de The Undertaker, con el número 12. Esta es su primera participación en Royal Rumble, competición que conseguiría ganar, finalmente, en 2007, 16 años después. Recordemos que había debutado un par de meses antes, en Survivor Series 1990. Su mánager, por el momento, es Brother Love Bruce Prichard. Poco tiempo después, en The Brother Love Show, se presentaría la figura de Paul Bearer
Taker llega haciendo daño, pues expulsa del ring a dos de los favoritos de la afición: Bret Hart y Bushwhacker Butch, uno de los Sacamantecas. La derrota del canadiense resulta especialmente espectacular, pues Taker lo levanta en peso agarrándolo del cuello para sacarlo por encima de la tercera. Me da la sensación de que, en general, las fuerzas del bien están en desventaja durante esta batalla, quizás porque WWF lo deja todo en manos de Hulk Hogan, aunque en ocasiones debe resultar frustrante para la afición. El Enterrador expulsa a un tercer héroe: Texas Tornado (Kerry von Erich), si bien es lanzado por encima de la tercera poco después, por el trabajo combinado de Hawk y Animal, los Road Warriors (The Legion of Doom en WWF). Un par de rudos aprovechan la ocasión asimismo para hacer lo propio con Hawk.
Gran pop del público en la eliminación del Taker. Es gracioso ver al joven Shane McMahon, en el papel de referee, intentando sacar al Deadman del escenario; quién le iba a decir que 25 años después se enfrentarían en WrestleMania.
Con el número 18 no sale nadie, para decepción del público. Después de revelados los 30 participantes, queda claro que el que se ha quedado fuera es Randy Savage. Los presentadores se preguntan si sufre alguna lesión, mas sabemos que la cuestión está relacionada con su participación en la lucha entre Warrior y Slaughter. Randy había huido del lugar debido al peligro que corría. Esto le llevó a luchar contra el Último Guerrero en WrestleMania.
Me sorprende el pop que recibe Shane Douglas, luchador cuyo paso por WWF no recuerda nadie. Otro tipo amado por todos es Jim Duggan, que hace acto de aparición, así como Earthquake, uno de los principales malos del momento en la empresa, que seguía insistiendo en la fórmula "Hogan vs bestia obesa en bañador de señora mayor". Con el número 24 entra al ring el ídolo, Hogan, y el estadio se viene abajo. A partir de aquí, el ring lleno empieza a vaciarse poco a poco. Mientras que Earthquake expulsa a los chicos buenos, Hulk hace propio con los malos. Hay que decir que la mayoría de los participantes nuevos son rudos. Con el número 30 entra Tugboat
Douglas es eliminado en su disputa con Brian Knobbs, de los Nasty Boys, que había entrado un poco torpe, cayéndose, como si hubiera bebido, pero que tiene un papel importante en el match. Quedan nueve hombres en el ring, y entre ellos, sólo Hulk, Jim Neidhart y Davey Boy Smith, el British Bulldog, son realmente queridos por el respetable. Tugboat, en ese tiempo, estaba haciendo equipo con Hulk, enfrentándose en varios match a Earthquake, mas recordemos que, durante el año, el Marinero Tarugo traicionaría al Inmortal expulsándolo de una Battle Royal y formando equipo con el Terremoto. No es de extrañar, porque aquí ya saltan chispas (ha sido abucheado al salir). Hulk lo elimina.
El Bulldog y Hogan se quedan solos ante cuatro rudos, si bien estos no gestionan bien su superioridad. El inglés echa fuera a Hakú, y se enfrenta en solitario a Rick Martel mientras Earthquake y Brian Knobbs le pegan una paliza al Hulkster. Davey expulsa a Martel, que fija un nuevo record de tiempo dentro de un rumble, pero para entonces los otros dos rudos ya han dejado grogui a Hulk, así que se lanzan a por él y lo eliminan sin resistencia. Continúan, pues, con su paliza sobre el bigotudo, aplastándolo varias veces con el peso de ambos. No en vano, todas las ediciones hasta el momento han acabado de la misma forma: dos heels pegándole a un face, que finalmente contraataca y se lleva la victoria. Esto es lucha libre de dibujos animados. Hogan entra en modo "baile de San Vito", y deja de vender los ataques de los rivales. Se levanta, golpea con doble Clothesline, y elimina al Nasty Boy con un Big Boot. Se queda sólo con el obeso canadiense y ataca, mas cuando lo levanta en peso para aplicar Body Slam, este cae sobre su cuerpo, pues el peso resulta excesivo para él. Eartquake se lanza de nuevo con planchas, y aplica un potente Power Slam, lo que no le sirve de nada, porque Hulk resucita de nuevo, ahora con su ataque definitivo. Para los golpes del rival, aplica tres puñetazos, Big Boot y busca Leg Drop. Como Eartquake no cae, lo agarra y lo tira con un Body Slam que, ahora sí, consigue aplicar con éxito. Después de eso, su oponente es presa fácil, y se va a la calle. Victoria para Hulk Hogan, para variar.
Batalla bastante aburrida, en general, con algunos buenos momentos. El final es paródico, pero es bueno en cuanto a la historia que se cuenta. Las historias, entonces, eran simples e infantiles, pero funcionaban bien. Las heroicidades de Hogan tienen grandes reacciones, y las ejecuta a la perfección. Hondea, tras la batalla, la bandera americana. El traidor Sargento Slaughter debe temerle.
Puntuación: **3/4
lunes, 22 de enero de 2024
Bryan Danielson vs Kazuchika Okada, NJPW Wrestle Kingdom 18
Comentamos, hace unos días, la lucha que Bryan Danielson y Kazuchika Okada mantuvieron en el evento Forbidden Door que organizaron en conjunto AEW y New Japan en Toronto, Canadá. El combate fue bueno, y ambos wrestlers se citaron para repetir en un escenario aun mejor: el Tokyo Dome, en Wrestle Kigdom 18, ante, casi 30.000 personas. ¿Superará esta lucha a su predecesora?
Danielson se fue de WWE soñando con cumplir con algunas de sus cuentas pendientes en el mundo del wrestling. Ya ha tenido grandes luchas en WrestleMania, y ahora hace lo propio en Wrestle Kingdom. Solo resta, para conquistar los tres grandes países del wrestling mundial, que se juegue la cabellera en la Arena México, en una función de Aniversario del Consejo Mundial de Lucha Libre. Eso sí, teniendo en cuenta que los bookers del Consejo no han visto a las estrellas del wrestling americano desde que fueron a México Hulk Hogan y André the Giant, resulta mucho más probable que Bryan participe en una TripleManía de AAA. Pero centrémonos en el combate que nos trae aquí, la primera lucha del Dragón Americano en New Japan desde 2004, cuando, por su tamaño, todavía participaba en la división junior de la empresa. Y es que, aunque todo el mundo critica a WWE por su obsesión histórica con el tamaño, lo cierto es que eso en Japón es mucho más evidente. Aun en NOAH, entre los años 2007 y 2009, participó en innumerables batallas, generalmente enmarcadas en esa división, a pesar de haber demostrado en Estados Unidos poder enfrentarse a gigantes como Takeshi Morishima. En lo relativo a rivales japoneses, son destacables asimismo su matches frente a Shingo y Yamato, en Dragon Gate USA en 2010.
Danielson sufrió una lesión en el hueso orbital en octubre, durante una lucha frente Andrade. Después de eso, ha luchado con un parche en el ojo. Oficialmente su objetivo es proteger el ojo, mas eso es obviamente mentira. Un parche no protege una mierda. Lo usa como parte de su historia, y le da cierto carácter. Llega al Tokyo Dome con él puesto, por supuesto.
Si Bryan consiguió rendir al imbatible Okada gracias a su trabajo en el brazo, en su anterior pelea, sería estúpido si no insistiera de nuevo. Esa es su estrategia desde el principio. Mas, si aquella lucha, a pesar de su trabajo técnico, acabó desbocada, desencadenando la épica propia de todas las luchas de Okada, en esta ocasión este no tiene la posibilidad de llevar el match a su terreno. Daniel se asegura de mantener el control en todo momento porque quiere hacer algo que pueda ser recordado. Creo que lo consigue, o al menos, que esta lucha es mejor que la anterior, si bien ambas se mueven en un nivel muy alto.
Bryan ataca al brazo sin parar. Conecta patadas muy stiff que dejan el cuerpo del rival marcado a la altura del hombro y coloca a este en una situación cercana a la rendición en varias ocasiones. Kaz consigue contraatacar aplicando Tombstone en el borde del ring. Es interesante, porque, si sumamos, a los problemas con las conmociones de Bryan, su lesión en el ojo, se puede justificar así una estrategia del japonés más allá de los lariatos, pues el estado de sus brazos no debería permitirle aplicarlos con fuerza. Okada le quita el parche a Daniel y le pega patadas a la altura del ojo; eso está bien. A diferencia de su lucha anterior, y de todas sus luchas, en general, no hay un momento en el que olvide el dolor en los brazos y se lance al ataque enloquecido: mantiene la psicología durante todo el match.
Pero no se rinde ante nada. Cada golpe; cada patada que recibe, apoya el estado evidente de dolor que sufre. Pero ninguno de los Crossfaces del americano consiguen doblegarlo, a pesar de doblar sus brazos de forma peligrosa. Finalmente, el japonés consigue aplicar dos veces el Rain Maker y ganar.
Vamos a ver; esta es una lucha muy clásica americana en la que "el malo", en este caso el de fuera, domina el combate, mientras el público espera la reacción del oponente. Pero no es una lucha enfocada a las rudezas: Bryan domina con mucha técnica y conocimiento; verdadera superioridad. Domina dentro del kayfabe y fuera, porque, de igual forma que necesita dominar dentro para ganar, necesita dominar fuera para conseguir que el combate sea como debe ser, teniendo en cuenta que su rival pelea de una manera muy manufacturada. Pero es una pena ese final. No me parece mal que Okada gane con el Rain Maker a pesar del dolor en los brazos; no podría hacerlo de otra forma. Pero ese Tombstone en el filo del ring y el parche en el ojo de Danielson le daban otra vía para colocar a su oponente en un estado físico lo suficientemente malo como para que un par de Rain Makers debilitados pudieran acabar con el match de una forma más creíble. Si hubiera insistido por ahí, se habría acercado a las cinco estrellas.
Creo que, en cualquier caso, la lucha es bastante mejor que la que mantuvieron en Norteamérica, a pesar de que la nota numérica, como observa el lector debajo, sólo difiere por un cuarto de punto. Porque esta es una lucha a la que doy 4.5, pensando en la posibilidad de ponerle 4.75, mientras que la anterior, más que opciones de recibir algo más, las tenía de recibir algo menos. Al fin y al cabo, los números son números.
Puntuación: ****1/2
martes, 16 de enero de 2024
Bryan Danielson vs Kazuchika Okada, AEW/NJPW Forbidden Door 2023
Tuvo lugar hace unos días la edición número 18 de Wrestle Kingdom, el evento anual más importante de la lucha libre en Japón. Hay un par de combates de ese evento que quiero comentar en el blog, y entre ellos está el que mantuvieron Bryan Danielson y Kazuchika Okada. Pero antes de hablar de esa lucha, debo hacer lo propio con aquella que mantuvieron en Estados Unidos en 2023; en Forbidden Door, show en el que chocaron AEW y NJPW.
En 2015, Daniel Bryan, el mejor luhador de su generación, tuvo que dejar el wrestling debido a sus problemas con las conmociones cerebrales. La decisión no fue suya, sino de WWE, que tiene reglas muy específicas acerca de este tipo de problemas de salud, pues los estudios desarrollados sobre el tema durante las últimas décadas han puesto en el punto de mira a los violentos deportes americanos. En esa época, la empresa no tenía competencia, así que Daniel no tenía otra opción. Sin embargo, años después, el mundillo del wrestling se animó bastante, y en tanto que WWE temía que sus luchadores nutrieran a las crecientes promotoras ajenas, tuvo que dejarle volver a los cuadriláteros. No obstante esto, existía la sensación de que Bryan podía hacer cosas mejores que las que le dejaban hacer en la empresa de los McMahon. Por ejemplo, no había luchado en NJPW desde 2004, y ahí había una potencialidad enorme para él.
Porque WWE es la mejor empresa para crear historias y grandes momentos, así que, en el caso de algunos luchadores, su salida supone un problema. Hay personajes que no funcionan fuera de ahí. Pero Danielson es otra clase de luchador; lo que necesita no son historias, sino rivales. Ya se había enfrentado a todo el mundo en WWE; lo mejor para él era pelear fuera. Así, en 2021, llegó a AEW. La verdad es que, mirando el listado de sus luchas en las bases de datos de Wrestling, lo cierto es que hay un montón de matches que me gustaría ver de cuantos ha mantenido en esta época.
Finalmente, en 2024, se cumple eso que yo esperaba: Danielson lucha en NJPW 20 años después, enfrentándose a Okada en Wrestle Kingdom, antes de hacer lo propio con Zack Sabre Jr. Pero ambos combates han ocurrido previamente en Estados Unidos en 2023, así que hay que ver esos primero. Creo, no obstante, que los de Japón serán mejores, porque el público de las empresas "no-WWE" de Estados Unidos no me gusta mucho (el de la actualidad, digo).
Sabe el lector que NJPW mantenía una triple alianza con ROH y CMLL que nos proporcionaba muchos crossovers. ROH, finalmente, fue adquirida por AEW, y si bien sigue operando, su independencia no es tal. Es normal, pues, que NJPW colabore con su empresa madre, si bien es cierto que tiene acuerdos, hoy en día, con todo el mundo, incluyendo Impact Wrestling y MLW. De hecho, en los últimos días se habla de un acuerdo con WWE, que como sabe el lector, tiene nuevos dueños y, por tanto, nuevas posibilidades.
El 25 de junio de 2013, AEW y NJPW produjeron el show Forbidden Door, en el que todos los matches enfrentaron a estrellas de una y otra empresa. Hay varias cosas que a mí me interesa comentar de cuantas ocurrieron. Pero hoy nos quedamos con el main event, que enfrenta a Danielson y Okada.
No hay mucha historia detrás del match. En un evento de New Japan, apareció Danielson en la pantalla para retar a Okada y este aceptó. La única historia necesaria entre ambos es que esto es un dream match para encontrar al "mejor del mundo". Danielson vuelve a ser el American Dragon; the best in the world, mientras que Okada ha sido durante años el gran campeón de Japón, quien colmaba los main events de los shows principales de New Japan y quien protagonizaba los mejores combates.
Creo que de entre todos los dream matches que podría tener Danielson fuera de WWE, este no es uno de los que más me apetecería ver. Porque Danielson es creatividad pura, mientras que Okada es Strong Style. Sus luchas son como las películas de Pixar; son buenas, pero se les ven las costuras; siempre mantienen una estructura similar, como un modelo a seguir sin autoría detrás. No recuerdo ninguna gran lucha de Okada que se saliera de esa estructura. En este caso creo que Danielson la limita sólo parcialmente, lo que no implica que la lucha no sea, como lo es, bastante buena.
Okada intenta llevar la lucha en ese rumbo, y sacar al rival del ring para aplicar las patadas habituales que desarrolla en su tierra en la primera parte de cada match. Danielson lo evita hiriéndole el brazo y comenzando una muy buena rutina de dominio sobre la extremidad, que será vital para el resultado final del enfrentamiento. Aplica sus llaves clásicas, que siempre son placenteras de ver, hasta que Okada reacciona. Vende temporalmente bien su dolor, atacando con DDT y Facebuster sin necesidad de usar su brazo derecho.
La lucha se va normalizando, de igual manera que el público se va durmiendo. El público friki no tiene el alma de niño que es necesario para vivir las cosas de verdad. Se anima, eso sí cuando Okada consigue aplicar el Tombstone a su rival sobre la rampa metálica de entrada al escenario. La gente grita "Holy Shit", si bien es obvio que el japonés ha protegido lo suficiente a su rival como para que no sufra daños. El historial de lesiones de Danielson siempre juega a favor de la historia. Comienza el in crescendo propio de las luchas de Okada, en el que se suceden los finishers y los contra-finishers. Okada busca sin cesar el Rainmaker, y Bryan lo esquiva para aplicar las Running knees en un par de ocasiones. Kazuchika consigue, finalmente, conectar su Lariato, y aplica otros de menor nivel para preparar el definitivo. Cuando trata de hacerlo y partir, con él, a su más pequeño rival, este esquiva y conecta su llave. Durante varios minutos, el japo se revuelve, pero el Crossface se cierra. Okada no se rinde, mas Danielson continúa, tuerce su brazo sin parar. Ahora los dos brazos de la víctima, tan dañados previamente, sufren todavía más daño. Finalmente, y sin que haya otra opción, Okada se rinde al Lebell Lock. Victoria para el local en una lucha que, si bien no rompe moldes, a decir verdad, es muy buena.
Puntuación: ****1/4
viernes, 5 de enero de 2024
Bray Wyatt vs Finn Balor, WWE SummerSlam 2017
Especial fallecimiento de Bray Wyatt
Vamos a terminar este pequeño especial sobre el fallecimiento de Bray Wyatt con una tercera lucha del devorador de mundos. Ya anticipé que la última elección sería un tanto arbitraria, y hoy se confirma. Arbitraria y errática, en tanto que en primera instancia estimé oportuno comentar la primera lucha de The Fiend, que tuvo lugar en SummerSlam 2019 y que enfrentó a nuestro protagonista con Finn Balor, mas a la hora de buscar el combate, me equivoqué y acabé viendo otro match entre ambos propio de SummerSlam 2017. Me voy a quedar con esta lucha, finalmente, porque creo que es mejor.
Ya conoce el lector el gusto de WWE por enfrentar a personajes demoníacos entre sí. En este caso, tenía por un lado a Bray, que había abandonado la Wyatt Family, y a un Finn Balor que ponía en práctica su versión Demon King. Un año antes, se había convertido de manera sorprendente en el primer Universal Champion, pero tuvo que dejar vacante el título al instante por una lesión. A través de su rivalidad con Bray, WWE trataba de llevarlo una vez más a la parte superior de las carteleras, sin demasiado éxito.
Así pues, WWE enfrentaba a dos personajes con los que no sabía qué hacer, pero que encajaban bien. Una lucha entre ellos parece un David vs Goliat de manual, pero el hecho de que Balor se convierta en demonio, como si fuera Kazuya Mishima, cambia la cuestión. Si bien yo me he quejado varias veces de que esa transformación no tenga el efecto que debería sobre las luchas del irlandés, en este caso no es así. Quizás sea gracias a la guía de su rival, mucho más interesado en contar historias que en desarrollar movimientos, pero la cuestión es que este sí es un Balor especial: mucho más violento y psicológico. WWE se sale de la dinámica habitual, que implica que el rudo domine al técnico; que el grande domine al chico, y acierta.
Como decía, cuando puse el vídeo en cuestión, esperaba ver a un The Fiend dominador, y me encontré al Bray dos años anterior, que a pesar de su oscuridad, aquí desarrolla un papel muy clásico de villano cobarde que se sale del ring cada vez que puede. Balor utiliza patadas y golpes muy stiff, beneficiado de tener un rival de mucho más peso que él, que permite que utilice esos golpes sin miedo a hacer daño. Por su parte, a pesar de ser dominado, Wyatt ataca cuando quiere con golpes increíbles, de nuevo aprovechando esa diferencia de tamaño, pues Balor los vende muy bien. En definitiva creo que es una lucha entretenida y con golpes fuertes, apoyada por la buena reacción del publico hacia la presentación del Rey Demonio. Notable. Balor gana.
Puntuación: ***1/2
sábado, 30 de diciembre de 2023
Bray wyatt vs LA Knight, WWE Royal Rumble 2023
Especial fallecimiento de Bray Wyatt
Decía yo que quería ver en este pequeño especial sobre el fallecimiento de Bray Wyatt, algo de su último run en WWE. Este se resume en su rivalidad con LA Knight, pues, que yo sepa, la única lucha televisada en la que participó después de su regreso fue la que mantuvo con el anteriormente conocido como Eli Drake en Royal Rumble. Eso sí; más allá de ese combate, pues en general, la calidad arriba del ring no es el fuerte de este personaje, el show que trajo a la empresa en su regreso volvió a ser, una vez más, realmente entretenido.
Wyatt salió de WWE a mediados de 2021, dejando su historia con Randy Orton y con Alexia Bliss un tanto desangelada. En esos tiempos, tras la pandemia de COVID, daba la sensación de que no iba a quedar nadie para luchar en WWE, pues todo el mundo se iba. Vince McMahon había hecho cambios importantes en su directiva; había traído de vuelta a la vieja guardia, y se alejaba de todas las políticas desempeñadas durante los años previos, que incluían vaciar el mercado de talento. A partir de 2020, digo, se olvidó de AEW y de cualquier competencia, y empezó a echar gente. Wyatt, un tipo con una capacidad creativa enorme, pero también con problemas psicológicos enormes, debió encontrar un ambiente hostil para el desarrollo de su loco personaje, o quizás se vio afectado por el despido de su hermano, Bo Dallas. Sin embargo, en 2022, las cosas en la compañía parecían distintas, y tras una conjura contra el jefe, este había desaparecio de escena un tiempo, como paso previo a la sorprendente venta que algún día comentaremos. El caso es que, a finales de año, volvió, y lo hizo, de hecho, junto a su hermano, aunque no llegara a revelarse la identidad de este en ningún momento, dado que la historia que lo incluía falleció junto a Bray.
En otoño de 2022, Bray volvió, avisando de que, por primera vez, iba a hablar el Bray real (un clásico del negocio). Mencionó sus problemas de salud mental, por todos conocidos; y lo mucho que había perdido al irse. Todo parecía real hasta que apareció una extraña máscara en la pantalla. Seguía siendo el personaje loco de siempre; ciertamente eso no quiere decir que no se esté expresando el Bray real, puesto que el personaje en sí mismo es una creación nacida en la mente irregular del pobre Windham Rotunda, mas, obviamente, todo era una storyline.
Bray seguía estando loco, y seguía advirtiendo presencias a su alrededor. Por doquier, aparecía este extraño personaje trajeado y enmascarado, cuya identidad, tal y como se supo posteriormente, era la de Bo Dallas. En medio del desarrollo de esta nueva esquizofrenia, se metió LA Knight, que se atrevió a agredir al depresivo Bray. Obviamente lo pagó caro, pues empezaron, como consecuencia, a ocurrir "accidentes" detrás de los cuales parecía esconderse el enmascarado Uncle Howdy.
Como decía al principio, LA Knight no es otro que Eli Drake, un luchador que podríamos considerar un original de TNA, pues es en esa empresa donde ha desempeñado la mayor parte de sus éxitos. Estuvo, de hecho, bajo la órbita de WWE varias veces; primero, durante la década de los 2000, llegando a jobbear en programas de Heat, y después, durante la década de 2010, haciendo lo propio en Next. Es raro que en ninguna ocasión la empresa se interesara por él, pues parece un tipo hecho a su medida. De hecho, tuvo contrato con WWE, pero fue despedido en cuestión de meses. En 2015 firmó con TNA, y allí se convirtió en uno de los luchadores más importantes de la promotora, ganando títulos y participando en historias y peleas de nivel, y llegando a ser Campeón Mundial.
Su paso por TNA coincidió, eso sí, con el declive de la compañía y con su rebranding a Impact Wrestling, recientemente desecho. En 2019 abandonó, firmando un contrato con la nueva NWA de Billy Corgan, y convirtiéndose en una de las estrellas de su nuevo programa, Powerr. En 2021, finalmente, llegó a WWE, y desde entonces, no ha parado de crecer, aunque esté en camino de los 42 años de edad.
Pero, obviamente, es uno de esos malos que gustan en ese sitio: cobardes, buenos con el micro, capaces de contar una historia, y en un buen estado físico. En su feudo con Bray, eso ayuda: todo el mundo espera que el loco le meta una buena paliza. Después de varios meses de promos y de apariciones sorpresa de Uncle Howdy, se ven las caras en uno de los grandes eventos del año: Royal Rumble. Pero, como suele ocurrir con Bray, y como de hecho le pasaba a Undertaker en su juventud, el combate es malo, corto, y con una reglamentación extravagante.
A finales de 2022, se anunció que la lucha sería un Mountain Dew Pitch Black Match, que, según Bray, significaba que la lucha sería en la oscuridad. En definitiva, es una lucha que promociona una bebida fluorescente, y lo hace pintando el cuerpo de Bray con tatuajes que se ven en la oscuridad. También hay otros efectos por el escenario. Me parece que, estéticamente, no está mal, pero me resulta del todo irrelevante. La lucha es una brawl simplona, que goza de un gran ataque sobre las mesas de comentaristas potenciando por las salpicaduras de líquido fluorescente. Después de eso, sobre el ring, Bray gana con suma facilidad a través del Sister Abigail. Me da la sensación de que la duración del match se vio reducida drásticamente por problemas de tiempo.
Tras la lucha, y gracias a la conjura de Uncle Howdy, Bray se convierte en un verdadero monster heel que persigue sin remisión a Knight. Le ataca entre el público, y convoca a Howdy para que este vuele sobre su enemigo con un codazo volador desde un par de metros de altura. El spot está bien, si bien no entra dentro del match, y por eso no aporta nada a su puntuación.
Después de esta rivalidad, Bray había comenzado una nueva confrontación, en este caso frente a Bobby Lashley, con quien estaba destinado a mantener una lucha en WrestleMania. Como todos sabemos, eso no llegó a ocurrir dada su enfermedad.
Puntuación: **1/2
domingo, 10 de diciembre de 2023
Husky Harris vs. Richie Steamboat, FCW TV 08/01/2012
Especial Fallecimiento de Bray Wyatt
Sabe el lector que en este periodo de inactividad o actividad puntual en el blog, he realizado varios intentos de retorno a la labor. El último ocurrió en agosto de este año, y se vio truncado en gran medida por el shock que me produjo el fallecimiento de Bray Wyatt, una de las grandes figuras del contexto luchístico contemporáneo, llamado a escribir muchos grandes momentos en el futuro de la industria. Sucesor de Undertaker en lo relativo a las storylines fantásticas; tipo creativo y muy mutable, dejó este mundo y al negocio huérfano de trascendencia.
Una vez recuperado del golpe, voy a publicar algunas cositas sobre él. Es cierto que la vida útil de este blog, que, sobre todo, tuvo lugar entre los años 2014 y 2020, coincide en gran medida con la carrera en WWE del luchador, y por este motivo, la mayor parte de las luchas importantes en las que participó ya están presentes. No obstante, algo buscaré: me gustaría empezar comentando una lucha propia de su etapa formativa en FCW; y una que ocurriera tras su regreso a la compañía a finales del año pasado, pues ese último run no lo he estudiado. Completaré el especial sobre su fallecimiento con un tercer combate, de elección abierta.
El 24 de agosto de 2023, Triple H anunció la muerte de Bray, como consecuencia de un infarto de miocardio. El luchador había estado fuera de acción desde febrero, a causa de complicaciones cardíacas, producto de haber sufrido COVID-19. En el momento de su muerte, contaba tan sólo con 36 años de edad.
Bray era un luchador de casta. Nacido como Windham Rotunda, era nieto de Blackjack Mulligan, sobrino de Barry Windham, e hijo de Mike Rotunda (IRS). Tanto su abuelo como su tío son Hall of famers de WWE, y su padre también debería serlo (entiendo que lo será). Dadas las circunstancias, existe la posibilidad de que Bray entre al Salón de la fama de WWE antes que su padre. También su hermano, Bo Dallas, es luchador, aunque lleva fuera de WWE desde 2021, y no ha luchado, de hecho, desde 2019, por el motivo que sea.
Windham era un luchador de vieja escuela, con un estilo rudo similar al de su familia, pero con un físico no muy agraciado para los estándares de la compañía. Cuando debutó en el roster principal como parte de Next, con el nombre de Husky Harris, su imagen resultaba un tanto insuficiente: sólo era un niño gordito. Sin embargo, su intelecto era superior al de sus homólogos, algo que en el terreno deportivo, por otro lado, no es muy complicado. En su regreso a Next creó una de las mejores cosas que le han pasado a WWE en los últimos años: la familia Wyatt, un grupo terrorífico de campesinos locos que él lideraba, con el nombre de Bray Wyatt. De ese trío, en realidad, sólo persiste en este mundo Erick Rowan, pues tanto Bray como Luke Harper han muerto ya. Qué cosas...
Cuando la historia de esa familia llegó a su fin, el luchador siguió evolucionando, y paso a ser The Fiend, un verdadero monstruo mitológico con poderes mágicos y promos de carácter psicológico. Así, fue una de las principales figuras de la empresa hasta que, a mediados de 2021, y en una situación un tanto hosca con Vince McMahon y los continuos despidos, Bray se fue. Regresó a finales de 2022, cuando el chairman había perdido poder, mas como sabemos, su carrera se truncó a principios de 2023.
Como decía, las cosas más interesantes de la misma ya se encuentran en el blog. Están sus rivalidades con Daniel Bryan, que propiciaron sus mejores combates; sus rivalidades con John Cena; la lucha de tercias entre la Familia Wyatt y The Shield; su combate frente a Matt Hardy en el universo enloquecido de este, sus reinados como campeón, etc. Busque el lector si está interesado en ello. Yo, hoy, tal y como anunciaba al comienzo, me voy a florida, para ver alguna lucha suya en FCW, el que, en ese tiempo, era el territorio formativo de WWE.
Una de las rivalidades más recordadas de su paso por esa promotora es la que mantuvo con Richie Steamboat, el hijo de Ricky, cuya carrera se desgració con motivo de las lesiones. Su enfrentamiento llegó a tal punto que, en unas grabaciones ocurridas en diciembre de 2011 y emitidas por televisión en enero de 2012, se enfrentaron en un Texas Bullrope Match, un género clásico de los territorios en los que se hicieron grandes los antepasados de Windham. Podría haber sido, por tanto, un buen combate, pero se topa con varios inconvenientes insalvables.
El primero es que Husky aquí es el bueno, mientras que Richie es el malo, si bien es obvio que las características tanto físicas como anímicas de ambos indican que debería ser al contrario.
El segundo es que este tipo de matches requieren de una cantidad grande de drama y violencia para ser relevantes, y por desgracia, no las hay: el público de FCW no tiene energía ninguna, está formado por cuatro familias que quizás acudan gratis a la función, y ya sabemos que el público que no paga no es de calidad, porque no demuestra sentir pasión por aquello que observa. Y, además, estamos en la era PG de WWE, no hay sangre, ni golpes en la cabeza. Recordemos que un Bullrope match es un combate en el que dos luchadores pelean atados por una cuerda, con un cencerro de vaca con el que pegarse (todo muy rural, sí, como lo es el wrestling, en general). Así pues, en este match no se incluye ninguna de las ventajas que puede ofrecer un bullrope match, pero si sus inconvenientes: al estar atados, los luchadores se encuentran muy limitados.
Cuando Richie va a volar desde la esquina sobre su rival, este tira de la cuerda para hacerle caer. Posteriormente le agrede con el cencerro en la cabeza, dejándolo KO. Victoria para él.
Puntuación: **1/2
domingo, 3 de diciembre de 2023
AJ Styles vs Rey Mysterio vs Edge, WWE Smackdown 12/05/2023
Hace unos días, comentamos que se había celebrado el 25 aniversario del comienzo de la carrera de Edge en un programa de Smackdown, y que en el main event de ese show, tuvo lugar el que podría ser el último combate del canadiense en su carrera. Él ya ha dicho que WWE le ha hecho una nueva oferta y que no sabe qué hacer; desde luego en términos físicos rinde muy bien. Ya veremos. Al menos, para celebrar ese cuarto de siglo peleando, además del combate frente a Sheamus del citado show, vamos a revisar la triple amenaza que disputó frente a AJ Styles y Rey Mysterio en mayo.
Esta pelea forma parte de un Torneo por el nuevo WWE World Heavyweigth Championship. Y es que, como sabe el lector, la empresa da muchos bandazos en lo respectivo a sus decisiones. A veces quiere tener los rosters de los distintos programas separados, y otras veces lo quiere juntos; a veces quiere tener dos campeonatos mundiales, y a veces uno solo. Es así desde 2001, cuando se trajo la correa del World Heavyweight Championship de la WCW al comprar esa empresa. En diciembre de 2001, se unificaron los títulos de WWF y WCW, cuando Chris Jericho derrotó a Steve Austin, dando lugar al Undisputed WWF Championship, que fue el título principal de la empresa hasta agosto de 2002, cuando el campeón Brock Lesnar se negó a defender su título frente a luchadores de RAW, y se creó para ese programa el World Heavyweight Championship con la correa de WCW, mientras que el campeonato indiscutido pasó a llamarse WWE Championship, ya que había ocurrido el renombrado de la compañía en ese periodo. Mucho después, en diciembre de 2013, tendría lugar una nueva unificación, después de que el WWE Champion, Randy Orton, derrotara al World Heavyweight Champion John Cena. Entonces, el campeonato principal de la empresa pasó a llamares WWE World Heavyweight Championship, en primera instancia con las dos correas, y después, tan solo, con la de WWE.
Unos años después, las ideas de los bookers de WWE volvieron a virar violentamente. Se quería tener, de nuevo, dos campeonatos, y por este motivo se creó el Universal Championship, una correa sin la más mínima gracia, que volvió a unificarse con el WWE Championship en 2022 con la victoria de Roman Reigns en WrestleMania, que debía ser presentado como el gran superhéroe de la empresa. De hecho, las historias de Roman son tan importantes y tan potentes, que dejan en segundo lugar al título, sobre todo porque parece imposible que lo pierda. Así pues, era menester uno nuevo, así que se ha vuelto a dar vida a un nuevo World Heavyweight Championship, aunque por desgracia no se usa la correa clásica, que tanto nos gustaba a los viejos que la recordamos en cinturas legendarias. Para decidir al primer campeón, se desarrolló un torneo en el que pariticiparon 12 luchadores, emparejados en cuartos de final en cuatro Triples Amenazas. Pelearon, pues, Damian Priest, Seth Rollins, Shinsuke Nakamura, Cody Rhodes, Finn Balor, The Miz, Austin Theory, Bobby Lashley, Sheamus, y los tres protagonistas de la lucha que comentamos: AJ Styles, Edge y Rey Mysterio. En la final del torneo, Rollins vencería a AJ para convertirse en el primer y único hasta el momento portador de este cetro.
Una lucha entre AJ, Edge y Mysterio es un match de ensueño, sin duda. Son tres leyendas con bastante historia entre ellos, aunque nunca ha habido una rivalidad entre Styles y Rey como debería. Espero que la desarrollen antes de que se jubile uno de los dos. Esta es una lucha a tres en la que los tres saben lo buenos que son, de tal manera que, en última instancia, tratan de crear los grandes spots de siempre, a tres bandas. Es un combate muy entretenido, que quizás se ve un tanto ensuciado por un botch al final del mismo. Después de un 619, Rey se lanza sobre Edge, mas dónde debería ser recibido por un Spear, acaba chocando con su cuerpo torpemente, porque Edge no reacciona como debería. Rey sí que lo vende como si hubiera recibido un poderoso finisher, mientras que AJ ataca con su Phenomental Forearm sobre el canadiense, para así clasificarse para la siguiente ronda.
En el tiempo que ha transcurrido entre que empecé a escribir este post y que lo terminé, Edge debutó en AEW. Hablaremos sobre eso.
Puntuación: ***1/4
miércoles, 23 de agosto de 2023
Edge vs Sheamus, WWE Smackdown 18/08/2023
El pasado 18 de agosto de 2023, se emitió un programa especial de Friday Night Smackdown que celebraba el 25 aniversario del debut de Edge en WWE. Esa celebración tuvo lugar en Toronto, Canadá, tierra natal del Rated R Superstar, y presentó en su main event una lucha inédita en la que el propio Edge se enfrentaba al irlandés Sheamus. Esta lucha quizás sea la pelea final del canadiense, en tanto que, como él mismo ha afirmado, su contrato con WWE está a punto de finalizar. No sabemos qué pasará con él; si se retirará definitivamente a sus 49 años de edad; si firmará un nuevo contrato o si decidirá ir a AEW para volver a encontrarse con su amigo Christian. Haga lo que haga, esta lucha es histórica y por eso merece estar en el blog.
Después de 9 años retirado, Edge volvió a WWE en 2020, para iniciar una rivalidad con Randy Orton que fue cortada por una grave lesión pero que acabó correctamente. Después de eso, tuvo como principales rivales a Seth Rollins, AJ Styles y, en última instancia, Finn Balor, al que se enfrentó de manera definitiva durante el pasado WrestleMania. En fin, tenemos pendiente en el blog la mayor parte de este material. Al menos, y en tanto que empezar un especial por su 25 cumpleaños sería engorroso teniendo en cuenta el retraso acumulado en tantos frentes, vamos a revisar esta lucha supuestamente de retiro, además de una triple amenaza que llevó a cabo semanas antes en un pequeño torneo por el nuevo World Heavyweight Championship.
No existe rivalidad entre Edge y Sheamus. El canadiense fue traspasado a Smackdown durante el último draft, y desde entonces, ya pasadas las grandes rivalidades de su actual etapa en la empresa, ha luchado en exclusiva en los programas de la marca azul, requerida esta de motivos para atraer a la audiencia. La elección de Sheamus probablemente sea personal. Es un tipo que merece todo el respeto del mundo; un luchador no lo suficientemente valorado, que acumula ya suficiente tiempo en la empresa para ser considerado asimismo una leyenda, de no ser porque, probablemente, la etapa que le ha tocado vivir carece quizás de la trascendencia de otras (aunque posiblemente los niños de 10 años no opinen lo mismo, porque la trascendencia, al fin y al cabo, la provoca la edad.
Es una lucha, por tanto, sin rivalidad, pero en la que el público se pone de parte claramente de uno de los dos, como no podía ser de otra forma dado el lugar en el que tienen lugar las acciones. Al no haber una historia que contar, el combate se convierte en una sucesión de Power Moves, pero goza de gran intensidad gracias a que todo el mundo quiere ver ganar a su ídolo.
Edge agrede a su rival con una potente Powerbomb en ringside, y salta posteriormente sobre él con un crossbody. Tiene 49 años pero se mueve bien. Sheamus reacciona con sus movimientos de marca e intenta pegar a su oponente sus golpes en el pecho, más acaba recibiéndolos en su lugar, para algarabía y enumeración de la gente. Edge se lanza con spear desde el ring a ringside, cuerpo de Sheamus mediante. Después de eso, intenta hacerle rendir a través de un Crossface.
Ocurren ahora los golpes más poderosos de la noche. Edge ataca con Superplex y Edgecution, y Sheamus responde con White Noise desde la segunda y con un potente Celtic Cross. A pesar de la mirada aterrada de Beth Phoenix, la cuenta no llega a tres. Ahora sí el local recibe sus golpes en el pecho, con especial énfasis en este caso, para extraer más rechazo por parte del público. Son tantos que da la sensación de que a Edge le duelen de verdad. Ahora ambos buscan Bicycle Kick y Spear. El irlandés lo logra primero sin éxito, y después es Edge el que alcanza su legendario finisher. Tampoco en este caso la cuenta llega a tres, de tal manera que ambos corren a la esquina. Cada uno busca su ataque, pero es el del candiense el que llega, para, ahora sí, darle la victoria en la lucha definitiva de su carrera.
Lucha que, como digo, está enfocada a los ataques potentes de los dos luchadores. No es muy buena en algunos aspectos, pero sin duda es del tipo de combates que gustan en WWE. El público se lo toma tan en serio que lo hace ascender; posiblemente merecería un poquito menos de nota de la que le he puesto, pero entre la ansiedad, los litros de sudor extraídos de los cuerpos de los combatientes, y el abrazo final que se pegan, merecen un cuartito de estrella más.
Puntuación: ***1/2
sábado, 19 de agosto de 2023
Juventud Guerrera vs Rey Misterio Jr vs Kidman, WCW Starrcade 1998
Estoy empezando a ver los Shows del fin de semana de WrestleMania 39 para revisar los combates que, estime, merezcan estar aquí. Me sorprendió conocer que, durante esas jornadas, tuvo lugar el renacimiento de un stable clásico: el LWO, el Latino World Order, la unión de los luchadores mexicanos que peleaban bajo contrato en WCW durante el año 1998, que se juntaron para formar la versión latina de la NWO. En 2023, digo, uno de los enmascarados que participaron de aquella storyline inicial, Rey Mysterio, pasa la antorcha a otro grupo de wrestlers latinos: Santos Escobar (El hijo del Fantasma), Joaquin Wilde (Zema Ion), Cruz del Toro (Ronnie Mendoza) y Zelina Vega, que antes se hacían llamar El legado del Fantasma. Este renacimiento tiene lugar como parte de la storyline entre Rey y su hijo Dominik, que comentaremos cuando profundicemos en mayor medida en WrestleMania. Hoy vamos a recordar la historia original.
Y es que esto es un blog de historia del wrestling, y a pesar de eso, apenas habíamos nombrado aquí a la LWO. ¿Por qué? Bueno, la verdad es que la historia de la LWO fue escasa y poco relevante. Los latinos la recuerdan comúnmente, porque lo observan con patriotismo, y sobre todo lo hacen los mexicanos. Piense el lector que, aunque han pasado 25 años desde que eso ocurrió, los luchadores mexicanos nunca se retiran, de tal manera que, en muchos casos, salvo aquellos que, por desgracia, ya han fallecido, hablan mucho sobre esa experiencia, como una prueba de su calidad en el ring, como si el paso de un cuarto de siglo no afectara a sus capacidades. El storyline de la LWO duró tres meses, y ocupó el undercard, muy centrado en las figuras de Eddie Guerrero y Rey Mysterio. Al fin y al cabo, la mayoría de los luchadores mexicanos no sabían hablar inglés.
Como sabe el lector, durante los años 90, WCW contrató muchos luchadores mexicanos para poder ocupar parte de sus programas con luchas y con personajes de un estilo distinto. Había muchas horas de programación semanal que rellenar, y Hulk Hogan no podía estar en todas. Tras ver lo que Paul Heyman estaba haciendo en ECW, Eric Bischoff se hizo con los servicios de muchos de sus luchadores, pues en general se dedicó a acumular contratos de más de cien luchadores de cualquier nacionalidad, con el fin de incapacitar a la competencia, lo que redundó en la quiebra económica que sufrió la empresa cuando los ratings, aún siendo altos, no fueron suficientes para cubrir el enorme gasto de producción que implicaba su mala gestión.
WCW tenía muchos luchadores de calidad, y sin embargo, no había en absoluto rotación ni ascenso de talento hacia los main events. La historia de la NWO lo cubría todo desde mediados del 96, así que hombres como Eddie Guerrero, que conocían sus capacidades para progresar en la industria, se sentían frustrados. En muchos casos, para resultar más realista y polémico, tanto Bischoff primero como Russo después, optaron por llevar historias reales a los storylines, algo que a mí me parece bien. Así, el descontento de Eddie por su uso en la empresa fue expresado por él mismo arriba del ring. El luchador apareció en el escenario durante una lucha entre Hector Garza y Damian 666, exigiendo una revolución latina. le preguntó a los luchadores qué estaba haciendo Bischoff por ellos; semana tras semana, luchaban sin descanso sin oportunidad alguna de progresar. Ellos merecían, según sus palabras, dinero, limusinas y main events. Dejó ver a todo el mundo su camiseta de Latino World Order, y le entregó a sus nuevos compañeros atuendos semejantes.
Todos los hispanos se unieron al grupo, excepto Rey Misterio Jr, de tal manera que la historia principal giró en torno al hecho de intentar convencer al enmascarado. El chaparrito era un buen chico, y no le gustaban las formas de Eddie. Si bien en algún momento se convirtió en miembro, lo hizo a regañadientes. Él, Eddie y Kidman se metieron en una rivalidad por el campeonato crucero, que fue el principal foco de la storyline. Por desgracia, a principios del año siguiente, un accidente de tráfico dejó a Guerrero fuera de acción por un tiempo indefinido, y eso resultó mortal para la agrupación. La NWO fue atacando poco a poco a sus miembros, en busca de la hegemonía habitual, y Ric Flair, figura de autoridad del momento, les prometió que cumpliría con sus exigencias económicas, lo que dio por finalizada la existencia de la LWO.
Rey, sin embargo, rebelde como siempre, no quiso aceptar el soborno. Esto llevó a que fuera atacado por la NWO y tan sólo defendido por su gran amigo Konnan, que, recordemos, era miembro del grupo. Como fatídico colofón de la historia, Rey Misterio Jr perdió su máscara en una lucha de parejas ante Nash y Hall que bien conocemos.
Como digo, la parte más relevante del storyline de la LWO involucró a Eddie, Rey y el título intercontinental en manos de Kidman. Nos vamos a diciembre del 98 para ver una lucha de campeonato ocurrida en el PPV Starrcade. Se enfrentan Rey, Kidman y Juventud Guerrera, en representación de la LWO. Juvi, uno de los pocos mexicanos que hablan inglés a la perfección, ya ha tenido anteriores combates por el título ante el campeón yanqui, y va vestido con la camiseta del stable. Rey, por su parte, pisotea dicha camiseta al hacer su aparición.
En principio, Rey y Kidman, ambos faces y ambos muy queridos por el público, hacen equipo para atacar a Juvi, mas, en un momento dado, fallan un golpe y acaban peleándose entre sí. Guerrera los anima para que se peguen jocosamente, y así logra tan sólo que recuerden el odio que sienten hacia él y que los lleva a lanzarse sobre su persona una vez más. Sin embargo, el hijo de Fuerza Guerrera demuestra su nivel noqueando a ambos con sus extraordinarios movimientos aéreos.
La lucha después de eso es una sucesión de ataques, a cada uno más impresionante, y de nearfalls que son evitados en in extremis por el tercer hombre. Finalmente se da la esperada aparición de Eddie Guerrero que intenta conseguir que Juvi se lleve la victoria, colocando a este en una rana sobre Kidman, pero en última instancia, una patada de Rey revierte esta rana para que sea Kidman el que ocupe la posición dominante y se lleve el triunfo, reteniendo así el campeonato. Buena lucha, de altos vuelos, y un capítulo más de una rivalidad a varias bandas.
Puntuación: ***1/2