Tras la salida de las 4 Jinetes (Charlotte, Bayley, Lynch y Banks), la japonesa Asuka, conocida anteriormente como Kana, se hizo cargo de la división femenina de NXT. Y tal ha sido su dominio en esa división, que está imbatida, y lleva una racha de victorias legítima que ya supera ampliamente a la exagerada racha de Goldberg en WCW.
Eso parece algo genial para ella, pero tiene consecuencias negativas también. Ninguna otra mujer en NXT ha avanzado demasiado en el último año, ya no pasan ahí las cosas que pasaron en otra época. Tampoco es que WWE necesite ahora mismo más mujeres en sus grandes ligas, pero estaría bien que se fueran formando nuevas estrellas. Al menos, hay un torneo femenino preparado para dentro de unos meses, en el que estarán algunas de las mejores luchadoras del mundo, así que, seguramente, salgan cosas de ahí.
En Takeover: Orlando, en la semana de WrestleMania 33, Asuka debía defender el título de NXT ante Ember Moon, una luchadora experimentada que tiene buena pinta. La lucha entre ellas tuvo algunas críticas muy buenas, aunque a mí me dejó un poco frío.
La pelea comienza bastante bien, con una gran igualdad, incluidos empates en varios movimientos. Las luchadoras incluso tienen tiempo para "trollearse" un poco entre ellas, para vacilarse. Aunque sonríen, se nota en el ambiente que la cosa se está calentando bastante.
Y explota con un intercambio de golpes bastante potente, que va metiendo al público en la lucha. Hay algún codazo de Ember muy poderoso, y patadas en el pecho de Asuka muy dañinas. La japonesa intenta ahogar a su rival con varias sleepers, pero no lo consigue. Las hostilidades continúan hasta que Asuka usa al referee como arma arrojadiza contra Moon, para, después, rematarla con una patada en la cabeza.
Puntuación: ***
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