sábado, 12 de febrero de 2022

Eric Bischoff vs Shane McMahon, WWE SummerSlam 2003


Especial WWE Hall of Fame 2021

Tras hablar en el último post sobre Molly Holly, hoy continuamos con el especial sobre el Salón de la Fama de WWE en su edición de 2021. Es el turno de una figura de autoridad, dentro y fuera del kayfabe: Eric Bischoff.

En 2020, recibieron el honor los miembros de la NWO, y ya decía yo entonces que quizás Eric merecía estar entre los honrados, o lo merecía al menos en mayor medida que Sean Waltman. Parece ser que WWE así lo opinó también, pero algo impidió que Bischoff formara parte del grupo seleccionado entonces. No obstante, aprovechando que la ceremonia de 2020 se tuvo que aplazar, finalmente se hizo justicia: Bischoff forma parte del Hall de la Fama 2021. Entiendo que a muchas personas no les haga gracia la figura de este señor, pero es innegable su relevancia dentro de la industria, y creo que esa es la única condición necesaria para recibir un anillo.

Eric Bischoff pasará a la historia por ser el presidente de WCW, y por haber revolucionado el mundo del wrestling con sus ideas y su ambición. Empezó en el mundillo pronto, siendo comentarista y booker de AWA, y posteriormente fue firmado por la WCW de Turner para realizar esa misma labor. Sin embargo, esta empresa, comprada a Jim Crockett con ánimo monopolista en el ámbito televisivo, no estuvo en primera instancia a la altura de alguien como Vince McMahon, que tenía una intención monopolista aplicada, precisamente, al wrestling, lo que le hacía mucho más eficaz. Eric siempre se mostró ambicioso, y por eso llegó a ocupar el cargo de presidente en la empresa. A través de ese cargo, y chequera en mano, consiguió firmar a los luchadores más importantes del mundo, y llevar a cabo el storyline más recordado de todos los tiempos, que condujo al wrestling a un grado de popularidad nunca antes visto, y nunca después repetido. Unos años después, no obstante, el truco perdió interés, y el gasto que implicó montarlo resultó excesivo, llevando a la empresa a la quiebra. Un sistema no escalable explota, tarde o temprano. Gastar el dinero de otros es fácil, pero no generarlo.

Pero el tío no se mantuvo detrás de las cámaras. En primera instancia, hizo la labor de comentarista, pero el éxito se le subió a la cabeza, y se empeñó en convertirse en una de las estrellas del show. Si bien al comenzar la historia de la NWO, recibió ataques de sus fundadores, pronto se reveló miembro del equipo, agarrando el micro cada vez que tenía oportunidad, y luchando en combates. En este blog hay algunos de ellos.

Una vez hundida WCW, acabó firmando por WWE, no como directivo, sino como actor. Fue General Mánager de Raw, y volvió a participar en storylines importantes, así como en varios combates, incluyendo el que trataremos hoy: aquel en el que se enfrentó a Shane McMahon. Continuó en su cargo hasta finales de 2005, y después de eso, estuvo desaparecido, más allá de un par de apariciones, hasta que fue despedido de WWE en 2007.
 

En 2010, TNA comenzó a emitir en directo los lunes por la noche, para hacerle la competencia a RAW, y con este ambicioso plan, contrató a mucha gente cara, como el propio Bischoff o Hulk Hogan, que tenían roles diversos. Como resultado, estos tipos se llevaron una nueva empresa por delante. TNA se fue al carajo debido a las pérdidas, si bien fue rescatada por nuevos inversores, y hoy es una cosa muy distinta a lo que fue hasta entonces.

A estas alturas, los fracasos de Bischoff ya superaban a sus éxitos. Escribió libros, presentó podcasts, y apareció en documentales, pero parecía imposible que volviera a tener un rol importante en la industria. No obstante, en 2019, cuando WWE firmó con Fox para la emisión de Smackdown y se encontró con dos programas de gran inversión, la empresa decidió tener a dos figuras destacadas presidiendo cada uno de los proyectos: Eric Bischoff y Paul Heyman. Yo me emocioné con este concepto, porque pensé que los shows de la compañía podrían, de esta manera, cambiar un poco, y dejar de ser tan conservadores como lo han sido durante los últimos años. El resultado de esto fue un nuevo fracaso, porque Eric duró unas pocas semanas en el cargo: no hizo nada. De todos modos, Vince acabó despidiendo también a Heyman, y a todo el que le tosiera: dirigirá cada programa de la empresa hasta que muera.

En 2020, Bischoff tuvo un par de apariciones en AEW, y en 2021 se le concedió el ingreso al Hall of Fame. Él no es un luchador, así que, en principio, su biografía sigue viva: puede hacer las mismas tareas que llevaba a cabo en 1995. No sé, eso sí, si alguien volverá a confiar en él alguna vez para un puesto de responsabilidad, visto el expediente, pero todo es posible.

En lo que respecta a este artículo, no queda más que revisar una lucha suya, tal y como requiere el formato del blog. Si bien Bischoff está muy unido al concepto de WCW, he elegido un combate que tuvo lugar en un programa de WWE, para empezar, porque esto es un especial sobre su entrada al Salón de la Fama de WWE, y para terminar, porque creo que es de lo mejorcito que ha hecho encima de un ring: no hay mucha competencia. Él nunca se preocupó demasiado por aprender a luchar.

La pelea tiene lugar en SummerSlam 2003, durante el cargo de Bischoff como GM. Bischoff había despedido a Steve Austin, pero este fue nombrado co-GM por Linda McMahon, que recibió el acoso de Eric. De hecho, este la intimidó y la besó, que es algo que hoy en día consideraríamos violación. Obviamente, su hijo no se estuvo quieto; Shane había estado peleando con el monstruo rojo Kane, y este lo dejó KO tras aplicarle un Tombstone sobre las escaleras de metal durante una lucha en RAW frente a Bischoff. Eric se vio ganador, y se vengó de Shane, indignado por el hecho de que este se quedara la propiedad de WCW tras la venta de la empresa. Pero su alegría duró poco, porque Austin anunció el regreso de Shane para la mayor fiesta del verano, SummerSlam, donde se vería las caras con nuestro protagonista de hoy.

La lucha que mantienen entonces en puro storytelling; más un segmento que un combate, pero de esos que incluye personalidades muy marcadas, y por tanto, atraen mucho a los aficionados. Eric Bischoff es un tipo bastante asqueroso, en kayfabe, y fuera de él, así que todo el mundo quiere que se lleve una buena paliza.

Y parece que así es en primera instancia. Eric va vestido de karateca, porque es un idiota y se cree un Cobra Kai, pero Shane se lanza contra él con sus puñetazos falsos. Le ataca sin oposición, hasta que, por la espalda, recibe un sillazo de Jonathan Coachman. El Coach, que hasta poco antes estaba realizando entrevistas a los aficionados, se demuestra rudo, apoyando a Eric para que este consiga ganar su combate. Lo cierto es que Coahman nunca me pareció un luchador de verdad, pero en esta época lo parece, al menos físicamente.

En principio, el referee, Robinson, quiere decretar la descalificación, mas Eric, en tanto que General Manager, convierte la lucha en un Falls Count Anywhere, y por tanto, no hay dq posible. Jonathan sujeta a Shane, para que Bischoff le pegue sus estúpidas patadas de adolescente que estudia defensa personal para que no le hagan bullying en el cole. Esto sigue así hasta que aparece Steve Austin. Este hombre, en este momento, está ya retirado, en base a una supuesta lesión de cuello, si bien es cierto que, con los años, admitiría que fue una pataleta para no tener que verse derrotado por nuevas estrellas como Brock Lesnar. Por esto mismo, no tiene ningún problema para realizar confrontaciones físicas. Coahman le recuerda que, legalmente, no puede tocarle si él no lo hace primero, pero Shane lo empuja contra Stone Cold, dándole una excusa a este para poder darle un palizón. Tanto él como Bischoff se tragan una Stunner.

Pero Shane no ha tenido suficiente. Coloca a su oponente encima de la mesa de comentaristas hispanos, y salta desde la esquina, para destrozar a su rival y llevarse la victoria. Para finalizar, celebra junto a Austin bebiendo cerveza del Mercadona.

En fin, no hay mucha lucha en esta lucha, pero es un trozo de storyline que deja satisfecho al público. Buen ataque final del aún joven McMahon.

Puntuación: **1/2

martes, 8 de febrero de 2022

Molly Holly vs Victoria, Title vs Hair, WWE WrestleMania XX


Especial Hall of Fame 2021

Hace poco, terminamos el especial sobre el Hall of Fame 2020, en el que revisamos luchas de todos los egresados en la edición 2020 al Salón de la Fama de WWE. Aquella fue una edición especial, puesto que, por culpa de la Pandemia de COVID, tuvo que aplazarse un año. Por eso mismo, la ceremonia tuvo lugar en 2021, y a ella se añadieron unos pocos nombres más, aquellos que corresponden a ese otro año. Aún tenemos que hablar de los 5 nombres que se añadieron en última instancia.

Porque, entre las personas que debían recibir el honor en 2020, alguna no pudo estar presente en 2021; pasó mucho tiempo. Hablo de Batista, tipo con el que inauguré el especial, antes de que comenzara la pandemia. En tanto que su presencia fue imposible cuando, finalmente, tuvo lugar la ceremonia, la entrada de Batista al Salón se ha dejado para otra edición, si bien ya está presente en mi especial, y no lo voy a cambiar. Una pena. El caso es que los nuevos miembros de 2021 vienen a cubrir su hueco.

En principio, en lo respectivo a mis artículos dedicados al HoF 2021, debía cubrir esta parte de manera veloz, pero existe un problema: Kane es uno de los miembros, y el hombre merece que se le preste la atención que se ha ganado durante sus décadas de servicio para la empresa. Así, avanzaremos rápidamente con el resto (Molly Holly, Eric Bischoff, RVD y The Great Khali), y nos centraremos en el monstruo rojo.

Hoy empezamos con Molly Holly, una de las principales estrellas femeninas de la Era Attitude, una chica que llevó a cabo muchos roles distintos de manera correcta y que, con su buen hacer, supuso un trampolín para que tipas más llamativas, como Lita y Trish Stratus, destacaran. Molly era una buena luchadora, pues fue entrenada por Dean Malenko, y también tenía carisma, y eso le permitió tener una buena carrera. Aún hoy colabora con la empresa en términos de producción, y ha participado en 3 de los 5 Rumbles femeninos que se han realizado desde 2018.

Molly era una buena luchadora; una mujer entrenada por uno de los wrestlers más técnicos de su generación, Malenko, del que aprendió muchas cosas. Es cierto que la lucha femenina de su tiempo no daba mucho espacio a demostrar el talento, pero lo tenía.

Debutó en 1997, y pasó unos primeros años peleando en territorios independientes, mientras gozaba de sus primeras oportunidades en WCW y WWF. Su primer personaje relevante fue el de Miss Madness, una de las chicas que acompañaban a Randy Savage en su regreso a WCW en 1999. Esto le permitió aparecer en televisión con regularidad, junto a una de las grandes estrellas de la empresa, pero no demostrar su habilidad arriba del ring. Tenía combates en programas secundarios, pero no en Nitro. Así fue hasta finales del año 2000, cuando abandonó aquel lugar al que, en cualquier caso, no le quedaba mucho tiempo de vida, y llegó a la compañía en la que trabajaba su entrenador, WWF. Entonces, interpretó su segundo gran personaje: el de Holly Cousin, el miembro femenino  del stable de los Holly; sería la prima de Crash y Hardocore Holly. Así es como se vio las caras por vez primera con Trish Stratus, que apoyaba a un equipo rival: el que formaban Test y Albert. Molly demostró que era muy superior a Trish, y ayudó, gracias a su talento, a poner el foco sobre las mujeres luchadoras. Las luchas mixtas fueron, entonces, habituales, también con Lita, aliada de los Hardy.

Una de las historias más recordadas de entre las que protagonizó, fue aquella en la que se enamoró de Spike Dudley, el hermano flaco de los Dudley. Eso incluso los llevó a interactuar con Stone Cold Steve Austin. Finalmente, en este storyline shakespereano, Spike, por amor, tuvo que enfrentarse a su propia familia.

Un tiempo después, vivió un nuevo cambio de personaje: se unió a The Hurricane para ser Mighty Holly, y luchar, junto a él, contra el mal. E incluso se convirtió en Campeona Hardcore, durante un rato, en la noche de WrestleMania 18, en la que el título cambió de manos muchas veces. Más tarde, en 2002, se terminó la historia de ese personaje, y Molly pasó a la acción seria dentro de la creciente división femenina. Se enfrentó a la sexualidad de las Divas, y comenzó a interpretar un personaje realmente interesado en la lucha. En King of the Ring 2002, venció a Trish, y se convirtió en Campeona Femenina.

Sin embargo, el feminismo tardaría mucho tiempo en llegar a WWE. Entonces, Vince y los bullies que mandaban (y mandan) en esa empresa, se encargaron de ridiculizar a la campeona por su físico, siendo Jerry Lawler el autor de los chistes en su contra en antena. Vince siempre ha querido rubias tetonas con el título, y se encargó de dejarlo claro. Trish recuperó el título poco después, mas, en 2003, Molly fue capaz de hacerse de nuevo con él, y mantenerlo mucho más tiempo. Su segundo reinado, seguramente, fue el mejor de su tiempo.

Otra mujer fuerte y con talento como Victoria llegó a la empresa, y se enfrentó a ella en una rivalidad encarnizada, que obsesionó a Molly, tras perder el título, primero, y la cabellera, después, en WrestleMania 20, en el Madison Square Garden. Después de eso, su carrera se fue diluyendo, y la división de Divas se llenó de modelos pescadas en Playboy o en el Diva's Search. En 2005 abandonó WWE, siendo muy joven, y desde entonces, tan sólo ha regresado en momentos puntuales. Es, la suya, una carrera muy corta, pero llena de cosas buenas, como hemos podido observar en este breve repaso. Desde luego, creo que merece entrar en el Salón de la Fama, por las historias en las que estuvo involucrada.

Hoy, vamos a comentar ese match de título vs cabellera, ocurrido en WrestleMania XX. Dos mujeres poderosas se enfrentan en una lucha con una interesante estipulación, si bien apenas cuentan con 5 minutos para mostrar lo que saben hacer, en una cartelera en la que hay muchos focos de interés, y en la que, por tanto, se funden un poco. Ni siquiera se pone un vídeo previo en el que se explique la rivalidad. Un barbero espera a la perdedora en la rampa de llegada.

La lucha, como digo, es cortita, pero bien ejecutada. Yo siempre pienso que mujeres como estas deberían volver a WWE para tener alguna rivalidad eventual actualmente, ahora que hay tiempo y buenas rivales en la división femenina, puesto que esta sería una buena forma de hacer justicia a su talento, y les permitiría demostrarlo de verdad. Y es que, por mucho conocimiento que tengan, su combate dura poco, y no obstante eso, el público casi se queda dormido. No está interesado en el match, y de vez en cuando esboza cánticos machistas que encajan bien con los comentarios de Jerry Lawler y Jim Ross.

Molly domina el match, con buen llaveo a los brazos en primera instancia, y buenos candados al cuello después. Victoria contraataca con buenos movimientos, pero sigue bajo control de su oponente. Sin embargo, en un momento dado, escapa a sus agarres y consigue conectar un counter con el que se lleva la victoria.

Tras el match continúa la acción, completando así la historia de mejor manera. Molly trata de huir para no tener que cortarse el cabello, e incluso intenta rapar a la ganadora. Esta se revuelve, la ata a la silla de barbero, y utiliza la maquinilla para arrancarle el pelo, mientras el público no sabe si alegrarse o sentir pena por la humillación que eso supone. Molly pierde, y durante las próximas semanas, aparecerá en televisión con peluca.

La lucha está bien ejecutada, pero no es casi nada. El postmatch aporta mucho, pero no puede ser considerado para la puntuación.

Puntuación: **1/2

sábado, 5 de febrero de 2022

30 Women Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022

Hace unos días, comentamos el Royal Rumble masculino de este año 2022. Hoy, vamos a hacer lo propio con la batalla femenina, una batalla llena de estrellas del pasado.

WWE creó el Royal Rumble femenino en 2018, cuando fichó a Ronda Rousey, y la hizo debutar tras el fin de la batalla real. Esta, entonces, estuvo plagada de estrellas invitadas, en tanto que el roster de mujeres que tenía la empresa no era suficiente para completar algo interesante. Pero eso cambió.

Durante los siguientes años, firmó a muchas mujeres (y a muchos hombres, pues vació el mercado indy para eliminar la competencia). Por eso, las batallas correspondientes a los siguientes años, contaron con una participación de la casa, que, no nos engañemos, es algo mucho más aburrido: los Rumbles son lugares afines a las sorpresas. Y estas han vuelto este año.

Porque, a partir del comienzo de la pandemia de COVID-19, la estrategia de los McMahon con respecto al talento cambió radicalmente: empezó a despedir a gente sin parar. Vince se había dejado llevar por vicepresidentes que habían puesto gran énfasis en la plataforma WWE Network, y en el talento propio, y no estaba muy contento con eso. Despidió a sus directivos, y cambió el rumbo de las cosas. Firmó un acuerdo con Peacock, para que esa plataforma difundiera u contenido, y echó a la calle a más de 100 luchadores en un par de años. ¿El resultado? WWE firmará el mayor beneficio económico de su historia. Ese viejo avaro no es tonto.

Durante estos años de despidos, muchas mujeres se han ido a la calle, si bien la mayoría de ellas ha encontrado acomodo fuera. Ya no están Billie Kay, Peyton Royce, Mickie James, Chelsea Green, Lana, Ruby Riott, Marina Shafir, Mercedez Martínez, Ember Moon, Mia Yim, Nia Jax, o Eva Marie, entre otras. Y todo ese dinero en sueldos, se va para el bolsillo de Vince y sus hijos.

Por eso mismo, en este Royal Rumble hay tantas estrellas invitadas. Está incluso Mickie James, que es presentada entre aplausos como Campeona de Impact. No entiendo muy bien esta alegría, si, recientemente, ha estado varios años en la empresa no haciendo nada. Por otro lado, esta política de traer estrellas de otras empresas puede ser interesante; es algo que WWE no hace desde hace milenios. Veremos qué consecuencias tiene.

Durante las semanas previas, había dudas sobre la participación de Sasha Banks, debido a sus problemas físicos. De hecho, parece ser que estos han evitado un push en camino de WrestleMania. En cualquier caso, ya sabemos cuál será el main event del gran evento del año; la revancha entre Ronda Rousey y Becky Lynch. Sasha hace unos buenos minutos en esta batalla, pero es eliminada relativamente pronto: probablemente no esté recuperada al 100%.

Entra con el número 1, y su primera rival es una leyenda muy recordada, Melina. La expareja de John Morrison realiza su legendaria apertura de piernas, si bien es obvio que no se encuentra en un estado físico muy bueno. Recibe el respeto por parte de Sasha, antes de caer ante ella. Ambas muestran sus poses clásicas, aunque el duelo no contiene demasiada lucha.

Kelly Kelly también hace su aparición especial, si bien cada año es más difícil de reconocer, debido a la cirugía plástica. También ella cae fácilmente ante la chica del pelo azul. Esta, a pesar de su buen comienzo, no dura mucho en la batalla, mientras comparece gente como Bianca Belair o la Reina del Ring, Zelina. Asimismo se sube al ring, un año más, Michelle McCool, mujer de Undertaker, y la figura de autoridad Sonya Deville. Esta va directa a la mesa de comentarios; no tiene prisa.

La batalla es un poco aburrida en este momento, si bien hay un par de piezas de storyline que animan un poco la competición. Tenemos una nueva sorpresa sobre el ring: Cameron, una de las funkadactyls, compañera de Naomi como bailarina de Brodus Clay, antes de ser despedida de la empresa y realizar declaraciones muy polémicas. Hoy regresa para hacer su papel en la rivalidad entre su antigua compañera y Sonya Deville, que deja la mesa de comentarios y la ataca violentamente. Tras eso, llega al ring Naomi para vengarse.

Carmella llega para tontear con los comentaristas, pero la siguiente participante, la pesadilla Rhea Ripley, no se lo permite. Se enfrenta a ella y a su compañera, Zelina, y las elimina a ambas. Tras esto, llega al ring Charlotte Flair; cuidado con la participación en la batalla, porque a partir de aquí, va a mejorar mucho, y va a contar con grandes campeonas de diversas generaciones.

Sonya, aún eliminada, provoca, a su vez, la eliminación de Naomi. Después de eso, llega la Hall of Famer Ivory, que interpreta su personaje de Right to Censor, que originalmente combatía el descoque de las Divas de vieja escuela. Coge el micro para decir sus tonterías, pero es eliminada por Rhea. Después de ella, es el turno de Brie Bella; mientras su esposo triunfa en AEW, Bella hace su regreso a WWE, como lo hace su hermana minutos después, e incluso la citada Mickie James, que trae la correa de Campeona de Impact Wrestling en su cintura. Nada más entrar al ring, se enfrenta a Michelle McCool, una rival con la que protagonizó una rivalidad muy explícita en su día, y a la que elimina.

No es esta una gran batalla, pero ya vemos que pasan cositas, a diferencia de lo que ocurre con la versión masculina. Con el número 21, se aproxima al ring Alicia Fox, otra excampeona que lleva un par de años fuera de acción, pero que ya participó en RR 2021. Es una mujer muy poco interesante, pero no debe tener mala relación con la empresa, ya que estuvo en ella muchísimos años.

Otra cosita de cuantas ocurren en las llegada de Nikki ASH, la superheroína, que ataca a Rhea por la espalda. Esta chica destacó mucho en la creación de su personaje, pero por lo que veo, ya ha hecho un turn heel, algo muy apropiado para este tipo de personalidades: la bondad cansa. Como el número 25 entra al ring Summer Rae, una mujer que yo apenas recuerdo, pero que estuvo en la compañía hace unos años, y con el número 26 se completa la Bella Army. Las gemelas, que están en buena forma, hacen equipo para eliminar a varias rivales.

Otra sorpresa no muy sorprendente es la de Sarah Logan, una chica que fue despedida hace un par de años, que tenía un personaje salvaje, y que hacía equipo con alguien que está ahora en el ring: Liv Morgan. Se reencuentran, pero son vencidas por las Bella.

La siguiente participante es Lita, la mayor estrella femenina de la Era Attitude en WWE. También ella demuestra un gran estado de forma, y se gana seguir peleando en la compañía, como se verá posteriormente. Elimina a Mickie y se enfrenta a Charlotte.

Continuamos con un duelo de heroínas: Molly Holly llega para enfrentarse a Nikki ASH, que la espera escondida y la ataca de forma violenta por sorpresa, para eliminarla posteriormente. El público no está contento con eso. Con el número 28, llega Ronda Rousey, para estupor del resto de participantes.

La participación en este momento es extraordinaria, porque se enfrentan estrellas de varias generaciones. Brie traiciona a su hermana y la elimina, tan sólo para caer víctima de Ronda. Su amiga Shayna Baszler llega a la batalla, para encontrarse con ella, y así se completa el ring. No llegan, no obstante, a  enfrentarse, por las interferencias de otras mujeres. Lita aplica el Twist of Fate sobre Charlotte, aprovechando que los Hermanos Hardy ya han dejado la compañía, y busca el Moonsault, pero acaba siendo eliminada por el Big Boot de la hija de Ric. Esta echa fuera también a Ripley, y aprovecha una gran batalla entre Baszler y Bianca, que ha aguantado en combate durante 45 minutos, para expulsar a las dos. Así, se queda sola frente a Ronda. Gran dominio de ambas.

Estas dos mujeres mantuvieron una gran pelea en Survivor Series 2019 pero, en este caso, su enfrentamiento dura poco. Charlotte se lanza con un Big Boot sobre su rival, pero esta aprovecha el impulso para levantarse sobre las cuerdas, y derrotarla. La exUFC apunta a un enfrentamiento con Becky Lynch en WrestleMania.

No está mal la batalla: ocurren muchas cosillas, aunque el final es decepcionante. Ronda y Charlotte podrían haber hecho algo mucho más emocionante, si bien es cierto que no conozco el estado físico de la primera.

Puntuación: ***1/2

miércoles, 2 de febrero de 2022

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022



Vamos a revisar las dos batallas reales del evento Royal Rumble 2022 de WWE. En ambas, hay sorpresas y ganador final relativamente inesperado. Empezamos por la edición masculina.

Esta edición tiene varias cosas interesantes, si bien creo que no es muy buena en términos de puesta en escena. De hecho, la primera mitad de la misma (o dos tercios, si se quiere) resulta bastante insoportable. Un año más, WWE no se ha dignado a escribir historias para que tengan lugar a lo largo de la hora de pelea; se ha conformado con llenar el ring de tíos en gallumbos, algo que era interesante cuando existían los personajes de verdad, mientras que ahora, como todos los luchadores son más o menos iguales, no hay demasiado que rescatar.

Y ni siquiera hay leyendas del pasado que hagan apariciones especiales, algo imprescindible para prender la llama en este tipo de acontecimientos. Sí que los hay en la versión femenina; entiendo que, tras las olas de despidos de los últimos meses, la empresa ha vuelto a su estado de 2017 en lo respectivo al roster femenino. Por eso esa batalla resulta mucho más entretenida que esta. En la versión masculina, gozamos de la aparición de dos estrellas de la farándula (algo es algo) y un final un poco más brillante.

Styles quería celebrar que han pasado 4 años desde su debut, precisamente en Royal Rumble. En esta ocasión, sale con el número uno, y es el protagonista de los primeros minutos de pelea, si bien acaba siendo expulsado del ring de manera irrelevante. El segundo gran protagonista es el enorme Omos, que entra para limpiar un poco el ring, pues este estaba lleno de Don Nadies (meter tag teams en RR es una política que siempre resulta decepcionante para el público). Pero antes de eso, vemos entrar al ring a Johnny Knoxville, un personaje televisivo famoso en USA, creador de Jackass. Se pelea con Sami Zayn, pero acaba recibiendo finishers de varios luchadores, para ser eliminado por el Helluva Kick de El Genérico. Nada más ocurrir esto, el canadiense es expulsado asimismo por Styles.

Como decíamos antes, Omos aparece para causar el caos, sacando fuera a varios rivales. Parece invencible, mas la entrada de Chad Gable resulta fatal para su causa. Con su inteligencia superior, une a todos los luchadores en contra del gigante, que es rematado por su antiguo mentor, el propio AJ. Así acaba la amenaza de Omos. Esto resulta lo más interesante de cuanto ocurre durante la primera mitad de la pelea.

Los minutos pasan, algunos luchadores entran, y otros salen. Cuando Madcap Moss y Happy Corbin se juntan, consiguen hacer daño en equipo. y eliminar a luchadores como AJ. La cosa se anima un poco cuando llega Drew McIntyre, tras vencer a su lesión, y derrota a los dos payasos en cuestión. Por si acaso, les pega una buena paliza también fuera del ring.

Durante años, hemos dicho que resultaba increíble que los spots al límite de Kofi Kingston siempre salieran bien en el Rumble. Pues bien, el de este año sale mal. El luchador es lanzado fuera por Sheamus (creo), y se engancha a la barrera de protección. Pero la caída es demasiado fuerte, y sus pies tocan el suelo un instante. Es imposible verlo a simple vista, y WWE podría haber defendido que no había tocado, si no hubiera ofrecido una toma en la que se viera todo. Pero toca, y WWE sigue sus reglas: Kofi es eliminado nada más llegar, sin ofrecer su locura anual. Otra cosa mal.

El aburrimiento continúa, hasta que se anima un poco con la llegada de Bad Bunny, quien ya participara en Wrestlemania, con buenos resultados. Una vez más, aplica varios movimientos a la perfección, y se apoya en un hispano hablante, Rey Mysterio, para permitirle aplicar un 619. En lugar de la habitual aparición sorpresa que no aporta nada, Bad aguanta en el ring un buen rato, lo que tiene su mérito. También lanza fuera a Sheamus y Dolph Ziggler, que 15 años después, sigue aquí, no haciendo nada.

Los tres últimos participantes continúan con el gran trabajo de Bunny para animar la pelea. Con el 28 llega inesperadamente Shane McMahon, que se encuentra con un clásico rival: Kevin Owens, y lo elimina. Con el 29 entra Randy Orton, que tras 20 años peleando, sigue generando una reacción del público enorme (quizás la mayor de la noche), y entra para hacer equipo con su amigo Riddle y eliminar varios rivales con diversos RKO. Con el 30 entra Brock Lesnar, y el estadio se viene abajo.

Lesnar llegó a este show como Campeón de WWE, pero perdió el título ante Bobby Lashley, debido a la interferencia Roman Reigns. Ahora que lo vemos aquí, sabemos lo que significa: el capítulo final de la rivalidad entre ambos en el mayor evento del año. 

Entre pitos del respetable, Lesnar elimina a Orton, y aplica F5 al pobre Bad Bunny. Por eso aguantaba tanto el... ¿cantante?, para recibir el mayor ataque del mundo, algo que, supongo, se repetirá mucho en televisión. Lesnar continúa con la destrucción, hasta que se queda solo frente a Drew.

La verdad es que el final no es muy dramático: carece de emoción, tal y como ocurre en la batalla femenina. Estos dos tipos, que ya se vieron las caras en WrestleMania, se enfrentan, y la victoria se va para La Bestia, sin excesiva dificultad. Así termina un Royal Rumble aburrido como ninguno, pero un poco mejor en su parte final. A partir de la salida de Bad Bunny, pasan muchas cosas.

Puntuación: ***1/4


domingo, 30 de enero de 2022

Bobby Lashley vs Goldberg, WWE Crown Jewel 2021


Me acabo de enterar de que esta noche tiene lugar Royal Rumble. Parece ser que WWE ha cambiado el día de sus PPVs, pasándolos al sábado, y yo no me había enterado, porque hace tiempo que no veo uno en directo. La verdad es que nunca entendí demasiado bien la idea de realizar eventos en domingo; supongo que es algo cultural, propio de los Estados Unidos, pero para mí era un calvario ver shows en la madrugada del domingo al lunes. Hoy podré ver Royal Rumble tranquilamente.

Antes de eso, debo terminar el repaso a la rivalidad entre Goldberg y Lashley que comencé en el anterior post. Como ya comenté entonces, los dos luchadores se vieron las caras en SummerSlam 2021, y en lugar de presenciar el clásico intercambio de finishers propio de las luchas del Hall of Famer, pudimos observar una lucha con historia, en la que el Superman Moreno intentó acabar con la carrera de Bill, al herir su pierna gravemente. Cuando esto ocurrió, el hijo del veterano saltó en defensa de su padre, siendo, de esa manera, víctima de la fuerza del todopoderoso Bobby.

Goldberg juró matar a su rival. Literalmente. Y no es algo puntual; durante la rivalidad, juró dejar su cadáver muerto sobre el ring, y cosas así, debido a lo que le había hecho a su hijo. Realmente, yo no recuerdo que estas palabras se hayan dicho nunca en WWE; son demasiado violentas para el tipo de programas que hace la empresa. De hecho, durante décadas, Undertaker tuvo que usar eufemismos como "Descanse en paz", para no tener que referirse a la muerte directamente. Quizás en la Era Attitude hubiera promos en este tono; yo no lo recuerdo, mas en esa época era demasiado joven como para entender inglés. Pero la verdad es que me ha gustado; le da un toque distinto a la rivalidad, y por primera vez en años, me ha interesado lo que estaba haciendo Goldberg. En Crown Jewell, nuevo evento de WWE en Arabia Saudita, los luchadores se enfrentan en un No Hold Barred, una lucha violenta propuesta por Lashley, que Goldberg agradece, porque así podrá matar, legalmente, a su rival.

En lo relativo al combate, creo que, como en el caso de SummerSlam, es bueno, aunque creo que el resultado está lejos del nivel de amenazas que expresó durante la rivalidad Goldberg.

Para empezar, Bill se lanza con violencia contra su rival, pero este tiene una cadena escondida, que utiliza para hacerle daño en la cabeza, e incluso algún corte legítimo. Después de eso, busca de nuevo su pierna, en la que lleva un protector, para aprovecharse de la lesión infligida un par de meses atrás, y ganar, así, con mayor facilidad. Sin embargo, y a pesar de que Bill vende muy bien su dolor, se recupera, y consigue aplicar Jackhammer y Spear sobre su oponente. A pesar de ello, la lucha no termina aquí; aún quiere infligir más dolor al agresor de su hijo.

Bobby parece no tener oportunidades ante un Goldberg que físicamente está muy bien, para su edad (obviamente, Bobby está aún mejor). Goldberg está a punto de matarlo, literalmente, tirándole los escalones de metal encima, pero Bobby consigue esquivarlas y huir a la rampa. Allí, le socorren sus amigos, Cedric Alexander y Shelton Benjamin, pero estos son noqueados por Goldberg con facilidad. Los dos luchadores se enfrentan con palos de kendo, y de nuevo, Goldberg gana. Se lanza con una Spear sobre su oponente desde la rampa, y ambos caen un par de metros abajo, sobre el clásico acolchamiento que usa WWE en este tipo de spots. Con este final, Goldberg se lleva la victoria y venga a su hijo.

Buen final para un tipo de la edad de Goldberg. No es un salto impresionante como aquel que protagonizaron Undertaker y Batista en Backlass 2007, pero está bien. Como digo, no es un final tan violento como cabria esperar tras las promos previas, pero apruebo la lucha, si bien esta se hace un poco aburrida en algunos momentos.

Puntuación: ***

martes, 25 de enero de 2022

Goldberg vs Bobby Lashley, WWE SummerSlam 2021




Tenía ganas de echar un vistazo a la rivalidad entre Goldberg y Bobby Lashley, que tuvo lugar en 2021. Y es que, todos los enfrentamientos que ha tenido la leyenda de WCW desde que volvió a la acción, a excepción de sus primeros encontronazos con Brock Lesnar, resultaron carentes de toda historia, más allá de miraditas y amenazas, y de todo intento de contar algo arriba del ring, más allá de los finishers de siempre. De hecho, la única vez que tuvo la intención de hacer algo distinto, fue aquella en la que peleó ante The Undertaker, y no salió bien, porque se partió la cabeza durante la pelea.

Una leyenda como él requiere de breves storylines frente a malvados que le permitan dar ese momentito de amor nostálgico y justiciero tan apropiado para el wrestling, pero creo que no se está usando bien esa potencialidad. En demasiadas ocasiones se le está lanzando a pelear contra campeones mundiales, y es obvio que esas peleas, salvo rara excepción, no debe ganarlas. Si las leyendas pierden muchas veces seguidas, pierden la magia, y el hálito de imbatibles seres de épocas pasadas. Pero ya sabemos que el producto de la casa McMahon gira en torno a sus mayores títulos; ha sido así desde los años 60. Así pues, en SummerSlam 2021, un evento lleno de figuras de tiempo parcial, que, dados los despidos ocurridos en la compañía durante el año, es lo único que queda, se comete este error por partida doble. Tanto Goldberg como John Cena son lanzados contra los mayores títulos, tan sólo para ser derrotados.

Y sin embargo, la derrota de Bill no es tan dolosa. De hecho, introduce el factor de su hijo en la historia, y resulta un episodio interesante para que continúe su rivalidad frente al todopoderoso Lashley. El siguiente match entre ambos, tiene lugar cuando este ya ha perdido el título, y creo que eso es perfecto. Comentemos todo desde el principio.

A WWE le gusta enfrentar a pesos pesados. Resulta, en el imaginario colectivo, un choque de titanes, y es mucho más interesante aún cuando esos titanes pertenecen a diferentes generaciones. Muchos, sin duda, soñaron con ver luchar a Goldberg frente a Ryback, aquel a quien tantas veces se acusó de ser una copia del primero. A mí me hubiera gustado ver ese match, si bien no creo que hubiera sido muy bueno. Pero, más allá de la calidad, el hecho de que el público le grite "Goldberg, Goldberg", a un luchador sin parar, en forma de burla, supone un storyline nacido de manera natural, y eso se debería aprovechar. Por desgracia, no coincidieron los dos luchadores en la empresa.

Los que sí lo hacen ahora son Goldberg y Bobby Lashley. Este último parecía desahuciado para los grandes planes de WWE. Su carrera repuntó hace mil años: en 2007, y después de pasar mucho tiempo fuera de la compañía, nadie esperaba verlo como campeón en 2021. Han pasado siglos. Sin embargo, ha sido ahora, gracias, en gran medida, a la ayuda de MVP con el micro, que ha cubierto su absoluta falta de carisma, que podemos verlo en lo más alto.

Goldberg volvió a luchar en 2016. No tenía necesidad económica de hacerlo, siempre está metido en cosillas, pero tenía un sueño: que su hijo le viera luchar; que su hijo, viera el amor que la gente sentía por él, y lo que podía hacer encima del ring. Han pasado 5 años desde eso, y en este tiempo, su hijo se ha convertido en un hombrecito. Es un buen momento para usarlo en una historia; eso siempre funciona.

La gente recibe de forma correcta a Godlberg en su llegada a SummerSlam. En el Allegiant Stadium de Paradise, Nevada, se juntan más de 50.000 personas para ver a estas y a otras grandes estrellas, pero, a pesar del agradecimiento que expresan hacia el veterano, durante todo el match apoyan a Lashley. Se alegran cada vez que ataca... incluso cuando su víctima es el hijo de Goldberg, un chiquillo adolescente. Es cierto que, quizás, muchas personas no lo reconocieran en su ataque. Pero vayamos por partes.

Goldberg y Lashley no salen a hacer Spears sin parar, como cabría esperar tras escuchar las promos previas. No, intentan luchar de verdad, y de hecho, Bill sorprende con varias variantes de Power Slam que no hacía desde hace 20 años. Bobby contraataca, e intenta dañar el cuello de su oponente para preparar el uso de su llave Nelson. Sin embargo, se come un par de Spears bastante buenas.

Ante la desventaja de su pupilo, MVP, que está cojo por una lesión, pasa al ataque, y golpea a Goldberg con su bastón. Le hace mucho daño en la pierna, y Bobby hace el resto para inutilizarla por completo. El todopoderoso ataca sin parar la pierna de Bill, hasta que este no puede mantenerse el pie, por lo que el referee decreta la victoria del campeón. El público celebra su victoria, aunque esperaba que la consiguiera de mejor manera.

Tras el match, Bobby sigue atacando al de la racha de cientos de combates imbatido, hasta que aparece su hijo para impedírselo. Bobby le aplica Nelson, y lo deja KO, en principio, o eso dice MVP, sin saber que era él. Goldberg promete que matará a Lashley, un término que nunca he escuchado en WWE. Veremos como sigue la cosa.

La lucha está bien, es correcta, y la historia se presenta interesante.

Puntuación: ***

sábado, 22 de enero de 2022

AJ Styles vs Jimmy Rave, PSW 08/05/2015


Especial fallecimiento de Jimmy Rave

Ya comentamos en el último post publicado en el blog, que Jimmy Rave falleció a finales de 2021. Fue un luchador notable, que se enfrentó a la crema de la lucha independiente de Estados Unidos de este siglo, y por eso, a pesar de no haber estado en las grandes ligas, merecía un par de homenajes, en forma de reviews de luchas. Tras hablar, en aquella ocasión, de un match suyo en Ring of Honor frente al gran Nigel McGuinnes, hoy toca revisar una lucha que disputó años después, en 2015, frente al talentoso AJ Styles.

Ya dijimos que Rave destacó en las mejores versiones de ROH y TNA, pero las lesiones y las adicciones mermaron sus opciones de medrar en el negocio. Nunca dio el gran salto, y la verdad es que su vida acabó de manera espantosa. No obstante, hasta sufrir los problemas de salud que provocaron que perdiera un brazo y las dos piernas, se mantuvo activo, si bien en lugares que no tenían los focos encima. Esta lucha que comentamos hoy, pertenece a un evento de PSW, Pro South Wrestling, una empresa independiente afincada en el estado de Alabama. Tuvo la suerte Rave, eso sí, de enfrentar a un wrestler que pertenece a su misma generación, pero al que la vida le sonrió mucho más: AJ Styles, un seguro de vida arriba del ring.

Para entonces, Rave ya no tenía mucha pinta de wrestler. Había echado tripa, y se había quedado medio calvo. Parecía, más que un luchador, un notario de Logroño. Y realmente, no era muy mayor; apenas superaba los 30. Obviamente, tenía otras cosas en su cabeza. Pero era un buen worker, y aquí lo demuestra, participando en un match muy técnico, muy igualado, en el que ambos aplican muchas llaves y palancas a los brazos, y en el que ambos tiran mucho de golpe de antebrazo y ataques a la nuca. Hay algún Brainbuster sobre Rave que podría haberlo matado.

Obviamente, el público de Alabama no es el de Ring of Honor del 2007. Esta es una empresa pequeña, y el público asistente está formado por familias que deben ir a pasar la noche cada semana. Por eso el ambiente no es tan violento. Las voces que se escuchan son de niños y chicas que apoyan a su favorito. Esto resta energía al match, pero no está mal. La gente aprecia la lucha técnica que realizan ambos luchadores, sin ponerse nerviosa.

Después de muchos minutos de candados, ambos luchadores se levantan y pasan a una etapa de más acción, que acaba cuando los dos intentan hacer rendir al rival con ataques a las piernas. Después de eso, llega el citado Brainbuster asesino sobre Rave, que sobrevive con demasiada soltura, y contraataca con Superplex. Aplica un Crossface tras tijeras, que recuerda a La Mística del Místico. Tras un par de ataques más por parte de los dos, AJ atrapa a su oponente con un Styles Clash desde la esquina, y se lleva la victoria.

La lucha está bastante bien; es técnica, y presenta varias ofensivas de calidad. Carece de una historia importante, y de un público realmente interesado, pero la habilidad de los dos luchadores a la hora de pelear resta importancia a la falta de trascendencia que parece tener todo.

Puntuación: ***1/2

domingo, 16 de enero de 2022

Jimmy Rave vs Nigel McGuinness, ROH 04/03/2007




Especial fallecimiento de Jimmy Rave

Tras terminar el homenaje a Brodie Lee en su aniversario luctuoso, hoy tenemos que comentar otro suceso relativo a la industria del wrestling. Jimmy Rave, luchador independiente, falleció el pasado 12 de diciembre de 2021, 4 días después de haber cumplido 39 años de edad. DEP.

Jimmy Rave es un tipo conocido para los seguidores del wrestling indy americano, uno de aquellos que formaron parte de la era dorada de ROH y TNA durante la primera década de este siglo. Era un hombre pequeño, técnico, buen rudo, que trabajaba bien, pero que carecía del tamaño y de la personalidad suficientes como para convertirse en una estrella. Nunca, de hecho, llegó a ganar un título propio de una empresa relevante, y no pasó demasiado tiempo cerca de los main events, y sin embargo, todo el mundo lo recuerda, porque era un buen worker, y estaba donde hacía falta.

Asimismo, su adicción a las drogas frenó mucho su carrera. Sufrió serias lesiones que le llevaron a consumir painkillers en exceso, y eso tiene consecuencias. Consiguió, no obstante, desintoxicarse, y un trabajo honrado, mas se mantuvo como luchador hasta que llegó la pandemia de COVID-19. Ese año, 2020, sufrió una infección que provocó que le amputaran el brazo y las piernas, lo que resulta dramático para cualquier persona, y mucho más para un deportista. Por si fuera poco, las enormes facturas del hospital llegaban sin cesar, y se veía obligado a pedir ayuda por Internet para hacer frente al pago. No debió darle tiempo a hacerlo, porque, como decimos, hace unas semanas conocimos su muerte. Creo que no ha trascendido la causa subyacente, pero dada su situación, existen muchos candidatos. Lo dejaremos ahí.

Vamos, pues, a revisar un par de combates dentro de sus 20 años de carrera como luchador profesional. Empiezo hoy con un match que ocurrió en un evento de Ring of Honor del 4 de marzo de 2007. Jimmy, entonces, estaba enfrascado en una rivalidad con el inglés Nige McGuinnes; uno de los hombres más importante del momento, mucho más fuerte que él. Se enfrentaron, entonces, en un Fight Without Honor Match, un tipo de lucha violento en el que vale todo, y que chocaba con esa naturaleza primitiva de la empresa, relacionada con el amor por el wrestling clásico y puro, que no tiene nada que ver con su actual producto.

Esta es una lucha que recibió críticas enloquecidamente buenas. A mí me parece de buen nivel, pero no creo que sea para tanto. Es una brawl de hombre grande (relativamente grande), frente a hombre pequeño. El primero lleva una venda en la pierna, lo que permite un desahogo y una debilidad que puede aprovechar el pequeño, mas apenas lo hace un par de veces. Nigel domina la mayor parte del combate, con su fuerza superior; sus codazos, Uppercuts, lazos y golpes de antebrazo.

Se introduce un interesante objeto en la lucha: una de las vallas que normalmente se usan para separar el ring de las gradas, que en este caso, al apoyarla entre el ring y el resto de las gradas, se convierte en un lugar tremendamente doloroso sobre el que lanzar al rival. Es cierto que no es tan rígida como parece; se dobla fácilmente cuando se lanza a rivales sobre ella. Es obvio que no es tan dura como aquellas que ponen las autoridades en la calle delante de unas obras, pero eso no quiere decir que las caídas sobre ella no hagan daño. Ambos luchadores acaban siendo víctimas de esto en varias fases del match.

La diferencia de poder, sin embargo, es demasiado grande. Rave sobrevive a cosas muy locas, incluyendo un Cutter sobre una silla. Sobrevive demasiado, en mi opinión. Incluso tiene la oportunidad de ganar, al aplicar una llave sobre la pierna herida de su oponente. Pero, al final, un nuevo Cutter sobre la citada valla, seguida de un mega Lariato marca de la casa del señor Nigel, acaba con el match.

Creo que este es un muy buen combate, si bien no tanto como se vendió en su momento. De todos modos, las notas son hijas de su tiempo.

Puntuación: ***1/2

miércoles, 12 de enero de 2022

Cody vs Brodie Lee, Dog Collar Match, AEW Dynamite 07/10/2020


Especial fallecimiento Brodie lee

Después de un 2021 complicado en cuanto a publicaciones en el blog, saludamos al año nuevo, con la intención de recuperar la actividad. Con tal fin, debo acabar tareas pendientes, empezando por el especial sobre el fallecimiento del gigantón Brodie Lee, conocido como Luke Harper en WWE.

Hemos visto, en dicho especial, combates suyos en territorios independientes, y en WWE. La última lucha que vamos a revisar es una que mantuvo unas semanas antes de morir, en la empresa en la que resurgió tras el maltrato recibido en WWE: AEW.

En estos últimos meses de su carrera, y de su vida, se convirtió en el líder de una malvada facción: The Dark Order. Én ese tiempo, se le conoció como The Exalted One; se puso un traje, y llevó a cabo algunas promos en las que se burlaba un poco de su odiado Vince McMahon. Ese personaje no estaba mal, pero yo pienso que no era apropiado para él: Un tipo tan grande, con una barba tan larga, y con cara de loco, debería actuar como un monstruo: es como aprovecha mejor su apariencia. Creo que el personaje que ejecutaba en WWE era perfecto para él, si bien es cierto que tenía un recorrido limitado. Todos los luchadores quieren ser protagonistas, y acaban siendo todos iguales. La diferencia entre unos y otros es la base fundamental para crear personajes, y en base a ellos, historias.

Brodie entró en rivalidad con una de las principales figuras de AEW, el gran Cody Rhodes. El barbudo derrotó al American Nightmare, proclamándose Campeón TNT. Cody tuvo que pasar un tiempo fuera, después de la paliza recibida por el animal del que hablamos hoy, e incluso el veterano Arn Anderson fue atacado. Posteriormente, Lee defendió el título con éxito ante el hermano de su rival, el legendario Dustin Rhodes, que resultó asimismo víctima de su abuso,y el de sus acólitos. El asunto se volvió personal, y, ¿cómo resuleven los problemas personales los Rhodes? Con Dog Collar Matches.

AEW ha hecho muchos tributos al pasado en su corta existencia. Mientras que WWE quiere invisibilizar el folclore del wrestling, su competencia lo potencia con aportes culturales que siempre resultan evocadores. Es este, desde luego, un deporte que ha vivido tiempos mejores, y por tanto, debe reivindicar su grandeza. 

En ese sentido, los Dog Collar Matches, suponen un elemento clásico a través del cuál, se redimieron muchas rivalidades violentas en tiempos de los territorios, allá por el salvaje medio oeste americano. Entonces, no existían los Hell in a Cell Matches, ni los Ladder Matches, pero había otras estipulaciones, entre ellas, esta, que consiste en que los dos luchadores se tienen que reventar la cabeza, atados del cuello. El padre de Cody, el señor Dusty Rhodes, estuvo en varios combates de este tipo, incluyendo uno en el que participó su jovencito segundo hijo: aquel en el que se enfrentó a Randy Orton en 2007.Aquel era un Texas Bullrope Match, una cosa muy parecida.

Esta vez es Cody el que se ata el collar de perro al cuello, mientras que al otro extremo está un hombre que nadie quiere tener cerca: Brodie Lee. En las gradas está el veterano Greg "The Hammer" Valentine, que en Starrcade 1983 disputó uno de los Dog Collar Matches más recordados de todos los tiempos, aquel en el que se enfrentó al mítico Roddy Pipper. Este es otro aporte cultural de AEW que agradecemos; está bien honrar a los grandes hombres.

La lucha entre Cody y Brodie no está mal. Es cierto que son otros tiempos; este tipo de matches no interesan mucho al público, porque no son dados a los grandes spots, que resultan imprescindibles actualmente para contentar a la audiencia, que sabe que la lucha libre es de mentira, y que por tanto exige, más que verosimilitud, entretenimiento circense. Así pues, si bien es cierto que Cody y Brodie están atados del cuello, las cadena que les une es muy larga, y permite hacer, casi, cualquier cosa. Aún así, es peligroso hacer locuras con ella, y de hecho, Lee resbala de manera peligrosa al aplicar una patada. Pero, por lo demás, la estipulación, en muchos casos, parece irrelevante.

Hay una etapa, al principio del match, más propia del estilo de los Dog Collar Matches. Es el rato en el que Brodie domina, atacando la cabeza de su oponente, provocándole un corte, y pegándole con la cadena. Después, empiezan los spots locos propios de AEW, incluyendo un rompecuellos en una mesa sobre el gigante, que se desangra también. 

Arn Anderson regresa, para ser atacado por Brodie, pero consigue aplicar su clásico Spinebuster sobre uno de sus lacayos. El malo está a punto de ganar, con superkicks y Powerbombs, pero, finalmente, Cody encadena algunos de sus movimientos de firma, para llevarse la victoria y cobrar venganza.

Creo que la lucha es bastante buena. Tiene su parte de lucha propia del estilo, y su parte de ataques locos. No es para tirar cohetes, pero vale la pena verla.

Puntuación: ***1/2

domingo, 7 de noviembre de 2021

Luke Harper y Erick Rowan vs Daniel Bryan y Roman Reigns, WWE Hell in a Cell 2019

Especial fallecimiento de Luke Harper

Como todo el mundo sabe, el gigante Luke Harper falleció a finales del año 2020, cuando pertenecía a la empresa AEW. Por ese motivo, a principios de este año 2021, iniciamos un pequeño especial sobre su carrera, en el que revisamos un par de combates de su etapa como luchador independiente. Yo quería añadir un par de luchas más a ese especial, propias de su carrera mainstream, así que voy a aprovechar su primer aniversario luctuoso para hacerlo. Hoy, revisamos una lucha suya en WWE.

Ya sabemos que Harper tuvo una carrera larga en la empresa de los McMahon. Luchó en FCW y NXT, donde formó la Wyatt familia junto con Erick Rowan y Bray Wyatt y más tarde, ya en WWE, junto a Braun Strowman. Estos cuatro hombres, que juntos, tuvieron bastante éxito, formaban una nueva generación de gigantes que debía sustituir a  clásicos como Undertaker, Kane o Big Show. Sin embargo, hoy en día, los cuatro están fuera de la empresa, que no para despedir gente de una manera muy excesiva.

Wyatt y Braun tuvieron éxito a nivel individual, pero Harper y Rowan no. Se les intentó dar pushes, pero ninguno funcionó, y siempre volvían a juntarse. Como pareja hacían buen equipo, aunque las lesiones también frenaban su ascenso en este campo. Los dos acabaron fuera de la compañía, pero en 2019, meses antes de irse, aún tuvieron la posibilidad de juntarse para enfrentarse a Bryan y Reigns.

Durante un tiempo, Bryan formó parte del bando rudo, y en esa época, tuvo a Rowan de su parte, como guardaespaldas. Es un método clásico de WWE, que últimamente hemos vuelto a ver, con el protagonismo de AJ Styles y Omos, un tipo imponente que aún no ha demostrado tener calidad para luchar individualmente. Rowan, sin embargo, como Harper, a pesar de su tamaño, es bastante hábil. Durante el verano de 2019, llevó a cabo algunas acciones en contra de Roman Reigns de las que se culpó a Bryan, y este empezó a dudar sobre su compañero. Finalmente, Rowan lo atacó, y Reigns llegó a rescatarlo. Así, mientras Bryan realiza un nuevo turn, en este caso hacia el bando face, Rowan volvía a unirse a Harper, que llevaba meses sin hacer nada, para enfrentarse a los dos héroes en Hell in a Cell, en una lucha bastante buena.

Una lucha que es de tipo Tornado, esto es, todo los luchadores pueden pelear al mismo tiempo, y no hay descalificaciones. Harper y Rowan aprovechan su mayor compenetración para dividir a sus rivales, y darles una paliza por separado. Durante muchos minutos, dominan por separado a sus oponentes, realizando muchos movimientos de equipo. Aunque Reigns y Bryan realizan muchos comebacks heroicos, los hacen por separado, y por tanto, sin éxito, porque la fuerza y la habilidad de los gigantes es muy grande. 

Después de buenos minutos de brawl en ringside, los dos barbudos intentan usar las mesas de comentaristas en contra de sus rivales. Cuando van a destruir a Daniel con una Power Bom ahí, este se escapa con una hurracarrana, mientras Roman aparece de entre el público, donde había sido expulsado con violencia, y aplica una Spear sobre la mesa. Finalmente, sobre el ring, la iteración de ataques técnicos: Superman Punch + Running Knee + Spear, acaba con Harper para siempre. Quizás esto fuera la ultima gran lucha del ya fallecido Luke en WWE.

Lucha larga, con estrategia, dominio y habilidad por parte de los gigantes, buena brawl y buenos comebacks por parte de los técnicos. Daniel finaliza su turn tras la lucha; mientras que Roman quiere apretarle la mano, este le pide uno de sus clásicos abrazos, y el público lo recibe con ternura.

Puntuación: ***3/4