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jueves, 22 de octubre de 2020

Randy Orton vs Drew McIntyre, WWE Clash of Champions 2020


Especial WWE Clash of the Champions 2020

Vamos a ver una tercera lucha del evento Clash of the Champions 2020. Es necesario comentar algunas cosas sobre la lucha por el WWE Championship, en la que participaron Drew McIntyre, actual portador del título, y Randy Orton. Este es el segundo match titular entre ellos, después de que, en SummerSlam, WWE alargara la rivalidad al terminar su lucha con un paquetito, recurso habitual que permite al perdedor defender que el resultado ha sido producto de la suerte.

Recordemos que Randy estaba metido en un storyline en el que retomaba su labor de Legend Killer, con su rivalidad frente a Edge, sacando de escena a Matt Hardy, que luego acabaría en AEW, y atacando a otras leyendas, tras la lesión legítima del canadiense. Big Show, Christian, Ric Flair y Shawn Michaels fueron sus víctimas.

Y de eso va esta lucha. Es un Ambulance Match, con motivo de que ambos se han atacado muy violentamente en los programas previos, teniendo que salir en ambulancia, los dos, en alguna ocasión. Ya sabe el lector que una lucha de este tipo acaba cuando uno de los oponentes mete al otro en la ambulancia, y cierra la puerta. No es el colmo del wrestling.

Los dos se pegan y brawlean por toda la arena, sin mucha historia. Lo único interesante del match son las apariciones de las cuatro leyendas nombradas, para atacar a Orton. El primero es Show, que le aplica un ChokeSlam sobre la mesa de comentaristas; el segundo es Christian, que le pega una paliza y lo lanza contra las mesas del comedor; el tercero es Michaels, que le pega una Sweet Chin Music cuando está sobre la ambulancia, tirándolo, después, al vacío; y el cuarto es Ric, que conduce el vehículo, llevándose a Orton herido en su interior.

Por lo demás, el match resulta un poco aburrido. La parte que transcurre sobre la ambulancia está bien, pero se nota mucho que las caídas son preparadas, y se juega mucho con las cámaras, aprovechando que el público del Thunderdome observa los mismos planos que nosotros. Las caídas son sobre acolchado, lo cuál es bueno (ya comenté, tras la reciente caída de Matt Hardy en AEW, la negligencia que supone lo contrario), pero resulta demasiado obvio que WWE coloca las cámaras para que no se note, y para que no se vea que Shawn está subiendo por unas escaleras en la ambulancia, para atacar a Randy. Queda raro.

La parte final también está bien. Randy aplica un RKO, pero Drew sobrevive, y consigue ganar, pegándole su propia patada asesina. Combate apoyado por las apariciones de las leyendas, pero con poco contenido, más allá de ese final.

Puntuación: ***

miércoles, 21 de octubre de 2020

Sami Zayn vs Jeff Hardy vs Aj Styles, WWE Clash of Champions 2020



Especial Clash of Champions 2020

Volvemos a la noche de los campeones de WWE. Ese show, en el que todos los combates fueron titulares, contó con un Ladder Match entre tres personas por el título intercontinental, un tipo de combate que siempre es una garantía de entretenimiento, como ya se demostró en WrestleMania 36. Entonces, la empresa ofreció, ante todas las bajas a las que se tuvo que enfrentar, una pelea por los Smackdown Tag Team Championships, entre Jimmy Uso, Kofi Kingston y John Morrison, que fue una de las peleas que mas gustaron en las dos noches de show. A mí, personalmente, me pareció mejor el combate entre Charlotte Flair y Rhea Ripley, pero bueno, en cualquier caso, ninguna de las dos luchas ha tenido hueco hasta ahora en el blog.

En Clash of Champions 2020, se enfrentan Sami Zayn, Jeff Hardy y AJ Styles, tres hombres que piensan que son los legítimos Campeones. Jeff, porque lo es; AJ, porque lo perdió ante él, y piensa que lo merece más; y Sami porque era campeón, pero el título le fue arrebatado cuando decidió hacer una cuarentena de 6 meses. Los tres creen que merecen el título, y, desde luego, por sus carreras, merecen eso y mucho más, porque los tres son veteranos de mucha garantía. 

Y la verdad es que ofrecen una Ladder realmente buena. Generalmente, una ladder es un campo abonado para el spot barato y, no obstante, habiendo aquí un poco de todo, creo que hay algo más. Hay golpes muy fuertes con escaleras, y tres hombres con un gran conocimiento, que saben vender el dolor muy bien. Una ladder, con hombres más ágiles pero menos adecuados, puede resultar banal, pero Jeff, Sami y AJ, en este orden, saben moverse de manera correcta, para que el paso de los minutos y de los impactos con metal, pesen en sus cuerpos como deben.

Hay varios movimientos que son originales, como el lanzamiento de una escalera de AJ sobre Sami, que estaba cerca de agarrar la correa; el impacto de otra escalera sobre un Styles que volaba en pleno Phenomenal Forearm; o un spot en el que Jeff cae junto a la escalera, e intenta tomar una postura para quedar bien posicionado en el poste, pero sale mal, y acaba cayendo entre el metal, de manera muy peligrosa. Además de esto, tenemos la habitual y no por ello menos espectacular Swantom Bomb de Hardy sobre un rival, en este caso, Sami, sobre una escalera.

Pasadas todas estas locuras, sin víctimas, el villano Sami recurre a una estrategia que tenía planeada. Saca dos esposas, con el objetivo de eliminar a sus rivales. La primera, la pasa por el agujero de la oreja de Jeff, y la engancha a una escalera, y con la segunda, pretende atar a Styles a las cuerdas del ring. AJ se resiste, así que a Sami no le queda otra opción que esposarse él mismo al Fenomenal, para que este no pueda subir con tranquilidad las escaleras. AJ noquea al tramposo, así que tenemos una carrera ridícula: por un lado, Jeff intenta llegar, cargando con una escalinata, y teniendo cuidado de no pegar tirones, en cuyo caso, podría destrozarse la oreja; y por el otro, AJ intenta subir la escalera cargando con Sami sobre sus hombros. Las dos mulas de carga se pelean entre sí, y eso lo vuelve a aprovechar el malvado canadiense, para soltarse la esposa, pues tiene las llaves, y engancharla a la parte central de las escaleras. Así, AJ no puede subir, y Zayn se lleva la correa. Ahora sí, es oficialmente el Campeón Intercontinental.

Buena lucha de escaleras, y con un final genial.

Puntuación: ****

martes, 20 de octubre de 2020

Roman Reigns vs Jey Uso, WWE Clash of Champions 2020



Especial WWE Clash of Champions 2020

Volvemos a hablar sobre la actualidad de WWE. Recientemente, tuvo lugar Clash of Champions, evento en el que, en teoría, se ponen en juego todos los títulos del main roster de la empresa. En él, avanzó la historia más interesante que se está desarrollando actualmente en los programas semanales, que es la del turn heel de Roman Reigns, quizás, con un combate frente a su primo, The Rock, en la mira.

En tiempos de pandemia, WWE sufrió caídas importantes en la audiencia media de sus programas, así que intentó cosas. Entre ellas, se estrenaron dos conceptos que, creo, no han funcionado. Son los de Raw Underground y Retribution, historias cada vez con menos peso en los shows.

El primero, RAW Underground, partió como algo bastante interesante. Se trataba de una idea de Shane McMahon, que también hacía el papel de presentador en de esa especie de show paralelo, que intentaba imitar a El Club de la Lucha. Muchos hombres desconocidos se daban cita en un ring clandestino sin cuerdas, para tener luchas de estilo shoot, más técnicas y violentas que las que se dan en el ring oficial de WWE. Además, se pretendía que existiera un aire de ilegalidad, de inmoralidad, de falta de reglas.

Y eso estaba bien, pero se topó con una dura realidad: que WWE es una empresa que cotiza en bolsa, que realiza sus programas para una cadena de televisión, y que tiene que ceñirse a la moral subyacente, y a las normas de conducta actuales, para huir de las críticas en redes sociales. No estamos en los libres años 90, hoy en día, cualquier creador está sometido a la censura del ganado sin dignidad, y por eso, ese aire de ilegalidad pretendido, desapareció. Las bailarinas que, en el primer programa, animaban la velada, se eliminaron, porque se supone que el hecho de que las mujeres bailen es machista. También se eliminaron los incómodos juegos de cámara que se usaban en primera instancia, y todo se convirtió en algo muy estándar.

Pero hay otros factores determinantes en este fracaso. El primero es que las audiencias de WWE, bajan mucho en los segmentos alejados del ring oficial, pues el aficionado da por sentado que es ahí donde ocurren las cosas relevantes. Y el segundo es que esta audiencia es asimismo proporcional a los nombres de las estrellas que están en antena. Por tanto, los luchadores desconocidos que se daban lugar en el ring de Shane, no atraían a nadie, así que fueron los mismos luchadores de siempre, los de RAW, los que se pusieron a pelear. Eso provocó que el estilo shoot fuera desapareciendo, hasta el punto de que Braun Strowman se subió a pelear en ese emplazamiento, un tipo que, probablemente, no conozca ese concepto. Pero quizás, lo peor del storyline de Raw Underground, fuera el hecho de que no existía storyline alguno.

Raw Underground fue cayendo por su propio peso, y, cuando tuvo lugar un importante brote de COVID en el Performance Center, se cerró ese ring. Ya veremos si es para siempre.

Por su parte, el storyline de Retribution, sí que es un storyline como tal, aunque tampoco parece que haya más detrás que el hecho de presentar un stable sin un objetivo concreto. Comenzó con ataques aislados realizados por grupos de encapuchados, que además, eran hombres y mujeres muy pequeños, así que resultaban ridículos, casi como berrinches de adolescentes.

WWE se hizo eco de esa sensación, y fue cambiando a las personas que se colocaban tras las capuchas. La historia, aunque, en sí misma no resultaba muy interesante, sí que provocaba curiosidad, por el hecho de desconocer la identidad de los autores intelectuales de los atentados. Restaba, pues, ver si la agrupación, en tanto que parecía guardar rencor a WWE, representaba a alguna personalidad, actual o antigua, de la empresa, que pudiera dar pie a una historia mejor. Y es que, independientemente de la calidad y originalidad de los segmentos, si el grupo hubiera estado relacionado con la figura de alguien como CM Punk, por supuesto, hubiera sido algo histórico.

Pero no fue así. EL grupo fue movido a RAW, lo que le hizo perder más fuerza, porque, si se trata de un grupo de delincuentes, ¿Por qué se ciñe a la división de marcas de la empresa? Y si es un grupo que quiere destruir todo en WWE, ¿Por qué no toca las pantallas del Thunderdome? Hubiera sido impresionante ver a un grupo de canallas destrozar las pantallas a través de las que se ven a los aficionados en tiempos de pandemia, pero no, porque no hay malicia real en el grupo, y por tanto, no resulta intimidante ni interesante.

Finalmente, se revelaron los miembros principales del grupo, que son luchadores de NXT, y un liderazgo que corre a cargo de Ali, un luchador que no importa a nadie. Así, esto tan solo servirá para tener a un stable en WWE, sin mucha historia, más allá de las que se puedan desarrollar a partir de ahora.

En definitiva, ninguna de estas historias ha funcionado bien. Parece ser que tan sólo aquellas que tienen relación con conflictos personales y familiares, como la de la familia de Rey Mysterio frente a Seth Rollins y Murphy, atrae al público de verdad. Quizás por eso, resulta interesante también la de Roman.

Tras muchos meses en cuarentena por el coronavirus, Roman Reighs volvió al ruedo, con un espíritu muy distinto, y con un nuevo mánager: Paul Heyman. Se metió en la rivalidad entre Braun Strowman y The Fiend, y se llevó el Campeonato Universal. Ahora, tiene que defenderlo, y su rival es... su primo, Jey Uso.

No es muy habitual que, en el wrestling, y sobre todo, en las grandes ligas, un luchador de la división tag team, salte de pronto a los main events, y a las historias principales. Generalmente, cuando uno de los hermanos Uso se lesiona, el otro queda en dique seco. Sin embargo, Jey ganó una pelea con varios adversarios sobre el ring, para convertirse en Number One Contender para el título de Roman. Es algo que, posiblemente, no hubiera pasado nunca, si los creativos de WWE no pensaran que introducir un enfoque personal, ayudará a que el turn heel de la gran estrella de la compañía en esta época, resulte aún más impactante. Y si eso lleva a algo más, mejor aún.

Los Uso forman un gran tag, uno de los mejores en las últimas décadas, en toda la industria. Han dado muchas peleas buenas, y se han ganado un hueco en el corazón de los aficionados. Eso sí, individualmente, no han hecho casi nada. Por eso, Jey realizará un papel muy digno como underdog, será masacrado por su primo, y quizás, eso de pie a que otro primo, The Rock, haga acto de aparición, y rete a Roman para una lucha soñada en WrestleMania. Es algo rarísimo, pero el hecho de que se trate de una historia familiar, puede resultar determinante para que Rocky decida volver al ring por penúltima vez.

Así, tenemos a Jey Uso en un combate por el Unversal Championship, algo que jamás esperamos ver. Tras unas semanas de tensión familiar, llegamos a esta lucha, que es puro storytelling. Es un match de David contra Goliat, reforzado por el aumento de masa muscular que ha ocurrido en el cuerpo de Roman Reigns durante la cuarentena, que, al fin, le da la imagen de power house que siempre ha pretendido ser.

Roman le pega un buen palizón a Uso. Este, protagoniza varios comebacks, que le llevan, casi, a la victoria. Cuando Roman está a punto de ganar, Jey se lo lleva con un paquetito, y le pega un buen susto. Demasiado para su ego.

Finalmente, Roman, que parece estar introduciendo movimientos en su arsenal, aplica su conocido Spear, y deja tieso a Uso. Pero no lo cubre. Decide torturarlo. Le habla, le recuerda cómo se hacen las cosas, y quién es el jefe. Lo golpea con otra Spear, pero no realiza el conteo. Lo golpea, lo golpea, lo golpea.

El hermano de Jey, Jimmy, lesionado y cojeando, llega a la arena. Critica a Roman, e intenta convencer al moribundo Jey de tirar la toalla. Este se niega, así que tiene que ser él mismo el que la tira en su nombre. Roman retiene.

La lucha es buena. Aunque es del estilo "David vs Goliat", y en buena parte del match, parece un squash, la actitud de Roman, que recuerda al tipo que algún día fue en Shield, y aún va más allá, es realmente buena. Uso hace un buen trabajo como underdog, aunque nunca parece tener la más mínima opción.

Puntuación: ***1/2

jueves, 19 de septiembre de 2019

Becky Lynch vs Sasha Banks, WWE Clash of the Champions 2019




Hay un buen nivel últimamente en las batallas titulares dentro de las divisiones femeninas de WWE. No en vano, se están enfrentando entre sí las 4 Horsewomen, y de hecho, disputaron una lucha tag en un programa de Raw que es muy interesante.

Sasha Banks y Bayley se convirtieron en las primeras Campeonas en Parejas de WWE, en Elimination Chamber 2019. Pero, en WrestleMania, perdieron el campeonato a manos de The Iconics, como paso previo a la caída en picado del título. Sasha se picó, y desapareció de la empresa durante meses. Hasta que volvió en un programa de RAW para realizar un turn heel, herir a Natalya, y retar a Becky Lynch por su título.

Ella ahora niega que estuviera molesta. Se supone que sus guiños a AEW eran un troleo. A saber. El caso es que este tiempo fuera y todos los rumores al respecto aumentaron el interés en ella por parte de la gente. Su regreso fue noticia, y su rivalidad frente a Becky subió de nivel.

Como parte de esa rivalidad, se enfrentan en Clash of the Champions, en una de las luchas que más han gustado en un evento que, por lo demás, no tiene muchos highlights. Por desgracia, WWE vuelve a hacer lo que hace tantas veces, que es sacrificar un combate, como excusa para continuar la rivalidad posteriormente. No es algo malo, pero, pensando en el público asistente, que ha pagado un dineral por estar ahí, debe ser frustrante. No es una buena forma de retener a la clientela.

Sasha domina buena parte de la pelea, con ataques directos que preparan el Banks Statement. Pero, cuando Lynch conecta su palanca, The Boss sufre muchísimo, y está a punto de rendirse. No lo hace, llega a las cuerdas, y consigue, también, aplicar su llave mortal, sin éxito.

Sasha despista al referee, para poder colar una silla y pegarle a su rival con ella. Al final, es el colegiado el que sufre un golpe, y queda KO, tras un sillazo de Becky. Las dos mujeres siguen peleando, luchando por toda la arena. Becky aplica su palanca a través de una barra de metal que hay entre las gradas, y a través de una silla. Finalmente, llegan otros referees para parar el combate y el castigo de la campeona sobre la retadora. Becky es descalificada, pero mantiene el campeonato.

La lucha iba muy bien, pero se corta, y se queda a medias. Llama la atención, por la brawl de mujeres por el estadio, y eso es muy llamativo, pero no es tan bueno.

Puntuación: ***1/4

viernes, 2 de noviembre de 2018

Dick Slater y The Great Muta vs Ric Flair y Sting, WCW Clash of the Champions VIII: Fall Brawl



Recientemente, conocimos el fallecimiento de un nuevo luchador. En este caso, fue Dick Slater, hombre que luchó en montones de territorios de la NWA, y que estuvo, finalmente, en WWF y WCW. No es el luchador más conocido o más recordado, pero era un buen luchador, así que merece, al menos, un post. 

Al ser uno de esos luchadores que llegaron ya veteranos al mundo de la televisión, cuando uno busca luchas suyas, suele encontrar residuos del luchador que en realidad fue. Cualquier cosa que ocurriera en un programa semanal de WCW va a tener más repercusión que increíbles combates de los años 70 u 80, que, quizás, nunca se grabaron. Pero es lo que hay.

En la época de los territorios, Slater ganó títulos en Florida y Georgia. Era un tipo que sabía hacerse odiar, hacía un buen trabajo gesticulador en el ring. En WWF, como todo el mundo, recibió un gimnick rarito, de "rebelde", un tío que apoyaba la causa confederada, y llegaba al ring con la bandera apropiada. Es el tipo de personajes que hoy en día, por temas raciales, no se podrían dar, pero en ese tiempo, en la casa de Vince, cada luchador tenía que cumplir un estereotipo.

Después de eso, estuvo en WCW, empresa en la que se retiró en el año 1996, debido a una lesión. Durante un tiempo, se mantuvo en buen lugar en el midcard, teniendo buenas rivalidades. También estuvo activo en Japón, en la All Japan, participando, sobre todo, en la división de parejas. En ese tiempo, coincidió en el ring con gente como Misawa, Kawada, Tsuruta o Steve Williams, así que ahí tenemos una buena fuente de combates suyos.

Con todo esto, no es un luchador que tenga highlights recordados hoy en día. Quizás lo que mejor recuerda la gente es la puñalada que le pegó a su pareja en 2004, motivo por el cual, estuvo un año cumpliendo condena en forma de arresto domiciliario. Por lo visto, llevaba un colocón de miedo como producto del consumo desmesurado de painkillers que llevaba a cabo para combatir el dolor que le causaban las lesiones que acumuló en su carrera luchística. En otoño de 2018, falleció por causas naturales.

He decidido ver una lucha de Dick Slater, porque, aunque apenas le conozco, tengo la sensación de que debió ser un buen luchador. He estado echando un vistazo al único combate puntuado por el Wrestling Observer que tiene. Se trata de una lucha del año 89, en la que hace pareja con The Great Muta para enfrentar a Sting y Ric Flair. A este combate, Meltzer le dio 4 estrellas y un cuarto.

Es una época muy interesante para la recien estrenada WCW. Ric Flair es el World Heavyweight Champion, y casi lo ha sido durante toda la década. Le acompaña Sting, al que está protegiendo y poniendo over, después de haber empatado en el primer Clash of the Champions, para darle el relevo en la lucha que tendrían en Starrcade 89. Aparte de esa increíble rivalidad, Flair era perseguido por Terry Funk, con el que tendría que verse las caras en un I Quit Match antes de su enfrentamiento definitivo con The Icon. Nunca ha habido un mejor luchador en el mundo que el Ric Flair de esta época.

Los dos héroes hacen pareja en el main event de Fall Brawl, y sus rivales son Dick Slater y The Great Muta. El primero, nuestro protagonista de hoy, en realidad sólo está aquí para cubrir la lesión de Terry Funk, pero bueno, eso que se lleva. Por supuesto, esta lucha sirve, sobre todo, para calentar las rivalidades principales de Flair, pero el combate en sí mismo está muy bien. No me gusta tanto como a Meltzer en su día, pero me gusta la lucha.

Slater parece un showman absoluto. Está protestando e insultando a la gente desde el momento en el que ve el apoyo que le presta a la llegada de los héroes. Además, lleva una mano vendada, lo que ya sabemos que va a aprovechar para hacer trampas. A Keiji Mutoh, por otro lado, ya lo conocemos. Es un gran luchador, y uno de los japoneses con más éxito en las divisiones de peso completo de Estados Unidos. Aquí, su cara pintada, su escupitajo de pintura roja y su estilo de artes marciales le marcan como alguien muy diferenciable. Es obvio que el Tajiri de WWE bebe mucho de aquí.

Los Faces dominan en los primeros minutos, con llaves a los brazos. Slater se muestra como un perdedor bastante cómico, y es, casi, humillado por Ric Flair. Hay saltos de todos a ringside, y el público se vuelve más loco de lo que estaba, que no es poco. La técnica de los malos, en primera instancia, es buscar el dos contra uno, pero no les vale de nada, porque los rivales son demasiado grandes.

No obstante, entre ambos, consiguen dañar la cabeza del Nature Boy. La venda de la mano de Slater ayuda. También le pegan contra las vallas de metal. Cuando se produce el Hot Tag para Sting, la lucha enloquece y también el público, pero mientras el referee se fija en lo que pasa en ringside, el manager de los malos le rompe algo en la cabeza a la joven estrella, que pasa a ser el que recibe los ataques de los rudos en la cocorota. 

En la parte final de la batalla, Muta escupe su líquido al Stinger, y el referee es lanzado fuera del ring. Los malos son descalificados, pero no le importa a nadie. El caso es que llega el lesionado Terry Funk, e intenta ahogar a Flair con una bolsa de plástico. Con este intento de asesinato, se prepara ese genial I Quit Match que ya revisamos en su momento.

Puntuación: ***1/2

sábado, 1 de octubre de 2016

Ric Flair vs Terry Funk, WCW Clash of the Champions IX




Seguimos con este pequeño especial que estamos haciendo sobre Terry Funk, quien recientemente cumplió 50 años como wrestler profesional en activo, y anunció su retirada, algo que, por otra parte, ha hecho muchas veces.

Una de las grandes luchas de su vida, y una de las más conocidas por parte de los fans, es la que mantuvo con Ric Flair en Clash of the Champions, el programa especial que WCW retransmitía por televisión cada pocos meses. Esta lucha, un I quit match, tuvo lugar en la edición 9 de este evento.

Esto ocurrió en el 89, pocos meses después de la gran trilogía entre Flair y Steamboat. Flair era una máquina de luchar, daba un gran combate contra cualquiera. Obviamente, si en lugar de un cualquiera, se trataba de otro de los mejores, como lo era Terry Funk, la cosa no podía ir mal.  Un Flair Face entró en una rivalidad frente a Funk, y la J-Rex Corporation, y stable muy rudo, manejado por Gary Hart. Para poder hacerle frente, reformó a los Four Horsemen, añadiendo a Sting como miembro.

La cosa acabó en el I Quit Match mencionado, en Nueva York, un lugar en el que no gustan mucho los tejanos como  Funk. Terry no está bien de la cabecica, insulta a todo el mundo, e incluso, golpea a algunos. Comienza la confrontación, y ambos dan una clase de psicologia, y de buena lucha.

Funk le destroza la cabeza a Flair. Y se nota que esto es un programa de WCW en televisión, porque no hay sangre, cuando en cualquier otro contexto, Flair estaría desangrándose desde hace tiempo. Funk no para de pegar codazos en la frente, y varios piledrivers, uno de ellos, en el suelo de ringside. Flair debería estar KO, pero se levanta, y tiene varios ataques de ira geniales, a base de chops.

Funk sigue con ese ataque tan fantástico a la cabeza de Flair, hasta que Ric tiene un segundo comeback, con cara de loco. Golpea a Hart, y se lleva a Funk para el ring. Después de mucho chop, El Nature Boy comienza a atacarle la pierna a su rival.

Funk vende de forma genial ese ataque. Apenas se puede mover. Las patadas de Flair en la rodilla de Funk no son muy técnicas, pero parece muy dolorosas. Y Funk, cae al suelo: está obviamente cojo. Intenta huir, pero Ric se tira sobre él como un asesino. Continúa atacándole en la extremidad, y cierra una Figura 4.

El referee le pone el micro en la boca a Terry Funk, y le pregunta si quiere rendirse. Este dice que no, que nunca se rendirá. ¡Nunca! pero después de un par de minutos así, sin que pueda escapar de la Figura 4, Funk tiene que rendirse.

Después de la lucha, los wrestlers se dan la mano. Hart se enfada, y se monta una batalla campal entre los Four Horsemen y la J-Ŕex Corporation.

La lucha es una maravilla. Perfectamente podría darle las 5 estrellas, pero creo que le falta un poquitito de épica. Le pongo 4 y tres cuartos, pero bueno, poco importa.

Puntuación: ****3/4

jueves, 16 de junio de 2016

Ric Flair vs Sting, Clash of the Champions 1




Seguimos hablando de Sting en este especial del Hall de la Fama de WWE en 2016. La lucha de hoy, no podía faltar, es la más importante de su carrera, aquella que le convierte en la gran estrella que es, el gran babyface de WCW durante muchos años. Es su lucha frente a Ric Flair en el primer Clash of the Champions.

La carrera de Sting comenzó a mediados de los 80, y las  primeras luchas que se le recuerdan son en tag matchs junto a un compañero conocido por todos, el Ultimate Warrior. Después de un par de años de carrera, cada uno acabó en una de las grandes: Warrior, en la WWF, y Sting, en la Kim Crockett Promotions, posteriormente conocida como WCW, y principal promoción de la NWA.

Debido a su poderío físico y el atractivo de su personaje como baby-face, Sting no tardó nada en esta en las luchas principales. Pero fue el día en el que se enfrentó a Flair por el World Heavyweight Championship en Clash of the Champions, llevando la lucha a un empate después de 45 minutos de enfrentamiento, cuando se consagró.

Ric Flair era el odioso lider de los Four Horsemen, además del Campeón Mundial. Sting, era un joven luchador que iba ascendiendo como la espuma. La espectación del público era tremenda, y grandes los pots que ocurrían cuando el de la cara pintada tenía un comeback. Aquellos eran otros tiempos, los estadios no estaban llenos de haters como ahora; La gente amaba al técnico, deseaban que ganara, y odiaban al rudo.

Clash of the Champions fue creado como una alternativa gratuita a WrestleMania 4, un PPV muy poco interesante, que presentó un torneo mediocre para proclamar al nuevo dueño del WWF World Championship, que estaba vacante después del último enfrentamiento entre Hulk Hogan y Andre the Giant. En contraposición, la NWA nos presentaba una lucha magnífica, que servía para llevar al estrellato a un nuevo héroe.

La lucha es una clínica de lucha libre, 45 minutos de emociones, psicología y estrategia. El público ama a Sting, y le lleva en volandas. Este, comienza apretándole la cocorota a Flair, con montones de headlocks. Flair, muy mareado, busca siempre una nueva estrategia para ganar: ataca la espalda de Sting, lanzándolo contra las vallas metálicas. Posteriormente, lo intenta con su cabeza, pegándole sus dañinos rodillazos, y con su brazo.

Sting responde a todo, y el público lo celebra. Sting consigue aplicar el Scorpio Deathlock, pero Flair llega a las cuerdas. Entonces, esto se convierte en una batalla por dañar la pierna del rival.

Ric ataca de forma muy dolorosa la pierna de su rival, con sillitas eléctricas y todo tipo de golpes. Después de varios minutos de trabajo, aplica la Figura 4. Parece que va a ganar, pero el espíritu de lucha de Sting se hace presente, el público tira de él, y da la vuelta a la llave. Sting estaba vendiendo muy bien el dolor de la pierna hasta ahora, pero Flair le supera en eso. Grita como un enfermo, hasta que llega a las cuerdas.


El campeón intenta volver a atacar las piernas de Sting, pero al final es este el que le deja cojo. Y, como digo, Flair es un vendedor excelente, a pesar de que es el mejor luchador de la historia, no intenta hacerse el superhéroe nunca. Sting también conecta la FIgura 4, pero no consigue que el Nature Boy se rinda.

La lucha continúa. Hay un límite de 45 minutos, y nos acercamos. Sting le parte la cabeza ahora a Flair, hay prisa por ganar. Hay muchos intentos de conteo rápidos, los luchadores se desesperan. Incluso Flair, porque en caso de empate, un jurado tiene que decidir el ganador (en el jurado hay un niño que me suena mucho, de alguna serie o peli de los 80). Sting consigue aplicar su Scorpio Deathlock, va a ganar, Flair no puede aguatar, pero el tiempo se acaba, y el combate queda en empate. Ese empate es refrendado por el jurado, incapaz de dar un ganador. 

Una lucha inmensa, que es casi perfecta, salvo por algunos detallitos. La lucha de la vida de Sting, sin duda, al menos en singles.

Puntuación: ****3/4