Siempre me han gustado las luchas clásicas de eliminación de Survivor Series. WWE suele incluir un componente de storytelling, que provoca choques, estrategias y situaciones que son de mi agrado.
Por eso, después de ver, en los últimos días, mucha lucha indy, y mucha lucha mexicana, toca revisar la lucha más famosa del mundo, la del estilo de WWE. En Survivor Series 2019, hubo dos luchas de eliminación, aunque, esta vez, fueron a tres bandas.
Tras la llegada de NXT a la televisión, WWE quiso reforzar la imagen de la marca, incluyéndola en Survivor Series, y protagonizando algunas invasiones entre marcas, que animaron un poco los programas de la empresa. Tras Survivor Series, el bajón en el interés de estos se hizo notar.
Pero WWE no se limitó a igualar el papel de NXT con respecto a los otros, sino que le hizo vencer en Survivor Series con una amplia diferencia. Ese es uno de los problemas de la empresa: la simpleza a la hora de crear sus historias. Si esa amplia diferencia tuviera repercusiones en los storylines posteriores, sería aceptable, pero ya hemos visto otros años un marcador de 5 - 0, o algo así, a favor de RAW, y que eso no sirviera para nada. Por eso, si lo que se quería era reforzar a NXT, bastaba con que ganara, con una ventaja menor.
El resultado de los enfrentamientos entre las 3 marcas quedó de la siguiente manera: 4 victorias para NXT, 2 para Smackdown, y 1 para RAW. Hubiera bastado con que AJ Styles ganara la triple amenaza entre campeones de títulos secundarios, que se llevó Roderick Strong, sin motivo semántico que lo justifique, para que el resultado hubiera sido 3 - 2 - 2, mucho más apretado y digno para todos. Además, así, se hubiera llegado a la triple amenaza de mujeres final, con empate, y esta hubiera tenido mucho más interés. No es tan difícil...
Vamos a comentar, al menos, las dos luchas de equipos. La velada comienza con la lucha de equipos femeninos. El Team de RAW está formado por Charlotte, Asuka, Kairi Sane, Natalya y Sarah Logan; el Team Smackdown, claramente más débil, cuenta con Sasha Banks, Carmella, Lacey Evans, Dana Brooke y Nikki Cross; mientras que el Team NXT tiene como líder a la poderosa Rhea Ripley, junto a Bianca Belair, Toni Storm, Io Shirai y Candice LeRae.
Las mujeres de NXT parecen dominantes durante la mayor parte de la batalla. El primer highlight de la misma ocurre cuando se ven las caras dos grandes rivales, Io y Kairi, ante los ojos de la correspondiente luchadora de Smackdown, que poco puede hacer. A esto, le sigue la clásica secuencia de finisher tras finisher entre todas las integrantes de la contienda, que acaba con dos de las luchadoras de NXT presuntamente lesionadas: Io y Candice. Ambas tienen que ser retiradas, y eso huele a estrategia posterior.
La lucha continúa. Bianca Belair hace un gran trabajo, y las mujeres de los otros equipos empiezan a caer. Ella consigue eliminar a dos, no sin faltas de respeto, lo que parece molestar a las más veterenas, tanto a Charlotte como a Natalya, que tienen alguna palabra muy subida de tono para ella. Están marcando territorio.
Charlotte se muestra como la mujer a batir. Junto a Asuka y Natalya, forma un equipo fuerte. Pero recordemos que está en una especie de rivalidad, junto a Becky Lynch, contra las Kabuki Warriors, que no está mal, y eso provoca que se pelee con la japonesa. Asuka le escupe su líquido verde en la cara, y como consecuencia de eso, cae derrotada, mientras la agresora se va voluntariamente. Natalya se queda sola.
Por su parte, Sasha Banks también queda como único integrante del Team Smackdown. Las mujeres de NXT se sienten muy confiadas, pero Sasha y Natalya hacen equipo, para ponerlas en su sitio. Derrotan a Bianca y a Toni, así que Rhea se encuentra en grave peligro.
Pero Sasha saca su lado rudo, y vence a Natalya, pillándola desprevenida. Se enfrenta, así, en un buen intercambio a Ripley, pero, cuando esta está a punto de rendirse a manos del Banks Statement, vuelven Io y Candice. Con sus interferencias, posibilitan la victoria de su líder.
No está mal esta batalla. Es lo que esperaba de ella: un buen trozo de storytelling made in WWE.
Puntuación: ***1/2
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