Nos vamos a Japón, porque se acerca el retiro definitivo de uno de los mejores luchadores de todos los tiempos, Jushin Thunder Liger. Y, antes de eso, ha podido cumplir un deseo: tener una rivalidad contra otra leyenda, un gran amigo suyo, Minoru Suzuki.
En este, su último año como profesional, Liger no ha disputado los principales torneos para luchadores de peso junior de la New Japan, pero ha hecho cosas interesantes. Luchó por el título que tantas veces portó, ante Taiji Ishimori, y se fue a Mexico, a despedirse en el país que le vio nacer como luchador. Tenemos pendiente un especial sobre esa despedida, que debemos completar antes de Wrestle Kingdom. Pero hoy, hablamos sobre esa rivalidad comentada, entre Jushin Thunder Liger y Suzuki.
Hablamos de dos grandes leyendas, dos veteranos que superan los 50 años de edad, y los 30 años de carrera como luchadores. Ambos han coincidido durante muchos años en New Japan, aunque Liger ha sido mucho más fiel que Suzuki.
Minoru es también un gran luchador de artes marciales mixtas. Estuvo 10 años alejado del ring, peleando de verdad. Liger fue, de hecho, su última víctima en esa etapa, pues ambos se enfrentaron en Pancrase, con victoria para el líder de Suzuki Gun.
Pero, en New Japan Pro Wrestling, y debido a la inflexible política de pesos de la empresa, que yo sepa, nunca han tenido un mano a mano entre ellos. Hasta ahora. Liger ha tenido una penultima gran rivalidad, ante quién el deseaba.
Durante meses, las cosas se han puesto turbias entre ellos. Suzuki le regaló unos guantes de MMA, para celebrar el 30 aniversario de su personaje. Le recordó que tenían algo pendiente, y le preguntó si le asustaba luchar contra él. Agarraron sillas para pegarse fuerte, por lo que Liger consideraba una falta de respecto hacia el pro wrestling.
Liger defendía que cualquiera puede tener una pelea de verdad, pero pocos pueden subirse a un ring de wrestling. Ese es un lugar sagrado. Mientras tanto, Suzuki respondió, diciendo que un combate de wrestling es para jugarse la vida, no para que se suban personajes enmascarados como ese.
Los abusos de Suzuki, y su falta de respeto, al quitarle la máscara que tantos años le ha acompañado, acabaron despertando una última vez a Kishin Liger, la versión oscura del ídolo. Atacó violentamente a Suzuki, y le escupió su líquido verde. Este, rió en el suelo.
Así, llegaron a King of Pro Wrestling, para dar una muy buena lucha, que sin embargo, no deja de resultar decepcionante. Porque llevaron la rivalidad al campo de la locura, con Kishin Liger y el Minoru más desquiciado y, sin embargo, aquí llegan a luchar olvidando eso.
Liger viste una versión de su equipación distinta, parecida a la que usó en su lucha de MMA en Pancrase ante este mismo rival, hace 17 años. Su máscara tiene menos ornamentación, y no lleva la parte superior de su vestimenta. Así, deja desnudo su torso, demostrando que se encuentra en muy buena forma física, lo que no es tan fácil de deducir con ese pijama que lleva normalmente.
Así, parece que Liger está dispuesto a llevar esto al estilo MMA. Espera a su rival en el suelo, y acaba recibiendo una peligrosoFujiwara. Suzuki también hace lo propio, y esta vez, es el enmascarado el que sale ganando, con un Triangle Shock.
Los dos van al suelo a Brawlear, a romperse sillas en la espalda, ante un referee que recibe también bastantes golpes, y que es incapaz de controlarlos. En el ring, de nuevo, Suzuki va a por la máscara de Liger, humillándolo.
El villano es más grande, más fuerte, y demuestra su superioridad. A Liger le cuesta mucho seguir su ritmo, y, sin embargo, le enfrenta con valentía. Suzuki va acabando con su voluntad con golpes y dormilonas. Parece que Liger intenta dañar sus brazos para evitar esto, pero, en mitad de una llave, Minoru aprovecha la posición para cerrar una dormilona que resulta casi fatal.
Liger consigue aplicar su mítico Brainbuster, pero no es suficiente para ganar a Suzuki. La leyenda se enfrenta al loco a golpe limpio, y acaba en muy mal estado. Su rival le pide que saque todo lo que lleva dentro para pegarle, pero es insuficiente. Suzuki acaba con él con un Piledriver.
Esta es muy buena lucha, pero es una lucha normal. Creo que es una oportunidad perdida. Porque la historia que se cuenta es buena, y es alrededor de los últimos estertores de lucha de una leyenda. Pero choca frontalmente con la historia que se estaba contando, con Kishin Liger. Si unos días atrás, Liger podía sacar ese demonio de dentro, ¿por qué ahora, en una lucha en la que ha sido llevado al límite, lo que ha demostrado ha sido pura humanidad?
Suzuki saca a todo el mundo del ring, con sillazos, y se arrodilla ante Liger, demostrándole todo su respeto. Quizás ese era el motivo por el que había que llevar la historia por este rumbo definitivo.
Puntuación: ***3/4