Tercera lucha de FastLane bastante buena, aunque lejana a las 4 estrellas. Creo que llega a esa puntuación en WWE, a estas alturas, va a ser muy complicado. A ver si se recuperan John Cena y Cesaro, que parecen de los pocos luchadores del roster regular capacitados para dar grandes luchas.
El bookeo tampoco ayuda nada. Aquí tenemos una lucha para dilucidar el rival de Triple H en WrestleMania, por el WWE World Heavyweight Championship. Pero todo el mundo sabe que su rival va a ser Roman Reigns, un tipo cuya capacidad está siempre en duda. Y lo ponen en una triple amenaza contra dos faces mucho más queridos que él. No es muy inteligente.
La lucha es muy original. Es un clásico David vs Goliat, pero con dos "davides". O sea, Lesnar es una bestia, con un poder sobre-humano, y los otros dos, que además son amigos, tienen que unir fuerzas a todas horas contra él. Pero esto no se queda en un simple handicap match en el que dos castigan constantemente a uno, porque ese uno es Lesnar, y siempre consigue llevar ventaja, a pesar de enfrentarse a dos rivales.
Lesnar consigue ventaja, pero cada vez que va a acabar con Reigns o con Ambrose, el tercer hombre aparece para conseguir evitar que la lucha se acabe.
Pero los dos miembros de The Shield acaban aplicando su clásica powerbomb contra la mesa de comentaristas, para conseguir librarse de Lesnar. Ahora, comienzan a luchar entre ellos. Tienen un bonito intercambio, hasta que Ambrose nota que Lesnar se está recuperando, y en ese momento, para de luchar, y le pegan otro bombazo. Nadie sobreviviría a eso.
Ambrose y Reigns vuelven a luchar entre sí, en un enfrentamiento que no está mal, pero que no tiene nada destacable, hasta que Roman va a aplicar un Samoan Drop, y Lesnar les pega a los dos un Suplex muy potente. Lesnar, de nuevo, se propone ganar la lucha, pero Ambrose coge una silla y mata a sus dos rivales con ella, expulsando a la bestia del ring. Roman aprovecha ese momento para aplicar un Spear, y ganar.
Final simple y anticlimático, que se carga una lucha que iba muy bien, y nos deja con sabor a nada. Los sillazos de Ambrose abren una rivalidad con Lesnar, que les llevará hasta WrestleMania, quedándose Chris Jericho, así, sin rival.
La historia contada en la lucha, en sí, es muy buena, aunque con una ejecución mejorable.
Puntuación: ***1/2