sábado, 13 de febrero de 2021

30 Women Royal Rumble match 2021



Especial Royal Rumble 2021

Recientemente, comentamos el Royal Rumble Match de hombres de este año 2021. Ahora, toca hacer lo propio con la batalla real femenina, que me ha parecido un poco peor. Una vez más, el bookeo es muy vago, si es que lo hay. Presenciamos una nueva batalla real que se llena de luchadoras, sin que ocurran grandes cosas.

Comienzan la batalla Bayley, exitosa excampeona de Smackdown, y Naomi. Aunque la primera es una de las favoritas, y dura bastante tiempo en el ring, lo cierto es que acaba siendo lanzada fuera en un momento muy irrelevante. En tercer lugar, hace acto de aparición la ganadora final, Bianca Belair. Nada más llegar, tiene un buen intercambio con Naomi, pues son dos mujeres de grandes capacidades físicas.

Las apariciones se suceden. Hacen acto de aparición de tres leyendas: Jillian Hall, que mantiene una graciosa alianza con Billie Kay (aunque creo que hubiera sido ideal verla cantar, puesto que un Rumble siempre agradece un buen segmento cómico, sobre todo si tira de nostalgia), y Victoria, ya retirada de los encordados, y eso se nota en su forma física; pero merecedora sin duda de un hueco en esta nueva y mejor era para el wrestling femenino. La tercera aparición especial es la de Torrie Wilson, ya habitual en estos Rumbles.

También aparece Alicia Fox, que, en principio, sigue en la plantilla de WWE, aunque no lucha desde 2019, después de haber tenido algunos problemas con el alcohol, y fue movida hace tiempo a la sección de Alumni. Durante la batalla, consigue ganar el 24/7 Championship de manos de R-Truth, aunque lo pierde poco después. Tras ser eliminada, se une a los perseguidores de Truth.

Charlotte Flair se tiene que ver las caras con Lacey Evans, que viene con su padre, Ric, y con su rival del pasado WrestleMania, Rhea Ripley. Por su parte, Nia Jack y Shayna Baszler se unen para hacer equipo, y limpian la casa, incluyendo a la prima y anterior compañera de Nia, Tamina. Jax, finalmente, traiciona a su compañera, y pierde su ventaja demasiado pronto. 

Lana, que ha sido humillada en montones de ocasiones, siendo lanzada con virulencia contra la mesa de comentaristas por las campeonas en parejas, consigue hoy su venganza, al eliminar a la obesa de origen samoano. Tanto ella como Natalya son expulsadas poco después, para que la victoria final se juegue entre Rhea, Charlotte y Bianca. Finalmente, es esta última la que la consigue in-extremis, al lanzar fuera a Ripley.

No es un mal Rumble este, pero es muy normalito, sin nada especial, aunque con algunas historias entretenidas.


Puntuación: ***1/4


martes, 9 de febrero de 2021

Goldberg vs Drew McIntyre, WWE Royal Rumble 2021


Especial Royal Rumble 2021

Seguimos hablando sobre el evento Royal Rumble 2021. Además de las batallas reales de hombres y mujeres, este PPV ofreció las respectivas luchas titulares de cada marca, y en una de ellas, hizo acto de aparición una de las leyendas que trabaja a tiempo parcial con la empresa: Goldberg, que se enfrentó a Drew McIntyre por el WWE Championship.

En el tiempo que he estado alejado del wrestling, Sting, tal y como se preveía, firmó con AEW, y se supone que tiene el objetivo de subirse al ring de nuevo. Por su parte, el gigante del basket Shaquille O'Neal, también ha confirmado su idea de hacer lo propio. Se tratan, estos, de dos hombres a los que WWE rechazó, y ahora apoyan a la competencia. Los McMahon, pues, tiran también de leyendas, utilizando a un Goldberg que, creo yo, ya no tiene demasiado impacto.

Los combates en los que puede participar son limitados, y ha perdido ya tantas veces, que no resulta tan atractivo como antes. Sería interesante si WWE lo utilizara para tener una rivalidad con rudos de mitad de cartelera, de esos que destacan más por su boca que por su fuerza, y que, por tanto, no pierden nada al ser derrotados, como Corbin o The Miz. Pero si lo lanzas de cabeza a perder contra Strowman o McIntyre, la verdad es que sólo parece un viejo.

No creo, pues, que la aparición en Royal Rumble de Goldberg sea muy impactante, ni que se pueda comparar al momento en que Sting o Shaquille se suban a un ring. Dicho esto, creo que el combate es bueno, que la empresa cuenta una buena historia de paso de antorcha, en la que una estrella del pasado da su aprobación a una del futuro, así que todo está bien.

Drew ha demostrado ser un gran campeón durante este año de pandemia. Tan sólo me preocupa el hecho de que su reinado no ha contado con público físico, y eso me impide concebir el verdadero efecto que causa sobre la gente. El caso es que festejó su racha de victorias en un programa de RAW, en el que apareció Bill Goldberg, que no pareció muy impresionado por su reinado. No lo ve a la altura de los clásicos, de sus contemporáneos, así que tiene la misión en RR de demostrar que está a la altura.

Drew comienza genial, como loco, pegando un cabezazo, y robándole el Spear a Goldberg. Este sale del ring, y lanza a su rival contra las escaleras metálicas, justo antes de aplicarle un Spear contra las barricadas. Drew acaba muy dolido, y el referee se plantea llamar a los doctores.

El campeón vende bien su dolor en el estómago, y lo seguirá vendiendo durante el match, apoyando las Spears del veterano. Ahora sí, tiene lugar el esperado duelo de Claymores vs Spears.

Drew sobrevive a dos Spears, y al Jackhammer, que Bill ejecuta bastante bien, teniendo en cuenta el tamaño de su oponente, y su edad. El exWCW no se lo puede creer. Falla el siguiente Spear, estrellándose contra el esquinero, y cae derrotado, ante el segundo Claymore.

Ya sabemos que Goldberg puede acceder a un número limitado de formas de combate, pero creo que, teniendo en cuenta esas limitaciones, este está muy bien escrito. Tras el match, se acerca al campeón, le da la mano, y reconoce su posición dominante en el presente de WWE. Drew ha derrotado a Lesnar y Goldberg; casi nada.

Puntuación: ***1/4

domingo, 7 de febrero de 2021

30 Man Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2021




Especial Royal Rumble 2021

Me ha costado mucho volver al trabajo en el blog después de diversos inconvenientes, y elegir combates de hora y media de duración para la vuelta, no ayudó. Estaba totalmente desvinculado del wrestling desde hacía meses, pero vi una imagen por ahí sobre Royal Rumble, y no pude resistirme a revisarlo. Estoy pagando una subscripción a WWE Network, así que habrá que aprovecharla.

Pasé directamente a la batalla real de hombres, el main event de la velada. Me llamará el lector machista, pero en ese momento, ni siquiera recordaba que ahora hay Royal Rumbles femeninos. Tengo la cabeza en otros sitios. Sin demasiado background, y contextualizando un poco sobre la marcha, estimé que fue un Rumble bastante bueno, con momentos muy aburridos y un bookeo que, una vez más, no tomaba el más mínimo riesgo y desaprovechaba un concepto que, con un poco de cerebro, podría dar mucho juego, pero, aún así, y con una concepción un poco repetitiva, resultó entretenido, con buena participación, muchas apariciones sorpresa, y varias historias sobre la mesa.

Edge volvió al wrestling en activo en el Rumble de 2020, cuando todavía había público en las arenas. Se metió en una rivalidad con Randy Orton que los llevó a pelear en varias ocasiones, con victorias para los dos. Edge se lesionó, y quedó fuera por un tiempo, durante el cuál, Orton se dedicó a recrear su personaje de Legends Killer, atacando a Christian, Big Show y Ric Flair. Incluso pudo ser Campeón de WWE durante un breve periodo, tras una rivalidad con Drew McIntyre. Pero, nada mas comenzar el Rumble, hace acto de aparición Edge, con el número 1, seguido Orton, con el 2. Entendí rápido que esas posiciones se debían a motivos de storyline.

Buen comienzo, pues, del Rumble, a través de una rivalidad que cumple un año de vida. Edge y Orton brawlean por la arena durante los primeros minutos de la pelea, hasta que Randy queda noqueado por un Facebuster sobre la mesa de comentaristas, y recibe varios sillazos en la pierna, motivo por el cuál, es retirado del lugar por los referees (como hemos visto muchos Royal Rumbles, sabemos que volverá después).

La batalla se vuelve un poco aburrida, en el momento en el que se empiezan a acumular luchadores en el ring. Pero tenemos varias apariciones especiales que nos alegran la tarde. Tan sólo lamento que no haya público real, lo que provoca que esas apariciones no tengan suficiente fuerza. Tampoco creo que los comentaristas expresen la emoción que se merecen.

El primero es Carlito, Carlitos Colón, que regresa a la empresa que abandonó hace 11 años, en 2010. Ha pasado muchísimo tiempo, así que los fans que están viendo el evento a través de las pantallas, no parecen reconocerlo, ya que son, en general, muy jóvenes. No hace mal papel, y muestra un estado físico enorme, hasta tal punto, que volvería a luchar en el siguiente programa de RAW. No sé si se mantendrá en la empresa, como ocurrió con MVP el año pasado. Y, es que, es habitual que los exWWE mejoren físicamente cuando se van de la empresa, porque tienen mucho más tiempo para ir al gimnasio, y menos controles antidoping. Recordemos, en cualquier caso, que Carlito se ha mantenido activo siempre, luchando en la WWC de su familia, así como en empresas de todo el mundo, aunque nunca con un ritmo de competición muy alto.

También aparece Kane, que no había luchado en todo el año 2020. Consigue eliminar a dos rivales, aumentando sus números de récord en RR, y se reencuentra con su amigo Daniel Bryan, al que abraza previo ataque, antes de ser eliminado por el luchador de NXT Damien Priest, que también expulsa a la pareja de Morrison y Miz. Da la sensación de que WWE tiene grandes planes para él, dado el nivel de las eliminaciones.

En cuanto al Miz, al llegar al ring, destroza los cacharros de Bad Bunny, que había tocado durante la noche. Parece que podrían meterse en una rivalidad de cara a WrestleMania, y eso puede implicar mucha publicidad para el evento, pues este tío es muy famoso, por lo poco que controlo del tipo de música que hace.

Otra aparición sorpresa es la de Hurricane, Shane Helms, que trabaja como productor en WWE desde 2019. Hasta entonces, había seguido luchando con regularidad, pero, desde su firma, no había hecho nada (de hecho, fue despedido en marzo de 2020, como otra mucha gente; no sé si vuelve a estar en nómina). Este hombre, a sus 48 años, y al contrario que Carlito, no se mantiene en tan buena forma. Pero está aquí para revivir un momento icónico en la historia de Royal Rumble: su intento de doble ChokeSlam sobre Austin y Triple H en 2002. En esta ocasión, las víctimas son Bobby Lashley y Big E, que, como aquellos, abortan la acción y mandan a Helms a su casa.

Pero la gran sorpresa de la noche es el regreso de Christian, el gran amigo de Edge, a quién abraza en el ring. Este hombre, como Daniel Bryan, se retiró debido a problemas con las conmociones cerebrales, en 2014, pero parece que WWE, como a aquel, le ha dado el alta médica, supongo que para evitar que se vaya a AEW como Sting. En 2020, tras la rivalidad entre su amigo y Randy Orton, apareció en RAW para pelear contra el rudo, en un estado de forma no muy bueno. Aquel combate no fue más que una patada traicionera de Orton, así que apenas podía considerarse lucha. Pero, en el Rumble, hace un gran papel, presenta su físico habitual de toda la vida, y se mantiene en la batalla hasta, casi, el final. ¿Seguirá usándolo WWE en el futuro? Espero que sí.

En general, la participación es muy buena. Aparecen Daniel Bryan, AJ Styles, Seth Rollins y Braum Strowman. Y aparece Rey Mysterio, momento que Michael Cole aprovecha para anunciar una cerveza mexicana. Bookeos dirigidos por anuncios, eso es algo muy novedoso. Esta empresa es una máquina de hacer dinero. Styles cuenta con guardaespaldas, un gigante negro que mide 7 metros, y que le ayuda, expulsando gente, y evitando que él caiga fuera. Braun Strowman, finalmente, aprende la lección, y lanza a AJ por otro lado, evitando su interferencia.

Edge y Christian hacen equipo, y aplican doble Spear sobre Braun. Daniel Bryan y Matt Riddle son eliminados por Rollins, tras varios intercambios geniales entre ellos, tras lo cuál queda la pareja canadiense frente a Strowman y Seth. Este trata de poner de su parte al monstruo, señalando que ellos son el futuro, pero no tiene suerte, y es atacado. Braun maltrata a los veteranos, pero en un forcejeo, acaba cayendo fuera junto al Capitán Carisma. El mismo resultado le espera a Rollins. Cuando Edge se cree ganador, aparece Randy Orton para aplicar RKO y expulsarlo. No obstante, en el último segundo, el Rated-R Superstar se revuelve y lanza fuera a su odiado rival, consiguiendo así su segunda victoria en un Rumble.

Buena batalla. Tiene sus momentos de aburrimiento, y un bookeo simplón, pero la calidad de la participación, incluyendo la de las leyendas, es tan grande, que la habilidad de los luchadores es suficiente para que este sea un muy buen Rumble.

Puntuación: ***3/4

jueves, 4 de febrero de 2021

Chris Hero vs CM Punk, Best Two of Three Falls, IWA Mid-South When Hero Met Punk




Llevo mucho tiempo sin poder escribir de manera regular en este blog, por motivos de salud y trabajo, pero es hora de retomarlo por año nuevo, y en tanto que es un proyecto en el que llevo trabajando muchos años, y al que siempre he podido acudir para desconectar del horror del mundo real, le tengo cariño. Y tengo deudas pendientes.

Lo primero que voy a hacer es comentar un par de luchas que me habían recomendado amigos del blog. Coincide, por desgracia, que ambas son luchas muy muy largas, y quizás eso no sea lo más adecuado para retomar una labor olvidada. No obstante, son mis obsesiones las que, como siempre, rigen mis acciones, así que son estas dos luchas las que voy a ver en estos primeros días de vuelta al curro.

Estas dos luchas salieron a la palestra por el hecho de ver aquel Iron Man a 4 bandas que hubo en un programa de NXT hace unos meses, de ahí la longitud de ambas. Una de ellas, es la lucha al mejor de tres caídas que mantuvieron CM Punk y Chris Hero en IWA Mid South, en el año 2003, en el evento, When Hero Met Punk.

Esto es legendario. Hablamos de una rivalidad inmensa entre colosos, una rivalidad ocurrida en el terreno independiente, en tiempos en los que este no se había convertido en un producto barato para frikis. Se podía contar con las manos la gente que realmente conocía la lucha que se hacía en IWA Mid-South, que era la gran promotora de esa época, antes de que nacieran ROH, TNA, PWG y todas esas.

Punk y Hero mantenían combates enormes, no sólo en calidad, sino también en proporciones. Había pasado, más o menos, un año desde el gran TLC que habían mantenido, y aquí, se veían las caras en un combate de tres caídas, y la estipulación no es gratuita. Porque estos dos hombres llegan al ring con la idea de hacer un combate legendario, como los que se hacían en los 60 y los 70. Está claro que Punk y Hero sí han estudiado wrestling clásico, porque ponen sobre la mesa un match propio de Giant Baba o Dory Funk Jr.

Los tipos se tiran unos 40 minutos llaveando a ras de lona. Y, ojo, lo hacen ante un público compuesto por unas pocas decenas de personas, la mitad de las cuales, tiene pinta de tener el baño en el granero. Letrina. Con esto, quiero decir que puede parecer que hagan una lucha de vieja escuela con la idea de pasar a la historia, pero no es así, la hacen por simple amor al arte, lo que es genial.

Ambos llavean distintas partes del cuerpo rival, sin que nadie se rinda. Esto sigue así hasta que, en un momento dado, Punk se levanta y, como hacía en su día Baba, sube la velocidad de sus ataques. La velocidad, y la potencia, porque pega unas patadas que, si no son reales, al menos dejan huella. Literalmente. 

Punk destroza a Hero con golpes directos, y se lleva la primera caída. Ojo, Hero no se queda atrás, y pega patadas propias de Kawada, antes de aplicar crossfaces, pero sale perdedor en este reto, tras quedar noqueado, quizás de verdad, después de una patada en la cara. 

El superhéroe comienza la segunda caída enfadado. Durante la misma, los dos se matan con golpes muy fuertes, con mucha igualdad, hasta que Hero atrapa a Punk en el esquinero, y aplica el finisher que a su rival le prohibieron en WWE, el Pedegree desde el esquinero, el Pepsi Plunge. Después de 1 hora y 10 minutos de combate (aproximadamente), comienza la tercera caída, que está a punto de llevarse Punk con otro rodillazo rapidísimo en la cara.

Ahora hay urgencia. Punk busca la victoria rápida, porque piensa que esto está durando demasiado. El futuro campeón de WWE, cansado como su rival, busca la rendición con Sleepers, pero Hero se libra. Esto parece eterno. Los nearfalls se suceden, tras ataques a la cabeza muy seguidos, pero Hero sigue sin dar el brazo a torcer. Finalmente, es el turno de este, que aplica una Power Bomb reversa desde el esquinero. La cuenta llega a tres, pero los dos están cubriéndose respectivamente, así que esto sigue empatado.

Las autoridades decretan que haya una caída más, y eso es genial. Parece un recurso facilón, pero en una lucha como esta, en una rivalidad como esta, cuyo significado radica en la igualdad, en ser el combate de los 1000 años, esto es especialmente relevante. Hero vuelve a sobrevivir a patadas en la cara. Punk Intenta hacer rendir a su oponente con llaves a las piernas, pero este las reversa, pone a Punk en un Crossface hacia atrás, y se lleva la victoria, la rivalidad, y el campeonato de la empresa. Gran lucha.

Es cierto que he escrito la segunda mitad del review un mes después de ver la lucha, y no recuerdo todo lo que me llamó la atención del match, pero creo que es muy bueno, pura historia. Está relacionado con la rivalidad, con el wrestling clásico, y con las dos personas. Quizás le falta un poco más de público, y tiene algunos momentos que se pueden hacer repetitivos, pero creo que está cerca de la perfección.Esta es una de las grandes rivalidades de la historia en cuanto a calidad, aunque no lo es en lo relativo a la relevancia, obviamente.

Puntuación: ****3/4

lunes, 14 de diciembre de 2020

Jerry Lawler vs Kerry Von Erich, AWA SuperClash III


Especial 50 aniversario de Jerry Lawler

Estamos revisando un par de matches, para celebrar los 50 años de carrera de The King, Jerry Lawler. Tras hablar un poquito, a grandes rasgos, sobre la carrera del luchador de Memphis, decidimos ver dos combates suyos: aquel en el que ganó el Campeonato Mundial de la AWA, ya comentado, y aquél en el que ganó el Campeonato Mundial de WCCW, para unificar ambos títulos. Este último es el combate que vamos a comentar hoy.

Más allá de la relevancia de estos campeonatos, es interesante incluirlos en este especial, porque el Jerry Lawler que vemos en la primera pelea, es muy distinto del que vemos en la segunda. Mientras que entonces peleaba en casa, y por tanto, hacía el rol de héroe amado, hoy juega el papel contrario, y también se le da muy bien.

Su rival es el Campeón de la WCCW, Kerry Von Erich. Como el lector sabrá, los Von Erich son miembros de una dinastía histórica dentro de la lucha libre, promotores de WCCW, y grandes héroes en la región en que operaba esa empresa, en el estado de Texas. Por desgracia, también es una familia maldita, a la que parece perseguir la muerte.

Fritz Von Erich, patriarca y fundador de WCCW, tuvo 6 hijos, 5 de los cuáles, murieron antes que él. Kerry, nuestro protagonista de hoy, tenía un gran futuro, pues WWF lo fichó, para convertirlo en el nuevo Ultimate Warrior, pero no tuvo éxito y, tras su salida de la empresa, no pasó mucho tiempo hasta su muerte, por suicidio.

Quizás habría funcionado. El Tornado Texano no tenía la fuerza, la intensidad, o el carisma del Warrior, pero era mucho mejor luchador. Era guapo y alto, y tenía un pelazo. Todo el mundo lo quería en su tierra, y sus reacciones en WWF tampoco eran malas. Pero su papel fue decreciendo, así como sus problemas personales y de adicciones, creciendo.

En el 88, la empresa de su familia aún trataba de salir a flote, enfrentándose a los dos grandes imperios luchísticos que se estaban formando. Entonces, en Chicago, Illinois, Kerry perdió su título ante un villano Jerry Lawler, a pesar de todo el amor que le profesa el público al Modern Day Warrior.

El héroe domina el match, aplicando un montón de Tornado Punchs, ese puñetazo en forma de tornado que hizo famoso, y que también aplicaba su figura de acción en la WWF, diferenciándose del resto, y siendo uno de los pocos muñecos con un movimiento exclusivo. En este caso, es el puñetazo de Jerry el que parece débil en comparación con el Tornado Punch.

Pero Jerry aumenta ese poder, al utilizar un puño de hierro que lleva escondido. Ahora sí, sus golpes son brutales, y la sangre empieza a brotar de la cabeza del texano.

Kerry empieza a usar otra de sus grandes técnicas, la Clawhold, una llave consistente en apretar la cabeza del rival con las manos. Muchos recordarán que The Great Khali la utilizaba, con unas manos inmensas, gracias a las cuáles, la maniobra parecía realmente asesina. Algunos aficionados, siguiendo con su discurso infantil habitual, tacharon esto como una muestra de la falta de técnica de Khali, pero, en realidad, era la técnica perfecta para él, por sus cualidades físicas.

A Von Erich, no le queda tan creíble, pero Jerry la vende bien. Tras recibirla varias veces, parece a punto de quedar KO. Pero el referee se fija más en la sangre que brota, sin parar, de la cabeza de Kerry. Para la lucha, y cuando todo el mundo piensa que Von Erich ha ganado por rendición, proclama a Lawler como vencedor, puesto que, con esa herida, Kerry no puede seguir luchando. Victoria para el rudo, que deja en buen lugar al técnico. Aún así, y dado que los dos títulos estaban en juego (el de AWA y el de WCCW), The King se queda ambos, unificándolos.

Puntuación: ***1/4

martes, 1 de diciembre de 2020

Jerry Lawler vs Curt Hennig, CWA 09/05/1988


Especial 50 años de Jerry Lawler

Jerry Lawler lleva 50 años luchando. El 26 de septiembre de 2020, USA Championship Wrestling llevó a cabo un evento especial en Jackson, Tennessee, celebrando ese aniversario increíble, de un hombre que, aunque para varias generaciones, es conocido por estar en la mesa de comentaristas de WWE, nunca ha dejado de luchar con regularidad.

Hay muchos luchadores que pelean hasta viejos. Pero, lo que hace especial a Jerry, es que siempre lo ha hecho de manera continuada. Nunca se ha retirado, no ha habido un sólo año, desde 1970, en el que no luchara. Obviamente, a partir de los 90, el número de combates que disputa cada año ha ido decreciendo, en tanto que su rol como comentarista en la empresa de Vince McMahon le ha dado una estabilidad económica, pero, aún así, siempre ha estado dispuesto a subirse al ring. Además de sus combatitos eventuales en WWE, algunos de ellos, bastante importantes,  ha tenido la libertad de pelear en empresas independientes.

Por tanto, la carrera de Lawler puede ser considerada como una de las más largas en Estados Unidos, si nos ceñimos a gente que, verdaderamente, está en activo, y que no se arrastra por los rings, ya que él, por la naturaleza de su estilo, nunca ha variado demasiado su forma de luchar. 

Merece pues Lawler que le dediquemos unas palabras. No vamos a poder realizar el especial de la longitud que él se merecería, dada la agenda que ya tenemos agenciada. No obstante, podemos permitirnos hablar un par de días sobre el tema.

Lawler fue una gran estrella, pero también un gran rudo. Ha tenido cientos de correas en su cintura, aunque nunca ha sido campeón en WWE (quizás sería buena idea darle el campeonato 24/7, aunque fuera por 5 minutos). Fue comentarista, promotor... lo ha hecho todo en este deporte. Y también lo trascendió.

Como sabemos, Jerry nació en Memphis, Tennessee, donde empezó a luchar. Debutó en 1970, y durante su primera década como luchador, se fue haciendo un nombre importante dentro de la NWA y sus territorios del medio oeste. En su tierra natal, se convirtió, casi, en un dios, pues tenía un gran sentido del tempo, sabía jugar con las emociones de los aficionados. En lo respectivo a la lucha, no hacía mucho más que dar puñetazos, pero el poder de estos se convirtió en algo legendario, de lo que todos los rudos huían.

En el 82, tuvo una rivalidad muy sonada frente a Andy Kaufman. Kaufman era un cómico muy conocido en Estados Unidos, un hombre muy gracioso, pero que interpretaba un rol odioso para buena parte de la audiencia. Era un adelantado a su tiempo en términos humorísticos. Pues bien, después de tener combates de lucha libre frente a mujeres en su show, se topó con Lawler, invitado al mismo, e interpretaron una gran comedia que todo el mundo dio por real. Al final, se vieron las caras en un ring, tal y como comentamos hace mucho tiempo.

Jerry Lawler siguió despuntando en los años 80, aumentando su fama en Memphis, en la CWA. Al final de esa época, consiguió un gran logro: unificar dos de los más grandes campeonatos que existían, más allá de la WWF y la WCW. Se convirtió en Campeón de la AWA, al derrotar a Curt Hennig, y en Campeón de la WCCW, al vencer a Kerry Von Erich, unificando ambos campeonatos. Estás serán las dos luchas que incluiremos en el especial.

Ya sabemos que, en los 90, llegó a la WWF, empresa en la que alternó el papel de luchador, con el de comentarista. Pero no fue la gran estrella que era en promotoras más pequeñas, sino que se convirtió en un rudo tramposo, generalmente dedicado al humor. Aún así, se metió en líos con gente muy importante, como Bret Hart o Ultimate Warrior. Con el paso del tiempo, su papel como comentarista fue creciendo, y su rol de luchador, decreciendo.

Su carrera como luchador de WWE acabó en 2012, cuando sufrió un infarto en pleno programa. Ese día, con 63 años de edad, mantuvo un combate, en el que hizo pareja con Randy Orton para enfrentarse a CM Punk y Dolph Ziggler. Tras eso, tuvo un ataque al corazón, pero fue salvado por el equipo médico de ringside. Desde entonces, WWE no lo ha utilizado como luchador, por el claro riesgo de muerte sobre el ring. A él, eso le da igual, pues sigue manteniendo un tren de vida importante, luchando en el terreno independiente, y echándose novias mucho más jóvenes. Hace poco tiempo, supimos, por sus propias palabras, que había tenido un segundo infarto, mientras mantenía relaciones con su novia de 29 años.

Pero ahí sigue, en activo, y sin que nada lo pare, ni los infartos, ni el coronavirus, del que se ha reído varias veces. Nosotros, vamos a comentar las citadas batallas que mantuvo ante Curt Hennig y Kerry Von Erich, que le valieron sendos campeonatos.

Curt Hennig, conocido como Mr Perfect después en WWF, llegó a Memphis el 9 de mayo del 88, para poner en juego su título, el AWA World Heavyweight Championship, ante el ídolo local, el gran Jerry Lawler. Se trata de una noche especial, con un ambiente apoteósico, y 8000 almas en las gradas. El referee Special es Jackie Fargo, un conocido luchador retirado, muy querido en el medio oeste.

El Hennig de la AWA era un grandísimo luchador. Ya hemos comentado un par de matches suyos dentro de esa promotora, en los que demostraba un nivel muy alto. La AWA, no obstante, estaba ya en horas bajas, y el reinado de Lawler se concebió como un intento de atraer la atención de los aficionados, ante el poder inmenso de WWE y WCW. Y es que, entonces, 3 promotoras de medio tamaño, intentaron colaborar para hacer frente a ese poder: La AWA de los Gagne, la WCCW de los Von Erich, y la CWA de Lawler y Jerry Jarret (padre de Jeff Jarret). Pero la cosa no funcionó muy bien, hubo problemas entre Gagne y Lawler, y el título quedó vacante, poco antes del cierre definitivo de la empresa.

En el 88, Hennig, después de un gran reinado, debía perder el título, para irse a WWF. Así que se montó un espectáculo importante, para coronar a Jerry entre su gente. Y la verdad es que el espectáculo no es pequeño, y la lucha no es mala. De hecho, es realmente buena.

Ya hemos dicho que los puños de Jerry son de acero. Pues bien, Hennig hace un gran trabajo, huyendo de ellos, poniéndose fuera de su alcance, realizando llaves desde la parte trasera de su oponente. Así, acaba centrándose en su espalda.

Jackie Fargo demuestra que no es un referee de verdad, cometiendo errores graves. Jerry llega a las cuerdas mientras recibe el Boston Crab, pero Fargo no hace nada. Eso sí, tiene su momento de protagonismo, al noquear al mánager tramposo de Hennig.

Curt comienza a atacar la cabeza de su oponente. Aplica duros candados, aprovechando un golpe del local contra las vallas de metal. Lawler se desangra, y le cuesta seguir en el combate, mientras el campeón le pega en la cabeza.

Pero los puñetazos de Jerry son mucho más poderosos que los de su enemigo. Uno de ellos, vale por diez de Mr Perfect. Falla muchos golpes, pero cuando consigue pegar, Hennig lo paga.

De hecho, así termina la lucha. Hennig pega y pega en la cabeza sin parar, después de aplicar un Piledriver, pero Jerry no se rinde. Este se revuelve, pega un puñetazo muy bien vendido por el rubio, que queda KO, y pierde su campeonato. La fuerza del puñetazo del héroe se mide en la forma en que lo recibe el villano. Buen trabajo.

Puntuación: ****

viernes, 27 de noviembre de 2020

Adam Cole vs Finn Balor, WWE NXT Super Tuesday II


Estamos hablando sobre la marca amarilla de WWE, NXT, y sobre su título principal. Hemos comentado tres peleas titulares ocurridas durante los últimos meses (esta, esta y esta), y aún no tenemos campeón. Hoy, parece que, al fin, vamos a consolidar uno.

En el Iron Man Match de cuatro personas reseñado en última instancia, Adam Cole y Finn Balor empataron, de tal manera que ninguno se quedó para sí la correa. Esto ocurrió en la primera noche de Super Tuesday, evento especial de NXT emitido en martes, debido a que el jueves tendrían lugar los playoffs de la NHL. Pero claro, la semana siguiente habría una segunda noche de Super Tuesday, y ese era el motivo de que hubiera un empate: dejar la cosa abierta para que el aficionado se conectara la semana siguiente. 

Durante el Iron Man, hubo algún intento de alianza entre ambos, recordando que los dos pertenecieron al Bullet Club. Esto no impidió a Cole pillar por sorpresa a Balor en el último segundo, y empatar el match. La segunda semana de Super Tuesday, pues, nos deparó la lucha definitiva: Finn Balor vs Adam Cole, por el NXT Championship.

Dos excampeones, de dos épocas distintas. Balor fue campeón en los buenos tiempos de NXT, cuando era una marca que recibía estrellas de todas partes, que iban rotando, antes de ascender al roster principal de la empresa. Cole ha sido campeón en un tiempo de luchadores fijos de NXT, marca en la que se quedan los hombres pequeños, aquellos que serían tratados como jobbers en el main roster. Por eso, el hecho de que gane Finn suena interesante, aunque es obvio que ya no tiene rivales como los que tuvo durante su primer reinado.

La lucha es buena. Esperaba menos de ella. Es cierto que tiene una primera parte bastante aburrida, pero la segunda mitad está muy bien. Cole centra sus ataques, con candados al cuello, y con algún golpe ahí bastante doloroso para Finn, y este empieza a pisotearle el pecho, preparando su victoria a través de Coupe de Grace. Falla el primer intento y se hace daño en la rodilla, lo que aprovecha Cole para intentar hacer que se rinda a través de la Figura Cuatro.

Balor no lo hace, se revuelve, y aplica Coupe de Grace. Pero, debido a su dolor, no consigue hacerla lo suficientemente efectiva para ganar, y vuelve a recibir Figura 4. Cole se acerca a la victoria, con un par de patadas y rodillazos a la cabeza, pero acaba cayendo, pues Finn cambia su estrategia, se olvida del Coupe de Grace, y busca el 1916. Lo aplica primero, sobre la lona, y después, desde la esquina, para ganar el Campeonato de NXT.

Puntuación: ***1/2

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Adam Cole vs Finn Balor vs Johnny Gargano vs Tommaso Ciampa, Iron Man Fatal Four Way, WWE NXT Super Tuesday


En los últimos días, hemos hablado de la deriva del título de NXT. Después de un reinado largo de Adam Cole, ocurrieron muchas luchas titulares, antes de dar estabilidad a la correa, hoy, en la cintura de Finn Balor.

Ya hemos dicho que Keith Lee derrotó a Cole, proclamándose campeón, pero, poco después, se decidió su ascenso al roster principal de WWE. Por eso, perdió el campeonato ante Karrion Kross, en la última lucha que comentamos en el blog.

Este reinado tampoco fue exitoso, pues Kross se lesionó, y tuvo que dejar el campeonato vacante. Había que buscar una tercera opción para este titulo, y WWE inventó algo que sobre la mesa sonaba muy interesante: un Iron Man de cuatro personas. Los elegidos para la batalla son cuatro excampeones: Adam Cole, Finn Balor, Johnny Gargano y Tommaso Ciampa.

La idea es bastante buena. Este tipo de combate puede resultar muy innovador, pues podemos tener a cuatro main eventers ganando puntos sin parar, poniéndose una y otra vez por delante, de tal manera que haya varios campeones temporales durante el match. Y, sin embargo, la ejecución no es en absoluto así. Es, de hecho, un desastre, un coñazo auténtico, bookeado con los pies.

Partimos de la base también de que la identidad de los cuatro contendientes no aporta mucho. O sea, entre estos 4 hombres, que, independientemente de que gusten más o menos, interpretan sobre el ring más o menos lo mismo, ¿importa de verdad quién gane?

Las luchas de estilo Iron Man suelen ser muy estratégicas, muy variadas. Pues bien, esta, en la que hay cuatro personas, no tiene ninguna de estas características. Nadie tiene una estrategia, ni siquiera aquel que es líder de un stable y que, por tanto, y por el hecho de de que una lucha de 4 esquinas no hay descalificación, podría aprovecharse de ello. Hubiera sido genial ver a Undisputed Era enfrentándose a los otros 3 luchadores en bloque. Pues no, a nadie se le ocurrió.

No hay la más mínima variedad. La lucha siempre es igual. Dos tipos peleando en el ring, de forma genérica. Y el hecho de que no haya descalificación, también resta opciones estratégicas.

En la mayor parte de la lucha, no pasa nada. El primer ping llega a los 25 minutos, y, posteriormente, los otros tres contendientes consiguen un pin también, para que el match esté empatado hasta los 45 segundos finales. Así es, el bookeo es propio de un Iron Man normal. A nadie se le ha ocurrido escribir nada especial para una batalla con cuatro luchadores spoteros que, al menos, podrían haber dado un espectáculo a nivel físico.

Cuidado, porque queda menos de un minuto para el final, con un cuádruple empate a uno, y Tommaso Ciampa está pegando chops en el esquinero. Ningún luchador interpreta mínimamente la prisa o la desesperación por ganar un título tan importante. Balor consigue ganar un punto a falta de pocos segundos, y, entonces, llega Cole con un rodillazo in-extremis, consiguiendo un empate en el último instante. De hecho, ni siquiera esto sale bien, porque Cole tarda demasiado en dar la vuelta al cuerpo inerte de Balor, así que la cuenta comienza cuando quedan dos segundos para el final. El referee cuenta a gran velocidad, para que no se vaya todo a la mierda.

No puedo suspender el combate, porque no es malo en términos de ejecución, pero es lo más aburrido de la historia. La nada.

Puntuación: **1/2

domingo, 22 de noviembre de 2020

Keith Lee vs Karrion Kross, WWE NXT Takeover XXX


En el pasado artículo del blog, comentamos el alzamiento de Keith Lee como Campeón de NXT en The Great American Bash. Pero, como dijimos entonces, su reinado no resultó muy  largo, porque, tras un tiempo, fue derrotado por una reciente incorporación, Karrion Kross, conocido hasta hace poco tiempo como Killer Kross en Impact Wrestling y otras empresas independientes.

Karrion lleva 4 días en la empresa de Vince McMahon. En febrero de 2020, antes de que empezaran las cuarentenas por la pandemia de coronavirus en occidente, éĺ aún estaba peleando en MLW. En realidad, a pesar de que cuenta ya con 35 años de edad, su carrera no es muy larga. Empezó a despuntar en Lucha Underground, y en su socia, la AAA Mexicana, donde se convirtió en un rudo yanki muy odiado por todos. Después, dio el salto a Impact Wrestling, empresa en la que también destacó mucho, hasta que se metió en algunos problemas con la compañía ahora canadiense. Parecía que su destino sería MLW, donde llegó a tener un par de combates, pero, después de que todo el wrestling mundial se parara, tuvo que tomar una decisión definitiva: ¿WWE o AEW?

Se decidió por la primera, en la que ha protagonizado un ascenso meteórico. Destrozó a Tommaso Ciampa, y a Domink Dijakovic, el amigo y rival de Keith. Al Campeón no le quedó otra opción que aceptar su reto por el NXT Championship, que le llegó en forma de contrato ígneo. Tras este ataque de su enemigo, un hombre demoníaco rodeado de llamas y acompañado por la bella Scarlett, el tiempo de Keith como campeón se acabó, tal y como pronosticaba el reloj roto que le enviaron los villanos. Y es que, Lee ascendería a RAW poco después, así que debía dejar el título en buenas manos. Lo que nadie sabía es que Karrion se lesionaría en el match, por lo que la correa seguiría un tiempo más en un estado indefinido.

Creo que la lucha es buena, aunque tiene un final un poco forzado, supongo que fruto de esa lesión. Keith golpea fuerte, pero Karrion utiliza las vallas y el metacrilato de ringside para hacerle daño en un brazo. A partir de ahí, comienza un trabajo zonal muy erudito, sobre la extremidad superior izquierda del campeón.

Trabaja muy bien, aunque es cierto que, en un choque de gigantes como este, uno espera otro estilo de match. Porque la forma de interpretar un combate tiene que adaptarse a las características de los luchadores que participan en él, y a la storyline que están contando, si es que esta existe. Y la verdad es que, después de estos minutos de dominio zonal por parte del rudo, comienza una nueva fase en la que se produce el choque de trenes, lo que tiene su lógica. 

Una vez más, los inmensos ataques de contralona de Keith llueven como gotas dispersas, desgastando la integridad de un rival que ataca de manera más recurrente, a través de Sleepers, que están a punto de dejarlo KO. Este despierta justo a tiempo, pero recibe varios Suplexs Belly to Belly. El segundo, desde la esquina, acaba sorprendentemente con la lucha, tras la ejecución de un visiblemente mermado Karrion. No obstante, el combate está bastante bien.

Puntuación: ***3/4

sábado, 21 de noviembre de 2020

Adam Cole vs Keith Lee, WWE The Great American Bash 2020 Night 2


Estamos comentando algunas luchas importantes ocurridas en los programas de WWE NXT de los últimos meses. Y, en este sentido, lo más importante que hay es el título máximo de la marca, el NXT Championship. Este, ha cambiado de mano en tres ocasiones en poco tiempo, y eso, por supuesto, hay que comentarlo.

El primer cambio de campeón lo protagonizó Keith Lee, al derrotar a Adam Cole. El líder de Undisputed Era había mantenido la correa en su cintura durante unos 400 días, más de un año, así que el reinado ya se hacía bola. Tras una deriva titular en la que los campeones eran hombres pequeños, WWE recordó su naturaleza, y el gusto por los hombres grandes. El siguiente campeón, Keith Lee, es un hombre enorme, que da miedo.

Estos hechos ocurren en tiempos de cuarentena por pandemia de coronavirus, pero, también, en medio de las manifestaciones en Estados Unidos, tras el asesinato de George Floyd a manos de un policía, un hombre negro que fue ahogado ante los móviles de los ciudadanos, por un agente que, obviamente, se excedió en sus deberes. El tema del racismo en América salió a la luz de nuevo, por lo que WWE requiere tener hombres negros de importancia en su roster. Por eso, Keith Lee no tardaría en subir al roster de RAW, donde incluso venció a Randy Ortón. Por este motivo, su reinado tampoco duró mucho.

Keith es el North American Champion, y Cole es NXT Champion, así que esto es un Winner Takes All. Ocurre después de varias victorias de Lee sobre su gran rival, Dominik Dijakovic, y otros miembros del roster de NXT. Tuvo muchas defensas, y así ganó esta oportunidad, que tiene lugar en la noche 2 de The Great Maerican Bash

Y es que NXT y AEW están metidos en una pequeña guerra por las audiencias, así que han celebrado varias veladas especiales dentro de sus programas semanales. Si bien AEW cosecha mejores audiencias habitualmente, en estos eventos de renombre, en los que WWE ha reutilizado marcas clásicas de WCW, NXT ha mejorado mucho sus datos normales.

En cuanto a la lucha, esta no me parece especialmente relevante, más allá de la importancia de la ocasión. Keith Lee es mucho más fuerte, y ataca con golpes contra la lona enormes. Le pone a Cole la espalda a flor de piel. Este, tiene sus momentos de dominio, con sus Super Kicks y otros ataques, y consigue aplicar el Canadian Destroyer, pero Lee sobrevive, para su sorpresa. Busca otro, pero su rival vuelve a la carga: Power Bombs, Power Slams, Superplexs. Son muchos golpes contra la lona. Finalmente, acaba con su mejor ataque de este tipo, el Big Bang Catastophe. Victoria para él, en una lucha que destaca por la calidad y fuerza de sus slams, que reiteran en el dolor de espalda de su oponente, y poco más.

Puntuación: ***1/4