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domingo, 1 de agosto de 2021

Los Mosqueteros del Diablo vs Lizmark, Eddie Guerrero y Rocky Star, UWA 1988



Especial fallecimiento de Brazo de Plata

Hoy, tenemos que lamentar un nuevo fallecimiento dentro de la industria del wrestling. Se trata de toda una leyenda de la lucha libre mexicana; el último de los Mosqueteros del Diablo que quedaba con vida; el último de Los Brazos: Brazo de Plata, también conocido como Super Porky, ha muerto. Lloramos, como él lloraba arriba del ring.

Esta es una figura enorme, en cualquier sentido. Es un hombre muy querido dentro del mundo de la lucha libre mexicana. Es miembro de la familia Alvarado Nieves; su padre es Shadito Cruz, un luchador que peleó durante la edad de oro de la lucha mexicana, y que engendró un montón de hijos luchadores, entre los que destacan Jesús Alvarado Nieves (Brazo de Oro), José Luis Alvarado Nieves (Brazo de Plata), y Juan Alvarado Nieves (El Brazo). Estos son los luchadores más importantes de la familia, y conforman la mítica tercia conocida como Los Brazos. Los tres están muertos.

Hay que decir que estos hombres tenían otros hermanos luchadores, que siguieron con la tradición de Los Brazos (recordemos que el nombre de Brazo de Oro, el mayor de los hermanos, surgió después de que Jesús viera la película El Hombre del Brazo de Oro, protagonizada por Frank Sinatra). Así pues, hay otros tres hermanos Brazos, que son Brazo Cibernético, también fallecido, Brazo de Platino y Super Brazo.

Asimismo, existe una tercera generación, de la que forman parte luchadores muy conocidos hoy en día. Entre ellos están La Máscara y Aramis (hijos de Brazo de Oro), Psycho Clown, Goya Kong y Máximo (hijos de Brazo de Plata), y Robin (Hijo de Brazo Cibernético). Aunque Brazo de Plata tiene, efectivamente, tres hijos, cada uno es de madre distinta. Porque Brazo tuvo una vida muy bien vivida.

Como digo, Brazo de Plata, de la mano de su hermano mayor, Brazo de Oro, se convirtió en un gran luchador, parte de una de las grandes tercias que destacaron durante los 80, en tiempos del Toreo de 4 Caminos. Eran los Mosqueteros del diablo, también conocidos, después, como Los Brazos. Eran tipos muy fueres, muy rudos, violentos y sangrientos; con unas máscaras que se hicieron famosas en todo el mundo. No obstante, en el año 88, las perdieron en una de las más grandes y más famosas batallas en la historia del wrestling: su lucha contra los Villanos. La rivalidad entre las dos mayores dinastías de la lucha libre mundial nunca terminará.

Podía parecer que, sin máścaras, Los Brazos se vendrían abajo, pero no fue así. Ni mucho menos. Gracias a su carisma y sus pintas bonachonas, se ganaron el cariño del público. Y dentro de este contexto, fue sin duda Brazo de Plata el que más destacó. Su carisma no tiene igual. Hubo muchas peleas entre los hermanos, que provocaban que Oro riñera a Plata, y este acabara llorando. Muy gracioso.

Plata fue evolucionando. A medida que sus excesos vitales le llevaban a ganar peso, se fue haciendo más divertido, más cómico. Luchó en el Consejo Mundial de Lucha Libre hasta 2005, cuando fue firmado por WWE para desarrollar un personaje humorístico que hacía el papel de mánager de la Division Junior, una división de luchadores mini que, aunque nadie lo recuerde, existió en WWE durante un breve periodo de tiempo, y que ofreció unos pocos combates de carácter cómico entre luchadores mexicanos de ese peso. La mayoría de esos combates tuvieron lugar en Heat. McMahon se cansó pronto del experimento, así que Alvarado volvió a Mexico, pero lo hizo a la competencia: a AAA.

Brazo de Plata siguió evolucionando, cambiando su nombre a Super Porky, lo que implicó problemas legales, por usar la música de los Looney Tones. Se vestía de Elvis, y cada vez era más entretenido. Volvió al Consejo Mundial de Lucha Libre, muy viejo, y muy gordo, para usar ese peso en todo tipo de gags chistosos. A pesar de que ya no luchara mucho, era una gozada verlo, y sin embargo, existía la sensación de que era un poco peligroso que, a esa edad, y con ese peso, siguiera haciendo ciertas cosas. Finalmente, le pasó factura, porque una lesión lo dejó incapacitado, y obligado a andar con andador, a pesar de contar sólo con unos 55 años de edad (mucho para luchar, pero muy poco para vivir).

Pero Brazo de Plata no podía permitirse retirarse. Nunca sentó la cabeza. Según sus propias palabras, se gastó todo el dinero que ganó en alcohol, drogas y prostitutas. Y, por supuesto, comida, pero eso es más barato. Así pues, cuando se vio obligado a retirarse, lo pasó muy mal, porque no tenía medios para sobrevivir, más que aparecer en algunas funciones o vender merchandising. Por suerte para él, aunque no fue un buen padre, su exitoso hijo Psycho Clown se encargó de que viviera con dignidad durante sus últimos años.

Dicho todo esto, vamos a comentar un par de combates de Brazo de Plata. La primera que he seleccionado es una que he encontrado por ahí, y que tuvo lugar en el año 1988. Enfrenta a los Brazos, aún con máscara, y a una tercia formada por Lizmark, Eddie Guerrero y Rocky Star. Es un match independiente que tuvo lugar en Ciudad Juarez. Es interesante verlo, porque la copia que se puede encontrar en Internet tiene muy buena calidad de imagen, y eso es impropio de la lucha mexicana de los 80, así que vamos a aprovecharlo.

Faltaban unos meses para que Los Brazos perdieran las máscaras. Eran rudos y violentos, pero Porky ya demostraba su habilidad para el humor, ya que intentaba presumir de músculos, a pesar de que ya estaba bastante gordito. Dominan la primera caída, hacen sangrar a Rocky, y cubren a Eddie con un Frog Splash del obeso realmente doloroso.

Rocky Star es una estrella en Ciudad Juarez, y lo paga. Los malos se ensañan con él. Pero se defiende, y le parte una silla en la cabeza a El Brazo, que acabará, en una entrevista posterior al combate, desangrado y llorando, jurando venganza. A estas alturas, la personalidad de la tercia, que posteriormente la convertiría en una de las más queridas, ya se estaba fraguando. Estos dos mismos luchadores se juegan el final del match, que cae de parte de los Brazos, con un fault cuando los referees no miran. Victoria de Los Brazos en dos caídas al hilo.

Esta lucha es una de tantas que había en los años 80 con tercias legendarias como esta: mucho odio y rudeza, con la intención de sembrar rivalidades que atraigan a los aficionados a la arena. La intensidad está por encima de la calidad.

Puntuación: ***