En la noche 2 de Weekend of Champions, vimos como, en un
combate de unificación de los títulos Mundial y Pure, salía ganador Nigel
McGuinness sobre Bryan Danielson por Count-out, manteniendo su título intacto,
pero incapaz de ganar el campeonato mundial, puesto que este no puede cambiar
de manos por count-out.
Meses después, los dos grandes rivales se vuelven a ver las
caras. Esta vez tiene que haber un ganador. El nuevo combate tiene lugar en Liverpool,
Inglaterra, en la casa de Nigel. Así, automáticamente, Nigel se convierte en el
face, y Bryan en el Heel. El dragón Americano lo sabe y muestra su actitud ante
el público. Es el mejor del mundo, mucho mejor que cada uno de los que están en
el estadio (o gimnasio, más bien), y lo deja bien claro. Y al comenzar el
combate, también deja claro que es mejor que su rival. Domina la mayor parte de
la lucha, y comienza destrozándole el brazo al inglés.
Nigel, como buen héroe local, invierte la situación puntual
mediante come-backs basados en clotheslines y el Tower of London. Daniel le
hace perder dos rope breaks en los primeros minutos, porque su idea es que
cuando los pierda todos estará perdido. Pero en un minuto, con un Tower of
London y una devolución del Cattle Mutilation, el finisher de rendición de
Bryan.
Bryan tiene otra estrategia bajo la manga: él puede ganar el
título Pure por count-out, pero Nigel no puede quitarle el título mundial de
esa manera. Así que va fuera, e intenta conseguir ganar de esta manera. No lo
consigue en su primer intento, pero en el segundo, destroza la cabeza de Nigel contra
el poste del ring, haciéndole sangra mucho. Después, vuela desde la tercera
encima del luchador local, que está entre el público. Los fans gritan “Holyshit”,
pero Nigel consigue volver al ring cuando la cuenta va por 19.
McGuinness está muy loco. Ante el apoyo constante de la
multitud, nace en él un espíritu del guerrero, quizás fruto de la pérdida de
sangre, y empieza a darle cabezazos al campeón mundial. Este consigue quitarle
todos los rope break, viéndose ganador, puesto que cree que Nigel no podrá huir
de su próxima llave. Cuando el inglés le pega un clothesline asesino, lo está
esperando para atraparle con su Cattle Mutilation, del que ya no puede huir. Va
hacia la cuerda, pero el referee le recuerda que ya no le vale. A punto de
rendirse, le da la vuelta a Bryan, pero este empieza a darle golpes de
antebrazo sin parar, hasta que el árbitro para el combate. Danielson gana,
unifica los títulos en uno de los combates más importantes de la historia de
ROH, y también uno de los mejores.
Puntuación: ****3/4