Estamos llevando a cabo un especial sobre Blue Demon, aprovechando que El Consejo Mundial de Lucha Libre le brindó tributo en Homenaje a Dos Leyendas 2019. Seguimos con ello.
Como el lector sabrá si sigue el mundillo de la lucha libre mexicana, este es un evento anual, en el que, como su propio nombre indica, se realiza un homenaje a dos figuras históricas de la lucha. La primera siempre es Salvador Lutteroth, fundador de La Empresa Mundial de Lucha Libre (nombre que recibía el Consejo originalmente). La segunda, va cambiando cada año, de tal manera que, para un luchador, tener uno de estos homenajes equivale a ser exaltado al Salón de la Fama de otras empresas relacionadas con la lucha libre.
Como decimos, Blue Demon recibió su homenaje en La Arena México. Pero no es el único, puesto que CMLL realiza también un pequeño homenaje en sus arenas de Guadalajara y Puebla, para leyendas locales. En la Arena Coliseo de Guadalajara, fue Américo Rocca quien recibió honores, mientras que, en la Arena Puebla, fue recordado el señor Estrella Blanca.
En anteriores artículos, hemos comentado las luchas de apuestas en las que Blue Demon ganó las máscaras de Matemático y Rayo de Jalisco, en la etapa final de su carrera como luchador, en el 89. Es muy complicado encontrar más luchas suyas en Internet, puesto que sus grandes encuentros ocurrieron entre las décadas de los 50 y los 70, y no se publica mucho material mexicano de esos tiempos.
Pero, como comentamos en el primer post de este especial, Blue Demon, junto a El Santo, se hizo famoso por aparecer en películas como si fuera un superhéroe. Y, en estas películas, se incluían luchas reales, completas, a modo de extraños planos secuencia. No hay, en ellas, ni trampa ni cartón; son combates como tal, que rellenaban buena parte de la cinta. Así podemos, al menos, ver luchas de estos enmascarados.
He estado viendo un par de películas de este tipo para escribir el especial. Son películas de aventuras, en las que los luchadores, cuando acaban su jornada laboral encima del ring, se dedican a salvar al mundo, como si fueran Los Vengadores. Obviamente, ni la técnica, ni la madurez narrativa, son las de hoy, así que el resultado no es de gran calidad.
Históricamente, todas las grandes estrellas de la música y de otras artes, han protagonizado películas. Este tipo de producciones da mucho dinero. Elvis se hizo de oro con esta cuestión. Y nunca estas películas fueron buenas, puesto que no lo requerían. Los fans se lanzaban a los cines en masa, y ese tipo de gente no es muy exigente.
Pero las pelis de luchadores eran pelis de aventuras, en las que Santo, Blue Demon, y demás, se dedicaban a dar mamporrazos a monstruos malvados. Como digo, son productos muy inmaduros, pero todos los cómics y series de superhéroes lo eran en la época. A mí me parece bastante interesante la existencia de este tipo de cosas, es guay, y es producto de su tiempo. Algún día revisaré todas esas pelis, pero no en este blog.
La lucha que comento hoy pertenece a la película "Santo y Blue Demon vs Drácula y el Hombre Lobo", del año 1973, una peli en la que el profe Manotas hace de superhéroe junto a El Santo, principal protagonista.
La película comienza con una lucha entre El Santo y Ángel Blanco, un luchador enmascarado, de mayor tamaño que la gran estrella. La lucha es legítima, y los únicos cortes que hay ocurren entre caída y caída, para hacerlo más llevadero. Se nota que la lucha es de verdad, por la forma en la que se realizan las acciones, y por la voz del comentarista, que es bastante malo. No es posible que nadie haya escrito esos comentarios en un guión.
Tras la lucha, El Santo se viste de calle, pero no se quita la máscara, ni para besar a su bella amada. Recibe la alerta del advenimiento de Drácula y el Hombre Lobo, que tienen la misión de someter al mundo. Todos cuentan con él para que se enfrente a este mal. Aunque no es físicamente muy impresionante, su voz impone más que la de Batman.
Después de eso, entra en juego Blue Demon, que también es introducido a los espectadores a través de una lucha, en este caso, frente a Renato el Hippie. Tras su victoria, se une a El Santo, y, juntos, y a base de hostias bien dadas, libran al mundo de la amenaza de los monstruos.
Con la paz restituida, la película termina con una lucha en parejas. Santo y Demon hacen equipo, para enfrentarse a sus dos anteriores rivales, Ángel Blanco y Renato. Esta lucha es la que vamos a revisar en este post.
La lucha tiene los mismos comentarios que las anteriores. Se escucha un público muy animado, pero no sé si se ha incluido posteriormente, porque, en la perspectiva en que se ve la lucha, no se observa nada, más que un fondo con niebla.
En la primera caída, hay un poco de dominio por parte de Ángel Blanco sobre Demon, ya que es mucho más grande que él. Pero Santo es como un rinoceronte: pega unos topetazos con la cabeza en carrera, que son imparables. Con ellos, y gracias a que Demon se pone a su altura, se llevan los buenos la primera caída.
En la segunda caída, los rudos intentan provocar enfrentamientos de 2 vs 1 a su favor. Gracias a ello, consigue batir a los dos legendarios guerreros. A Demon le caen muchas patadas en el costado.
Nos vamos a la tercera caída. Santo y Demon han aprendido la lección. En lugar de luchar cada uno por su lado, pelean juntos, y así, superan las maniobras de montoneros de los rudos. No hay ningún control por parte del referee, todos luchan contra todos. El Santo, de escuela ruda, tiene una forma de luchar muy dura, muy stiff. Cada uno por su lado, y como si esto fuera una pelea en un callejón, le pega una paliza a su respectivo rival, para llevarse, finalmente, la victoria.
Peleita simple y corta, pero con carisma, con verosimilitud.
Puntuación: ***