El 12 de febrero de 2019, falleció Pedro Morales, a la edad de 76 años, tal y como informó WWE, la empresa en la que se hizo grande, a través de su página web. Descanse en paz.
Cada vez que ocurre el fallecimiento de un luchador importante en la industria del wrestling, intentamos comentar algunas luchas en su honor, y este caso no va a ser menos.
Morales es el cuarto campeón en la historia de WWE. Su reinado tuvo lugar entre febrero de 1971, y diciembre de 1973, contando con 1.027 días, lo que equivale, casi, a 3 años portando la correa. Este reinado es el quinto más largo en la historia de la empresa, tras los dos de Sammartino, el primero de Bob Backlund, y el primero de Hulk Hogan, y él es el quinto hombre que más tiempo ha sido la cara de la empresa, tras Bruno, Hulk, Bob y John Cena.
Estos datos, ya de por sí, hablan de la importancia de Pedro Morales para una época concreta de la empresa de los McMahon. A eso, hay que añadir que es el primer Triple Crown Champion, al convertirse en Campeón Tag y Campeón Intercontinental a principios de los 80, y que fue inducido al Salón de la Fama de WWE en el año 1996.
En los últimos años, han fallecido luchadores de su época, como
Sammartino e
Ivan Koloff, así que ya hemos comentado, en varias ocasiones, el contexto en el que Pedro Triunfó. Él, como tantos otros luchadores latinos, debutó siendo un adolescente, con sólo 17 años. Luchó en varias promociones del medio oeste, y estuvo 3 años en WWE durante los 60. A esa empresa regresaría en el año 70, dispuesto a dar el salto al estrellato.
Como estamos comentando en el especial de la
NWA, la alianza tenía mucha fuerza en los territorios del medio oeste. Gustaban mucho los campeones rubios, guapetes, muy arios. Pero la WWWF de Vince McMahon Senior, dominaba Nueva York, y realizaba también eventos en otros estados del noreste. En La Gran Manzana, no interesaban los granjeros, es una ciudad fundada y mantenida por inmigrantes de muchas zonas del mundo. De ahí que el primer gran campeón de la empresa fuera un italiano, y el segundo, fuera un puertorriqueño.
En los 80, Vince Jr se haría con el poder de la empresa, y la llevaría a convertirse en un espectáculo de corte global. De ahí que tuviera campeones mucho más americanos, como Hulk Hogan. Pero, en los 70, WWWF no dejaba de ser una promotora local, y se centraba mucho en el público que se daba cita en el Garden una vez al mes. La verdad es que la venta de entradas de Morales en ese recinto fue tan buena como las de Bruno Sammartino, pero es cierto que, en otras ciudades, no gustaba tanto.
Ya lo hablamos en su propio especial. En el 71, Sammartino se tomó un respiro como campeón. El título le fue arrebatado por Ivan Koloff, un campeón de transición que tan sólo haría honor a esa denominación durante un mes, para ser derrotado en febrero de ese año por Pedro. La lucha en la que el latino se convirtió en campeón, la comentamos en el especial que hicimos por la muerte del malvado soviético.
En el año 1972, Morales defendió la correa ante Sammartino, en el Shea Stadium de Queens, otra de las localizaciones en las que la empresa era fuerte. Se vendieron más de 22.000 entradas para ver esa lucha, conocida como The Match of the Century. Por desgracia, parece que no hay registro en vídeo de tal match. Debería estar en un blo de historia del wrestling como este, pero no podremos hablar de él, al menos no con un rating.
McMahon consiguió traer de vuelta a Bruno como campeón, así que Pedro debía perder el título, como lo hizo ante otro campeón de transición, Stan Stasiak. Tras esto, en el 75, abandonó la empresa, para seguir trabajando en la NWA y otras promotoras.
En el año 80, volvió a WWE, empresa en la que tuvo su última etapa como luchador, retirándose en el año 87. Durante estos años, luchó también en la WWC puertorriqueña de Carlos Colón. Junto a este y otros pocos, Morales es considerado uno de los pioneros de la lucha libre en el país boricua.
La lucha que vamos a comentar hoy pertenece a esta última etapa. Es más fácil encontrar combates de calidad en la década de los 80. Nos vamos, en concreto, al año 81, cuando nuestro protagonista era Campeón Intercontinental. Había vencido a Ken Patera en el 80, convirtiéndose, así, en el primer Triple Crown Champion, como decíamos antes. En febrero de 1981, defiende la correa ante Sargento Slaughter, un rival de cuidado.
Me encanta ver luchas old school totalmente aleatorias. Es difícil encontrar información sobre la calidad de los combates en la época pre-Meltzer. Así, puedo ver joyitas sin estar condicionado. En este caso, me interesó mucho ver este combate, porque es lo sufcientemente largo, y porque Slaughter es un muy buen luchador. Por desgracia para él, sería consumido por su personaje, como pasó con tantos otros wrestlers de esa caricaturesca etapa, como Jim Duggan, Curt Hennig, Ted DiBiase etc. Es muy difícil recordar un combate bueno de estos hombres en WWF. Pero, si uno los ve luchar fuera de Nueva York, puede encontrar cosas muy buenas.
A pesar de la falta de nivel en el wrestling de WWF de la época, hay que aceptar que esos personajes molaban. Sobre todo, desde el punto de vista de un niño. Pero, al menos, todos eran claramente identificados, todos tenían una personalidad, una razón de ser, y storylines relacionadas con esa caracterización, que, en ocasiones, se limitaba a una profesión, o una nacionalidad, pero que daba pie a contar algo, asimismo muy simple, pero recordable y diferenciable.
Todos recordamos a Slaughter como ese gran héroe americano, que representaba a los valerosos soldados del país, que transcendió la lucha libre, y se convirtió en un personaje oficial de los G.I. Joe. Y todos recordamos, asimismo, su transformación en los 90, en plena Guerra del Golfo, convirtiéndose en un traidor, y aliándose con la causa Iraquí. En esta etapa, al fin, se convertiría en Campeón de la WWF.
Pero en el 81, se encontraba en una etapa anterior del desarrollo de su personaje. Llevaba poco en la empresa, y saldría meses después para volver, durante un par de años más, a la NWA. En este tiempo en la empresa McMahon, llevó a cabo el papel de villano, un tipo que usaba el Cobra Clutch como ataque principal, y que llevaba a cabo competiciones, para ver si alguien conseguía librarse de él. Sí, es otra de esas cosas que WWE ha hecho mil veces a lo largo de los años.
Pero el personaje del 81 es un poco distinto a estos. No he encontrado ningún material escrito sobre su comportamiento. Ya sabéis que Internet es un gran lugar para repetir siempre la misma información, pero cuando uno profundiza un poco más en algo, resulta que no hay datos.
El caso es que este Slaughter, a pesar de ser Sargento, es un rudo, y es muy odiado por el público. Los aficionados le gritan un insulto muy concreto, y, una y otra vez, el rudo se muestra muy traumatizado por los insultos, y se tapa los oídos con las manos. Yo me he imaginado al personaje como un soldado que había huido de alguna batalla, o que se había negado a participar en la Guerra de Vietnam, y que, por eso, era considerado un cobarde por la sociedad. Me lo he inventado, pero le pega a la historia.
La lucha es buena, me gusta. Después de esos primeros minutos de interacción con el público, Slaughter consigue enganchar la cabeza de Morales. Está preparando el Cobra Clutch, así que aplica candados muy largos, y muy duros. Pedro está a punto de quedar KO, por la presión recibida, que es mucha, y recibe el finisher de su rival. Por suerte para él, está cerca de las cuerdas, y así, se libra de la llave, pero recibe golpes fortísimos que le lanzan a ringside.
Morales está grogui. Está realmente dañado por los golpes de Slaughter. Le cuesta muchísimo volver al ring y, encima, es lanzado contra el poste.
Extenuado, Morales consigue descansar y aplicar un par de buenos ataques que desgastan a su rival. Este, es un cobarde por naturaleza, así que se viene abajo, y esa va a ser su perdición. Pedro le propina los mismos ataques que ha recibido, y ahora lleva toda la ventaja.
Pedro le parte la cabeza a Slaughter, que también queda en mal estado. Pero el rudo saca un puño americano, y le propina un duro golpe en el estómago al de Puerto Rico. Cuando va a por el segundo golpe armado, es frenado por el campeón. En ese momento, el referee puede ver, claramente, el arma que está utilizando, y le descalifica. Es este un final bastante malo para una lucha que iba muy bien, pero el público se alegra mucho de que se haga justicia. Hay gente que está a punto de saltar al ring, por el cabreo. Así que, al menos para ellos, esta decisión arbitral es lo mejor. Morales retiene el campeonato.
Puntuación: ****