El paso de Místico con el personaje de Sin Cara en WWE no ha
ido muy bien, sobre todo por los problemas de lesiones del luchador mexicano.
Esperemos que, a su vuelta a México, vuelva a lograr grandes gestas.
Las gestas, en México, se miden, más que en títulos, en
máscaras y cabelleras logradas. En lop referente a máscaras, Místico tiene unas
cuantas, pero solo una de una estrella de verdad, lograda en el main event de
una función de Aniversario del CMLL. En esa lucha, Black Warrior fue su
víctima.
Místico era el luchador top de México, la gente lo amaba, y
esa noche llenó la Arena México para verlo poner en juego su incógnita. El
ambiente es ensordecedor, pero Black Warrior no le da un respiro: nada más
llegar, le ataca por la rampa de salida, y provoca una rendición veloz, que le
hace ganar la primera caída del choque.
El combate continúa, y Black Warrior le destroza la máscara
al Místico, y le hace sangrar. El dominio del rudo sucede, hasta que Místico se
tira un come-back velocísimo, que le da la victoría de la segunda caída en
forma de paquetito. Todo se decidirá en la tercera, ya con ambos luchadores con
las máscaras destrozadas.
Con las dos primeras caídas quitadas de en medio rápidamente,
los luchadores ponen toda la carne en el
asador en la tercera. La primera parte de esta es una sucesión de vuelos
impresionante, ambos se matan, y matan al público, de camino.
De vuelta al ring, prueban mil tipos de conteos. Paquetito
por aquí, paquetito por allá, mientras la Arena México está que arde. Esto
sigue así durante un buen rato, hasta que Místico atrapa a Warrior con su
Mística, y se lleva el mayor trofeo de su carrera.
Combate tremendamente divertido y veloz, sin mucha técnica
ni historia: hay que ganar la máscara, y se busca la cuenta de tres de mil
maneras.
Puntuación: ****
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