Estamos desarrollando una serie de posts centrados en los hombres y mujeres que se convierten en WWE Hall of Famers este año 2020, si bien es cierto que, por las condiciones únicas del mismo, aún no sabemos cuando recibirán su anillo en la gala correspondiente. Y, dentro de este especial, en los últimos días, nos hemos dedicado a hablar sobre las Hermanas Bella, comentando las principales luchas que disputaron en su último run, en 2018.
En el anterior post, hablamos de Super Show-down, evento australiano en el que las Bella se unieron a Ronda Rousey para librarse del malvado Riott Squad. No pasó mucho tiempo hasta que las Bella realizaron un turn heel, para conseguir un match por el RAW Women's Championship. Pero, ¿Por qué así?
Nikki está enfadada. Ella y su hermana trabajaron muy duro, dice, para defender el papel de las mujeres en WWE durante tiempos oscuros, y, de la noche a la mañana, llegó Ronda Rousey para encabezar el PPV Femenino Evolution, como si hubiera sido ella la que hubiera llevado a cabo la revolución de las mujeres en WWE, y no las luchadoras.
Pero, ¿es esto cierto? Ronda defiende que ella ha vivido derribando puertas toda su vida. Derribó puertas en el judo, en Strike Force, en UFC, y ahora, en WWE, mientras que Nikki sólo ha derribado una puerta en su vida: la del dormitorio de John Cena. Esto enfadó mucho a las Bella... pero algo de razón tiene.
Porque Ronda tiene un gran papel en esa revolución, aunque ni siquiera estuviera aún en WWE. Y es que, desde las MMA, demostró que las mujeres podían interesar a todo el mundo, liderar carteleras, y vender entradas y PPVs. No es casualidad que el único evento especial de WWE sólo de mujeres, se implementara cuando estaba ella.
Ya he comentado varias veces que el PPV Evolution me gusta bastante. Además, creo que tiene un muy buen ambiente; hay, más o menos, dos tercios de las entradas vendidas, o sea, que está bien, pero no es un gran éxito y, no obstante, la gente que ha asistido a este show es gente muy guay. Nadie ha venido a Long Island a trolear, ni a pitar, sino que todos disfrutan el evento de principio a fin, a pesar de que no están las estrellas habituales de WWE. O gracias a eso.
Se escuchan, es más, muchos gritos de gente que está bastante emocionada. Chicas, en la mayoría de los casos. Creo que este tipo de eventos pueden resultar inspiradores para las futuras estrellas.
Y, en este contexto, el main event entre Ronda Rousey y Nikki Bella, me chirriaba un poco. En este show, teníamos a mujeres old school, mujeres de la Era Attitude, mujeres de la era de las Divas, el actual y poderoso roster femenino, chicas jóvenes de NXT, chicas inglesas, y chicas indy que participan en el Mae Young Classic. Mucho wrestling. Pero, en el main event, están dos mujeres que se han hecho famosas por cosas que no son wrestling: por los Reality Shows, y y por las MMA.
Pero, como opinaba Dave Meltzer en su momento, son las dos mujeres más populares de la empresa, así que es un main event lógico. Hay que vender entradas. El caso es que tenemos una lucha entre una guerrera invencible, y una Diva. Era complicado que el combate resultara creíble, y sin embargo, acaba siéndolo de verdad. Es, de hecho, una muy buena lucha.
Nikki Bella es una Diva, efectivamente. Para lo bueno, y para lo malo. A diferencia de luchadoras como Paige, Asuka o Becky Lynch, ella no sabía luchar en absoluto cuando llegó a WWE. Eso puede resultar un handicap, pero tiene una ventaja: la gente que aprende desde cero en WWE, no tiene mucho talento, pero es muy curranta, tiene poco ego, sigue las instrucciones de su productor, y lo da todo en las luchas para conseguir contar la historia que se ha escrito, en lugar de intentar parecer guay con movimientos impresionantes, como hacen otros perfiles de luchadores.
Desde un principio, esto parece una masacre. Ronda trolea a Nikki; la tumba varias veces, con movimientos de judo, y la deja libre, esperando que se recomponga, vuelva a la carga, y demuestre lo que una Diva es capaz de hacer. La soberbia le juega una mala pasada a la Campeona Femenina de Raw, porque, efectivamente las Bella demuestran lo que han aprendido, las cosas propias del wrestling que no existen en las MMA: las trampas.
En ringside, está su hermana, Brie, que no ha participado activamente en el show, porque su papel es acompañar a Nikki. Nikki le habla al oído, y esta sigue sus instrucciones. En cuanto las luchadoras salen del ring, Brie aprovecha un despiste del referee, para empujar a Ronda contra el poste. Después, la propia Nikki hace lo mismo.
Bella toma ventaja, y castiga laboriosa y cuidadosamente a su oponente durante mucho rato. Su finisher es una especie de Facebuster, así que estos ataques tienen mucho sentido. Utiliza largos y duros headlocks, para hacer daño a la cabeza de su oponente, así como codazos y otros tipos de ataques. El wrestling se pone sobre las MMA durante un buen rato.
Parece que Ronda puede sobreponerse, pero falla un Crossbody, cayendo sobre el ring. Aún así, se recupera, ataca a las dos hermanas, levantándolas juntas sobre sus hombros, y comienza su ofensiva, utilizando contra Nikki sus mejores movimientos judocas.
Su rival intenta huir, pero Rousey lo evita. Brie la ataca, pero acaba volando sobre la mesa de comentaristas. Nikki aprovecha este momento de distracción, para usar su finisher sobre Ronda, pero no consigue la victoria con él. La campeona agarra su brazo, y la hace rendir a través de su Arm-Bar.
Esta lucha es mucho mejor de lo que esperaba. Cada una hace su trabajo a la perfección, incluyendo a Brie. Buena historia,m y buena ejecución. Ronda sabe vender bien el dolor, y un par de heridas en la cara refleja el sufrimiento tras tantos headlocks y golpes contra el poste.
Puntuación: ***3/4