El Royal Rumble de este año fue el primer evento en directo que vi desde hace bastante tiempo. Dejó buenas luchas, y el comienzo del camino de Cody Rhodes hacia WrestleMania, que, como todos ya vimos, resultó de lo más llamativo. Veamos qué tal fue la batalla real en la que salió victorioso.
Batalla que comenzaba con un enfrentamiento entre los hermanos Uso, que me recordó al inicio del Rumble de 1989, en el que se veían las caras los Demoliton, Ax y Smash, con la diferencia, obviamente, de que los Uso han tenido potentes enfrentamientos y rivalidades en meses previos, que llegaría hasta WrestleMania. Buena elección, aunque no sea, este, un inicio de Rumble especialmente llamativo en sus siguientes minutos, salvo por el regreso de Andrade, que parece ser face y que rechaza, en primera instancia, la convocatoria para formar parte de la LWO, propuesta por Santos Escobar. Sí, esto es La Sombra vs El Hijo del Fantasma.
Entran al ring Dominik, que genera mucho odio, y Carlito, que trata de escupirle manzana. Escobar lo evita, pero acaba tragándosela él para, posteriormente, ser eliminado.
Aparece el poderoso Bobby Lashley, que aplica Spears reguleras a todo el mundo. Elimina a Carlito, y a Karrion Kross, pero este, desde fuera, lo arrastra, para, así, forzar su descalificación. La cosa acaba en batalla campal entre Lashley y The Street Profits, y Kross y los Authors of Pain. En WrestleMania, se enfrentarían las dos tercias.
Con el número 15, entra Cody Rhodes, y con el 16, Kofi Kingston, que ya ni siquiera intenta grandes spots en RR. El primero elimina a Nakamura, y el segundo a Kaiser, antes de que aparezca Gunther para vengarle. El Ring General riñe a Kaiser... ¿sabrán los americanos que un kaiser es más que un general?
Se esperaba que participara, en esta batalla, Brock Lesnar, pero, finalmente, no fue así. Con el número 20, llega Bron Breakker, del que se dice que ocupó su lugar. La verdad es que su actuación es bestial, aunque para ocupar el lugar de Lesnar es requerido algo más que tener un estilo similar. Después de varias eliminaciones, Breakker y Omos se encuentran en el ring. El comentarista McAffe es llamado a luchar, pero, ante tal espectáculo, decide huir y autoeliminarse, mientras Omos es eliminado. Creo que el reloj, hoy, va demasiado rápido; que pasa muy poco tiempo entre entrada y entrada, y eso provoca que haya poco tiempo para que se desarrollen acciones interesantes. De hecho, algunas eliminaciones ocurren mientras entran otros wrestlers a la batalla, lo que daña el tempo dramático. Hasta este momento, la batalla es aburrida, con algunos toques de storyline.
Llega para arreglar esta situación R-Truth. Este tipo tiene más de 50 años, yo esperaba que ya estuviera retirado, y sin embargo, está protagonizando una divertida storyline en la que trata de ser miembro de Judgement Day. Se coloca en la esquina y da el Hot Tag a su "compañero" Dominik. Y después llega The Miz, antiguo amigo suyo, que está intentando guiarlo en el buen camino, y alejarlo de la locura. En fin, aparece Damian Priest y acaba con todos. También esto tendrá sus consecuencias en Wrestlemania.
Se cierra la lista de participantes con CM Punk, que participa en su primera lucha televisada en WWE desde 2015 (su anterior lucha fue, de hecho, un Rumble), Drew McIntyre y Sami Zayn. Creo que WWE se guarda lo mejor para el final, porque, después de que Gunther elimine a Jey, tras 50 minutos en el ring, y de que Drew expulse a Ricochet, tan sólo quedan 6 en combate, y realizan un buen espectáculto en este espacio.
Los campeones mundiales, Roman Reigns y Seth Rollins, miran la lucha, mientras CM Punk, Cody Rhodes, Drew McIntyre, Damian Priest, Gunther y Sami Zayn se propinan big moves concatenados. Sami elimina a Damian y es eliminado por Drew, de tal manera que llegamos a la Final Four. Hay un doble enfrentamiento: Cody vs Gunther y Drew vs Punk. Los grandotes rivalizan, a ver quién pega el chop más fuerte a su pequeño rival. En lo relativo a Punk, es de esos luchadores que aparentan ir a una velocidad menor que los demás; como que no tiene la forma física suficiente para seguir el ritmo de estos niveles de competencia (sobre él hablaremos bastante). De hecho, tanto es así, que acaba muy lesionado en este Rumble, y a día de hoy, 6 meses después, no ha vuelto. Jugarán con que el responsable de esto es este enfrentamiento de Drew, que, tal y como dice en batalla, no es el mismo que diez años atrás, cuando Punk estaba en lo alto; ahora el que manda es él, y, si bien es eliminado por Punk, se jactará en el Raw posterior de haberlo lesionado.
Como el año pasado, Gunther vuelve a desarrollar una gran batalla; un luchador de su nivel es una bendición en un roster. No obstante esto, Cody lo expulsa, para quedar en batalla con un lesionado Punk que, sin embargo, protagoniza un dramático final frente a Cody. Largo y Old School, sin prisas, ocurre ese final, como si la empresa considerara a ambos contendientes leyendas que deben marcar época, al estilo Undertaker vs Michaels en Royal Rumble 2007. Punk busca sin parar el Go to Sleep. Sus dos primeros intentos acaban con comebacks potentes de Cody, mas acaba ejecutando el finisher creado por Kenta. Como esto no le vale para ganar, utiliza el Pedegree de su "admirado" Triple H (lástima que no sea desde la esquina), y cuando va a por un segundo GTS, Cody escapa y lo elimina. Buen final para una batalla que empezaba pobre, que iba creciendo gracias al trabajo sobre algunas storylines, y que termina alcanzando niveles de epicidad altos.
Puntuación: ****
miércoles, 12 de junio de 2024
30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2024
domingo, 7 de febrero de 2021
30 Man Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2021
Me ha costado mucho volver al trabajo en el blog después de diversos inconvenientes, y elegir combates de hora y media de duración para la vuelta, no ayudó. Estaba totalmente desvinculado del wrestling desde hacía meses, pero vi una imagen por ahí sobre Royal Rumble, y no pude resistirme a revisarlo. Estoy pagando una subscripción a WWE Network, así que habrá que aprovecharla.
Pasé directamente a la batalla real de hombres, el main event de la velada. Me llamará el lector machista, pero en ese momento, ni siquiera recordaba que ahora hay Royal Rumbles femeninos. Tengo la cabeza en otros sitios. Sin demasiado background, y contextualizando un poco sobre la marcha, estimé que fue un Rumble bastante bueno, con momentos muy aburridos y un bookeo que, una vez más, no tomaba el más mínimo riesgo y desaprovechaba un concepto que, con un poco de cerebro, podría dar mucho juego, pero, aún así, y con una concepción un poco repetitiva, resultó entretenido, con buena participación, muchas apariciones sorpresa, y varias historias sobre la mesa.
Edge volvió al wrestling en activo en el Rumble de 2020, cuando todavía había público en las arenas. Se metió en una rivalidad con Randy Orton que los llevó a pelear en varias ocasiones, con victorias para los dos. Edge se lesionó, y quedó fuera por un tiempo, durante el cuál, Orton se dedicó a recrear su personaje de Legends Killer, atacando a Christian, Big Show y Ric Flair. Incluso pudo ser Campeón de WWE durante un breve periodo, tras una rivalidad con Drew McIntyre. Pero, nada mas comenzar el Rumble, hace acto de aparición Edge, con el número 1, seguido Orton, con el 2. Entendí rápido que esas posiciones se debían a motivos de storyline.
Buen comienzo, pues, del Rumble, a través de una rivalidad que cumple un año de vida. Edge y Orton brawlean por la arena durante los primeros minutos de la pelea, hasta que Randy queda noqueado por un Facebuster sobre la mesa de comentaristas, y recibe varios sillazos en la pierna, motivo por el cuál, es retirado del lugar por los referees (como hemos visto muchos Royal Rumbles, sabemos que volverá después).
La batalla se vuelve un poco aburrida, en el momento en el que se empiezan a acumular luchadores en el ring. Pero tenemos varias apariciones especiales que nos alegran la tarde. Tan sólo lamento que no haya público real, lo que provoca que esas apariciones no tengan suficiente fuerza. Tampoco creo que los comentaristas expresen la emoción que se merecen.
El primero es Carlito, Carlitos Colón, que regresa a la empresa que abandonó hace 11 años, en 2010. Ha pasado muchísimo tiempo, así que los fans que están viendo el evento a través de las pantallas, no parecen reconocerlo, ya que son, en general, muy jóvenes. No hace mal papel, y muestra un estado físico enorme, hasta tal punto, que volvería a luchar en el siguiente programa de RAW. No sé si se mantendrá en la empresa, como ocurrió con MVP el año pasado. Y, es que, es habitual que los exWWE mejoren físicamente cuando se van de la empresa, porque tienen mucho más tiempo para ir al gimnasio, y menos controles antidoping. Recordemos, en cualquier caso, que Carlito se ha mantenido activo siempre, luchando en la WWC de su familia, así como en empresas de todo el mundo, aunque nunca con un ritmo de competición muy alto.
También aparece Kane, que no había luchado en todo el año 2020. Consigue eliminar a dos rivales, aumentando sus números de récord en RR, y se reencuentra con su amigo Daniel Bryan, al que abraza previo ataque, antes de ser eliminado por el luchador de NXT Damien Priest, que también expulsa a la pareja de Morrison y Miz. Da la sensación de que WWE tiene grandes planes para él, dado el nivel de las eliminaciones.
En cuanto al Miz, al llegar al ring, destroza los cacharros de Bad Bunny, que había tocado durante la noche. Parece que podrían meterse en una rivalidad de cara a WrestleMania, y eso puede implicar mucha publicidad para el evento, pues este tío es muy famoso, por lo poco que controlo del tipo de música que hace.
Otra aparición sorpresa es la de Hurricane, Shane Helms, que trabaja como productor en WWE desde 2019. Hasta entonces, había seguido luchando con regularidad, pero, desde su firma, no había hecho nada (de hecho, fue despedido en marzo de 2020, como otra mucha gente; no sé si vuelve a estar en nómina). Este hombre, a sus 48 años, y al contrario que Carlito, no se mantiene en tan buena forma. Pero está aquí para revivir un momento icónico en la historia de Royal Rumble: su intento de doble ChokeSlam sobre Austin y Triple H en 2002. En esta ocasión, las víctimas son Bobby Lashley y Big E, que, como aquellos, abortan la acción y mandan a Helms a su casa.
Pero la gran sorpresa de la noche es el regreso de Christian, el gran amigo de Edge, a quién abraza en el ring. Este hombre, como Daniel Bryan, se retiró debido a problemas con las conmociones cerebrales, en 2014, pero parece que WWE, como a aquel, le ha dado el alta médica, supongo que para evitar que se vaya a AEW como Sting. En 2020, tras la rivalidad entre su amigo y Randy Orton, apareció en RAW para pelear contra el rudo, en un estado de forma no muy bueno. Aquel combate no fue más que una patada traicionera de Orton, así que apenas podía considerarse lucha. Pero, en el Rumble, hace un gran papel, presenta su físico habitual de toda la vida, y se mantiene en la batalla hasta, casi, el final. ¿Seguirá usándolo WWE en el futuro? Espero que sí.
En general, la participación es muy buena. Aparecen Daniel Bryan, AJ Styles, Seth Rollins y Braum Strowman. Y aparece Rey Mysterio, momento que Michael Cole aprovecha para anunciar una cerveza mexicana. Bookeos dirigidos por anuncios, eso es algo muy novedoso. Esta empresa es una máquina de hacer dinero. Styles cuenta con guardaespaldas, un gigante negro que mide 7 metros, y que le ayuda, expulsando gente, y evitando que él caiga fuera. Braun Strowman, finalmente, aprende la lección, y lanza a AJ por otro lado, evitando su interferencia.
Edge y Christian hacen equipo, y aplican doble Spear sobre Braun. Daniel Bryan y Matt Riddle son eliminados por Rollins, tras varios intercambios geniales entre ellos, tras lo cuál queda la pareja canadiense frente a Strowman y Seth. Este trata de poner de su parte al monstruo, señalando que ellos son el futuro, pero no tiene suerte, y es atacado. Braun maltrata a los veteranos, pero en un forcejeo, acaba cayendo fuera junto al Capitán Carisma. El mismo resultado le espera a Rollins. Cuando Edge se cree ganador, aparece Randy Orton para aplicar RKO y expulsarlo. No obstante, en el último segundo, el Rated-R Superstar se revuelve y lanza fuera a su odiado rival, consiguiendo así su segunda victoria en un Rumble.
Buena batalla. Tiene sus momentos de aburrimiento, y un bookeo simplón, pero la calidad de la participación, incluyendo la de las leyendas, es tan grande, que la habilidad de los luchadores es suficiente para que este sea un muy buen Rumble.
Puntuación: ***3/4