Después de 30 años, WWE vuelve a celebrar un PPV en el Reino Unido. En 1992, tuvo lugar en el estadio de Wembley, en el mismo sitio en el que el FC Barcelona había ganado su primera Copa de Europa unos meses antes, el main PPV SummerSlam. Pues bien, en 2022 la empresa aún propiedad de Vince McMahon estrena un gran evento en Cardiff, Gales: Clash at the Castle. Esto es histórico.
Hay que decir que esto no es del todo cierto. En 2003, tuvo lugar un show en Newcastle, llamado Insurrextion. Creo que cuando WWE dice estas cosas, además de vivir constantemente en kayfabe a todos los niveles, se refiere a que es el primer evento celebrado en un estadio, desde 1992. Y eso sí es verdad (creo). El Principality Stadium acoge el show, ante más de 60.000 espectadores, que se dice pronto. Aunque ya sabemos que el número de espectadores que anuncia WWE es también Kayfabe... porque el wrestling es el único espectáculo en el que la mentira tiene una excusa.
En este show hay varios luchadores de las islas con protagonismo. Finn Balor, Drew McIntyre, y Sheamus, que lidera a los Brawling Brutes, que es un stable de irlandeses violentos inspirado en los Peaky Blinders. Se enfrenta el pelirrojo a Gunther, anteriormente conocido como Walter, que ha podido llevar al main roster a la versión de WWE de su stable de nazis del wrestling: Imperium.
Ya sabe el lector que Walter hizo de todo en las indies. Formó un stable conocido como Ringkampf, en el que su mejor compañero era Timothy Thatcher, que a su vez era uno de sus principales rivales. En su momento, ambos coincidieron en WWE, en esa época en la que Triple H fichaba a todos los luchadores interesantes del mundo indy. Yo esperaba, en base a eso, que llegaran a verse las caras, o que llegaran a hacer equipo, mas la pandemia de COVID dio a Vince McMahon la excusa perfecta para echar a la calle a todos los luchadores que a él no le gustaban, así que Thatcher, que es un perfil muy específico, quedó fuera. Espero ahora que Hunter lo recupere; tener al Ringkampf en un gran evento de WWE sería un sueño.
Walter, de hecho, ha sufrido con el criterio de Vince. Después de un tiempo usando su nombre original, se lo tuvo que cambiar por Gunther, que es el único nombre alemán que un americano analfabeto puede conocer, gracias a un personaje obeso y paródico de Los Simpsons. Walter asimismo ha tenido que perder peso para no ser objeto de los storylines humillantes de esa empresa relativos a la obesidad. Imagine el lector a un tipo como él ridiculizado cada semana y vestido de tirolés, como si estuviera en el Oktoberfest comiendo frankfurts. Estoy seguro de que a McMahon se le pasó por la cabeza. Por suerte, él ya no está, y Triple H lo está usando muy bien.
Otro fantástico luchador, muy físico e infrautilizado es Sheamus, un irlandés violento que el propio Hunter tuteló en sus inicios en WWE, allá por 2010. Entonces, ambos tuvieron una rivalidad que incluyó un buen combate en WrestleMania, y un ataque por parte del pelirrojo que sacó de escena al esposo de Stephanie, cuando este decidió empezar a luchar de forma puntual. Desde entonces, ha hecho de todo; ha sido un worker que ha servido a la empresa en aquello que esta le ha pedido. Lleva 13 años ya luchando en su roster principal, que es algo que en épocas más reconocidas sería considerado como un mérito histórico. Ahora, posiblemente gracias a la fama de la serie de Peaky Blinders, forma parte de un stable muy entretenido, que se ve las caras con los germánicos. Y es interesante, porque es un choque entre gente muy distinta; unos muy serios y rigurosos, y otros borrachos y locos. Pero todos son fuertes y violentos. Me encantaría que las Wargames que se han anunciado para Survivor Series incluyera a estos dos equipos, aunque entiendo que no están en el top de WWE.
Por ahora, en Clash at the Castle, disfrutamos de una lucha magnífica entre dos hombres muy fuertes y violentos; una lucha muy rara en el main roster de WWE, y que, sorprendentemente, el público disfruta mucho, quizás por su cariño hacia Sheamus. Lo apoyan en todo momento, y arden ante un combate que apenas tiene spots ni big moves; está repleto de golpes durísimos, muy stiff, que llenan los cuerpos de los combatientes de marcas. Estas se notan más fácilmente en el cuerpo de Sheamus, muy blanco, que acaba la lucha totalmente destrozado. Es uno de los combates más duros que he visto nunca en WWE.
Walter (permítame el lector que lo llame así; no me acostumbro a la otra tontería de nombre) lanza a Sheamus contra los escalones de metal. Es un tipo capaz de hacer que un Body Slam parezca un gran golpe en 2022. Después de eso, ataca con golpes muy fuertes en la espalda de su oponente, y aplica sus poderosos chops. Alguno de ellos está a punto de matar a su rival, que, en mi opinión, llevaba 13 años esperando tener un combate de este tipo en esta empresa. Este es su estilo de pelea, y es lo que, a mi entender, más disfruta, por mucho que duela. Walter aplica el Boston Crab, que con Jericho fuera de la compañía, vuelve a ser un movimiento de uso general. Y cuando Sheamus se resiste, es lanzado contra el esquinero, y contra el suelo de ringside.
La verdad es que estamos acostumbrados a ver a Walter como a un gigante, porque en las indies no hay luchadores tan altos. Pero Sheamus no sólo es un poco más alto que es, sino que es mucho más musculoso. Nunca me había percatado de eso. Sin embargo, de alguna manera, Walter sigue pareciendo más grande, quizás por la longitud de sus brazos. Sheamus busca constantemente su conteo de golpes en el pecho, sin éxito, hasta que, durante un comeback, consigue aplicarlos en varios sitios distintos. Es la primera vez que el face tiene una oportunidad en la lucha.
Este enfrentamiento de animales se iguala, y Sheamus está a punto de ganar tras un par de rodillazos. La gente grita "Lets go Sheamus", porque aquí debe haber mucho irlandés. Consigue aplicar el White Noise, mas Walter había hecho suficiente daño a su espalda como para que eso fuera demasiado para su cuerpo. A partir de aquí, falla varios golpes por culpa de sus problemas lumbares, y eso le conduce a la derrota. Una última Power Bomb del austríaco, seguida de varios pisotones, lo incapacitan demasiado.
Todavía consigue incluso aplica su Crucifix Powe Bomb, un ataque en, en algún momento, a comienzos de su carrera, parecía ser su principal finisher, pero que acabó siendo sustituido por otros menos peligrosos y más visuales. Pero eso hace más daño todavía a su espalda. Nueva Power Bomb de Gunther. Sheamus intenta levantarse de nuevo, a pesar de los gritos de su rival, y este lo hunde finalmente con un Clothesline brutal. Una lucha del main roster de WWE terminada con un Clothesline es algo digno de ver.
Por cierto, Gunther retiene su Intercontinental Championship. Creo que su próximo rival será Rey Mysterio, y esa es otra lucha de ensueño que yo deseo ver. Cositas que hacen que me reencuentre con el cariño por el wrestling.
Puntuación: ****3/4
domingo, 23 de octubre de 2022
Gunther vs Sheamus, WWE Clash at the Castle 2022
viernes, 20 de agosto de 2021
Apollo Crews vs Big E, WWE WrestleMania 37
Se acerca SummerSlam 2021. Cosas interesantes ocurrirán estos días. Mientras, por un lado, AEW parece planear los fichajes de CM Punk y Daniel Bryan, que le convertirían en un producto de gran interés, WWE despide a gente importante como Braun Strowman y Bray Wyatt, para traer de vuelta a John Cena, Edge y Goldberg, y quién sabe si The Rock. Para seguir todos estos eventos, tengo que ponerme al día con algunas de las cosas pendientes que tengo de ambas empresas. Voy a terminar de repasar las luchas de WrestleMania 37 que faltan en el blog, así como otros combates importantes en los últimos meses, antes de mirar esa gran fiesta del verano en WWE.
Continúo con la noche 2 de WM 37. La siguiente pelea en la lista es la que mantuvieron Apollo Crews y Big E por el Intercontinental Championship. Quizás esta es una de las luchas de WrestleMania que generan menos interés, y sin embargo, creo que WWE la vendió bien, por un lado, por tener como campeón a un luchador local, Big E, que es oriundo de Florida, el lugar en el que se celebra el evento; y por otro, por la evolución del personaje heel, Apollo, que, por primera vez en muchos años, parece tener un poco de personalidad.
Porque Apollo lleva muchos años siendo el típico luchador aéreo, de gran capacidad física, pero sin el más mínimo carisma; sin ninguna conexión con el público, en tanto que las habilidades físicas, si bien pueden ser muy entretenidas arriba del ring, no son suficientes como para atraer a las masas y llevarles a amar o a odiar a un hombre. El personaje está muy por encima de las habilidades, a este respecto, nos guste o no.
Tras ganar el Campeonato Intercontinental, Big E fue atacado por Crews, que ahora interpreta a un guerrero nigeriano, un hombre cuyos ancestros proceden de ese peligroso y tribal país, y que representa sus colores, en base a cuatro tópicos baratos. Esto es, WWE ha recurrido a su técnica de hace 30 años, de conformar un personaje a partir de unos pocos estereotipos trasnochados sobre una nacionalidad. Es una tontería, pero funciona. Siempre ha funcionado, y lo sigue haciendo. Los estereotipos siempre hacen gracia.
Apollo reta a Big E a un Nigerian Drum Fight, un street fight que incluye tambores verdes y un gon, que son las cosas que Vince McMahon ha debido encontrar sobre Nigeria en las ofertas de Amazon. Durante la rivalidad, el rudo atacó de forma muy violenta al técnico, haciéndole caer las escalinatas metálicas encima, un golpe que no fue tal, ya que se realizó gracias a los típicos juegos de cámaras de WWE en tiempos de pandemia, pero que, dentro de la storyline, llevó al campeón al hospital. Ahora, en WrestleMania, los dos se enfrentan en una correcta lucha violenta, en la que usan esos mismos escalones de forma acertada, así como los palos de kendo.
Y poco más. Estamos en la casa de Big E, y eso, sumado a las ganas que el público tenía de ver wrestling en directo, hace que el ambiente del match sea bueno. No obstante, este dura poco. Big E aplica un Big Ending, y cuando va a cubrir a su oponente, es atacado por el enorme Babatunde, un luchador al que pudimos ver en RAW Underground, y que ahora interpreta al Commander Azzez, el lacayo de Apollo. Un rudo estereotipado + un mánager gigante, es una suma que ha funcionado en WWE desde hace milenios. Es una lástima que a Vince no se le haya ocurrido un formato nuevo en todo lo que llevamos de siglo. Apollo gana, y es campeón IC.
Puntuación: **3/4
viernes, 30 de octubre de 2020
Chris Jericho vs Kane, WWE RAW 30/09/2002
Especial 30 Aniversario de Chris Jericho
Estamos desarrollando un pequeño especial sobre Chris Jericho, para celebrar sus 30 años de carrera. Después de revisar dos luchas relacionadas con dos eventos históricos dentro de esa larga carrera, vamos a comentar un match mucho menos conocido, uno que mantuvo el canadiense frente a Kane en un programa de Raw del año 2002
Es probable que yo nunca hubiera visto esta lucha. Es una de las miles que ha habido en la historia de WWE, y del wrestling en general, que pueden pasar desapercibidas, por no formar parte de un evento importante. Pero la conocí leyendo el blog de Segunda Cuerda (antes Rope Break), y me gustó bastante. Lo cierto es que, estoy haciendo un especial sobre los mejores matches en la historia de Raw, y ninguna de las luchas repasadas en él hasta ahora me han convencido tanto como esta.
Estamos a finales de septiembre de 2002. Triple H es World Heavyweight Champion, y quiere seguir autoconcediéndose trofeos históricos, aunando también, en su cintura, el Campeonato Intercontinental.
Kane es Campeón en Parejas, y Jericho es Campeón Intercontinental. Esta noche, se juegan dos cosas: El título de Chris, y el Number One Contender al World Heavyweight Championship. Así, se estaba preparando ese gran triunfo para Hunter, además de definir a Kane en el papel de retador de transición, que ha jugado muchas veces en su carrera, cuando no hay nada mejor, y como siempre, rinde bien.
Además, en el horizonte estaba una Elimination Chamber, en la que los tres estarían dentro. Durante esos meses, y en tanto que Kane, Jericho y Triple H aunaban los tres campeonatos, hubo muchas luchas con ellos involucrados, y con cambios titulares. Empezando por esa batalla entre El Monstruo Rojo e Y2J en Monday Night Raw.
Kane es el babyface, alto y fuerte, mientras que Jericho es un rudo, enano, cobarde y tramposo. Es el tipo de combates que más gustan en WWE. Se podría considerar un match de tipo David vs Goliat, pero creo que no es así, porque aquí, el monstruo es el bueno, y el que resulta víctima de las injusticias.
A triple H no le interesa nada que sea él su oponente, así que intenta conseguir que pierda. Primero, es Ric Flair, su buen amigo, el que se presenta para estorbar al hermano del Undertaker. A pesar de la gran superioridad de este sobre Chris, las acciones del Nature Boy meten al canadiense en la batalla.
Kane trabaja como un Powerhouse, y lanza a Jericho fuera del ring, a través de un Body Press. Ataca, también, a Flair, que es expulsado del lugar.
Sin él, Jericho sigue recurriendo a la ilegalidad, para meterse en la lucha. Utiliza la mejor estrategia posible para enfrentar a gigantes, que es dañar el punto más débil de la anatomía de un hombre pesado: la rodilla. Kane sufre, y tiene problemas de movilidad grandes.
El notable castigo de Y2J continúa, hasta que Kane se rehace, y reacciona con ataques muy potentes. Mientras que Chris busca las Walls of Jericho, Kane busca el ChokeSlam desesperadamente. Pero, entonces, llega Triple H para atacarlo.
Por un lado, Jericho distrae al referee, Hebner, para que Hunter ataque a Kane, y por otro, es The Game el que distrae a Hebner para que Jericho ataque al monstruo, pegándole en la pierna con una silla. Entre tanta trampa e injusticia, kane consigue conectar su ChokeSlam, para llevarse una gran victoria, que alegra mucho al público, enfadado por el trabajo de los rudos.
Así, Kane se convierte en Campeón Intercontinental, y en Number One Contender por el World Heavyweight Championship. En su lucha frente a Triple H, pondría su reciente campeonato en juego, pasando este también a manos del cuñado del jefe. La lucha comentada hoy, es realmente buena, un modelo clásico de WWE desde tiempos de Sammartino.
Puntuación: ****
miércoles, 21 de octubre de 2020
Sami Zayn vs Jeff Hardy vs Aj Styles, WWE Clash of Champions 2020
Especial Clash of Champions 2020
Volvemos a la noche de los campeones de WWE. Ese show, en el que todos los combates fueron titulares, contó con un Ladder Match entre tres personas por el título intercontinental, un tipo de combate que siempre es una garantía de entretenimiento, como ya se demostró en WrestleMania 36. Entonces, la empresa ofreció, ante todas las bajas a las que se tuvo que enfrentar, una pelea por los Smackdown Tag Team Championships, entre Jimmy Uso, Kofi Kingston y John Morrison, que fue una de las peleas que mas gustaron en las dos noches de show. A mí, personalmente, me pareció mejor el combate entre Charlotte Flair y Rhea Ripley, pero bueno, en cualquier caso, ninguna de las dos luchas ha tenido hueco hasta ahora en el blog.
En Clash of Champions 2020, se enfrentan Sami Zayn, Jeff Hardy y AJ Styles, tres hombres que piensan que son los legítimos Campeones. Jeff, porque lo es; AJ, porque lo perdió ante él, y piensa que lo merece más; y Sami porque era campeón, pero el título le fue arrebatado cuando decidió hacer una cuarentena de 6 meses. Los tres creen que merecen el título, y, desde luego, por sus carreras, merecen eso y mucho más, porque los tres son veteranos de mucha garantía.
Y la verdad es que ofrecen una Ladder realmente buena. Generalmente, una ladder es un campo abonado para el spot barato y, no obstante, habiendo aquí un poco de todo, creo que hay algo más. Hay golpes muy fuertes con escaleras, y tres hombres con un gran conocimiento, que saben vender el dolor muy bien. Una ladder, con hombres más ágiles pero menos adecuados, puede resultar banal, pero Jeff, Sami y AJ, en este orden, saben moverse de manera correcta, para que el paso de los minutos y de los impactos con metal, pesen en sus cuerpos como deben.
Hay varios movimientos que son originales, como el lanzamiento de una escalera de AJ sobre Sami, que estaba cerca de agarrar la correa; el impacto de otra escalera sobre un Styles que volaba en pleno Phenomenal Forearm; o un spot en el que Jeff cae junto a la escalera, e intenta tomar una postura para quedar bien posicionado en el poste, pero sale mal, y acaba cayendo entre el metal, de manera muy peligrosa. Además de esto, tenemos la habitual y no por ello menos espectacular Swantom Bomb de Hardy sobre un rival, en este caso, Sami, sobre una escalera.
Pasadas todas estas locuras, sin víctimas, el villano Sami recurre a una estrategia que tenía planeada. Saca dos esposas, con el objetivo de eliminar a sus rivales. La primera, la pasa por el agujero de la oreja de Jeff, y la engancha a una escalera, y con la segunda, pretende atar a Styles a las cuerdas del ring. AJ se resiste, así que a Sami no le queda otra opción que esposarse él mismo al Fenomenal, para que este no pueda subir con tranquilidad las escaleras. AJ noquea al tramposo, así que tenemos una carrera ridícula: por un lado, Jeff intenta llegar, cargando con una escalinata, y teniendo cuidado de no pegar tirones, en cuyo caso, podría destrozarse la oreja; y por el otro, AJ intenta subir la escalera cargando con Sami sobre sus hombros. Las dos mulas de carga se pelean entre sí, y eso lo vuelve a aprovechar el malvado canadiense, para soltarse la esposa, pues tiene las llaves, y engancharla a la parte central de las escaleras. Así, AJ no puede subir, y Zayn se lleva la correa. Ahora sí, es oficialmente el Campeón Intercontinental.
Buena lucha de escaleras, y con un final genial.
Puntuación: ****