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sábado, 25 de septiembre de 2021

Roman Reigns vs Cesaro, WWE Backlash 2021


El año 2021 está siendo un año de grandes retos para el reinado de Roman Reigns como Campeón Universal. Leyendas como Daniel Bryan, Edge, Rey Mysterio, John Cena y, dentro de poco, Brock Lesnar, ponen en riesgo su título, mas hasta ahora nadie ha logrado derrotarlo, y parece improbable que Lesnar lo haga. Como dicen en Internet, Roman se está dedicando a dar palizas a viejitos.

Pero, entre todo este grupo de mitos de la lucha libre mundial, se coló un retador inesperado, que plantó cara a Roman en Backlash. Se trata de Cesaro, un luchador que protagonizó decenas de combates increíbles en su carrera como independiente, con el nombre de Claudio Castagnoli, pero que ha pasado desapercibido durante un lustro en WWE. Aplaudido por sus obvias habilidades como luchador, daba la sensación de que jamás tendría un push importante, porque Vince McMahon no veía nada interesante en él. Pero 2021 es un año extraño para la lucha libre: hemos visto un push para Hechicero en CMLL, y otro para Cesaro en WWE. Este, tuvo una lucha en WrestleMania ante Seth Rollins, y después, un match titular ante Reigns. Por desgracia, después de eso, parece haber caído de nuevo en el olvido por parte de los bookers de WWE, que, una vez más, muestran carencias creativas a la hora de utilizar luchadores más allá de los combates por los títulos principales.

Volvemos a la lucha entre Roman y Daniel Bryan de la que hablamos hace unos días. Tras la pelea, el campeón asesinó al retador, como excusa para su desaparición definitiva de la empresa (ya sabemos que ahora está en AEW). Cesaro llegó para evitarlo, enfrentándose a Roman y a sus primos, los Uso.

Dentro de esa familia, había una pequeña guerra civil, y entre las dudas, Cesaro y Rollins mantuvieron un match en busca de una lucha titular. Debido a la indebida participación de Jimmy y Jey, Cesaro salió victorioso, logrando su lugar en el main event de Backlash, que es una lucha tremendamente buena. El viejo Castagnoli nunca defrauda.

El evento tiene lugar en el Thunderdome, así que es difícil valorar la reacción del público al match de Claudio, porque, recordemos, la gente accede al estadio de manera virtual. Los relatores se pasan el encuentro recordando lo buen luchador que es el suizo, y la longitud de su carrera, para convertirlo en un retador creíble. Pero, realmente, esto resulta innecesario, porque su trabajo arriba del ring lo dice todo. Este es el mejor combate de WWE que he visto en mucho tiempo, aunque aún me falta por ver los combates de Roman ante Edge y Cena, que tienen buena pinta, y que estarán en el blog muy pronto.

Observamos un comienzo de match dubitativo en ambos casos. Roman acaba fuera del ring, intimidado por la habilidad colegial mayor del europeo, mientras que posteriormente es este el que tiene que salir a descansar, debido a la mayor fuerza del campeón. Al caer, se hace daño en el brazo derecho, y eso marcará el rumbo del combate.

Porque, como todo el mundo sabe, los castigos, normalmente, en Estados Unidos, se llevan a cabo sobre la extremidad izquierda. Ya vimos en el último match entre Roman y Bryan que esto no fue así, y no sé si eso responde a algún cambio de estrategia empresarial. En cualquier caso, el objetivo de este tipo de metodologías es que el dolor sobre la extremidad dañada tenga consecuencias sobre su forma de aplicar ciertos ataques, debido a que esa es la extremidad con la que se aplican (no recuerdo muchos luchadores zurdos). El método es interesante, pero tiene un riesgo: que el selling no se realice correctamente, porque en un gran combate, es difícil que un luchador renuncie a usar sus mejores herramientas.

Y esto es lo que parece ocurrir durante cierto instante del combate del que hablamos. Cesaro ataca la pierna de Roman, para después aplicar un Sharpshooter que no tiene mucho éxito. Parece un torbellino de lucha, aplicando muchos Uppercuts, en el ring y fuera, y volando desde varias perspectivas. Ante esa capacidad luchistica inaudita, Roman se acuerda de ese golpe en el hombro, y aplica varios estiramientos, aprovechándose del esquinero. Después de eso, aplica llaves y palancas, casi burlándose del rival. Se burla de Cesaro, y del retirado Daniel Bryan, recordando que ese estilo técnico es "DB Style". Le divierte el "amor por el wrestling" que dicen sentir personajillos como estos.

Hablaba antes de hipotéticos problemas con el selling, porque, efectivamente, Cesaro se lanza al ataque con su brazo derecho. Si bien en principio se duele mucho, llega a olvidar totalmente el dolor utilizando la infalible técnica médica de mover mucho el brazo para desentumecerlo. Así, aplica un increíble Súplex desde el esquinero, de esos en los que levanta el cuerpo del oponente entero desde la lona. Esto sería un problema para la calidad del combate, si no fuera porque el castigo al brazo vuelve posteriormente, y entonces es vendido a la perfección, lo que expresa que, para este instante, el trabajo no había sido lo suficientemente duro aún como para causar graves problemas. De todos modos, tras el suplex usado, Cesaro es incapaz de utilizar el Neutralizer, lo que quiere decir que usar esa técnica le ha hecho aún más daño en el brazo.

Cesaro sigue fallando ataques por culpa de su brazo, y recibe la primera Guillotina. Consigue escapar de ella con un Spinebuster, y convertirla en un Sharpshooter. No puede aplicarlo con el brazo derecho, así que lo hace con el izquierdo. Aplica asimismo Crossface, y una vez más, la debilidad de su brazo resulta decisiva para que Roman escape. Así pues, aunque en principio parecía haber un problema de selling, ahora sabemos hacia dónde iba el trabajo, y es genial.

Roman golpea con codazos y con Power Bomb. Se pone colegial, demuestra que él también sabe luchar a todos los niveles, no sólo a través de la fuerza, y se revuelve para aplicar nuevas Guillotinas. Cesaro lo vuelve a levantar en peso para aplicar Spinebuster y librarse, pero esta vez Reigns permanece agarrado a su cuello. Cesaro está a punto de abrir la llave, pero su brazo no tiene suficiente fuerza para hacerlo, así que esta se vuelve a cerrar. Finalmente, para terminar una secuencia de lucha tremendamente buena, Cesaro queda KO debido al candado de su oponente. Victoria para Roman en una lucha que, en mi opinión, no está muy lejos de la perfección.

Puntuación: ****3/4

domingo, 28 de junio de 2020

Edge vs Randy Orton, The Greatest Wrestling Match Ever, WWE Backlash 2020




Hoy vamos a hablar sobre The Greatest Wrestling Match Ever, el último invento raro de WWE para ofrecer algo llamativo en estos tiempos de pandemia. Dos leyendas como Edge y Randy Orton se enfrentan en el main event de Backlash 2020. ¿Qué tipo de estipulación es esta?

Recordemos la rivalidad que existe entre estos dos hombres. Randy atacó violentamente a Edge a principios de año, y en estos meses, ha vuelto a convertirse en el Legend Killer que fuera hace más de 12 años. Edge lo derrotó en WrestleMania, en aquel Last Man Standing que resultó aburrido para muchos fans. Fue una lucha muy larga, sin reacciones de ningún tipo de público, y sin reacciones apenas de los comentarias, lo que la hizo eterna.

La rivalidad no acabó ahí. Randy Orton retó a un Wrestling Match a Edge, lo que en primera instancia sonó como algo muy raro. ¿Qué es un wrestling match? Todas las luchas en WWE son de wrestling, ¿no?

WWE eliminó hace mucho tiempo el uso de la palabra "wrestling" de su vocabulario, una de las manías de Vince McMahon, que vive prohibiendo cosas. Sabemos que la empresa ya no se llama World Wrestling Entertainment, sino que su nombre real en WWE. Detrás de esto, hay una cuestión de márketing, porque esta es una compañía que promueve combates de wrestling, pero que también produce videojuegos, aplicaciones, películas, sistemas web, revistas, libros, series, shows... hace de todo, y hablar de ella como una promotora de wrestling reduce su existencia a una disciplina deportiva que tiene muy mala imagen, imagen que se encargó de crear el propio Vince, por otro lado, por la clase de producto que desarrolló durante muchos años. 

Pero también existen motivos legales. Porque el wrestling es considerado un deporte en muchos estados americanos, y está regido por comisiones deportivas. Eliminar el término "wrestling" del producto permite enfocarlo como una ficción dramatizada en la que los combates no son sino parte del drama, de tal manera que no está regido por organizaciones gubernamentales, lo que limitaría la libertad creativa, y sancionaría ciertas prácticas.

Se supone que fue Paul Heyman el que decidió el uso de este término. Total, en estos tiempos, WWE sólo puede trabajar en Florida, y en Florida se han llevado a cabo medidas legislativas favorables a los espectáculos de wrestling. En cualquier caso, Heyman ya ha perdido todo su poder creativo, aunque no creo que eso tenga nada que ver.

Cuando Randy habló del mayor combate del wrestling, me sonó raro. Poner tanto énfasis en la palabra "wrestling", debe significar algo. Evoca técnica, grappling, shoot. Y estamos viendo esas cosas en WWE, pero en otro tipo de luchadores. Lo vemos en Bryan, en Gulak, en Thatcher y en Riddle, pero estos son Randy Orton y Edge, que son grandes luchadores, pero de otro tipo. Son contadores de historias, superestrellas, hombres que gesticulan, que levantan pasiones. Son hombres WWE. 

Ric Flair ha hablado de Randy Orton como el mejor luchador del mundo, incluso por encima de su hija, Charlotte, a la que sitúa en segundo lugar. Y puede que lo sea; creo que nadie es consciente del tamaño de su carrera a día de hoy. Es un hombre que lleva ya cerca de 20 años luchando, y que ha mantenido un nivel físico y de calidad muy alto, viéndose con los mejores de muchas generaciones, incluyendo a Undertaker, Dusty Rhodes, Hulk Hogan, Triple H, Chris Benoit, John Cena, Daniel Bryan, Aj Styles o Roman Reigns. Y aún le queda mucha cuerda. 

A Randy, pues, no le gustaron mucho las críticas hacia su lucha en Wrestlemania. Señala el valor de su energía, de su interpretación, y coincido con él en que estos elementos fueron notables en algunos segmentos de esa lucha. Creo que, con otro tipo de ambientación, hubiera resultado mucho más agradable para el espectador.

¿Es el combate entre Edge y Randy Orton "The Greatest Wrestling Match Ever"? Obviamente no, pero es muy interesante. Esta denominación no implica ningún tipo de estipulación, pero sí una manera de hacer las cosas, un canto a eso que tantas veces reclamamos desde este blog, que es la cultura luchística. En esta lucha, las acciones significan algo.

Por primera vez, WWE utiliza sonido de público falso, introducido inteligentemente en momentos concretos de la lucha que tienen un significado claro, y que lo perderían en caso de no provocar cierto tipo de reacciones. La lucha comienza con un cartelito del Madison Square Garden, y la voz del clásico anunciador Howard Finkel, fallecido hace unos meses, presentando a ambos contendientes. No es brujería; ambos llegaron a luchar cuando Finkel aún anunciaba, así que hay grabaciones de eso.

El referee, que es el veterano Charles Robinson, lleva una vestimenta clásica, y charla con los luchadores como se hiciera antaño. Todo esto, señala algo: existe la intención de rendir homenaje al wrestling clásico, pero no al de la NWA, sino al de la WWWF. Así, no vamos a tener un combate de estilo shoot, sino uno basado en el storytelling. El estilo WWE.

Tenemos unos primeros minutos de forcejeos, de headlocks y similares. Orton evita un par de agarres de Edge, humillándolo luchísticamente. El sonido de público, introducido artificialmente, apoya ese sentimiento. Orton quiere asimismo apoyar con esto su posición de wrestler superior, pero, posteriormente, recibe de su propia medicina, y no es bonito.

Tras este tipo de retos de corte muy muy clásico, la pelea continúa. Orton sangra tras un Headbutt de su oponente. Edge ejecuta buenos ataques al brazo, buscando ese nuevo finisher suyo, el Antivenom. No consigue la rendición ni con él, ni con el Crossface. Randy, por su parte, le parte la cabeza y el cuello, lanzándolo con una violencia inusitada contra todo aquello que ve. 

Ahora, esto se convierte en un repaso de la historia de la empresa. Edge y Orton utilizan los ataques de muchos luchadores históricos, pero no sólo eso, sino que también imitan varias secuencias históricas. Al menos, podemos ver referencias a los enfrentamientos entre Ric Flair y Ricky Steamboat, y entre Kurt Angle y Chris Benoit. Posiblemente hay más, pero yo no tengo una memoria tan buena. Este es de ese tipo de obras que mejoran con los revisionados, y en las que siempre se puede encontrar algo nuevo. 

Edge se acuerda de Christian, mientras que Randy se acuerda de Triple H. Rey Mysterio y The Rock también son mencionados a través de las acciones. Randy Orton miran hacia el cielo, y comienza a aplicar los Tres Amigos, en clara referencia a Eddie Guerrero. Se están divirtiendo.

Hay gente que se ha burlado de esas referencias. He visto a algunos anglosajones usar el termino "referencez", que es una forma burlesca de decir que la gente es estúpida por emocionarse al ver referencias en un combate del wrestling. Claro, si se usa un tono de burla, queda ridícula hasta la Teoría de la Relatividad de Einstein. Pero este tono no es señal sino del analfabetismo propio de los seguidores del wrestling.

Porque en absolutamente todas las disciplinas artísticas, las referencias culturales de un autor sobre aquello que ama y que le ha llevado a convertirse en un artista, son bien recibidas. Alucinamos cada vez que vemos una escena en la que Steven Spielberg honra a sus maestros, a David Lean, a Stanley Kubrick, o a John Ford. Y de eso, en el wrestling, hay muy poco, porque la mayoría de los luchadores actuales, como la mayoría de los fans, no saben mucho de wrestling. En las escuelas de lucha, les enseñan a hacer saltos mortales, y no le ponen una cinta de vídeo, no les dan charlas, no cultivan su intelecto. Por eso el wrestling actual es tan banal.

El uso de referencias culturales, en cualquier otra lucha, sería un plus. Pero aquí es tremendamente importante. Porque es The Greatest Wrestling Match Ever. Esa es la idea. No es algo que hayan introducido para lucirse, sino que es parte de la historia principal que se ha trabajado durante la rivalidad, y por la que se ha dado ese nombre al combate. Y hay otro motivo por el que esta rutina es la adecuada: porque están en el Performance Center de WWE, y el público está formado por el talento en desarrollo. Los chicos que están gritando y aplaudiendo, son los hombres y mujeres que tienen que dar forma al futuro de WWE, cuando gente como Orton y Edge ya no esté. 

Es posible que la mayoría de estos chicos no se entere de nada. Aunque griten mucho, posiblemente estén actuando, y en el fondo, piensen que ellos son mejores luchadores que Orton y que Edge, que ellos hacen mejores movimientos, mejores vuelos, cosas más espectaculares. Pero es posible que haya gente más humilde, deseosa de aprender y de hacer caso a sus mayores. Esos son los chicos con futuro en la empresa.

Llegamos a una parte final, en la que los luchadores utilizan sus principales finishers, puesto que ninguna otra cosa ha dado resultado. Ni los RKOs ni los Spears terminan tampoco con la lucha, pero, finalmente, Orton consigue una gran victoria al aplicar su antigua patada, la Punt Kick. Vuelve el Legend Killer.

Recordemos que, en algún momento, un joven Orton recibió esa denominación. Además de sus otros grandes ataques a la cabeza, el loco y sádico Orton, remataba a sus rivales con un puntapié en la cabeza que resultaba casi mortal. Lo usó en muchas ocasiones, para vencer y humillar a leyendas, y para sacar a gente de circulación. Se lo pegó a Vince McMahon, a Big Show, a Triple H, a Rob Van Dam, a Sargent Slaughter, o a Mick Foley. En los últimos años, lo ha usado poco, pero ahora que pone en su punto de mira a Edge, a Christian o a Big Show, todo vuelve al comienzo. Por eso, esta es también una gran manera de terminar la lucha.

Puntuación: ****1/2

domingo, 13 de octubre de 2019

Randy Orton vs Mick Foley, WWE Backlash 2004




Terminamos este especial sobre los 40 años del Campeonato Intercontinental de WWE, con una nueva batalla por ese título. En 2004, en Backlash, se enfrentan Mick Foley y Randy Orton.

Hace poco, como parte del especial sobre el retiro de Batista, comentamos la rivalidad entre Mick y Evolution, que acabó en una lucha en WrestleMania 20, en la que Batista, Flair y Orton se vieron las caras con Foley y The Rock. Mick había sido humillado por los Evolution durante las semanas previas, y tuvo que suportar una nueva derrota en WrestleMania, coincidiendo con su regreso a los rings. 

La batalla se encrudece con Orton, el sádico miembro más joven de Evolution, apodado The Legend Killer. Ha jurado acabar con una nueva leyenda, y ese es The Hardcore Legend, así que lo más apropiado es acabar con sus diferencias en una batalla hardcore, en Backlash 2004. Mick llega con la equipación de Cactus Jack, pero es anunciado como Foley.

Orton es Campeón Intercontinental. Una vez más, este título es utilizado para dar caché a un luchador que acabaría convertido en main eventer. En SummerSlam 2004, derrotaría a Chris Benoit, para convertirse en World Heavyweight Champion. Pero, por ahora, defiende exitosamente su actual campeonato ante el veterano Mick.

En una lucha bastante violenta, y sorprendentemente buena. Orton huye del enloquecido Foley, que llega con un palo con púas. Los dos se pegan fuerte en la cabeza con objetos. La sangre no tardará en correr por sus frentes.

Los luchadores brawlean en ringside, pues esto es, en realidad, un No Hold Barred Match. Ahí, hay varios neckbreakers  de uno y otro, tanto en el suelo como en la rampa, que resultan devastadores para la salud cerebral de la víctima.

De vuelta al ring, Mick consigue pegar con el palo con púas en la cabeza de su oponente, abriéndosela. Le sigue arañando con las puas, y le golpea muy fuerte con sus clásicos puñetazos, que no son malos, aunque tiene los brazos cortos. Baja a por gasolina y mecheros, pero aparece Eric Bischoff, General Mánager de RAW, para impedirle usarlos. El Hardcore Legend le hace caso, pero golpea con una bandeja, y saca una mesa con púas.

Orton le tira arena en los ojos, para así, lanzarlo contra esas púas. Le golpea fuertemente la espalda, y le lanza, una vez más, contra los pinchos. Foley tiene todo el cuerpo arañado.

Ahora, Randy saca una bolsa de chinchetas, Pero es él el que cae sobre ellas, que se le clavan por todo el cuerpo. Las que tiene por el brazo, parecen muy dolorosas. Aún así, no se rinde. 

Suele ocurrir, sobre todo últimamente, que este tipo de combates parece una sucesión de spots, sacando objetos de una forma muy poco orgánica. "Ahora toca esto, ahora aquello". En este caso, no es así. Todo ocurre de una manera natural. Nadie parece esperar su turno para hacer su parte. Mick lanza a Randy de una altura de varios metros, y, aún así, el Legend Killer sobrevive, como lo hace tras el DDT del veterano. A pesar de semejante paliza, el jovencito todavía reacciona, pegando con el bate de púas. Aunque Socko frena su avance, se lo quita con un Oppercut y un golpe bajo, para aplicar dos RKOs que acaban  con Foley.

¿Quién ha dicho que no se puede hacer un gran combate con reglas hardcore? Nunca fue una cuestión de estilo, sino de talento. Foley da su vida en esta lucha, como lo hace Randy, que prueba no sólo estar preparado para grandes cosas, sino también ser capaz, a sus 23 años, de aguantar mucho dolor por el bien del espectáculo. Y el sacrificio es lo que más gusta a los dirigentes de WWE.

Puntuación: ****1/4

martes, 18 de junio de 2019

Rhyno vs Raven, WWF Backlash 2001



Hace unas semanas, WWE estrenó un nuevo campeonato: el 24/7 Championship, un campeonato que puede ser defendido 24 horas al día, 7 días a la semana. Aunque en primera instancia recibió algunas críticas, sobre todo, por su diseño, que a mí me resulta totalmente indiferente, se convirtió en un buen entretenimiento que introducía algo diferente en cada show. Pero, claro, esto es WWE; llevan haciendo lo mismo 2 meses, y ya no hace gracia.

El caso es que estas reglas recuerdan al Hardcore Championship clásico de la empresa, y por eso, hoy vamos a recordar ese extinto campeonato.

El 24/7 Championship fue presentado por Mick Foley. Cuando se anunció que sería él quien traería un nuevo título a la empresa, se habló de dos interesantes opciones. Recordemos que él es el Hardcore Legend, así que, por un lado, se habló del Hardcore Championship, y, por otro, de un hipotético Legends Championship. Y, tiene gracia, porque, semanas antes, precisamente, yo estaba pensando que crear dos campeonatos así, sería interesante para la dinámica actual de la empresa.

WWE ahora tiene 2 grandes programas, más sus realities, en televisión por cable. Tiene otros 3 programas semanales en WWE Network, más los PPVs, los Takeover, los Live Shows... Tener un título Hardcore, o 24/7, que es lo mismo, implica muchas posibilidades. Tienes un campeonato que puede ser disputado en cualquier momento, en cualquier lugar. Puede ser en RAW, puede ser a través de un vídeo subido en Twitter sobre un Live Show, o puede ser en un evento de NXT UK, en Inglaterra. Con su gran poder en redes, WWE podría tener al aficionado todo el día interesado en saber lo que pasa con ese campeonato, y por dónde puede surgir una novedad. Hoy en día, con aficionados que viven en Internet, consultando noticias 20 veces al día, con una necesidad de novedades constate, algo así es muy interesante.

Pero es WWE. Casi todo lo que ocurre con este campeonato es en sus dos programas grandes, y siempre es un segmento humorístico protagonizado por R-Truth. Además, la libertad que tiene este campeonato limita las posibilidades que tiene para ofrecer un buen combate, porque siempre va a haber una tercera persona que quiera ganar el título, e impida que se realice un match convencional. Sería interesante que, una vez que un referee anuncie el comienzo de un combate, no se pueda meter nadie. Así serían combates de verdad, y no paquetitos en un campo de golf. Pero bueno, es de esperar que ocurran cosas con este título, y su formato vaya evolucionando.

También me parecería muy interesante un campeonato de leyendas, aunque Foley ya dejó caer que el 24/7 podría ser disputado por ese tipo de luchadores. Pero digo que sería interesante, precisamente, por esa necesidad del fan actual de novedades constantes.

Los fans lo demuestran en cada Royal Rumble: quieren sorpresas, y apariciones de leyendas. Pero no tanto para el main event de un gran PPV, sino que quieren que ocurran cosas inesperadas. Un título así podría ser para cualquier exluchador de WWE, que apareciera, tuviera una rivalidad de unas semanas, un par de promos y algún que otro combate, y desapareciera para dejar paso a otro. Eso funcionó bien en aquella etapa de RAW en la que Heath Slater recibía, cada semana, una paliza de un exluchador. Además, los fans se cansan de ver al mismo tipo después de un mes, así que podría haber una rotación constante, de gente de distintas edades y perfiles. Podría ser gente como MVP, el propio Foley, Hurricane, Sean Waltman, Mil Máscaras, Khali... mezclas muy frikis.

Pero, lo que tenemos es el 24/7 que, como digo, es un sucesor del Hardcore Championship. Vamos a hablar un poco de este campeonato, y a revisar alguna lucha clásica realizada bajo sus reglas.

El Hardcore Championship nació en 1998, con un objetivo similar al del 24/7: provocar segmentos de comedia. El primer campeón fue Mankind, un personaje que daba juego en ese ámbito. Pero Foley fue subiendo en el escalafón de la empresa, y se alejó del campeonato.

Gracias a ECW, se puso de moda la lucha hardcore, así que este título se convirtió en algo más serio. Muchos luchadores de bajo perfil en la empresa, así como veteranos de la ECW, tuvieron pequeñas oportunidades para brillar, llevando a cabo luchas violentas, lo que introducía algo distinto y valioso en los shows de WWF.

El Hardcore Championship también tuvo una época en la que fue defendido 24/7. Esto ocurrió después de que Crash Holly lo ganara. Así, un hombre con un rol muy pequeño en la empresa, tuvo sus momentos de gloria, como puede que ocurra en la actualidad. El título cambió de manos decenas de veces, en aparcamientos, en ríos, en parques infantiles... Produjo momentos muy buenos.Incluso en un evento grande como WrestleMania 18, hubo muchos cambios titulares, así como los hubo en Live Shows.

Después de eso, se convirtió en un título con reglas hardcore, gracias al cuál, pudieron brillar tipos como Rob Van Dam, Raven, Rhyno, Jeff Hardy o Tommy Dreamer. Fue un título que supo diferenciarse bien de los campeonatos Intercontinental y USA, y aportar algo diferente. La variedad es algo muy importante en todo show televisivo, pero WWE, con el tiempo, fue renunciando a todo, a cambio del dinerito de patrocinadores. En agosto de 2002, el Campeón Intercontinental, Rob Van Dam, derrotó al Campeón Hardcore, Tommy Dreamer, para unificar los títulos, siendo este el final de la correa de la que hablamos hoy. Tiempo después, Rob venció también a Jeff Hardy, unificando bajo la misma bandera el European Championship.

Vamos a comentar una lucha de este campeonato, que es una buena muestra de lo que fue a principios de este siglo. Se trata de un enfrentamiento entre Raven y Rhyno, dos luchadores expertos en este estilo. Se enfrentan en Backlash 2001.

Es una lucha en la que ambos vienen con carritos, cubos de basura y señales de tráfico, para partirse la cabeza  con ellos. Y de eso va la lucha. No se trata de un gran combate, pero es un entretenimiento que te aporta algo distinto. Rhyno defiende campeonato.

Eran tiempos en los que todavía no se había estudiado el problema de las conmociones cerebrales, así que se dan fuerte con los objetos Destaca un momento en el que Rhyno levanta el carrito de supermercado para golpear a su rival, pero este le da un un cubo de basura, así que cae, y el carrito le cae encima. También se lo traga el campeón cuando se lanza con un Gore, y es esquivado por Raven. Pero, finalmente, conecta su Spear, y se lleva la victoria, para retener el título.

Como digo, esto no es un gran combate, pero es muy apreciable.

Puntuación: ***

jueves, 10 de mayo de 2018

AJ Styles vs Shinsuke Nakamura, WWE Backlash 2018



Backlash es el nuevo evento especial de WWE. Después de Royal Rumble, el camino a WrestleMania, el propio WrestleMania y The Greatest Royal Rumble, cuesta un poco volver a la rutina de los PPVs normalitos. Pero hay que comentar varias cosas al respecto.

En 2016, cuando las marcas de WWE volvieron a separar su roster, cada una volvió a tener sus PPVs, como ocurrió originalmente en los primeros años de este siglo. Año y medio después, también como pasó entonces, el experimento se echa atrás, y los PPVs incluirán combates tanto de Smackdown como de RAW.

¿Por qué ocurre esto? Si nos fijamos en la asistencia a eventos de los últimos años en PPVs, no parece que esta se haya resentido, salvo casos concretos. Sigue rondando los 14.000 o 15.000 espectadores, que no es menos de los que había en la Era Attitude. Pero grabar un PPV tiene unos gastos que no se están viendo reflejados en aumentos de inscripciones a WWE Network. La verdad es que el público no está pidiendo dos PPVs mensuales. Con uno hay de sobra.

Cuando había PPVs separados, luchadores secundarios tenían más oportunidades. Un efecto inmediato de la desaparición de estos eventos exclusivos es que esto deja de pasar. Las divisiones en pareja de WWE fueron lo mejor de la empresa en 2017, pero en Backlash, no están. Aunque en todos los combates hay nombres importantes, lo que los hace, al menos en teoría, más atractivos.

Si nos fijamos en lo que ocurrió hace 11 años, cuando pasó lo mismo con los PPVs, la calidad de los eventos mejoró mucho. Posiblemente esa etapa, entre el 2007 y el 2011-2012, sea la mejor en cuanto a calidad in-ring en los PPVs de la empresa. Y esto es porque es el formato en el que mejor rivalidades se pueden dar.

Porque, en los PPVs separados, sólo hay un par de rivalidades importantes, y varios combates de relleno para completar 3 horas de show más el preshow. Y, posteriormente, cuando la separación de marcas se acabó, se dejaron de crear historias nuevas en Smackdown, pasando este programa, tan solo, a extender las de RAW, sin que, tampoco, pasara nada importante. Por eso, en esa época tampoco había muchas buenas rivalidades en los eventos.

Pero, con los rosters separados compartiendo PPVs, con que haya dos rivalidades buenas por marca, ya tenemos 4 luchas importantes en un PPV. Eso no está mal.

Lo que pasa con Backlash 2018 es que está montado de una forma muy rara. La mayoría de los ascensos de NXT a RAW o Smackdown todavía no están apareciendo en los programas, el Título Universal está en manos de Lesnar, que no lucha hoy, y los combates entre Nakamura y Styles por el WWE Championship acaban, una y otra vez, sin resultado. Además, como las dos luchas principales de la velada, WWE propone dos combates propios de un RAW. Nadie quería ver en el main event a Joe y Reigns. Nadie quiere ver, en general, un combate entre Samoa Joe y Reigns, pero causó mucho enfado que esta lucha estuviera en el evento principal. Por lo demás, los combates entre Jeff Hardy y Randy Orton, entre The Miz y Seth Rollins, y entre Nakamura y Styles estuvieron muy bien. Ni siquiera la lucha entre Joe y Reigns es tan mala, lo que pasa es que no apetece.

Nakamura ganó el Royal Rumble de 2018, y consiguió la oportunidad de luchar por el título mundial que eligiera. No tardó mucho en dejar clara su elección: AJ Styles. El japonés quería revivir sus momentos con el americano en Japón. Y WWE, aunque le gusta mucho la payasada, también quería ofrecer un buen combate en WrestleMania, además de tanta atracción. Aunque la lucha en el Mayor Evento de Todos no acabó siendo muy destacable.

Tanto Nakamura como Styles eran Faces, y no había una gran rivalidad entre ellos. Shin-chan aseguraba que colocaría su rodilla en la cara de AJ, y también comentaba que el problema del campeón es que es muy emocional. Pero esto no lo utilizaron en la lucha de WrestleMania. Supongo que cambiaron de idea para llevar a cabo el Turn Heel de Nakamura.

El Rey del Strong Style es un tipo con mucho carisma, pero para un face en WWE, el carisma suele quedar aplastado, porque cada vez que uno habla, es para leer un guión simplón de tipo bueno. El Turn Heel, creo, es lo mejor que podía pasarle al japo. En su lucha en WrestleMania, ambos combatientes tardaron mucho en coger ritmo. El público tampoco reaccionó mucho hasta la parte final del combate, en la que la cosa se puso buena. AJ ganó, pero tras la lucha, Nakamura se vengó, y acabó dándole un golpe bajo.

Esta es, desde entonces, la seña de identidad de la rivalidad. Nakamura, siempre que puede, le pega a Styles en sus partes. Me parece que lo hacen demasiado, y no se dan cuenta de que eso no ayuda para generar credibilidad, porque un golpe real ahí es más peligroso de lo que parece, y si uno recibe tantos seguidos, acumula problemas. No puedes llegar, después de 15 golpes bajos, al cuadrilátero como si nunca te hubieran dado uno. Ahí abajo no se hace borrón y cuenta nueva. Si hay muchos de esos, el público deja de sentir empatía por ese dolor.

La siguiente lucha entre Nakamura y Styles fue en The Greatest Royal Rumble. No estuvo mal, creo que fue mejor que la de WM, pero se cortó muy pronto, por un doble Count-Out. Ese tipo de cosas que hace que el público se enfade, no con el rudo, sino por la empresa por sus bookeos. Como sé que hay gente a la que les importa mucho los rating, diré que a las dos luchas entre Shinsuke y AJ en WM y TGRR les daría ***1/4.

Llega Backlash, y ya sin las grandes estrellas de la empresa en el evento, yo pensaba que, de verdad, pondrían este combate en el Main Event. Pero no le darán tanta importancia al título de Smackdown. Y tampoco podría haber un final como el de esta lucha en un main event de PPV. Porque la cosa vuelve a quedar sin un resultado definitivo, y me da pena, porque esta vez, la lucha sí estaba siendo muy buena. Aún así, de cara a la rivalidad, no está tan mal. Espero, ahora sí, un final definitivo en Money in the Bank.

Nakamura vuelve a ser el Nakamura de siempre. Pega muchas patadas, y muchos rodillazos, en la nuca, y en la cabeza. Aplica también buenos candados, y sus típicas palancas al brazo. Pero AJ también tiene sus artes, que no son escasas. 

La verdad es que pasan muchos minutos sin que se utilice la estipulación para nada. Porque esto es un combate sin DQ. Pero sabemos que esta regla se ha instaurado por el tema de los golpes testiculares. No obstante, antes de que haya uno de esos, Nakamura mete una silla en el ring para atacar a su rival, y aunque lo consigue en primera instancia, cuando va a por el Kinshasa, Styles le tira la silla, haciéndole mucho daño en la pierna. Eso sí, la silla sale rebotada, golpeando al americano en la cara, y produciéndole un llamativo sangrado.

Con la pierna de su oponente herida, Styles busca la rendición mediante Culf Crusher. Después de varios golpes muy buenos en la nuca, Styles va a por Styles Clash, pero Shinsuke aprovecha para pegarle el presagiado Low Blow. AJ ya no se corta, y le da de lo mismo. El referee cuenta hasta 7 hasta que ambos reaccionan a ese desagradable dolor. Pero, después de varios codazos, se lanza el uno contra el otro, asestando, al unísono, una doble patada en salva sea la parte. La cuenta llega a 10 esta vez, sin que ninguno se levante, así que el título queda en manos de Styles. El público queda muy decepcionado, aunque WWE intenta animarlo anunciando que el campeón retiene, no es satisfacción suficiente.

El final es, efectivamente, decepcionante, pero consecuente con la historia que se está contando. Muy bien interpretado por ambos, además. Espero, esta vez sí, ver su lucha definitiva en Money in the Bank. Seguro que habrá una estipulación mayor. Creo que con este combate, Styles y Nakamura, ahora sí, han demostrado de lo que son capaces, pero el próximo tiene que ser un MOTYC.

Puntuación: ***3/4

viernes, 26 de mayo de 2017

Jinder Mahal vs Randy Orton, WWE Backlash 2017



Uno de los momentos más sorprendetes de los últimos años en WWE ha tenido lugar en el evento de Smackdown, Backlash 2017. En él, el indio Jinder Mahal se ha convertido en Campeón Mundial de WWE al derrotar a Randy Orton. Es algo que nadie hubiera esperado, ni un loco, hace un mes, y no se puede decir que sea muy justo en términos de méritos deportivos, pero ha ocurrido.

Jinder Mahal debutó en WWE hace unos años, en una storyline en la que intentaba llevar al lado oscuro a The Great Khali. Después de fracasar en ese intento, no tuvo demasiado protagonismo, hasta que entró a formar parte de la divertida tripleta de jobbers 3MB, junto a Drew McIntyre y Heath Slater. Finalmente, tanto el indio como el británico acabaron despedidos, mientras Slater tuvo, de vez en cuando, alguna que otra storyline jocosa.

Después de la división de marcas de WWE, en 2016, la empresa volvió a contratar a Jinder, para la marca Raw. No debieron hacerle grandes promesas, porque nada más llegar, fue a los programas de Main Event. Su firma tan solo servía para que el roster no pareciera demasiado corto. Así estuvo, hasta que a principios de 2017, cuando tuvo una pequeña historia como compañero de maldades de Rusev. Nada importante.

Sin embargo, si que empezó a evidenciar una mejora en su físico enorme. El tío se ha puesto cachas, y eso a Vince le pone mucho. 

En WrestleMania 33, tuvo un papel extrañamente protagonista en la Andre the Giant Battle Royal. Fue el rival de la pelea con el jugador de la NFL Rob Gronkowski y debió gustar su actuación.

Eso, junto a la necesidad de expandir la empresa por otros países, para vender la Network, parece ser un buen motivo para darle un buen push a Mahal. No obstante, como decía Ryback hace unos días, en la India, aunque haya una población muy grande, hay mucha miseria, y es raro conseguir ventas masivas de una cosa tan poco importante. En cualquier caso, el push de Jinder Mahal es un hecho, y ha conseguido lo que muchos, con carreras muy superiores, no han hecho nunca: ganar el WWE World Heavyweight Championship.

WWE usó una técnica muy buena para dar un push a un rudo: montarle un stable. Cogió a dos chicos que tenía por ahí sin hacer mucho, los Bollywood Boyz, también Indios, y los puso como vasallos de Mahal. Con su ayuda, consiguió convertirse en retador número 1, para enfrentarse al campeón Randy Orton en WWE Backlash.

Los indios amargaron la vida de Randy durante las semanas previas al evento, y por eso, comienza la lucha con mucha energía. De hecho, no deja que se hagan las presentaciones, ataca sin parar a Jinder, tirándolo contra las mesas. Precisamente, la falta de intensidad y psicología es, muchas veces, el gran problema de Randy. Pero cuando arregla ese problema, da buenos combates.

Por cierto, durante la lucha, trata con mucho respeto el sombrero de JBL, cuando está luchando en la zona de las mesas. Parece que Orton, de esta manera, lanza un mensaje a favor del comentarista, en una época en la que ha recibido muchas críticas por presuntos casos de bullying. Aunque quizás sea un trato normal, y hasta ahora no me había fijado.

Orton le pega una paliza a Mahal. Suena la campana, y busca el RKO, pero Jinder huye a ringside. Huye varias veces, enfriando la ira de Orton, y le empuja contra el ring, haciéndole daño en el hombro izquierdo.

Esto es perfecto para él, porque su finisher incide especialmente en el hombro izquierdo. Lleva a cabo un trabajo de vieja escuela bastante insistente sobre el hombro y el brazo, y Orton lo vende bastante bien. No obstante, lleva a cabo algún comeback bueno, con Superplex incluido.

Orton se acerca a la victoria, pero entran en juego los hermanos Singh Brothers. No llegan a golpear a Orton, pero sí le amenazan, así que se llevan una paliza. The Viper conecta un RKO, pero los lacayos de Mahal le sacan del ring, impidiendo la segura victoria del campeón.

Ahora sí que Orton destruye a los dos pequeños indios, rematándolos con un duble DDT desde la segunda. Pero Jinder llega por la espalda, y aplica el Arm Trap Neckbreaker, para ganar el combate y el WWE World Heavyweight Championship.

La lucha es bastante buena, quizás la primera importante en la carrera de Mahal. No ha debido tener muchos combates single en PPV desde que llegó a WWE. Pero aquí rinde bien, con un modelo de lucha old school. Veremos, hasta dónde llega esto. 

Puntuación: ***1/2

martes, 11 de octubre de 2016

The Miz vs Dolph Ziggler, WWE Backlash 2016



¿Quién nos iba a decir que, lo mejor en WWE, hoy en día, es una rivalidad entre Dolph Ziggler y The Miz? Hace unos meses, nadie lo habría pensado, pero si la separación de rosters ha beneficiado a alguien, ha sido a estos dos luchadores, que pueden ser considerados ya como veteranos.

Por un lado tenemos a Dolph Ziggler, un tipo venerado en Internet, por el montón de spots que puede poner en escena dentro de una lucha. Si bien, por parte de otros críticos, se pone en duda su capacidad para tener una lucha verdaderamente psicológica, yo creo que sí que tiene talento, aunque en muchas ocasiones parece no tener motivación suficiente para ascender al siguiente nivel. Quizás piensa que con Super kicks basta.

Por otro lado tenemos a The Miz, un tipo cuyas capacidades oratorias están fuera de toda duda. Tuvo varias oportunidades para destacar, pero no demostró el más mínimo talento en el ring. Sin embargo, parece haber mejorado de una forma muy progresiva, hasta el punto de haber logrado tener un estilo old school que se echa mucho de menos en la lucha actual.

Fue muy sorprendente ver a Miz ganar el campeonato Intercontinental después de WrestleMania. Parecía que ya se le había pasado el arroz. Pero después de eso, tuvo un reinado genial, con unas promos maravilloas, destacando alguna confrontación verbal con Daniel Bryan que tuvo mucho calado. The Miz ha vuelto a demostrar lo importante que es hablar para un luchador, y sobre todo, hablar con un estilo propio, y no decir frases genéricas insulsas, como hacen todos, sin apenas interpretación. Gente como The Miz es muy necesaria en el wrestling actual.

Nadie esperaba ya nada de Ziggler, pero la separación de rosters le certificó un personaje de fracasado, de tío que siempre ha desaprovechado sus oportunidades. Eso lo vimos en su rivalidad con Dean Ambrose por el WWE World Heavyweight Championship, y posteriormente, en esta rivalidad con The Miz, que ha dejadp 3 luchas que repasaré durante los próximos días.

La seaparaciòn de rosters también tiene como consecuencia que hay más PPVs, y estos tienen menos luchas, así que se le puede dar tiempo a los enfrentamientos. En Backlash 2016, The Miz y Dolph Ziggler luchan por el IC durante más de 18 minutos, y dan un buen espectáculo.

La lucha está bastante bien, aunque quizás es un poco lenta en ocasiones. Miz no da respiro a su rival, le aplica un castigo durísimo, aflojándole muy poco a poco. Llaves en la espalda, candados a la cabeza, y llaves a las piernas. Cualquier intento de Ziggler queda en nada, durante buena parte de la lucha.

Dolph aplica un par de DDTs, pero The Miz le ataca bien en las piernas, y él, lo vende de maravilla. Ziggler sobrevive a la Figura 4 del rudo, y empieza a soltar patadas, a pesar de su cojera. Miz intenta huir, pero Ziggler lo lleva en hombros hacia el ring, sin olvidarse de cojear.

Cuando parece que la cosa se pone bien para el técnico, Maryse le dispara con un spray en la cara, dejándole ciego. No puede hacer nada para evitar un Crushing Finale. The Miz gana, pero la rivalidad está muy viva.

Por cierto, hay que destacar también que la primera movida de la lucha fue un homenaje a la pelea entre CM Punk y Mickey Gall en UFC 203.

Puntuación: ***1/2

martes, 13 de septiembre de 2016

AJ Styles vs Dean Ambrose, WWE Backlash 2016



Después de la división de marcas, llega el primer PPV que es exclusivo de uno de los programas de WWE. Backlash es solo para Smackdown, y denota, en su cartelera, lo corto del roster de la marca azul. Esto se ve identificado, además, por las bajas de Cena, Kalisto, la de última hora de Orton, y la definitiva de Del Río. Sin embargo, la separación de marcas ya nos deja las cosas fresquitas e interesantes de las que solía haber antes en Smackdown, como la historia de Heath Slater y Rhino, y un mayor protagonismo para The Miz, que cada vez está mejor.

AJ Styles venció a John Cena en SummerSlam 2016, y el 15 veces campeón quedó mal, animícamente hablando. Por eso, no ha aparecido en los siguientes programas, pero no por ningún problema físico, sino para vender esta depresión. Mientras tanto, AJ ha aprovechado para convertirse en el number 1 contender por el WWE World Heavyweight Championship de Dean Ambrose. La pequeña rivalidad, en sí misma, no ha tenido mucho interés, salvo por mostrar a AJ como alguien que se sabe a sí mismo el mejor.

La lucha entre ellos ha gustado muchísimo, ha vuelto loca a la gente. Yo creo que hay mucha exageración, como suele pasar cada vez que un favorito de la comunidad de Internet se convierte en campeón. No obstante, la lucha es muy buena.

Lo malo es la primera mitad de la lucha es muy normalita. Tipo Ambrose. Los dos pelean, durante muchos minutos, pegándose, ataque por aquí, ataque por allá. Entretenido, pero sin más.

La cosa va subiendo poco a poco. A eso de la mitad del enfrentamiento, Aj aplica un gran golpe a la piena del campeón. A partir de aquí, intentará hacele rendir, mientras este vende bien el dolor. AJ aplica Calf Crusher en varias ocasiones, pero no hay éxito. Ambrose se lo quita de encima dandole cabezazos contra el tatami.

Y ahí comienza la ofensiva de Ambrose, una gran ofensiva, que busca, aparentemente, causar una conmoción al Fenomenal, quien ha dominado básicamente todo el combate hasta ahora. Con una resortera, Dean hace vola a AJ contra el poste, dandose un gran golpe. También le estampa la cara contra la valla.

AJ reacciona, y pega un 450 splash. Pero Ambrose vuelve a la carga, con una patadas de canguro, tira a AJ del ring, dandose un buen golpe, y luego se lanza desde la mesa de comentaristas hasta más allá de las vallas. AJ no para de recibir golpes en la cabeza. 

Es hora de aplicar el Dirty Deeds, pero el referee se lleva un golpe, y Styles aprovecha el momento para darle un golpe bajo, aplicar Styles Clash, y ganar.

La lucha tiene unos 10 minutos que son oro puro. Pero tiene un comienzo muy pesado, y el final resulta frío. por eso, no llega a tener una nota de MOTYC, pero está muy muy bien.

Puntuación: ***3/4

domingo, 29 de noviembre de 2015

Jack Swagger vs Christian, Backlash 2009




Christian abandonó WWE en busca de oportunidades, y las encontró en TNA, donde fue dos veces campeón mundial, y donde desarrolló un personaje de rudo de mil demonios. A su vuelta en la empresa de Vince, se convirtió en face, como principal cara de la ECW.

Ya lo sabemos todos, esta ECW no tenía nada que ver con la original, no tenía nada hardcore. Pero lejos de lo que piensa la mayoría, no era, en absoluto, un mal producto. De hecho, se trataba del precursor de lo que es hoy NXT, una pequeña liga que daba cabida a lo más destacado del territorio de desarrollo, en la que los luchadores jóvenes debutaban y comenzaban a destacar antes de ir a Raw o Smackdown, mezclándose con wrestlers más experimentados.

Uno de los jóvenes que entró para destacar fue Jack Swagger, quién no tardaría mucho en llegar a ser campeón de ECW. Debutó en la empresa con su divertido personaje de All American American, con el que se jactaba de haber sido dos veces All American (en realidad, lo ha sido sólo una vez, si mal no lo tengo entendido). Utilizaba un estilo muy de wresling amateur, muy técnico, creo que mejor que utiliza ahora enfocado en el Ankle Lock (aunque tampoco es que ahora tenga muchas oportunidades de destacar).

Christian consiguió una oportunidad por el título de ECW para Backlash 2009, en una lucha que es el opener del evento. Y pocos openers ha habido en la historia de los PPVs de WWE tan buenos como este. Una lucha que me encanta, para ser un título tan secundario.

Swagger desde el principio castiga la espalda de Christian, buscando su finisher de la época, una especie de power bomb. Pero Christian se defiende muy bien, es un mago de esto: conseguir que luchas sin gran importancia en la cartelera mantengan al público tan metido, gracias a su gran estilo, a vender muy bien los ataques del rival, y tener un gran arsenal de movidas aéreas y técnicas que sabe aplicar en el momento oportuno, y que nunca se alejan del objetivo: la cara del rival. Muchos vuelos en el rostro le caen a Swagger, y muchos intentos de conteo.

Swagger ataca también el estómago de Christian, buscando dañarle con su plancha desde el esquinero. La aplica de forma genial, pero no es suficiente para vencer a Christian. Busca su Power Bomb, pero Christian se le sujeta bien a la pierna, como un perrillo, imposibilitándola.

Swagger conecta buenos powerslams sobre la espalda de Christian, pero no consigue que la cuénta llegue a 3. Jack se desespera, y busca quitar los protectores del esquinero, para hacer más daño a su rival. El referee le ve, y se lo prohibe, pero, mientras, Christian quita el de la otra esquina. Swagger se lanza contra él, le esquiva, y se come el esquinero sin protección, dándose en toda la cara, lo que le permite a Christian un Killswitch definitivo, que le permite convertirse en ECW champion.

Muy buena lucha, uno de los mejores ópeners que recuerdo en WWE. 

Puntuación: ****

jueves, 11 de junio de 2015

Triple H vs The Rock, WWF Backlash 2000





Estamos repasando los que son, sobre el papel, los mejores combates entre The Rock y Triple H. Durante sus carreras, lucharon en más de una decena de ocasiones, llegando a tener enfrentamientos de todos los tipos. Y sus carreras aún no han acabado, aunque ahora sean luchadores eventuales. Después del cho que tuvieron en el pasado WrestleMania, no sería raro que se volvieran a ver las caras, ya sea en un single match, o ya sea en una lucha mixta con Stephanie McMahon y Ronda Rousey involucradas.

En el año 2000, tuvimos un “WrestleMania 2000”. En el evento principal del PPV más importante del año, hubo un elimination match por el título mundial de WWF, con Triple H, The Rock, Mick Foley y Big Show como participantes. Cada uno de los luchadores tenía a un McMahon en su esquina.

No vamos a entrar a dar muchos detalles sobre esa pelea, que no vale nada. El caso es que Triple H ya empezaba a ser cuñadísimo, y tenía en su esquina a Stephanie. Hunter salió como campeón, y entró en una rivalidad directa con The Rock, que fue traicionado por los varones McMahon. Así, se enfrentarían los dos luchadores en Backlash, con una ventaja evidente para Triple H, que tendría a Stephanie y Vince en su esquina, y a Shane como referee. Por suerte para él, Linda, la esposa de Vince, se puso de su parte, y anunció el regreso de Stone Cold Steve Austin, para estar en la esquina de Rocky.

La lucha tiene muy buena fama, pero para mi no vale mucho, está formada por puras interferencias. Comienzan luchando bien, Vince le pega en la cabeza a Rocky, y Triple H centra su ataque ahí. El campeón domina, hasta que Rocky tiene algún ataque bueno, destacando el Rock Bottom sobre la mesa de comentarios que le mete a Hunter y Shane juntos. Pero la lucha sigue, y todos están contra La Roca, incluidos Patterson y Brisco, que vienen a actuar como los actuales Noble y Mercury. El caso es que, finalmente, llega Austin y revierte las tornas, provocando la victoria de su gran rival.

La gente le da grandes notas a esta lucha, pero para mi es la típica tontería de la era Attitude. Todo menos lucha. Eso sí, es un espectáculo entretenido.

Veremos si el Iron Man entre ambos es mejor que esto.


Puntuación: ***

lunes, 5 de enero de 2015

Batista vs The Undertaker, Last Man Standing Match, Backlash 2007



Precendentes:




The Undertaker ganó el Royal Rumble 2007, y gracias a eso, pudo enfrentarse al World Heavyweight Champion, Batista, en Wrestlemania 23, para salir campeón del magno evento. El combate gustó mucho a todos, posiblemente superó las expectativas tanto de los oficiales de WWE como del WWE Universe (aunque no se había acuñado ese término aún). Así, la rivalidad entre ambos continuó después de Wrestlemania.

La rivalidad entre dos poderosos guerreros se centra, ahora, en la igualdad entre ambos. Así, los dos siguientes combates acabarán en empate. En Backlash, tenemos un Last Man Standing, en el que gana aquel que deja a su rival noqueado durante 10 segundo.

Y los dos luchadores hacen un gran trabajo, aplicando golpes poderosos, desesperados por que el árbitro cuente. Después de un primer intercambio, Undertaker aprovecha la clásica lesión en la pierna del Animal para hacerle perder la estabilidad, y coger ventaja. Los destroza con un golpe con las escaleras metálicas, y le aplica un leg-drop sobre la mesa de comentaristas asesino.

Pero la cuenta nunca llega a 10. Los luchadores vuelven al ring, caen las bombas, y los tombstones, pero la cuenta nunca llega a 10. Los dos se desesperan, y acaban en lo alto de la rampa, intentando tirarse: piensan que es la única manera de noquear al rival. Batista, desesperado cuando Undertaker intenta lanzarlo, se escabulle y aplica una lanza, cayendo los dos a una altura de 2 o 3 metros, que queda muy impactante, puesto que hay muchos cachibaches alrededor, y saltan llamas y explosiones.

Lucha muy entretenida, buscando el ataque más podeoso para lograr el K.O.


Puntuación: ****