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jueves, 2 de julio de 2020

Daniel Bryan y Brie Bella vs The Miz y Maryse, WWE Hell in a Cell 2018




Este año, 2020, por primera vez en decenios, no hemos podido ver, por ahora, la ceremonia de exaltación al Salón de la Fama de WWE. Aquellos que recibirán el honor en esta ocasión (Batista, JBL, Jushin Thunder Liger, Davey Boy Smith, The Bella Twins y la NWO), aún no saben cuando podrán hacerlo, a causa de la pandemia por coronavirus.

Se está hablando de que eso ocurrirá durante el fin de semana de SummerSlam. Queda, aproximadamente, mes y medio para la fecha en la que suele ocurrir la mayor fiesta del verano y, aunque WWE ya está planeando realizar shows con público, lo cierto es que es complicado predecir con éxito hasta qué punto podrá realizarse un evento de manera tradicional en agosto, y sobre todo, si vale la pena, teniendo en cuenta el riesgo de contagio que existe.

En espera de noticias, nosotros seguimos con el especial que dedicamos cada año a esta eventualidad. Estamos reservando los posts dedicados a los inducidos más importantes, que son los chicos de la NWO, para cuando tenga lugar la celebración. Mientras que eso ocurre, hablamos sobre el resto. Tras dedicar algunos posts a Batista y Jushin Thunder Liger, es momento de hablar de las Hermanas Bella. 

El año pasado, estas chicas anunciaron su retiro, pero, desde entonces, han especulado varias veces con una vuelta al ring, y no es sino la falta de interés de WWE, lo que las ha mantenido en ese estado de retiro. No son luchadoras de corte tradicional, así que no entienden lo que significa retirarse. Por eso, aunque, entonces, pensé en dedicarles un especial, acabé descartando la opción, porque sé que, cuando a WWE le interese contar alguna historia con ellas involucradas, volverán a pelear. Así pues, las luchas que pensaba comentar entonces por esa causa, las aplico ahora, en el momento de su inducción al Salón de la Fama.

Las Bellas son dos de las estrellas más importantes de WWE en los últimos años. Son luchadoras que nacieron en la era de Las Divas, y que alcanzaron el estrellato por razones extradeportivas. El encomio que recibían por parte de cierto sector de la fanaticada, tras apariciones diversas en programas de cadenas como MTV, y su rol protagónico en los reality shows de la empresa, Total Divas y Total Bellas, aportaron aquello que su talento arriba del ring no fue capaz de sumar, y sus relaciones amorosas con dos de las grandes estrellas de la empresa, Daniel Bryan y John Cena, las acercó a los seguidores del wrestling.

La llegada de las Bella Twins a WWE ocurrió a través del Diva Search de 2006, un programa de la empresa, cuya función era atraer a modelos hermosas a las filas de su roster femenino. Para entonces, ya habían participado en algún reality show televisivo.

Las Bella no tuvieron éxito en el Diva Search, pero fueron fichadas aún así. En esa época, tan sólo era necesaria una cosa para formar parte de la división de Las Divas, y esa condición se ceñía a la hermosura. A Vince McMahon, además, la parecía adecuado tener en nómina a mujeres que pudieran cubrir las distintas fantasías sexuales de un hombre, y es obvio que las gemelas suman mucho a eso.  Las visualizaciones de fotos de chicas en bikini en la web de WWE debían generar buenos ingresos.

Pasaron un año entrenando en FCW, antes de debutar en el main roster. Entonces, tuvieron un rol divertido, habitual en los gemelos que luchan en la empresa: una de las dos se escondía bajo el ring, y sustituía a la otra cuando el referee no miraba, logrando así una clara ventaja.

Pasaron unos primeros años jugando roles bastante secundarios, y muchas veces, alejados del ring; sirviendo como mánagers para otros luchadores. No fue hasta 2011, cuando llegaron a ocupar una posición relevante dentro de la división femenina, división cada vez más debilitada por las bajas. El 11 de abril de 2011, Brie, que por entonces era considerada la mejor de las dos, se convirtió en Divas Champion. Un año después, Nikki hizo lo propio, aunque el título sólo le duró una semana. Entonces, las Bella abandonaron la empresa.

Hasta aquí, se puede decir que la carrera de las Bella Twins en WWE fue mediocre. Las dos habían ganado el título en una ocasión, pero la verdad es que casi todas las mujeres del roster lo hicieron, y no tenía mucho mérito. Los combates femeninos en esa época eran cortos y malos, y la competencia, inexistente. Y cuando regresaron, un año después, siguieron en roles similares. En primera instancia, acompañaron a Damien Sandow y Cody Rhodes en su rivalidad frente a los Funkasaurus.

Eso sí, en esta nueva etapa, una de las hermanas, había cambiado bastante: Nikki se había sometido a un aumento de pecho, y eso, a mi entender, marcó la diferencia con respecto a Brie. 

Durante ese año, 2013, WWE comenzó a emitir el reality Total Divas, un show que se ha emitido desde entonces en la cadena E!, y que lleva ya 9 temporadas. Cualquier programa de televisión que dure tanto tiempo puede considerarse un gran éxito.

Nikki y Brie fueron las principales estrellas de este show, en el que se muestran imágenes sobre la vida real de las chicas que trabajan en WWE. Así, se conoció de primera mano, primero, la relación entre Brie y Daniel Bryan, y después, la relación entre Nikki y la gran estrella de la empresa, John Cena. Estas relaciones apoyaron el interés de la gente sobre las dos mujeres, que consiguieron tener un programa propio: Total Bellas, similar al anterior, pero centrado en la vida de ambas y en su familia. Este segundo reality de WWE aún se emite hoy en día, y cuenta con 5 temporadas.

En 2013, comenzó esta era de realities, que, arriba del ring, significó una rivalidad entre las chicas que participaban en el nuevo programa, y las que no lo hacían, las que renegaban de ese concepto de "Divas". 

En 2014, Las Bella llegaron a las grandes historias, cuando Brie entró en una rivalidad frente a Stephanie McMahon. Entonces, existía una historia enorme que enfrentaba a Daniel Bryan, pareja de la Bella, con Triple H y La Autoridad. Pero Bryan se lesionó tras su gran victoria en WrestleMania 30. Brie continuó con la historia, y Nikki acabó atrapada en ella, traicionándola durante su combate frente a la jefa en SummerSlam 2014.

Las Bella tuvieron una rivalidad, pero acabaron reuniéndose en Survivor Series. Desde esa época, se convirtieron en los dos principales nombres de la división, junto con AJ Lee y Paige. Nikki acaparó la correa durante un buen tiempo. 

Durante 2015, Las Bella se enfrentaron a una nueva amenaza: La revolución en la división femenina, que incluyó el ascenso al roster principal de muchas mujeres que estaban dando buenas luchas en NXT. No obstante, ese ascenso se dio en forma de extraños stables, que mantuvieron a Nikki como campeona durante casi un año.

En septiembre de 2015, Nikki perdió su campeonato frente a Charlotte, dando paso a una época dorada dentro de la división. Nikki se lesionó de gravedad, y desapareció durante mucho tiempo. En WrestleMania 32, Brie asimismo se retiró por primera vez, para centrarse en la labor de tener un hijo junto a su marido, Daniel Bryan, ya retirado por sus problemas con las conmociones.

A pesar de sus problemas con las lesiones, Nikki siguió luchando durante temporadas cortas, aunque, obviamente, su espacio en la empresa era complicado, pues había en ella mujeres muy superiores. En 2017, hizo equipo con su novio, John Cena, para enfrentarse a The Miz y su mujer, Maryse, en WrestleMania, resultando ganadora, y recibiendo, asimismo, una oferta de matrimonio por parte del 16 veces campeón. Así, ambos vivieron un gran momento de WrestleMania, que, sin embargo, no acabó en matrimonio, pues la pareja se deshizo con el tiempo.

En 2018, las Bella tuvieron su último run como luchadoras hasta el momento, regresando en Royal Rumble, para participar en el primer Royal Rumble Match femenino de la historia. En él, hicieron un gran papel, pero Nikki fue eliminada al final por Asuka. Posteriormente, a final de año, volvieron a luchar unos meses, para tener una rivalidad frente a Ronda Rousey, que terminó con un match entre la exUFC y Nikki Bella en Evolution. Las luchas que vamos a ver en este especial, corresponden a esa última etapa, pues, en ella, se hacía ya un wrestling femenino mucho más maduro en WWE.

En esa segunda mitad de 2018, fue Brie la que se adelantó, introduciéndose en la rivalidad existente entre su marido, Daniel Bryan, y The Miz, que tenía el apoyo de su mujer, Maryse, gracias al cuál, conseguía salir triunfante de sus matches ante el barbudo. Brie acudió en su auxilio, balanceando las cosas. En Hell in a Cell 2018, WWE nos ofreció un Mixed Tag Team Match entre ambos matrimonios, que es la lucha que comentamos hoy.

Me gustan los combates entre parejas reales. Dotan a la narrativa de una capa de realidad bastante interesante. Y en esta lucha, las mujeres aportan una gran dosis de storytelling, porque ninguna de las dos es una luchadora ya regular. Ambas lo han sido, y ambas han sido campeonas, sin ser Manami Toyota, pero no están en ese momento de forma. De hecho, las dos han sido madres, y eso, se nota. La propia Brie cometió algunos errores en esta etapa de 2018, porque había perdido la noción de su cuerpo tras el embarazo.

La historia aquí es que Maryse no tiene la más mínima intención de luchar. No va a pelear con Brie ni loca. Así que, siempre que puede, se esconde, y es salvada por su marido. Por tanto, esto es, básicamente, un enfrentamiento entre Bryan y el Awesome, con los intentos clásicos de este de burlar e imitar al American Dragon.

Bryan falla un Headbutt, pero consigue dar el tag a Brie. The Miz se interpone entre ella y Maryse, Pero Bella consigue llegar hasta la rubia. Los Bryan pegan las Yes! Kicks al mismo tiempo sobre sus rivales, y parecen llevar toda la ventaja, pero, cuando Brie intenta cubrir a su oponente con un embolsamiento, Maryse lo revierte y la cubre para la victoria. Nuevo triunfo para The Miz en su rivalidad frente a Bryan, gracias a su mujer.

Correcta lucha, entretenida historia.

Puntuación: ***

jueves, 4 de octubre de 2018

Charlotte Flair vs Becky Lynch, WWE Hell in a Cell 2018



Una de las rivalidades activas que más interesan a los aficionados de WWE es la que están manteniendo Becky Lynch y Charlotte Flair alrededor del Campeonato Femenino de Smackdown. En Hell in a Cell, las dos mujeres se enfrentaron en una de las peleas más interesantes de la noche.

Durante bastante tiempo, Becky ha desempeñado un pequeño pero importante papel en Smackdown. Ha estado en rivalidades secundarias, alejadas del título, pero entretenidas para el programa semanal. Ha luchado contra Carmella y Ellsworth, y con todas las rudas que se le han puesto por delante. Y el público le ha cogido mucho cariño, porque lucha bien, tiene un gran carisma, y mucha mala leche.

En SummerSlam, se le presentó la gran oportunidad de volver a pelear por el Smackdown Women's Championship. La rival era Carmella, luchadora relativamente accesible, a pesar de portar la correa. Y ya no tenía a su lado a James Ellsworth. Pero la que se metió por medio fue la presuntamente mejor amiga de la irlandesa, Charlotte, que volvia tras lesión. Se metió en el combate, que se convirtió en una Triple Amanza. The Queen la ganó, y se convirtió en campeona una vez más.

Becky Lynch explotó. Había esperado mucho tiempo ese momento, y su amiga lo fastidió. No pudo más, y le atacó con saña, comenzando una cada vez peor rivalidad, con mucho sentimiento. Una rivalidad en la que es la ruda, pero en la que también es la que recibe más apoyo por parte del público. Porque todo el mundo empatiza con aquel que no recibe las oportunidades que merece. Becky merece ser campeona. En Hell in a Cell, tiene la oportunidad de vengarse de Charlotte.

Y lo hace. La verdad es que estas dos mujeres podrían tener un buen submission match, y dado que la rivalidad va a seguir un tiempo, puede que lo tengan. Porque las dos son especialistas en llaves de rendición, y en esta lucha lo ponen en práctica. Charlotte comienza atacando las piernas de Becky, pero le dura poco. Porque la del pelo naranja es una máquina. Saca un ataque al brazo, o una palanca de cualquier lado. Y está hipermotivada.

La lucha es bastante buena. Charlotte pega con fuerza, y también consigue, en más de una ocasión, hacer daño en las piernas de la más pequeña. Pero Charlotte se estrella contra el esquinero, y se hace daño en el brazo. Y mucho más daño le hace Lynch, de mil maneras posibles. A pesar de la diferencia de tamaño, Becky se convierte en un grave problema para la campeona.

Y, sorprendentemente, la retadora se lleva el título. Charlotte se lanza con un spear, y su oponente la voltea para realizar un rápido conteo de tres. Cambio titular, y negativa a dar la mano a la perdedora. Esta rivalidad sigue adelante. Veremos si lleva a Evolution.

Puntuación: ***1/2

miércoles, 3 de octubre de 2018

Randy Orton vs Jeff Hardy, WWE Hell in a Cell 2018



Me dio la pena que se acabara la división de marcas en los PPVs de WWE, porque podíamos ver rivalidades secundarias en los eventos un poco distintas. Hay mucha gente que no volverá a un PPV en mucho tiempo. Pero, al mismo tiempo, sabía que el fin de esa división implicaría un aumento en el nivel en los PPVs, que se ha confirmado con la vuelta del Universal Championship, que estaba secuestrado por Brock Lesnar. Creo que los últimos grandes eventos de la empresa han estado muy bien, y todos ellos tienen varias luchas destacables. Hell in a Cell no ha sido menos.

Realmente, mucha gente dijo que reducir los PPVs de WWE se daba por la baja venta de entradas. Ya sabéis cómo es la moral judeocristiana, que nos hace criticar al poderoso y elogiar al débil. Y, por eso, mientras se habla de revolución por las 11.000 entradas vendidas por All In, se intenta vender la idea de que los estadios están vacíos para las grabaciones de Smackdown. Y para afirmar eso, se ponen imágenes de un show... después de que acabara Smackdown... y después de que acabara 205 Live... durante un dark match femenino. Manipulación de la más simple.

Pero en realidad, el caso es un poco distinto. No puede haber PPVs normales cada 15 días, porque la empresa está haciendo locuras con un nivel de ambición increíble para un espectáculo como este. Es que Vince y su caravana se van a Australia, a un estadio en el que caben 100.000 personas. Y se irá a Arabia Saudita, con un contrato multianual de cientos de millones con los jeques árabes. Y va a hacer un evento sólo con mujeres, en el que también venderá unas 15.000 entradas. Y llevará a cabo Survivor Series en un estadio en el que caben más de 20.000, y Royal Rumble en el que caben 50.000. Y llevará a cabo un Live Show como Starrcade, para el que el año pasado vendió más de 10.000 entradas. Y luego tiene todos los otros shows estilo indy para la network, como el Mae Young Classic, el NXT UK, el 205 Live...

Y para todos estos shows, y con los ingresos que le van a dar, sumados a los nuevos acuerdos televisivos, y el éxito de la Network, la empresa va a contar con toda leyenda que pueda vender entradas. Lita, Trish Stratus, Undertaker, Shawn Michaels, Triple H, John Cena y Kane estarán ahí. Kurt Angle ha comenzado una rivalidad con Baron Corbin, que seguramente le llevara a tener su primera lucha individual tras su regreso. Rey Mysterio ya ha firmado para volver a la empresa, y se está hablando de Hulk Hogan, de The Rock, de Batista... Hay pasta de sobra para tener a quien sea. Vacas gordas.

Con tanta historia interesante, existe el peligro de olvidar los PPVs normales, y a las estrellas del día a día. Por suerte, no ha sido así, y Hell in a Cell ha estado a la altura. Me ha alegrado mucho que para este evento, se tirara de dos grandes leyendas que forman parte del roster actual, y que a veces, no se utilizan lo suficientemente bien, teniendo en cuenta la reacción del público que tienen, y lo buenos luchadores que son. Son Randy Orton y Jeff Hardy, dos futuros Hall of Famers.

Después de una lesión que le alejó unos meses de los cuadriláteros, Randy Orton volvió a la acción, pero de nuevo como heel. Adoptó una actitud mucho más malvada, violenta y hostil. Justo lo que le hacía falta, pues es un tipo que gana mucho siendo malo, que tiene una gran psicología para luchar como rudo, y es mejor que haga eso a que coja el micro, que no es lo suyo. Se metió en la rivalidad entre Jeff Hardy y Shinsuke Nakamura, atacando al primero con un nivel de salvajismo muy alto, y muy olvidado en WWE. No hay nadie que sepa ser tan malo como Randy es las nuevas generaciones, que parecen no saber lo que es la psicología. Y tampoco hay nadie que sepa ser tan buen face como Jeff Hardy. En la lucha que tienen en Hell in a Cell lo demuestran, en un encuentro de bueno contra malo. Ningún hell in a cell de los que han tenido Owens, Rollins, Reigns, y todos estos, ha estado a la altura de lo que han hecho estos dos.

Fue sorprendente que esta fuera la segunda Hell in a Cell de la noche. Algunos dijeron que Charlotte y Lynch debían tener ese privilegio. Pero Vince ya tenía pensado darle un Hell un a Cell a Hardy. Porque el hermano de Matt vio hace varios años, dede TNA, la lucha entre Shane y Undertaker en WrestleMania, y la forma en la que McMahon se lanzó desde la parte de arriba de la jaula. Desde entonces, soñaba con tener una oportunidad similar para hacer uno de esos spots, que son su especialidad. Siempre se dice que tiene problemas graves en la espalda, pero cada vez que alguien lo dice, él realiza otro spot que parece muy doloroso. Y como rival, tiene a un tío que sabe sacrificarse por la empresa y por el wrestling, como es Orton. Ya recibió un salto de muchos metros de Jeff en la rivalidad que tuvieron hace 10 años. Aquí, una vez más, los dos destrozan su cuerpo por el espectáculo.

Esta es la primera lucha Hell in a Cell realmente violenta en años. Ambos se pegan de lo lindo con sillas, con las escaleras de metal, con la jaula, y con el cinturón de Jeff. La espalda de Orton acaba sangrando mucho, después de un golpe con el cinturón. Los agujeros de la correa se quedan marcados en su lomo, y por cada agujero, brota un poco de sangre. Hardy le pega también con la silla ahí, para que se refuerce este dolor.

Uno de los momentos más recordados en esta lucha tiene lugar cuando Randy utiliza un destornillador, para introducirlo en el agujero de la oreja del héroe, y retorcerlo. Durante los programas previos, Randy lo había hecho varias veces, pero tan solo con el dedo, tirándole de la oreja. Esto queda muy doloroso, y muy sádico. Qué daño.

Hardy aplica Swantom Bomb sobre su oponente, con una silla de por medio. De nuevo, digan lo que digan, Jeff vuelve a destrozarse la espalda. Y Randy sufre el ataque de verdad, y se nota. Aunque nuevas heridas brotan de sus piernas, sobrevive al movimiento volador del pequeño de los Hardy, que recurre a lo que más le gusta: las escaleras.

Jeff Hardy coloca a Randy Orton sobre una mesa, y se sube a la escalera más alta. Pero no se contenta con eso. Quiere hacer más daño al maldito Orton, que le ha torturado durante semanas. Se engancha a la parte superior de la jaula como un mono, y se lanza desde ahí, pero ha perdido demasiado tiempo. Randy se levanta de la mesa, por lo que Hardy cae de boca sobre la madera. 

El referee pide asistencia médica, porque Jeff está herido. Randy se empeña en que cuente, que el combate sigue. Aunque el árbitro se niega en principio, porque lo importante es pedir ayuda, realmente no hay motivo para no hacer la cuenta, así que da las tres palmadas, que convierten a Orton en ganador del combate.

Es, esta, una rivalidad inesperada, pero bien montada, que incluso provocó protestas de madres por el nivel de sadismo y violencia de Randy Orton. Ambos luchadores confirman ese nivel en esta lucha final. Randy sube como rudo, quien sabe si para enfrentarse algún día a AJ Styles por el campeonato, algo que me gustaría ver.

Puntuación: ****