Había varias cosas que queríamos ver de un Daniel Bryan regresado. Queríamos ver cerrada su historia con el Miz, y pudimos verla. Queríamos ver una lucha frente a Brock Lesnar, y ya lo creo que la vimos. Y queríamos verle en una gran rivalidad con AJ Styles, y también la estamos viendo. Ya puestos, me gustaría ver una gran lucha suya frente a Rey Mysterio. Espero que ocurra.
También es cierto que WWE está insistiendo mucho con sus rivalidades titulares, alargándolas demasiado, de tal manera que parece que luchadores que podrían dar algo distinto, nunca tienen su oportunidad. Incluso pasa en 205 Live, programa en el que hay mucho talento, pero en el que llevamos un año viendo a los tres mismos luchadores jugándose la correa.
El el caso del WWE Championship, la rivalidad entre Styles y Nakamura se eternizó, así como la que tuvieron AJ y Samoa Joe. Obtuvimos grandes luchas en ambos casos, pero costó mucho llegar hasta ahí. Ahora, con Daniel Bryan, pasa algo parecido.
Styles y Bryan no pudieron enfrentarse en Arabia, pero lucharon dos veces en Smackdown. En el primer caso, AJ mantuvo la correa en su poder, pero en el segundo, presenciamos un cambio en la personalidad de Daniel Bryan, que con un golpe bajo, se llevo la victoria, convirtiéndose, después de varios años, en campeón otra vez.
Me alegra mucho ver esto que están vendiendo como "el nuevo Daniel Bryan". Porque, en realidad, parece "un viejo Daniel Bryan". Parece, de hecho, el Bryan Danielson de 2007, que era claramente el mejor luchador del mundo, y que se hacía, al mismo tiempo, odiar y amar al luchar. En WWE, cuando se convirtió en gran estrella, seguía siendo el mejor, pero con su frase típica, con sus movimientos de marca, con el apoyo del público, y con la típica mentalidad unidimensional del héroe clásico de WWE. Era el mejor sobre el ring, pero al mismo tiempo, uno no quería verle hablar, porque era el yerno perfecto.
En TLC, al fin, ocurre lo que esperábamos: una lucha en PPV entre AJ y Bryan. Cuando me enteré de que también se enfrentarían en Royal Rumble, volví a pensar que WWE estaba redundando demasiado, porque aún no había visto la pelea de TLC. Tras verla, creo que el final requiere de una nueva contienda. Y por otro, tengo que reconocer que quiero ver 3000 combates entre ellos, porque son los mejores.
El hecho de que dos luchadores sean muy buenos no implica, necesariamente, que sus enfrentamientos vayan a ser muy buenos. Hay elementos que interfieren. Pero estos dos, aparte de ser muy buenos, tienen una gran química. Aún con un final no muy llamativo, la lucha de TLC es terriblemente buena. Espero magia en Royal Rumble.
Bryan vuelve a ser Danielson, y utiliza su estilo de antaño, mucho más técnico y mucho más enfocado en el hard-hitting (además de una equipación más oscura). Tanto es así, que daña el costado de AJ, su vientre, aplicando buenos movimientos. Y este lo vende de manera genial, porque, cuando es golpeado en esa parte de su cuerpo, grita dolorosamente, lo que, rápidamente, hace pensar al aficionado que le duele realmente mucho. Así se hace.
Los ataques de Bryan son muy buenos, y ya no requiere de finishers ni de grandes secuencias. La gente no grita ni "Yes!" ni "No!", pero disfruta mucho del wrestling de calidad que se lleva a cabo. Los ataques de AJ, como siempre, son frontales, preparando una victoria final vía Styles Clash o Phenomenal Forearm. Él también demuestra determinación, con varias secuencias de pisotones en la cara muy muy stiff, y un par de clotheslines propios de un Power House.
En un momento dado, Styles cambia su objetivo y comienza a atacar la pierna de Daniel, con Dragon Screw, golpes contra el poste, un medio cangrejo... Mientras Bryan continúa con el objetivo de dañar su zona media, el excampeón intenta hacerle rendir. AJ conecta el 450 Splash, pero tiene el pecho tan dañado que tarda mucho en llegar a cubrir s su rival. Conecta el Calf Crusher, y está muy cerca de la victoria, pero Bryan consigue llegar a las cuerdas. También realiza un phenomenal Forearm fuera del ring, pero, al volver, Daniel le reversa un paquetito, que le da la victoria, y le mantiene como campeón.
El final es un poco frío para la clase de combate que estaba siendo, pero, por la remontada durante el match, la sensación que queda es que Styles podría haber derrotado al campeón. Esta forma de acabar el match justifica que se vuelvan a ver las caras en Royal Rumble.
Hay pocas cosas malas en este combate. Con un gran final, estaría cerca de la perfección. Aún así, WWE volvió a dejar el WWE Championship de Smackdown fuera del main event, ocupándolo, en su lugar, el título femenino de Smackdown con la participación de Ronda Rousey. El match entre Rollins y Ambrose, entre ambos, no resultó muy bueno, pero eso no es una sorpresa.
Puntuación: ****1/2
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