Estoy empezando a ver los Shows del fin de semana de WrestleMania 39 para revisar los combates que, estime, merezcan estar aquí. Me sorprendió conocer que, durante esas jornadas, tuvo lugar el renacimiento de un stable clásico: el LWO, el Latino World Order, la unión de los luchadores mexicanos que peleaban bajo contrato en WCW durante el año 1998, que se juntaron para formar la versión latina de la NWO. En 2023, digo, uno de los enmascarados que participaron de aquella storyline inicial, Rey Mysterio, pasa la antorcha a otro grupo de wrestlers latinos: Santos Escobar (El hijo del Fantasma), Joaquin Wilde (Zema Ion), Cruz del Toro (Ronnie Mendoza) y Zelina Vega, que antes se hacían llamar El legado del Fantasma. Este renacimiento tiene lugar como parte de la storyline entre Rey y su hijo Dominik, que comentaremos cuando profundicemos en mayor medida en WrestleMania. Hoy vamos a recordar la historia original.
Y es que esto es un blog de historia del wrestling, y a pesar de eso, apenas habíamos nombrado aquí a la LWO. ¿Por qué? Bueno, la verdad es que la historia de la LWO fue escasa y poco relevante. Los latinos la recuerdan comúnmente, porque lo observan con patriotismo, y sobre todo lo hacen los mexicanos. Piense el lector que, aunque han pasado 25 años desde que eso ocurrió, los luchadores mexicanos nunca se retiran, de tal manera que, en muchos casos, salvo aquellos que, por desgracia, ya han fallecido, hablan mucho sobre esa experiencia, como una prueba de su calidad en el ring, como si el paso de un cuarto de siglo no afectara a sus capacidades. El storyline de la LWO duró tres meses, y ocupó el undercard, muy centrado en las figuras de Eddie Guerrero y Rey Mysterio. Al fin y al cabo, la mayoría de los luchadores mexicanos no sabían hablar inglés.
Como sabe el lector, durante los años 90, WCW contrató muchos luchadores mexicanos para poder ocupar parte de sus programas con luchas y con personajes de un estilo distinto. Había muchas horas de programación semanal que rellenar, y Hulk Hogan no podía estar en todas. Tras ver lo que Paul Heyman estaba haciendo en ECW, Eric Bischoff se hizo con los servicios de muchos de sus luchadores, pues en general se dedicó a acumular contratos de más de cien luchadores de cualquier nacionalidad, con el fin de incapacitar a la competencia, lo que redundó en la quiebra económica que sufrió la empresa cuando los ratings, aún siendo altos, no fueron suficientes para cubrir el enorme gasto de producción que implicaba su mala gestión.
WCW tenía muchos luchadores de calidad, y sin embargo, no había en absoluto rotación ni ascenso de talento hacia los main events. La historia de la NWO lo cubría todo desde mediados del 96, así que hombres como Eddie Guerrero, que conocían sus capacidades para progresar en la industria, se sentían frustrados. En muchos casos, para resultar más realista y polémico, tanto Bischoff primero como Russo después, optaron por llevar historias reales a los storylines, algo que a mí me parece bien. Así, el descontento de Eddie por su uso en la empresa fue expresado por él mismo arriba del ring. El luchador apareció en el escenario durante una lucha entre Hector Garza y Damian 666, exigiendo una revolución latina. le preguntó a los luchadores qué estaba haciendo Bischoff por ellos; semana tras semana, luchaban sin descanso sin oportunidad alguna de progresar. Ellos merecían, según sus palabras, dinero, limusinas y main events. Dejó ver a todo el mundo su camiseta de Latino World Order, y le entregó a sus nuevos compañeros atuendos semejantes.
Todos los hispanos se unieron al grupo, excepto Rey Misterio Jr, de tal manera que la historia principal giró en torno al hecho de intentar convencer al enmascarado. El chaparrito era un buen chico, y no le gustaban las formas de Eddie. Si bien en algún momento se convirtió en miembro, lo hizo a regañadientes. Él, Eddie y Kidman se metieron en una rivalidad por el campeonato crucero, que fue el principal foco de la storyline. Por desgracia, a principios del año siguiente, un accidente de tráfico dejó a Guerrero fuera de acción por un tiempo indefinido, y eso resultó mortal para la agrupación. La NWO fue atacando poco a poco a sus miembros, en busca de la hegemonía habitual, y Ric Flair, figura de autoridad del momento, les prometió que cumpliría con sus exigencias económicas, lo que dio por finalizada la existencia de la LWO.
Rey, sin embargo, rebelde como siempre, no quiso aceptar el soborno. Esto llevó a que fuera atacado por la NWO y tan sólo defendido por su gran amigo Konnan, que, recordemos, era miembro del grupo. Como fatídico colofón de la historia, Rey Misterio Jr perdió su máscara en una lucha de parejas ante Nash y Hall que bien conocemos.
Como digo, la parte más relevante del storyline de la LWO involucró a Eddie, Rey y el título intercontinental en manos de Kidman. Nos vamos a diciembre del 98 para ver una lucha de campeonato ocurrida en el PPV Starrcade. Se enfrentan Rey, Kidman y Juventud Guerrera, en representación de la LWO. Juvi, uno de los pocos mexicanos que hablan inglés a la perfección, ya ha tenido anteriores combates por el título ante el campeón yanqui, y va vestido con la camiseta del stable. Rey, por su parte, pisotea dicha camiseta al hacer su aparición.
En principio, Rey y Kidman, ambos faces y ambos muy queridos por el público, hacen equipo para atacar a Juvi, mas, en un momento dado, fallan un golpe y acaban peleándose entre sí. Guerrera los anima para que se peguen jocosamente, y así logra tan sólo que recuerden el odio que sienten hacia él y que los lleva a lanzarse sobre su persona una vez más. Sin embargo, el hijo de Fuerza Guerrera demuestra su nivel noqueando a ambos con sus extraordinarios movimientos aéreos.
La lucha después de eso es una sucesión de ataques, a cada uno más impresionante, y de nearfalls que son evitados en in extremis por el tercer hombre. Finalmente se da la esperada aparición de Eddie Guerrero que intenta conseguir que Juvi se lleve la victoria, colocando a este en una rana sobre Kidman, pero en última instancia, una patada de Rey revierte esta rana para que sea Kidman el que ocupe la posición dominante y se lleve el triunfo, reteniendo así el campeonato. Buena lucha, de altos vuelos, y un capítulo más de una rivalidad a varias bandas.
Puntuación: ***1/2