Ya comentamos con anterioridad la pelea que mantuvieron Chris Jericho y Bryan Danielson en el evento All Out de AEW. La rivalidad entre ambos continuaría unas semanas más, manteniendo otro par de combates individuales. El primero de ellos, y el que mejores ratings ha recibido, es el que ocurrió durante el programa del 14 de septiembre de 2022 de AEW Dynamite. Entonces, y debido a los líos que CM Punk ha provocado en la empresa, que ya comentamos pero sobre los que tendremos que profundizar un poco más, se estaba llevando a cabo un torneo: el Grand Slam Tournament of Champions, que tendría por resultado la coronación de un campeón definitivo de AEW, pues la correa había quedado vacante debido a la suspensión del Straight Edge. El 14 de septiembre, tenían lugar las semifinales del torneo, y en una de ellas, se enfrentaban el American Dragon y el Lionheart.
En realidad, Jericho olvida, para este match, la idea del anterior. Tal y como predijo el final de este, ya no va a emular a su personaje del 94; lucha con su ropa de rockero de siempre. En All Out venció gracias a un golpe bajo. ¿Podrá, al fin, Danielson, recibir el premio que merece su superioridad luchística?
Esta es una lucha menos técnica que la anterior. Mientras que aquella ocurrió principalmente a ras de lona, en este caso los dos luchadores pueden acertar todos sus vuelos principales. Antes de eso, eso sí, Bryan centra su ataque en el brazo del canadiense, para debilitarlo de cara a un posterior Cattle Mutilation.
La igualdad entre ambos es patente en primera instancia. Los dos vuelan y se estrellan en el aire; movimiento este común cuando se quiere señalar precisamente la igualdad entre dos luchadores en un combate. Tras Suplexs de ambos, Danielson aplica el Cattle Mutilation sin éxito, motivo por el que decide golpear mil veces con el codo. Sin embargo, Jericho ha aprendido la lección, y reversa la posición para pegarlos él. Vuelven a quedar empatados, pues Bryan no los vende en absoluto. Code Breaker de Jericho y Running Knee de Bryan.
Buena lucha para ser, este, un programa de televisión semanal. Pero no creo que sea tan buena como la de All Out. Mejora mucho, en mi opinión, tras la lesión, en kayfabe, de Bryan. El dragón es proyectado a ringside y cae de pie, torciéndose el tobillo. El médico intenta tratarlo, pero Chris lo impide, comenzando un duro ataque sobre su pierna, que incluye llaves sobre el poste. Le quita la bota, dejándolo totalmente cojo para afrontar lo que resta de match. Aplica movimientos muy clásicos sobre la pierna del rival, y cuando este intenta atacar, cojeando, es presa fácil para sus Walls of Jericho. Después de eso, convierte las Walls en un medio cangrejo, que es mucho más adecuado para el tipo de lesión de su rival. Este no se rinde, ni ante esta llave, ni ante una posterior Figura 4. Cuando parece que Bryan está perdido ante las llaves a las piernas de Jericho, consigue transformarlas en un Lebell Lock que provoca una rendición excesivamente sencilla de su oponente. Bryan clasificado para la final.
La lucha es buena. Sobre todo, mejora cuando Bryan se lesiona, y Chris trabaja su pierna bien, si bien es cierto me parece que sus llaves a las piernas no acaban de generar una realista sensación de victoria. Quizás estas resultan demasiado largas, provocando la banalización del dolor. Por otro lado, la rendición del canadiense parece muy fácil.
Jon Moxley aparece para confrontar a su próximo rival, Bryan Danielson, su compañero en el stable Blackpool Combat Club. Ambos se lucharán por el Campeonato de AEW. Veremos esa lucha próximamente.
Puntuación: ***3/4
viernes, 4 de noviembre de 2022
Chris Jericho vs Bryan Danielson, AEW Dynamite 14/09/2022
sábado, 21 de mayo de 2022
Adam Page vs Bryan Danielson, AEW Dynamite 05/01/2022
Recientemente, comentamos la lucha entre Hangman Page y Bryan Danielson de diciembre de 2021, en la que lucharon durante 60 minutos, sin alcanzar un resultado. Hoy, nos vamos a enero del 2022, pues en el primer combate del año, se vuelven a enfrentar. Veamos qué tal.
Este es el primer show de Dynamite en TBS. Si bien todos nos alegramos mucho de ver un nuevo programa de wrestling en TNT, como ocurría en nuestra infancia, el sueño no ha durado mucho. No estamos en los 90; la lucha libre es una cosa del pasado. TNT ya movió el programa a días alternativos, para dar mayor prioridad a otros deportes, lo que es una mala señal, y ahora lo mueve a otra cadena. Desde enero de 2022, se emite en TBS, que es la cadena que, en los 90, cobijaba a los programas secundarios de WCW: Thunder o Saturday Night. Pierde un poco de gracia la cosa.
Para rebajar la probable caída en las audiencias, AEW abre su paso por la nueva cadena con varias luchas titulares, incluyendo un combate por el AEW World Championship. Tras el empate antes citado, Page y Bryan se ven las caras. Esta vez, no puede haber empate, porque hay jueces para dictar un resultado final en caso de que acabe el tiempo límite sin resultado: Mark Henry, Big Show y Jerry Lynn. No sé si Henry y Show pensaban que este sería su papel cuando dejaron WWE para venir a AEW; hacen menos aquí que allí.
Sobre todo, porque no hacen nada. La lucha no llega a los 60 minutos (ni siquiera a los 30), así que su juicio es irrelevante. Esta, de nuevo, es una muy buena lucha, aunque quizás no tanto como la anterior, o como se ha juzgado, por lo general. Page comienza pegando un muy buen golpe a la espalda de Daniel, que parece presagiar un trabajo a esa zona, pero tal cosa no ocurre. Es Bryan el que tiene un objetivo claro: el brazo derecho de su rival. Hay que anular sus clotheslines.
Creo que eso es lo peor de la lucha. Porque Bryan hace un trabajo fantástico sobre el brazo de su rival para anular sus lariatos... pero este los hace. Cuando protagoniza comebacks, los hace SOLO con clotheslines. Que la necesidad de contar una historia no te obligue a dejar de ser guay. Pero Daniel también ataca la cabeza de su rival, y se la destroza; se la abre. Daniel le golpea con el puño cerrado sobre la frente rajada, e incluso le pega cabezazos al más puro estilo de monsters heels como los citados Show y Henry. Está muy bien este trabajo, aunque el Dragón toma de su propia medicina, pues es golpeado contra un poste, y sangra también... y mucho más que su rival.
Page enloquece y golpea a Daniel en la herida... y le pega cabezazos. Ambos lo hacen. A pesar de sangrar como puercos en matanza, se asesinan a cabezazos, lo cual es bastante interesante... hasta cierto punto. Están bien las secuencias en las que los luchadores no venden sus lesiones, como en este caso, si responden a momentos de locura transitoria. Aportan cierto toque dramático a la lucha. Pero yo estimo más meritorio venderlas mucho, y tener que luchar limitando tu capacidad. Porque todos sabemos que las luchas son de mentira, y las lesiones también, y por lo tanto, no vender es fácil. Lo difícil es vender y dejar de lucirte luchando, por el bien de la historia que se cuenta.
Estos detalles son los que me conducen, finalmente, a estimar que esta lucha, que podría ser muy muy buena, sea, tan solo, muy buena. En la etapa final de la misma, Danielson consigue aplicar Lebell Lock, y está a punto de ganar. Aplica muchas llaves, a brazo, cabeza, y también piernas, aunque Page consigue asestar un Power Bomb. Tras todas esas llaves, se quita de encima al American Dragon con un Back Suplex muy duro, muy japonés, que redunda en su dolor de cabeza, y eso le permite aplicar su lazo vaquero definitivo, el Buckshot Lariat, para conseguir una victoria bien construida, con un buen final.
Puntuación: ****
martes, 17 de mayo de 2022
Adam Page vs Bryan Danielson, AEW Dynamite 15/12/2021
Seguimos hablando sobre AEW, porque, como comentamos en post pasados, son tantos los luchadores de calidad que tiene en su roster, que los combates, al menos sobre el papel, son muy interesantes. Y a veces salen bien, y a veces mal. En el caso del que hablamos hoy; la rivalidad entre el campeón de la empresa, Adam Page, y uno de sus flamantes fichajes del año pasado, Bryan Danielson, salió muy bien.
AEW está ofreciendo reinados muy largos a sus campeones. Tan sólo 4 hombres han portado su campeonato mundial hasta el momento: Chris Jericho, Jon Moxley, Kenny Omega y Adam Page. Esto otorga consistencia a la correa, y hace que cada reinado sea especial, si bien al mismo tiempo convierte a los programas en algo predecible y carente de emociones fuertes. Es obvio que los tres primeros campeones eran campeones de otras empresas, pues ya llegaban a AEW con un bagaje enorme, mientras que Page, si bien no era un Don Nadie, sí que se puede considerar una de las grandes creaciones de esta joven promotora. Se le ha hecho campeón, y se le quiere vender como el mejor del mundo, si bien a mí esa idea me parece muy loca. Me da la sensación de que la elección de su push es similar a las que se tomaban en los 70 en los territorios: un chico guapito, rubito y vaquero siempre encaja bien con el público americano. Y si bien es cierto que combates como el que comentamos hoy, ameritan su carrera, también lo es que hay pocos luchadores en el roster de la empresa que no darían una gran lucha bien bookeada y con una hora de duración ante Bryan Danielson, que fácilmente puede ser, libra por libra, el mejor luchador de la historia (o uno de ellos). Yo diría, de hecho, que esta elección de rival en primera instancia, tuvo precisamente esa función: poner a Page por las nubes y darle credibilidad como campeón. La rivalidad se puede comparar a la de John Cena y Shawn Michaels en 2007, que asimismo tuvo una lucha de una hora en un programa de televisión semanal. Después de esa larga historia entre Page y The Elite que acabó con el primero siendo campeón y siendo aplaudido por todos, era hora de hacerlo ver como un grande arriba del ring.
La rivalidad tiene, de hecho, un ligero olor a eso: Danielson esperaba poder enfrentarse a Kenny Omega por ese título, y está un poco decepcionado con encontrarse a Page. El American Dragon desempeña un papel más parecido al Best in the World de su reinado en ROH, y provoca mucha ira en el público de AEW, que es muy fan de todo lo que tenga que ver con The Elite. Danielson llegó a decirle cosas al público de Virginia que sin duda le habrían costado un despido en WWE, si bien allí no podría hablar sin guion.
Danielson ganó su oportunidad titular tras salir triunfador de un torneo cuyo último rival fue Miro, anteriormente conocido como Rusev. Tras saber que su contrincante no sería Omega sino Page, se enfrentó a todo el stable que lideraba este: The Dark Order, derrotando a Colt Cabana, Alan Angels, John Silver y Evil Uno. Así, llegaba a diciembre de 2021, a un show de Dynamite que recibía el título Winter is Coming, imbatido, y dispuesto ganar el AEW World Championship, de manos de Adam 'Hangman' Page.
En una lucha que ha recibido 5 estrellas de mucha gente. Yo no se las doy, pero creo que no suponen una gran exageración. Ante un crono tan extenso, Danielson se siente libre para poner en práctica todo su conocimiento técnico. Utiliza todo su repertorio, que incluye LeBell Lock, Cattle Mutilation, Achilles Lock o Surfboard terminado en Dragon Sleeper. Danielson no ataca ningún punto específico del cuerpo sino que, como los luchadores técnicos clásicos, desgasta y busca puntos débiles durante largos periodos de tiempo que se hacen cortos. Si bien esto ocupa la mayor parte del tiempo del combate, Hangman tiene sus comebacks, plagados de ataques directos, que es lo suyo. Cada uno a su manera se hace daño, sin llegar a suponer un peligro para la continuidad del otro. Pero ambos ponen en práctica su estilo y su estrategia.
El dominio de Bryan se rompe cuando, pegando sus Yes! Kicks, le pega al poste, lo que aprovecha Page para atacar su pierna herida, e intentar provocar que se rinda, incluyendo una Figura 4 que, esta vez sí, está a punto de hacerle ganar. Cuando Bryan se deshace de sus ataques a las piernas, pone el brazo del oponente como objetivo, y utiliza los postes para debilitarlo. Uno de esos golpes contra el poste provoca un corte en la frente del Campeón (claramente buscado), lo que le da una nueva ventaja al retador. Danielson golpea con el puño cerrado sobre la frente de Adam, como se hacía antiguamente, y aplica el LaBelle Lock, con la idea de que se rinda, dado que tiene tanto brazo como cabeza heridos. No hay suerte para él, mas Page parece realmente muy desgastado.
No obstante, lega un momento en el que ambos luchadores dejan de vender sus respectivas lesiones, y como si de un combate de NJPW esto se tratase, se vuelven locos. Adam aplica Tombstone, uno por cada lado (Page-Dead Eye), pero vuela desde el ring, y se traga una mesa, pegándose un golpe morrocotudo.
Aunque hasta aquí el match es casi perfecto, yo creo que se alarga un poco más de la cuenta, hasta el punto de que algunas de las cosas que hacen ambos luchadores resultan bastante intrascendentes. El reloj se acerca a la hora límite propia de AEW, sin que ninguno consiga el pin, y surjen las prisas. A la desesperada, Adam ataca, pero es víctima del Crossface de Bryan, que parece definitivo. No lo es, y a falta de segundos, Page contraataca. Pega su Buckshot Lariat, y está a punto de ganar, pero se acaba el tiempo antes de que lo haga. Así, el resultado es un empate; un DRAW. El público queda decepcionado, pero al mismo tiempo con ganas de más.
Creo que esta es una gran lucha. Se podría decir que su desarrollo se debe al enorme tiempo del que goza, pero es cierto que pocos hombres pueden mantener un combate a alto nivel durante tanto tiempo, sin caer en la redundancia y la banalización de los ataques. Bryan ha visto suficiente wrestling de los 70 como para saber que el trabajo técnico es vital para que un combate sea bueno aún durando una eternidad. En gran parte del match, es él el que lleva las riendas, mientras que Page se limita a hacer sus finishers llamativos, como buen Elite. Sin embargo, cuando tiene que usar la técnica para trabajar la pierna del Dragón, lo hace bien.
Más allá de eso, aunque los últimos minutos pueden ser excesivos, creo que el límite de tiempo les da un poco de sentido, y evita la reiteración de finishers hasta su banalización. El empate puede decepcionar un poco a los aficionados, pero era obvio desde el momento en el que el match había superado los tres cuartos de hora. La lucha tiene cosas que la alejan de la perfección, pero creo que no acaba muy muy lejos de ella. Veremos próximamente su secuela, que tuvo lugar en enero de 2022, tras el cambio de cadena de Dynamite.
Puntuación: ****3/4
sábado, 14 de mayo de 2022
Samoa Joe vs Minoru Suzuki, AEW Dynamite 13/04/2022
Hace poco, tuvo lugar en la programación semanal de AEW una lucha que me llamó mucho la atención, por los nombres involucrados. Dos leyendas como Samoa Joe y Minoru Suzuki, dos de los hombres más cabrones de este negocio, se enfrentaron, y yo, obviamente, debía ver eso.
Que yo sepa, es la primera vez que lo hacen, y eso le suma relevancia. Esto es un Dream Match. Creo que AEW ha sido capaz de juntar a luchadores de mucho nivel y de gran diversidad, y eso le permite proponer cosas interesantes, si bien, al mismo tiempo, creo que no lo aprovecha bien. Creo que es incapaz de contar grandes historias, y eso resta.
Me refiero a que, si WWE hubiera firmado a CM Punk, lo hubiera presentado en un momento icónico, le habría preparado una gran batalla frente a una gran estrella, y se hubiera pasado meses trabajando la batalla definitiva. Pero, en AEW, lucha de tú a tú contra cualquier Don Nadie, y eso, que parece muy digno, no hace más que devaluar su impacto. Una lucha no vale nada si no cuenta nada. En un roster en el que están Kenny Omega, Christian, Adam Page, Bryan Danielson, Jon Moxley, Pentagón Jr, CM Punk, Sting, Chris Jericho, MJF, Los Hardy y cualquier luchador de ROH, de NJPW o de AAA que pueda llegar, deberían pasar cosas muy grandes, pero solo hay peleas aleatorias, además de tres o cuatro storylines muy convencionales. Yo recordaré mucho más a Pentagón por su pelea ante Vampiro en Lucha Underground que por todo su paso por AEW.
AEW compró ROH, y sobre eso hablaremos en su momento. Aún produce shows para esa promotora, que podría convertirse en su territorio de desarrollo. En su último evento importante, Super Card of Honor, Minoru Suzuki ganó el Campeonato de Televisión de Ring of Honor, y unos días después, supongo que para estabilizar las cosas, lo puso en juego en Dynamite ante Samoa Joe. A mí no me parece mal, pero creo que meter también las correas de ROH en AEW no hace sino banalizar cada título: más vale que haya pocos campeones y que estos supongan una élite que tener títulos irrelevantes de 5 empresas jugandose a todas horas: recordemos que en Dynamite han aparecido ya campeonatos de Impact Wrestling, de Stardom, de NWA, de NJPW, de DDT, de Dragon Gate y de AAA, además, ahora de ROH.
Esta, pues, es una lucha de cabrones, pero sin mucha historia, y en ella se recurre a un método ya muy visto, que es la masacre mutua a base de chops. Posiblemente Suzuki vio la lucha entre Joe y Kobashi de 2005, y le gustó, y sin duda la paliza que ambos se meten, así como la manera en la que sus ojos se salen de sus órbitas por el dolor y la adrenalina están muy bien. El problema es que no hay mucho más que eso en la lucha, y a pesar de que no hay mucho más, eso no tiene repercusión alguna sobre su final, lo que lo hace irrelevante. Hay unos minutos de llaveo y contrallaveo a ras de lona, y varios intentos de Minoru de aplicar la Sleeper sobre Joe. Sin embargo, en un segundo, este caza al japonés en el esquinero para aplicarle el Muscle Buster y acabar con la lucha de forma sorprendentemente fácil. No es mala la lucha, pero da la sensación de que a Suzuki se le escapaba el avión y se tuvo que ir antes de tiempo.
Puntuación: ***1/4
miércoles, 12 de enero de 2022
Cody vs Brodie Lee, Dog Collar Match, AEW Dynamite 07/10/2020
Especial fallecimiento Brodie lee
Después de un 2021 complicado en cuanto a publicaciones en el blog, saludamos al año nuevo, con la intención de recuperar la actividad. Con tal fin, debo acabar tareas pendientes, empezando por el especial sobre el fallecimiento del gigantón Brodie Lee, conocido como Luke Harper en WWE.
Hemos visto, en dicho especial, combates suyos en territorios independientes, y en WWE. La última lucha que vamos a revisar es una que mantuvo unas semanas antes de morir, en la empresa en la que resurgió tras el maltrato recibido en WWE: AEW.
En estos últimos meses de su carrera, y de su vida, se convirtió en el líder de una malvada facción: The Dark Order. Én ese tiempo, se le conoció como The Exalted One; se puso un traje, y llevó a cabo algunas promos en las que se burlaba un poco de su odiado Vince McMahon. Ese personaje no estaba mal, pero yo pienso que no era apropiado para él: Un tipo tan grande, con una barba tan larga, y con cara de loco, debería actuar como un monstruo: es como aprovecha mejor su apariencia. Creo que el personaje que ejecutaba en WWE era perfecto para él, si bien es cierto que tenía un recorrido limitado. Todos los luchadores quieren ser protagonistas, y acaban siendo todos iguales. La diferencia entre unos y otros es la base fundamental para crear personajes, y en base a ellos, historias.
Brodie entró en rivalidad con una de las principales figuras de AEW, el gran Cody Rhodes. El barbudo derrotó al American Nightmare, proclamándose Campeón TNT. Cody tuvo que pasar un tiempo fuera, después de la paliza recibida por el animal del que hablamos hoy, e incluso el veterano Arn Anderson fue atacado. Posteriormente, Lee defendió el título con éxito ante el hermano de su rival, el legendario Dustin Rhodes, que resultó asimismo víctima de su abuso,y el de sus acólitos. El asunto se volvió personal, y, ¿cómo resuleven los problemas personales los Rhodes? Con Dog Collar Matches.
AEW ha hecho muchos tributos al pasado en su corta existencia. Mientras que WWE quiere invisibilizar el folclore del wrestling, su competencia lo potencia con aportes culturales que siempre resultan evocadores. Es este, desde luego, un deporte que ha vivido tiempos mejores, y por tanto, debe reivindicar su grandeza.
En ese sentido, los Dog Collar Matches, suponen un elemento clásico a través del cuál, se redimieron muchas rivalidades violentas en tiempos de los territorios, allá por el salvaje medio oeste americano. Entonces, no existían los Hell in a Cell Matches, ni los Ladder Matches, pero había otras estipulaciones, entre ellas, esta, que consiste en que los dos luchadores se tienen que reventar la cabeza, atados del cuello. El padre de Cody, el señor Dusty Rhodes, estuvo en varios combates de este tipo, incluyendo uno en el que participó su jovencito segundo hijo: aquel en el que se enfrentó a Randy Orton en 2007.Aquel era un Texas Bullrope Match, una cosa muy parecida.
Esta vez es Cody el que se ata el collar de perro al cuello, mientras que al otro extremo está un hombre que nadie quiere tener cerca: Brodie Lee. En las gradas está el veterano Greg "The Hammer" Valentine, que en Starrcade 1983 disputó uno de los Dog Collar Matches más recordados de todos los tiempos, aquel en el que se enfrentó al mítico Roddy Pipper. Este es otro aporte cultural de AEW que agradecemos; está bien honrar a los grandes hombres.
La lucha entre Cody y Brodie no está mal. Es cierto que son otros tiempos; este tipo de matches no interesan mucho al público, porque no son dados a los grandes spots, que resultan imprescindibles actualmente para contentar a la audiencia, que sabe que la lucha libre es de mentira, y que por tanto exige, más que verosimilitud, entretenimiento circense. Así pues, si bien es cierto que Cody y Brodie están atados del cuello, las cadena que les une es muy larga, y permite hacer, casi, cualquier cosa. Aún así, es peligroso hacer locuras con ella, y de hecho, Lee resbala de manera peligrosa al aplicar una patada. Pero, por lo demás, la estipulación, en muchos casos, parece irrelevante.
Hay una etapa, al principio del match, más propia del estilo de los Dog Collar Matches. Es el rato en el que Brodie domina, atacando la cabeza de su oponente, provocándole un corte, y pegándole con la cadena. Después, empiezan los spots locos propios de AEW, incluyendo un rompecuellos en una mesa sobre el gigante, que se desangra también.
Arn Anderson regresa, para ser atacado por Brodie, pero consigue aplicar su clásico Spinebuster sobre uno de sus lacayos. El malo está a punto de ganar, con superkicks y Powerbombs, pero, finalmente, Cody encadena algunos de sus movimientos de firma, para llevarse la victoria y cobrar venganza.
Creo que la lucha es bastante buena. Tiene su parte de lucha propia del estilo, y su parte de ataques locos. No es para tirar cohetes, pero vale la pena verla.
Puntuación: ***1/2
sábado, 2 de octubre de 2021
Bryan Danielson vs Kenny Omega, AEW Grand Slam
Hace poco, hablábamos de una lucha entre el mejor de todos los tiempos (John Cena), y el mejor de la actualidad (Roman Reigns). Obviamente, entonces, hablábamos en términos de superestrellas de WWE. Hoy, tenemos que charlar sobre un combate en el que se enfrentan los que muchos podrían considerar el mejor de todos los tiempos (Bryan Danielson), y el mejor de la actualidad (Kenny Omega), en este caso, en términos puramente luchísticos.
Yo no soy uno de esos muchos. Creo que Bryan es el mejor luchador del mundo, pero no estoy seguro de que sea el mejor de la historia. La Historia es muy larga. En lo respectivo a Omega, si bien concedo que ha dado muy buenos main events en New Japan, no creo que, fuera de ahí, su carrera sea algo demasiado relevante. Creo que esos combates están muy dopados, esto es, tienen un bookeo de guerra civil que facilitan una alta puntuación, pero que no son medida de un gran luchador. Por eso, Omega no se puede comparar con Bryan, un hombre que ha dado combates fantásticos, con puestas en escena muy distintas, en sitios muy distintos, y con gente muy distinta, que es algo que Kenny no ha demostrado ser capaz de hacer.
Bryan ha dado luchas increíbles en su carrera, frente a gente como Morishima, Cena, Nigel, Triple H, Hero, Mark Henry, Castagnoli, The Miz, Kenta... y sin embargo, el WON de Dave Meltzer nunca le ha dado 5 estrellas. Hasta ahora. Una lucha mediocre contra Kenny Omega, le ha valido para conseguir ese premio, por parte de un periodista corrupto que pone notas antes de ver las luchas, en función de si en ellas participa su grupito de amigos, o no. Sólo es necesario mirar las notas semanales que le está dando a todas las luchas de Omega, para entender que un medio que alguna vez fue referencia, a pesar de sus juicios sesgados, ha perdido por completo en norte al evaluar de una manera muy muy excesiva luchas que no valen mucho.
Pero la prensa es así en todos los campos, incluso en los que son irrelevantes como este. En política, en deporte, en videojuegos... se ponen de parte de sus amigos; de quienes los financian, o de quienes les hacen filtraciones para poder tener exclusivas. Esto es más antiguo que el mundo.
También hace unos días, comentamos la llegada de CM Punk a AEW. Hoy debemos celebrar la de Bryan. Si bien no provoca un efecto semejante, en tanto que lleva sólo unos meses fuera de acción, es significativo volver a escuchar el nombre "Bryan Danielson" que le hizo grande en el mundo independiente hace más de 10 años. El mejor Danielson vuelve a estar en el circuito, y espero que no se limite a AEW. Me interesa mucho aquello que pase en esta empresa, dado que está juntando un roster muy caro, pero no tanto las luchas, pues aún me parece que estás no son de gran nivel. Creo que a AEW le pasa lo mismo que a WCW y TNA: está fichando a muchos luchadores de WWE, pero estos no luchan con el nivel de WWE, porque tienen menos límites, y al tener menos límites, menos guías y menos bookeos aplicados a los combates, estos resultan no tener demasiado sentido.
Danielson llega a AEW, y lo primero que se encuentra es un combate ante su malvado campeón, Kenny Omega. En principio, da la sensación de que el bookeo es muy claro: Omega domina claramente a Bryan, humillándolo incluso, como si no estuviera al nivel de AEW; como si fuera demasiado viejo para esto, pero a través de sus comebacks, Bryan demuestra que sí lo está, así que cuando la victoria del campeón se pone en riesgo, sus amigos mandan que el combate se corte, por un supuesto tiempo límite.
Ya sólo el final es una prueba de que el combate no puede ser de 5 estrellas. Una lucha no puede ser perfecta si tiene algo malo, y ese final es muy malo. Pero recordemos que Meltzer ya no estima que una lucha de 5 estrellas sea perfecta; ahora, las estrellas que se pueden poner pueden llegar a ser infinitas, si son para sus coleguis, así que todo vale.
Como digo, este es el storyline que en principio parece querer contarse. Pero es una lucha de Kenny Omega. No se cuenta bien. No hay una etapa en la que Omega domine, y otra en la que Bryan se levante, reúna energía y el aplauso del público, y cambie el rumbo del combate. No, esas herramientas narrativas, por ahora, son desconocidas para esta empresa. Simplemente, de vez en cuando, Bryan pega algún buen golpe. Así, al final, hay intercambios de golpes fuertes, sin que tengan demasiado significado, ni se cuente realmente nada. Ese despertar de Bryan como un luchador capaz de estar a la altura del campeón, no está ahí, sólo golpes guays que gustan a los niños. Entre estos golpes, se incluye el Cattle Mutilation, su finisher de toda la vida, y eso mola.
El caso es que Danielson consigue aplicar el Yes! Lock, pero suena la campana. La lucha se acaba, con la excusa de que había un tiempo límite de 30 minutos. Después de eso, llegan los Bucks y compañía para atacar a Bryan, hasta que este es defendido por algunos faces de la empresa.
A mí no me gusta demasiado la lucha, pero al público sí, y eso es lo que cuenta. Comprendo que para ellos deba recibir una nota alta, pero para mí es muy poco especial.
Puntuación: ***
lunes, 30 de agosto de 2021
Chris Jericho vs MJF, AEW Dynamite 18/08/2021
En anteriores entregas, hemos comentado los 5 trabajos de Jericho, la aventura a la que MJF sometió al legendario luchador canadiense de AEW previo match frente a él. Hablamos en los últimos días de sus dos rivales más originales: Juventud Guerrera y Nick Gage. Así pues, no estaría completo el repaso si no revisáramos la lucha definitiva de la serie, la que mantiene frente a MJF en el programa del 18 de agosto de 2021 de Dynamite.
Ya hemos dicho que AEW está haciendo cosas muy interesantes. Quedan pocos días, de hecho, en el momento de escribir esto, para All Out, evento en el que debutará sobre el ring CM Punk, y en el que muchos esperan ver a Daniel Bryan. Pero hay una cosa que ni AEW ni en su día WCW han sido nunca capaces de igualar a WWE, que es el storytelling de combate. Hace unos días reflejábamos este talento de Vince McMahon y sus bookers, demostrado en la rivalidad entre Daniel Bryan, Edge y Roman Reigns, y la manera en la que una rendición durante los meses previos a WrestleMania, marcaba el main event del mayor evento del año. Pues bien, en AEW, después de que MJF haya obligado a Chris Jericho a luchar en 4 combates muy locos, estas 4 luchas no tienen una gran incidencia sobre el match final. Es cierto que MJF ataca el brazo Chris tras su lucha contra Wardlow, reflejando sus problemas ahí, pero realmente estos no se explicitan demasiado en la mayor parte de la serie. Ni Juvi, Ni Gage ni Wardlow parecen conocer la lesión, si es que puede considerarse tal.
La lucha es buena, eso sí. Pero es una lucha normal. Jericho debería haber llegado a ella agotado por esos 4 combates, lesionado por alguno de ellos, o herido, quizás por la lucha violenta ante Gage. Eso, además, podría haber servido para justificar su derrota. Pero llega como si nada, sin ningún problema aparente, más allá de su codera. Esta lucha puede verse sin haber visto nada de los 5 Trabajos de Jericho.
En sus primeros instantes, vemos un poco de brawl fuera del ring, con uso de las cámaras incluido, previo al comienzo del dominio del rudo. MJF aplica un buen trabajo sobre el brazo de Jericho durante todo el match. No es muy técnico, pero es constante, y nunca olvida su objetivo.
Jericho está viejo y gordo, pero consigue meter al público en el match, cuando aplica de forma correcta algunos movimientos clásicos aéreos, como el Lion Sault y la Hurracarrana. Sin embargo, MJF, que es un muy buen rudo, consigue sacarse palancas al brazo de la manga en cualquier situación. También copia sus Walls of Jericho, que los narradores nombran como Lion Timer, supongo que por derechos de autor.
MJF quiere pegar a Chris con su anillo, pero cuando la referee se lo quita, se lleva un golpe del canadiense con el bate. Jericho va a rematar con el Judas Effect, pero recuerda que está prohibido en este match, según la regla impuesta por su rival (es raro que le pegue con el bate, que está prohibido en cualquier match, pero no con el Judas Effect, siendo la ilegalidad similar). En la confusión, el rudo aprovecha para aplicarlo él, y atrapar a su oponente con una palanca que resulta definitiva. Jericho se rinde, y MJF gana.
Buena lucha en términos generales, y buen trabajo al brazo de MJF. En All Out, la carrera de Y2J estará en juego.
Puntuación: ***1/2
lunes, 16 de agosto de 2021
Chris Jericho vs Juventud Guerrera, AEW Dynamite Homecoming 04/08/2021
Después de 20 años, Juventud Guerrera ha vuelto a TNT, a enfrentarse a uno de sus rivales clásicos en la División Crucero de WCW: Chris Jericho. Esta que ha ocurrido, es una de esas cosas que marcan la diferencia, hoy en día, entre WWE y AEW: la primera tiene estrellas enormes que aparecen de vez en cuando, como Edge, Cena, Goldberg o The Rock, pero en AEW puede aparecer cualquier miembro de la cultura del wrestling mundial, y eso provoca eventos bastante entretenidos e inesperados.
Creo que Juventud Guerrera es un ejemplo paradigmático de esto que digo, y me gustaría explicarlo. El caso es que el luchador ya señaló esta opción hace años, cuando Dynamite debutó en TNT; parecía una locura propia de los luchadores mexicanos, y yo pensé que el hecho de que su llegada a la empresa ocurriera o no, marcaba la diferencia entre una promotora de wrestling aburrida y conservadora, y una que entiende el negocio, y la oportunidad de crear momentos interesantes en base a la flexibilidad. Finalmente, si bien con retraso, y pocos días después de ofrecer un combate de un loco exconvicto como Nick Gage, Juvi está de nuevo en televisión yanqui, y eso a mí me parece genial, y me confirma que en AEW pueden pasar muchas cosas buenas.
Quizás el lector juzgue esto estúpido en base a que no le ha gustado el match en sí mismo, pero eso a mí me parece menos relevante. Hay que tener en cuenta quién es Juvi, y lo que significa que esté aquí, más para él que para el público, que apenas lo recuerda como uno de los mexicanos aéreos que daban luchas divertidas hace 25 años. Él es mexicano, hijo de una enorme leyenda de la lucha mexicana, como lo es Fuerza Guerrera, pero no es muy reconocido en su país. Lleva 25 años recordando sus luchas en WCW, y, como otros muchos luchadores de México, hace oídos sordos al paso del tiempo; esto es, habla de cosas que pasaron hace muuuucho tiempo, como si fueran recientes o definieran su realidad actual. Pero lo cierto es que, a pesar de que es un gran luchador, su carrera no avanzó demasiado tras su paso por la empresa dirigida por Eric Bischoff. Lo intentó en WWE, pero no cuajó, y lo mismo le pasó en TNA. En AAA, ha tenido algunas temporadas buenas, pero nunca se ha acercado a la leyenda de su padre. Así pues, lo cierto es que en México no tiene demasiado cartel, por no haber triunfado en ninguna de las dos grandes empresas de lucha del país.
Juventud Guerrera ha hecho muchas cosas. Se metió en el negocio del ocio nocturno, diseña zapatos, y tiene una promotora propia, que antes de la pandemia, tenía un acuerdo con un mercado (un centro comercial) para dar funciones de lucha en unas condiciones muy amateur. Pero él siempre habla de volver a ser lo que fue: de volver a WWE, de formar parte de 205 Live!, de aparecer en AEW, de tener una lucha de apuestas con Fuerza Guerrera... Si alguien sigue su canal de Youtube (La Arena), verá como, igual que hacen otros luchadores, vende su personaje, y sus productos. En última instancia, está dando clases de lucha. De hecho, en uno de sus últimos vídeos, estaba vendiendo una rivalidad con Pirata Morgan que me gustaría ver.
Juvi tiene 46 años. No es tan viejo como cabría esperar; nunca se ha retirado, pero para la afición americana, es una marca de un pasado muy lejano. Llega a AEW a pelear con Chris Jericho, como parte del conjunto de retos que está lanzando contra él MJF, aunque todo el público le daba por retirado. Le Champion vuelve a obtener la victoria, en una lucha que muchos han criticado, pero que a mí me ha parecido correcta. Es un combate desarrollado con un estilo muy de la división crucero de WCW; con muchos counters y movimientos rápidos, si bien con algunos botches y momentos en los que se nota la edad de ambos (Chris Jericho vuelve a tener esa panza que le sale cada x años). Creo que después de algunas tijeras no muy vistosas al principio del match, este gana enteros y se consolida como un combate muy digno.
Jericho sólo puede ganar volando desde la tercera, según las normas establecidas. Por este motivo, a pesar de que consigue conectar el Judas Effect, no puede cubrir a Juvi, que aparece con su máscara, a pesar de haberla perdido hace décadas. En estas condiciones, Chris se sube al esquinero y vuela con otro increíble Judas Effect que le da la victoria ante el mexicano, que se encuentra en buena forma, a pesar de esa falta de precisión en algunas movidas.
Puntuación: ***
domingo, 23 de mayo de 2021
Christian vs Frankie Kazarian, AEW Dynamite 31/03/2021
Como sabe el lector, estoy llevando a cabo un análisis de WrestleMania 37. He visionado la noche 1, pero me estoy tomando un descanso, pues no siento el más mínimo interés, ahora mismo, por WWE. Además, la empresa no para de despedir a gente; lejos de prometer novedades interesantes, no hace sino perder opciones, para redundar siempre sobre lo mismo. En última instancia, ha sido Daniel Bryan el que ha abandonado la empresa, y eso, lejos de preocuparme, no hace sino permitirme soñar con verlo hacer cosas distintas e interesante en sitios que no estén tan muertos como la empresa de Vince.
Como hace Christian en AEW, y como harán Sting y Big Show próximamente. Es cierto que esto de utilizar leyendas de WWE es algo que ya hicieron WCW y TNA, pero no deja de ser interesante, porque todos estos luchadores tienen una historia tan grande y una personalidad tan marcada, que cualquier cosa que toquen se va a contagiar de interés, como lo hacen sus rivales. Si siguieran en WWE, o no lucharían, o se dedicarían a jobbear a Roman y Drew, así que el hecho de que AEW exista permita que tengan la oportunidad de crear algo nuevo.
El caso de Christian es especialmente llamativo, y por eso yo quería dedicar un post a su regreso como luchador regular. Porque es uno de mis luchadores contemporáneos favoritos, y me fastidió mucho su retiro debido a las constantes conmociones cerebrales que sufrió allá por 2014, de igual manera que le ocurrió a Bryan. WWE jamás dejaría volver a luchar a ninguno de estos dos hombres, pero llegó AEW, y todo cambió.
Porque, de la noche a la mañana, había otro sitio en el que todos estos millonarios podían llegar a luchar, así que WWE cambió su política con respecto a ellos, y decidió permitirles hacer lo que más amaban. Bryan volvió a luchar regularmente, y a Christian se le dejó participar en el pasado Royal Rumble, en el que demostró que seguía siendo un luchador al 100%. Fue increíble volver a ver juntos, sobre un ring, en 2021, a Christian y Edge, que luchaban cuando yo era un niño.
Por eso fue tan sorprendente verlo llegar a AEW un par de meses después. Se suponía que esa participación en RR debía significar un retorno a tiempo completo y una lucha en WrestleMania, pero este retorno se dio en AEW. Y es que, aquella política que WWE comenzó tras el nacimiento de AEW, de robar todo el talento y blindar a todas las leyendas, se vino abajo con la pandemia, debido a la cuál, la empresa perdió sus principales fuentes de ingresos más allá de la televisión clásica, que si bien es el proyecto que más dinero da, también es un tipo de producción que está en decadencia y que, por tanto, es susceptible de dejar de serlo en cualquier momento. Así pues, da la sensación de que Vince ha hecho algo parecido a lo que hizo a mediados de los 90, rebajando su roster y sus expectativas al mínimo, desarrollando, pues, un producto que implica muchos menos riesgos económicos. No se mantiene en pié una empresa de entretenimiento durante 70 años sin tomar decisiones difíciles, supongo.
El primer combate de Christian en AEW lo mantuvo frente a un tipo que debe conocer bien, otro veterano canadiense como Frankie Kazarian, cuarentón como él, con el que coincidió en TNA y, seguramente, en sus inicios en WWE. Es, este, su primer match individual de verdad desde hace 8 años, así que merece un post en el blog.
Y es una lucha buena, correcta. Tenemos a un Christian que domina con movimientos de marca, hasta que es lanzado de forma sucia fuera del ring, golpeándose duramente la espalda con el esquinero del mismo. Frankie intenta aprovecharse de eso, desgastando su resistencia, apretando con candados y golpes lumbares, mientras la leyenda recurre a sus asimismo legendarios comebacks. Salvo algún mínimo error, no parece haber pasado el tiempo para Cage.
Mientras Kaz busca sus candados para hacer rendir a su rival, Christian recurre al Killswitch. Lo busca desesperadamente, y, aunque su rival aplica Coquina Cluth, y un Leg Drop volador, e incluso su clásico Flux Capacitor, la victoria llega para el Capitán Carisma, cuando, por fin, materializa su finisher de toda la vida, después de un bonito Frog Splash.
Puntuación: ***1/4
domingo, 23 de agosto de 2020
Cody vs Eddie Kingston, AEW Dynamite 16/07/2020
Tras comentar una lucha entre Chris Jericho y Orange Cassidy, hoy hablamos de otro combate de AEW en el que chocan el mainstream y lo indy. Eddie Kingston llega para retar a a Cody por el título TNT.
En el mes de mayo de 2020, AEW presentó su título secundario: el TNT Championship, que lleva el nombre de la cadena que acoge a la empresa. Y no es la única correa que ha llegado últimamente, porque, en julio, Taz trajo al programa un campeonato que había ganado en sus tiempos de ECW, para dárselo a su nuevo protegido, Brian Cage: el FTW Championship. Ya hablaremos, otro día, de la historia de ese título.
Cody perdió su última oportunidad por el World Championship de la empresa, en un match ante Chris Jericho y, como condena, en teoría, jamás podrá volver a ganar ese título. Pero, como recompensa, creó el TNT Championship, y se convirtió en su campeón inaugural. Su reinado ha sido bastante bueno, y emulando al de John Cena como US Champion en 2015, ha defendido la correa en los programas semanales de Dynamite, incluyendo, a retadores de fuera de la empresa. Esto resultaba muy interesante, porque las posibilidades eran infinitas, y había muchos luchadores pidiendo una oportunidad, desde Juventud Guerrera a JTG. Pero, minutos antes de escribir esto, Cody ha perdido el título ante Brodie Lee, así que, me temo, se acabó lo bueno.
Tony Khan no parecía muy contento con la idea de traer gente de fuera; tiene muchos luchadores poco utilizados, y hay una pandemia. Aún así, Eddie Kingston apareció en Dynamite, y eso fue bastante sorprendente. Es el último hombre que uno esperaría ver en la televisión nacional. Su actuación fue buena, y debió gustar, porque se le ha hecho contrato.
La actuación de Eddie, efectivamente, es buena, y es distinta. Por la violencia, tanto física como verbal, que incluye este luchador, que, recordemos, es un tío de CZW, de Chikara, un brawler violento de los que ya no quedan. Es presentado como un veterano con 18 años de experiencia en el negocio. Tanto sus palabras, como sus gestos y sus golpes, son propios de un hombre lleno de desprecio contra el modelo mainstream.
Kingston domina, pegando con una violencia realmente notable, e impropia del contexto en el que está. Pero tiene un problema, una lesión en la pierna muy obvia. Le pega una buena paliza de vieja escuela a Cody, y saca sus chinchetas, que acaban en la espalda de Rhodes, hombre que se parece mucho a Triple H, en el sentido de que tiene un protagonismo muy grande que debe a su posición en los despachos, pero que paga con creces destrozando su físico. Una vez más, acaba sangrando.
Con su forma de hablar, su forma de pegar, y sus chinchetas, Kingston cumple con creces su cometido: presentar el paradigma que representa a la audiencia que lo desconoce. Finalmente, sus problemas en la rodilla se hacen evidentes, y cae derrotado, a manos de una Figura 4, pero ha hecho un buen trabajo. Creo que la lucha merece un poco más de nota que lo que el mero mérito luchístico le concedería, dada la simbología que introduce Eddie.
Puntuación: ***1/2
viernes, 21 de agosto de 2020
Chris Jericho vs Orange Cassidy, AEW Fyter Fest 2020
Si hay algo interesante en AEW, esa es la mezcla de luchadores que presenta. De la noche a la mañana, hombres venidos de territorios independientes sin apenas visibilidad, pueden llegar al show, y enfrentarse a grandes estrellas como Matt Hardy, Cody Rhodes o Chris Jericho. No hay necesidad de que pasen 3 años en un territorio de desarrollo, y eso es algo que en WWE no se puede ver, a no ser que el fichaje sea una estrella de gran nivel.
En las últimas semanas, esto se ha podido observar de una manera obvia, en la rivalidad entre Chris Jericho y Orange Cassidy. Choca una leyenda millonaria como el canadiense, con un tipo como Cassidy, un friki de las indies, La Hormiga de Fuego de Chikara, un personaje cómico, y sin embargo, no exento de talento. En AEW, hasta ahora, ha mantenido el personaje, al no sacar las manos de los bolsillos, que es una manía suya. Esto ha sido así, hasta que la cosa ha explotado, se ha puesto serio, y ha empezado a luchar de verdad en esta rivalidad ante Y2J.
Tony Khan ha comentado que todo estaba planeado, y que estaban guardando a Cassidy para el momento adecuado. Obviamente, esto es falso, no creo que Khan haya visto luchar a Cassidy en la vida, sólo era uno más de los luchadores indy que tenía entre su filas, para los combates de Dark. No es más que una respuesta para calmar a los ignorantes fans que siempre piensan que las luchas de comedia son insultantes, y que cualquier luchador que no sea campeón, está infravalorado.
Jericho estaba metido en rivalidades con tipos bastante top, como Kenny Omega, Cody o Matt Hardy, y, de pronto, se encontró con esto. Realizó una llamada, y Cassidy apareció como el hombre más malo del mundo, sin sacar sus manos del bolsillo. Cuando Jericho le rompió las gafas de sol, encontró energía en su interior para dejar la comedia y pelear de verdad. Se ha tenido que ver las caras con todo el Inner Circle, pero, en ocasiones, ha contado con la colaboración de sus amigos, los Best Friends.
La rivalidad está durando bastante, y aún no acaba. Estos hombres incluso han tenido un debate, manejado por Eric Bischoff. Nosotros, nos vamos a quedar con su lucha en Fyter Fest 2020.
Evento, que, este año, tuvo lugar en los shows Dynamite por TNT. Esta es una técnica que han usado empresas menores para dar importancia a sus programas semanales, ante la falta de éxito de sus PPVs. Es algo muy propio de Impact Wrestling en sus últimos años, y AEW se tiene que sumar a ello, ante la imposibilidad de vender entradas para grandes eventos. A su vez, WWE NXT contraprogramó, creando ediciones especiales de su programa semanal, tirando de marcas clásicas como The Great American Bash.
Sabemos que los programas de RAW y Smackdown han bajado alrededor de un 15% de su audiencia durante esta pandemia, pero eso no ha pasado con NXT y AEW, que siguen, más o menos, como antes. Y esto es así porque no han variado mucho por la pandemia. Mientras que AEW sigue haciendo sus shows en estadios grandes, con bastante gente por las gradas, con planos largos, música de entrada, etc, en WWE todo ha venido a menos: faltan muchos luchadores, no hay público, y los shows se llevan a cabo en el Perfromance Center, que es un lugar pequeño, cerrado, con planos cortos que provocan que todo parezca un entrenamiento. WWE siempre se ha definido por una producción de espectáculos increíbles, y ahora, independientemente de si los shows son mejores o peores, todo es deprimente.
AEW ha mantenido algo parecido a la normalidad. Hay fuegos de artificio, y los gritos de la gente, aunque esta sea poca, suenan mucho mejor, porque el escenario es mucho mayor, así que rebota de una manera más cercana a como lo ha hecho toda la vida. La verdad es que eso hace que los eventos de AEW sean más disfrutables, más vivos, más grandes.
Así ha ocurrido esta rivalidad entre Orange y Chris, que incluso ha tenido momentos de brawl entre el público, la mitad del cual, no tiene mascarillas, ni respeta distancias de seguridad, ni nada. En Fyter Fest, se enfrentan en la que, creo, es la mejor lucha que han tenido.
Cassidy comienza la lucha con las manos en los bolsillos, esquivando los ataques de su oponente, pero acaba siendo víctima de sus Walls of Jericho. Chris, que en WWE parecía demasiado pequeño para los rivales que tenía delante, aquí parece enorme, se convierte en un power house, y destroza la espalda de su contrincante con quebradoras y llaves de todo tipo.
No recuerdo cuando fue la última vez que vi a Chris realizar un ataque zonal tan serio como el de hoy. Jericho sigue con su trabajo durante la pausa publicitaria, mientras que Orange realiza un buen selling. No hay rendición, no obstante, y llega el comeback de Cassidy, que está a punto de llevarse la victoria en varias ocasiones.
Entonces, entran en juego los secuaces de Jericho, Santana y ortiz, que tiran zumo a los ojos al babyface. Los Best Friends llegan a echar a estos dos bandidos, pero es tarde para los ojos de Orange. Jericho le pega con un bate, y le aplica el Code Breaker. Y, sin embargo, la lucha no acaba.
Era el momento perfecto para acabar el combate, pero AEW hace ese tipo de tonterías propias de una empresa indy, que la lleva a hacer que Orange sobreviva a un golpe con un bate y a un Code Breaker por sorpresa, como si fuera John Cena. Es una manera de banalizar por completo tanto los golpes como los momentos. La lucha continúa unos minutos más, con cosas que no significan absolutamente nada, hasta que Jericho aplica su codazo, el Judas Effect, y gana, una forma totalmente fría.
A pesar de ese error en la parte final, la lucha es bastante buena.
Puntuación: ***1/2