Tenemos muchas cosas pendientes en lo relativo a los programas de NXT y NXT UK, en WWE. Yo, personalmente, torné en cierta aversión a esos programas, por la deriva que estaban tomando algunas de sus luchas, y sobre todo, las luchas titulares por el NXT Championship, que, en manos de gente como Johnny Gargano, Tommaso Ciampa o Adam Cole, se habían convertido en enormes spotfests afectados de macrosomía. No obstante, los cambios titulares de los últimos meses, me han parecido interesantes, aunque por diversas lesiones y cambios en los rosters, ningún campeón ha podido consolidarse como tal. Durante los próximos días, repasaremos algunas de estas luchas.
Pero me gustaría empezar con un combate titular de NXT UK. La marca ha estado parada durante muchos meses, porque, en Europa, las restricciones por la pandemia de COVID-19 han sido mucho más duras que en Estados Unidos. Tras un tiempo, los combates se han reanudado, aunque, teniendo en cuenta la manera en que está evolucionando el problema en el Viejo Continente en otoño, no sería de extrañar que se pararan las grabaciones de nuevo. En cualquier caso, esta vuelta ha sido interesante, y el último combate titular, entre Walter e Ilja Dragunov, ha vuelto loco al mundo entero.
El pequeño ruso Dragunov debía haberse enfrentado al enorme austriaco en un Takeover programado para abril de 2020, pero ese evento no ocurrió, por razones obvias. En el programa semanal del 29 de octubre de 2020, se retomó esa idea, con un match que ha recibido 5 estrellas por parte de Dave Meltzer, y que ha provocado una gran unanimidad por parte de todo el mundo al respecto de su calidad.
Hay que decir que este es un duelo casado. Ilja Dragunov y el enorme Walter coincidieron en Alemania, en la WXW, y si bien puede parecer que esto no es en absoluto importante en WWE, hay que tener en cuenta que la empresa de los McMahon está añadiendo contenido de esta promo europea a su network, y eso puede tener consecuencias importantes en el contenido, al menos en el de UK. En cualquier caso, aunque no se tengan en cuenta sus enfrentamientos en Alemania, ya han tenido careos en NXT UK.
En realidad, no hace tanto tiempo desde que eso pasó. Entre 2016 y 2019 han peleado muchas veces, y aunque lo han hecho en promotoras indies tan pequeñas, que no son rateadas por Meltzer, lo cierto es que son de un gran nivel, incluyendo la victoria del ruso en el Carat Gold de 2017. Dragunov se convirtió en campeón, y defendió su título ante el austriaco, cerrando la historia entre ellos, con un David que acababa derrotando a Goliat, y este le cedía la posición de gran estrella de WXW.
Si algo tienen las luchas entre estos dos tipos, es que son muy distintas unas de otras. En WWE, obviamente, la cosa empieza desde cero, Dragunov olvida todo lo aprendido en Alemania, ya no es el hombre que ha conseguido ponerse por encima de Walter, sino que es un peso crucero que se enfrenta al Campeón, mucho más grande que él.
Yo creo que es, efectivamente, un gran combate. Dragunov ha recibido palizas enormes en el pasado por parte del animal que hoy tiene enfrente, y viene muy motivado. Su motivación ha tornado en obsesión; está muy alterado, y utiliza esa característica durante una lucha muy psicológica en ese sentido.
Hay que tener en cuenta que, en UK, volvemos a los primeros meses de pandemia, en el sentido de que no hay público, y no ha sonido ambiente metido artificialmente. Sí que se escuchan algunos gritos de animo, que ayudan un poquito. Pero, tal y como ocurrió tanto en WWE como en otras empresas, para que una lucha funcione en este contexto, el wrestling tuvo que buscar otras dinámicas, más stiff, más duro, más realista. Y en este combate, la verdad es que hay pocos golpes que no parezcan reales al 100%.
Dragunov está muy loco, y se lanza a matar a Walter. Y, claro, este lo mata a él. Lo bueno es que son tan amigos en el mundo real, que no tienen ningún problema en pegarse fuerte, y en devolverse los golpes excesivos. Donde hay confianza, da asco. Cuando Ilja se pasa de la raya, Walter le pega una castaña que lo hunde. Pero, la cosa se pone bien cuando Walter empuja a Dragunov contra la segunda cuerda, y este se la come con patatas. Se pega un buen golpe en el cuello, uno que puede llegar a ser muy peligroso, si no está ejecutado por dos personas que se lo sabe a la perfección.
A partir de ahí, el trabajo de Walter sobre el cuello del pequeño es brutal. Este, lo vende muy bien, pero es que no podría hacer otra cosa: se vende solo, pues está lleno de marcas por toda la zona, como consecuencia de los Chops del campeón, y de todos los castigos; las dormilonas, los candados. Dragunov se duele, e incluso falla algunos golpes debido a ese problema.
Esta lucha tiene una estructura de vieja escuela, pero con una ejecución propia del hard-hitting más actual. Después de aguantar todo este dominio, el ruso se lanza al ataque, aplicando un montón de Suplexs Alemanes, y está a punto de ganar. No tiene suerte, no obstante.
Los Suplexs de Ilja se enfrentan a las dormilonas de Walter. En ese toma y daca, el pequeño tiene algunas opciones, pero varios golpes inmensos del grande causan una gran diferencia. Power Bomb. Clothesline. Varios tipos de dormilonas... Pero esto no acaba.
Parece el momento perfecto para acabar con la lucha, pero las categorías inferiores de WWE vuelven a pecar de una necesidad absurda de buscar la epopeya. Doliéndose mucho del cuello, Dragunov todavía se lanza a la desesperada. Ahora es él el que ataca el cuello del enemigo con tiranía. Aún con problemas físicos evidentes que lo frenan y que pueden suponer su derrota, está a punto de ganar, pero Walter lo agarra en ringside con algunos ataques enloquecidos, incluyendo un lanzamiento contra las escaleras de metal, otro contra el filo del ring, y una Power Bomb. Finalmente, una Coquina Clutch acaba con la resistencia de Dragunov.
Esta es una lucha clásica de David contra Goliat, aliñada con un estilo indy más moderno en lo respectivo a la ejecución de cierto tipo de golpes. Tiene un par de problemas, incluyendo la carencia de un ambiente enloquecido, típico de otros matches entre ellos, y la supervivencia innecesaria en algunos momentos por parte de Ilja, pero se acerca mucho a la perfección.
Sobre esto, es interesante hablar sobre la comparación con sus matches pasados, que seguramente habréis leído o escuchado. Como no tenemos 15 años, no vamos a entrar en eso de que la lucha indy es mejor que la lucha mainstream, porque cuando alguien dice eso, no está hablando sobre lucha, está hablando sobre sí mismo y la autoadjudicada superioridad intelectual que piensa que le otorga ver cosas que mucha gente no ha visto. Pero, en realidad, ese tipo de juicios es producto del efecto burbuja de Internet, de la intensidad y la importancia con la que uno vive algo, cuando recibe un feedback continuo sobre ese algo, por relacionarse con gente que comparte sus gustos. Este tipo de burbujas es muy peligroso, porque lleva a una incapacidad para medir la profundidad real de las cosas, debido al desconocimiento sobre otro tipo de formas de expresión en las que no se ha profundizado.
Uno de los efectos que provoca ver esta lucha, habiendo vivido la rivalidad original entre Dragunov y Walter, es de retroceso en lo respectivo a la historia. Esas luchas que ese tipo de crítico mencionado vivió con una emoción enorme, no forma parte de la receta, y eso puede llevar a juzgar este combate como un Walter vs Dragunov para principiantes. Pero lo cierto es que hay que medir la lucha en términos absolutos. Que Dragunov hubiera superado esa posición de Underdog en Alemania, no significa que no se pueda apreciar un combate suyo en el que vuelva a jugar ese papel. Y en esos términos, si nos ceñimos a apreciar esa historia obvia de David vs Goliat, bajo la premisa de WWE de que un tipo de 1.70 nunca va a ser un hombre a tener en cuenta demasiado tiempo, el combate alcanza cuotas de excelencia muy apreciables y evidentes, dado que se ciñe casi a la perfección a lo que debe ser, aunque lo que debe ser no sea especialmente original.
Puntuación: ****3/4