Recientemente, se ha anunciado que Smackdown pasará a emitirse en Estados Unidos, en el canal USA Network, todos los martes en directo. Y como necesidad causada por esta decisión, habrá, de nuevo, división de marcas.
Raw y Smackdown funcionaron como marcas independientes entre 2002 y 2011. Esa decisión se tomó después de que WWE comprara WCW e ECW, y tuviera demasiados luchadores como para darle tiempo a todos. Así, las marcas se separaron, el roster de la empresa se dividió en 2, y en la práctica, estas funcionaron como empresas distintas, con PPVs distintos, salvo en los más importantes del año.
Había encontronazos, y había Drafts, pero cada marca tenía sus luchadores, sus títulos, y su estilo. Y en Smackdown había programas mágicos. Sin embargo, a mí no me convencía.
Pensaba que con esa separación, había muchas combinaciones de luchadores que no se daban. Y también me parecía estúpido que hubiera dos campeonatos mundiales: se supone que solo una persona en el mundo puede ser la mejor del mundo. Además, había lío con las divisiones femenina y de parejas: si no había títulos en Smackdown, los luchadores estaban ahí para nada, y si los había, era difícil que, con los rosters divididos, hubiera suficiente gente para mantener el interés en ellos.
Yo pensaba que, si las marcas se juntaban, aún así, habría el mismo número de rivalidades, porque había la misma cantidad de tiempo. Simplemente, las combinaciones sería mayores. Pero no, en WWE no había cabeza para eso. El número de rivalidades, desde que terminó la separación de marcas, ha sido el mismo que habría si no existiera Smackdown. En el programa azulado, simplemente, se han extendido las de Raw, metiendo luchas en parejas y eso. La verdad es que el visionado de ese programa se ha convertido en algo fácilmente eludible, cuando, antes, era el más interesante, al menos para mí.
Así que veo esta división de marcas como una oportunidad de ver cosas nuevas, de que se relancen carreras estancadas, y de volver a ver grandes luchas, como las que se veían en otra época en ese programa. Ahora bien, creo que WWE necesita aumentar un poco su roster para dar este paso, sobre todo con las perdidas recientes de Barret, Cody (quien tenía un gran papel en Smackdown hace años), y posiblemente Ryback. Al menos debería haber 30 luchadores en cada roster, como los que habían antes, para que la cosa fuera creíble.
Como homenaje a la vuelta de la división de marcas, le he echado un vistazo a la lucha entre el Team Raw y el Team Smackdown, que se dio en Survivor Series 2005. El año anterior, WWE, THQ y Yuke's habían puesto a la venta una nueva franquicia de videojuegos, o la misma de siempre pero con nuevo nombre, Smackdown vs Raw. Y obviamente, había que darle promoción, así que surgió una rivalidad entre las dos marcas, entre Eric Bischoff y Teddy Long, los Gerentes de Raw y Smackdown respectivamente.
Entre peleas y guerras, se acabaron formando dos equipos que se enfrentarían en una lucha de eliminación tradicional en SS 2005. El equipo de Smackdown contaría en sus filas con Batista, Rey Mysterio, JBL, Bobby Lashley y Randy Orton, mientras que el de Raw, que hace el papel de rudo, tiene a Shawn Michaels, Kane, Big Show, Carlito y Chris Masters. Hay que recalcar que, en esa época, Kane y Big Show eran pareja, lo mismo que Carlito y Masters.
La lucha es muy entretenida, no da pie al aburrimiento, y la gente apoya bastante a Smackdown, sobre todo al principio. Lashley se muestra imponente ante Masters o Michaels, pero mientras sujeta a HBK y el referee se despista, Kane le engancha con una lanza desde fuera de las cuerdas, lo que aprovecha el rompecorazones para hacerle el conteo. Posteriormente, la cosa se sale de madre, y una combinación de 619 y Bomba-Batista hacen que el monstruo rojo sea eliminado.
La cosa sigue loca, sin orden, y los luchadores hacen lo que quieren. Como consecuencia, el Big Show y su compañero ya eliminado, Kane, hacen un ChokeSlam doble a Batista, eliminándolo.
Show acaba luchando con los tres miembros de Smackdown que quedan, Mysterio, JBL y Orton. Puede con todos, es impresionante, pero hay muchos despistes (el referee lleva toda la lucha sin enterarse de nada). JBL aplica un Clothesline From Hell, pero alucina cuando ve que al gigante apenas le ha afectado. Pero este queda en buena posición para el 619, seguido de un RKO. Aún así, se levanta.
JBL alucina aún más, cuando su segundo Clothesline From Hell tampoco basta, pero sí que lo hace un Sentón de Rey Mysterio. Son demasiados finishers para Show, aunque la cara de Mysterio es un poema, cuando ve que ha conseguido derrotar a esa mole (Kane/Show y Batista/Mysterio tenían bastante lío).
Se vuelve a liar parda, y JBL aplica un power slam a Michaels en ringside, dejándolo ahí, KO. Mientras tanto, sin muchos problemas, el tridente de Smackdown acaba con Carlito y Chris Masters. Michaels, echo una porquería, se ve solo contra los 3.
Pero es un hombre curtido en mil increíbles batallas, y está a punto de realizar la gesta. Recibe un vuelo de Mysterio con una Sweet Chin Music, que lo elimina, y aplica otra, al esquivar un Clothesline From Hell de JBL. Queda solo con Randy Orton, y ahí sí que tenemos un segmento más aburridillo. Una interferencia de JBL le pone en bandeja a Randy un RKO que le da la victoria a su equipo.
Viene toda la gente de Smackdown (los que no tienen combates, se entiende), y celebran con Orton, que es rudo, dicho sea de paso. Pero aparecen los monjes, acólitos del Undertaker. Él y Randy llevan matándose todo el año. Pero tras ser derrotado en una Casket frente a Randy y su padre, Orton le daba por enterrado. En Armageddon, tendrían su lucha definitiva, una Hell in a Cell.
Puntuación: ***1/2
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