Recientemente, WWE ha publicado en WWE Network una pequeña pieza bastante mona, y sin relación, en realidad, con ningún elemento de actualidad. Se trata del documental Sting: The Lost Tap, que incluye una serie de grabaciones que se realizaron en el backstage de WCW durante el evento Slamboree 1995, y que giraban en torno a la figura del heroico Sting, en su pico de popularidad. Se incluyen entrevistas con el propio Icon y con sus compañeros, así como imágenes de la manera en la que se pinta la cara, y todas esas cositas tan interesantes que forman parte de la intrahistoria del wrestling.
WCW grabó esto, quizás con la idea de rodar un documental completo, como The Last Dance, el documental sobre Michael Jordan que hemos visto en Netflix; o como The Last Ride, el documental sobre Undertaker que estamos viendo en WWE Network. No se hizo tal cosa, y las grabaciones realizadas se quedaron guardadas en el archivo de WCW. Hasta ahora.
WWE, con la intención de convertir su Network en Internet en un archivo inmenso sobre la historia del wrestling, ha decidido pasarle un trapito a la cinta, digitalizar su contenido, y montarlo en forma de pequeño documental. Como digo, su contenido no responde, en realidad, a ninguna tesis, simplemente, se ha publicado, aún no siendo un producto especialmente comercializable, con ese objetivo de contener toda la información audiovisual posible y ponerla a disposición de los amantes de esta disciplina.
Es un vídeo que dura 27 minutos, y que incluye, para rellenar y completar, el combate que mantuvo Sting esa noche, una lucha secundaria en la que se enfrentó a Big Bubba Rogers, conocido en WWE como Big Bossman. Hoy comentamos esa lucha, para dejar constancia de la existencia de esta pequeña pieza, que a mí me ha gustado.
Hay que decir que, eso sí, su lanzamiento coincide con el aparente fin de contrato de Sting con WWE, y no sé si eso puede tener alguna relación con la ocurrencia. En principio, es raro que Vince quiera promocionar a un hombre que puede aparecer en AEW en cualquier momento. Recordemos que Sting llegó a WWE en 2014 y tuvo un par de luchas, resultando gravemente lesionado en su batalla final ante Seth Rollins, en Night of Champions 2015. Tras eso, WWE se ha negado a permitirle luchar, por la condición de su cuerpo, pero él siempre ha insistido en la opción de enfrentarse a Undertaker en WrestleMania. Parece que en 2020 eso estuvo sobre la mesa, dado que WWE esta permitiendo luchar a todos aquellos hombres a los que había cerrado las puertas (Bryan, Edge), por miedo a que se vayan a AEW, pero Undertaker no quiere tener más combates frente a veteranos que puedan salir mal, y pongan en juego su legado. Así, Sting debe tener claro ya que WWE no le dará más oportunidades, y es posible que eso provoque su debut en la competencia.
En cuanto a su lucha en Slamboree 1995 frente a Big Bossman, esta no es especialmente destacable. Es un combate normalito, en el que domina sobre el rudo, hasta que este le tira polvos en los ojos, y aprovecha su ceguera para golpearlo con una mesa.
Bossman domina y golpea con su correa, pero, finalmente, Sting protagoniza un Comeback que pone al Poli Loco en su sitio.
Puntuación: **1/2