Seguimos hablando sobre David Arquette, antes de ver su lucha frente a Nick Gage en GCW en 2018. Ya comentamos en el anterior post que Arquette se había convertido en campeón de WCW tras cubrir a Eric Bischoff en un tag team match en el que estaban también involucrados el anterior campeón, DDP, y el malvado Jeff Jarrett. En el siguiente PPV de la empresa, David, DDP y JJ se enfrentan dentro de una jaula, con el título en juego.
Esto no es una steel cage. Es como un Hell in a Cell, pero con varios niveles. La correa del campeonato está colgada en el tercer o cuarto nivel, y gana el que consiga cogerla.
La lucha no es muy mala, pero es la clásica tontería de WCW. Un invento de combate raro, lucha muy básica, interferencias y turn heels. Mucho storytelling repetitivo, el mismo de siempre en los últimos 4 años en la empresa. Jarrett y DDP pelean entre ellos, mientras David mira a unos metros. Cuando está un poco cerca, le caen algunos golpes, así que acaba de retirarse.
Los otros dos guerreros brawlean entre sí, subiendo hacia arriba, usando sillas, mesas y objetos en general, y jugando con la idea de que alguno puede caerse de la jaula. Mientras luchan, Arquette aprovecha para subir donde está la correa, y en lugar de cogerla, espera a sus rivales. Estos siguen subiendo, mientras DDP se tiene que librar de alguna interferencia a favor de Jarrett. En el nivel anterior a la correa, hay guitarras, pero los dos luchadores fallan a la hora de darle al otro.
DDP va a subir a la última parte, y le da una guitarra a Arquette, que, en teoría, está de su parte. Pero cuando está subiendo, David le rompe la guitarra en la cabeza, y Jarrett le rompe otra, sacándolo de la ecuación. Jarret coge la correa y se convierte en campeón mundial, mientras David Arquette confirma su turn heel. Por otro lado, una vez acabado el combate, Kanyon lanza desde la parte superior de la jaula a Buff Bagwell, que cae sobre la rampa. WWE había puesto muy alto el listón de grandes spots, y WCW; una vez más, da una lección de cómo hacer las cosas de manera que sean absolutamente irrelevantes. Nadie, jamás, recordará esta caída.
Puntuación: **3/4