Viendo al ya casi anciano Sting luchando contra el Big Show en el pasado episodio de Monday Night Raw, me acordé de los años mozos de ambos luchadores, en los que se enfrentaron en diversas ocasiones. Ninguna daría lugar a una batalla de un gran nivel, era WCW, pero sí luchas importantes dentro de las storylines principales de la empresa, léase NWO.
Pero nos vamos a unos meses antes de la fundación de la facción liderada por Hulk Hogan y los Outsiders. The Giant, actualmente conocido como Big Show, había ganado ya su segundo World Heavyweight Championship, a pesar de su temprana edad, consagrándose ya como uno de los principales main eventers de la empresa, junto a Hogan, Savage, Flair, Sting o Luger. Este título se lo quitó a Ric Falir en un capítulo de Monday Night Nitro.
En Slamboree 1996, debía defender su título en el main event del PPV ante Sting, quien en ese tiempo había hecho pareja en diversas ocasiones contra otro de los top-faces de la compañía, Lex Luger, a quien consideraba un gran amigo, aunque empezaba a haber tensión entre ellos. Una clásica rivalidad entre compañeros se estaba fraguando.
Y Luger llega acompañando a Sting, aunque, no recuerdo por qué, es esposado al manager de The Giant, Jimmy Hart (ambos formaban parte del Dungeon of Doom, un stable cuya principal motivación existencial era destruir la HulkMania). La lucha comienza, con un gran dominio del gigante.
Imaginaos a alguien como el Big Show, pero con 20 años menos, con la espalda recta, el pelo largo, mucha más agilidad y mucha menos barriga. Resultaba realmente intimidante, y Sting lo sufre, porque nada le afecta. Un sleeper Hold levanta al público nada más comenzar, pero poco más, el resto es palizón.
Pero el referee se lleva el típico golpe que le deja KO, y el Giant agarra del cuello a Lex Lugar, con lo que Sing consigue ponerle en desventaja. Pero los líos entre Luger y Hart acaban con un golpe en la cabeza a Sting, poniéndose a tiro este de un ChokeSlam de Show, que le da la victoria al gigante, y refuerza la tensión entre Luger y Sting.
No hay mucha lucha, pero esto es entretenido, por los líos con Luger y eso. Todo queda muy infantil, como era habitual en la empresa en esa época.
Puntuación: **3/4