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jueves, 20 de junio de 2019

Metálico vs Virus, CMLL Juicio Final 2019




Ya comentamos hace unas semanas la lucha de cabellera vs cabellera entre Amapola y Kaho Kobayashi, ocurrida en Juicio Final 2019, evento del Consejo Mundial de lucha libre. Pero hubo más cosas interesantes en esa función especial de La Seria y Estable. Por ejemplo, se acabó la carrera de El Metálico.

Metálico es un luchador originalmente enmascarado, que luchó 10 años en territorios independientes mexicanos, para, en 2004, recalar en el Consejo, que ha sido su casa desde entonces. Jamás llegó, no obstante, a luchas estelares, quedando siempre en posiciones secundarias dentro de las carteleras de la empresa.

En 2014, Metálico perdió su máscara ante el joven Oro Jr, pero eso no frenó su carrera. Cuando mostró su cara al público, le encontraron un claro parecido con Pedro Infante, cantante y actor clásico muy famoso en el país. Tras eso, dio un gran giro a su personaje, llegando a ser conocido como El Pedro Infante de la Lucha Libre. Desde entonces, llega a los cuadriláteros bailando y cantando como si fuera el mítico actor. No queda muy serio, pero es entretenido.

Su carrera no tiene muchos highlights, hasta esta última etapa. A principios de mayo, consiguió rapar a Disturbio, un luchador rudo que sabe bien hacerse odiar. Y eso le animó. Al fin, después de mucho tiempo sin destacar, podía presumir de un gran triunfo individual.

Quería más. Durante las semanas siguientes, se encontró en sus luchas con otro rudo, Virus, y las cosas se fueron calentando entre los dos. Tras vencer a Disturbio, Metálico pensó que podría conseguir un trofeo mejor: la cabellera del maestro Virus, un luchador y entrenador del Consejo, que no tiene grandes oportunidades tampoco en sus carteleras, pero que es admirado por todo el mundo, por su conocimiento técnico. Le retó a una lucha de cabellera vs cabellera, pero este le respondió que mejor que fuera una lucha de carrera vs carrera. Metálico la aceptó, y se buscó la ruina.

Esta lucha habría acabado en alguna función de martes o domingo del Consejo, pero, al coincidir en fechas con la celebración de Juicio Final, los programadores decidieron meterla en ese mismo show. Sería a una sola caída, y no sustituiría a ninguna otra lucha, sino que se sumaría a la cartelera ya existente.

Nunca se había dado una lucha de carrera vs carrera en el Consejo Mundial de Lucha Libre, así que esto es histórico. También es una gran noticia que estos dos luchadores tengan un enfrentamiento de esta importancia. La sensación en el Consejo es que tiene mucho talento desaprovechado, y el caso de gente como Virus es específicamente obvio. Ver al pequeño maestro en una lucha individual, y de cierta importancia, es un lujo.

Esta es una de las pocas luchas que me ha generado un poco de hype desde que Undertaker perdiera su streak en WrestleMania. El resultado no era claro, aunque yo hubiera apostado por Virus. Sobre todo porque, si Metálico quiere retirarse, es normal que elija a Virus como su último rival, pero si fuera este quien se retirara, posiblemente se vería las caras con otra persona. Además, tras su triunfo ante Disturbio, serían demasiados trofeos para Metálico, un luchador al que no se le va a dar un push a estas alturas de la vida.

La lucha me encanta, posiblemente me gusta demasiado. Me voy a quedar solo con la nota que le voy a dar. A todo el mundo le parecerá un claro overrating, pero voy a intentar explicar mis motivaciones para valorarla de una forma tan positiva.

La cosa comienza con un poco de Brawl en ringside. Virus se muestra más bruto que en sus luchas cotidianas. Hay puñetazos con el puño cerrado, golpes directos muy stiff, y bastante tensión en el ambiente. Metálico tiene un comeback aéreo muy bueno, aunque no ha usado mucho ese estilo en los últimos años. De hecho, con uno de esos vuelos, se dio un golpe muy fuerte en el pasado, y tiene una cicatriz para recordarlo.

El Pequeño Maestro Virus sufre con los ataques fuera del ring. Recordemos que, si hay doble count out, los dos deben retirarse, así que, incluso eso, provoca tensión.  Se suben al ring, y protagonizan algunos hábiles intentos de conteo y de rendición. Metálico se muestra furioso, y pega con el puño cerrado. Aplica llaves como el Liontamer y el Boston Crab, y, mientras las hace, pega con el puño cerrado. Está muy motivado, pero Virus es superior en cuanto a llaveo, y convierte su Sharpshooter en un STF muy peligroso. Rope Break.

El ambiente de la México Catedral va creciendo. Pensé que que la empresa se tomaría menos en serio esta lucha, pero crece mucho, hasta que la gente se vuelve loca. Puñetazos ilegales, intentos de conteo y llaves de rendición se suceden, mientras se siente el miedo. No se juegan las cabelleras, se juegan las carreras, y eso vale incluso más. 

Ambos demuestran una clase y una psicología muy superior a la de cualquier joven guerrero del Consejo. La cosa está que arde, aunque sólo estamos en la tercera lucha de la velada. La condición física también sorprende. Virus aplica otro STF, pero Metálico llega a las cuerdas.

Metálico todavía reta a su rival a un duelo de puñetazos, a pesar de las quejas del referee. El Pedro Infante de la Lucha Libre está muy emocionado por esta oportunidad. Demuestra un conocimiento muy amplio, intentando ganar de todas las maneras posibles. Aún exhaustos, los luchadores lo intentan todo. Parece que es imposible dilucidar un ganador. Los dos se agarran a la lucha libre con uñas y dientes. La lucha es bastante increíble.

Metálico todavía vuela con un tope suicida a por su rival. El esfuerzo que hace es de aplaudir. Tras chocar con Virus, cae como un peso muerto sobre el suelo, porque apenas le quedaban fuerzas para volar, ni a Virus para recibir el golpe. Una Hurracarrana de Virus, parece definitiva, pero no lo es. También sobrevive el Tigre Metálico a una Gori Invertida. Pero, otra llave, La Motocicleta, también conocida como Virus Stretch, acaba con él. Aunque el Metálico había dado una lucha increíble, Virus se guardaba una serie de castigos para cuando el Pedo Infante de la Lucha Libre estuviera agotado, que han resultado mortales. 

La lucha me ha gustado mucho. Se encontraban dos personas que, por primera vez, tenían la oportunidad de hacer algo importante, y que se estaban jugando la carrera. Se la jugaban, de verdad.

La gente no sólo tira monedas al ring, sino que entrega billetes en mano a los luchadores. Dar dinero por una gran lucha es una tradición mexicana que se había degradado mucho, hasta el punto de que, últimamente, cualquier combate más o menos bueno, recibía monedas. Es algo así como el grito de "This is Awesome" en América, que ya se le grita a cualquier cosa. Pero hoy, la gente siente la necesidad de darle dinero en mano a Virus y Metálico, porque piensa que el precio de la entrada ha sido demasiado bajo, para semejante espectáculo.

Le voy a dar 5 estrellas, pero no gratuitamente. Hay gente que mira una lucha de Will Ospreay, cuenta Moonsaults y Sasuke's Specials, y la suma de todo le da 7 estrellas y 25 céntimos. Pero, yo voy a valorar la lucha por lo que expresa, y esta lucha expresa desesperación.

Estamos hablando de dos personas que se jugaban su carrera. La carrera de un luchador, en México, es una gran pasión que se lleva en la sangre, pero, sobre todo, es una herramienta para llevar el pan a casa. Los luchadores mexicanos pelean, en muchos casos, hasta los 60 años o más, y se puede decir que es por pasión, pero lo cierto es que no tienen otra opción. No tienen pensión de desempleo, ni seguro médico, ni muchas opciones laborales alternativas. La única manera de tener una vejez digna es seguir haciendo apariciones en eventos de lucha libre, ya sea en el Consejo, en Triple A, en una independiente, o en una función organizada por los vecinos del barrio, o por un concesionario que intenta atraer clientes. Un drama.

Y puedes decir que hay cosas en la lucha, a nivel de puesta en escena, que son mejorables, pero este combate tenía que hacerse justo así. Ponerlo en esta función, es un acierto; que sea a una sola caída, es un gran acierto; y los dos luchadores pelean como pelearían dos personas que tienen pánico a perder. Por su parte, el público también está perfecto, y, a pesar de que en las funciones de viernes hay mucho turista, se emociona y empatiza con el miedo de los luchadores.  Le tengo que dar las 5 estrellas.

Puntuación: *****

domingo, 2 de junio de 2019

Amapola vs Kaho Kobayashi, Cabellera vs Cabellera, CMLL Juicio Final 2019




Cuanto más antiguas son las empresas, más conservadoras son con su producto. Porque, si te ha ido bien durante 70 años, te cuesta pensar que tienes algo que cambiar. Por eso nos aburre el producto de WWE, y, en México, el del Consejo Mundial de Lucha Libre.

CMLL es una promotora en la que casi nunca pasa nada. Es un espectáculo divertido, lleno de luchas de tres contra tres, entre las que puede haber algunas muy buenas, pero que son elegidas, como dicen algunos críticos, casi, tirando los dados. Por eso, es tan interesante ver un evento como Juicio Final 2019.

La frustración con CMLL no reside en que tenga un mal producto, sino en que, con la gente que tiene, y los medios que tiene, podría hacer cosas maravillosas, pero no hace nada. Y hay montones de luchadores con 30 años a sus espaldas en la empresa, de los que no se puede encontrar una lucha en single en ningún sitio. Es dramático.

Pero parece que va aprendiendo cosas. Quizás sean exigencias de Televisa, pero se dice que tiene la intención de presentar, al menos, un evento importante al mes. No sería algo al estilo PPV americano, sino que la intención es que siempre haya algún torneo, alguna rivalidad, o alguna aparición especial, que cree la diferencia. Así, entre el Torneo Increíble de Parejas, y el próximo Torneo Dinastías, que es nuevo y que suena muy bien, tenemos la función Juicio Final, con dos luchas de apuestas, una lucha de carrera vs carrera, y una lucha titular en la cartelera.

Yo nunca había visto una cartelera tan buena en esta empresa. Porque un singles match en el Consejo es una cosa muy rara. Incluso las funciones de aniversario suelen presentar una sóla lucha de apuestas, mientras que todo lo demás es 3 vs 3. Pero es cierto que últimamente, se están presentando muchas microrivalidades que acaban en mano a mano, y eso se ha debido notar en las entradas. Los programadores del Consejo, que son gente que no ha introducido novedades en su producto desde los 80, ha debido notar esa mejora, y, así, tenemos la presentación de este magno evento.

De él, vamos a empezar comentando la lucha de Cabellera vs Cabellera entre Amapola y Kaho Kobayashi. Yo tenía mucha fe en esta batalla, pensé que sería la mejor de la noche, pero, al final, me ha gustado más el enfrentamiento entre Virus y Metálico, que es la mejor lucha del Consejo que yo haya visto desde el Atlantis vs Villano III. Pero tanto esa como el main event de la velada requieren de un artículo previo, así que vamos a empezar por la batalla de amazonas.

La división femenina del Consejo Mundial de Lucha Libre, tiene luchadoras muy buenas. Su papel en las carteleras, eso sí, es menor, pues las mujeres sólo tienen, con suerte, una lucha por función, y es la segunda o tercera de la noche. Y es que, en el Consejo, la posición que ocupes en la cartelera es muy importante, de tal manera que los primeros que salen a luchar son los miembros del roster menos importantes, mientras que los últimos son los mejores. Es una jerarquía cerrada, y las mujeres están en la parte de abajo.

Entonces, hay poco producto femenino en el Consejo, pero hay que tener en cuenta que hablamos de México. En el Distrito Federal, la lucha libre femenina estuvo prohibida hasta el año 86. Suena increíble, pero es así: entre el año 54 y el año 86, la Comisión Federal vetó la presencia de mujeres en el ring, por considerarla denigrante para la lucha libre. Así, muchas grandes luchadoras se quedaron fuera de las grandes promtoras de lucha libre, que operan en la capital federal.

Desde el levantamiento del veto, el Consejo Mundial de Lucha Libre ha introducido a mujeres en sus espectáculos, aunque, como ya hemos dicho, tampoco es una empresa que evolucione a gran velocidad. Pero las luchadoras han sabido buscarse el pan siempre, a pesar de las circunstancias.

En el CMLL no luchan modelos, ni mujeres elegidas por su belleza. Las tipas que se suben al ring, son animales importantes, mujeres experimentadas, y en muchos casos, con experiencia en Japón. Sus luchas siempre son de buen nivel, y llenas de intensidad; de cada combate, se podría sacar una lucha de apuestas, porque lo dan todo.

Aquí entra en juego Kaho Kobayashi, luchadora japonesa que está en su segunda temporada en el Consejo, gracias a la colaboración entre esta empresa y la japonesa Reina. Esta es una chica pequeñita, con 6 años de experiencia, en los que ha luchado en Oz Academy, Reina, Wave, Ice Ribbon o Seadlinnng. Aunque en su primera etapa en el Consejo, llamó menos la atención, esta vez, está gustando mucho. De ella se dice que es una esponja, que lo aprende todo, y que tiene una capacidad de recuperación enorme.

Kobayashi juega en el bando de las técnicas. En muchas ocasiones, ha peleado contra las chicas rudas, y en concreto, contra Amapola. Cada vez que se enfrentaban, se odiaban más, porque, como digo, entre un equipo y otro, se calientan las cosas mucho en cada pelea. Kaho y Amapola se enfrentaron en un Lightning Match, y este acabó en un momento, por doble count out, porque las dos mujeres se enzarzaron en una brawl en ringside.

Después de eso, con el poco español que sabe, la japonesa retó a la mexicana. Se puede decir que fue un reto precoz, pero no lo es tanto, porque las japonesas llegan a México con la idea de poder tener una lucha de apuestas, que es una de las cosas más grandes que se pueden hacer en este negocio. Nunca, en Japón, van a tener un estadio de 16.000 personas lleno, y con un público tan pasional como el mexicano.

Así, llegamos al encuentro, que en la cartelera, tiene lugar justo después de la lucha entre Metálico y Virus. Esa ha sido de infarto, así que no es un movimiento inteligente poner a las mujeres después, pues hay riesgo de que el público esté cansado, o haga comparaciones. Por suerte, el público mexicano nunca se cansa.

Amapola no deja ni que la campana suene. Ataca violentamente, y acaba con la primera caída rápidamente,  con un conteo hábil. Kobayashi reacciona de una manera similar, y, demostrando una técnica importante, se lleva la segunda caída. Se acabó el trámite: el pelo de dos mujeres está en juego.

Por eso es mejor hacer las luchas a una sóla caída. Así es la lucha entre Metálico y Virus. Si no sabes aprovechar el hecho de tener tres, es mejor no hacer tonterías como estas.

En este combate, tenemos un choque entre la habilidad de la oriental, y la fuerza de la mexicana. La diferencia de peso es enorme. Con un Spear, Amapola parte en dos a su oponente.

Kaho consigue llegar a las cuerdas tras una gran llave de Amapola. La japonesa sufre mucho, y tarda bastante tiempo en deshacerse de ese acoso. No vende mucho el dolor en la pierna, pero recibe un par de slams que son demoledores. La diferencia de fuerza decanta el combate.

Patadas demoledoras de Amapola a Kaho, que encima recibe un vuelo asesino. Una mujer como ella no puede aguantar el peso de alguien como amapola. Alguna podría haber muerto en esta caída. Pero el sacrificio y la capacidad de recuperación componen la carta de presentación de Kaho en México. Buen vuelo también el suyo sobre la rubia.

A pesar de los buenos ataques de Kobayashi, La Flor Letal es mucho más poderosa. Con las alas del diablo de su maestro y second, Ephesto, acaba con una Kaho que ha hecho todo lo posible por ganar. Buena lucha.

La japonesa entrega su mechón de pelo a su rival, símbolo de respeto. Kobayashi se sienta en la posición de Flor de Loto, para recibir estoicamente un castigo que es duro para una mujer y que, en Japón, tiene una significancia aún mayor, pues, cuando es realizado por una mujer, supone la aceptación de un fracaso, y una forma de dejar lo malo atrás. En lo respectivo a CMLL, para la empresa, rapar a extranjeros siempre es más barato creativamente hablando, pues sus pelos no están cotizados como los de un mexicano. 

Puntuación: ***1/2

jueves, 21 de junio de 2018

Universo 2000 vs Perro Aguayo, CMLL Juicio Final 2001




Una vez más, como ocurrió a principios de 2017, ha ocurrido una ola de fallecimientos de wrestlers importantes, de forma, casi, seguida. Ya comenzamos con el especial sobre Bruno Sammartino hace poco. Pero tenemos que hablar también de Universo 2000, Arkangel de la Muerte, y Big Van Vader, cuya muerte se ha conocido hace pocas horas. 

Vamos con Universo 2000. Si el lector no es seguidor de la lucha libre mexicana, quizás no lo conozca. Pero es un tipo realmente importante. Él, y sus dos hermanos, Los Dinamita.

Los Hermanos Dinamita conforman una de las mayores tercias de la historia de la lucha libre, una agrupación tremendamente ruda. Los hermanos Reyes, provenientes de Lagos de Moreno, Jalisco, tienen diferentes edades, y fueron debutando en este deporte poco a poco, cada uno, en su momento. Por tanto, primero llegó uno, Carmelo Reyes, Cien Caras, que debutó en el 74. Su estilo violento sentó las bases de lo que sería la tercia, y le hizo convertirse en rudo muy pronto.

Unos años después, llegó a los cuadriláteros José Reyes, conocido como El Padre de más de 20, aunque su nombre como luchador fue Máscara Año 2000.  Debutó en el 77, y para cuando llegó a luchas importantes, su hermano ya tenía una buena posición en las carteleras, lo que supuso una gran oportunidad para él, formando un tag team muy fuerte, con equipaciones similares, y el mismo estilo rudo y malvado.

Pero el protagonista de hoy, si bien ha sido el primero en fallecer, es el pequeño de los 3. En el 85, debutó Andrés Reyes, haciéndose famoso con el nombre de Universo 2000. Había una gran diferencia de edad con respecto a sus hermanos, así que durante un tiempo, estuvo en segundo plano. Pero, finalmente, consolidó una carrera formidable.

La tercia marcó las carteleras de México durante la década de los 90. El primero en perder la máscara fue Cien Caras, ante uno de los grandes rivales del grupo, Rayo de Jalisco. No obstante, pasó a la historia por pegarle un gran guitarrazo a su rival, y no vio su carrera empeorada por perder la máscara. Posiblemente ocurrió lo contrario. 

Los Hermanos Dinamita ganaron el título de tercias del CMLL, Cien Caras ganó el título de peso máximo, y Máscara Año 2000 ganó la máscara de Aníbal. Aunque Universo 2000 no tenía, aún, tanto protagonismo, acompañó a sus hermanos en esta senda de triunfos. Cuando Antonio Peña dejó el Consejo y fundó Triple A, los Reyes se llevaron el Campeonato Mundial de Tercias a la nueva empresa, y allí, siguieron con sus victorias y sus rivalidades ante gente como Máscara Sagrada, Perro Aguayo y Konnan. En el maravilloso primer TripleManía, Máscara año 2000 perdió su máscara ante el Perro, a pesar de la ayuda de Univero, mientras que Cien Caras venció a Konnan, acabando con su carrera.

Unos años después, Los Dinamita volvieron al Consejo Mundial de Lucha Libre, y, junto a Apolo Dantés, formaron una nueva agrupación: Los Capos. Aunque venían a ser los mismos de siempre. Pero la diferencia ahora es que Universo 2000 había llegado a la madurez luchística, mientras que sus hermanos estaban ya un poco mayores. Ahora, de nuevo, el gran enemigo era El Perro Aguayo.

Perro Aguayo, que ya sí que estaba muy mayor, rapó a Cien Caras en Juicio Final 2000, y prometió a Universo 2000 que el próximo sería él. Pero no logró cumplir con su amenaza, porque fue rapado por primera vez al ser derrotado por José Reyes, que estaba en su primera lucha de apuestas. El Martinete Negro aplicado por el Dinamita ayudó a que la carrera de Don Pedro Aguayo llegara a su fin.

Esta lucha es legendaria, y por eso es la primera que vamos a comentar. Pero es México. Hay un lío bestial con los referees y las trampas, que boran todo el combate. Es una lástima que la primera y única vez que el Perrito se quedó pelón ocurriera sin la más mínima épica.

Y no precisamente por culpa del público. El ambiente es ensordecedor. El amor que se profesa al Perro es enorme, casi tanto como el odio que generan Los Capos. Cien Caras es el Second de Universo, mientras que Aguayo tiene en su esquina al Villano III. El referee es el Tigre Hispano, triste protagonista de la velada. Y la lucha solo tiene una caída, no sé muy bien por qué.

La lucha es violenta desde el principio, pero Perro consigue imponerse con topetazos a ringside. El problema es que cada vez que los luchadores se encuentran ahí, fuera del ring, Chucho Reyes ataca a Perro, dejándolo malherido. Y el Tigre pasa de todo. Año 2000 castiga con candados, y de nuevo, Perro vuela, tan sólo para encontrarse de nuevo a Cien Caras. Villano III intenta ayudarle, pero Hispano, el referee español, se lo impide.

Hay que decir al respecto, que tiene cierto sentido que en México haya tanto lío con los referees, por ser un estado corrupto en casi todos los estratos del mismo. Y hay que decir que la Arena México tiene precios muy populares, por lo que sus asistentes son gente de a pie, de la calle, los principales afectados por tanta suciedad en los estamentos. Es normal que reaccionen de una forma tan violenta en esta lucha.

Y es que, pasa de todo en contra de Don Pedro Aguayo. Consigue aplicar su lanza, pero cuando Tigre va a contar, se hace el tonto. Al final, tiene que ser expulsado por miembros de la Comisión de Box y Lucha Libre, y otro referee entra a ocupar su lugar.

Parece que, ahora sí, alejado de las trampas, Perro puede ganar. Pero ahora, recibe en la cara un refresco de un aficionado. Esto lo ciega lo suficiente para que Universo 2000 ponga en práctica su nuevo movimiento, El Martinete Negro, que dañaría a un Perro ya bastante envejecido de forma grave, ganando así el apodo de Asesino del Ring.

Esta victoria fue polémica, porque este Martinete es, básicamente, un Piledriver, y en el Consejo están prohibidos. Al aplicarlo dando un salto, el referee no lo tomó como tal. No obstante, cuando lo usó en la siguiente lucha que veremos, su máscara vs máscara frente a Canek, sería descalificado por ello. Finalmente, El Consejo acepto el Martinete Negro como un movimiento legal, por algún motivo.

Puntuación: ***

lunes, 23 de septiembre de 2013

Villano III vs Atlantis, Máscara vs Máscara, Juicio Final 2000


Es difícil ver lucha mexicana anterior a finales de los 90. No hay mucho material. Pero si te pones a ver combates de la década de los 90 en el Consejo Mundial de Lucha Libre, o en el Toreo de 4 Caminos, puedes ver la forma más pura de lucha libre, lucha muy técnica, a ras de suelo.

Uno de los protagonistas de esa época es el Villano III, uno de los luchadores más técnicos que podrás ver jamás. Las batallas junto a sus hermanos contra los Brazos, o sus batallas contra Pegasus Kid (Chris Benoit), son de lo mejor que he visto. Y la que es considerada, generalmente, como la última gran lucha de México es suya también, aquella en la que perdió la máscara frente a Atlantis, el ídolo de los niños.

Ahora, parece que todos los wrestlers mexicanos tienen que ser copias de Rey Misterio. Todos voladores, con movimiento coreografiados y haciendo combates sin sentido. Pero en el año 2000 vivimos una lucha que todos consideramos como perfecta.

El combate es pura técnica. Nada más empezar, en un tope suicida del Villano hacia fuera, se chocan las cabezas y ambos acaban ensangrentados. Ahogándose en su propia sangre, los dos enmascarados vuelven al ring a ganar la batalla.

Y eso es lo que quieren. Nada es gratuito, no hacen movimientos aleatorios. Llave tras llave, todas son reversadas, la Cavernaria, la de a Caballo, las Murallas, la Campana…. Aparecen movimientos de todo tipo para conseguir conteos. Ambos quieren ganar la máscara del otro, y ponen en liza un arsenal de técnica sin precendentes.

Y tan solo un público como el mexicano podría mantenerse en una lucha de llaveo y contra-llaveo. Los japoneses estarían “estudiándolo” todo, y los yanquis estarían gritando “boring”. Los mexicanos están como locos, cada uno animando a su ídolo. Y los ídolos lo hacen todo perfecto, hasta que Atlantis consigue aplicar una segunda Atlántida sobre la ya muy dañada espalda del Villano, para ganar la máscara más importante de su carrera.


Puntuación: *****