Retomamos el especial sobre el Salón de la Fama de WWE, y sus inducidos en 2018. Hoy hablamos de un tipo que, por su relación con TNA, había estado vetado un tiempo en WWE. Nadie se atreve a hacerle la competencia al señor Vince McMahon. Se trata de Jeff Jarrett quien, en 2017, abandonó Impact Wrestling para pedir ayuda en WWE por sus problemas con el alcohol. Como resultado, fue, de nuevo, admitido en la compañía, fue inducido al Hall of Fame, y tuvo la oportunidad de estar en algún programa de la WWE Network.
Jarrett es una auténtica leyenda del wrestling, y merece estar en el salón de la fama. Tuvo un buen paso por la empresa, dio buenas luchas, y se hizo un nombre. Pero fue en WCW donde se convirtió en campeón mundial, y, posteriormente, en TNA, empresa que manejó a su antojo, gracias al dinero de su padre. Hoy en día, sigue en activo. Próximamente, le veremos luchar frente a Dr Wagner Jr con las cabelleras en juego, en el evento Héroes Inmortales de Triple A.
Pero vayamos por partes. Como he dicho, Jeff Jarrett tuvo una entrada en el mundo del wrestling relativamente sencilla, gracias al hecho de que su padre era promotor. Era muy normal, en otros tiempos, que el hijo del dueño fuera la principal estrella de las empresas que pertenecían a los territorios de la NWA. Aunque tampoco hay que hablar, simplemente, de nepotismo. Cuando uno crece en un entorno de wrestling, también es normal que lo ame, y se empape de ello más que nadie.
Jarrett heredó las habilidades de su padre, tanto para pelear como para hacer de promotor. Porque Jerry era considerado como un genio del wrestling, y también fue un gran promotor. Fundó la CWA de Memphis, en el estado de Tennesee, en el 77, empresa en la que debutó Jeff en el 86. En el 89, con la colaboración de Jerry Lawler y la familia Von Erich, fusionó la empresa con la WCCW de Dallas, para crear la USWA, un intento de alternativa al poder de WCW y WWF. Hace unas semanas, ya pudimos comentar una lucha de Jeff Jarrett en esta empresa, en en la que se enfrentó al recientemente fallecido Brian Christopher.
La USWA tuvo una interesante relación, y una rivalidad con la WWE, gracias a las cuales, Lawler y JJ acabaron en la empresa de Vince. Poco después, en el 97, Jerry Jarrett vendió la empresa a su tocayo, Jerry Lawler. Por su parte, Jarrett, como otros luchadores, durante los 90, se estuvo movimiento entre WWE y WCW. En su primera etapa en la empresa de Vince, se convirtió en campeón intercontinental, con su personaje de rubito rudo. La lucha que comentamos hoy es de esa época.
Jarrett tuvo un primer run corto también en WCW, donde se convirtió en Campeón de USA. Estuvo sólo un año en esa empresa, antes de volver a WWE como parte de la invasión de la NWA. En esa etapa, Jeff Jarrett tuvo buenas oportunidades y rivalidades. Pero, en el 99, volvió a moverse a WCW, siendo una de las principales estrellas de la compañía en esa última etapa, en la que los bookers, desesperados, hicieron lo que algunos les pedían: dar oportunidades a gente más joven por encima de Hogan, Luger, Sting y los de siempre. Ni Steiner, ni Jarrett ni Booker T consiguieron levantar la situación.
Tras el fin de WCW, Jerry y Jeff Jarrett apostaron por un nuevo proyecto, TNA, explorando las oportunidades dentro del negocio del wrestling. En una época en la que las cadenas de televisión no parecían interesadas en este deporte, inventaron, con los guiones de Vince Russo, un sistema basado en PPVs semanales.
En 2002, Panda Energy compró el 72% de las acciones de la empresa, así que el control de los Jarrett pasó a ser muy pequeño. No obstante esto, Jeff siempre tuvo bastante poder creativo, que le permitió ser algo así como el Triple H de TNA, y ganar un montón de títulos. Y también dar un montón de buenas luchas, dicho sea de paso.
Durante años, Jarrett rivalizó con Dixie Carter, presidenta ahora de la empresa, por el control de la misma. en 2014, sin esperanzas de tener éxito, Jarrett abandonó y formó una nueva liga, la Global Force Wrestling. Intentó inventar un concepto de wrestling distinto, más global, pero fracasó en el objetivo de colocar los programas que grabó en TV. Estos programas, llamados Amped, sí que están ahora disponibles, si no me equivoco, en la Network de Impact Wrestling, después del intento de fusión de ambas empresas que realizó Jarrett en 2017. Fue entonces cuando el luchador entró en rehabilitación con la ayuda de WWE para superar sus problemas con la bebida. Hoy en día, sigue siendo luchador en activo, y, como digo, sus apariciones más importantes tienen lugar en la empresa mexicana Triple A, con la que siempre ha mantenido una gran relación. Además, la página web de Global Force Wrestling parece ahora estar más dedicada a la nueva NWA que a la finiquitada promoción. Jarrett acompañó a su amigo Nick Aldis tanto en All In como en el show del 70 Aniversario de la NWA.
En In Your House 2, la segunda edición del PPV mensual de la WWF, llevado a cabo en verano del 95, JJ defendía su campeonato Intercontinental ante el estelar Shawn Michaels, muy querido por el público ya entonces. Jarrett, rudo, va acompañado de Roadie, que no es otro que Road Dog. Entre los dos, cumplen bien el rol de villanos huidizos y cobardes.
Jarrett huye a ringside una y otra vez, a sabiendas de que, si pierde por count out, mantendrá la correa en su poder. Michaels se muestra muy superior y muy sobrado, con el beneplácito del público, que se burla del rubito. Esa prepotencia acaba provocando que salga disparado del ring en un movimiento muy peligroso.
Después de eso, Jeff le castiga bien la espalda, aprovechando el daño provocado en la caída. Con una Sleeper, intenta finiquitar la lucha, pero Michaels se recupera y aplica todos sus movimientos de marca sobre la cara del rival. Tan sólo las trampas de Roadie consiguen poner, de nuevo, las tornas en favor del campeón, que busca la pierna de Shawn. Aún así, es se saca una Sweet Chin Music de la nada, para ganar la contienda.
La lucha es bastante buena, aunque creo que está un poco sobrevalorada.
Puntuación: ***1/2
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