Tenía un hype enorme por ver la lucha entre Undertaker y John Cena. Pero, una vez más, Vince ha jugado con mis sentimientos de fanboy. No aprendo nunca.
Hace años que todos queríamos ver una lucha entre Undertaker y John Cena en WrestleMania. Era una de esas combinaciones que, en nuestra mente, se veía como un gran combate. Pero, con el tiempo, pareció difuminarse esa opción.
Como Triple H, pero con un poco menos de poder, Cena ha tenido la ilusión en los últimos años, de tener grandes batallas en WrestleMania. Pero, mientras que Hunter se ha quedado con las luchas frente a
Taker, Lesnar,
Bryan,
Sting, Rousey o los
Shields, tras su rivalidad ante The Rock, Cena ha estado en feudos secundarios en el gran evento anual de la empresa. Ya el año pasado, en alguna promo, comentó que, si de él dependiera, lucharía frente a Taker en WrestleMania, pero le tocó la
pedida de mano a su novia, aunque aún no se sabe nada de una boda entre ellos.
La lucha entre Undertaker y Cena en WrestleMania, debía hacerse. Pero también debía hacerse la de Taker y Sting, y luego, nada de nada. El año pasado, cuando el Hombre Muerto dejó su sombrero en el ring tras
su lucha en WrestleMania frente a Roman Reigns, todos dimos por sentado que esa había sido su última lucha.
Pero, a medida que fueron pasando los meses, iban aumentando las posibilidades de que no fuera así. Si Undertaker se retiraba, algo tenía que decir la empresa al respecto. Y, cuando se anunció la exaltación de Goldberg al Salón de la Fama, también quedó claro que Taker no entraría en él por ahora.
En 2017, Undertaker luchó dos veces: la primera en
Royal Rumble, y la segunda, en el citado main event del mayor evento del año. En la batalla real, le vimos ser eliminado sin poder doblar, ni siquiera, las rodillas. Su estado físico era un desastre. Y, aunque me gustó la historia que contaron Reigns y él en WrestleMania, también en ese evento se denotó que ya no estaba para estos trotes. Undertaker lo sabía, y por eso decidió retirarse, aunque la decisión no era definitiva. Poco después del PPV, se sometió a una cirugía bastante importante. Su mejoría es patente, como hemos visto en su lucha contra Cena, y deja abierta la posibilidad de que participe en más combates este año.
A medida que se iba acercando, de nuevo, la época de WrestleMania, se volvió a especular con una lucha entre John Cena y The Undertaker. Pero no llegamos a estar seguros de si esto pasaría o no hasta que lo vimos con nuestros propios ojos en el evento. Primero, John Cena intentó ganar el
Royal Rumble y conseguir una plaza en WrestleMania. Falló, como también falló a la hora de ganar el
Elimination Chamber.
Cena dejó claro en televisión que lo que él quería era enfrentarse con el Enterrador, pero que eso era imposible, así que volvería a luchar por una plaza en el PPV en la
lucha grupal por el WWE Championship de Fastlane. Volvió a ser derrotado. Así que, como ya no había otra opción, volvió a insistir en el que era su sueño, y el de muchos fans: luchar contra Undertaker en WrestleMania.
El 16 veces campeón realizó varias promos de gran calidad, en las que llamaba a Undertaker cobarde. Le echaba en cara su ego, su egoísmo, su miedo a no ser capaz de luchar bien. Pero este ego aún se podía ver en los vídeos que subía su esposa, Michelle McCool, de los dos entrenando. ¿Qué intentaba demostrar?
Cena llegó a decir que Undertaker no tenía pelotas. Su hermano de la destrucción, Kane, apareció en Raw para defender el honor de Taker, pero fue derrotado por el antiguo rapero, sin que Undertaker hiciera acto de aparición. Finalmente, Cena aceptó acudir al evento como fan, y desde el Kickoff, lo vimos en las gradas, divirtiéndose como el resto de la fanaticada.
Undertaker no aparecía en ninguna pancarta ni poster promocional, hasta la última semana del evento. Entre todas las luchas anunciadas, aparecía una casilla para Taker y Cena, con la pregunta sobre si el primero aceptaría el reto del segundo. En muchas webs se llegó a especular sobre si la lucha se llevaría a cabo al final o no, o si, simplemente, el Enterrador aparecería para aceptar el reto de cara a otro momento.
Pero creo que esa opción no habría sido viable. Si se hubiera especulado con la posibilidad de que Undertaker luchara, y luego no hubiera sido así, el público habría acabado demasiado decepcionado para lo que vendría después en el show, que ya de por sí, fue bastante complicadito desde el punto de vista del control de las emociones de los aficionados. Asimismo, si se hubiera anunciado la lucha, y luego hubiéramos tenido, como así fue, un squash, la gente habría acabado más enfadada aún. Eso explica el extraño trato que se le ha dado a la rivalidad, que, en cualquier caso, nos ha mantenido nerviosos hasta el último minuto.
Aunque los fans que se concentraron en New Orleans disfrutaron con la aparición de Undertaker, yo acabé bastante decepcionado, porque lo que quería, sobre todo, era una gran lucha entre ambos. Como digo, desde el comienzo del espectáculo, Cena estaba en las gradas, viendo las acciones. Pero, en un momento dado, fue avisado por un referee, y salió corriendo para los vestuarios. Había novedades sobre Undertaker.
Un par de combates después, Cena aparecía, con su equipo de luchador, esperando a su rival. Las luces se apagaron, pero el que apareció fue Elias, cantando y diciendo sus tonterías. Cena lo quitó de en medio con una buena paliza.
Pero, después de eso, más cosas pasaron. Las luces se apagaron, y la gente se puso muy nerviosa. La ropa de Undertaker apareció en el ring, de la misma manera en que la había dejado un año antes. Un rayo cayó sobre el ring, y de nuevo, desapareció la ropa. Undertaker volvía tras el retiro. Sonó el gong. Tenemos lucha.
John Cena vende su miedo y estupefacción todo el tiempo. Lo hace muy bien, y eso justifica, más o menos, su humillante derrota. Aparece Undertaker, de nuevo, con el pelo largo. Su musculatura ha mejorado, y ha perdido volumen en su zona abdominal. Estaba demasiado gordo. Nada más empezar el combate, se lanza como un loco, corriendo mucho. Recordemos que el año pasado apenas podía andar.
Undertaker aplica todos los movimientos que a él le gustan: Flying Clothesline, Old Shool, y su combo de Snake Eyes + Bog Boot + Leg Drop. Es muy importante, porque hace tiempo que no podía aplicar el Snake Eyes correctamente, y el Old School era truncado siempre por sus rivales, quizás, porque no podía hacerlo. Cena intenta un comeback con su "You can't See Me", pero es recibido por un ChokeSlam, seguido de un Tombstone para finalizar la batalla. El gesto de miedo de Cena cuando Undertaker se levanta de su modo tradicional es fantástico.
Pero esto es un Squash. Al terminar, Cole dice que Undertaker vuelve "más fuerte que nunca". Y las cosas no se dicen sin razón. ¿Cuál es el motivo de que la lucha acabara siendo un squash?
Puede ser que, como ya había mucho material para WrestleMania, se decidiera hacer la lucha de esta manera, y guardar el gran combate anual del Enterrador para más adelante. Recordemos que, este año, WWE tiene que llenar un estadio de 60.000 personas en Arabia; y un estadio de 100.000 en Australia. Son dos hitos, y seguro que se necesitará al Enterrador para atraer a los fans. Puede que, teniendo en cuenta que en WrestleMania teníamos el debut de Ronda Rousey, la vuelta de Daniel Bryan, y muchas más cosas, se estimara que WWE se podía ahorrar ese tiempo y el dinero que cuesta un gran combate de Undertaker para más adelante.
También puede ser que se haya fijado esa forma de ganar para demostrar lo fuerte que está Undertaker para el futuro. Yo espero que sólo sea el princio de una rivalidad entre los dos luchadores. Si, finalmente, Undertaker no volviera hasta WrestleMania 35, y no volviera a luchar con Cena, me sentiría muy decepcionado.
Puntuación: *3/4