El pàsado 17 de mayo de 2020, conocimos la trágica noticia de la muerte de un exluchador de WWE conocido por todos: Shad Gaspard, que luchara en la compañía de Vince McMahon entre 2006 y 2010, pasando previamente por Ohio Valley Wrestling, y siendo miembro del equipo Cryme Tyme.
La historia es realmente trágica y heroica. Ha trascendido que Shad, hombre negro de 39 años y de gran altura y envergadura muscular, falleció por salvar a su hijo, y así parece que fue. Resulta que el suceso ocurrió un par de días antes de que se confirmara su muerte: Shad, junto a su familia y unos amigos, estaba pasando un día en la playa de Venice Beach, en Los Ángeles, cuando él, junto a otros nadadores, se vieron en problemas debido al oleaje y a la corriente. Los socorristas acudieron en su rescate, pero Shad les pidió que lo dejaran a él, y se centraran en salvar a su hijo, Aryeh, de 10 años. Estos así lo hicieron, y tuvieron éxito en su empeño, salvando al chaval. No obstante, mientras lo hacían, una gran ola se cernía sobre Shad, sin que quedara rastro de él. Tras varios días de búsqueda, la presumible noticia de su fallecimiento se confirmó.
La verdad es que parece algo propio de una película. Uno puede imaginar a Will Smith, en el papel del hijo de Shad, sufriendo pesadillas nocturnas, en las que recuerda, una y otra vez, lo ocurrido, sintiendo una gran culpa por ello. Algo así como Yo Robot. Pero no es una película, es real. Un hombre joven, con toda la vida por delante y en activo como luchador, fallecía por salvar a su hijo.
Comentaremos un par de luchas en su honor. Shad no pasará a la historia como un gran luchador, pues apenas peleó, de hecho, de manera individual en su carrera en WWE, y tras abandonar la empresa, no hizo nada demasiado relevante en el ring. De hecho, sus combates eran muy contados, ya que estaba más dedicado al mundo de la actuación, participando en series, películas, e incluso dedicándose a ser actor de captura de movimientos para videojuegos como God of War. No le iba mal.
Además, parece ser que era un buen tipo. No es este el único acto heroico que ha transcendido sobre él. Ya unos años antes, en 2016, se supo que había evitado un atraco a mano armada. Ese día, valiéndose tan solo de su habilidad y tamaño, desarmó al atacante, y lo contuvo hasta que llegaron las autoridades.
En lo respectivo a su carrera en wrestling, pasará a la historia por formar parte de Cryme Tyme, uno más de tantos Tag Teams basados en estereotipos raciales, de cuantos han pasado por WWE. En este caso, eran dos negros de origen newyorkino. Shad Gaspard, alto y fuerte, y su compañero, JTG, pequeño y agil, debutaron en el main roster a finales de 2006, siendo muy bien acogidos por el público, y consiguiendo grandes triunfos.
Shad se destapó como un hombre muy bueno en las entradas tras Hot Tags, capaz de aplicar buenos y veloces castigos de gran poder, incluyendo un Big Boot tremendo. Daba la sensación de que este era el clásico Tag Team que servía para preparar a uno de los miembros del mismo de cara a un futuro push individual, y que esa persona era Shad, pues WWE siempre ha preferido a los hombres grandes.
En la ola de despidos de 2007, Cryme Tyme quedó fuera de la empresa, para regresar un año después. El equipo estuvo involucrado en muy buenas historias, incluyendo una alianza con John Cena en contra de JBL, cuya limusina quedó destruida a manos de los tres hombres, y una buena rivalidad frente al equipo Jeri-Show, formado por Chris Jericho y Big Show. Un tiempo después, con el fin de dar lugar al citado push a Gaspard, este protagonizó un Turn Heel, que tan solo sirvió, como tantas veces ha ocurrido en la historia de la empresa, para que WWE perdiera el interés en él en cuestión de semanas, lo que provocó que el futuro de ambos luchadores quedara en el aire. Shad fue despedido a finales de 2010, mientras que JTG aguantó en la empresa hasta 2014, peleando en WWE Superstars, FCW y NXT. Ambos dejaron la compañía sin pena ni gloria, y sin llegar a ser nunca Campeones en Parejas, a pesar de que, como equipo, eran bastante buenos. Si la traición de Shad no hubiera ocurrido, posiblemente la carrera de ambos en WWE se hubiera extendido mucho más.
Como decía, vamos a ver un par de luchas de este hombre. La primera, en este post, va a ser el combate que mantuvieron en SummerSlam 2009 ante JeriShow, por los Unified Tag Team Championships, mientras que, en el segundo, vamos a recordar algún match de Shad frente a JTG, tras su turn heel, que nos revelará el motivo por el que WWE perdió el interés por este hombre.
En Night of Champions 2009, Jericho se había unido a Edge, para convertirse ambos en campeones en parejas. Poco después, Edge se lesionó, así que Chris lo sustituyó por el enorme Big Show. Como sabemos, esta historia llevaría a Edge a regresar en Royal Rumble 2010, y enfrentarse a Jericho en WrestleMania. Pero, mientras tanto, y aprovechando que los títulos de equipos estaban unificados, Jericho y Show, que pertenecían a Smackdown, se paseaban por los dos programas de WWE, aportando muchísimo, porque Jericho con un micrófono siempre es un plus.
En verano, tuvieron esta rivalidad frente a Cryme Tyme, que dio varias buenas lucha, algunas de ellas, individuales, aprovechando que los dos equipos son muy simétricos, porque los dos están formados por un luchador pequeño, y uno grande. En SummerSlam, el gran show del verano, tuvieron la lucha más importante entre ellos.
Un combate bueno, que no abandona las pautas habituales de WWE en el wrestling Tag Team. Los rudos dominan la mayor parte del match, mientras que los técnicos consiguen comebacks a partir de buenos hot tags. En el último de ellos, JTG entra con mucha energía, y lucha con Jericho en el ring, mientras los gigantes pelean fuera. Jericho aplica unas Walls, y JTG llega heroica y sorpresivamente al Rope Break, tan solo para que, ahí, Show le pegue un puñetazo, que era un mecanismo a través del cual, terminaba de forma sucia muchos de estos combates. JTG queda KO y Jericho lo cubre para ganar.
Buena lucha. Es simple en su disposición, pero es disfrutable, sobre todo porque el público está muy a favor de los retadores. Insisto en que este equipo podría haber llegado más lejos, aunque era esta una época en la que los Tag Team en WWE no tenían, casi, cabida, y se rompían excesivamente pronto, para acabar en experimentos infructuosos.
Puntuación: ***1/4