El pasado 16 de mayo de 2019, se informó del fallecimiento de Ashley Massaro, quien trabajara como Diva en WWE entre 2005 y 2008. Por las primeras informaciones que han salido a la luz, la causa del deceso sería una sobredosis de analgésicos. Faltaban 10 días para que cumpliera los 40 años, y tenía una hija de 19. Descanse en paz.
Ashley era adicta a las pastillas para el dolor desde que luchara en WWE, y sufriera varias lesiones graves. De hecho, en 2016, se adhirió a la demanda colectiva llevada a cabo por Konstantine Kyros, en contra de la empresa, que, en nombre de muchos luchadores, pedía dinero a la compañía por los daños físicos sufridos durante la estancia de esos luchadores en WWE. La demanda fue rechazada y, según se ha sabido en las últimas horas, Ashley mandó un correo electrónico a WWE en octubre de 2018, pidiendo perdón, y afirmando haber sido utilizada. Hay que decir que Kyros presentó una declaración jurada de Massaro en la que ella afirmaba haber sufrido una agresión sexual durante un viaje de la empresa al extranjero.
Algunas amigas suyas, como Torrie Wilson, han hecho declaraciones, insinuando que podría tratarse de un suicidio. Pero eso no lo sabemos, y no es asunto nuestro. En general, muchas compañeras del mundillo han hablado de ella en buenos términos, salvo Reby Hardy, esposa de Matt Hardy, quien la odiaba por la relación mantenida en el pasado con su marido, y pareció burlarse del deceso a través de su cuenta de Twitter.
Si hace unos días, cuando hablábamos del la muerte de Silver King, no referíamos a la crudeza de los casos en los que los luchadores mueren arriba del ring, no podemos olvidar esa otra lacra de la industria, que es la muerte como consecuencia del consumo de distintas sustancias. Los luchadores son como rockeros, pues se pasan la vida en carretera, actuando de una ciudad a otra. Manejan pasta, y nunca están en casa, así que el vicio les llama. Pero es cierto que eso parece haber desaparecido en las nuevas generaciones de luchadores, más sanas y atléticas.
Ashley no tiene una gran carrera como luchadora. Estuvo 4 años en WWE, y los combates en esa época, para las mujeres, duraban entre 2 y 5 minutos. Apenas habrá disputado 60 luchas en su vida. Pretendía, eso sí, volver a hacerlo, y ya tenía fecha para volver a subirse a un ring en una empresa independiente. Una lástima, porque parece ser que le hacía mucha ilusión hacerlo. Llegó a gustarle lo del wrestling.
Ashley llegó a WWE a través del Divas Search, concurso, o más bien, reality show, con el que WWE buscaba nuevas chicas guapas para su división femenina. Ganó la edición de 2005, siendo premiada con 250.000 euros y un contrato por un año.
Massaro era una chica rubia, guapa, y con grandes pechos, así que tenía todas las cualidades que buscaba Vince McMahon en una mujer para su división de Divas. Era una conejita Playboy, pues había posado para la revista en 2003 y 2004, y había hecho lo propio para otros medios, como FHM y Maxim. Llegó a la empresa sin el más mínimo conocimiento sobre lucha libre, pero se puso en manos de Fit Finlay, entrenador de las chicas en esa época. Aunque no llegaría a tener una gran carrera, ya que esta se truncó devido a las lesiones, aprendió bastante.
Sus inicios fueron interesantes. Ocupó posiciones importantes dentro de la división, e hizo equipo con Trish Stratus para enfrentarse a la amenaza de las Vince's Devils, un stable formado por Candice Michelle, Torrie Wilson y Victoria. Con tanta conejita Playboy de por medio, es trivial deducir que había muchas luchas de Bra y Panties.
Pero la lucha que vamos a ver hoy, para rendir homenaje a Ashley, es la que mantuvo con Mickie James en Royal Rumble 2006, con Trish como Special Referee. Por ver algo un poco más serio.
A principios de 2006, Ahsley recibió varios ataques por parte de Mickie James. Esta mujer debutó al mismo tiempo que nuestra protagonista, pero llevaba años entrenando en Ohio Valley Wrestling. Entró en la empresa como una gran fanática de Trish, protagonizando junto a ella, de cara a WrestleMania 22, una rivalidad con tintes lésbicos. Por eso, llegó a odiar a la nueva amiga de Stratus. Así, Ashley jugaría su pequeño rol en esta storyline, recordada por todos, poco antes de tener su primera gran lesión.
Antes de que tenga lugar el combate entre las Divas, hay un segmento relacionado con el Royal Rumble Match. Las Vince's Devil guardan la caja con los números, para que los luchadores que participan en la batalla, saquen las papeletas, de tal manera que la asignación de posiciones de entrada a la batalla es aleatoria. Vince llega, y toquetea a las mujeres, que no oponen mucha resistencia a eso. Randy Orton y Triple H aparecen para sacar sus respectivos números, y el segundo realiza comentarios con doble sentido a las conejitas. Malos tiempos para la lírica.
Después de tan brillante escena, tenemos otra, en la que Mickie le dice a Trish que la quiere. Hemos tenido muchos minutos de cámaras enfocando pechos demasiado grandes. Vamos a la lucha.
La lucha no es tan mala como cabría esperar. Mickie lucha bien, siempre lo ha hecho. Y Ashley, por su parte, demuestra que ha estado entrenando mucho, que sabe hacer counters complejos, vender los ataques del rival, y usar la psicología correcta en cada momento. No lo hace mal, y, además, parece menos "voluminosa" que en otras etapas de su carrera, así que luce ágil y natural.
Después de algunos movimientos buenos de la rubia, Mickie ataca con fiereza. Tiene celos por su relación con Trish, y quiere destrozarla. La lanza despectivamente contra ringside, y la golpea, luego, contra el poste.
Mientras James aplica llaves, Ahsley vende bien el dolor en la espalda. Consigue llevar a cabo un come back loco, con puñetazos directos, codazos, y patadas al pecho. Quiere parecer muy enfadada, y lo hace bien. Pero aquí sí que muestran, ambas, un poco de duda, y tienen algún que otro fallo. Finalmente, desde la esquina, Mickie se saca una Power Bomb, y deja tiesa a su contrincante, para así, llevarse la victoria. De esta manera, Mickie James se postula como rival de Trish en WrestleMania 22. Recordemos que Stratus era la Campeona de Divas, en ese momento.
Puntuación: ***