Mientras, en México, el Consejo Mundial de Lucha Libre
celebra su 80 aniversario, en Puerto Rico, el otro Consejo, el World Wrestling
Council, celebra exactamente la mitad, 40 añitos. Y, emulando a los mejores
Wrestlemanias, este magno evento Puerto-riqueño presenta un Main Event en el
que confluyen dos super-estrellas, Carlito y “The Icon”, Sting.
Carlito, es la principal estrella de la familia Colón, los
dueños de la promoción, que ya han perdido a Primo y Epico, Los Matadores en
WWE. Pero, a pesar de los éxito de Carlito, su fama es una minucia comparada
con la de Sting, The Icon, uno de los mayores luchadores de todos los tiempo.
No soy un gran fan suyo dentro del ring, pero su historia es muy grande. Y eso
se nota durante el combate.
Me gustó bastante la primera parte de la lucha. Llega la
gran Leyenda Yanqui al ring, y en todo momento busca la opción de aplicar su
Scorpion Deathlock, el Sharpshooter que tantas victorias le ha proporcionado.
Carlito huye desesperado cada vez que Sting intenta usar esa maniobra del
demonio. Hasta que al final lo caza, y está a punto de llevarse el combate
gracias a ella.
Carlito huye del combate. Sting es peligroso. Pero The Icon
va a por él, y lo trae de vuelta, cayendo en sus trampas y argucias. El tipo
molón, así, toma ventaja en el combate, en una parte que, ahora sí, se vuelve
mediocre y aburrida. Carlito ataca a su rival hasta que este lleva a cabo un
come-back final que le da la victoria, vía Scorpion Death Drop.
Puntuación: **3/4